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Pan-Hispanic Ballad Project

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0084:7 El cordón del diablo (é-a)            (ficha no.: 8767)

Versión de San Xuan de Lousame (ay. Lousame, p.j. Noia, A Coruña, España).   Recitada por Dolores Mato Castro (73a). Recogida 00/00/1903 Publicada en Sampedro y Folgar 1942, I, núm. 247, pp. (música, vol. II, p. 53); Bibgal s. p. 158:001 (ficha descriptiva). Reeditada en Carré Alvarelos 1959, núm. 55, p. 150.  018 hemist.  Música registrada.

     Namorouse Francisquiño    namorouse d`unha nena,
  2   de casados e velados    levouna pra sua terra.
     Inda un ano non pasara    negocios se lle presentan
  4   e ten que emprender xornada    cén légoas da súa aldea.
     Tendo xá o pé no estribo    faloulle así Marinela:
  6   --O que che encargo, marido,    que larga a ausencia non sea,
     pois sabes que quedo encinta    de nove meses á fecha.--
  8   Aló po-la media noite    xornada a facer empeza,
     e no medio do camino    o demo se lle presenta.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Título original: La Tentación.

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0084:4 El cordón del diablo (é-a)            (ficha no.: 5545)

Versión de Campo de Ebro (ay. Valderredible, p.j. Reinosa, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LV (nº 228), pp. 409-412.  110 hemist.  Música registrada.

     En la ciudad de Madrid,    que es ciudad nombrada y buena,
  2   residía un caballero    que trata en paños de seda;
     Isidro se llama él,    su esposa doña Manuela.
  4   A este tal le ocurrió un viaje    de su casa a treinta leguas;
     ella se abrazaba de él    y él se abrazaba de ella.
  6   --¿Cuándo has de volver, Isidro,    Isidro, cuándo es tu vuelta?
     --Prenda de mi corazón,    lo más pronto que pudiera.--
  8   Se cogió dos mil doblones,    se marchó para la recua.
     En el medio del camino    el demonio le saliera
  10   vestido de religioso    porque no le conocieran.
     --Vuélvete, Isidro, a tu casa,    que tu mujer te la pega.
  12   --Eso no lo creo yo,    que mi mujer es tan buena,
     que en lo que ha que estamos juntos    no he visto maldad en ella.
  14   --Pues si no lo quieres creer    mira aquí las siete vueltas
     de corales que la diste    cuando otorgaste con ella,
  16   que me los dio su amigo    que conmigo se confiesa.--
     Se volvió Isidro a su casa    lleno de cólera ciega;
  18   al entrar en el portal    con la criada se encuentra.
     --Buenos días, mi señor,    su venida sea buena;
  20   ya ha parido su señora,    ya ha parido y está buena;
     ya hemos bautizado al niño    con gran regocijo y fiesta.--
  22   Él se ha subido a la sala    donde está doña Manuela.
     --Ven aquí, perra, la dijo,    ¿dónde están las siete vueltas
  24   de corales que te di?,    ¿a quién los has dado, perra?
     --Toma la llave, Isidro,    que en el arca de allá afuera
  26   las siete vueltas están    tales cuales ellas eran.--
     Iba tan acelerado    que no atendió a la respuesta;
  28   la dio siete puñaladas    y a las menos se muriera;
     con la sangre que arrojaba    de sus delicadas venas
  30   ha manchado siete colchas    y ocho sábanas de seda.
     De allí se fue a la cocina    donde estaba la tetera
  32   dando de mamar al niño,    le dijo de esta manera:
     --También has de morir tú,    también es razón que mueras,
  34   que naciste de tu madre    y algo heredarás de ella.--
     Le ha agarrado de los pies,    contra un cimiento le diera,
  36   hasta que el pobre angelito    echó los sesos afuera.
     Se cogió dos mil doblones,    se marchó para la recua,
  38   y en el medio del camino    el demonio le saliera,
     vestido de religioso    porque no le conocieran.
  40   --Padre, ya he matado al niño    y mi mujer muerta queda.
     --Pues si has matado al niño    y tu mujer muerta queda,
  42   más adelante no sigas    que está la justicia entera,
     y te vienen a prender    los parientes de Manuela;
  44   y lo que puedes hacer    atarte con esta cuerda
     que en mi cuerpo se ciñó    y en el tuyo se ciñera.--
  46   Estando en estas razones,    una allí viniera.
     --Anda, demonio, al infierno    y deja las almas buenas;
  48   vuélvete, Isidro, a tu casa,    que tu mujer está buena.
     --¿Cómo me volveré yo    si mi mujer muerta queda?
  50   --Vuélvete, Isidro, a tu casa,    que tu mujer está buena.--
     Se volvió Isidro a su casa    todo lleno de tristeza;
  52   a la entrada del portal    y al subir de la escalera
     ya sintió llorar al niño    y cantar doña Manuela.
  54   Postradito de rodillas    allí perdón la pidiera;
     que le ha cegado el demonio,    que si no él no lo hiciera.

Título original: La calumnia del diablo.

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0084:5 El cordón del diablo (é-a)            (ficha no.: 5546)

Versión de Renedo (ay. Valle de Cabuérniga, p.j. Torrelavega, ant. Cabuérniga, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LV (nº 229), pp. 413-414.  068 hemist.  Música registrada.

     En la gran ciudad de Cádiz    un arriero andaba en ella,
  2   este tal llegó a casarse    con una querida hembra;
     era hija de un platero    que la llamaba Manuela.
  4   Ocurrió salir un viaje    de ciento cincuenta leguas,
     a buscar los finos paños    y también las ricas telas.
  6   --Lo que te encargo, marido,    que des muy pronto la vuelta,
     bien sabes que estoy encinta    de nueve meses sin cuenta,
  8   y bien sabes que el demonio    anda siempre en centinela
     aguardando que el cristiano    salga de la gracia buena.--
  10   En el medio del camino    un religioso se encuentra.
     --Detente, Isidro, detente,    detente, aguarda y espera,
  12   que tu mujer es muy joven,    te está haciendo mil ofensas.
     Si no lo quieres creer    mira, aquí tienes la muestra:
  14   los corales que la diste    cuando casaste con ella.--
     Isidro que aquesto ve,    mucho más que el viento vuela.
  16   La dio siete puñaladas    sin que a la menor muriera,
     que pasó siete colchones,    sábanas y delanteras.
  18   Y a un niño que tenía    le dice de esta manera:
     --Si de tal madre naciste    preciso será que mueras.--
  20   Le ha agarrado por los pies,    y le dio contra la puerta,
     y se marchó para el viaje    como si ello nada fuera,
  22   y allá lejos del camino    al religioso se encuentra.
     --Detente, Isidro, detente,    detente, aguarda y espera,
  24   mira que te anda buscando    la justicia de la tierra;
     si quieres morir ahorcado    o quieres morir a frena.
  26   --Más quiero morir ahorcado.    --Mira, aquí tienes la cuerda.--
     Ya había metido los pies,    ya iba a meter la cabeza;
  28   ve venir a una Señora    con la triunfante bandera.
     --Huye, el demonio espantoso,    y deja las almas quietas;
  30   y tú, Isidro, vete a casa,    que te espera buena queda.--
     Isidro cuando volvió    a subir la escalera,
  32   ya siente llorar al niño    y cantar la madre tierna.
     --¿Qué devoción te acompaña    que te encuentro viva y buena?
  34   --Es la Virgen del Rosario    que viene por defenderla.--

Título original: La calumnia del diablo.

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0084:6 El cordón del diablo (é-a)            (ficha no.: 5547)

Versión de San Miguel de Aras (ay. Voto, p.j. Laredo, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LV (nº 230), pp. 414-415.  056 hemist.  Música registrada.

     Estaba San Isidro    sentado a la su mesa,
  2   se le ha ocurrido un viaje    de siete leguas y media.
     Le pregunta la mujer    que pa cuándo es la su vuelta.
  4   --Para el domingo a la noche    tendrásme la cena puesta.--
     En el medio del camino    con el demonio se encuentra.
  6   --Espera, espera, San Isidro,    aguarda, aguarda, espera, espera,
     la tuna de tu mujer    con otro galán se acuesta.
  8   --No lo creo yo, Dios mío,    mi mujer es santa y buena.
     --Si no lo quieres creer    mira aquí las siete vueltas
  10   de corales que le diste    cuando casaste con ella.--
     Volvió San Isidro a casa    con mucha ira y soberbia;
  12   le dio siete puñaladas    que de la menor fue muerta,
     y cogió al niño en sus brazos    y dijo de esta manera:
  14   --Pues eres hijo de esa madre,    de razón será que mueras.--
     Cogió el caballo y la espada    y a servir al rey se fuera,
  16   y en el medio del camino    al demonio mismo encuentra.
     --Espera, espera, San Isidro,    aguarda, aguarda; espera, espera;
  18   que me ha gustado la acción    que en tu casa dejas hecha.
     Dicen que te han de prender,    que te han de llevar a Ceuta,
  20   toma si quieres morir    toma y besa esa cuerda,
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    y echa la rodilla en tierra.--
  22   Ya se estaba arrodillando    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     vio venir tres penitentes    de los que hacen penitencia.
  24   En el medio de ellos viene    María de gracia llena,
     y estas palabras decía:    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  26   --Arriesgo, arriesgo, demonio,    Satanás, vete a las peñas,
     y tú, Isidro, a la tu casa    y escucharás a la puerta,
  28   verás cómo el niño canta    a la querida Lorenza.--

Título original: La calumnia del diablo.

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0084:1 El cordón del diablo (é-a)            (ficha no.: 1695)

Versión de [Santiago de] Acebo (parr. Monteseiro, ay. Fonsagrada, p.j. Fonsagrada, Lugo, España).   Recitada por Florentina Fernández (40a). Recogida por Aníbal Otero Álvarez, (Archivo: AMP; Colec.: Otero, A. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en RT-Galicia 1998, pp. 395-396.  078 hemist.  Música registrada.

     ¡Válgame Nuestra Señora    la Virgen de la Ribera!
     Se casara Rico-Rico,    la llevó para su tierra.
  2   Allí arriba donde era,    junto al río de Verbena,
     había un hombre de bien,    tenía mucha moneda;
  4   y de allí a nueve meses    una jornada tuviera.
     En el medio del camino    el demonio le saliera
  6   en vestidura de flaire,    descalzo de pie y pierna.
     --¿A dónde caminas, hombre,    tu jornada, a dónde era?
  8   --Mi jornada es muy larga,    yo no sé a dónde llega.
     --Esta noche en tu casa    hobo unas grandes vergüenzas;
  10   tu mujer está en la cama    y un galán está con ella.--
     Vuélvese hombre pra su casa    más triste que no saliera.
  12   Al llegarse a las portadas,    la criada le saliera.
     --¡Alegría, ay, meu amo,    que parió María Manuela!
  14   --Se parió, que se reviente,    y a mí mejor me saliera.--
     Pidió las llaves del cuarto,    pidiólas para ir verla;
  16   le dio siete puñaladas    y de la menos muriera.
     Coge el niño entre los brazos    y hablando de esta manera:
  18   --Es hijo de mala madre,    no vas a hacer cosa buena.--
     Lo tiró contra una tapia,    los huesitos le partiera;
  20   dejándolo en mil pedazos,    a la jornada saliera.
     En el medio del camino    el demonio le saliera
  22   en vestidura de flaire,    descalzo de pie y pierna.
     --¿A dónde caminas, hombre,    tu jornada, a dónde era?
  24   --Mi jornada es muy larga,    yo no sé a dónde llega.
     --Si te quieres ahorcar    i-aquí traigo la cadena;
  26   siete vueltas de coral    destes a María Manuela.--
     O poner la soga al cuello,    la Virgen apareciera.
  28   --¡Arreda de ahí, demonio,    vete a tu casa al infierno!
     que esta alma no es tuya,    que es de mi manso cordero,
  30   qu` inda no hace un minuto    que a mí me rezó un credo.
     Vuélvete, hombre, a tu casa,    que tu mujer buena era.
  32   --A mi casa no me vuelvo,    que mi mujer muerta queda.--
     Vuélvese hombre a su casa    más triste que no saliera.
  34   Al llegarse a las portadas    oíra una seña buena;
     oíra llorar el niño,    cantarle María Manuela.
  36   Pidió las llaves del cuarto,    pidiólas para ir a verla.
     --Perdónasme, ay mujer,    anque el demonio fuera.
  38   --Perdonarte, ay sí, marido,    anque la causa máis fuera.--
     Escuchen, señores, todos,    lo que el demonio enredó
  40   para ganar una alma.    La Virgen la rescató.

Nota: También cabe puntuar los dos últimos versos: "Escuchen, señores, todos, / lo que el demonio enredó. // Para ganar una alma / la Virgen la rescató."

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0084:2 El cordón del diablo (é-a)            (ficha no.: 2165)

Versión de Videmala (ay. Videmala, p.j. Zamora, ant. Alcañices, comc. Aliste, Zamora, España).   Recitada por Valentina Bartolomé (50a). Recogida por Américo Castro, 00/00/1912 (Archivo: AMP; Colec.: Castro, A.). Publicada en IGR-vulgar 1999, pp. 383-384.  098 hemist.  Música registrada.

     Dime tu cuento, Eliserio,    levántate a las estrellas,
  2   dime tu sabiduría,    la majestad verdadera.
     Él se llama Juan Isidro,    pues que su nombre se sepa;
  4   este tal está casado    con una hermosa morena,
     ella es hija de un platero    y se llama Ana Manuela;
  6   tanto se quieren y estiman    con amistad verdadera,
     que los ángeles del cielo    con envidia los veneran.
  8   Saliéndole un día a un viaje    de treinta leguas afuera:
     --Dime tú, querido Sidro,    si ha de ser tarde la vuelta;
  10   mira que yo estoy preñada    de nueve meses en cuenta.
     --Treinta leguas de andadura,    en seis días es la vuelta.--
  12   En el medio del camino    con el diablo se tropieza.
     --¿Dónde vas, Sidro?,-- le dice    --detente, aguarda y espera,
  14   que tienes una mujer    que te hace dos mil ofensas.
     --¿Cómo pué`eso verdad, padre,    siendo mi mujer tan buena?,
  16   siete años que estoy casado    no he encontrado mal en ella.
     --Sidro, si no lo quiés creer,    vela aquí las siete vueltas
  18   de corales que le diste    cuando casaste con ella,
     que me los dio su galán,    pues que él a mí se confiesa,
  20   y la bienaventuranza,    mira si quiere perderla.--
     Sidro se volvió a su casa    todo lleno de soberbia.
  22   Sidro tiene una criada    que de todo le da cuenta:
     --Bienvenido sea mi amo,    bienvenido, norabuena,
  24   tenemos un rico infante,    mi señora está muy buena.
     --Ni el infante mame leche,    ni la madre pan comiera.--
  26   Sidro se llegó a la cama    todo lleno de soberbia:
     --Ven acá, perra traidora,    ven acá, traidora perra,
  28   a que por estos corales,    veniste a ser descubierta.
     --Mira, Isidro, lo que dices,    que es el diablo que te tienta.
  30   Cógete, Isidro, las llaves,    las llaves de la alacena,
     que la caja de tu madre    de corales está llena.--
  32   No se atendió a más razones,    que el corazón le atraviesa.
     Cogió al niño por los pies,    n`una parede lo estrella:
  34   --Pues que tu madre murió,    razón es de que tú mueras.--
     Sidro se volvió al camino,    al camino y a la senda.
  36   En el medio del camino    con el diablo se tropieza.
     --¿Dónde vas, amigo Sidro,    detente, aguarda y espera,
  38   que tu has de morir ahorcado,    lo cual ha `ser cosa cierta,
     pues si no tienes cordel,    vela aquí tengo una cuerda,
  40   con que yo ciño mi cuerpo,    coge y ahórcate con ella.--
     Ya ciñe el cordel al cuello,    cuando el Nazareno llega.
  42   --Mira, Isidro, lo que haces,    que es el diablo que te tienta.
     Vuelve, Isidro, para casa,    verás tu mujer tan buena,
  44   verás lloras a tu niño    y arrullarlo a Ana Manuela.
     --¿Sabes tú, querido Isidro,    qué he soñado en esta siesta
  46   que me habías de matado?.    --Lo cual ha sío cosa cierta;
     que te tengo pesar a oro,    y al niño pesarlo a cera,
  48   y te tengo de llevar    al Cristo de Zarramera,
     que mientras tú me vivieras    yo no he menester hacienda.--

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0084:3 El cordón del diablo (é-a)            (ficha no.: 3400)

Versión de Nuez de Aliste (ay. Trabazos, p.j. Zamora, ant. Alcañices, comc. Aliste, Zamora, España).   Recitada por Anastasia Casado Pérez (58a). Recogida por José Manuel Fraile Gil y Gustavo Cotera, 02/06/1989 (Archivo: ASFG; Colec.: Fraile Gil, J. M.). Publicada en Fraile Gil Rom-Panhisp.-1 1992/5CD, Primera Antología Sonora, v. 4, TECNOSAGA, KPD-(5)10.9004, corte 15.© Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor.  086 hemist.   Música registrada   (MP3 30 sec. clip). Versión completa (streaming media).

     En una ciudad de España,    la más linda y la más bella,
  2   le llaman Ortia por nombre,    vivía un riguero en ella.
     Este tal está casado    con una linda morena;
  4   ella es hija de un platero,    le llaman Ana Manuela.
     Tanto se quieren y aman    con amistad verdadera,
  6   el diablo, como envidioso    siempre está de centinela.
     El diablo, como envidioso    siempre está de centinela,
  8   esperando a que el cristiano    salga de la gloria inmensa.
     Salió el marido en viaje    de treinta leguas afuera,
  10   jornada de treinta leguas,    de quince dio la vuelta.
     Jornada de treinta leguas,    de quince dio la vuelta:
  12   --Bien sabes que estoy preñada    de nueve meses en cuenta.--
     En el medio del camino    un tal religioso encuentra:
  14   --¿Adónde vas, Isidro,    detente, aguarda y espera.
     Yo bien sé que eres buen hombre,    también quiero que sepas
  16   que tienes una mujer    que te hace dos mil ofensas.
     --Mira, señor, lo que dice,    que mi mujer es muy buena;
  18   siete años que estoy casado,    no he tenido queja de ella.
     --Y si no lo quieres creer,    mira aquí las siete vueltas
  20   de corales que le diste    cuando casaste con ella.--
     Vuélvese Isidro a casa    todo lleno de soberbia.
  22   Él tenía unos criados    que de todo le dan cuenta.
     --Bienvenido sea mi amo,    bienvenido, enhorabuena;
  24   tenemos un niño infante,    mi señora está muy buena.
     --Nunca él hubiera nacido,    ni su madre pan comiera.
  26   Se fue derecho a la cama    diciendo de esta manera:
     --Ven acá, perra traidora,    ven acá, traidora perra,
  28   que por estos corales    vienes siendo descubierta.
     --Mira Isidro lo que dices,    es el diablo que te tienta.
  30   Coge las llaves Isidro,    cógelas de la alacena,
     que las cajas de tu madre    de corales están llenas.--
  32   No le atiende más razones    el corazón le atraviesa.
     Coge el niño por los pies,    n`una pared le estrella.
  34   Vuelve Isidro el camino,    con el religioso encuentra.
     --¿Dónde vas, amigo Isidro,    detente, aguarda y espera;
  36   yo bien sé que eres buen hombre    y también quiero que sepas
     que tienes que ser ahorcado    por haber hecho esa ofensa.
  38   Mira si traes cordel,    si no, aquí tengo una cuerda.--
     Le echó el cordel al cuello    y el Nazareno que llega:
  40   --Vete, Diablo, para el infierno,    que tu murada es aquella.
     Vete, Isidro para tu casa,    que tu mujer ya está buena
  42   y el niño está en el cielo    cantando la nana nuela.--
     --Sabrás, querido Isidro,    he soñado en esta siesta
  44   que me habías matado,    lo cual era cosa cierta.
     --Tengo de pesarte a oro    al Cristo de la Alameda,
  46   o tengo de pesarte a oro,    que no me quede hacienda.--

Nota: Título en la Antología sonora: La inocente calumniada por el diablo.
Nota de Fraile Gil: Se cantaba durante los hilandares invernales.

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