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Pan-Hispanic Ballad Project

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0103:24 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 5898)

Versión de España. Recogida 00/00/1551 Publicada en Tercera Silva 1551, f. 24 3a parte, 1551. Reeditada en MMP Prim 1899, IX, pp. 250-251 y Rodríguez-Moñino 1970b. p. 428; Campa 1998, V.I.26, pp. 187-188.  064 hemist.  Música registrada.

     El cielo estaba nubloso,    el sol eclipse tenía,
  2   quando el conde don Belardos    de la batalla salía,
     treinta cavallos de diestro    que en ella ganado havía.
  4   El quinto da al emperador,    que de derecho le venía,
     de los otros el mejor    para sí se lo escogía.
  6   El emperador muy triste    desta suerte le dezía:
     --Trocaríamos mi sobrino    ganancia por la perdida,
  8   si viniesse Baldovinos,    por aquí no parescía;
     volveldo vos a buscar    por la parte que os cabía.
  10   --¿Cómo bolveré, señor,    que hablar no me quería
     por un neblí muy preciado    que me dio la infanta Sevilla?
  12   Mas si a mí me dio el neblí    a ella dio una sortija.
     La propiedad del neblí    es que caça no se le iva;
  14   la gracia de la sortija    es de muy mayor valía,
     que a ferida que tocasse    luego se restañaría,
  16   Mas en todo esto, mi tío,    quiero hazer lo que devia.--
     Ya cavalga don Belardos,    a buscar se lo bolvía,
  18   por el camino que va    vee venir cavallería.
     En hombros de cavalleros    todos despada guarnida
  20   viene herido Baldovinos    de una muy mala herida;
     cubiertas vienen las andas    de la hoja de la oliva,
  22   encima de un paño negro    y una letra genovisca.
     Baldovinos con passión    de aquesta suerte dezía:
  24   --Apeadme, cavalleros,    en este trébol florido,
     descansaredes vosotros,    pacerán vuestros rocinos,
  26   menearme hían los vientos    de Francia do fue nascido.
     ¿Si se acordará mi madre    de un hijo que havía parido?
  28   ¿Si se acordará Sevilla    de Baldovinos, su amigo?--
     Diziendo estas palabras    delante se le ha venido:
  30   --Baldovinos, Baldovinos,    coraçón y alma mía,
     nunca holgasse comigo    sino una noche y un día,
  32   sépalo el emperador    que de vos quedo en cinta.--

Nota: La Silva abrevia la "n" en -2b quando el conde don B.

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0103:30 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 8063)

Versión de Sisterna (parr. Santa María de Sisterna, ay. Ibias, p.j. Cangas del Narcea, ant. Cangas de Tineo, Asturias, España).   Recitada por Belarmina Sal González (83a en 1991). Recogida por Anita Gavela, Juan José Pérez, Jesús Suárez López y Roberto Gavela Sal, en dos ocasiones, 02/08/1991+00/09/2005 (Colec.: Gavela Sal). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto © R. Gavela Sal. Reproducida con permiso del recolector.. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  070 hemist.  Música registrada.

     Que mayo no hay más que mayo    y en mayo no hay más que un día
  2   cuando aquel mozo Abelardo,    él de la guerra venía.
     Él traía cien caballos    y el suyo por fantasía.
  4   --Dame un caballo, Abelardo,    que Dios te lo pagaría.
     --Téngalos todos, mi rey,    para mí otros ganaría.
  6   --No digas eso Abelardo,    no digas la tal fechoría,
     lo que se gana n´un año    suele perderse n´un día.--
  8   Valdovinos fue de caza,    fue de caza y no volvía.
     --Vete a buscarlo, Abelardo,    que Dios te lo pagaría.
  10   --¿Cómo voy ir yo a buscar    a quien tan mal me quería?
     --Si no lo vas a buscar,    la vida te costaría.--
  12   Y lo encontrara durmiendo    al pie de una fuente fría.
     --¿Qué haces ahí, Valdovinos,    qué haces ahí, por tu vida?
  14   --Estoy mirando la hierba    que mi caballo pacía,
     estoy mirando la sangre    que de mi cuerpo salía.
  16   --El moro que a ti te hirió,    dime qué señas tenía.
     --Del moro que a mí me hirió    líbrete Santa María:
  18   seis varas tiene de espalda,    y otras tantas de petrina;
     tres cuartas de ojo a ojo    cuatro de cara tendida.--
  20   Se marchara por los valles,    y de vallina en vallina,
     y allá lo fuera a encontrar    en la casa de su amiga,
  22   y allí le estaba diciendo    palabras y más mentiras:
     --Yo maté a Valdovinos,    detrás de Abelardo iba.
  24   --Mientes, mientes perro moro,    mientes, mientes, que es mentira;
     en mi tierra había un uso    y aquí no sé si lo habría,
  26   y el que al otro dice "Mientes"    al campo lo desafía.--
     Monta el moro en su caballo,    parece una torre encima;
  28   monta Abelardo en el suyo,    parece una palomina.
     Tira el moro la su lanza,    y Abelardo la desvía;
  30   tira Abelardo la suya,    la tira con valentía,
     le rompiera pecho y brazo    y el armazón de la silla;
  32   le cortara la cabeza    y la entregara a su amiga.
     --Toma la cabeza, niña,    de quien tanto te quería.--
  34   --Mal hayas tú, Abelardo,    y toda tu valentía,
     que mataste el mejor moro    que había en toda morería.--
    
¡Válgame Nuestra Señora,    válgame Santa María!

Notas: Véase el comentario de Roberto en la ficha núm. 7451 ( la versión de Belarmina de Por el rastro de la sangre que Durandarte dejaba) para unos datos muy útiles para nuestra comprensión de la tradición oral local y, en general, de los procesos de recreación propios del género. También la ficha nº 9394 , versión del romance cantada por los recolectores, hijos de Belarmina.

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0103:32 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 8319)

Versión de Tamón (ay. Carreño, ant. Candas, p.j. Gijón, Asturias, España).   Recitada por Josefa Braña González (68a). Recogida en Salinas por Josefina Sela y Eduardo Martínez Torner, hacia 1915 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. y Torner, E. M.). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto. El original manuscrito de J. Sela y el de Torner. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  066 hemist.  Música registrada.

     Don Belardo fue a la guerra,    la cosa que él más quería.
  2   Cien caballos trai adiestros,    todos los ganó en un día.
     --Tómelos, tome, mi tío,    que pa mí otros ganaría.
  4   --No hagas eso, don Belardo,    non hagas tal hirigía,
     dar lo que estaba ganado    por lo que no paricía.
  6   Harás como Valdeovinos    que se fue y no volvía.
     --Écheme su bendición    que yo buscarlo d`iría.
  8   --Que te la eche Dios del cielo,    la mía dada te la tenías.--
     Alcontró con Valdeovinos    al pie de una fuente fría.
  10   --¿Qué haces ahí, Valdeovinos,    qué haces ahí, vida mía?
     --Estoy mirando el agua clara    que de esta fuente salía,
  12   también estoy mirando el cuervo    que de mi sangre bibía.
     --¿Quién te hiriera, Valdeovinos,    quién te hiriera, vida mía?
  14   --Del moro que a mí me hirió    líbrete la Virgen María.
     Cuatro palmos tiene de espalda,    siete de pitrina tinía.
  16   Palmo tiene de ojo a ojo,    furco de boca tinía.
     Comer comía por ocho,    vino por veinte bibía.
  18   De riba de su caballo    blanca torre paricía.--
     Fuérase por allá alantre    hasta en por ver si lo vía.
  20   Por las campos de Granada    moro canta en soberbia,
     que matara a don Belardo    y que hiriera a Valdeovinos.
  22   --El matar a don Belardo,    perro moro, es gran mentira,
     el herir a Valdeovinos    eso no fue valentía,
  24   que él anque era muchachuelo    de la espada no sabía.--
     Se fueran lucha tres lucha    a ver el que más podía.
  26   Don Belardo d` iba cansado    perro moro cerca d` iba.
     para un moro tan valiente    sólo una espuela traía.
  28   El se bajara a mirarla,    levantarse no podía.
     --No me mates don Belardo,    que otro mal no te haría.
  30   --Te tengo matar, perro moro,    porque así lo miricías.--
     Se le cortó la cabeza    y al rey su tío la guía.
  32   --Ay, ben haya don Belardo,    la leche que él mamaría.
     Mató el moro más valiente    que había en todo Torquía.--

Variantes: -15a espada (Torner); -27b espada (Torner).
Notas: Para el original manuscrito de Sela, fechado en 1915, pulse en el enlace en la cabecera. Manejamos otra copia de Torner fechada en 1916 (aunque el nombre de Sela también aparece debajo del de E.M.T.). Para mejores imágenes [PDF], tras pulsar en un enlace al manuscrito, sustituya "jpg" con "pdf en el URL. Para la versión de Sela, sólo es completa la imagen en formato ADOBE.

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0103:40 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 9394)

Versión de Sisterna (parr. Santa María de Sisterna, ay. Ibias, p.j. Cangas del Narcea, ant. Cangas de Tineo, Asturias, España).   Recitada por Roberto Gavela Sal. Recogida por Xosé Fernández "Ambás", 00/09/2011 (Colec.: Gavela Sal; cinta: LS109711). Publicada en Petersen Web 2012, Texto.  062 hemist.   Música registrada   (MP3 30 sec. clip). Versión completa (streaming media).

     Que mayo no hay más qu` un mayo    y en mayo no hay más que un día
  2   cuando aquel mozo Abelardo,    él de la guerra venía.
     Él traía cien caballos    y el suyo por fantasía.
  4   --Dame un caballo, Abelardo,    que Dios te lo pagaría.
     -- Tómelos todos, mi rey,    para mí otros ganaría.
  6   --No digas eso Abelardo,    no digas tal fechoría,
     lo que se gana en un año    suele perderse en un día.--
  8   Valdovinos fue de caza,    fue de caza y no volvía.
     --Que a buscarlo, Abelardo,    que Dios te lo pagaría.
  10   Y lo encontrara durmiendo    al pie de una fonte fría.
     --¿Qué haces ahí, Valdovinos,    qué haces ahí, por tu vida?
  12   --Estoy mirando la hierba    que mi caballo pacía,
     estoy mirando la sangre    que de mi cuerpo salía.
  14   --El moro que a ti te hirió,    dime qué señas tenía.
     --Del moro que a mí me hirió    líbrete Santa María:
  16   seis varas tiene de espalda,    y otras tantas de petrina;
     dos cuartas de ojo a ojo    cuatro de cara tendida.--
  18   (Y) se marchara a buscarlo,    de valle en valle y vallina,
     y lo encontrara durmiendo    en la casa de su amiga.
  20   --Yo he matado a Valdovinos,    detrás de Abelardo iba.
     --Mientes, mientes tú, mal moro,    mientes, mientes, que es mentira;
  22   y el que dice a otro que miente    al campo lo desafía.--
     Monta el moro en su caballo,    parece una torre encima;
  24   `ta Abelardo en el suyo,    parece una palomina.
     Se tira el moro la su lanza,    y Abelardo la desvía;
  26   tira Abelardo la suya,    la tira con valentía,
     le arranca el hombro y brazo    y el armazón de la silla;
  28   le cortara la cabeza    y se la diera a su amiga.
     --Toma, niña, la cabeza    de aquel que tanto querías.--
  30   --Mal haya tú, Abelardo,    y toda tu valentía,
     que mataste al mejor moro    de toda la morería.--

Notas: Véase la versión nº 8063, recitada por Belarmina Sal Gavela, madre de Roberto y Ana y de quien aprendieron sus hijos el romance. En los primeros versos Ana acompaña a Roberto.
Variantes de la versión de Belarmina, madre de Roberto y de quién aprendió el romance: -1a m. que mayo; -5a Téngalos; -6b la tal; -7ab n`un año; / d`un día; tras el v -9 recita Belarmina: --¿Cómo voy ir yo a buscar / a quien tan mal me quería?//--Si no lo vas a buscar,___la vida te costaría.--//; -10b fuente f.; -17a tres cuartas; -18a Se marchara por los valles; -18b y de vallina en vallina; -19a y allá lo fuera a encontrar; tras el -19 y allí le estaba diciendo / palabras y más mentiras://; -20
yo maté; -21a M., m., perro moro; tras el v. -21: en mi tierra había un uso / y aquí no sé si lo habría,//; -22a y el que al otro dice "Mientes"; -27a le rompiera pecho y b.; -28b y la entregara a su a.; -29 --Toma la cabeza, niña / de quien tanto te quería//; -30a Malhayas; -31b que había en toda morería.

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0103:19 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 2992)

Versión de Salceda (ay. Polaciones, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Potes, Cantabria, España).   Recitada por Adela Gómez Lombraña (60a). Recogida en Tresabuela, Santander y Salceda por Teresa Catarella, Ana Valenciano, J. Antonio Cid, Thomas Lewis, Madeline Sutherland, Jane Yokoyama, José Manuel Fraile Gil, Macario Santamaría Arias y Gustavo Cotera, en dos ocasiones, 07/07/1977+10/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77/ASFG Fraile Gil, J. M.; cinta: `Pol` A1 y `Salceda 1` B5). Publicada en AIER 1 (1982), nº 10:1, pp. 23-24 y Fraile Gil MTC 1-1987, cara A, tema 4; Fraile Gil Rom-Panhisp.-1 1992/5CD, Primera Antología Sonora, v. 2, TECNOSAGA, KPD-(5)10.9004, corte 4.© Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor. Reeditada en Fraile Gil TME-7/CD, 1997 (CD), SAGA WKPD-10/2018 , 21 corte. y Fraile Gil Rom-Panhisp.-1 1992/5CD, Primera Antología Sonora, v. 2, TECNOSAGA, KPD-(5)10.9004, corte 3.© Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor.  086 hemist.   Música registrada   (MP3 30 sec. clip). Versión completa (streaming media).

     Tan alta iba la luna    como el sol al mediodía,
  2   cuando el buen conde Belarde    de sus batallas venía.
     Cien caballos trae de rienda,    todos los ganó en un día,
  4   y los echaba a beber    a la reguera de Hungría.
     Mientras los caballos beben,    este romance decía:
  6   --¡Cuánto yo gané n`una hora,    cuánto más ganara al día!--
     Bien lo oía un tio suyo    que en alto palacio habita:
  8   --Esos caballos, Belarde,    a mí me pertenecían.
     --Téngalos allá, mi tío,    yo, ¿para quién los quería?
  10   Déjeme el caballo blanco    para caminar de día;
     déjeme el caballo negro    para de noche la guía.
  12   --Somos perdidos, Belarde.--    Belarde que no venía;
     Valdovino fue a la guerra,    Valdovino no venía;
  14   o le cautivaron moros    o en Francia tiene la niña.
     ¡Ve a buscar a Valdovino,    ve a buscarle, por tú vida!
  16   --Eso no lo haría yo    en cuanto en el mundo había,
     sólo por una manzana,    que me dio una linda niña.
  18   --Si ella te dio una manzana,    dale tú a ella una sortija.
     Ve a buscar a Valdovino,    ve a buscarle, por tu vida.
  20   --Déjeme el caballo blanco    para caminar de día;
     déjeme el caballo negro    para de noche la guía.
  22   Suelta la rienda al caballo,    volaba que no corría.
     Por donde le ve la gente,    poco a poco se iba;
  24   por donde no le ve nadie,    volaba que no corría.
     Asomóse a una collada,    la más alta que veía
  26   y vio estar a Valdovino    a la sombra de una oliva:
     --¿Quién te ha herido, Valdovino,    quién te ha hecho mortal herida?
  28   --El moro qu` a mí m`ha hirío,    ¡líbrate Santa María!
     Tres cuartos tien de ojo a ojo,    y ocho varas de petrina.--
  30   Suelta la rienda al caballo,    volaba que no corría.
     Asomóse a otra collada,    la más alta que veía,
  32   y vio estar al moro perro    a la sombra de una oliva.
     --¿Quién ha herido a Valdovino,    quién le ha hecho mortal herida?
  34   --Yo he herido a Valdovino,    yo le he hecho mortal herida;
     yo corrí tras de Belarde,    siete leguas en un día.
  36   --Hirieses a Valdovino,    eso digo que sería;
     corrieses tras de Belarde,    eso digo que es mentira;
  38   que el hombre que mienta a otro,    en la calle le desafía.--
     Pónense a jugar las armas,    arman grande gritería;
  40   tira el uno, tira el otro,    el moro a tierra caía.
     Bien lo ve la mora perra    que en alto palacio habita:
  42   --Tente arriba, moro perro,    moro perro, tente arriba,
     que en el menear de las armas    don Belarde parecía.
     Válgame Nuestra Señora    y la Sagrada María!

Variantes de la primera recitación: -9a Vuélvalos allá; -21 omitido; -38a que el hombre q. m. ; -39b guerrería; -41 en adelante omitidos.
Variantes de la segunda recitación: -6a c. ganó en una; -9b p. qué 1. q.; -16b por c. ; -38b c. se d.
Canta desde el verso 31 al 37 inclusive, con las variantes: 36a trar (sic); -37b se desafia.
Nota: La recitadora se encontraba casualmente en Tresabuela.Tres días después le volvió a entrevistar el segundo equipo en Salceda.
Nota: Adela volvió a cantar el romance para J. M. Fraile Gil nueve años después, en 1986. Para consultar la transcripción de esa recitación, que es la que corresponde al fichero audio, haga clic en el nombre de la recitadora arriba. Interesa comparar las dos, aunque se trata, claro está, de la misma versión. Junto con cierta reordenación de los versos, aparecen versos únicos en ambas recitaciones (vv 14 y 40, aquí).

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0103:22 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 5403)

Versión de Salceda (ay. Polaciones, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Potes, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. XVII (nº 56), pp. 108-110.  072 hemist.  Música registrada.

     Tan alta estaba la luna    como el sol a mediodía,
  2   cuando el buen conde Belarde    de sus batallas venía.
     Cien caballos trae de rienda,    todos les ganó en un día,
  4   y los lleva a beber    a la ribera de Hungría.
     Mientras los caballos beben    este romance decía:
  6   --Quien tanto ganó en una hora    ¿cuánto más ganará en un día?--
     Bien lo oía un tío suyo    que en alto palacio habita.
  8   --Esos caballos, Belarde,    a mí me pertenecían.
     --Téngales allí, el mi tío,    yo ¿para quién les quería?
  10   Déjeme el caballo negro    para caminar de día;
     déjeme el caballo blanco    para de noche la guía.--
  12   --Somos perdidos, Belarde,    perdidos que no venía;
     Valdovinos fue a la guerra,    Valdovinos no venía;
  14   o le cautivaron moros    o en Francia tiene la niña;
     ve a buscar a Valdovinos,    ve a buscarle por tu vida.--
  16   Suelta la rienda al caballo,    volaba que no corría.
     Asomóse a una collada,    la más alta que allí había,
  18   y vio estar a Valdovinos    a la sombra de una oliva
     con un concho de naranja    curando mortal herida.
  20   --¿Quién ha herido a Valdovinos,    quién le ha hecho mortal herida?
     --El moro que a mí me hirió    líbrete Santa María,
  22   tres cuartas tié de ojo a ojo    y ocho varas de pretina.--
     Suelta la rienda al caballo,    volaba que no corría.
  24   Asomóse a una collada    la más alta que allí había,
     y vio estar el moro perro    a la sombra de una oliva.
  26   --¿Quién ha herido a Valdovinos,    quién le ha hecho mortal herida?
     --Yo he herido a Valdovinos,    yo le hecho mortal herida,
  28   yo corrí tras de Belarde    siete leguas en un día.
     --Que hirieras a Valdovinos    eso digo que sería;
  30   que corrieras tras Belarde    eso digo que es mentira,
     que el hombre que miente a otro    en la calle se desafía.--
  32   Pónense a jugar las armas    y arman grande berrería;
     tira el uno, tira el otro,    el moro en tierra caía.
  34   Bien lo veía la mora perra    que en el alto palacio habita.
     --Tente arriba, moro perro,    moro perro, tente arriba,
  36   que en el menear las armas    don Belarde parecía.--

Título original: Don Belardos.

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0103:23 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 5404)

Versión de Puente Pumar (ay. Polaciones, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Cabuérniga, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. XVII (nº 57), pp. 110-111.  058 hemist.  Música registrada.

     Tan alta estaba la luna    como el sol a mediodía,
  2   cuando el buen conde Belarde    de su batalla salía.
     Cien caballos trae de rienda,    todos los ganó en un día,
  4   todos los lleva a beber    a una fuente que allí había.
     Mientras los caballos beben    él un romance decía.
  6   --Válgame Nuestra Señora,    válgame Santa María,
     quien esto ganó en una hora    ¿cuánto más ganará un día?--
  8   Bien lo oyera un tío suyo    que está en alta gilogía.
     --Esos caballos, Belarde,    a mí me pertenecían.
  10   --Ahí los tiene, mi tío,    yo ¿para quién los quería?
     --Pero amigo don Belarde,    ganancia por la perdida,
  12   que tu primo Valdovinos    fue a la guerra y no volvía;
     o le cautivaron moros    o en Francia tiene la amiga.
  14   Ve a buscarle, don Belarde,    ve a buscarle por tu vida.
     --Sólo por una manzana    que me dio una blanca niña;
  16   si ella me dio la manzana    yo la diera una sortija.
     Déjeme el caballo negro    para caminar de día;
  18   déjeme el caballo blanco    para de noche la guía.--
     Asomóse a una collada    la más alta que allí había.
  20   --¿Quién te ha herido, Valdovinos,    quién te ha hecho mortal herida?
     --Del moro que a mí me hirió    te libre Santa María;
  22   tié tres cuartas de ojo a ojo,    siete varas de pretina.--
     Bien lo oía el moro perro    que está en alta gilogía:
  24   --Yo he herido a Valdovinos,    yo le hice mortal ería,
     yo corrí tras de Belarde    siete leguas en un día.
  26   --Que has herido a Valdovinos    no lo tengo en mucha fía,
     porque era muchacho y tierno    de las armas no sabía;
  28   corriste tras de Belarde,    mira moro que es mentira,
     que el hombre que miente a otro    en la calle se desafía.--
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Título original: Don Belardos.

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0103:37 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 8380)

Versión de Uznayo (ay. Polaciones, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Cabuérniga, Cantabria, España).   Recitada por Mariuca (80a). Recogida por Diego Catalán y Álvaro Galmés, 00/08/1948 (Archivo: AMP). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  072 hemist.  Música registrada.

     Tan alta iba la luna    como el sol al mediodía
  2   cuando el conde don Belarde    de su batalla salía.
     Cien caballos trae de rienda,    todos los gano en un día;
  4   mientras los caballos beben    él un romance decía:
     --Válgame nuestra Señora,    válgame Santa María,
  6   quien estos ganó n` una hora    cuántos ganara en un día.--
     Bien lo oía un tío suyo    que estaba en atalogía.
  8   --Esos caballos, Belarde,    a mí me pertenecían,
     que tu primo Valdovinos    fue a la guerra y no volvía.
  10   Ve a buscarle tú, Belarde,    ve a buscarle por tu vida.
     --Téngales usted, el mi tio,    yo para qué los quería;
  12   déjeme el caballo negro    para navegar po`l día
     y déjeme el caballo blanco    para de noche la guia.--
  14   Se ha asomado a una collada    de las más altas que había.
     Vio a su primo Valdovino    debajo una verde oliva
  16   con un concha de naranja    curando mortal herida.
     --¿Quién te ha herido, Valdovinos,    quién te dio mortal herida?
  18   --Del moro que a mí me hirió    te libre Santa María.
     Tres cuartas tien de ojo a ojo,    siete varas de petrina.--
  20   Vio venir el moro perro    que entre los otros decía:
     --Yo he herido a Valdovinos,    yo le di mortal herida,
  22   yo corrí tras de Belarde    siete leguas en un día.
     --Que has heréido a Valdovinos    no lo pongo en maravilla;
  24   corriste tras de Belarde    mira, moro, que es mentira.
     --En mi tierra había un uso    y aquí no sé si lo habría
  26   que hombre que desmiente a otro    en campo se desafía.
     --Tira, tira, don Belarde,    tira, que te doy la mano.
  28   --Tira, tira, moro perro,    que eres más viejo y anciano.--
     Ha tirado moro perro,    por los aires va volando,
  30   y ha tirado don Belarde    y en punto le había errado,
     que le pasó capa y cuello    con las ancas del caballo.
  32   Apeóse don Belarde,    la cabeza le ha cortado.
     Las moras de las ventanas    estas palabras decían:
  34   --Oh, malhaya don Belarde,    malhaya sea tu venida,
     que has matado al mejor moro    que había en la morería.
  36   Ahora con todos podrás    ahora con todos podrías.--

Nota: Véase el original manuscrito.

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0103:21 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 3333)

Versión de Salceda (ay. Polaciones, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Potes, Cantabria, España).   Recitada por Adela Gómez Lombraña (70a). Recogida por José Manuel Fraile Gil, Macario Santamaría Arias, y Gustavo Cotera, 14/11/1986 (Archivo: ASFG; Colec.: Fraile Gil, J. M.). Publicada en Fraile Gil MTC 1-1987, cara A, tema 4 y Fraile Gil Rom-Panhisp.-1 1992/5CD, Primera Antología Sonora, v. 2, TECNOSAGA, KPD-(5)10.9004, corte 4.© Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor. Reeditada en Fraile Gil TME-7/CD, 1997 (CD), SAGA WKPD-10/2018 , 21 corte. y Fraile Gil Rom-Panhisp.-1 1992/5CD, Primera Antología Sonora, v. 2, TECNOSAGA, KPD-(5)10.9004, corte 3.© Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor.  086 hemist.   Música registrada   (MP3 30 sec. clip). Versión completa (streaming media).

     Tan alta iba la luna    como el sol al mediodía,
  2   cuando el buen conde Belarde    de sus batallas venía.
     Cien caballos trae de rienda,    todos los ganó en un día,
  4   y los echaba a beber    a la ribera de Hungría.
     Mientras los caballos beben,    este romance decía:
  6   --¡Cuánto gané en una hora,    cuánto más ganara al día!--
     Bien lo oía un tio suyo    que en alto palacio habita:
  8   --Esos caballos, Belarde,    a mí me pertenecían.
     --Téngalos allá, mi tío,    yo, ¿para qué los quería?--
  10   Valdovino pa la guerra,    Valdovino no venía.
     --Somos perdidos, Belarde.--    Belarde que no venía;
  12   ¡Ve a buscar a Valdovino,    ve a buscarle, por tú vida!
     --Eso no lo haría yo    en cuanto en el mundo había,
  14   sólo por una manzana,    que me dio una linda niña.
     --Si ella te dio una manzana,    dale tú a ella una sortija.
  16   ¡Ve a buscar a Valdovino,    ve a buscarle, por tu vida!
     --Déjeme el caballo negro    para caminar de día;
  18   déjeme el caballo blanco    para de noche la guía.
     Suelta la rienda al caballo,    volaba que no corría.
  20   Por donde le ve la gente,    él poco a poco se iba;
     por donde no le ve nadie,    volaba que no corría.
  22   Asomóse a una collada,    la más alta que veía
     y vio estar a Valdovino    a la sombra de una oliva:
  24   con un corcho de naranja    curando mortal herida.
     --¿Quién te ha herido, Valdovino,    quién te ha hecho mortal herida?
  26   --El moro qu` a mí me hirío,    ¡líbrate Santa María!
     Tres cuartas tien de ojo a ojo,    ocho varas de petrina.--
  28   Suelta la rienda al caballo,    volaba que no corría.
     Por donde le ve la gente,    a poco a poco se iba;
  30   por donde no le ve nadie,    volaba que no corría.
     Asomóse a otra collada,    la más alta que veía,
  32   y vio estar al moro perro    a la sombra de una oliva.
     --¿Quién ha herido a Valdovino,    quién le ha hecho mortal herida?
  34   --Yo he herido a Valdovino,    yo le he hecho mortal herida;
     yo corrí tras de Belarde,    siete leguas en un día.
  36   --Hirieses a Valdovino,    eso digo que sería;
     corrieses tras de Belarde,    eso digo que es mentira;
  38   que el hombre que mienta a otro,    en la calle se desafía.--
     Pónense a jugar las armas,    arman grande gritería;
  40   Bien lo ve la mora perra    que en alto palacio habita:
     --Tente arriba, moro perro,    moro perro, tente arriba,
  42   que en el menear las armas    don Belarde parecía.
     que en el menear las armas    don Belarde parecía.
     ¡Válgame Nuestra Señora    y la Sagrada María!
.
Notas: Adela ya cantó este romance en 1977 para dos equipos de encuestadores del Seminario Menéndez Pidal (ficha 2992, tema 93, versión 19). Aunque se trata de la misma versión, reproduzco aparte esta tercera recitación grabada y publicada por Fraile Gil con su música para facilitar la comparación. Junto con una mayor insistencia aquí en la repetición de ciertas fórmulas y la omisión de un par de versos, no deja de tener interés la ligera reordenación de versos, la inversión de algún que otro motivo (vv 17-18), así como la aparición de motivos antes no registrados (notablemente, el v. 24).
Notas de Fraile Gil: Se cantaba durante las jilas invernales. Era frecuente en Polaciones el que hombres y mujeres se acompañaran en el canto de romances y de canciones de baile con el rabel de dos cuerdas que ha conservado aquí la denominación, utilizada ya por Covarrubias, de bandurria. La madre de Adela, la tía Mariquita, fue también tocadora de bandurria y excepcional informante de Don José María de Cossío.

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0103:1 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 689)

Versión de Candín (ay. Candín, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Ancares, León, España).   Recitada por Jesús Salgado (65a). Recogida por Diego Catalán, J. Antonio Cid, Flor Salazar y Ana Valenciano, 18/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Candín-Trascastro-A` A10 y B3). Publicada en AIER 1 (1982), nº 10:6, pp. 28-29 y TOL I 1991, pp. 59-60.  073 hemist.  Música registrada.

     Flor de mayo, flor de mayo,    de mayo no hay más que un día,
  2   cuando aquel pobre Belardo    de la batalla venía.
     Cien caballos trae al coro,    y el suyo de fantesía.
  4   Vino por allí el buen rey    a ver si uno le daría:
     --Tómelos todos, buen rey,    para mí otros ganaría.
  6   --No digas eso, Belardo,    no digas tal bobería,
     que el que se gana en un año    se suele perder n`un día.
  8   Valdovinos va en la caza,    Valdovinos no venía;
     vete a buscarlo, Belardo,    llevarás bendición mía.
  10   --¡Cómo quier que va a buscar    a quen tan mal me quería!
     Me ha robado un anillo de plata    c`un diamante que tenía.
  12   --Vete a buscarlo, Belardo,    llevarás bendición mía.
     --Si llevo bendición suya,    yo a buscarlo marcharía.--
  14   Búscalo de valle en valle    y de ancina en ancina,
     y luego lo viera estar    al lao de una fuente fría:
  16   --¿Qué haces ahí, Valdovinos,    qué haces ahí, por tu vida?
     --Estoy mirando el agua    que mi caballo bebía.
  18   --¿Qué haces ahí, Valdovinos,    qué haces ahí, por tu vida?
     --Estoy mirando la sangre    que de mi pecho salía.
  20   El moro que a mí me hirió,    ¡Dios te libre de su ira!,
     veinte varas ten de largo,    veinticuatro de petrina,
  22   dos tiene de ojo a ojo,    cuatro de cara tendida.--
     Marchó por la calle abajo
  24   y luego lo viera estar    al lao de una señorita.
     --El matar a Valdovinos,    no hiciste gran valentía,
  26   que era chiquillo nuevo    y aún no entendía;
     pero el matar a Belardo,    lo tengo por gran mentira.--
  28   Se desafían el lunes    pra martes al mediodía:
     --O tu cabeza o la mía    rodará en la pradería.--
  30   Tira el moro la su lanza,    viene el aire y la desvía;
     tira Belardo la suya,    la tiró con fantesía,
  32   le quita pechos y brazos    y el galardón de la silla.
     --Por Dios te pido, Belardo,    por Dios y Santa María,
  34   que me dejes beber agua    en esta fuente tan fría.
     --Su agua no beberás,    menos que yo no podía.
  36   --¡Ay válgate Dios, Belardo,    válgate Santa María,
     que has matado el mejor moro,    que había en la morería!

Variantes: -5a Tómelos t. b. r.; -10a C. q. q. va `a; -10b a. quen; -21a v. v. ten d. l.; -28b pal m. al m.; -29b r. e. l. predería; -31a L. quitó el p.; -37a q. h. m. e. m. mozo.; -33 a 35 son recitados al final.

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0103:2 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 690)

Versión de Villar de Acero (ay. Villafranca del Bierzo, ant. Paradaseca, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Burbia, León, España).   Recitada por Antolina Mauriz Merodo (78a). Recogida por Bárbara Fernández, Aurelio González, Antonio Lorenzo, Cruz Montero, Isabel Rodríguez y Julio Camarena, en dos ocasiones, 17/07/1985+25/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 8.17-7.1/A-09+B-01 y 11A-054). Publicada en TOL I 1991, pp. 60-61.  044 hemist.  Música registrada.

     --Valdeovino vai de caza,    Valdeovino no venía;
  2   vai buscalo, don Bernardo,    que Dios te lo pagaría.
     --¿Cómo hei de ir buscalo,    primo que `o tan mal quería?
  4   --Vai buscalo, don Bernardo,    que Dios te lo pagaría.--
     Se marchara don Bernardo    aquellas veigas arriba;
  6   vira estar a Valdeovino    al pie de una fuente fría.
     --¿Qué haces ahí, Valdeovino,    primo que `o tan mal quería?
  8   --Estoy mirando a la agua    que de esta fuente salía.
     --¿Qué haces ahí, Valdeovino,    primo que `o tan mal quería?
  10   --Estoy mirando a las hierbas    que mi caballo pacía.
     --¿Qué haces ahí, Valdeovino,    primo que `o tan bien quería?
  12   --Estoy mirando a la sangre    que de mis llagas salía.--
     Se montara en el caballo    aquellas veigas arriba;
  14   corría `un gavilán    n` aquellas veigas arriba.
     Vira estar al perro moro    a la sombra de una oliva.
  16   --Levántate, perro moro,    que yo a pelear venía.
     --Estáte quieto, don Bernardo,    si quieres ganar la vida.--
  18   --Levántate, perro moro,    que yo a pelear venía.--
     Se dieron de recios golpes    que el mundo atemorecían;
  20   a los dos primeros golpes    perro moro ya caía.
     Le cortara la cabeza    y en un paño la envolvía,
  22   pa enseñar a Valdeovino;    Valdeovino ya morira.

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0103:3 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 691)

Versión de Villar de Acero (ay. Villafranca del Bierzo, ant. Paradaseca, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Burbia, León, España).   Recitada por Benigno Díaz Alba (70a). Recogida por Julio Camarena, 26/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Camarena, J.; cinta: 16A-147). Publicada en TOL I 1991, pp. 61-62.  048 hemist.  Música registrada.

     --Valdovino va de caza    y él de caza no venía,
  2   vai buscalo, don Bernardo,    que Dios te lo pagaría.
     --¿Cómo he de ir buscar a Valdovino,    primo que `o tan mal quería?
  4   --Vai buscalo, don Bernardo,    que Dios te lo pagaría.
     --Voy buscarlo,    primo que `o tanto quería.--
  6   Se marchara don Bernardo    por aquel valle arriba.
     Estaba Valdovino    con dos sangrientas heridas,
  8   [estaba Valdovino]    al pie de una fuente fría.
     --¿Qué haces ahí, Valdovino,    primo que `o tanto quería?
  10   --Dios te libre, don Bernardo,    del moro que a mí me herira;
     veinte pies tenía de alto,    veinticuatro de petrina,
  12   cuarta y media de ojo a ojo,    cuatro de cara tenía.--
     Se marchara don Bernardo    por aquel valle arriba;
  14   encontró al perro moro    a la sombra de una oliva.
     --¿Qué haces ahí, perro moro,    que `o a pelearme venía?
  16   --Sácate de ahí, don Bernardo,    si quieres ganar la vida.--
     Perro moro, en su caballo,    parecía una artillería,
  18   y don Bernardo, de a pie,    parecía una palomita.
     Se fueron a un valle oscuro    donde nadie los oíra;
  20   se dieron de recios golpes    que el mundo atemorecía,
     y a los tres primeros golpes    el moro en tierra caía.
  22   Le cortara la cabeza,    en una paño la envolvía.
     Cuando volvió don Bernardo,    Valdovino ya moría.
     ¡Válganos Nuestra Señora,    la Virgen Santa María!

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0103:4 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 692)

Versión de Campo del Agua [ant. Aira da Pedra] (ay. Villafranca del Bierzo, ant. Paradaseca, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Burbia, León, España).   Recitada por Antolina Poncelas Poncelas (79a). Recogida por Julio Camarena, 16/08/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Camarena, J.; cinta: 23A-420 y 23B-000). Publicada en TOL I 1991, pp. 62-63.  084 hemist.  Música registrada.

     Cuando don Bernardo    de la tropa s[e] salía,
  2   con trescientos mil caballos,    todos de una igualía
     y otras tantas yeguas blancas,    cada cual con la su cría.
  4   El rey, como le vio tantas,    una de ellas le pedira.
     --Llévelas todas, buen rey,    llévelas para su vida.
  6   --Tente, tente do Bernardo,    no hagas tal valentía,,
     lo que se gana en un año,    suélese perder n`un día.
  8   --¿A dónde va Valdovino,    primo que `o tanto quería?
     --Valdovino va a caza,    Valdovino no venía;
  10   vámelo buscar, Bernardo,    que Dios te lo pagaría.
     --¿Cómo he buscar un hombre    que a mí tan mal me quería?,
  12   que me ha robado cien duros    y la sortija ` la niña,
     solamente la sortija    ya cien duros valiría.
  14   --Vámelo buscar, Bernardo,    que Dios te lo pagaría.--
     Se marchara don Bernardo    a ver si lo encontraría.
  16   Vira estar a Valdovino    al pie de una fuente fría.
     --¿Qué haces ahí, Valdovino,    primo que `o tanto quería?
  18   --Estoy mirando a la agua    que de esta fuente salía.
     --¿Qué haces ahí, Valdovino,    primo que `o tanto quería?
  20   --Estoy mirando a las hierbas    que mi caballo pacía.
     --Qué haces ahí, Valdovino,    primo que `o tanto quería?
  22   --Estoy mirando a la sangre    que de mis venas salía.
     --¿Quién te hirira, Valdovino,    Valdovino quién te hirira?
  24   --Dios te libre, don Bernardo,    del moro que a mí me hirira:
     veinte cuartas tiene de alto,    veinticuatro de petrina,
  26   cuarta y media de ojo a ojo,    cuatro de cara tenía.--
     Se marchara don Bernardo    a ver si lo encontraría.
  28   Viera estar el moro perro    contando una gran mentira:
     que matara a Valdovino    y que a don Bernardo hirira.
  30   --Mientes, mientes, moro perro,    mientes, mientes, por tu vida,
     ni mataste a Valdovino,    ni a don Bernardo hiriras.
  32   --Tente, tente don Bernardo,    no hagas tal valentía,
     que haces tanto al pie de mí    como a una palomita.
  34   --Juramento tengo hecho,    quebrantarlo no quería,
     que no me salgo del campo    sin tu cabeza o la mía.--
  36   Fueron los dos a un campo    a donde nadie los vía;
     se dieron de recios golpes    y el perro moro caía.
  38   Le cortara la cabeza,    con las tijeras que tenía;
     pra enseñarla a Valdovino    muy deprisa camina.
  40   Por la prisa que llevaba,    Valdovino ya morira.
     Las campanas se tocaban,    cuantas en el mundo había,
  42   por l`alma de Valdovino,    que para el cielo camina.

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0103:5 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 693)

Versión de Tejeira (ay. Villafranca del Bierzo, ant. Paradaseca, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Burbia, León, España).   Recitada por Bárbara Poncelas (69a). Recogida por Débora Catalán, Diego Catalán, Paloma Esteban y Bárbara Fernández, 16/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 2.16-7.1/B-02). Publicada en TOL I 1991, pp. 63-64.  040 hemist.  Música registrada.

     Cien caballos tien Bernardo,    todos los ganó en un día;
  2   y el rey le pedía uno,    y el rey uno le pedía.
     --Téngalos todos, buen rey,    que pa mí otros ganaría.
  4   --Non chufes tanto, Bernardo,    que esa non é valentía,
     valentía é Valdeovinos,    que se fue y no volvía;
  6   váimelo buscar, Bernardo,    por Dios y Santa María.
     --¡Cómo he ir, buen rey,    primo que tan mal quería!
  8   --Si no vas, Bernardo,    pagarás con la tu vida.--
     Monta Bernardo en su caballo    aquella pradera arriba;
  10   víralo estar acostado    a pé de una fuente fría.
     --Llevántese, el perro moro,    que eu a pelear venía.
  12   --Sácate de ahí, Bernardo,    se queres gana-la vida.--
     Bernardo en su caballo    parece una palombita,
  14   y el moro en el suyo    parece una torre erguida.
     El moro le tira un tajo    y Bernardo se retira;
  16   Bernardo le tira otro,    y el corazón le partira.
     Le cortara la cabeza    y a su buen rey se la ensiña,
  18   cuarta y media de ojo a ojo,    cinco de cara tendida.
     --¡Ven, ay, aquí, Bernardo,    la madre que te parira,
  20   si mucho sueldo ganabas,    mucho más te prometía!--

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0103:6 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 694)

Versión de Chano (ay. Peranzanes, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Fornela, León, España).   Recitada por Felipe Cerecedo García (62a). Recogida por Julio Camarena, 04/11/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Camarena, J.; cinta: 33A-018). Publicada en TOL I 1991, pp. 64-65.  066 hemist.  Música registrada.

     Tan alta va la luna, madre,    como el sol del mediodía,
  2   cuando don Pedro Abelardo    de la batalla venía,
     con cien caballos en ría,    todos ganados n`un día.
  4   Bien lo mira el rey su tío,    bien lo ve [y bien lo vira]:
     --De esos caballo[s], Abelardo,    para mí uno quería.
  6   --Téngalos todos, mi tío,    para mí otros ganaría.
     --Detente [tú], Abelardo,    y no harás tal valentía,
  8   lo que se gana en un año,    se suele perder n`un día;
     vete en busca de Valdovinos,    que se fuera y no volvi(e)ra.
  10   --¿Cómo voy ir yo a buscar    a quien tan mal me quería?
     --Si no lo vas a buscar,    la vida te costaría.--
  12   Con los gemidos que daba,    lo halló junto a una fuente fría.
     --¿Qué haces ahí, Valdovinos,    [oh] primo del alma mía?
  14   --Estoy mirando a mi caballo    la hierba como pacía,
     también miro a esta fuente    el agua como salía,
  16   también miro a mis llagas    la sangre como vertían.
     --Calla, calla, Valdovino,    que eso yo lo vengaría.
  18   --Del moro que me hirió a mí    líbrete Santa María:
     él comía pan por ocho,    vino por nueve bebía;
  20   el aliento que salía de él    parecía una neblina;
     vara y media de cabello,    no le llega a la petrina.--
  22   Cuando lo sintió hablar    en casa de una querida:
     --Yo maté a Valdovinos,    tras de Belardo corría.
  24   --El matar a Valdovinos,    eso no es valentía;
     el correr tras de Belardo    (eso) lo pongo yo por mentira.
  26   --El que uno al otro miente    y al campo se desafía.--
     Monta el moro en su caballo,    parece una torre erguida;
  28   monta Belardo en la suya,    parecía una palomita.
     Tira el moro la su lanza,    la tiró como burlando;
  30   tira Abelardo la suya,    la tiró como raleando.
     Le cortara la cabeza    y al buen rey se la ha llevado.
  32   --Aquí le traigo, buen rey,    y aquí le traigo un regalo:
     la cabeza del mal moro    que venía desafiando.

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0103:7 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 695)

Versión de Chano (ay. Peranzanes, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Fornela, León, España).   Recitada por Gervasio Ramón (82a). Recogida por Pilar Aragón, José Luis Forneiro, Aurelio González y Esther San-Pastor, 18/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 6.18-7.1/B-10 y 6.18-7.2/A-01). Publicada en TOL I 1991, pp. 65-66.  062 hemist.  Música registrada.

     Alta va la luna, madre,    como el sol del mediodía,
  2   cuando don Pedro Belardo    de las batallas venía.
     Traía cien caballos,    todos ganados n`un día.
  4   Bien le viera el rey su tío,    bien le ve y bien le mira:
     --De esos caballos que traes    yo pa mí alguno quería.
  6   --Téngalos todos, mi tío,    (que) yo pa mi otros ganaría.
     --Calla, calla tú, Belardo,    no hagas tan valentía,
  8   (que) lo que se gana en un año,    se suele aperder n`un día;
     si no buscas a Valdevino,    la vida te costaría.
  10   --¡Cómo voy a buscar yo    a quien tan mal me quería!,
     que me iba a buscar a casa    y al campo me desafía.--
  12   Allí lo fuera a encontrar    al pie de una fuente fría.
     --¿Qué haces ahí, Valdovinos,    ay primo del alma mía?
  14   --Estoy mirando a esta fuente    cómo las aguas corría,
     también miro a mis venas    cómo la sangre perdía.
  16   --El moro que a ti te hirió    dime qué señas tenía.
     --Del moro que a mí me hirió    líbrete Santa María;
  18   cuatro cuartas tiene de ancho,    ocho de espalda tendida,
     vara y media de cabello,    que le llega a la pretina.--
    
(El moro estaba contando en casa de una querida que tenía mentiras:)
  20   Que había matado a Valdovinos    y tras de Belardo corría.
     --Calla, calla, perro moro,    calla, calla, que es mentira,
  22   ni hade matado a Valdovinos    ni tras de Belardo corrías.--
     Al decirle "calla, calla",    al campo lo desafía.
  24   Monta el moro en su caballo,    parece una torre erguida;
     monta Belardo en el suyo,    parece una palomina.
  26   Tira el moro la su lanza,    viene el aire y la derriba;
     tira Belardo la suya    con afán e galardía,
  28   y le cortara pecho, espalda    y el galardón de la silla;
     le cortara la cabeza,    la llevó a casa `e la querida.
  30   --¡Malhayas tú, Belardo,    y toda tu valentía,
     que has matado al mejor moro    que había en la morería!

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0103:8 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 696)

Versión de Trascastro (ay. Peranzanes, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Fornela, León, España).   Recitada por Rolindes Ramón Álvarez (77a en 1977). Recogida por Diego Catalán y Cruz Montero, 13/08/1988 (Archivo: ASOR; Colec.: AnexoTRASCASTRO 88; cinta: 1/A-11). Publicada en TOL I 1991, pp. 66-67.  070 hemist.  Música registrada.

     Alta va la luna, madre,    como el sol del mediodía,
  2   cuando don Pedro Abelardo    de la batalla venía;
     cien caballos trae a diestros,    todos ganados n`un día.
  4   Y el traidor del rey su tío    (y) uno de ellos le pedía.
     --Téngalos todos, mi tío,    para mí otros ganaría.
  6   --Detente un poco, Abelardo,    no hagas la tal valentía,
     lo que se gana n`un año    se suele perder n`un día;
  8   no hagas lo que Valdovino,    que se fue y no volvía;
     si no lo vas a buscar,    la vida te costaría.
  10   --¡A quién voy buscar yo    a quien tan mal me quería!,
     que me vien buscar a casa    y al campo me desafía.--
  12   Se fuera de monte en monte,    de valle, valle en vallina,
     y allá lo fuera a encontrar    al par de una fuente fría.
  14   --¿Qué haces ahí, Valdovino,    oh primo del alma mía?
     --Estoy mirando a mi caballo    cómo las hierbas pacía,
  16   (y yo) también miro a mis heridas    cómo la sangre corría.
     --Calla, Valdovino, calla,    ya salió la vengadía.
  18   --Y el moro que a mí me dio    líbrete Santa María:
     vara y media tien de pecho,    cuatro de espalda tendida.--
  20   Se fuera de monte en monte,    de valle, valle en vallina,
     y allá lo fuera a encontrar    (y) en casa de su amiga,
  22   y allí le estaba diciendo    palabras y más mentiras:
     --Yo maté a Valdovinos,    detrás de Belardo iba.
  24   --Mientes, mientes tú, mal moro,    mientes, mientes, que es mentira;
     y el que al otro dice "Mientes"    (y) al campo se desafía.--
  26   Monta el moro en su caballo,    parece una torre erguida;
     monta Abelardo en el suyo,    parece una palomina.
  28   Tira el moro de su espada,    gran Belardo la desvía;
     tira Abelardo la suya,    la tira con valentía,
  30   le rompiera pecho y brazo    y el armazón de la silla;
     le cortara la cabeza    y se la entrega a su amiga.
  32   --Toma, toma la cabeza    de quien tanto te quería.
     --¡Oh, mal eras tú, Belarde,    y toda tu belardía,
  34   que mataste el mejor moro    que había en toda morería,
     que de plata me calzaba    y él de oro me vestía!--
     ¡Válgame Nuestra Señora,    válganos Santa María!

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0103:9 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 697)

Versión de Trascastro (ay. Peranzanes, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Fornela, León, España).   Recitada por Rosario Fernández Gavela (70a en 1977). Recogida por Diego Catalán, J. Antonio Cid, Flor Salazar, Ana Valenciano y Julio Camarena, en dos ocasiones, 18/07/1977+04/11/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77;Camarena, J.; cinta: `Trascastro B` A2 y A5;33B-286). Publicada en AIER 1 (1982), nº 10:3, pp. 25-26 y TOL I 1991, pp. 67-68.  074 hemist.  Música registrada.

     Alta va la luna, madre,    como el sol del mediodía,
  2   cuando don Pedro Belardo    de la batalla venía;
     cien caballos traía a diestros,    todos ganados n`un día.
  4   Allí el traidor de su tío    unos de ellos le pedía.
     --Téngalos todos, mi tío,    para mí otros ganaría.
  6   --Detente un poco, Belardo,    no hagas tanta valentía,
     que el que se gana en un año    se suele perder n`un día;
  8   no hagas lo que Valdovinos,    que se fue y no volvía;
     si no lo vas a buscar,    la vida te costaría.
  10   --¡Cómo quier que vaya a buscar    a quien tan mal me quería!:
     que me iba a llamar a casa    y al campo me desafía.
  12   --Si no lo vas a buscar,    la vida te costaría.--
     Se marcha de valle en valle,    de valle en valle en vallina,
  14   y allá lo fuera a encontrar,    al par de una fuente fría.
     --¿Qué haces ahí, Valdovinos,    oh primo del alma mía?
  16   --Estoy mirando a mi caballo    cómo las yerbas pacía,
     también miro a mis heridas    cómo la sangre vertían.
  18   --El moro que a ti te hirió    le voy a quitar la vida.
     --El moro que a mí me hirió    te libre Santa María:
  20   el pan comía por ocho,    vino por nueve bebía,
     el aliento de su boca    parecía una nublina.--
  22   Se marcha de valle en valle,    de valle en valle en vallina;
     allá lo fuera a encontrar,    en casa de la su amiga:
  24   --He matado a Valdovinos,    tras de Belardo corría.
     --Mientes, mientes, perro moro,    mientes, mientes y es mentira.
  26   En mi tierra había un uso    y aquí no sé si lo habría,
     y el que al otro dice "Mientes"    al campo lo desafía.--
  28   Monta el moro en su caballo,    parece una torre erguida;
     monta Belardo en el suyo,    parece una palomina.
  30   Tira el moro de su espada,    buen Belardo la desvía;
     tira Belardo la suya,    la tiró con valentía,
  32   le corta pecho, espalda    y el galardón de la silla;
     le cortara la cabeza    y pa su novia la guía.
  34   --Toma la cabeza, niña,    de quien tanto te quería.
     --¡Ah, mal hayas tú, Belardo,    y toda tu valentía,
  36   que has matado el mejor moro    que había en la morería,
     él de oro me calzaba,    él de seda me vestía.!--
     ¡Válgame Nuestra Señora,    válgame Santa María!

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0103:10 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 698)

Versión de Peranzanes (ay. Peranzanes, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Fornela, León, España).   Recitada por Adelaida Álvarez (83a en 1979). Recogida por J. Antonio Cid, Bárbara Fernández, Margarita Pazmany y Ana Valenciano, 25/09/1979 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 79; cinta: 1.25-9.4/A-11). Publicada en TOL I 1991, pp. 68-70.  088 hemist.  Música registrada.

     Alta va la luna, madre,    alta va, que no es de día,
  2   cuando don Pedro y Belardo    de la batalla venían;
     cien caballos traía en diestros,    todos ganados n`un día.
  4   Y un día el buen de su tío    al camino le salía:
     --Dame un caballo, Belardo,    que a mí me pertenecía.
  6   --Téngalos todos, mi tío,    para mí otros ganaría.
     --Detente, detén, Belardo,    no hagas tanta valentía,
  8   que lo que se gana en un año    se suele perder n`un día.
     ¿Dónde queda, Valdovinos,    que iba en tu compañía?
  10   --Valdovinos queda allá,    en tierra de morería.
     --Vete a buscarlo, Belardo,    sobrino del alma mía.
  12   --¡Yo a quién voy a buscar    a quien tan mal me quería!:
     me iba a buscar a casa    y al campo me desafía.
  14   --Vete a buscarlo, Belardo,    si no, te cuesta la vida.--
     Se marchó de valle en valle    y de vallina en vallina,
  16   y allá lo fuera a encontrar,    al lado de una fuente fría.
     --¿Qué haces ahí, Valdovinos,    oh primo del alma mía?
  18   --Estoy mirando mi caballo    cómo las hierbas pacía
     y mirando aquesta fuente    cómo las aguas corría
  20   y mirando las mis llagas    cómo la sangre vertía.
     --El moro que a ti te dio,    dime qué señas tenía.
  22   --El moro que a mí me dio,    líbrete Santa María,
     siete cuartas tien de especho,    nueve de espaldas tendida
  24   y otras tantas de cabello,    que le llega a la petrina.
     Él comía pan por ocho,    vino por nueve bebía,
  26   también trabaja por doce,    cuando menester había.--
     Se marchó de tienda en tienda,    como aquel que a comprar iba,
  28   y lo fuera a encontrar    en casa de una su amiga.
     Allí se estaba alabando    de cosas que eran mentira,
  30   que matara a Valdovinos    y trás de Belardo corría.
     --Mientes, mientes, perro moro,    mientes, mientes, que es mentira;
  32   el matar a Valdovinos    esa no era valentía,
     que era chiquito y muy joven    y de armas no entendía.
  34   En mi tierra había un uso,    que en la tuya no lo habría,
     que el que se miente uno al otro    al campo se desafía.--
  36   Monta el moro en su caballo,    parece una torre erguida;
     monta Belardo en el suyo,    parecía una palomita.
  38   Tira el moro la su lanza,    la tiró con cobardía;
     tira Belardo la suya,    la tiró con valentía,
  40   le atravesó pecho, espalda    y el galardón de la silla.
     Le cortara la cabeza    y se la llevó a su amiga.
  42   --¡Mala eas tú, Belardo,    y toda tu belardía,
     que mataste al mejor moro    que había en toda a morería.
  44   --Primero me mató él    un primo que yo tenía.
     ¡Válgame Nuestra Señora,    válgame Santa María!

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0103:11 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 699)

Versión de Nocedo de Gordón (ay. La Pola de Gordón, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Gordón, León, España).   Recitada por Juana Fernández González (77a). Recogida por Josefina Sela, 00/07/1917 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en TOL I 1991, p. 70. El original manuscrito págs. 1-2 y págs. 3-4.  058 hemist.  Música registrada.

     Tan alta iba la luna    como el sol de mediodía,
  2   cuando el bueno de Belardo    de su batalla salía;
     cien caballos trae de rienda,    todos los ganó en un día.
  4   Los buenos y los mejores    para sí los escogía
     y los otros que le quedan    a su tío el rey los ínvia.
  6   El rey su tío está enojado,    recibirlos no quería.
     --Recibirlos, rey mi tío,    que es la ganancia de un día.
  8   --Esa ganancia, Belardo,    la puedes dar por perdida,
     que tu primo Valdovino    fue a cazar y no venía;
  10   velo a buscar, don Belardo,    velo a buscar, por tu vida.
     --¡Cómo he de ir yo a buscar    a quien tan mal me quería!,
  12   que andamos ambos y dos    anamorados de una niña,
     uno le da lo que calza    y otro lo que vestía.
  14   --Velo a buscar, don Belardo,    la niña tuya sería.--
     Ya comenzaba a buscarlo    por altas breñas arriba,
  16   cuando ya lo oye quejarse    al pie de una alta montiña.
     --¿Quién te ha herido, Valdovinos,    quién te ha hecho mortal herida?
  18   --Del moro que me la hizo    Dios te libre de su ira:
     seis palmos tiene de frente,    siete de boca tenía;
  20   por siete comía pan,    por siete vino bebía,
     por siete juega a las armas,    cuando menester tenía.--
  22   Alabándose está el moro,    con otros en su campiña,
     de que ha herido a Valdovino    al pie de un alta montiña
  24   y que ha corrido a Belardo    por altas breñas arriba.
     --Mientes, mientes, moro perro,    dices una gran mentira,
  26   que has herido a Valdovino    no se toma a maravilla,
     un muchacho de quince años    jugar armas no sabía.--
  28   Se desafían al campo    el moro y Belardo un día,
     y a la primera estocada    el moro en tierra caía.

Nota:. Para mejor imagen del manuscrito de Sela [en formato PDF], tras pulsar en el enlace a las páginas1-2 en la cabecera, sustituya "jpg" con "pdf"en el URl.

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0103:12 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 700)

Versión de Truchas (ay. Truchas, p.j. Astorga, comc. Las Cabreras, León, España).   Recitada por Gerarda Cañoeta (unos 80a). Recogida por Ana Beltrán, Diego Catalán, Olimpia Martínez y Therese Meléndez, 23/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NOROESTE 82; cinta: 4.23-7.1/A-02+B-13). Publicada en TOL I 1991, p. 71.  045 hemist.  Música registrada.

     Alta, alta va la luna,    como el sol de mediodía,
  2   cuando don Belardos    de su batalla venía.
     Estaba don Belardos    n` altas torres donde mira;
  4   vio venir un moro blanco,    que alabándose venía.
     --He corrido a don Belardos    [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]
  6   he corrido a Valdovinos    siete leguas por la silla.
     --Oyes, tú, moro blanco,    to lo que dices es mentira.
  8   El correr a Valdovinos,    moro, no es maravilla,
     Valdovinos es muy nuevo    y de armas no entendía;
  10   el correr a don Belardos    digo yo que es mentira.
     --Hombre que desmiente a otro    n`el campo se desafía.
  12   --Vamos, vamos, moro blanco,    vamos, vamos, por tu vida,
     te he lograr unos padrinos    para empezar la porfía.--
  14   El moro nombra una mora,    ciento diez años tenía;
     don Belardos, como es diestro,    nombró a la Virgen María.
  16   --¿A ónde te vas, moro blanco?,    llevas jugada la vida,
     que ése que va a tu lado    don Belardos me parecía.--
  18   Ya se retuvo el moro    y el moro se retenía.
     --Andes, andes, moro blanco,    andes y andes, por tu vida.--
  20   Desenvainan las espadas    y empezaron a porfía;
     de la primera que le dio    el moro en tierra caía.
  22   Le cortara la cabeza    y la colgara `e la silla,
     pa llevársela a la reina    cuando estuviera en Castilla.

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0103:13 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 701)

Versión de Felechares de la Valdería (ay. Castrocalbón, p.j. La Bañeza, comc. Valdería, León, España).   Recitada por Ramona Pedrosa Carrecedo (79a) y Alicia. Recogida por Pilar Aragón, Michelle Débax, Antonio Lorenzo y Beatriz Mariscal, 14/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 3.14-7.2/B-12; 3.14-7.3/B-03 y 3.14-7.3/). Publicada en TOL I 1991, pp. 71-72.  038 hemist.  Música registrada.

     Tan alta iba la luna    como el sol de mediodía,
  2   cuando el rey don Belardo    de las batallas venía,
     cien caballos trae de rienda,    todos los ganó en un día.
  4   --Las tus ganancias, Belardo,    déjalas por las perdidas,
     que han herido a Valdominos,    muerto es, que no venía.
  6   --¡Cómo voy a ir a burcarlo,    si a mí él no me quería!--
     --¿Quién te ha herido, Valdominos,    quién te ha herido, por tu vida?
  8   --El moro que a mí me hirió    tiene siete cuartas de costilla;
     por siete comía pan,    por siete vino bebía,
  10   por siete juega a la barra,    si menester había;
     y si lo quieres seguir,    velo, va la sierra arriba.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  12   --He corrido a don Belardo    lejos fuera de la villa.
     --El correr a Belardo,    moro, no es de valentía.
  14   --El que a uno a otro desmiente,    al campo se desafía;
     dime tú si eres Belardo,    contigo no me metía.
  16   --No conozco a tal Belardo,    ni lo habré visto en mi vida.--
     El moro sacó a una mora,    doscientos años tenía,
  18   y aún la mora no era vieja,    que padre y madre tenía:
     y Belardo, como no es tonto,    llevó a la Virgen María.
    
([El moro] era todo una torre de huesos.)

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0103:20 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 3217)

Versión de Trascastro (ay. Peranzanes, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Fornela, León, España).   Recitada por David Ramón (69a). Recogida por Diego Catalán, J. Antonio Cid, Flor Salazar y Ana Valenciano, 19/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Trascastro-B` B7). Publicada en AIER 1 (1982), nº 10:5, pp. 26-27.  086 hemist.  Música registrada.

     Alto va la luna, madre,    como el sol de mediodía,
  2   cuando don Pedro Belardo    de las batallas venía.
     Cien caballos trae a diestros,    todo ganados n`un dia.
  4   --De estos caballos, Belardo,    yo pa mí alguno quería.--
     Téngalos todos, mi tío,    que `o pa mí otro ganaría.
  6   --No hagas eso, Belardo,    en toda tu belardía,
     lo que suele ganarse en un año,    suele perderse en el día;
  8   no hagas lo que Valdovino    . . . . . . . . . . . .
     que si no lo fueras` buscar,---    la vida te costaría.
  10   --¿A quién iba a buscar yo, tío,    a quien tan mal me quería,
     que m`iba a buscar a casa    y al campo me desafía?
  12   --Si no fueras a buscarlo    la vida te costaría.--
     Y al día siguiente    empezara a caminar.
  14   Fuera de valle en valle    y de vallina en vallina,
     y allí le fuera a buscar    al pie de una fuente fría.
  16   --¿Qué haces ahí, Valdovino,    oh primo del alma mía?
     --Estoy mirando cómo    mi caballo las yerbas pacía;
  18   también estoy mirando    cómo la sangre corría.
     --Tú te quies poner en cura,    yo te curaría.
  20   --¿Cómo me voy a poner en cura,    si tengo seis heridas,
     y la más chiquitina de ellas,    entra un pajarito
  22   con las alas abiertas    sin la carne tocar?
     --El moro que a ti te ha dado,    dime, ¿qué señas tenía?
  24   --El moro que a mí me ha dado,    ¡líbrete Dios y María!,
     dos varas tiene de espalda,    dos de espalda tendida,
  26   vara y media de cabello,    que le llega a la petrina;
     el aliento que de él sale,    que parece una noblina;
  28   comer, comía por siete,    catorce por vino bebía,
     y peleaba por cuarenta,    cuando menester había!--
  30   Se fuera de valle en valle,    y de valle en vallina,
     y allá le fuera a encontrar,    y en casa de la su amiga:
  32   --Yo maté a Valdovino,    detrás de Belardo corría.
     --Mientes, mientes, perro moro,    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  34   que en mi tierra había un uso,    que en la tuya no lo habría,
     que quien dice: "Mientes, mientes,"    al campo se desafía.
  36   Monta el moro en su caballo,    parece una torre erguida,
     monta Berlardo en el suyo,    parece una palomita.
  38   Tira el moro la su lanza,    viene el aire y la desvía;
     tira Berlardo la suya,    la tiró con gallardía,
  40   le quitara pecho y espalda    y el galardón de la silla;
     le cortara la cabeza,    le lleva a casa de su amiga:
  42   ----Malo eres, Berlardo,    y toda la belardía,
     que mataste al mejor moro    que había en toda morería,
  44   de plata me calzaba    y de oro me vestía.

Variantes: --3a c. c. t. a. distros; --12a Pues no fueras a buscar; si no lo fueras a buscar; --17b fuente c.

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0103:39 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 9374)

Versión de Chano (ay. Peranzanes, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Fornela, León, España).   Recitada por Remedios Moreda Ramón (64a). Recogida por José Manuel Fraile Gil, Eliseo Parra García, Susana Weich-Shahak y Mario Yáñez Blanco, 07/07/1995 (Archivo: ASFG; Colec.: Fraile Gil, J. M.). Publicada en Fraile Gil Rom-Panhisp.-2 2010+2CD, cd 1, corte nº 22, texto nº III.5, pp. 77-78. Reproducida aquí con permiso del editor.  062 hemist.   Música registrada   (MP3 30 sec. clip). Versión completa (streaming media).

     Ay, tan alta va la luna    como el sol del mediodía,
  2   cuando don Pedro Abelardo    de las batallas venía.
     Treinta rías de caballos,    todas ganadas n` un día.
  4   --De esos caballos, Belardo,    uno para mí quería.
     --Téngalos todos, mi tío,    otro pa mí ganaría.
  6   --No seas así, Abelardo    y toda tu galardía,
     lo que se gana en un año    suele perderse en un día.--
    
(Entonces le dijo que se fuera a buscar a Valdovinos:)
  8   Se fuera de valle en valle    y de en vallina en vallina,
     y allá lo fuera a encontrar,    al lao de una fuente fría.
  10   --¿Qué haces ahí, Valdovinos,    oh, primo del alma mía?
     --Estoy mirando a mi caballo    cómo las yerbas comía,
  12   y la sangre de mis llagas    cómo por ellas corría.
     --El moro que a ti te dio,    dime qué señas tenía.
  14   --(Y) el moro que a mí me dio    ¡líbrete Santa María!:
     un metro medía de ancho    y dos de alto medía.
  16   Comer, comía por ocho,    vino por nueve bebía,
     y trabajaba por veinte    cuando menester había.--
  18   Se fuera de en valle en valle    y de en vallina en vallina,
     y allá lo fuera a encontrar,    en casa de una su amiga.
  20   --Yo maté a Valdovinos,    tras de Abelardo corría.
     --Mientes, mientes, perro moro,    mientes y cuentas mentiras.
  22   --En mi tierra hay un uso    que no sé si aqui lo había,
     que el que dice miente    al otro al campo lo desafía.--
  24   Monta el moro en su caballo,    parece una torre erguida,
     monta Belardo la suya,    parece una palomita.
  26   Echa el moro la su lanza,    viene el aire y la desvia;
     echa Belardo la suya,    la echa con valentía.
  28   le llevara pecho, espalda    y el galardón de la silla.
     Le cortara la cabeza    y se la cho a su amiga.
  30   --Malo eres tú, Abelardo    y toda tu valentía,
     que has matado al mejor moro    que había en la morería.--

Título original: Belardo venga a Valdovinos.

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primera página del original manuscrito y primera página del original manuscrito y primera página del original manuscrito y primera página del original manuscrito y
0103:14 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 1654)

Versión de Meira (ay. Meira, p.j. Lugo, ant. Fonsagrada, Lugo, España).   Recitada por Avelino López Otero (35a). Recogida por Jesús Bal y Gay y Eduardo Martínez Torner, 00/00/1928 (fecha deducida) (Archivo: AMP; Colec.: Torner, E. M.). Publicada en Torner - Bal 1973, II, p. 141, nº. 616 (Música, I, p. 299, nº. 616). Editan otra copia del incipit. Reeditada en RT-Galicia 1998, pp. 190-191.  050 hemist.  Música registrada.

     De las guerras vén Bernardos,    de las batallas venía,
  2   con cien caballos delante,    todos ganados de un día.
     El rey le pedía uno,    el rey uno le pedía.
  4   --Llévalos todos, buen rey,    que yo otros ganaría.
     --No digas eso, Bernardos,    que eso es mucha valentía;
  6   mataron a Valdiovinos    con las armas que él traía.
     --Valdiovinos era nuevo,    jugar armas no sabía.--
  8   Cogió las veigas alante,    cogiólas por endio arriba;
     vira estar a Valdiovinos    al pie de una fuente fría.
  10   --¿Qué haces ahí, Valdiovinos,    qué haces ahí, vida mía?
     --Estoy mirando para el caballo    y para el agua que bebía
  12   y también para la sangre    que de mis venas corría.
     --¿Quién te hirió, ay Valdiovinos,    quién te hirió, ay vida mía?
  14   --De quien me hirió, ay Bernardo,    líbrete a Virgen María.
     Tiene un palmo de ojo a ojo,    cuatro de cara tenía,
  16   veinticinco cuartas de alto,    siete tiene de petrina,
     de montado en su caballo    altas torres parecía.--
  18   Cogió las veigas alante,    cogiólas por endio arriba;
     viera estar al perro moro    a puerta de una su tía.
  20   --¿Qué haces ahí, moro perro,    que te he de quitar la vida?
     --No me mates, ay Bernardo,    seré de tu compañía.
  22   --Juramento tengo hecho,    quebrantarlo no podía,
     de matar moros y moras    si yo cogerlos podía.--
  24   Al jugar de las espadas    parece una artillería;
     a los primeros encuentros    el moro en tierra caía.

Nota: Véase la primera página del original manuscrito y su continuación

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0103:15 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 1655)

Versión de Estrada (parr. Cancelada, ay. Cervantes, p.j. Lugo, ant. Becerreá, Lugo, España).   Recitada por Pedro Leoncio Álvarez Gómez (86a). Recogida por Mara Catalán, Michelle Débax, Paloma Díaz-Mas, Therese Meléndez y Francisco Mendoza Díaz-Maroto, en dos ocasiones, 14/07/1983+16/07/1983 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta GALICIA 83; cinta: 5.14-7.2-A3/8.15-7.1-B7, B12 y 2-A). Publicada en RT-Galicia 1998, pp. 191-192.  106 hemist.  Música registrada.

     Tan alto iba el sol    como las doce del día
  2   cuando aquel mozo Bernardo    pelear del moro venía;
     traguía cien caballos    y el suyo la mayor guía.
  4   Pues cuando aquel buen rey    uno de ellos le pedía.
     --Téngalos todos, buen rey,    yo para otros ganaría.
  6   --No hagas eso, Bernardo,    no lo hagas en tu vida,
     que el que se gana en un año    se suele perder n`un día.--
  8   Valdovinos va en la caza,    de la caza no venía;
     vete y búscalo, Bernardo,    búscalo, por orden mía.
  10   --¿Cómo he de ir a buscar    primo que tan mal quería?
     que me robó cien ducados    y una sortija de oría.
  12   --Pues si no vas a buscarlo,    no tienes bendición mía.
     --Sólo por ser quien lo manda    yo a buscármelo iría.--
  14   Se fuera de prado en prado    y de ancina en ancina,
     iba por aquellas sierras,    parecía una palomita,
  16   y lo viera estar sentado    junto de una fuente fría.
     --¿Qué haces ahí, mi primo,    primo que `o tanto quería?
  18   --Estoy mirando las hierbas    que mi caballo pacía
     y estoy mirando el arroyo    que de esta fuente corría;
  20   estoy mirando la sangre    que de mis venas corría.
     --¿Quién te puso así, mi primo,    primo que `o tanto quería?
  22   --Pues me ha puesto un hombre,    líbrete Dios de su ira.
     Tiene palmo de ojo a ojo,    cuatro de cara tendida,
  24   encima de su caballo    parece una torre erguida.
     --Quédate con Dios, mi primo,    y con la Virgen María;
  26   voy a buscar al gigante    y a vengarme de su ira.
     --No vayas, por Dios, Bernardo,    ni por la Virgen María.--
  28   Valdovinos habla esto,    Bernardo ya no lo oía;
     cuando tan pronto lo oyera,    ya lo perdiera de vista.
  30   Y viera estar al gigante    junto de una fuente fría
     alabándose a una dama    que allí tenía cautiva.
  32   La dama le contestó    con muchísima energía:
     --El herir a Valdovinos    esa no es valentía,
  34   Valdovinos es muy joven,    jugar armas no sabía;
     el correr tras de Bernardo    lo tengo por gran mentira,
  36   mira que Bernardo solo    a un campo te desafía.--
     Se fueron pelear a un campo    a donde nadie los vía.
  38   El moro llama a Mahoma,    Bernardo a Santa María.
     --Por Dios te pido, Bernardo,    y por la Virgen María,
  40   por el santo en que tú crees    que dejemos la porfía.
     --La porfía no la dejo,    más que me cueste la vida,
  42   sin que lleve tu cabeza    o tú me lleves la mía.--
     Estando en estas razones,    la del gigante caía.
  44   La cogiera entre los brazos    y la tira a la cautiva.
     --Se fueras una cristiana,    conmigo te llevaría.
  46   ¡Qué cosa más parecida    a una dama que `o tenía
     que en el medio de la espalda    su primer nombre tenía!--
  48   La dama se desnudó    con muchísima energía
     y en el medio de la espalda    su primer nombre tenía.
  50   La cogiera entre los brazos    y al caballo la subía
     y vieran el caballo    que las hierbas pacía,
  52   y vieran el arroyo    que de la fuente corría,
     y vían a Valdovinos    que muerto en el suelo ecía.

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0103:31 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 8318)
[0078 El prisionero (vv 1-3) and 0559 Vuelta del navegante (vv 4-25), contam.]

Versión de Castelo de Frades (parr. Cereijedo, ay. Cervantes, p.j. Lugo, ant. Becerreá, Lugo, España).   Recogida por Bernardo Acevedo y Huelves, hacia 1880 (Archivo: AMP; Colec.: Acevedo y Huelves, B.). Publicada en RTLH 3 (1969), nº I.61, pp. 59-60. El original manuscrito págs. 1-2 y págs. 3-4.  108 hemist.  Música registrada.

     Mes de mayo, mes de mayo,    mes de grande calor,
  2   cuando la paja cría el grano    y el vino andaba en flor,
     toda la gente manceba    va servir al rey señor.
  4   Quiso Dios o su fortuna    una noche de lunar,
     puse el pie en el estribo    y monté en el arenal.
  6   He visto estar a mi madre    a la sombra de un portal.
     --Dios la guarde a usted, mi madre,    Dios la quiera guardar.
  8   --Tú para ser mi hijo    otras señas me has de dar.
     --Mi esposa Francisca    quedó nueva por criar,
  10   mis vestidos de seda    quedaron por estrenar.
     --A tu esposa Francisca    hoy te la van a casar
  12   y tus trajes de seda    también te los van estrenar.
     --No llevarán, no, mi madre,    que se los he de ir quitar.
  14   --No vayas allá, mi hijo,    que te han de querer matar.
     --No matarán, no, mi madre,    que he de saberles hablar.
  16   Quédese con Dios, mi madre,    que allá voy sin parar.--
     --Dios guarde a los señores todos,    todos los que a la mesa están
  18   y guarde también la novia,    ¿cuántas veces se ha de casar?--
     Francisca que aquello oyera    a él se fué abrazar.
  20   Se agarran de mano y mano,    empiezan a pasear.
     Valdobinos que tal vio    comenzó a llorar :
  22   --¿Por qué lloras Valdobinos    o por qué quieres llorar?
     --Lloro por la vergüenza    que por mí va a pasar,
  24   tener mujer debajo barba    y otros venírmela quitar.
     Pero te juro, Bernardo,    la moza he de pleitear.--
  26   --Coge las veigas, Bernardo,    coge las veigas arriba,
     a buscar a Valdobinos,    fué pelearse y no volvía.
  28   --¡Cómo he de buscar, buen rey,    a quien matarme quería!
     por ser palabra de Rey    cumplirla he, si podía.--
  30   Bernardo se marcha    por aquellas veigas arriba;
     viera estar a Valdobinos    al pie de una fuente fría:
  32   --¿Qué haces ahí, Valdobinos,    qué haces ahí, vida mía?
     --Estoy mirando las yerbas    que mi caballo comía.
  34   --¿Qué haces ahí, Valdeobinos,    qué haces ahí, vida mía?
     --Estoy mirando la sangre    que de mis heridas salía.
  36   --¿Quién te mató, Valdeobinos,    quién te mató, vida mía?
     --Quien me mató, don Bernardo,    ténganos Dios de su ira,
  38   encima de su caballo    parece una torre erguida,
     para jugar las armas    figura una herrería.--
  40   Don Bernardo, en estos medios,    coge las veigas arriba,
     lo vio estarse alabando    a la puerta de su amiga :
  42   --Maté a Valdobinos,    tras de Bernardo corría.
     --El matar a Valdobinos,    moro, no fué valentía,
  44   Valdeobinos era joven,    jugar a armas no sabía;
     y el correr tras de Bernardo,    téngolo por grande mentira.--
  46   Se marcharon a un campo    donde nadie lo veía.
     El moro tiró a Bernardo    y le pasó por arriba.
  48   Bernardo tiró al moro,    del caballo le derriba.
     --Por Dios te pido, Bernardo,    que no me quites la vida.
  50   --Juramento traigo hecho    a esta espada que traía,
     de no dejar vida a moro,    sino al que no podía.--
  52   Le quitara la cabeza,    al buen rey se la traía:
     --¡Manaya eres tú, Bernardo,    y la madre que te parirá,
  54   mataste el mayor moro    que había en toda Turquía!--

Aclaraciones del informante en forma de nota al pie de la versión transcrita a mano por Acevedo (v. -25): Valdobinos con el disgusto fue pelearse con un gran gigante moro en el mismo día del suceso, pero Bernardo, aconsejado por el rey, fue a buscarlo, encontrándole en un campo junto a una fuente, herido de muerte por el gigante; tras el v. -42: Estando el moro hablando con la novia acerca de la muerte de Valdobinos, llegó D. Bernardo a la tienda de campaña.
Notas: Nótese que el nombre de Valdovinos aparece escrito de varias maneras diferentes a lo largo del texto, lo que en algún caso podría reflejar formas variantes de la recitadora: -21a, -27a, -42a Valdobinos; -36a Valdeovinos; -34a y -44a Baldeovinos; y en -32a y -43a parece que tacha la "e" de Valdeobinos, prefiriendo Valdobinos.
Notas de esta edición: Para mejor imagen del manuscrito de Acevedo [en formato PDF], tras pulsar en el enlace a las páginas 1-2 en la cabecera, sustituya "jpg" con "pdf"en el URL (y aumentar el tamaño al deseado).

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0103:33 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 8376)

Versión de Cuiñas (parr. Piquín, ay. Ribeira de Piquín, ant. Meira, p.j. Fonsagrada, Lugo, España).   Recitada por Josefa Pérez (60a). Recogida por Aníbal Otero Álvarez, 00/00/1929 (Archivo: AMP; Colec.: Torner, E. M.). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  052 hemist.  Música registrada.

     De las guerras ven Bernardos,    de las batallas venía,
  2   cien caballos trai delante,    todos ganados de un día.
     El rey le pedía uno,    el rey uno le pedía.
  4   --Llévelos todos, buen rey,    que yo otros ganaría.
     --Eso no, ay, don Bernardos,    eso es mucha valentía;
  6   mataron a Valdovinos    con las armas que él traía.
     --El matar a Valdovinos    no es grande valentía;
  8   Valdovinos era joven,    render armas no sabía.--
     Coge las veigas alante,    cógelas por ende arriba.
  10   Vira estar a Valdovinos    al pie de una fuente fría:
     --¿Qué haces ahí, Valdovinos,    qué haces ahí, vida mía?
  12   --`Toy mirando pra` l caballo    y pra el agua que bebía
     y también para la sangre    que de mis venas corría.
  14   Coge las veigas alante,    coge las veigas arriba.
     Vira estar al moro perro    a puerta de una su tía,
  16   que se estaba alabando    que hiciera gran valentía,
     que matara a Valdovinos    con las armas que él traía.
  18   --El matar a Valdovinos    no es grande valentía;
     Valdovinos era joven,    render armas no sabía.
  20   Ven acá ¡ay, perro moro!,    que te he de quitar la vida.
     Se fueron a un valle oscuro    donde nadie les oía;
  22   el jugar de las espadas    parece una artillería
     y a los primeros encuentros    el moro en tierra caía.
  24   --No me mates, ay Bernardo,    seré de tu compañía.
     --Juramento tengo hecho,    quebrantarlo no podía,
  26   de matar moros y moras    cuantos en el mundo había.--

Variantes de la copia de E. M. Torner: Siempre Valdeovinos; -13b caía; -21a omite se; -21b los oía.
Nota: Aunque la fotocopia que manejo fecha la versión en 1930, advirtiendo "manejamos otra copia ms. de Eduardo Martínez Torner fechada a posteriori, 1929", otros romances recogidos por Otero en Cuiñas ese mismo verano y con copia ms. de E. M. Torner ya llevan todos la fecha de 1929, por lo que para agruparlos todas, fecho éste igual.

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la 1ª pág. del original manuscrito de A. Castro ( la 1ª pág. del original manuscrito de A. Castro (la 1ª pág. del original manuscrito de A. Castro ( la 1ª pág. del original manuscrito de A. Castro (
0103:34 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 8377)

Versión de Uña de Quintana (ay. Uña de Quintana, p.j. Benavente, comc. Benavente, Zamora, España).   Recitada por Francisca Delgado (50a). Recogida por Américo Castro, 00/00/1912 (fecha deducida) (Archivo: AMP; Colec.: Castro, A.). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  081 hemist.  Música registrada.

     Tan alta iba la luna    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  2   cuando aquel conde Belardo    de la batalla salía.
     Cien caballos trae de rienda,    todos los ganó en un día.
  4   Los tales y los mejores    para sí los recogía,
     y los que no eran tales    al rey su tío los invía.
  6   --¿Qué le parece a mi tío    tanta ganancia en un día?
     --Esa ganancia, Belardo,    échala por la perdida,
  8   que tu primo Baldovinos    muerto es, que no venía.
     Va y me lo busca, Belardo,    búscamelo, por tu vida.
  10   --¿Cómo lo he buscar yo tío    si él a mí no me hablaría?
     --Va y me lo busca, Belardo,    que él hablar sí te hablaría.--
  12   Lo encontraba descansando,    al pie de una fuente fría,
     con tres heridas mortales,    con tres mortales heridas.
  14   Por una le entraba el viento,    por otra el aire salía,
     por la más chiquita d` ellas    un gavilán volaría.
  16   --¿Quien te ha herido Valdovinos,    quien te ha herido, por tu vida?
     --El moro que a mí me hirió    era de Santa María.
  18   Moro Blanco se llamaba,    moro Blanco se decía;
     cuando andaba por el suelo    parece una palomica,
  20   cuando monta en el caballo    parece una sierra erguida.
     --No comeré pan en Francia    ni beber he vino en Castilla,
  22   si el moro que a ti te hirió    no le quitara la vida.--
     Dióle riendas al caballo    camino la sierra arriba.
  24   A la puerta del rey moro    reciamente pan pedía.
     --Yo soy un vasallo suyo,    que a pedirle pan venía.--
  26   Luego le sacan la mesa,    en ella pan y cuchilla.
     Él se pusiera en la calle    por ver quién entra y salía.
  28   Entran moros, salen moros,    moro Blanco no venía.
     Ahora vien moro Blanco    echando sus valentías,
  30   que ha corrido tras de Belardo,    legua y media por las Indias.
     --No te alabes, moro Blanco,    no te alabes, por tu vida;
  32   no has corrio tras de Belardo,    legua y media por las Indias,
     ni has matado a Valdovinos    con tres mortales heridas.--
  34   Pa ponerse a pelear    ambos pusieron madrina.
     El moro puso una mora,    más de cien años tenía,
  36   y el cristiano de callado    puso la Virgen María.
     A los primeros encuentros    al conde muy mal le iba.
  38   A los segundos encuentros    el moro en tierra caía.
     Ahora salen las moras    que había en la morería:
  40   --Oh, malhaya tu, Belardo,    oh, malhaya tu venida,
     que has matado al mejor moro    que había en la morería.--

Notas: -25b el recolector u otro pone pan entre corchetes. Véase la 1ª pág. del original manuscrito de A. Castro ( la segunda).

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0103:35 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 8378)

Versión de Ribadelago (ay. Galende, p.j. Puebla de Sanabria, comc. Sanabria, Zamora, España).   Recitada por María. Recogida por Diego Catalán y Álvaro Galmés, 00/08/1949 (Archivo: AMP). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  068 hemist.  Música registrada.

     Alta, alta va la luna    como el sol del mediodía,
  2   cuando el conde don Belardo    de la batalla salía.
     Seis mulas lleva de rienda,    todas las ganó en un día,
  4   de rienda se las va a enseñare    a la reina, que es su tía.
     --Mira aquí, mi tía, traigo    toda la ganancia del día.
  6   --Esa ganancia, Belardo,    yo te la doy por perdida,
     que tu primo Valdovinos    fue a la guerra y no volvía;
  8   búscamelo tú, Belardo,    a orillas de un río arriba.
     --¡Cómo yo lo buscaré    donde tan mal me quería,
  10   tan solo porque una vez    le di un anillo a una niña.
     --Búscamelo tu, Belardo,    que yo te lo pagaría.--
  12   Se montara en su caballo    y a buscarlo se encamina;
     lo encontrara muy herido    a la sombra de una encina.
  14   --¿Quién te ha herido, don Belardo,    te ha hecho mortal herida?
     Del moro que te la hizo    te libre Santa María.
  16   Cuatro cuartas tien de espalda,    tres de pecho bien tendidas,
     de que puesto en el caballo    parece una torre engrida.--
  18   Siete heridas tiene el cuerpo    la menor era mortal,
     la mas chiquitica de ellas    entra y sale un gavilán.
  20   Se pusieron a comer    al pie de una fuente fría,
     un ojo tiene en el plato    otro tiene en la portilla.
  22   Vio venir el moro grande    cantando una maravilla:
     --Hey herido a Valdovinos,    l` hey hecho mortal herida,
  24   He corrido a don Berlardo    siete leguas en Castilla.
     --El herir a Valdovinos,    eso no es maravilla
  26   porque era un muchacho joven,    jugar armas no sabía;
     pero correr a don Belardo,    esa sí que es gran mentira.
  28   --El hombre que a otro desmiente    el campo se desafía.--
     Bajan a una calle abajo,    calle de la morería.
  30   Vio estar una perra mora,    vio estar una perra niña:
     --¿Ónde vas el moro grande,    que vas a perder la vida ?
  32   Dele un tiento a su escupeta    mientras yo tiento la mía.--
     La sigoró a la espalda    y a los pechos le salía,
  34   del primer hornío que dio    estremeció la morería.

Variantes: -23ab hey sic; -26a chico; -32a escupeta (sic); -34a grito.
Notas: Según la informante, solían cantar el romance durante la siega del pan. Véase el original manuscrito.

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0103:36 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 8379)

Versión de Ribadelago (ay. Galende, p.j. Puebla de Sanabria, comc. Sanabria, Zamora, España).   Recogida por Diego Catalán y Álvaro Galmés, 00/08/1949 (Archivo: AMP). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  038 hemist.  Música registrada.

     Alta, alta va la luna    como el sol de mediodía
  2   cuando el conde don Belardo    de la campaña salía,
     seis mulas lleva de rienda,    todas las gano n`un día.
  4   Desde allí las fue a enseñar    a la reina, que es su tía.
     --Mira, tía, que traigo aquí    toda la ganancia `e un día.
  6   --Esa ganancia, Belardo,    yo te la doy por perdida,
     que tu primo Valduvimis    fue a la guerra y no volvía.
  8   Búscamelo tú, Belardo,    orillas del río arriba.
     --Y ¿cómo yo lo buscaré    donde él tan mal me quería,
  10   tan solo porque una vez le dio    un anillo a una niña.
     --Búscamelo tu,Belardo,    que yo te lo pagaría.--
  12   Ya lo encontró espirando    arrimadico a una encina.
     --¿Quién te ha herido,Valduvimis,    te ha hecho mortal herida?
  14   --Me ha herido el moro grande    me ha hecho mortal herida.--
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     El matar a don Belardo    esa es una gran mentira.
  16   El matar a Valduvimis    esa no es maravilla.--
     Lo cogiera entre los brazos,    sobre el caballo lo tira,
  18   Lo cogiera por las riendas    por una montaña arriba,
     allí lo fuera a entregar    a la reina que es su tía.

Nota: los versos 15-16 los añadió después de terminar la recitación. Véase el original manuscrito.

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0103:38 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 8381)

Versión de San Martín de Castañeda (ay. Galende, ant. Puebla de Sanabria, p.j. Puebla de Sanabria, comc. Sanabria, Zamora, España).   Recogida por Fritz Krüger, 00/00/1922 (Archivo: AMP; Colec.: Krüger, F.). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  008 hemist.  Música registrada.

     Al cabar la luna alta    como el sol de mediodía
  2   cuando el conde don Belardo    de las batallas venía.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     --Hei matado a Baldovino    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  4   --Válgate Dios, don Belardo,    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     que has matado el mejor moro    que tenía morería.--

Nota: Veáse el original manuscrito.

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0103:16 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 2270)

Versión de Santalha (c. Vinhais, dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Recitada por João Evangelista Telo (67a). Recogida por Manuel da Costa Fontes y Maria-João Câmara Fontes, 15/08/1980 (Archivo: ASF; Colec.: Fontes TM 1980; cinta: FA906). Publicada en Costa Fontes 1987c, I, p. 40, nº 63.  008 hemist.  Música registrada.

     Bem se passeava o Bernardo    pela ribeira d` Hungria
  2   cantando muito alegre,    alegre da sua vida.
     Ouvira-o el-rei, seu tio,    do quarto onde dormia.
    
([. . . . . . . . .1]    Até dizia:)
  4   Levava trinta cavalos,    todos ganhara num dia
    
(Qu`ele, ele vinha dua batalha. [. . . . . . . . .])

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0103:17 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 2271)

Versión de Argozelo (c. Vimioso, dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Recitada por Manuel Oliveira Salazar (59a). Recogida por Manuel da Costa Fontes y Maria-João Câmara Fontes, 03/08/1980 (Archivo: ASF; Colec.: Fontes TM 1980; cinta: 22B457). Publicada en Costa Fontes 1987c, I, p. 40, nº 64.  010 hemist.  Música registrada.

     --Bem te passeias, Bernardo,    pela ribeira d` Hungria
  2   com novecentos cavalos,    todos ganhados num dia.
     Esses cavalos, Bernardo,    a quarta parte era minha.
  4   --Leve-os todos, meu tio,    leve-os com alegria;
     o que se ganha num ano    também se gasta num dia.--

Cantado na moda da segada.

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0103:18 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 2618)

Versión de Vinhais s. l. (dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Recogida por Pe. José Firmino da Silva, (Colec.: Leite de Vasconcellos). Publicada en Leite de Vasconcellos 1958-1960, RP, 19. Reeditada en Costa Fontes 1997b, Índice Temático (© HSA: HSMS), p. 75-76, B8.  062 hemist.  Música registrada.

     Bem se passeia Bernardo    pela ribeira d` Hungria;
  2   duzentos cavalos leva,    todos ganhara num dia.
     Bem o mirava seu tio    da sala onde dormia.
  4   --Ó Bernardo, ó Bernardo,    a terça parte era minha.
     --Tome-os todos, meu tio,    que para mim eu ganharia.
  6   --Houlá, houlá, ó Bernardo,    não botes tal fantasia,
     que o que se ganha num ano    logo se perde num dia.
  8   --Aqui falta Oliveiros,    a saber dele quem iria?
     --Irás tu, ó meu Bernardo,    escusa não haveria.
  10   --Como irei eu, meu tio,    homem a quem eu não queria?
     --Tens d` ir tu, ó Bernardo,    escusa não haveria.--
  12   Montado no seu cavalo    a saber d` Oliveiros ia.
     Encontrou-o descansando    à sombra da verde olia,
  14   com a casca da laranja    curando uma mortal ferida.
     --Quem te feriu, Oliveiros,    quem te fez essa ferida?
  16   --Deus te defenda, Bernardo,    de quem me fez esta ferida.
     Foi o mouro maioral    que lá na Mourama havia.
  18   Sete palmos tem d` espada    e três de cara estendida;
     montado no seu cavalo    parece uma torre erguida.
  20   --Quem me dera ver tal mouro,    que eu com ele batalharia.--
     O mouro, que o ouviu,    d` alta torre onde vivia:
  22   --Correrei atrás de ti    catorze léguas num dia.
     --De correr trás de Bernardo,    mouro, eu te livraria.
  24   O ferires a Oliveiros    não foi grande valentia;
     tem dezesseis anos de idade,    da guerra nada sabia.
  26   --Quem na cara me desmente    ao campo me desafia.--
     Deu-lhe uma espadagada,    o coração lhe partia.
  28   --Mal o hajas tu, Bernardo,    mai` la tua fantasia!
     Tu mataste o maior mouro    que lá na Mourama havia.
  30   --Se matei o maior mouro,    isso era o que eu queria;
     corre agora após Bernardo    catorze léguas num dia.--

Notas: -13b Leia-se v. oliva (oliveira). En la edición de P. Ferré se identifica el colector como el mismo Vasconcellos, con fecha de 1941 (a diferencia de lo que publica el mismo Vasconcellos, pp. 32-33).
Título original: BELARDO E VALDEVINOS (Í-A)

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0103:25 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 5976)

Versión de Baçal (c. Bragança, dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Documentada en o antes de 1938. Publicada en Alves 1938, 563-564 (reed. facs. 1979). Reeditada en Redol 1964, 455-456; Pinto-Correia 1987a, 106; Pinto-Correia 1994, 64 y RºPortTOM 2000, vol. 1, nº 66, p. 192. © Fundação Calouste Gulbenkian.  014 hemist.  Música no registrada.

     Bem se passeia Bernardo    p`la ribeira d` Hungria;
  2   duzentos cavalos leva    todos ganhados num dia.
     Vira-o vir seu pai    da sala onde dormia.
  4   --Esses cavalos, Bernardo,    a terceira parte é mia.
     --Tome-os lá, ó meu pai,    que outros tantos ganharia.
  6   --Olá, olá, ó Bernardo,    não uses de vilania,
     qu` o que se ganhou num ano    tudo se perde num dia.--

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0103:26 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 5977)

Versión de Baçal (c. Bragança, dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Documentada en o antes de 1938. Publicada en Alves 1938, 566-567 (reed. facs. 1979). Reeditada en Redol 1964 455; Pinto-Correia 1987a, 106-107; Pinto-Correia 1994, 64-65 y RºPortTOM 2000, vol. 1, nº 67 , pp. 192-193. © Fundação Calouste Gulbenkian.  036 hemist.  Música no registrada.

     Alta vai a lua, alta,    como o sol `ó meio-dia,
  2   quando o conde Dom Valerdo    de batalhar venia.
     Ia p`la rua abaixo,    `ó virar duma esquina,
  4   encontrou uma menina    que cento e vinte anos tinha.
     --Onde vais, ó mouro branco?    Onde vais perder a vida?
  6   Cavaleiro que aí vai    a Dom Valverdo se parecia.--
     O mouro branco no cavalo    parece uma torre erguida:
  8   sete palmos tinha de `spádua    e três de cara comprida.
     --Todo aquele que é valente    `ó campo se desafia.
  10   Roubou-me una maçana    que me deu una blanca niña.
     A maçana não era tão mala    que cem mil doblonas valia.--
  12   Gabou-se o mouro branco    daquilo que não fazia:
     que matara Dom Valerdo    com as armas qu` ele trazia,
  14   e que correra a Valdevinos    p`r`ó reino de Castilha.
     --O correr a Valdevinos    isso não é maravilha,
  16   porque é muito novinho,    jogar armas não sabia.
     O matar a Dom Valerdo,    isso digo que é mentira,
  18   porque Dom Valerdo é valente,    as costas não le volvia.--

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0103:27 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 5978)

Versión de Rio de Fornos (c. Vinhais, dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Recogida por Orlando Ribeiro, 00/08/1936 publicada en Leite de Vasconcellos 1958-1960, I, 33-34. Reeditada en Redol 1964, 133-134; Pinto-Correia 1987a, 109-110; Pinto-Correia 1994, 66-67 y RºPortTOM 2000, vol. 1, nº 69 , pp. 194-195. © Fundação Calouste Gulbenkian.  070 hemist.  Música no registrada.

     Bem se passeia Bernardo    pela ribeira de Umbria;
  2   leva duzentos cavalos,    todos ganhou num dia.
     Bem lo mirava seu tio    da sala donde dormia.
  4   --Esses cavalos, Bernardo,    a terça parte era minha.
     --Tome-os lá todos, meu tio,    que p`ra mim os ganharia.
  6   --Cala, cala, ó Bernardo,    não deites tal fantasia:
     quanto se ganha num ano,    tudo se perde num dia.
  8   Teu primo Valdevino    foi à caça e não vinha;
     busca-me tu, ó Bernardo,    busca-me por tua vida.
  10   --Como buscarei, meu tio,    homem que tão mal me queria?
     --Busca-me tu, ó Bernardo,    busca-o, que eu to pagaria.--
  12   Montaram o seu cavalo,    foram pelo vale acima.
     Encontraram-no descansando,    à sombra de uma oliva.
  14   --Quem te feriu, ó Valdevino,    quem te fez tamanha ferida?
     --Do mouro que me feriu,    te guarde Santa Maria.
  16   Tinha sete varas de largo,    outras tantas de medida.
     --Não quero comer mais pão branco,    nem beber vinho em Castilha,
  18   se esse mouro que tu dizes,    se l`eu não tirar a vida.--
     Foi-se a casa do rei mouro,    falando de algaravia.
  20   De batalhar c` os cristãos,    bem morto de fome vinha.
     A mesa já estava posta,    para quem comer queria.
  22   Estando nestas razões,    moiro branco ali vinha.
     --Eu já fui a Valdevino,    já le fiz tão cruel ferida,
  24   já fui atrás de Bernardo,    sete léguas em Castilha.
     --O tu ferires a Valdevino,    não foi grande maravilha:
  26   era menino e novo,    ele da guerra não sabia.
     O ir atrás de Bernardo,    olha que isso é mentira!
  28   --Quem na cara me desmente    p`r`à guerra me desafia.--
     À saída dum lugar,    à entrada duma vila,
  30   encontrou uma velha,    encontrou uma menina.
     Ela era tão nova,    cento e um anos tinha.
  32   --Donde vais, ó moiro branco,    donde vais deixá`la vida?
     Esse cavaleiro que aí leva,    a Dom Bernardo se parecia.--
  34   À primeira cutilada,    mouro branco se doía;
     à segunda cutilada,    a cabeça le partia.

Nota: recogida por Ribeiro en agosto de 1936 en un viajoe con Vasconcellos.

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0103:28 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 5979)

Versión de Vinhais s. l. (c. Vinhais, dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Documentada en o antes de 1938. Publicada en Martins 1938, 42-43 (reed. 1987). Reeditada en Pinto-Correia 1984, 150-151; Pinto-Correia 1987a, 105-106; Pinto-Correia 1994, 63-64 y RºPortTOM 2000, vol. 1, nº 70, pp. 195-196. © Fundação Calouste Gulbenkian.  054 hemist.  Música no registrada.

     Bem se passeia Dom Bernardo    vestidinho de alegria,
  2   duzentos cavalos leva    todos los ganhou num dia;
     vai-os chegar a beber    a um tanque de água fria,
  4   bem le mirava seu tio    da sala donde dormia.
     --Esses cavalos, Bernardo,    a terça parte era minha.
  6   --Aí os tem todos, meu tio,    para um eu ganharia.
     --Cala-te lá, Bernardo,    não deites tal fantasia,
  8   que o que se ganha num ano    tudo se perde num dia;
     Valdevinos foi à caça    ele tardava que não vinha.
  10   Vai-me saber dele, Bernardo,    vai-me saber dele, vida minha.
     --Como irei, ó meu tio,    homem que tão mal me queria,
  12   quem na praça me desmente    para campos me desafia.
     --Se tu não vais saber dele, Bernardo,    não verás benção minha.--
  14   Lá se parte Dom Bernardo    pela ribeira da Hungria,
     achara-o ele descansando    à sombra da verde oliva,
  16   com casquinhas de laranja    refrescando mortais feridas.
     --Quem te fez isso, Valdevinos,    quem te fez isso, vida minha?
  18   --Homem que me a mim fez isso    dele te guarde Santa Maria:
     quinze palmos tem de costas,    cinco de cara comprida,
  20   pão comia por oito,    vinho por cinco bebia;
     montado no seu cavalo    parece uma torre em cima.--
  22   Estando nessas razões,    mouro ali aparecia.
     --O que fiz a Valdevinos    também to a ti faria.
  24   --Tu p`ra que mentes, perro mouro,    p`ra que dizes tal mentira?
     Que Bernardo del Carpio    a nenhum mouro temia.--
  26   Co` a primeira pancada    mouro em terra caía,
     tornou-lhe a segundar outra,    acabou-lhe com a vida.

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0103:29 Belardo y Valdovinos (í-a)            (ficha no.: 5980)

Versión de Bragança s. l. (dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Documentada en o antes de 1926. Publicada en Magalhães Sepúlveda 1926, 244-245. Reeditada en Pinto-Correia 1987a, 104-105; Pinto-Correia 1997, 63 y RºPortTOM 2000, vol. 1, nº 71, pp. 196-197. © Fundação Calouste Gulbenkian.  058 hemist.  Música no registrada.

     Bem se passeia Bernaldo    pelas ribeiras de Hungria;
  2   duzentos cavalos leva,    todos os ganhou num dia;
     bem lhe mirava seu tio    da sela onde dormia.
  4   --Ó Bernaldo, ó Bernaldo,    a terça parte era minha.
     --Tome-a lá, ó meu tio,    para mim eu ganharia.
  6   --Cala-te lá, ó Bernaldo,    não deites tal fantasia;
     quanto se ganhou num ano    tudo se perde num dia.
  8   --Aqui falta Oliveiros,    a saber d` el` quem iria?
     --Vai saber dele, Bernaldo,    desculpa não te valia.
  10   --Como é que irei, ó meu tio,    homem que tão mal me queria?
     --Vai saber dele, Bernaldo,    desculpa não te valia.--
  12   Montava no seu cavalo,    saber de Oliveiros ia;
     achava-o descansando    debaixo de verde olia,
  14   com a casca da laranja    curando tão mortal ferida.
     --Quem te feriu, Oliveiros,    quem tal f`rida te faria?
  16   --O homem que a mim me feriu,    guar`-te Deus e Santa Maria,
     sete palmos tem de cara,    e dez de espada estendida;
  18   montado no seu cavalo    parece uma torre erguida!
     --Quem me dera ver esse homem,    que o pago eu lhe daria!--
  20   Ouvira-o o perro do mouro    d` alta torre onde vivia.
     --Eu feri a Oliveiros,    eu lhe fiz tão mortal f`rida.
  22   --O ferires a Oliveiros,    mouro, não é valentia,
     que ele era muito novinho    e d` armas nada sabia;
  24   o correr trás do Bernaldo, mouro,    é uma grande mentira.
     --Quem na cara me desmente    ao campo me desafia!--
  26   Foram os dois desafiados    ao campo da verde olia;
     co` uma cutilada Bernaldo    o coração lhe partia.
  28   --Mal hajas tu, ó Bernaldo,    mais a tua valentia!
     Matastes o maior mouro    que em toda a moirama havia!--

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