Pan-Hispanic Ballad Project

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0265:1 Tristes van los zamoranos (á-o)            (ficha no.: 1438)

Versión de España. Recogida 00/00/1573 Publicada en Timoneda, Rosa española* (Romance de la tristeza que recibieron los zamoranos por el riepto). Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 49, vol. I, pp. 150-152 (Del Cid.---XXVII.).  074 hemist.  Música registrada.

     Tristes van los zamoranos    metidos en gran quebranto;
  2   reptados son de traidores,    de alevosos son llamados
     más quieren ser todos muertos,    que no traidores nombrados.
  4   Día era de San Millan,    ese día señalado,
     todos duermen en Zamora;    mas no duerme Arias Gonzalo.
  6   Acerca de las dos horas    del lecho se ha levantado:
     castigando está sus hijos,    a todos cuatro está armando:
  8   las palabras que les dice    son de mancilla y quebranto:
     --Ayúdeos Dios, hijos míos,    guárdeos Dios, hijos amados,
  10   pues sabéis cuán falsamente    habemos sido reptados
     tomad esfuerzo, mis hijos,    si nunca lo habéis tomado,
  12   acordaos que descendéis    de la sangre de Laín Calvo,
     cuya noble fama y gloria    hasta hoy no se ha olvidado,
  14   pues que sabéis que don Diego    es caballero preciado,
     pero mantiene mentira,    y Dios de ello no es pagado:
  16   el que de verdad se ayuda    de Dios siempre es ayudado.
     Uno falta para cinco,    porque no sois más de cuatro,
  18   yo seré el quinto, y primero,    que quiero salir al campo.
     Morir quiero, y no ver muerte    de hijos que tanto amo
  20   Mis hijos, Dios os bendiga    como os bendice mi mano--
     Sus armas pide el buen viejo,    sus hijos le están armando,
  22   las grevas le están poniendo,    doña Urraca había entrado;
     los brazos le echara encima    muy fuertemente llorando:
  24   ¿Dónde vais, mi padre viejo,    o para qué estáis armado?
     Dejad las armas pesadas,    que ya sois viejo cansado,
  26   pues que sabéis si vos moris    perdido es todo mi estado.
     Acordaos que prometistes    a mi padre don Fernando
  28   de nunca desampararme,    ni dejar de vuestra mano.
     ---Pláceme señora hija,    respondió Arias Gonzalo.
  30   Cabalgara Pedro D`Arias    su hijo, que era el mediano,
     que aunque era mozo de días,    era en obras esforzado.
  32   Dijo: --Cabalgad, mi hijo,    dile os esperan el campo:
     vais en tal llora y tal punto    que nos saquéis de cuidado.--
  34   Sin poner pie en el estribo    Arias Pedro ha cabalgado:
     por aquel postigo viejo    galopeando ha llegado
  36   donde estaban los jueces    que le estaban esperando.
     Partido les han el sol,    dejado les han el campo.

Nota: *Este romance es mas bien una versión de aquel largo que dice: Después que Vellido Dolfos variándolo desde el verso: Ya se salen por la puerta, y esta parte va también como romance separado.

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