Dunhuang y las cuevas de Mogao

Dunhuang es una ciudad oasis situada en el extremo occidental del corredor de Gansu (Hexi) y en el extremo oriental del desierto del Taklamakan. En muchos periodos de la historia china y de Asia Interior, Dunhuang ha marcado el límite occidental de los territorios bajo control administrativo y militar directamente chino. El reinado del emperador Wudi marcó el inicio del control imperial chino sobre esta área, a partir del momento en que el emperador Han ordenó una agresiva campaña de expansión hacia el oeste con la intención de combatir a los nómadas Xiongnu, que habían realizado frecuentes incursiones dentro de territorio Han. El corredor Hexi pasó a estar bajó control Han como resultado de las batallas de los años 121 y 119 aC; en el año 111 aC se estableció mediante decreto la guarnición de Dunhuang, cuyos 2000 soldados establecieron una colonia militar y extendieron las fortificaciones más allá de la ciudad. La culminación de estas brillantes campañas militares fue la victoria del ejército Han en el valle de Ferghana (en el moderno Uzbekistán) en el año 101 aC, aunque los Han no fueron nunca capaces de establecerse de forma permanente tan al oeste. Hacia el año 9 dC, había unos 11.200 hogares registrados en Dunhuang. La región de Dunhuang preserva aún hoy llamativas evidencias de las defensas erigidas por los Han y posteriormente por la dinastía Tang. Empezando en Anxi, al este de Dunhuang, y dirigiéndonos hacia el oeste y suroeste de la ciudad, en una distancia de unos 250 km., hay extensas secciones de muralla, docenas de torres de vigilancia y numerosas ruinas de fortalezas y centros de aprovisionamiento.

Situado cerca de uno de los más importantes nudos de comunicación de las rutas que atraviesan Eurasia, Dunhuang recibió una gran variedad de influencias culturales. Dado su emplazamiento, en el punto donde los viajeros se internaban o salían de los impredecibles peligros de las rutas del desierto, la región se convirtió en un centro religioso, en particular a causa de sus numerosas comunidades budistas. El traductor probablemente más importante de escrituras budistas de la China antigua, el monje Kumarajiva de Kucha, en la cuenca del Tarim, trabajó en Dunhuang antes de ir a Chang’an. Los famosos monjes peregrinos budistas Faxian y Xuanzang pasaron por Dunhuang en su ruta hacia (o desde) la India en busca de nuevos conocimientos sobre el Budismo. Sabemos que mercaderes sogdianos zoroastrianos y maniqueos estuvieron aquí, así como cristianos nestorianos. Durante décadas, a finales del periodo Tang, Dunhuang estuvo bajo control tibetano, un hecho que explica por qué escapó de los daños inflingidos en China a raíz de la persecución del Budismo. Más tarde, los uyghures y los tanguts controlaron la región.

Las cuevas de Mogao están situadas a unos 25 km. de la ciudad de Dunhuang, en un acantilado que domina el río Daquan, que recibe sus aguas del deshielo en los montes Qilian situados al sur. Mogao fue el emplazamiento histórico de una gran comunidad budista, fundada, según la tradición, cuando un monje tuvo una visión de Buda resplandeciendo a la salida del sol sobre la montaña Sanwei en el año 366 dC. Se han conservado unas 500 cuevas artificiales con estatuaria y pinturas, y hay unas 300 cuevas más sin decoración que servían como cuartos de estar y de meditación. Aunque muchas cuevas han sufrido actos de vandalismo y han estado faltas de mantenimiento, su estado de conservación es notable. Las cuevas más antiguas con imágenes intactas están fechadas a principios del siglo V dC; y las últimas cuevas con decoración significativa fueron creadas a principios del siglo XIV –en resumen, conforman un registro ininterrumpido de arte budista durante casi un milenio.

Durante este periodo la arquitectura y la iconografía de las cuevas cambió. Las más antiguas muestran influencias directas de los modelos budistas indios y de Asia Central, aunque el arte de la región estuvo también estrechamente conectado con el de la China metropolitana, gracias en parte a periodos de generoso patrocinio imperial. Muchas de las primeras cuevas tienen un pilar central, que representa el eje cósmico. Durante siglos dominaron las cuevas que tenían las estatuas principales colocadas en nichos en la pared occidental, en vez de en el centro, pero a finales del periodo Tang, una nueva serie de grandes cuevas se caracteriza por construir plataformas con altares en el centro de la habitación. Algunas de las cuevas antiguas más sorprendentes son de especial interés por su combinación de motivos iconográficos hindúes, budistas y tradicionales chinos, pero esto después dio paso a una iconografía budista más uniforme y a un estilo artístico sinizado. Durante los siglos X y XI, las pinturas de las cuevas muestran a menudo influencias tibetanas. Las cuevas son de especial interés por su detallada ilustración de las jataka, narraciones sobre las anteriores encarnaciones de Buda, las ilustraciones igualmente detalladas de las sutras y las escenas del paraíso, y las abundantes evidencias sobre los mecenas y sus protectores, que están representados en las paredes e identificados en inscripciones.

Aunque la historia de Dunhuang y su región tiene mucho en común con la de otras ciudades de Asia Interior, su importancia se debe en parte al grado con que está documentada la vida en Dunhuang. A principios del siglo XX, mucha de esta documentación llamó la atención de los estudiosos, a partir de las expediciones de Aurel Stein y otros. En 1900, un monje conservador local descubrió en las cuevas de Mogao un tesoro formado por manuscritos y pinturas, la mayoría de los cuales acabaron en colecciones europeas después de que Stein y otros los compraran u obtuvieran de otros modos. A mediados del siglo XX, empezó el estudio sistemático del arte y las inscripciones de las cuevas bajo los auspicios del Dunhunag Resarch Institute. A parte de las evidencias de Mogao, se han encontrado un considerable cantidad de materiales escritos sobre la historia antigua de la región en las ruinas de las fortificaciones de época Han. Si unimos esto a la información de los registros históricos dinásticos, estas fuentes permiten a menudo un estudio mucho más detallado de la región de Dunhuang que el que puede obtenerse de muchas otras áreas de China. Los materiales de Dunhuang empiezan ahora a estar disponibles en Internet a través del International Dunhuang Project de la British Library.

-- Daniel C. Waugh

Traducción de Alexandra Prats, revisada por Dolors Folch

Bibliografia:

Roderick Whitfield, Susan Whitfield, and Neville Agnew, Cave Temples of Mogao: Art and History on the Silk Road (Los Angeles: Getty Institute, 2000).

Roderick Whitfield, Dunhuang: Caves of the Singing Sands, photographs by Seigo Otsuka, 2 vols. (London: Textile and Art Pubs., 1995)

Roderick Whitfield and Anne Farrer, Caves of the Thousand Buddhas: Chinese Art from the Silk Road (London: British Museum, 1990)