Clicar para ampliar
Rollo pintado de Ksitigarbha y los Diez Reyes del Cielo
Complejo de cuevas de Mogao, Cueva 17
Cerca de Dunhuang, China
Período de las Cinco Dinastías, finales siglo IX – inicios siglo X dC
Tinta y pigmento sobre rollo de papel
Altura: 27.8 cm
Longitud: 239.9 cm
Número de adquisición: # OA 1919.1-1.080
Donación de Sir Marc Aurel Stein

Imagen cortesía del British Museum (copyright reservado)

Este rollo es uno de los más de 14.000 rollos de papel completos y fragmentos adquiridos por Sir Marc Aurel Stein en 1907 del tesoro de pinturas y documentos almacenados en la Cueva 17 del complejo de Mogao. Representa el juicio de los Diez Reyes del Cielo, aunque el rollo está dañado y sólo quedan cinco de los reyes.

La pintura sirve como ilustración del Ksitigarbha Sutra, un texto usado para enseñar el concepto del castigo kármico. El sutra describe las consecuencias provocadas por el comportamiento inmoral, con descripciones gráficas de los horrores que aguardan a los malvados en los diferentes niveles del infierno budista. Este sutra apócrifo está escrito en forma de discurso de Buda en alabanza al bodhisattva Ksitigarbha y celebraba su voto a la renuncia del Nirvana hasta haber vaciado los diez infiernos de almas atormentadas.

El rollo, sin embargo, se centra en el juicio de los Diez Reyes del Cielo. Según el texto del sutra, las almas que parten tienen que pasar antes por cada uno de estos jueces demoníacos (presentados bajo la forma de burócratas confucianos) y sufrir su juicio. En la sección uno, las almas se presentan frente a los Reyes, cargando con sus maldades mediante grandes collares de madera y cadenas, mientras los virtuosos llevan sutras e imágenes de Buda como evidencia de su piedad. En la sección dos, uno de los Reyes ya ha juzgado a un infortunado, que ha sido sentenciado a ser azotado.

Existe una interrupción en la continuidad del rollo antes y después de la sección tres, que ilustra el juicio final donde se decide en cuál de los Seis Reinos de la Existencia renacerán los espíritus. Las almas virtuosas pueden renacer en los reinos de los Devas (dioses, diosas y seres celestiales), los Asuras (dioses menores o titanes), o en el Reino de los Hombres. Los malvados renacen en el Reino de los Animales, los Pretas (fantasmas hambrientos), o permanecen en el infierno para sufrir brutales castigos por parte de los demonios con cabeza de animal.

No es hasta la escena final en la sección cuatro que vemos la apariencia del bodhisattva Ksitigarbha , vestido de monje budista. Está fuera de una ciudad llameante con muros de hierro, dentro de la cual los condenados sufren varios tormentos espeluznantes. Otras almas, conducidas por demonios con cabeza de toro y de caballo, suplican a Ksitigarbha por su salvación.

Traducción de Alexandra Prats, revisada por Dolors Folch