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Pan-Hispanic Ballad Project

Total: 113


0140:55 Tamar (á-a)            (ficha no.: 3595)

Versión de La Habana (Cuba).   Recitada por Dominga Martínez. Recogida por Carolina Poncet y de Cárdenas, hacia 1912 (Colec.: Poncet, C.). Publicada en Poncet y de Cárdenas 1923, Révue Hispanique, 57, pp. 286-314. Reeditada en Poncet y de Cárdenas 1928, Archivos del folklore cubano, La Habana, p. 16 y Mariscal 1996, Romancero general de Cuba, nº 7, pp. 82-83.  060 hemist.  Música registrada.

     Encontrárase el hijo del rey    muy enfermo en una cama;
  2   fue su padre a visitarle    un día por la mañana.
     --¿Qué comerás, el mi hijo,    qué comerás que te traiga?
  4   --Yo comiera, el rey mi padre,    la pechuga de una pava.
     Altamara me la guise,    Altamara me la traiga,
  6   Altamara venga sola,    venga sola y sin compaña;
     con el ruido de la gente    gran calentura se me arma.--
  8   Por la escalera de amor    sube la linda Altamara;
     una mano lleva el pan,    otra llevaba una jarra,
  10   y al hombro derecho    lleva una blanquita toalla.
     --Buenos días, el mi hermano.    --Santos y buenos, mi hermana.
  12   --¿Qué tal te va, el mi hermano,    qué tal te va en esa cama?
     --Los tus amores, traidora,    me tienen en esta cama.
  14   --Los mis amores, traidor,    para ti no valen nada.
     --Que valgan, que no valieron,    de aquí has salir deshonrada.--
  16   Hizo de ella lo que quiso,    hasta esgarriarle la cara.
     --¡Anda, marcha, perra, marcha,    adonde más perras haya!
  18   Yo por tu honra no doy    los cascos de una avellana.--
     Por la escalera de amor    baja la linda Altamara,
  20   dando voces y alaridos:    --¡Ay mi Dios, que aquí me valga!--
     En el medio la escalera    con su padre se encontrara.
  22   --¿Qué tal queda el mi hijo,    qué tal queda en esa cama?
     --El su hijo, bueno queda,    si el demonio lo llevara.--
  24   Aún la palabra no es dicha    ya la casa está rodeada;
     unos entran por la puerta,    otros entran por ventanas.
  26   --Devuelve, tú, la mi hija,    devuelve tú la palabra.
     --Palabra que yo dijese    no sería redoblada.
  28   --Ya quedarías a gusto,    ya quedarías vengada.
     --¡Aún no he quedado yo a gusto,    aún no he de quedar vengada
  30   mientras no le vea arder    y l`arrame la cernada!--

Nota: Aunque registrada aquí como versión cubana, la informante era originaria de Entrepeñas, Zamora, por lo que tal vez sería más apropiada considerarla una versión zamorana. Apenas se conoce el romance en el nuevo mundo (véase Espinosa 1916a, Traditional Ballads from Andalucía para una versión andaluza recogida en California). En todo caso, conviene comparar esta versión con otras del noroeste de la Península.

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0140:93 Tamar (á-a)            (ficha no.: 7981)

Versión de Mieres del Camino (ay. Mieres, p.j. Mieres, ant. Lena, Asturias, España).   Documentada en o antes de 1970. (Colec.: Alvar, M.). Publicada en Alvar 1970, 309-310 (al parecer, erróneamente identificado por Alvar como procedente de A. Cortés 1906, p. 110).  062 hemist.  Música no registrada.

     Se pasea Altamarina    por las calles de Altamara;
  2   alta era como un pino,    derecha como una espada.
     Cuatro duques la pretenden,    también el rey de Granada
  4   y un hermanito que tiene    de su hermosura celaba,
     y celando de su hermosura,    cayó malito en la cama.
  6   Y subió su padre a verle,    el domingo por la mañana:
     --¿Qué tienes, hijo querido?    ¿Qué tienes, hijo del alma?
  8   --Calenturas, padre mío,    que me devoran el alma.
     --¿Quieres que te mate un ave,    de esas que vuelan por casa?
  10   --Mátenme aunque sea un ciento;    que me lo suba mi hermana,
     que me lo suba ella sola,    que no suba acompañada;
  12   que si acompañada sube,    mis penas serán dobladas.
     Por la escalera de amor,    sube la linda Altamara,
  14   alta era como un pino,    derecha como una espada.
     --¿Qué tienes, hermano mío?    ¿Qué tienes, que guardas cama?
  16   --Del mal que yo tengo, hermana,    tus ojos tienen la causa.
     --No lo quiera Dios del cielo,    ni la Virgen soberana;
  18   mis ojos no son tan bellos    para que tú guardes cama.
     La cogió por la cintura,    la tiró sobre la cama;
  20   hizo de ella lo que quiso,    hasta escupirle en la cara.
     --Ahora, márchate de aquí,    que de mí vas deshonrada;
  22   ya no doy por tu hermosura,    ni el valor de una avellana.
     Por la escalera de amor,    baja la linda Altamara,
  24   con el pelo despeinado,    la cara desencajada.
     Su padre la está mirando    desde una linda ventana:
  26   --¿Qué tienes, Altamarina?    ¿Qué tienes, hija del alma?
     Que te voy a meter monja,    de las hermanas sagradas.
  28   --Vaya consejos de padre    para una hija deshonrada;
     que me quiere meter monja    de las hermanas sagradas.
  30   Primero que mis amigas    me llamen mujer mundana,
     me pegaré cuatro tiros.--    Y murió la desgraciada.

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0140:104 Tamar (á-a)            (ficha no.: 8139)

Versión de Oviedo (ay. Oviedo, p.j. Oviedo, Asturias, España).   Recitada por Julia Fernández (15). Recogida por Bernardo Acevedo y Huelves, 00/00/1900 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  050 hemist.  Música registrada.

     El buen rey tenía dos hijos    que los quería en el alma;
  2   uno se llama Altamor    y otra la linda Altamada.
     El pícaro de Altamor    se enamoró de su hermana,
  4   por gozar de su hermosura    se cayó enfermo en la cama.
     Le fueron a visitar    los reyes grandes de España,
  6   también fue su padre el rey    a visitarlo a la cama.
     --¿Qué tienes, hijo Altamido,    qué tienes, hijo del alma?
  8   --Calenturas, padre mío,    calenturas que me abrasan.
     --¿No comieras una pava    de las damas bien guisada?
  10   --Que la guise quien la guise,    que me la traiga mi hermana.--
     Por las salas de Altamor    iba la linda Altamada,
  12   con el pelo bien tejido    y la pava bien guisada.
     El pícaro de Altamor    saltó luego de la cama,
  14   hizo de ella lo que quiso,    hasta escupirle en la cara,
     hasta tratarla de lomia,    hija de madre mundana.
  16   Por la sala de Altamor    iba la linda Altamada,
     con el pelo destejido    y la cara golpeada.
  18   --¿Qué tienes, hija querida,    qué tienes, hija del alma?
     --Hizo de mí lo que quiso,    hasta escupirme en la cara,
  20   hasta tratarme de lomia,    hija de madre mundana.
     --No llores, hija querida,    no llores, hija del alma,
  22   que antes de que salga el sol    estarás con él casada.
     --No lo quiera Dios del cielo    ni la Virgen soberana,
  24   que por ser hijos de reyes,    casen hermano y hermana;
     primero me meto monja    n`el convento ` Santa Clara.--

En uno de los textos mss. figuran tachadas las variantes: -5a duques y grandes de E.; -6a y también el rey su padre; -6b fue a v. a l. c.; -7a q. t. hijo querido; -11a p. l. s. del temor; -11b fue allá l. A.; -13a e. p. del hermano; -13b se tiró l. d. l. c.; -14a y hasta llamarla de (~ que la llamó) l.; -16b volvió la l. A.; -20a y después me llamó l.
Nota: La recitadora es "natural y vecina de Oviedo; consultado con ancianas de más de ochenta años, que afirman que es muy antiguo"; dos textos mss. originales de letra de B. Acevedo.

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0140:105 Tamar (á-a)            (ficha no.: 8140)

Versión de Camango (parr. Collera, ay. Ribadesella, p.j. Cangas de Onís, Asturias, España).   Recitada por Rosario Collera. Recogida por Silvestre Frade, 16/02/1885 (Archivo: AMP; Colec.: S. Frade (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  039 hemist.  Música registrada.

     Un rey tenía una hija    muy querida y muy amada.
  2   Pídenla duques y condes    y a todos los despachaba.
     De ella se enamoró    un hermano que había en casa;
  4   para haber de gozar de ella    hízose malo en la cama.
     --¿Qué comerás, hijo mío,    una pollita guisada?
  6   --Sí la comeré, mi padre,    que me la guise Altamara.
     Altamara me la guise,    Altamara me la traiga,
  8   Altamara venga sola,    nadie venga a acompañarla.--
     Por los palacios del rey    sube la linda Altamara
  10   con los cabellos peinados    que le llegan a la espalda.
     --Aquí te traigo, mi hermano,    una pollita guisada.--
  12   Y cogiera la pollita,    la tiró por la ventana.
     Hizo de ella lo que quiso    y escupiérala en la cara.
  14   Por los palacios del rey    baja la linda Altamara
     dando voces a su padre    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  16   --¿Qué tienes, hija querida,    qué tienes, hija galana?
     --Que el pícaro de mi hermano    el mi honor me quitara.--
  18   El rey su padre subió    al cuarto donde él estaba;
     le cortara la cabeza    y se la entregó a Altamara.
  20   --Venganza quería, mi padre,    pero no quería tanta.--

Notas: Remitida a J. Menéndez Pidal (original ms. de letra de S. Frade). El colector indica omisión de versos tras -4, -8, -10 y -12.

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0140:107 Tamar (á-a)            (ficha no.: 8345)

Versión de Sisterna (parr. Santa María de Sisterna, ay. Ibias, p.j. Cangas del Narcea, ant. Cangas de Tineo, Asturias, España).   Recitada por Belarmina Sal González (95a en 2003). Recogida por Roberto Gavela Sal, 00/08/2003 (Colec.: Gavela Sal). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto © R. Gavela Sal. Reproducida con permiso del recolector. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  052 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    más hermoso que la plata,
  2   que a la edad de quince años    se enamoró de su hermana.
     Como no podía ser    cayó muy malito en cama
  4   con dolores de cabeza    y calentura muy mala.
     Su padre subió a verlo    un día por la mañana:
  6   --¿Cómo te va, hijo mío?,    ¿qué tienes, hijo del alma?
     --Tengo una calenturita    que me ha arrebatado el alma.
  8   --¿Quieres que te mate un ave    de las mejores de casa?
     --No quiero que mate un ave,    ni que usted me traiga nada,
  10   quiero una taza de caldo    que me lo suba mi hermana
     y que lo suba ella sola,    que no suba acompañada,
  12   que si acompañada sube    soy capaz de rechazarla.--
     Por la escalenta arriba    sube la hermosita dama,
  14   n` una mano sube el pan,    n` otra sube plato y taza.
     Cuando se abrió la puerta    él se tiró de la cama.
  16   --Por Dios te lo pido, hermano,    por la Virgen soberana
     por Dios te lo pido, hermano,    mira que yo soy tu hermana.
  18   --Si sos mi hermana, que seas,    no haber nacido tan guapa.--
     La agarró por la cintura    y en su cama la acostaba;
  20   hizo de ella lo que quiso    y hasta la escupió en la cara.
     A eso de los cinco meses    la niña se encuentra mala,
  22   la llevan a los doctores,    los mejorcitos de España;
     unos le miran al pulso,    otros le miran la cara
  24   y el mejorcito de todos dice:    --Su hija está embarazada.--
     A eso de los nueve meses    un hijo había en casa
  26   y de nombre le pusieron    "Hijo de hermano y hermana".

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0140:20 Tamar (á-a)            (ficha no.: 472)

Versión de Mingorría (Ávila, España).   Recitada por Maruja Peña. Recogida en San Miguel de Bernuy por Ana Beltrán, Raquel Calvo, J. Antonio Cid y Olimpia Martínez, 10/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 4.10-7.1/B-11). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  048 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    más hermoso que la plata
  2   y en la edad de quince años    se enamoró de su hermana.
     Como no podía ser,    cayó malito en la cama
  4   con dolores de cabeza    y calenturitas malas.
     Y subió su padre a verle:    --¿Qué te pasa, hijo del alma?
  6   --Que tengo unas calenturas    que me arrebatan el alma.
     --¿Si quieres que mate un ave    de esos que vuelan por casa?
  8   --No quiero que mates un ave    ni quiero que mates nada,
     que quiero una taza `e caldo    que me la suba mi hermana.--
  10   Como era tiempo verano,    la niña subió en enaguas
     y al subir por la escalera    los muertos resucitaba.
  12   --¿Qué tal te encuentras, hermano,    qué tal te encuentras ahora?,
     toma una taza de caldo    por a ver si te mejoras.--
  14   Ella sola se la dio    y en la mano la cogió
     dándola besos y abrazos    como si fuera un traidor.
  16   --¡Quítate por Dios, hermano,    y la Virgen soberana!,
     que en una cuadrilla de hombres    no dirás que soy tu hermana.--
  18   A eso de los cinco meses    la niña se encuentra mala,
     la llevan a los doctores,    los mejorcitos de España;
  20   unos le miran al pulso,    otros le miran la cara
     y el mejorcito de todos dice:    --Su hija está embarazada.--
  22   A eso de los nueve meses    un hijo había en casa
     y de nombre le pusieron    "Hijo de hermano y hermana".

Variante: 18b l. n. se pone m.

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0140:110 Tamar (á-a)            (ficha no.: 8673)

Versión de Villamedianilla (ay. Villamedianilla, p.j. Burgos-3, Burgos, España).   Recitada por Encarnación Plaza (17a). Recogida por Narciso Alonso Cortés, (Archivo: AMP; Colec.: Alonso Cortés, N.). Publicada en Alonso Cortés 1906, pp. 110-111.  036 hemist.  Música registrada.

     Un rey tenía un hijo    que era príncipe de España.
  2   De Altamar se enamoró,    de Altamar, su linda hermana.
     Tanto le venció el amor    que cayó enfermo en la cama,
  4   y su padre le visita    tres veces a la semana.
     --¿Qué dolor tienes tú, hijo,    qué dolor el que te mata?
  6   --Dolor de cabeza, padre,    y una calentura falsa.
     --Dicen que para los reyes    no hay cosa más regalada
  8   que el alón de un palomino    y la pechuga de una pava.
     --Altamar que me lo guise    y Altamar que me lo traiga,
  10   Altamar que venga sola,    que no venga acompañada.--
     Por aquella sala de oro    la linda Altamar entraba,
  12   vestida de raso azul    desde los pies a la cara.
     --No digas nada, Altamar,    Altamar, no digas nada,
  14   que si tú tienes un hijo    será príncipe de España.--
     La ha cogido los platos    y al corral se los tiraba;
  16   ella contra él se rebela    dándole de puñaladas.
     La cabeza le cortó    y a los perros se la echaba;
  18   los perros no la comían    porque era carne cristiana.

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0140:89 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6364)

Versión de Arroyo de la Luz, ant. Arroyo del Puerco (ay. Arroyo de la Luz, ant. Arroyo del Puerco, p.j. Cáceres, ant. Montánchez, Cáceres, España).   Recitada por Manuel Collado (64a). Recogida en San Satvador de Cantamuda (PA) por J. Antonio Cid, Flor Salazar, y Ana Valenciano, 12/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Redondo-San Fetices` A16). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:23, p. 216.  023 hemist.  Música no registrada.

     El rey moro tenía un hijo    más hermoso que la plata,
  2   que de edad de quince años    se enamoró de su hermana.
     Viendo que no podía ser,    cayó malito en la cama
  4   con dolores de cabeza    y calenturilla mala.
     Y asubió la madre a verlo:    --¿Qué tienes, hijo del alma?
  6   --Tengo una calenturilla    que ha arrebatado mi alma.
     --Dile que te mate un ave    de los que vuelan en casa.
  8   --No quiero que mate el ave,    ni quiero que lo maltrate;
     quiero una taza de caldo    que me la suba mi hermana.--
  10   Como era en tiempo verano    ha subido en saya blanca.
     Al ver la taza de caldo    el muerto resucitaba.
  12   Al ver que no pudo ser    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Variantes: -2a a la flor de; -3a en ver que no podo ser sic.
Notas: -5a asubió sic; -7 sic. Al cantar se repite ##y olé## después del primer hemistiquio de los versos pares; el cantor terminó la versión diciendo: ##ya me voy pa atrás##. El recitador había acudido a almorzar a San Salvador para cerrar un trato de alquiler de pastos, ya que bajaba desde el año 1939 con el ganado.

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0140:48 Tamar (á-a)            (ficha no.: 3002)

Versión de Arcos de la Frontera (ay. Arcos de la Frontera, p.j. Arcos de la Frontera, Cádiz, España).   Recitada por José Mª Capote Benot (39a) y Josefa Benot Moreno (82a). Recogida por Virtudes Atero Burgos y Pedro Piñero Ramírez, 00/09/1982 publicada en Piñero-Atero 1986a, R-Arcos de la Frontera, nº 1.1.1.  030 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tarquino se llamaba,
  2   dijo que quería ser novio    de su propia hermana;
     viendo que no podía ser,    cayó malito en la cama
  4   con unas calenturitas    que le traspasan el alma.
     Su padre ha subido a verlo    un domingo de mañana:
  6   --¿Qué tienes, hijo Tarquino,    qué tienes, hijo del alma?
     --Tengo unas calenturitas    que me traspasan el alma.
  8   --¿Quieres que te mate un ave    de esas que vuelan por casa?.
     --Sí padre mío, que quiero    que me lo traiga mi hermana.--
  10   Como era en el verano    subió en enagüitas blancas.
     --Hermano mío, Tarquino,    hermano mío del alma,
  12   toma esta taza de caldo    que el rey padre te la manda.--
     La cogió por el cabello,    la tiró sobre la cama,
  14   con una cintita verde    los ojitos le vendaba,
     con una cintita blanca    la boquita le tapaba.

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0140:49 Tamar (á-a)            (ficha no.: 3003)

Versión de Arcos de la Frontera (ay. Arcos de la Frontera, p.j. Arcos de la Frontera, Cádiz, España).   Recitada por Josefa García Barrera (40a) y Remedios Perdigones (62a) y Rafaela García Barrera (50a) y Josefa Oliva (59a) y Amelia Sena (56a). Recogida por Virtudes Atero Burgos y Pedro Piñero Ramírez, 00/10/1982 publicada en Piñero-Atero 1986a, R-Arcos de la Frontera, nº 1.1.2.  044 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tarquino se llamaba.
  2   Tarquino quería ser novio    de su propia hermana;
     viendo que no pudo ser,    cayó malito en la cama
  4   con unas calenturitas    que le traspasaba el alma.
     Subieron sus padre(s)    a verlo un domingo de mañana:
  6   ¿Qué tienes, hijo Tarquino,    qué tienes, hijo del alma?
     --Padre, unas calenturitas    que me traspasaba el alma.
  8   --¿Quieres que te mate un ave    de esas que vuelan por casa?
     --Padre, mátemelo usted,    que me lo traiga mi hermana.
  10   --Como era en el verano    la mandó enagüitas blancas.
     La cogió sobre la mano    y la echó sobre la cama;
  12   allí hizo lo que quiso    y lo que le dió la gana.
     Estando un día comiendo    el padre que la miraba:
  14   --Padre, ¿qué me mira usted?.    --Hija, no te mire nada;
     que te se alza el vestido    como una mujer casada
  16   --Padre, no tengo na de eso,    pero me encuentro muy mala.--
     Llamaron a los doctores    lo mejor que había en España;
  18   una le tomaba el pulse,    otro le mira la cara
     y el pequeñito dice:    --La niña está embarazada.--
  20   La encerraron en un cuarto    donde cosía y bordaba.
     A eso de los nuevos mesas    tuvo la niña una dalia
  22   y por nombre le pusieron    «Hijo de hermano y hermana».

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0140:50 Tamar (á-a)            (ficha no.: 3004)

Versión de Arcos de la Frontera (ay. Arcos de la Frontera, p.j. Arcos de la Frontera, Cádiz, España).   Recitada por Pepa Gil Benot (55a). Recogida por Virtudes Atero Burgos y Pedro Piñero Ramírez, 00/11/1982 publicada en Piñero-Atero 1986a, R-Arcos de la Frontera, nº 1.1.3.  042 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tarquino se llamaba,
  2   hijo que quería ser    novio de su propia hermana;
     viendo que no podía ser,    malito cayó en la cama
  4   con una calenturita    que el alma le atravesaba.
     Su padre ha subido a verlo    un domingo de mañana:
  6   --¿Qué tienes, hijo Tarquino,    qué tienes, hijo del alma?
     --Tengo unas calenturitas    que el corazón me traspasan.
  8   --¿Quieres que te mate un ave    de esas que vuelan par case?
     --Sí, padre mío, que quiero,    que me la traiga mi hermana.--
  10   Como era en el verano subió    en enagüita blanca
     con una taza de caldo    que a un muerto resucitaba
  12   --Hermano mío Tarquino,    hermano mío del alma,
     toma esta taza de caldo    que el rey padre te la manda.
  14   --No quiero taza de caldo,    yo lo que quiero es tu alma,
     y ahora quiero que te sientes    aquí juntito a mi cama.
  16   --La cogió par el cabello,    la tiró sobre la cama,
     con un pañuelito blanca    la boquita le tapaba,
  18   con una cintita verde    los ojitos le vendaba.
     Estando un día en la puerta    su padre que la miraba:
  20   --Padre, ¿qué me mira usted?    --Hija, no te miro nada;
     que se te levanta el traje    como a una recién casada.

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0140:51 Tamar (á-a)            (ficha no.: 3153)

Versión de San Pablo de Buceite (ay. Jimena de la Frontera, p.j. San Roque, comc. Campo de Gibraltar, Cádiz, España).   Recitada por José Álvares. Recogida por Rosa María Gil Corbacho, publicada en Ruiz Fernández 1995b, La tradición oral del Campo de Gibraltar, nº I. 26.  020 hemist.  Música registrada.

     Un rey moro tenía un hijo    que Tarquino se llamaba,
  2   cuando era mayorcito,    se enamoró de su hermana.
     Viendo que no podía ser,    cayó enfermito en la cama.
  4   --Hijo, ¿qué te comerías    con apetito y con ganas?. -
     -Yo me comería un ave    de esos que vuelan por casa,
  6   y cuando ya esté guisado,    que me lo suba mi hermana.--
     Como era veranito,    subía en enaguas blancas;
  8   la ha cogido de la mano    y la ha tirado a la cama.
     A los nueves meses justos    tuvo un nene, una monada,
  10   y por nombre le pusieron    "hijo de hermano y hermana".

Nota: Rosa María Gil Corbacho fue alumna del Colegio Cristo Rey

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0140:58 Tamar (á-a)            (ficha no.: 9544)

Versión de Tarifa (p.j. Algeciras, Cádiz, España).   Recogida por Francisco Vegara Giménez, 05/05/1987 (Archivo: ASFG; Colec.: Fraile Gil, J. M.). Publicada en Fraile Gil Rom-Panhisp.-2 2010+2CD, cd 2, corte nº 83, texto nº VII.B.3, p. 164-165. © Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor.  036 hemist.   Música registrada   (MP3 30 sec. clip). Versión completa (streaming media).

     El rey moro tenía un hijo    que Tarquino se llamaba
  2   y estando por artas mares    ze enamoró de su hermana,
     y como no pudo ser    cayó malito en la cama,
  4   y subió su padre a verlo:    --¿Qué te paza, hijo del arma?
     --Que m`ha dao una calentura    que m` ha traspasado l` arma.
  6   --¿Quieres que te mate un ave    de esos que andan por casa?
     --Mátemelo usté, papá,    y lo manda con mi `rmana,
  8   y que venga ella sólita    y no venga acompañada.--
     Como era n` er verano    subió en nagüitas blancas,
  10   desde que la vio venir    como un león se l` avanza;
     y ella, llorando, decía:    --¡Déjame, que soy tu` rmana!
  12   -Si eres mi` rmana [o] no eres    (y) a mí no m` importa nada.
     ¿Para qué has nacido tú,    (y) una morena tan guapa?--
  14   Y estando un día en la mesa    er padre que la miraba.
     --¿Qué te pasa, hija del arma?    --Papá, no me pasa nada;
  16   que m` ha dao una calentura    como una mujer casada.--
     Por allá se ve Tarquino    con una cuna de plata
  18   y en los pañales decía:    hijo de hermano y hermana.
     ¡Aguanta `l lugar ahí! ¡Larga, larga...!

Nota: Se repiten todos los hemistiquios. Al acabar el canto que sincroniza los movimientos de los almadraberos, su patron sigue orchestando su actividad: "Aguanta `l lugar… etc. {I8Título y nota del editor: El seductor de su hermana Amnón y Tamar. Cedida amablemente por Francisco Vegara Jiménez.

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0140:60 Tamar (á-a)            (ficha no.: 5364)

Versión de Aradillos (ay. Campoo de Enmedio, p.j. Reinosa, ant. Cabuérniga, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. II (nº 4), pp. 27-28.  054 hemist.  Música registrada.

     Un hijo tenía el rey    que don Flores se llamaba;
  2   este tal se enamoró    de Altamar, su propia hermana.
     Tanto le rindió el amor    que cayó malo en la cama.
  4   Iban señores a verle    y entre ellos iba su padre.
     --¿Tú qué tienes, hijo mío,    que estabas malo en la cama?
  6   --Unas calenturas, padre,    ay, que me arrancan el alma.
     --Tú qué quieres comer, hijo,    de qué tú tenías gana?
  8   --Ay, de una pollita, padre,    de una pollita guisada.
     --Altamar que te la guise,    María que te la traiga.
  10   --Si no la trae Altamar,    yo, padre, no quiero nada.--
     Por los palacios del rey    bajaba la linda dama,
  12   con el plato en una mano    y en la otra la toalla.
     --¿Tú qué tienes, hermanito,    que estás malito en la cama?
  14   --Los tus amores, hermana,    me tienen malo en la cama.
     --Los mis amores, hermano,    a ti ¿qué pena te daban?--
  16   La agarró de la muñeca,    la tumbó sobre la cama;
     la puso un puñal al pecho    para que no diga nada;
  18   una pelota en lo boca    para que no diga palabra.
     Por los palacios del rey    subía la linda dama,
  20   torciendo anillos de oro,    rompiendo anillos de plata.
     Díjole el rey, su padre,    de la silla donde estaba:
  22   --¿Tú qué tienes, hija mía,    que tanto te amargurabas?
     --El pícaro de mi hermano,    mala enfermedad le caiga,
  24   me ha quitado de ser monja,    me ha quitado de ser casada,
     me ha quitado la mejor joya    que en el mi jardín estaba.
  26   --No te dé pena, hija mía,    que en Roma dispensa el Papa;
     te casarás con tu hermano    y serás reina de España.--

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0140:61 Tamar (á-a)            (ficha no.: 5365)

Versión de Roiz (ay. Valdáliga, p.j. San Vicente de la Barquera, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. II (nº 5), p. 29.  024 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    más hermoso que las playas
  2   y a la edad de quince años    se enamoró de su hermana,
     y al ver que no podía ser    cayó enfermito en la cama.
  4   Su padre subió a verle    como siempre acostumbraba.
     --¿Qué tienes hijo del alma,    que estás malito en la cama?
  6   ¿Quieres que te mate un ave    de esas que vuelan por casa?
     --No quiero que mate un ave    de esas que vuelan por casa,
  8   quiero una taza de caldo,    que me la suba mi hermana,
     quiero que suba sola    que no suba acompañada,
  10   que si sube acompañada    de un rayo será estrozada.--
     Su hermana no subió sola    que subió con cuatro damas,
  12   y al subir por la escalera,    la niña carbonizada.

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0140:62 Tamar (á-a)            (ficha no.: 5366)

Versión de Los Corrales de Buelna (ay. Los Corrales de Buelna, p.j. Torrelavega, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. II (nº 6), pp. 29-30.  052 hemist.  Música registrada.

     Se paseaba Ultramara    por la sala Ultramarina;
  2   derechita como un pino,    relumbra como una espada.
     La piden duques y condes,    caballeros de Granada;
  4   hasta un hermanito suyo    ha tratado de gozarla,
     y viendo que no podía,    muy malo cayó en la cama.
  6   Su madre, que lo ha sabido,    por la escalera bajaba:
     --Qué tienes, Miguel Alonso,    qué tienes que estás en cama.
  8   --Tengo calentura lenta    que me está arrancando el alma.
     --De las cosas de este mundo    dime lo que te gustara,
  10   si te gustara una polla,    que Ultramara te la traiga.
     --Si me la trae Ultramara,    que no venga con compaña.--
  12   Iba la niña Ultramara    por la sala Ultramarina,
     derechita como un pino,    relumbra como una espada.
  14   Lleva la polla en la mano    y en el hombro la toalla,
     en la manita derecha    una jarrita con agua.
  16   --¿Qué tienes, Miguel Alonso,    qué tienes que estás en cama?
     --El mal que yo tengo, niña,    entre los tus ojos anda.
  18   --Si entre los mis ojos anda    que no salgas de esa cama.--
     Se echa de la cama abajo    como un toro cuando brama;
  20   hizo lo que quiso de ella,    hasta la escupió en la cara.
     La niña con estas cosas,    muy mala cayó en la cama.
  22   Su madre que lo ha sabido,    por la escalera bajaba:
     --¿Qué tienes Ultramarina,    qué tiene la mi Ultramara?
  24   --De las cosas de este mundo    mire lo que me pasara.
     Más quiero morir con honra,    que no vivir deshonrada,
  26   que las niñas de mi tiempo    me llamen mujer mundana.--

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0140:63 Tamar (á-a+pareados)            (ficha no.: 5367)

Versión de Lloreda (ay. Santa María de Cayón, p.j. Santander, ant. Villacarriedo, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. II (nº 7), pp. 30-31.  044 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    de guapo más que la plata,
  2   que a la edad de quince años    se enamoró de su hermana,
     y al ver que no podía ser    cayó malito en la cama,
  4   con un dolor de cabeza    y una calentura mala.
     Ya sube su padre a verle    a la sala donde estaba.
  6   --¿Qué tienes, hijo querido    qué tienes, hijo del alma?
     --Tengo un dolor de cabeza    y una calentura mala.
  8   --Te mataremos un ave    de las mejores que haya.
     --Padre, yo no quiero ave,    ni tampoco quiero nada,
  10   quiero una taza de caldo    que me la suba mi hermana,
     que suba sola solita,    que no suba acompañada,
  12   que si acompañada sube    soy capaz de devorarla.--
     Ya sube por la escalera    con un traje de verano,
  14   y el muerto, que muerto estaba,    ya había resucitado.
     La coge por la cintura    la echa sobre la cama,
  16   y allí pasa mil fatigas    hasta escupirla en la cara.
     --Si eres hermano no sé    si lo eres de verdad.
  18   En una reunión de mozos    por ti me dejé pegar.
     --Si te duele la cabeza    arrímala a mi cintura,
  20   que tiene una hierba buena    que todos los males cura.
     --Si te duele la cabeza    arrímala a mi pañuelo,
  22   que se llama quita penas    y yo me llamo Consuelo.--

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0140:77 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6352)

Versión de Salceda (ay. Polaciones, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Potes, Cantabria, España).   Recitada por Susana Freisolí Prellezo (unos 55a). Recogida por J. Antonio Cid, Thomas Lewis, Madeline Sutherland y Jane Yokoyama, 10/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Salceda-Belmonte`B3). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:4, pp. 203-204.  028 hemist.  Música no registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tranquilo se llamaba,
  2   y estando un día de paseo    se enamoró de su hermana.
     Y desque no pudo lograda    cayó malito en la cama.
  4   Y subió su madre a verle:    --¿Qué tienes, hijo del alma?
     ¿Quieres que te matemos un ave    de los que vuelan en casa?
  6   --Máteme lo que usted quiera,    que me lo suba mi hermana,
     y que me lo suba sola,    que no suba acompañada.--
  8   Al abrir la puerta `el cuarto,    se tiró de la cama,
     y la cogió de un brazado    y la echó sobre la cama.
  10   --Tranquilo, ¿qué vas a hacer?    Mira que yo soy tu hermana.
     --Si eres mi hermana que seas,    no haber nacido tan guapa.--
  12   Y al cabo los nueve meses    cayó malita en la cama.
     Llamaron siete doctores,    los mejores que hay en España.
  14   Se miran unos a otros:    --Esta niña está embarazada.--

Variantes: -2a diendo; -8a entrar por; -13b de;; -14b n. sí que es guapa.
Nota: Susana, quien recita enfrente de su casa (del s. XVIII), recuerda que la hermana se queja al padre y el hermano es castigado.

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0140:78 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6353)

Versión de Valdeprado (ay. Pesaguero, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Potes, Cantabria, España).   Recitada por Felipa Caloca (79a). Recogida por Diego Catalán, José Manuel Cela, Paloma Montero y Flor Salazar, 10/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Uznayo-Portitto` A16). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:7, p. 205.  021 hemist.  Música no registrada.

     El rey moro tiene un hijo    que Tranquilo se llamaba;
  2   y tenía una hija    que era más de guapa.
     Y un día, estando a la mesa,    con el pie la picaba.
  4   --Estáte quieto, Tranquilo,    no me sofoques más.--
     La ha cogido con los brazos,    en la habitación la llevaba.
  6   --Tranquilo, mira lo que haces,    mira que yo soy tu hermana.
     --Si eres hermana, que seas,    no haber nacido tan guapa.--
  8   A eso de los cinco meses,    la niña estaba muy mala.
     La visitan tres dotores    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  10   y el más pequeñito de ellos    dice que está embarazada.
     A eso de los nueve meses    la niña . . . . . . . . .

Notas: 1, 3, 4a los cantó después; evidentemente inventa el 2; lo omite al cantar; -3 al recitarlo había dicho: Un día estando comiendo / la picaba con el pie; -4 al cantar dijo: Déjame tú, Tranquilo; En el -11 dijo: ##Lo que voy a decir no está bien.## Felipa es hija de Plácida, quien fue entrevistada en 1948 por Diego Catalán.

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0140:108 Tamar (á-a)            (ficha no.: 8392)

Versión de Caloca (ay. Pesaguero, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Potes, Cantabria, España).   Recitada por Ángeles Vejo Gutiérrez (74a). Recogida en Santander por José Manuel Fraile Gil, Dolores Caloca Puente, y Marcos León Fernández, 07/04/2006 (Archivo: ASFG; Colec.: Fraile Gil, J. M.). Publicada en Fraile Gil 2006 MC7/CD, corte 4. © Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor y Petersen-Web 2007. Texto.  038 hemist.   Música registrada   (MP3 30 sec. clip). Versión completa (streaming media).

     El rey moro tenía un hijo    que era príncipe de España
  2   y se había enamorado    de su hermanita Altamara;
     de tanto amor que la tuvo    cayó malito en la cama.
  4   Su padre iba a visitarle    dos veces a la semana.
     --Dime qué te pasa, hijo,    qué enfermedad te acompaña.
  6   --Dolor de cabeza, padre,    y una calentura ingrata.
     --¿Qué te daría, hijo mío,    que a ti ese mal te aliviara?
  8   --El ala de un palomino,    la pechuga de una pava.
     Altamara me lo guise,    Altamara me lo traiga,
  10   Altamara venga sola,    que no venga acompañada.--
     La cogió por las muñecas,    la tiró encima la cama,
  12   la puso un puñal al pecho    por que palabra no hablara.
     Dando gritos de dolor    huía desesperada.
  14   Su padre que así la vió    le decía estas palabras:
     --No llores ni tengas pena,    hija, no llores por nada,
  16   que si traes un varón    será príncipe en España
     y si traes una hembra    monja será en Santa Clara.
  18   --Vaya palabra de un padre    para una hija humillada.--
     Y con el mismo puñal    la vida allí se quitaba.

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0140:25 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1050)

Versión de Candín (ay. Candín, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Ancares, León, España).   Recitada por Jesús Salgado (65a). Recogida por Diego Catalán, J. Antonio Cid, Flor Salazar y Ana Valenciano, 18/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Candín-Trascasatro-B` A2). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:16, p. 211 y TOL II 1991, p. 59.  034 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tiene un hijo    que Tranquilo se llamaba,
  2   desde la edad de quince años    se enamoró de su hermana.
     Y, al no poderla lograr,    malito se cayó en cama,
  4   de un delor de costados    y una calentura mala.
     --Te mataremos un ave    de las que vuelan por casa.
  6   --Máteme usted la que quiera,    que me la suba mi hermana,
     y que suba ella sola,    que no suba acompañada,
  8   que, si acompañada sube,    soy capaz de degollarla.--
     Como era en tiempo de verano,    se la subió en `nagua clara.
  10   La agarró por la cintura    y en su cama la tumbara;
     hizo de ella lo que quiso    y hasta escupirla en la cara.
  12   --Mira, hermano, lo que haces,    mira que yo soy tu hermana.
     --Si eres hermana que seas,    no haber nacido tan guapa.--
  14   Y al cabo ` los siete meses    salió con la barriga hinchada.
     Llamaron cuatro doctores,    los mejores de La Habana,
  16   y uno le atenta el pulso    y otro le mira la cara
     y los otros dos le dicen:    --Esta neña está preñada.

Nota: Al cantar se repite dos veces cada hemistiquio.

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0140:26 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1051)

Versión de Tejeira (ay. Villafranca del Bierzo, ant. Paradaseca, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Burbia, León, España).   Recitada por Bárbara Poncelas (69a). Recogida por Julio Camarena, 15/08/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Camarena, J.; cinta: 22A-196). Publicada en TOL II 1991, p. 60.  038 hemist.  Música registrada.

     Por las calles de Madrid    se pasea María Blanca,
  2   con dos hijas por la mano,    Delgadina y Altamara;
     también tenía un hijo,    que él Salón se llamaba,
  4   y el pícaro de Salón    s`ha enamorao de su hermana,
     y, por la gozar mejor,    hízose malito en cama.
  6   --¿Qué comieras, hijo mío,    qué comieras, qué eu te haga?
     --¿Qué comería, madre?,    la pechuga de una pava;
  8   que Altamara me la guise,    que Altamara me la traiga.--
     --No voy sola, la mi madre,    no voy sola sin compaña.
  10   --Lleva a Delgadina,    llévala en tu compaña.--
     En el medio `e la escalera    la luz se les apagara.
  12   --Vuelve, Delgadina, vuelve    [vuelve] a encender la casa.--
     Por muy pronto que llegara,    ya Altamara no estaba.
  14   --¡Rayos te partian, Salón,    e non che partian a alma!,
     que a sangre que hay eiquí    es de mi hermana Altamara.
  16   --No Delgadina, non,    que a mandein ó río á agua.--
     Y estando en estas razones,    todo el cuarto asulagara,
  18   si no fuera un rinconcito    donde Altamara estaba.
     ¡Válgame Nuestra Señora    y la Virgen Soberana!

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0140:27 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1052)

Versión de Oencia (ay. Oencia, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Selmo, León, España).   Recitada por Maruja Terrado Ferreiro (40a) y Rosa Ferreiro. Recogida por Pilar Aragón, Aurelio González, Victoria Raboso, Blanca Urgell y Ana Valenciano, 18/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NOROESTE 82; cinta: 3.18-7.1/A-04). Publicada en TOL II 1991, pp. 60-61.  034 hemist.  Música registrada.

     Tres hijos tenía el rey,    todos tres como una plata,
  2   el más chiquitino de ellos    se enamoró de una hermana.
     Con las ansias y el amor    cayó malito en cama.
  4   Su papá lo iba a ver,    su mamá lo visitaba.
     --¿Qué haces ahí, hermanito,    malito en esa cama?
  6   --Por tus amores, traidora,    estoy malito en cama.
     --Mis amores, hermano,    para ti no valen nada.
  8   --Que lo valgan, que no lo valgan,    de aquí vas a salir deshonrada.--
     Sacó sus manos blancas    y la acostó en la cama.
  10   --¡Bajái, demonios, bajái,    lleváilo con cuerpo y alma!--
     Unos entran por puerta    y otros entran por ventanas,
  12   unos cogen con el cuerpo    y otros cogen con el alma.
     --¡Ay, Santa Ana de mi vida,    ay, Santa Ana de mi alma,
  14   ay, Santa Ana de mi vida,    defiendes a tu palabra,
     que te has de meter monja    n`el convento `e Santa Clara!
  16   --¿Cómo me he de meter monja    n`el convento `e Santa Clara
     si ese ladrón de ese hermano    me robó mi honra y fama?

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0140:28 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1053)

Versión de Peranzanes (ay. Peranzanes, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Fornela, León, España).   Recitada por María Ramón (59a). Recogida por J. Antonio Cid, Bárbara Fernández, Margarita Pazmany y Ana Valenciano, 05/09/1979 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 79; cinta: 1.25-9.1/A-03 y 1.25-9.2/B-03). Publicada en TOL II 1991, pp. 61-62.  062 hemist.  Música registrada.

     En las calles de Madrid,    junto a los caños del agua,
  2   allí habita un caballero    que don Grabiel le llamaban,
     y él s`hiciera muy malito,    muy malito se hizo en cama,
  4   y él s`hiciera muy malito,    por gozar de una su hermana.
     --¿Comerías una perita,    comerías una manzana?
  6   --Ni comiera una perita,    ni tampoco una manzana,
     yo comiera un guisadito,    si Isabel me lo guisara;
  8   si me lo viene a traer,    que no venga acompañada,
     que el ruïdo de la gente    la cabeza me atronara.--
  10   Por las calles de Madrid    la linda Isabel pasaba,
     con el guisado en la mano    que la vista al sol quitaba;
  12   siete vueltas dio al palacio    sin haber hallado entrada,
     de las siete pa las ocho    se asomara a una ventana.
  14   --Ven acá, perra traidora,    ven acá, perra gudiana,
     de los males que yo tengo,    tú has de ser mi cerujana.
  16   --No lo quiera Dios del cielo,    ni mi madrina Santa Ana,
     yo ser hija de un rey padre,    de mis hermanas madrastra.--
  18   La agarrara por el pelo,    por la habitación la arrastra,
     hizo lo que quiso de ella    y hasta escupirla en la cara.
  20   Por las calles de Madrid    la linda Isabel pasaba,
     torciendo sus manos blancas    y anillos de oro quebraba.
  22   Bien la viera el rey su padre    en altas torres donde estaba:
     --O don Grabiel se había muerto,    o muy malo queda en cama.
  24   --Ni don Grabiel se había muerto,    ni muy malo queda en cama,
     que su sangre y la mía    ya queda remesturada.
  26   --Calla hija, calla hija,    no digas la tal palabra,
     que si los grandes lo saben,    hija, no serás casada.
  28   --Casadita, no, por cierto,    monja, monja en Santa Clara.--
     El lunes se metió monja    y el martes ya la enterraran.
     ¡Válganos Nuestra Señora,    la bendita encoronada,
     válganos Nuestra Señora,    y mi madrina Santa Ana!

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0140:29 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1054)

Versión de San Pedro Mallo (ay. Toreno, p.j. Ponferrada, comc. Toreno, León, España).   Recitada por Obdulia Blanco (69a). Recogida por Luis Gómez Nuño, Aurelio González, Francisco Ribero y Madeline Sutherland, 02/07/1980 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 80; cinta: 3.2-7.2/B-04). Publicada en TOL II 1991, pp. 62-63.  056 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    más hermoso que la plata,
  2   de la edad de quince años    se enamoró de su hermana.
     Viendo que no podía ser,    malito cayó en la cama,
  4   con dolor de corazón    y calentura muy mala.
     Su padre subió a verlo    un día por la mañana.
  6   --¿Cómo te va, hijo mío,    cómo te va n`esa cama?,
     ¿quieres que te mate un ave    de las mejores de casa?
  8   --No quiero que mate un ave,    ni que usted me traiga nada,
     tan sólo quiero un caldo,    que me lo suba mi hermana,
  10   y que suba ella sola,    que no suba acompañada.--
     Por la escalerita arriba    sube la hermosita dama,
  12   n`una mano sube el pan,    n`otra sube plato y taza.
     --¿Cómo te va, hermanito,    cómo te va en esa cama?
  14   --¡Cómo me ha de ir bien,    si tu hermosura me mata!
     --Que mate, que no te mate,    para tí no ha de ser nada.--
  16   La agarró por el cabello    y la subió a la cama;
     hizo lo que quiso de ella,    hasta escupirle en la cara.
  18   Por la escalerita arriba    baja la hermosita dama;
     en el medio ` la escalera    con su padre encontrara.
  20   --¿Cómo queda ese hijo,    cómo queda en esa cama?
     --Ese hijo queda bien,    pero yo bajo anojada.
  22   --Si ese hijo queda bien,    tus anojos luego pasan.
     --Bajái demonios, bajái,    y sacáilo de esa cama.--
  24   No termina de decirle,    cuando la cama rodearan;
     unos cargan con el cuerpo,    otros cargan con el alma;
  26   el cura iba detrás,    cantándole: --¡Vaya, vaya,
     vaya, vaya al infierno,    al infierno vaya, vaya!--
  28   Eso es lo que le pasó    por abusar de su hermana.

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0140:30 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1055)

Versión de Sotillo de Cabrera (ay. Benuza, p.j. Ponferrada, comc. Las Cabreras, León, España).   Recitada por Sabina Arias Morayo (55a en 1982). Recogida por Michelle Débax, Javier Ormazábal, Elvira Ramini, Ana Valenciano y Julio Camarena, en dos ocasiones, 17/07/1982+01/11/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NOROESTE 82;Camarena, J.; cinta: 5.17-7.1/B-07;27B/323-383). Publicada en TOL II 1991, p. 63.  048 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tiene un hijo    que Tranquilo le llamaban,
  2   un día estando comiendo    se enamoró de su hermana;
     como no pudo vencerla    se echó malito en la cama.
  4   Subiera su madre arriba,    cosa que nunca olvidara.
     --¿Qué tienes, hijo querido,    qué tienes, hijo del alma?
  6   --Tengo un dolor de cabeza    y unas calenturas malas.
     --¿Quieres que te mate un ave    de las que vuelan por casa?
  8   --Yo no quiero ave ninguna,    ni tampoco quiero nada,
     yo quiero una taza `e caldo,    que me la suba mi hermana,
  10   y, si puede venir sola,    que no venga acompañada,
     si viene acompañada,    soy capaz de degollarla.--
  12   Ya subiera su hermana arriba    con una taza de caldo,
     ya subiera su hermana arriba    para dársela a su hermano.
  14   Sacara su mano blanca,    la subiera pa la cama;
     hizo lo que quiso de ella,    hasta escupirle en la cara.
  16   --Vete, puta, onde las otras,    que tú ya vas deshonrada.--
     Al bajar las escaleras,    con su padre se encontrara.
  18   --¿Qué tal queda mi hijo,    qué tal queda en la cama?
     --Tú hijito bueno queda,    pero yo vengo enojada.
  20   --Sólo que mi hijo quede bueno,    por tus enojos no hay nada.
     --¡Vengan los demonios, vengan,    lo lleven en cuerpo y alma!--
  22   La palabra no está dicha,    la sala ya está rodeada;
     unos cargan con el cuerpo    y otros cargan con el alma
  24   y él más chiquitillo de ellos    con la almohada cargaba.

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0140:31 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1056)

Versión de Truchillas (ay. Truchas, p.j. Astorga, comc. Las Cabreras, León, España).   Recitada por Cándida Lordén (60a). Recogida por Ana Beltrán, José Antonio Blanco, Koldo Biguri, Manuel Lozano y Francisco Mendoza Díaz-Maroto, 10/07/1981 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 81; cinta: 2.10-7.3/A-01). Publicada en TOL II 1991, pp. 64-65.  066 hemist.  Música registrada.

     El rey tenía tres hijos,    los tres con capa y espada,
  2   el más chiquitito de ellos    se hizo malito en la cama.
     Fuera su padre a verlo    y un lunes por la mañana.
  4   --¿Qué tal te va, el mi hijo,    qué tal te va en esa cama?
     --Bien mal me va, el mi padre,    mejor pido que me vaiga.
  6   --¿Qué comerías, el mi hijo,    qué comerías que te traiga?
     --Yo comiera un guisadito,    la pechuga de una pava,
  8   a la reina que la guise    y Altamara me la traiga.
     Altamara venga sola    y no venga acompañada,
  10   que me duele la cabeza    de gente que mucho parla.--
     Fuera su madre a verlo    y un lunes por la mañana.
  12   --¿Qué tal te va, el mi hijo,    qué tal te va en esa cama?
     --Bien mal me va, la mi madre,    mejor pido que me vaiga.
  14   --¿Qué comerías, el mi hijo,    qué comieras que te traiga?
     --Yo comiera un guisadito,    la pechuga de una pava,
  16   a la reina que lo guise    y Altamara me lo traiga,
     Altamara venga sola    y no venga acompañada,
  18   que me duele la cabeza    de gente que mucho parla.--
     Fuera su hermana a verlo    un lunes por la mañana.
  20   --¿Qué tal te va, el mi hermano,    qué tal te va en esa cama?
     --Bien mal me va, la mi hermana,    mejor pido que me vaiga,
  22   los tus amores, mi hermana,    me tienen a mí en la cama.
     --Los mis amores, mi hermano,    para tí no valen nada.--
  24   La cogiera por la cintura,    a la cama la echara;
     hizo de ella lo que quiso    y hasta escupirle en la cara.
  26   Altamara daba voces    que hacía retemblar la sala.
     --¿Qué tiene, la hija mía,    qué tiene, Altamara?
  28   --¡Ay, padre del corazón,    qué hija tan desgraciada!,
     si los míos me deshonran,    ¿de quién he de ser honrada?--
  30   Se postrara de rodillas    por donde la luna entrara.
     --Venid, demonios, venid,    y sacarlo de esta cama.--
  32   Cuatro cargan con el cuerpo    y otros cuatro con el alma,
     y otros cuatro con sábanas y colchas    que en su cama quedaban.

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0140:32 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1057)

Versión de Vegapujín (ay. Murias de Paredes, p.j. León, ant. Murias de Paredes, comc. Omaña, León, España).   Recitada por Benedicta García (59a). Recogida por J. Antonio Cid, María José Setefilla Navarro, y Eduardo Siverino, 29/06/1980 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 80; cinta: 8.29-6.2/A-08). Publicada en TOL II 1991, p 65.  044 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tranquilito se llama,
  2   y un día estando cenando    se enamoró de su hermana.
     Subía su padre a verle    dos veces a la semana.
  4   --Es una calenturita,    que me la ha dado mi hermana.
     --¿Quieres que te mate un ave    de las que vuelan por casa?
  6   --No quiero que mate un ave    de las que vuelan por casa,
     quiero una taza de tila,    que me la suba mi hermana,
  8   y que suba ella sola,    que no suba acompañada,
     que si sube acompañada,    soy capaz de devorarla.--
  10   Pronto se abrió la puerta    y él se tiró de la cama.
     --Tranquilo, ¿qué vas a hacer?,    mira que yo soy tu hermana.
  12   --Si sos mi hermana, que seas,    no haber nacido tan guapa.--
     La agarró por la cintura    y en su cama la acostaba;
  14   hizo de ella lo que quiso    y hasta la escupió en la cara.
     Cuando bajaba la niña,    por Tranquilo preguntaban.
  16   --Tranquilo ya queda bien,    pero yo bajo enojada.
     --Si Tranquilo queda bien,    lo de tú, hija, no [ha] `e ser nada.
  18   --Hizo de mí lo que quiso    y hasta me escupió en la cara.
     --A ti te metemos monja    n`el convento Santa Clara,
  20   a él le prendemos fuego    en el medio de la plaza.
     Y aquí termina la historia    y aquí termina el romance,
  22   y aquí termina la historia    de Tranquilito y su hermana.

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0140:33 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1058)

Versión de Láncara (ant. Láncara, ant. Murias de Paredes, comc. Luna, León, España).   Recitada por Regina Álvarez Álvarez (72a). Recogida por Eduardo Martínez Torner, 00/00/1916 (Archivo: AMP; Colec.: Torner, E. M.). Publicada en TOL II 1991, p. 66.  059 hemist.  Música registrada.

     Un rey tenía dos hijos,    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  2   El hijo le llaman Timón    y la hija Altamara.
     El pícaro de Timón    se enamoró de la hermana;
  4   desque gozarla no pudo,    se fingió malito en cama.
     Médicos ni cerujanos    ninguno le recetaba;
  6   lo vesitaba su padre,    lo vesitaba en la cama.
     --¿Tú qué tienes, hijo mío,    hijo mío de mi alma?
  8   --Yo tengo una calentura,    qué otro mal en mí no se halla.
     --¿Qué tomaras, hijo mío,    que tomaras n`esa cama?
  10   --Yo tomara un guisadito    de pechuga de una pava.--
     Fue el padre pa la cocina:    --Aprisa, aprisa, Altamara.--
  12   Lleva el plato en una mano,    y en otra el pan y la jarra.
     Se lo quitó de la mano,    por la sala lo arramaba;
  14   la cogió por un brazo,    pa la cama la tiraba,
     hizo de ella lo que quiso,    hasta escupirle en la cara.
  16   --¡Anda mujer pa las otras,    que ya quedas deshonrada,
     que no diera por tu honra    el casco de una avellana!--
  18   Cinca la rodilla en suelo    y una voz al cielo aclama:
     --Bajái, demonios, bajái,    lleváilo con cuerpo y alma.--
  20   Las palabras ya están dichas,    la sala está arrodiada;
     unos cargan con el cuerpo    y otros cargan con el alma,
  22   y el que no tién que llevar    lleva cama y almohada.
     Da voces al mediodía    y voces por la mañana;
  24   bien lo oyera la su madre    que en altas torres estaba.
     --¿Tú qué tienes, hija mía,    hija mía de mi alma?
  26   ¿tú qué tienes, hija mía?    mi hijo, ¿cómo quedaba?
     --El su hijo bueno queda,    pero yo vengo enojada,
  28   que mi sangre con la suya    toda queda entremezclada.
     --Lo tengo mandar ahorcar    en una horca cristiana.
  30   --Bastante horca tiene ya,    que en los infiernos quedaba.

Nota: Consultar el ms. original en letra de E. M. Torner (en tres folios nos. 591, 592 y 593).

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0140:34 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1059)

Versión de Luyego de Somoza (ay. Luyego, ant. Lucillo, p.j. Astorga, comc. Maragatería, León, España).   Recitada por Matilde Fuentes Botas (83a). Recogida por Koldo Biguri, J. Antonio Cid, Ana Maria Martins y Ana Vian, 11/07/1981 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 81; cinta: 7.17-7.1/A-07). Publicada en TOL II 1991, p. 67.  040 hemist.  Música registrada.

     Dos hijos tenía el rey,    la cosa que él más amaba,
  2   y uno se llama Altamor    y otra la linda Altamara.
     Y el que se llama Altamor    está malito en la cama.
  4   Su padre lo iba a ver,    su madre lo visitaba.
     --¿Qué tienes tú, hijo mío,    qué tienes, bien de mi alma,
  6   si quieres truchas del río    u pechones de una pava?
     --Ni quiero truchas del río    ni pechones de una pava,
  8   que quiero que usted me de    y una perdiz guisada;
     mi madre que me la guise,    mi hermana que me la traiga.
  10   Mi hermana que venga sola,    que no venga acompañada,
     que me duele la cabeza    de la gente que aquí entraba.--
  12   Por las puertas de Altamor    entra la linda Altamara,
     n`una mano la perdiz    y en otra una jarra de agua.
  14   --¿Qué tienes tú, hermano mío,    malito estás en la cama?
     --Los mis males, hermanita,    tus amores me lo causan.
  16   --Los mis amores, hermanito,    para ti no valen nada.--
     Al oír esto su hermanito    se tiró de la cama;
  18   hizo lo que quiso de ella,    hasta escupirle en la cara.
     --¡Bajen justicias del cielo,    que en la tierra ya no se hallan!,
  20   si mi hermano me deshonra,    ¿de quién pienso ser honrada?

Nota: Tiene el estribillo a) ¡Que viva el amor! b) ¡Que viva la gala!.

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0140:35 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1060)

Versión de Tejados (ay. Valderrey, p.j. Astorga, comc. Astorga, León, España).   Recitada por Isabel Otero (75a). Recogida en Astorga (Residencia San Francisco) por Javier Olmos, José Ramón Prieto, Salvador Rebés y Flor Salazar, 15/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 7.15-7.2/A-04). Publicada en TOL II 1991, pp. 67-68.  056 hemist.  Música registrada.

     Dos hijos tenía el rey    que era lo que más amaba,
  2   uno se llama Altamor,    ella se llama Altamara,
     El pícaro de Altamor    se enamoró de su hermana;
  4   y, de amor que le tenía,    cayó malito en la cama.
     --¿Qué comieras, hijo mío,    qué comieras que te traiga?,
  6   ¿tú comieras, hijo mío,    la pechuga de una pava?
     --Si Altamara me la guise,    Altamara me la traiga;
  8   Altamara venga sola,    que no venga acompañada.--
     Por los palacios del rey    iba la linda Altamara,
  10   en una mano lleva el plato,    en otra una jarra de agua.
     --¿Cómo te va, el mi hermano,    cómo te va en esa cama?
  12   --Los tus amores, traidora,    los tus amores, villana.
     --Los mis amores, mi hermano,    para ti no valen nada.--
  14   Hizo de ella lo que quiso    y hasta la escupió en la cara.
     --Márchate de aquí,    márchate, desvergonzada,
  16   que por tu honra no doy    la monda de una manzana.
     --Yo por la tuya tampoco    la monda de una castaña.--
  18   Por los palacios del rey    volvía la linda Altamara,
     restregando [los] sus dedos,    que anillos de oro quebraba.
  20   En el medio del camino    con su padre se encontraba.
     --¿Cómo queda mi hijo,    mi hijo cómo quedaba?
  22   --Su hijo bueno queda,    pero yo vengo enojada.
     --Como mi hijo quede bueno,    tus enojos no son nada.
  24   --¡Haga justicia el cielo,    que en la tierra ya no se halla!--
     Vinieron tantos demonios,    todos por la puerta entraban;
  26   uno carga con él,    otro carga con la cama,
     en el medio de la sala    sólo quedaba la almohada
  28   y viniera un diablín cojo,    también con ella cargaba.

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0140:36 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1061)

Versión de San Félix de la Valdería (ay. Castrocalbón, p.j. La Bañeza, comc. Valdería, León, España).   Recitada por Aurora Martínez (63a). Recogida por Aurelio González, Ana Pelegrín, Maximiano Trapero y Ana Vian, 07/07/1981 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 81; cinta: 3.7-7.3/B-06). Publicada en TOL II 1991, pp. 68-69.  035 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tiene un hijo    que Tranquilo se llamaba;
  2   un día, comiendo a la mesa,    se enamoró de su hermana,
     y como no podía ser    el casarse con su hermana,
  4   pasados los ocho días,    Tranquilo malo en la cama.
     Subiera su padre a verle:    --¿Qué tienes, hijo del alma?
  6   --Tengo unas calenturillas,    me las ha dado mi hermana.
     --¿Quieres que te mate un ave    de las que vuelan por casa?
  8                                     --No quiero ave ni nada,
     quiero que me hagan un caldo    y que me lo suba mi hermana.--
  10   Como era tiempo `e verano,    subiera en enagua blanca.
     La agarrara por la mano,    la subiera pa la cama;
  12   hizo lo que quiso de ella,    hasta escupirle en la cara.
     --Mira, hermano, lo que haces,    mira que yo soy tu hermana.
  14   --Si lo eres, que lo seas,    no haber nacido tan guapa.--
     Pasaron los ocho días,    su hermana mala en la cama.
  16   Llamaron los tres doctores,    los mejores de la Habana;
     uno le tomaba el pulso,    el otro le recetaba,
  18   y otro decía de ella:    "Esta niña está preñada".

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0140:37 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1062)

Versión de Villanueva de la Tercia (ay. Villamanín, ant. Rodiezmo, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Los Argüellos, León, España).   Recitada por Ángela Gutiérrez (unos 28a). Recogida por Josefina Sela, 00/07/1920 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en TOL II 1991, pp. 69-70.  080 hemist.  Música registrada.

     Un rey tenía una hija,    que se llamaba Tamara,
  2   era blanca como leche    y encarnada como grana,
     tiene ojos hechiceros    y la nariz afilada.
  4   Hasta un hermano que tiene    de ella se enamoraba.
     Para enamorarse de ella    se quedó un día en la cama.
  6   --¿Tú qué tienes, hijo mío,    que te has quedado en la cama?
     de los manjares del mundo,    dime, ¿cuál se te antojara?--
  8   De los manjares del mundo    se le antoja una polla asada.
     --Linda Antamar me la guise,    linda Antamar me la traiga.--
  10   Por los campos de Altamar    viene la linda Antamara,
     con la polla entre dos platos,    entre dos platos asada.
  12   --¿Qué tienes, hermano mío,    que te has quedado en la cama?
     --El mi mal, linda Altamara,    entre los tus ojos anda.
  14   --Pues si anda entre los mis ojos,    levántate de esa cama.--
     Tal indignación le dio,    que de la cama se tiraba,
  16   ya l[a] coge por los cabellos,    con ella barrió la sala;
     hizo de ella lo que quiso,    hasta escupirle en la cara.
  18   Por los campos de Altamar    vuelve la linda Altamara,
     con el cabello tendido    y la color ya mudada;
  20   y en el medio del jardín    a su padre rey encontraba.
     --¿Tú que tienes, hija mía,    que vienes tan estrozada?
  22   ¿o Constantino está muerto    o Constantino no sana?
     --¡Permita Dios de los cielos    más camisa no gastara!
  24   Hizo de mí lo que quiso,    hasta escupirme en la cara.--
     El padre, que de esto oyó,    ya se sube pa(ra) la sala.
  26   --¿Tú que has hecho, Constantino,    tú que has hecho a la Altamara?
     --Calle, padre mío, calle,    que merecía el matarla,
  28   cuatro mancebos vinieron    a insultarme a mí en la cara,
     entendiendo que era yo    mi hermana linda Altamara;
  30   unos pican al balcón    y otros a una ventana,
     y porque yo se lo dije,    marchó muy incomodada.
  32   --¿En quién vengaré yo, Virgen,    en quién vengaré mi espada?--
     Estando en estas razones,    una voz del cielo baja:
  34   --Véngala usté en el infante,    no la venga usté en la infanta.--
     Estando en estas razones,    la cabeza le cortaba.
  36   Ellos que estaban en esto,    entra la linda Altamara.
     --Venganza pedía, padre,    venganza, pero no tanta.--
  38   Constantino ya está muerto,    la Altamara desmayada,
     en ver la sangre que corre,    que toma toda la sala.
  40   De dos hermanos perdidos    no se puede sacar nada.

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0140:38 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1063)

Versión de La Seca [de Alba] (ay. Cuadros, p.j. León, comc. La Robla, León, España).   Recitada por Laura Llamas García (19a). Recogida por Eduardo Martínez Torner, 00/00/1916 (Archivo: AMP; Colec.: Torner, E. M.; cinta: 0M/032). Publicada en TOL II 1991, pp. 70-71.  080 hemist.  Música registrada.

     Una hija tenía el rey,    que se llamaba Altamara,
  2   (¡ay!) blanca como la nieve    y la naríz afilada.
     Todos los condes y duques    en ella quedan mirada;
  4   y un hermano que tenía    (¡ay!) de ella se inamoraba.
     Para inamorarse della,    se quedó un día en la cama.
  6   --¿Tú qué tienes, Costantino,    que no sales de esa cama?
     De los manjares del mundo,    ¿cuál es que más te agrada?
  8   --De los manjares del mundo    y es una pollita asada,
     que me la guise y la traiga,    la traiga linda Antamada;
  10   dígale que venga sola,    que no venga acompañada,
     que con el ruido ` la gente    me pondré peor que estaba.--
  12   Por aquellos altamares    sube la linda Altamara,
     con la polla entre dos platos    entre dos platos guisada.
  14   --¿Tú que tienes, Costantino,    que no sales de esa cama?
     --Estoy malito de amores,    entre los tus ojos anda.
  16   --Si estás malito de amores    y entre los mis ojos anda,
     levántate, Costantino,    levántate de esa cama.--
  18   Tanta rabia a él le diera,    de la cama se tiraba,
     la agarró por el cabello,    por la sala la arrastraba;
  20   hizo de ella lo que quiso    y hasta escupirla en la cara.
     Por aquellos altamares    baja la linda Altamara,
  22   y en el medio del camino    con su padre se alcontraba.
     --¿Tú que tienes, hija mía,    qué tienes, linda Altamara,
  24   pues qué tienes, la mi hija,    que traes la color mudada?
     ¿Pues qué tienes, hija mía,    qué tienes linda Altamara,
  26   pues qué tienes, hija mía,    que abajas tan estrozada?
     --Permita Dios de los cielos    y de la Virgen María,
  28   que mi hermano Costantino    (¡ay!) más salud no gozara.
     --¿Tú qué has hecho, Costantino,    con tu hermana la Altamara?
  30   --Yo no la hei hecho, padre,    yo no la hei hecho nada,
     vinón aquí cuatro majos    a sofocarme en la cama,
  32   y por que le dije algo    luego se puso enfadada.
     --¿En quién vengaré, Señora,    en quién vengaré mi espada?
  34   --Vénguela en el infante,    no la vengue usté en la infanta.--
     Ya le cortó la cabeza,    que daba dolor mirarla.
  36   Estando en estas razones,    subió la linda Altamara.
     --Venganza quería, padre,    venganza, pero no tanta.
  38   De una hija disgraciada    ya no se sacaba nada.--
     Ella se murió de pena    por no verse avergonzada;
  40   ella se murió de pena,    sin decir "Jesús me valga".

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Josefina Sela la recogió en 1917 y Josefina Sela la recogió en 1917 y Josefina Sela la recogió en 1917 y Josefina Sela la recogió en 1917 y
0140:39 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1064)

Versión de Peredilla (ay. La Pola de Gordón, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Gordón, León, España).   Recitada por Carolina González Álvarez (unos 30a y 35a). Recogida en Huergas de Gordón por Josefina Sela y J. Dantín Cereceda, en dos ocasiones, 00/07/1917+00/08/1923 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en TOL II 1991, pp. 71-72.  066 hemist.  Música registrada.

     Por la sala de Altamor    iba la doña Altamara;
  2   ella es alta como un pino,    relumbra como una espada.
     La piden reyes y condes,    la pidió el rey de Granada;
  4   hasta un hermano que tiene    ha tratado de gozarla.
     Pa gozar de sus caricias,    se fingió malo en la cama.
  6   Fue su padre el rey a verlo,    con señores en compaña.
     --¿Tú que tienes, hijo mío,    qué te afliges n`esa cama?
  8   --Calenturas, padre mío,    que me arrancan las entrañas.
     --De las cosas de este mundo,    dime cuála más te agrada.
  10   --De las cosas de este mundo,    padre, no me agrada nada.
     --¿Te gustara una pollita    si te la guisa Altamara?
  12   --Si Altamara me la guisa,    venga sola en sin compaña,
     que a mí la mucha gente    mucha pena me causara.--
  14   Con la polla entre dos platos    y en el hombro una toalla,
     y en la su mano derecha    lleva una jarrita de agua
  16   para dar a don Alonso,    que está malito en la cama.
     --¿Tú que tienes, don Alonso,    qué te aflige n`esa cama?
  18   --El mal que yo me tenía    entre tus ojos me anda.
     --Si anda entre los mis ojos,    no levantes de la cama.--
  20   Ya se tiró don Alonso,    ya se tiró de la cama,
     hizo lo que quiso de ella,    hasta escupirle en la cara.
  22   Por la sala de Altamor    iba la doña Altamara,
     iba jurando y votando    y al cielo pide venganza.
  24   --¡Haya venganza en el cielo,    ya que en la tierra no la haya!
     Su padre el rey, que lo oyó,    de la encelda se tiraba.
  26   --¿Tú que tienes, hija mía,    tú que tienes, Altamara?
     --Contárselo quiero, padre,    mucha pena me causaba,
  28   hasta un hermano que tengo    me quita mi honor y fama.
     --Calla, mi hija, y no llores,    calla Altamarina, calla,
  30   a él le tengo meter flaire    y a ti monja en Santa Clara.
     --¡Vaya una razón de un padre,    pa ayuda de arrancar el alma!--
  32   Con un puñal chiquito    el corazón se traspasa.
     --Más quiero morir doncella,    que no vivir deshonrada.--

Nota: Josefina Sela la recogió en 1917 y J. Dantín Cereceda en agosto de 1923.
Variantes de la versión recitada en 1923, anotada por Dantín Cereceda (si es que se trata de la misma mujer; véase abajo): -1b y -23b dueña; -5a por (tal vez también en el ms. de Sela); -6a Su padre va a visitarle; -7a --¿Tú qué tienes, don Alonso?; -11a --¿Comieras; -11b guisándotela Altamara?; en lugar de 12b que me la sirva a la cama//y Altamara venga sola, / que no suba acompañada,//; -13a porque; -13b causaba; -18a --Lo que me aflige a mí aquí; -19a si te anda e. m. o.; -20 Don Alonso que oyó esto / de la cama se tiraba;//; -21 h. de ella lo que q.; -21b escupirla; -25a El padre al oír esto; -25b celda; -26 --¿Tú que tienes, A.? / calla, Altamarina, calla.//; -28a que hasta; -28b quitó; -29 --No llores tú, Altamarina, / calla Altamarina, calla,//; -30a fraile;
Nota: los editores de TOL habrán considerado un error el que Dantín Cereceda atribuyera la versión a "Carolina N.". O por el gran parecido entre las versiones, o por poseer el AMP otros datos de los que no dispongo, llegaron a la conclusión que se trataba de la misma mujer a quien entrevistó J. Sela en 1917. De ser así, habría que considerarlas una misma versión y cambiar también el nombre de la recitadora del romance nº 4992 (Delgadina, versión 135) a Carolina González Álvarez, rectificando al mismo tiempo el nombre del pueblo (Huergas de Gordón > Peredilla).. Prefiero de momento considerar las dos versiones de las Carolinas como textos independientes, pero anoto aquí las variantes entre una y otra versión. Véase la ficha nº 7988 para la versión recogida por Dantín Cereceda.

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0140:40 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1065)

Versión de Lugán (ay. Vegaquemada, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Bajo Curueño-Condado, León, España).   Recitada por Adela Viejo (85a). Recogida por Paul Bénichou, Andrea Hamos, Pilar Moreno y Ana Valenciano, 13/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 8.13-7.1/A-03). Publicada en TOL II 1991, pp. 72-73.  050 hemist.  Música registrada.

     Tres hijas tenía el rey    muy queridas, muy amadas,
  2   la más pequeñina de ellas    Altamara se llamaba.
     Venían duques y condes    y a ninguno se la daba,
  4   y su hermano el traidorón    de amores se echó en la cama.
     --¿Qué tienes tú, hijo mío,    hijo mío de mi alma?
  6   --Lo que a mí me pasa, padre,    (son) calenturas con tercianas.
     --¿Qué se te antojaba, hijo,    hijo, qué se te antojaba?
  8   --Lo que se me antoja, [padre],    es una polla guisada;
     Altamara me la guise    y Altamara me la traiga,
  10   y Altamara venga sola    y no venga acompañada,
     porque el ruido de la gente    a mí mucha pena me daba.--
  12   Por la sala de Altamar    iba la linda Altamara,
     en una mano la polla    y en otra una jarra de agua.
  14   --¿Qué tienes, hermano mío,    hermanillo de mi alma?
     --Lo que yo tengo, Altamara,    ante tus ojos estaba.--
  16   La agarrara por un brazo    y en la cama la tirara,
     hizo lo que quiso de ella,    hasta escupirla en la cara.
  18   --¡Anda, Altamara la puta,    anda, la puta Altamara,
     que a los condes no querías,    a los duques despachabas,
  20   y por un hermano tuyo    has querido ser burlada!--
     Por la sala de Altamar    iba la linda Altamara,
  22   dando voces como loca,    que a Dios del cielo clamaba:
     --Venganza quería, padre,    padre, quería venganza;
  24   que mi hermano el traidorón    de amores se echó en la cama.--
    
(El padre mató al hijo)
     --¡Venganza quería, padre,    venganza, pero no tanta!

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0140:41 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1066)

Versión de Ribota (ay. Oseja de Sajambre, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Sajambre, León, España).   Recitada por Florentina Granda de Iglesias. Recogida por Diego Catalán y Álvaro Galmés, 00/08/1946 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en TOL II 1991, pp. 73-74.  059 hemist.  Música registrada.

     Un rey tenía tres hijas,    todas tres como una grana,
  2   la más pequeñita de ellas    Altamara se llamaba.
     Aquella linda tan hermosa    corre que vuela su fama.
  4   Y hasta un hermano que tiene    ya trataba de gozarla.
     Para gozarla de amor    cayó malito en la cama.
  6   Iba a verlo el rey su padre,    caballero sin compaña.
     --¿Qué tienes tú, don Alonso,    que estás malito en la cama?
  8   --Calenturas, padre mío,    que el alma se me arrancara.
     --De los manjares del mundo,    ¿qué hubiera que te gustara?,
  10   ¿comieras una pollita,    si te la guisa Altamara?
     --Si Altamara me la guisa,    venga sola, sin compaña.--
  12   Por la salita de amor    venía la linda Altamara,
     con la polla entre dos platos    y debajo la cuchara,
  14   y a la su mano derecha    lleva una jarrita de agua
     para dar al don Alonso,    que está malito en la cama.
  16   --¿Qué tienes tú, don Alonso,    que estás malito en la cama?
     El mi mal, Altamarita,    entre tus ojos estaba.
  18   --Pues, si anda entre mis ojos,    no levantes de esa cama.--
     Sin llegar a mas razones,    a tirarse de la cama;
  20   hizo della lo que quiso    y hasta escupirla en la cara.
     Y Altamara daba voces,    y Altamara voces daba.
  22   Bien la oía el rey su padre,    caballero sin compaña.
     --¿Qué tienes tú, Altamarita,    qué tienes tú, Altamara?
  24   --Qué tengo `e tener, mi padre,
     que hasta un hermano que tengo    me quita honra y fama.
  26   --Calla, calla, Altamarita,    calla, calla tú, Altamara.
     yo le tengo `e meter fraile    y a ti monja `e Santa Clara.
  28   --¡Mira qué razón de padre,    mira si me arranca el alma,
     que una vida dura mucho,    y una vida pronto acaba,
  30   más quiero morir con honra,    que el vivir deshonrada!

Nota: Puede consultarse el manuscrito transcrito por D. Catalán.

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0140:42 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1067)

Versión de Pío (ay. Oseja de Sajambre, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Sajambre, León, España).   Recitada por Martina Granda (joven). Recogida por Diego Catalán y Álvaro Galmés, 00/08/1946 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en TOL II 1991, pp. 74-75.  054 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tranquilo se llamaba,
  2   y un día estando comiendo    se enamoró de su hermana.
     Y a los tres o cuatro días    cayó enfermito en la cama.
  4   Sube su madre a verle:    --¿Qué tienes, hijo del alma?
     --Tengo dolor de cabeza    y unas calenturas malas.
  6   --De los manjares del mundo    ¿cuál es el que más te agrada?
     --De los manjares del mundo    una pollita guisada,
  8   que me la suba mi hermana    y que no suba acompañada,
     que si acompañada sube,    soy capaz de devorarla.--
  10   Como era en tiempo `e verano    la niña subió en enagua.
     La cogió por la cintura    y se la acostó en la cama;
  12   hizo de ella lo que quiso    y hasta escupirla en la cara,
     la llamó mujer traidora    e hija de madre mundana.
  14   --Mira, Tranquilo, qué haces,    bien sabes que soy tu hermana.
     --Si eres mi hermana, que seas,    no haber nacido tan guapa.--
  16   Viene tiempo, pasa tiempo,    la niña mucho engordaba;
     y un día, yendo a misa,    su padre la reparaba.
  18   --¿Qué tienes, hija, qué tienes,    que tanto meneas la saya?
     --Tengo dolor de barriga,    que me ha dado esta mañana.--
  20   Van a venir tres dotores,    los mejores de España,
     uno dice `e no la entiende,    otro "no le pasa nada",
  22   y el más pequeño de todos,    dice que está embarazada.
     --No diga eso, dotor,    no diga esas palabras,
  24   que si mi padre lo sabe,    la cabeza me cortara.--
     De los siete pa los ocho    los pañalitos bordaba;
  26   de los ocho pa los nueve    las camisinas bordaba,
     con un letrero que dice:    "Hijo de hermano y hermana".

Nota: Consultar transcripción de la versión en mano del recolector (D. Catalán).

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0140:52 Tamar (á-a)            (ficha no.: 3340)

Versión de Santa Cruz del Sil (ay. Páramo del Sil, p.j. Ponferrada, comc. Ribas del Sil, León, España).   Recitada por Asunción Álvarez Pérez (60a) y Clotilde Álvarez Pérez (66a). Recogida por Margarita Pazmany y Ana Valenciano, 24/09/1979 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 79; cinta: 1.24-9.4/A-6). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto/Audio. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  012 hemist.   Música registrada   (MP3 30 sec. clip). Versión completa (streaming media).

     El rey moro tenía un hijo    que Tranquilo le llamaban.
  2   Estando un día a la mesa    se enamoró de su hermana.
     --Tú, ¿qué vas a hacer, Tranquilo?,    ¿tú no ves que soy tu hermana?
  4   --Si eres hermana, que seas,    no haber nacido tan guapa.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     --Calla, hija mía, calla,    que nadie se entera de nada,
  6   te voy a meter monja    n`el convento de Santa Ana.

Notas: Se repiten todos los hemistiquios. Canta Asunción (vv. 1-4), continúa Clotilde.Tras -4b Clotilde comenta: no, pero la que yo digo no es eso. Y llamando a llevarle el desayuno, o algo, un medicamento, entonces él la sorbitó y ella se opuso y entonces la coge él, la coge por el pelo. (Asunción interrumpe: hombre, sí, que luego la mete en el convento de Santa Ana, pero no me acuerdo de eso; es el mismo... . Al final, Clotilde explica: El padre, pues, sabía que era enfermedad de amores, que estaba enamorado de la hermana, y no se oponía a ello. Él fue el que la llevó. Entonces la cogió y la llevó ... (Véase la siguiente versión, cantada con otra melodía por Clotilde, con ayuda de su hermana.)

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0140:53 Tamar (á-a)            (ficha no.: 3341)

Versión de Santa Cruz del Sil (ay. Páramo del Sil, p.j. Ponferrada, comc. Ribas del Sil, León, España).   Recitada por Clotilde Álvarez Pérez (66a) y Asunción Álvarez Pérez (60a) y Leónides Álvarez Pérez (c. 70a). Recogida por Margarita Pazmany y Ana Valenciano, 24/09/1979 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 79; cinta: 1.24-9.4/A-7). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto/Audio. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  028 hemist.   Música registrada   (MP3 30 sec. clip). Versión completa (streaming media).

     El rey moro tenía una hija    más bonita que la plata
  2   y de ella se enamoró    un hermanito de casa.
     Del tu amor que le tuvo    cayó malito en la cama;
  4   su padre lo iba a ver    tres veces a la semana.
     --¿Qué tal estás, hijo mío,    tan malito en esa cama?
  6   Ya puedes ver, hermanita    lo que tus amores causan.
     --Si por mis amores es,    si por mis amores causa,
  8   Dios, que era el rey de los cielos,    que de la cama no salgas.--
     --¿Qué tal queda tu hermanito,    tu hermanito en esa cama?
  10   --Mi hermanito queda bueno,    pues ya no le duele nada.
     ¡Pues quiera el rey de los cielos,    que de esa cama no salgas!,
  12   hizo de mí lo que quiso,    hasta escupirme en la cara.
     --Calla, hija mía, calla,    que nadie se entera de nada,
  14   que te voy a meter monja    en el convento de Santa Ana.

Variantes: -4a s. p. iba a verle (Asunción); se sabrá (Leonides).
Notas: Cantada por Clotilde, ayudada de Asunción, con intervenciones de Leonides.Tras el v. 4 discuten si es el padre o la hija quien sube. Asunción, opinando que subió la hija, canta el v.5. Luego sigue Clotilde diciendo Claro, es la hija del hermano (sic), no era el padre. Y tras el v.8 explica Y entonces era cuando él le cogió del pelo. Estando el padre le pregunta: y acaba, recitando los vv. 9-14. (Véase la versión anterior, cantada con otra melodía por Asunción.)

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0140:79 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6354)

Versión de Escaro (ay. Riaño, p.j. Cistierna, ant. Riaño, León, España).   Recitada por Justina (65a). Recogida por Teresa Catarella, Franz Fusseder, Flor Salazar y Ana Valenciano, 03/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Escaro-Manzaneda` A2 y A5). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:9, p. 206.  020 hemist.  Música no registrada.

     Un rey moro tenía un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   Y un día, estando comiendo,    se enamoró de su hermana.
     --¿Qué haces, hermano querido,    qué haces, hermano del alma?
  4   ¿qué haces hermano Tranquilo?,    ¿tú no ves que soy tu hermana?
     --Si eres mi hermana, que seas,    no haber nacido tan guapa.--
  6   La agarró por la cintura    y la echó sobre la cama.
     Y eso de los nueve meses,    la chica se puso mala.
  8   Y llaman siete doctores,    los mejores de La Habana.
     Y después de reconocida    los médicos le reclaman:
  10   --La chica no tiene nada,    sólo que está embarazada.--

Variantes: -la El r. m. tiene un; -2a Estando u. d.; -3a Tranquilo; -6b y la arrastró por la sala.
Notas: Después de -6 dijo: ##y después hizo lo que quiso con ella.## La recitadora reside actualmente en León.

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0140:80 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6355)

Versión de Prioro (ay. Prioro, p.j. Cistierna, ant. Riaño, León, España).   Recitada por Asunción (5a) y la tía Ignacia (unos 70a). Recogida por Diego Catalán, Thomas Lewis, Madeline Sutherland y Jane Yokoyama, 12/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Dehesa-Prioro` A17). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:10, pp. 206-207.  028 hemist.  Música no registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   Y un día, estando comiendo,    se enamoró de su hermana.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     --Dolor de cabeza, padre,    y una calentura mala.
  4   Altamara venga a verme    tres veces a la semana.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     Las alas de un palomín,    la pechuga de una pava,
  6   Altamar que me lo guise,    Altamar que me lo traiga;
     Altamar que venga sola,    que no venga acompañada.--
  8   Por aquella sala de oro    sigue la linda Altamara
     vestida de seda verde    de los pies hasta la cara.
  10   La agarró por la muñeca,    la puso sobre la cama;
     cogió el tazón en la mano    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  12   --Quítate . . . . . . . . . . . .    mira que yo soy tu hermana.
     --Si eres hermana, que seas,    no haber nacido tan guapa.--
  14   Por aquella sala de oro    vuelve la linda Altamara
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    de una sala donde estaba.

Notas: Iniciada por Asunción y continuada por la tía Ignacia. 1-2 recitados por Asunción, que continuó diciendo: --¿Qué haces ahí, Delgadina, / qué haces ahí, perra mala? // que si padre lo supiera / la cabeza te cortara, pero no, después es cuando eso, le dice . . . cuando está eél en la cama y le va ella a ver. Cuando fue el padre a verle y le preguntó: --¿Qué te pasa?; 3-11 dichos por Ignacia; -4 influída por Asunción, llamó aquí Delgadina a Altamara y dijo primero Delgadina iba a verle antes de Delgadina venga a verme a continuación comentó: ##no me acuerdo, no lo puedo sacar hasta que le dé un repaso; -11a al detenerse aquí comentó: ##Y ahora, deja a ver si le sigo yo##; 12-13 dichos por Asunción; Ignacia repitió -13b y continuó con -14; primero dijo que seguía 1a; Detras de -14 ## ella tirando assí de las ajoyas que tenía o eso## seguido del comentartio: ##si no pasa un rato, ya no sé##. A continuación se limitó a resumir: ##Se lo cuenta al padre, castigan al otro; ella no se muere, no## resondiendo a preguntas de los colectores.

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0140:81 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6356)

Versión de San Martín de Valdetuéjar (ay. Renedo de Valdetuéjar, p.j. Cistierna, ant. Riaño, León, España).   Recitada por Amparo Álvarez Fuentes(60a) y Ascensión Álvarez Fuentes (63a). Recogida en Puente Almuhey, León por J. Antonio Cid, Thomas Lewis, Madeline Sutherland y Jane Yokoyama, 14/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `San Martín`A29 y B15). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:11, pp. 207-208.  037 hemist.  Música no registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tranquilo se llamaba,
  2   y una noche cenando    se enamoró de su hermana.
    
(Y entonces fue cuando él se puso malo)
     Subió su padre a verle    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  4   --¿Qué te pasa, mi Tranquilo,    Tranquilo, qué te pasa?
     --A mí no me pasa nada,    a mí nada no me pasa.
  6   --Te mataremos un ave    de las que vuelan por casa.
     --No quiero que mate un ave,    ni tampoco quiero nada;
  8   quiero una taza de té    que me la suba mi hermana.--
     Como era en tiempo ` verano    la niña subió en la enagua,
  10   con un pañuelo en el cuello    que a los hombres trastornaba.
     La cogió sobre los pies    la tiró sobre la cama.
  12   --Tranquilo, ¿qué vas a hacer?,    mira que yo soy tu hermana.
     --Si eres mi hermana, que seas    no haber nacido tan guapa.--
  14   Hizo de ella las que quiso,    hasta escupirle a la cara.
     Una noche cenando    su padre la remiraba.
  16   --¿Quién ha sido ese bribón,    quién ha sido ese canalla?
     --Ha sido nuestro Tranquilo    que le tenemos en casa.
  18   --Pues si ha sido nuestro Tranquilo    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     Pues si es niño le pondremos    hijo de hermano y hermana,
  20   y si es niña la pondremos    monjita de Santa Clara.--
{I8Variantes: -5 omitido en A29; -6a Si quieres te mato u. a.; -8a de tila; y en B15 de agua; -9 de verano; -10a en un pañuelito (B15), hacia los hombros; -18 omitido en A29.
Nota: Los versos 10 y 11, fueron dichos por Amparo en B15 (la cinta).

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0140:82 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6357)

Versión de San Martin de Valdetuéjar (ay. Renedo de Valdetuéjar, p.j. Cistierna, ant. Riaño, León, España).   Recitada por Cándido (unos 45a). Recogida por J. Antonio Cid, Thomas Lewis, Madeline Sutherland y Ana Valenciano, 14/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Soto-San Martin` B3la). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:12, pp. 208-209.  034 hemist.  Música no registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   Estando cenando un día    se enamoró de su hermana.
     --¿Qué tienes, hijo querido,    qué tienes, hijo del alma?
  4   --Tengo unas calenturitas    que me traspasan el alma.
     --¿Quieres que te traiga un ave    de esas que vuelan por casa?
  6   --No quiero que me traiga un ave    ni que me traiga nada,
     quiero una taza de tila,    que me la suba mi hermana,
  8   y que me la suba sola,    que no suba acompañada.
     Si acompañada subiera    seré capaz de matarla.--
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  10   La agarró de la enagua    y la tiró en la cama.
     --Déjame, hermano querido,    déjame, hermano del alma.
  12   --Si eres hermana, que seas,    no haber nacido tan guapa.--
     Y a los nueves meses justos    la niña salió preñada.
  14   Y subió el padre a verla:    --¿Qué te pasa, hija del alma?--
     Trajo los mejores doctores,    de toda la España;
  16   unos la curan con vino    y otros la curan con agua
     y otros na más que dicen qué tiene:    --Su niña esta embarazada.--

Variantes: -13b n. cayó en la cama; -14b q. tienes.
Nota: Cándido fue acompañada por una chica joven, quien en -1b interrumpe diciendo: Cándido; -10, -11, -12, -13 y -14 son recitados a retazos. Al final dice: ##Pero ahí falta, queda un cacho##.

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0140:83 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6358)

Versión de San Martín de Valdetuéjar (ay. Renedo de Valdetuéjar, p.j. Cistierna, ant. Riaño, León, España).   Recitada por Bernardo (unos 85a). Recogida por J. Antonio Cid, Thomas Lewis, Madeline Sutherland y Ana Valenciano, 14/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Soto-San Martin` B31b). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:13, pp. 209-210.  026 hemist.  Música no registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   Estando cenando un día    se enamoró de su hermana.
     --¿Qué tienes, hijo Tranquilo,    qué tienes, hijo del alma?
  4   --Tengo unas calenturitas    que el corazón me traspasan.
     --¿Quieres que te mate un ave    de las que vuelan por casa?
  6   --Yo no quiero ave ninguna    ni tampoco quiero nada,
     quiero una taza de tila    que me la suba mi hermana,
  8   que me la suba ella sola,    que no suba acompañada,
     porque si acompañada sube,    soy capaz de asesinarla.--
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  10   La agarró por la cintura,    la tumbó encima ` la cama.
     --Por Dios, hermano querido,    déjame, que soy tu hermana.
  12   --Si eres mi hermana, que seas,    no haber nacido tan guapa.-
     Y aquí se acabó la historia    del hermano y de la hermana.

Nota: Acepta el primer verso de la versión anterior, aunque no lo dice.

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0140:84 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6359)

Versión de Folledo (ay. La Pola de Gordón, p.j. La Velilla, León, España).   Recitada por Soledad Rodríguez (83a). Recogida por J. Antonio Cid, Thomas Lewis, Madeline Sutherland y Ana Valenciano, 17/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Folledo-Espinosa` A6). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:14, p. 210.  027 hemist.  Música no registrada.

     El rey moro tiene un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   Un día, mientras cenando,    se enamoró de su hermana.
     Y no pudo conseguirlo,    cayó malito en la cama.
  4   Su padre lo visitaba    dos veces a la semana.
     --¿Qué tienes, hijo, qué tienes,    qué tienes, hijo del alma?
  6   --Tengo unas calenturitas    que me las ha dado mi hermana.
     --¿Quieres que te mate un ave,    de esas que vuelan por casa?
  8   --Máteme usted las que quiera    que me las suba mi hermana;
     que las suba ella sola,    que no suba acompañada,
  10   porque si sola [no] sube    soy capaz de devorarla.--
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     --Hermano, ¿qué vas a hacer?    mira que yo soy tu hermana.
  12   --La culpa la tiene madre    que cría hijas tan guapas.--
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    esta niña está muy mala.
  14   Así se acabó la historia    de Tranquilo y de su hermana.

Nota: -10 no consta en la grabación, pero sí en apuntes.

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0140:85 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6360)

Versión de Trascastro (ay. Peranzanes, p.j. Ponferrada, León, España).   Recitada por María Isabel Ramón (31a). Recogida por Diego Catalán, J. Antonio Cid, Madeline Sutherland y Ana Valenciano, 18/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Trascastro-A` A7). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:15, pp. 210-211.  020 hemist.  Música no registrada.

     El rey moro tiene un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   Un día, estando en la mesa,    se enamoró de su hermana
     y como no pudo ser    cayó malito en la cama.
  4   iban condes y marqueses    a visitarle a la cama;
     también fue el rey, su padre,    que era el más que le importaba.
  6   --¿Que tienes, hijo de mi vida,    qué tienes, hijo de mi alma?
     ¿O quieres una perita,    o quieres una manzana,
  8   o quieres una ave    de las que vuelan por casa?
     --No quiero una perita,    ni tampoco una manzana,
  10   quiero un guisadito    que me lo traiga mi hermana.--
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Nota: Dijo al terminar: ##¡Ay, no me acuerdo!##. ¿Sería María Isabel la hija de Elisa Ramón?

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0140:86 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6361)

Versión de Noceda (ay. Noceda, p.j. Ponferrada, comc. Boeza, León, España).   Recitada por Enrique Barrero (61a). Recogida por Teresa Catarella, Thomas Lewis, Madeline Sutherland y Jane Yokoyama, 18/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Cabornera-Noceda-1` A10). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:19, pp. 213-214.  037 hemist.  Música no registrada.

     Y el rey moro tenía un hijo    que Tranquilo se llamaba;
  2   y un dia, estando comiendo,    se enamoró de su hermana.
     Y al otro día siguiente    malito cayó en la cama.
  4   Ya subió su padre a vedo    como siempre acostumbraba:
     --¿Qué tienes tú, hijo querido,    que malito estás en cama?
  6   --Tengo un dolor de cabeza    y una calentura mata.
     --¿Quieres que te mate un ave,    de esas que vuelan por casa?
  8   --Mátemelo, padre mío,    que me ló suba mi hermana,
     y que suba ella sola,    que no suba acompañada,
  10   que si acompañada sube,    soy capaz de degullarla.--
     Ya subió su hermana arriba    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  12   --¿Qué tienes, hermano mío,    que malito estás en la cama?
     --Tengo un dolor de cabeza    y una calentura mala.--
  14   La agarra por la cintura    y la acostó sobre la cama.
     --Respétame, hermano mío,    mira que soy tu hermana.
  16   --Si eres hermana, que seas;    no haber nacido tan guapa.--
     Y llamaron a tres doctores    de los mejores de España.
  18   Uno dice que no sabe    y otro dice que no es nada
     y el más chiquitín de todos    dice que está embarazada.

Notas: El recitador aprendió el romance de su madre. Al cantar el repitió todos los segundos hemistiquios menos el noveno; también repitió los primeros hemistiquios de los versos 8, 16 y 19; -10b degullarla sic.

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0140:87 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6362)

Versión de Noceda (ay. Noceda, p.j. Ponferrada, comc. Boeza, León, España).   Recitada por Genoveva (39a). Recogida por Teresa Catarella, Thomas Lewis, Madeline Sutherland y Jane Yokoyama, 18/07/1977 (Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: NG 3). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:20, p. 214.  024 hemist.  Música no registrada.

     El rey moro tiene un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   Un día, al salir de paseo,    se enamoró de su hermana.
     Al otro día siguiente    se hizo malo en la cama.
  4   Subió su padre a verle    como siempre acostumbraba:
     --¿Qué tienes, hijo querido,    qué tienes, hijo del alma?
     --Tengo un dolor de cabeza    y una calentura mala.
  6   --¿Quieres que te mate un ave    de esos que vuelan por casa?
     --Mátemelo, padre mío,    que me lo suba mi hermana;
  8   que me lo suba ella sola,    que no suba acompañada,
     que si suba acompañada,    soy capaz de degollarla.
  10   Ya sube por la escalera    con una tacita de agua,
     ya sube por la escalera,    ya sube linda Altamara.

Variante: -4a Ya sube.
Nota: La recitadora (hija de Josefa Rodríguez Gómez) repitió cada hemistiquio.

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0140:94 Tamar (á-a)            (ficha no.: 7987)

Versión de Nocedo de Gordón (ay. La Pola de Gordón, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Gordón, León, España).   Recitada por Juana Fernández González (77a). Recogida por Josefina Sela, 00/07/1917 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto (transcrito por Alita Guzmán). Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  050 hemist.  Música registrada.

     El rey tenía una hija    que la llaman Altamara,
  2   y un hermanito que tiene    cayó muy malo en la cama.
     Ya fuera su padre a verlo    a ver lo que le pasaba:
  4   --¿Tú qué tienes, hijo mío    hijo de las mis entrañas?
     --Tengo una calenturita    la cabeza se me esplaña.
  6   --¿Comieras una pollita    si te viniera guisada?
     --La pollita la comiera    si me la trae Altamara,
  8   y si Altamara me la trae    venga sola en sin compaña,
     que la brilla de la gente    mucho mal me causaba.--
  10   --¿Qué tienes, hermano mío,    hermano de las mis entrañas?
     --Este mal que yo tenía    por entre los tus ojos anda.
  12   --Si anda por entre los mis ojos    que no salgas de la cama.--
     Ya la coge entre los brazos    y la lleva pa la cama,
  14   hizo d`ella lo que quiso    hasta escupirle en la cara.
     Por los palacios del rey    vuelve la linda Altamara,
  16   pegando voces y gritos    a` la Virgen Soberana.
     Ya la oyera el rey su padre    de la habitación que estaba:
  18   --¿Tú qué tienes, hija mía,    hija de las mis entrañas?
     --Yo cómo se lo iré padre    si a mí vergüenza me daba,
  20   que aquel traidor de mi hermano    mi lindo honor me quitara.--
     Coge la espada en la mano    y para el cuarto caminara
  22   y le corta la cabeza    y se la trae a Altamara.
     --Toma, hija, la cabeza    de quien tú tenías rabia.
  24   --Venganza, querido padre,    venganza pero no tanta,
     que él me perdonara a mí    y yo a él lo perdonara.--

Notas: -5b esplaña subrayada por la recolectora. Para completar y ampliar la imagen del manuscrito, pulsar en la segunda imagen.

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0140:95 Tamar (á-a)            (ficha no.: 7988)

Versión de Huergas de Gordón (ay. La Pola de Gordón, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Gordón, León, España).   Recitada por Carolina N.. Recogida por J. Dantín Cereceda, 00/08/1923 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto (transcrito por Celine Impert). Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  068 hemist.  Música no registrada.

     Por la sala de Altamor    iba la dueña Altamara;
  2   ella es alta como un pino,    relumbra como una espada.
     La piden reyes y condes,    la pidió el rey de Granada:
  4   hasta un hermano que tiene    ha tratado de gozarla.
     Por gozar de sus caricias,    se fingió malo en la cama.
  6    Su padre va a visitarle    con señores de compaña.
     --¿Tú qué tienes, don Alonso?,    ¿qué te aflige en esa cama?
  8   --Calenturas, padre mío,    que me arrancan las entrañas.
     --De las cosas de este mundo,    dime cuála más te agrada.
  10   --De las cosas de este mundo,    padre, no me agrada nada.
     --¿Comieras una pollita    guisándotela Altamara?
  12   --Si Altamara me la guisa,    que me la sirva a la cama
     y Altamara venga sola,    que no suba acompañada,
  14   porque a mí la mucha gente    mucha pena me causaba.--
     Con la polla entre dos platos    y en el hombro una toalla,
  16   y en la su mano derecha    lleva una jarrita de agua
     para dar a don Alonso,    que está malito en su cama.
  18   --¿Tú que tienes, don Alonso?,    ¿qué te aflige en esa cama?
     --Lo que me aflige a mí aquí    entre tus ojos me anda.
  20   --Si te anda entre mis ojos,    no levantes de la cama.--
     Don Alonso que oyó esto    de la cama se tiraba;
  22   hizo de ella lo que quiso,    hasta escupirla en la cara.
     Por la sala de Altamor    iba la dueña Altamara,
  24   iba jurando y votando    y al cielo pide venganza.
     --¡Halla venganza en el cielo,    y aquí en la tierra no la haya.--
  26   El padre al oír esto,    de la celda se tiraba.
     --¿Tú que tienes, Altamara?    calla, Altamarina, calla.
  28   --Contárselo quiero, padre,    mucha pena me causaba,
     que hasta un hermano que tengo    me quitó mi honor y fama.
  30   --No llores tú, Altamarina,    calla Altamarina, calla,
     que a él le tengo meter fraile    y a ti monja Santa Clara.
  32   --¡Vaya una razón de un padre,    pa ayuda de arrancar el alma!--
     Con un puñal chiquitito    el corazón se traspasa
  34   --Más quiero morir doncella,    que no mujer deshonrada.--

Notas: -12b sirba en el manuscrito; -15b tohalla en el ms.; -25b en el ms. la doble "ll" de halla se ve corregido, con una "y" superimpuesta.. Los editores de TOL II 1991 habrán considerado un error el que Dantín Cereceda atribuyera esta versión a "Carolina N.". O por el gran parecido entre las versiones, o por poseer el AMP otros datos de los que no dispongo, llegaron a la conclusión esta Carolina era la misma mujer a quien entrevistó J. Sela en 1917 (Carolina González Álvarez). De ser así, habría que considerarlas una misma versión y cambiar también el nombre de la recitadora del romance nº 4992 (Delgadina, versión 135) a Carolina González Álvarez, rectificando al mismo tiempo el nombre del pueblo (Huergas de Gordón > Peredilla).. Prefiero de momento considerar las dos versiones de las Carolinas como textos independientes, tal vez por dudar de que la Altamarina de esta versión, surgiera de repente como diminutivo cuando no aparece en la versión recogida por Sela. En cualquier caso anoto las variantes entre una y otra al reeditar la versión de Carolina G. A. publicada en TOL (ficha 1064). Para ampliar el manuscrito, pulsar en la segunda imagen.

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0140:96 Tamar (á-a)            (ficha no.: 7989)

Versión de Llombera (ay. La Pola de Gordón, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Gordón, León, España).   Recitada por Anastasia Flecha (46a). Recogida por Josefina Sela, 00/07/1917 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto (transcrito por Jordan Kott). Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  048 hemist.  Música no registrada.

     El rey tenía una hija    muy querida y estimada;
  2   la piden duques y condes    y a ninguno se la daba.
     Trató `namorarse della    un hermano que está en la casa;
  4   para lograrla mejor    se hizo malito en la cama.
     --¿Tú qué tienes, hijo mío,    qué tienes, hijo del alma?
  6   ¿De las cosas de este mundo,    qué comerás que te traiga?
     --Una pollecita nueva,    que me la guise Altamira,
  8   que me la venga a traer,    venga sola en sin compaña.--
     Por los palacios del rey    diba la linda Altamara.
  10   en una mano lleva el plato    en otra la cuchar de plata.
     --¿Qué tienes, hermano mío,    hermano de la mía alma?
  12   --Todo el mal que yo tenía    en los tus ojos estaba.
     --Pues si estaba en los mis ojos,    no levantes d`esa cama.--
  14   La cogiera por un brazo    y la tiró para la cama;
     hizo d`ella lo que quiso    hasta escupirle en la cara.
  16   Por los palacios del rey    vuelve la linda Altamara,
     dando gritos, dando voces    a la Virgen soberana.
  18   Ya la viera el rey su padre    del palacio donde estaba:
     --¿Tú que tienes, hija mía,    qué tienes, hija del alma?
  20   --¿Como se lo diré padre    si a mí vergüenza me daba?
     Que mi hermano Baldomino    la mi honra me quitara.--
  22   Ya lo hizo en cuartarones    y lo puso a la ventana.
     --Venganza sí, padre mío,    venganza, pero no tanta,
  24   que yo lo perdonaría    porque Dios nos lo perdonara.--

Nota: Para completar y ampliar la imagen del manuscrito, pulsar en la segunda imagen.

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0140:97 Tamar (á-a)            (ficha no.: 7990)

Versión de San Miguel de Laciana (ant. Villablino, ant. Murias de Paredes, comc. Laciana, León, España).   Recitada por Vicenta Caballero de Francos (29a). Recogida en Cerredo, Asturias por Eduardo Martínez Torner, 00/00/1916 (Archivo: AMP; Colec.: Torner, E. M.). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto (transcrito por Mari Matsumoto). Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  068 hemist.  Música registrada.

     El rey tenía dos hijos    queridas prendas del alma
  2   el niño era Altamiro    la niña Altamara.
     El pícaro de Altamiro    se enamoró de Altamara;
  4   cuando no pudo lograrla,    cayó malito en la cama.
     Los médicos cirujanos    de los mejores de España
  6   le tantearon el pulso    y no le encontraron nada.
     Su madre lo iba a ver    todos los días de mañana.
  8   Como lo quería tanto    d` esta suerte preguntaba:
     --¿Qué te traigo tú, el mi hijo    qué te traigo pa esta cama?
  10   --La pechuga de una pava    que me la guise Altamara;
     que la venga a traer,    que no venga acompañada.--
  12   Por el cuarto de Altamiro    se paseaba Altamara
     `n una mano lleva el plato    en la otra lleva la jarra.
  14   Altamiro que la ve    de la cama se arrojaba,
     la garró por los cabellos    por la sala la arrastraba
  16   hizo d` ella lo que quiso    hasta escupirla en la cara.
     --Márchate mujer de ahí,    que tú ya estás deshonrada.
  18   No doy yo por ti ahora    el casco de una avellana.--
     Altamira, que esto ve,    de rodillas se hincaba:
  20   --Venid, demonios, venid,    llevádmelo en cuerpo y alma.--
     Unos entran por la puerta    y otros por la ventana,
  22   unos tiran por el cuerpo    y otros tiran por el alma,
     otros tiran por la ropa    y otros tiran por la cama,
  24   otros tiran por las sillas    y otros tiran por la sala.
     Altamira se marchó,    su madre le preguntaba:
  26   --¿Cómo queda el mi hijo,    cómo quedaba, Altamara?
     --El su hijo queda bueno    pero yo vengo enojada.
  28   --Si mi hijo queda bueno,    de tus enojos no hay nada.--
     Lloraba mucho la niña,    lloraba mucho Altamara
  30   y su padre que la oye    d` esta suerte preguntaba:
     --¿Qué tienes tú, la mi hija,    qué tienes tú, Altamara?
  32   --Que el traidor de vuestro hijo    vuestras canas deshonraba.
     --Calla, calla, la mi hija,    calla, mi hija Altamara
  34   que a ti te he de meter monja    y él una horca cercana.--

Nota: Para ampliar el manuscrito, pulsar en la segunda imagen.

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0140:98 Tamar (á-a)            (ficha no.: 7991)

Versión de Brugos de Fenar (ay. La Robla, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. La Robla, León, España).   Recitada por María Morán Miñuela (23a en 1915). Recogida por Josefina Sela y Eduardo Martínez Torner, en dos ocasiones, 00/00/1915+00/00/1916 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. y Torner, E. M.). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  047 hemist.  Música registrada.

     El rey tenia una hija,
  2   todos los duques y condes    de ella se enamoraban,
     hasta un hermano que tenía    de ella se enamoraba.
  4   Para enamorarse de ella    un día se quedó en la cama,
     --¿Tú qué tienes, Antonito,    que no sales de la cama?
  6   De los manjares del mundo,    ¿cuál a ti se te intojara?
     --Lo que se me intoja, padre,    es una pollita asada,
  8   que Altamara me al quise    y Altamara me la traiga.--
     Por los campos de Aragón,    viene la linda Altamara,
  10   con la polla entre dos platos,    entre dos platos asada.
     --¿Qué tienes Antonito,    que no sales de la cama?
  12   --Este malito, Altamara,    entre los tus ojos anda.
     --Si anda entre los mis ojos    levántate de esa cama.--
  14   Hizo lo que quiso de ella,    hasta escupirle la cara;
     la cogiera pol cabello    y la arrastró por la sala.
  16   Estandos en estas razones    su padre llegara:
     --¿Tú qué hiciste, hijo mío,    tú qué hiciste a la Altamara?
  18   --Vinieron cuatro mancebos    a picar a la ventana,
     porque no la dejé estar con ellos,    se puso muy disgustada.--
  20   En estando en estas razones    ella misma hablaba:
     --No crea usted, padre mío,    no crea usted de eso nada;
  22   hizo lo que quiso de mí,    hasta escupirme en la cara.
     --De dos hijos que tuve yo,    d`ambos entro la disgracia:
  24   la una ha muerto a puñaladas    y el otro muerte sesina le daban.--

Nota: -6b y -7a intojara, intoja sic. -23b disgracia sic; -24b [. . .] ¿repina (?) no se lee. Para completar y ampliar la imagen del manuscrito, pulsar en la segunda imagen.

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0140:99 Tamar (á-a)            (ficha no.: 7992)

Versión de Soto de Sajambre (ay. Oseja de Sajambre, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Sajambre, León, España).   Recitada por Segunda Díaz (70a). Recogida por Ramón Menéndez Pidal, 02/09/1909 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto (transcrito por Heather Murphy). Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  052 hemist.  Música registrada.

     [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .]
     la piden duques y condes,    la pide el rey de Granada,
  2   hasta un hermano que tiene    deseaba de gozarla
     y para gozar de ella    se hizo malito en la cama.
  4   Iba el rey su padre a verlo    le dijo de estas palabras:
     --¿Tú qué tienes, hijo mío,    que malo estás en la cama?
  6   --Unas calenturas padre,    que del suelo me levantan.
     --¿Comieras una pollita,    si te la guisa Altamara?
  8   --Si Altamara me la guisa,    venga sola sin compaña,
     que la mucha de la gente,    tristeza me causaba.--
  10   Po` la sala Don Alonso,    viene la linda Altamara
     con la polla entre dos platos    y en otra una jarra de agua.
  12   --¿Tú qué tienes, don Alonso,    que malo estás en la cama?
     --El mal que yo tengo    entre tus ojos se anda.
  14   --Premita Dios de los cielos    y la Virgen Soberana,
     que si anda entre los mis ojos,    no levantes de esa cama.--
  16   No aguardó a más razones,    que se tiró de la cama;
     hizo d`ella lo que quiso,    hasta escupirla en la cara.
  18   Po` la sala don Alonso,    viene gritando Altamara;
     la oyera el rey su padre,    acostadito en la cama:
  20   --Tú qué tienes, hija mía,    tú qué tienes, Altamara?
     --¡Ay! que un hermano que tengo,    me quita mi honra y fama.
  22   --Calla la mi hija, calla,    no digas esas palabras;
     que a él lo he de meter flaire    y a ti monja en Santa Clara.
  24   --¡Mira que razón de un padre,    para una hija indignada!--
     Coge su puñal dorado,    y en el pecho lo espetara.
  26   --Más quiero morir con honra    que vivir mal enfamada.--

Variante: -5a t. q. t., D. Alonso.
Notas: Tras el verso -6, entre paréntesis, don Ramón anota: "esta versión de la misma recitadora de la muerte del Príncipe D. Juan" [ficha nº 673]. Para ampliar el manuscrito, pulsar en la segunda imagen.

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0140:100 Tamar (á-a)            (ficha no.: 7993)

Versión de León s l. (León, España).   Recogida por Francisco Salado, 00/00/1909 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto (transcrito por Erin Scherer). Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  064 hemist.  Música no registrada.

     Por las salas de Altamar    iba la linda Altamara,
  2   es mas derecha que un pino,    relumbra como una espada.
     Duques y condes la quieren    y el mismo rey de Granada,
  4   hasta un hermano que tiene    también trata de gozarla.
     El hermano, de la pena,    ha caído enfermo en cama;
  6   el padre, de que lo supo,    por la sala a verlo baja:
     --¿Qué tienes tú, mi Alonso,    qué tienes, que estás en cama?
  8   --Padre, calentura lenta,    que me roe las entrañas.
     --Si te gustara una polla,    que te la guise Altamara.
  10   --Si Altamara me la guisa,    venga sola sin compaña,
     que también la mucha gente    a veces también enfada.--
  12   Por las salas de Altamar    iba la linda Altamara,
     con su pollita en un plato    y en su hombro una toalla,
  14   en su manita derecha    lleva una jarra con agua.
     --Buenos días, mi Alonso.    --Buenos días, Altamara.
  16   --¿Qué tienes tú, hermano mío,    qué tienes, que estás en cama?
     --El mal que yo tengo, niña,    entre los tus ojos anda.
  18   --Si anda entre los mis ojos,    no os levantéis de la cama.--
     Se levantó enfurecido    como un león cuando brama,
  20   hizo lo que quiso de ella,    hasta escupirla en la cara.
     Por las salas de Altamar    iba la linda Altamara
  22   toda llena de suspiros,    cayendo lágrimas claras.
     Su padre, de que la vio,    la decía estas palabras:
  24   --¿Qué tienes, Altamanina,    qué tienes tú, mi Altamara?
     --Contárselo quiero, padre,    mas vergüenza me causara,
  26   que hasta un hermano que tengo    me ha quitado mi honra y fama.
     --Cállalo tú, Altamanina,    cállalo tú, mi Altamara,
  28   que te meteré yo monja    de la religión cristiana.
     --¡Que respuesta para un padre,    ¡y no se le arranca el alma!--
  30   Con un puñal que tenía,    se dio siete puñaladas.
     --Mas quiero morir con honra    que no vivir deshonrada,
  32   que hasta los niños de escuela    me llamen mujer mundana.--

Nota del recolector: -28b "en un convento de Claras, según otra variante que he hallado."
Notas: Aunque el ms. ponga "León", el documento original en el AMP es de un cuaderno de un tal Francisco Salado y todas las versiones son de Villalpando, por lo que el "Villalp." transcrito al lado de "(León)" en la fotocopia que manejo será abreviatura de Villalpando (mano de RMP o María Goyri) y "León" será un error. Se ve en la imagen que el cominezo y final de la versión están copiados en otra mano. A Valenciano aclara: Casi con seguridad la segunda letra es de María Sánchez Arbós, quien tuvo a su cargo la copia de numerosos fragmentos de versiones del Archivo originalmente anotadas en el reverso del original, en cuadernos etc. para que pudieran ser distribuidas en su forma completa en las carpetas temáticas del Archivo. .

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0140:101 Tamar (á-a)            (ficha no.: 7994)

Versión de Vega de los Viejos (ay. Cabrillanes, p.j. León, ant. Murias de Paredes, comc. Babia, León, España).   Recitada por Serginia Suárez (54a). Recogida por Josefina Sela, 00/00/1918 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  080 hemist.  Música registrada.

     El rey tenía dos hijos,    ambos son como una plata,
  2   uno se llama Altamón,    la otra se llama Althamara.
     El pícaro de Altamón    se enamoró de su hermana;
  4   desque no pudo gozarla,    se hizo malito en cama.
     Todos médicos le miran,    ninguno le sentenciaba;
  6   siendo el más viejo de ellos    su enfermedad le declara:
     --Tiene una calenturita,    que otro mal en él no se halla.--
  8   --¿Qué has de comer, Altamón,    hijo mío de mi alma?
     --Lo que he de comer, madre,    la pechuga de una pava,
  10                                     que Althamara me guisara.--
     Los padres tanto le quieren    le conceden la palabra.
  12   --Aprisa, aprisa, Althamara,    aprisa, aprisa a guisarla.--
     Por las puertas de Altermón    entra la linda Althamara,
  14   n` una mano el guisadillo,    en la otra una jarra de agua,
     vestida de raso verde    desde los pies a la cara.
  16   --¿Tú qué tienes, Altamón,    qué tienes en esa cama?
     --Dolor de cabeza, hermana    y una calentura falsa,
  18   [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]    que entre tus ojitos anda.
     --Si entre mis ojitos anda,    no te muevas de la cama.--
  20   Sacara sus manos blancas    la metió para la cama,
     hizo de ella lo que quiso    hasta escupirle en la cara.
  22   --Anda, mujer, pa las otras,    que ahora ya vas deshonrada;
     yo por tu hermosura doy    el casco de una avellana.--
  24   Hinca una rodilla en tierra,    y una voz al cielo clama:
     --¡Venid, demonios, venid,    llevadle y en cuerpo y alma!--
  26   Las palabras no están dichas,    la sala ya está rodeada.
     Unos cargan con el cuerpo    y otros cargan con el alma.
  28   Por las puertas de Altamón    sale la linda Althamara,
     voces daba al mediodía,    voces daba a la mañana.
  30   Bien la oyera la su madre    de altas torres donde estaba.
     --¿Tú qué tienes, Althamara,    hija mía de mi alma?
  32   ¿Cómo queda el mi hijo,    cómo queda en esa cama?
     --El su hijo queda bueno,    pero yo vengo enojada.
  34   --Como el mi hijo esté bueno,    por tus enojos no hay nada.
     Calla, la mi hija, calla,    calla, mi hija galana,
  36   que a ti te he de meter monja    del convento `e Santa Clara
     y a él le he de mandar ahorcar    en una horca cristiana.
  38   --Buena horca tiene ya,    que en los infiernos estaba.--
     La madre, en viendo esto,    se echó a andar para la sala;
  40   allí no halló al hijo,    pero tampoco a la cama.
     --¿Cómo le había de hallar    si en los inviernos estaba?--

Notas: -13a M. de Lara transcribe Althermón en esta sola ocasión, seguramente sin querer. Para ampliar el manuscrito, pulsar en la segunda imagen

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0140:102 Tamar (á-a)            (ficha no.: 7995)

Versión de Casares de Arbas (ay. Villamanín, ant. Rodiezmo, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Los Argüellos, León, España).   Recitada por Juliana Rodríguez Martínez (unos 45a). Recogida por Josefina Sela, 00/07/1919 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  056 hemist.  Música registrada.

     El rey tenía una hija    muy querida y estimada,
  2                                     que le llaman Altamara,
     Todos los duques y condes    que d` ella se enamoraban,
  4   hasta un hermano que tiene    que d` ella se enamorara.
     Para enamorarse d` ella    quedóse un día en la cama.
  6   --¿Qué tienes, Constantino,    que no te levantas de la cama?
     De lo que hay en este mundo,    a ti ¿qué se te antojara?
  8   --De lo que hay en este mundo    se me anoja polla asada;
     doña Altamara me a guise,    doña Altamara me la traiga.--
  10   Por los palacios del rey    viene la rica Altamara.
     con la polla entre dos platos    entre dos platos asada..
  12   --¿Tú qué tienes, Constantino,    que te quedaste en la cama?
     --Lo que te quiero decir,    que has de ser mi enamorada.--
  14   Se ha levantado a ella
     hizo d` ella lo que quiso    hasta escupirle en la cara.
  16   Por los altos de Altamar    vuelve la rica Altamara,
     con el cabello tendido    y la calor lleva mudada..
  18   Ya la viera su padre    de altos palacios que estaba:
     --¿Tú que tienes, hija mía,    que vienes tan desfrozada?
  20   --Si Constantino se muere,    si Constantino no sana
     premita Dios del cielo    que otra camisón no gastara;
  22   hizo de mí lo que quiso    hasta escupirme en la cara.
     Me ha agarrado por el cuello    conmigo arrió la sala.--
  24   --Válgame Dios de los cielos    en qué vengaré mi espada.--
     Oyó una voz dolorosa    que de los cielos bajara:
  26   --Véngale usted en el infantoe,    no la venga usted en la infanta.--
     Ya le cortó la cabeza    a la infanta se la entregara.
  28   --Venganza quería, padre,    pero no quería tanta;
     que de dos hijos perdidos    no se puede sacar nada.--

Nota: Para completar y ampliar la imagen del manuscrito, pulsar en la segunda imagen.

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0140:103 Tamar (á-a)            (ficha no.: 7996)

Versión de Casares de Arbas (ay. Villamanín, ant. Rodiezmo, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Los Argüellos, León, España).   Recitada por Josefa Rodríguez Martínez. Recogida por Josefina Sela, 00/07/1919 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  062 hemist.  Música registrada.

     El rey tenía una hija,    le llamaban Altamara,
  2   era blanca como leche,    con la nariz afilada.
     Todos los duques y condes    que d` ella se enamoraran,
  4   hasta un hermano que tiene    que de ella se inamoraba.
     Para inamorarse d` ella    se quedó un día en la cama.
  6   --¿Tú qué tienes, hijo mío,    que te has quedado en la cama?
     De lo que hay en este mundo,    a ti ¿qué se te antojara?
  8   --De lo que hay en este mundo    se me antoja polla asada;
     doña Altamara me la guise    doña Altamara me la traiga.--
  10   Por los campos de Altamar    iba la linda Altamara
     con la polla entre dos platos    entre dos platos asada.
  12   La cogió por los cabellos,    con ella barre la sala.
     Por los campos de Altamar    viene la linda Altamara,
  14   con el cabello tendido,    la calor lleva mudada.
     Ya la viera el rey su padre    de altos palacios que estaba:
  16   --U Costantino está malo,    u Costantino no sana.
     --Permita Dios de los cielos    más camisa no gastara.
  18   Hizo de mí lo que quiso,    hasta escupirme en la cara;
     me cogió por los cabellos,    conmigo barrió la sala.
  20   --¡Válgame Dios de los cielos    y en quién vengaré mi espada?
     --Tú, ¿qué hiciste, Costantino,    tú qué hiciste a la Altamara?
  22   --Calle, calle el mi padre,    que merecía el (?):
     vinieron cuatro mancebos    a insultarme a mí a la cama.
  24   Unos pican a la puerta    y otros a aquella ventana;
     yo porque la reprendí,    marchó muy incomodada.
  26   --Válgame Dios de los cielos,    en quién vengaré mi espada.--
     Estando en estas razones    una voz del cielo baja:
  28   --Vénguela usted en el infante,    no la venga usted en la infanta.--
     Cogiera un fuerte cuchillo,    la cabeza le cortara.
  30   --Venganza pedía, padre,    pero no pedía tanta;
     de dos hermanos perdidos,    no se puede sacar nada.--
     ¡Válgame nuestra Señora,    válgame la Virgen Santa!

Nota de J. Sela: -4b la recolectora subraya la "in" de inamoraba para insistir en que así lo dijo Josefa (y en 5a). -22b no se lee la última palabra.
Notas: Josefa será pariente de Juliana (véase la versión anterior), pero no consta ningún dáto más.
Nota: Para completar y ampliar la imagen del manuscrito, pulsar en la segunda imagen.

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0140:106 Tamar (á-a)            (ficha no.: 8141)

Versión de Curueña (ay. Riello, p.j. León, ant. Murias de Paredes, León, España).   Recitada por Josefa González (70a). Recogida por Juan Menéndez Pidal, 00/00/1889 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  060 hemist.  Música registrada.

     El buen rey tenía dos hijos,    la cosa más estimada,
  2   uno se llama Altamor    y otra se llama Altamara.
     El pícaro de Altamor    se enamoró de Altamara,
  4   enfermo de los amores    cayó muy malo en la cama.
     --¿Qué tienes, hijo querido,    qué tienes, hijo del alma?
  6   --Padre, qué tengo tener    una enfermedad muy larga.
     --Dime qué quieres tomar.    --La pechuga de una pava;
  8   lo que yo tomare, padre,    que me lo traiga Altamara,
     dígale que venga sola,    que no venga acompañada,
  10   que co`l ruido de la gente    yo no puedo tomar nada.--
     Por la escalerita arriba    sube la linda Altamara,
  12   n`una mano lleva un plato,    n`otra una jarra de agua.
     --¿Qué tienes, hermano mío,    que te tiene así en la cama?
  14   --La enfermedad que yo tengo    tú me has tenido la causa,
     Altamara de mi vida,    tu hermosura es mi desgracia.
  16   --Mira, hermano, lo que dices,    mira, hermano, lo que hablas;
     la hermosura que yo tenga    para ti no vale nada.--
  18   Echóse fuera Altamor,    cogió sus manitas blancas,
     dándole balto tras balto    metióla para la cama.
  20   Hizo de ella lo que quiso,    hasta escupirla en la cara.
     Por las puertas de Altamor    sale la linda Altamara,
  22   retuerce sus blancas manos    anillos d`oro quebrara.
     Oyérala el rey su padre    del palacio donde estaba.
  24   --¿Tú qué tienes, hija mía,    qué tienes, bien de mi alma?
     --Que el pícaro de mi hermano    me quitó mi honra y mi fama.
  26   --Tengo de meterte monja    en la religión descalza.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     --Permita Dios de los cielos    y la Virgen Soberana
  28   cuando vayas a la iglesia    halles la puerta cerrada,
     al tomar agua bendita    halles el agua secada
  30   y al tomar el pan bendito    halles la cesta sin nada.--

Nota: Incluída en su proyecto de segunda edición, nº 8 (original ms. de letra de J. Menéndez Pidal, "Cuaderno II")

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0140:113 Tamar (á-a)            (ficha no.: 9065)

Versión de Casares de Arbas (ay. Villamanín, ant. Rodiezmo, p.j. León, ant. La Vecilla, León, España).   Recitada por Cilinia Martínez Morán (74a) y Marucha Martínez Morán (69a). Recogida por Virtudes Atero Burgos, Pablo Carriedo, Suzanne Petersen, Ana Valenciano, Donald Gilbert y Natalie Granval, 14/08/2009 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 2009; cinta: `Casares de Arbas` 3). Publicada en Petersen-Web 2009, Texto.  038 hemist.   Música registrada   (MP3 30 sec. clip). Versión completa (streaming media).

     El rey moro tiene un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   Estando cenando un día    se enamoró de su hermana,
     Al no poder conseguirla    malito cayó en la cama.
  4   Su padre desque lo supo    subió arriba y sin tardanza:
     --¿Qué tienes, hijo querido,    qué tienes, hijo del alma?
  6   --Tengo un dolor de cabeza    y una calentura mala.
     --¿Quieres que te mate un ave    de las que vuelan por casa?
  8   --Mateme los que usted quiera,    que me lo suba mi hermana.--
     Apenas oye los pasos    y el enfermo se levanta.
  10   Como era tiempo ` verano    la niña subió en enagua.
     La cogió por la cintura    y a la cama la llevaba.
  12   --Hermano, ¿qué vas a hacer?,    mira que yo soy tu hermana.
     --Si eres hermana, que seas,    no haber nacido tan guapa.
  14   La culpa la tiene madre    y en criar hijas tan guapas.--
     A los siete meses justos    la niña cayó en la cama;
  16   llamaron a tres doctores    los tres mejores de España.
     Uno le tomaba el pulso    y otro le mira la cara,
  18   y otro le estaba diciendo    --Esta niña está preñada.--
     Y aquí termina la historia    de Tranquilo y de su hermana.

Notas: se repiten tanto los hemistiquios a (precedidos de y en -1, -2 y -17) como los hemistiquios b; -13b nacido (sic); las hermanas se atascan dos veces, primero después del v. -13 y después del v. -18, insisten en que no sigue más y rematan el romance con el v. -19. Agradecemos la amabilidad de David Álvarez, quien concertó la entrevista con las hermanas Martínez con quienes mantiene una buena amistad desde hace años.

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0140:43 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1842)

Versión de Castañosín (parr. Piñeira, ay. Fonsagrada, p.j. Fonsagrada, Lugo, España).   Recitada por Manuel Fernández Fernández (50a). Recogida por Aníbal Otero Álvarez, 00/00/1929 (fecha deducida) (Archivo: AMP; Colec.: Otero, A. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en Gutiérrez Estévez 1981, II, p. 617, nº. 7. Reeditada en RT-Galicia 1998, pp. 289-290.  040 hemist.  Música registrada.

     El rey tenía un hijo    que le quería en el alma,
  2   por la mañana temprano    lo iba a ver a la cama.
     --¿De qué `tas malo, meu fillo,    de qué `tas malito en cama?
  4   --Tengo mal de calentura,    de comer no tengo nada.
     --Te guisaré un capón,    Tamara que te lo traiga.
  6   --Que me lo traiga Tamara,    con ella no venga nadia.--
     Por las `caleras arriba    sube la rica Tamara,
  8   c`un plato de oro en las manos,    cubierto cunha toalla.
     --¿De qué `tas malo, mi hermano,    de qué `tas malito en cama?
  10   --De este mal tú, picarona,    tu fúcheme a causanta.--
     La agarró entre los brazos    y la tiró en la cama;
  12   allí cumplió su gusto,    le fregó su blanca cara.
     Por las `caleras abajo,    baja la rica Tamara,
  14   arrincando sus cabellos    y abofeteando la cara.
     La vira venir su padre    que paseándose estaba.
  16   --¿Tú que tes, Tamarariña,    tú que tes, rica Tamara?
     --O traidor de meu irmao    me quitó la honra y fama.
  18   --Cala, Tamarariña, cala,    que con el serás casada.
     --¡Cómo ha ser eso, mi padre,    siendo yo su propia hermana!
  20   --Hay un Padre Santo en Roma    que a todos purificaba.

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0140:44 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1843)

Versión de Negueira de Muñiz (ay. Negueira de Muñiz, ant. Fonsagrada, p.j. Fonsagrada, Lugo, España).   Recitada por Antonia Martínez (53a). Recogida por Aníbal Otero Álvarez, 00/00/1931 (Archivo: AMP; Colec.: Otero, A. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en Gutiérrez Estévez 1981, p. 615, nº. 5. Reeditada en RT-Galicia 1998, pp. 289-290.  059 hemist.  Música registrada.

     Por los palacios del rey    se pasea doña Altamara,
  2   bendiciendo el pan y el vino,    bendiciendo el pan y el agua,
     bendiciendo hasta el buen Dios    que tan hermosa la criara.
  4   Preténdenla caballeros,    caballeros de gran fama;
     hasta un hermano que tenía    casar con ella deseaba.
  6   Por gozar de su hermosura    se echara malito en cama.
     Por allí vino su padre,    altas torres donde estaba.
  8   --¿Tú qué tienes, ay mi hijo,    de qué mal guardas la cama?
     --Calenturas, ay mi padre,    calenturas que me matan.
  10   --¿Tú comerías una pera,    comerías una manzana?
     --Nin comería unha pera,    nin comería unha manzana,
  12   que comería un guisadito
     que me lo guise una niña    y Altamara me lo traiga.--
  14   Hicieron el guisadito    y Altamara lo llevara;
     agarrara el guisadito,    lo arroja por la ventana;
  16   desque hizo de ella el que quiso,    cuspióle en su linda cara.
     --¡Sal de ahí, perra traidora,    sal de ahí, perra malvada!
  18   Tú perdiste la honra,    yo el honra y el alma.--
     Por los palacios del rey    se pasea doña Altamara,
  20   maldiciendo el pan y el vino,    maldiciendo el pan y el agua,
     maldiciendo hasta el buen Dios    que tan hermosa la criara.
  22   Bien la vira su padre    de altas torres donde estaba.
     --¿Tú qué tienes, ay mi hija?    no a[l]ces tanto la habra,
  24   que se la gente te oi,    nunca te veré casada.
     --No se me da que me oigan,    ni tampoco ser casada,
  26   dáseme por la mi alma    que no la quería manchada.
     --Calla, calla, Altamara,    pronto verás la venganza.--
  28   Sacara un cuchillo del bolso    y la cabeza le quitara.
     --Ahora mira, Altamara,    pronto viste la venganza.
  30   --Venganza quisiera ver,    pro no quisiera ver tanta.--
     ¡Válgame Nuestra Señora,    ay, la Virgen soberana!

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0140:47 Tamar (á-a)            (ficha no.: 2966)

Versión de Navarredonda (ay. Naverredonda, p.j. Colmenar Viejo, ant. Torrelaguna, Madrid, España).   Recitada por Marcelina Gonzáles Municio (67a) y María Villa Moreno (unos 55a) y Antonia Villa Moreno (unos 55a). Recogida por José Manuel Fraile Gil, Juan Manuel Calle Ontoso, Marcos León Fernández y Susana Weich-Shahak, 27/08/1994 (Archivo: ASFG; Colec.: Fraile Gil, J. M.). Publicada en Fraile Gil MT 12/CD, Madrid Tradicional. Antología v. 12, TECNOSAGA, WKPD-10/2023, corte 7, © Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor.  034 hemist.   Música registrada   (MP3 30 sec. clip). Versión completa (streaming media).

     El rey moro tiene un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   A la edad de quince años    se enamoró de su hermana.
     Viendo no podía ser,    cayó malito en la cama.
  4   Subió su madre a verle:    --¿Qué te pasa, hijo del alma?
     --Tengo una calenturita    que se me parte el alma.
  6   --¿Quieres que te mate un ave    de esos que vuelan por casa?--
     --Madre, haced lo que quieras,    que me lo suba mi hermana.--
  8   Como era tiempo verano    la niña subió en enaguas.
     La agarra de la cintura    y se la metió en la cama.
  10   --Tranquilo, qué vas a hacer,    mira que soy yo tu hermana.--
     --Si eres mi hermana, que seas,    no haber nacido tan guapa.--
  12   A eso de los nueve meses    cayó malita en la cama;
     llaman a siete doctores    los mejores de Granada.
  14   Uno la coge el pulso    y otro la toca en la cara toca en el pulso
     Se miran unos a otros:    --Esta chica está preñada.--
  16   A eso de los nueve meses    nació una rosa encarnada.
     y por nombre la pusieron    hija de hermano y hermana.

Variantes: Entre la primera y segunda repetición de los hemistiquios se aprecian unas variantes mínimas: -1a bis tuvo; -5a bis calenturilla; -8b sube; -9b mete; -3a llamaron; -14a toca en el pulso (una de las recitadoras).
Notas: Se repiten todos los hemistiquios, intercalando el estribillo "bien, bien, dale, dale, dale a la ley" entre la primera y segunda repetición del segundo hemistiquio. En el CD el romance se identifica como El seductor de su hermana. Véase también en Fraile Gil 1991, 92-93 otra versión de Navarredonda de Agustín Villa Moreno (62a) y Carmen Municio Fernández (56a)-- ambos, por lo visto, parientes de estas tres recitadores.

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0140:57 Tamar (á-a)            (ficha no.: 4790)

Versión de Somosierra (ay. Somosierra, p.j. Colmenar Viejo, ant. Torrelaguna, Madrid, España).   Recogida por Manuel García Matos, (Colec.: García Matos). Publicada en García Matos 1951; 1952; 1960, vol. I, p. 46, nº 81, melodía nº 110.  033 hemist.  Música registrada.

     Un rey moro tenía un hijo
  2   un rey moro tenía un hijo,    que Tranquilo se llamaba.
     A eso de los quince años    cayó malito en la cama.
  4   Su padre, que sube a verle:    -- ¿Qué tienes, hijo del alma?
     Que tengo una calentura    que me ha pegao mi hermana.
  6   ¿Quieres que te mate un ave    de esas que vuelan por casa?
     Mátemela, padre mío;    que me la suba mi hermana.
  8   Que suba sólita y. sola,    que no suba acompañada
     que si acompañada sube    soy capaz de destrozarla.--
  10   Como era tiempo verano    subía en enagua blanca.
     La agarró por la cintura,    a la cama la llevaba.
  12   --Por Dios, hermano, ¿qué haces?    Mira que yo soy tu hermana
     y en un corro de muchachas    dirán que soy despreciada.--
  14   A eso de los nueve meses    cayó muy grave en la cama.
     Llamaron cuatro doctores,    los mejorcitos de España.
  16   Unos la toman el pulso,    otros la miran la cara;
     se dicen unos a otros:    --Esta moza está preñada.--

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0140:92 Tamar (á-a)            (ficha no.: 7980)

Versión de Algarrobo (ay. Algarrobo, p.j. Vélez-Málaga, ant. Torrox, Málaga, España).   Recogida por Manuel Alvar, (Colec.: Alvar, M.). Publicada en Alvar 1970, nº 153, 315-316. Reeditada en Díaz-Mas 1994a, pp. 376-378.  052 hemist.  Música no registrada.

     Rey moro tenía hijo    que Ataquino se llamaba;
  2   se ha enamorado de Altamare,    que era su querida hermana.
     Viendo que no podía ser,    malito cayó en la cama;
  4   su padre fue a visitarlo    un domingo de mañana:
     --¿Qué tienes, hijo, Ataquino?    ¿qué tienes, hijo del alma?
  6   --Una calentura, padre,    que me ha traspasao el alma.
     --¿Quieres que te traiga un ave    de esos que se crían en casa?
  8   --Mátemelo usted, mi padre;    que me lo traiga mi hermana.
     Y si lo trae mi hermana,    venga sola y sin compaña,
  10   porque si compaña trae    mis penas serán dobladas.--
     Como era en el verano    iba con enaguas blancas;
  12   con una taza de caldo    los muertos resucitaba.
     --Toma, hermanito Ataquino,    toma, hermanito del alma.
  14   --No quiero taza de caldo,    tírala por la ventana.--
     Con una cintita verde    los ojos se los vendaba
  16   y allí hizo lo que quiso    y lo que le dio la gana.
     --¡Del cielo venga un castigo,    ya que la tierra no habla,
  18   que caiga sobre mi padre    que solita me mandaba!--
     Un día estaba a la mesa,    su padre la remiraba:
  20   --Padre, ¿qué me mira usted?    --Hija, no te miro nada,
     que tienes los ojos hundidos    como una recién casada.--
  22   Llamaron a tres doctores,    los mejores de Granada:
     uno le tomaba el pulso    y otro le toma la cara
  24   y el otro va y le dice:    --Su hija ya está casada.--
     A eso de los nueve meses    tuvo una rosa temprana
  26   y por nombre le pusieron    hija de hermano y hermana.

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0140:45 Tamar (á-a)            (ficha no.: 1844)

Versión de Pradocabalos (ay. Viana do Bolo, ant. Viana, p.j. Pobra de Trives, ant. Viana do Bolo, Ourense, España).   Recitada por Regina Rodríguez (unos 70a). Recogida por J. Antonio Cid, Ana Maria Martins, Suzanne Petersen y Isabel Ruiz, 07/07/1981 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 81; cinta: 6.7-7.3-A8). Publicada en RT-Galicia 1998, pp. 290-291.  068 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    más hermoso que una playa;
  2   de la edad de quince años    se enemoró de su hermana.
     No la pudo conseguir,    enfermo cayó en la cama,
  4   con un dolor de cabeza    y una calentura mala.
     Su padre iba a verlo,    muy triste y desconsolado.
  6   --¿Qué comerás, hijo mío,    comerás lo que te traiga?
     ¿Tú quieres pesca del río    o pechuga de una pava?
  8   --Ni quiero pesca del río    ni tampoco quiero nada,
     quiero un rico guisado    qu` Altamara me lo haga,
  10   y Altamara venga sola,    solita y sin compaña,
     porque si trae compaña    soy capaz de devorarla.--
  12   Por la escalera de amores    sube la linda Altamara;
     nunha mano lleva el plato    y en el hombro una toalla
  14   y en la otra pan y vino,    si acaso se le antojaba.
     --¿Qué tal estás, hermanito,    de esa enfermedad tan mala?
  16   --De esta enfermedad, hermanita,    tus amores me lo causan.
     --Mis amores, hermanito,    para ti no valen nada.--
  18   Saca sus manos blancas    y en la cama le tirara:
     hizo de ella lo que quiso,    hasta le cuspió en la cara.
  20   --Marcha, puta, pra onde as outras,    que ahora xa vas deshonrada,
     yo por tu honor no doy    ni el casco de una avellana.
  22   --Yo por el tuyo, hermano,    ni el casco de una manzana.--
     Por la escalera de amores    baja la linda Altamara,
  24   retorciendo en sus dedos    anillos de oro quebraba
     y maldiciendo a sus padres    que malos hijos criaban.
  26   Su padre, que aquello oye,    de la habitación donde estaba
                                       se asomara a una ventana.
  28   --¿Tú qué tienes, hija mía,    que vienes tan desesperada?
     --Es que su hijo más nuevo    que mi honor me quitara.
  30   --Calla, hija mía, calla,    tu honor no vale nada.
     --Premita Dios de los cielos    y la Virgen Soberana
  32   que venga un rayo del cielo    y que en carbón lo dejara.--
     La palabra no era dita,    ya el rayo encima estaba;
  34   inda lo dejó máis negro    que el teñido de una saya.

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0140:59 Tamar (á-o)            (ficha no.: 4910)

Versión de Villarmentero de Campos (ay. Villarmentero de Campos, p.j. Carrión de los Condes, Palencia, España).   Recogida por Narciso Alonso Cortés, (Colec.: Alonso Cortés, N.). Publicada en Alonso Cortés 1920, pp. 254-255.  046 hemist.  Música registrada.

     Un rey tenía un hijo    que era el príncipe de España
  2   y este tal se enamoró    de Altamar, que era su hermana.
     A tanto llegó el amor    que se fingió malo en cama,
  4   y su padre le visita    tres días a la mañana:
     --¿Qué mal es el que tú tienes?    ¿Que mal es el que te mata?
  6   --Dolor de cabeza, padre,    y una calentura falsa.
     Tengo una sed tan profunda    que no puedo tomar nada.
  8   --¿Tomarías un guisado    si Altamar te le guisara?
     --Altamar que me le guise    y Altamar que me le traiga,
  10   Altamar que venga sola,    y no venga acompañada;
     con el ruido de la gente    yo no puedo tomar nada.--
  12   Cuando su padre salía    Altamar por allí entraba
     vestida de un raso verde    desde los pies a la cara.
  14   La cogió por la muñeca,    la ha subido pa la cama;
     la puso el puñal al pecho    para que no se volcara
  16   y una mordaza en la boca    para que a nadie llamara,
     y aquí se gozó el traidor,    y ahora no le duele nada.
  18   --¡Válgame Dios de los cielos    y la Virgen soberana!
     Para un hermano que tengo    me ha quitado la honra y fama.
  20   --No te dé pena, hija mía,    no te dé pena por nada,
     que si es varón, ha de ser    el que gobierne la España;
  22   si es niña, la meteremos    en monjas de Santa Clara.
     --Mi padre tiene la culpa    por los consejos que le daba.

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0140:66 Tamar (á-a)            (ficha no.: 5917)

Versión de Dehesa de Monjeto (ay. Dehesa de Monjeto, p.j. Cervera de Pisuerga, Palencia, España).   Recitada por Clementina Rueda Pérez (unos 60a). Recogida por Diego Catalán, Thomas Lewis, Madeline Sutherland y Jane Yokoyama, 12/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Dehesa-Prioro`, A2). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:3, p. 203. Reeditada en Campa 1998, VI.II.37, p. 291.  034 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tiene un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   Un día, estando comiendo,    se enamoró de su hermana.
     --¿Qué me miras tanto, hermano,    no ves que yo soy tu hermana?
  4   --Si eres mi hermana, que seas,    no haber nacido tan guapa.--
     A los ocho días justos    Tranquilo cayó en la cama.
  6   Su padre, de que lo supo,    --¿Qué tienes, hijo del alma?
     --Tengo unas calenturitas    que me las ha dao mi hermana.
  8   --¿Quieres que te mate un ave    de esas que vuelan por casa?
     --Máteme la que usted quiera    que me la suba mi hermana;
  10   que me la suba ella sola,    que no suba acompañada,
     que si acompañada sube    soy capaz de devorarla.--
  12   Como era tiempo `e verano    la niña subió en enaguas.
     Su hermano de que la vio    se la ha metido en la cama,
  14   y a los nueve meses justos    malita cayó en la cama.
     Llamaron cuatro doctores,    los mejores de la Habana;
  16   el uno la toma el pulso    y el otro la ve en la cara
     y los otros dos la dicen:    --Esta niña está preñada.--

Notas: Se detuvo dos veces, tras el v. 12 y tras el 13, simulando que no se acordaba del resto (sin duda por pudor). Al cantar se repiten los hemistiquios impares y dos veces los pares.

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0140:75 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6350)

Versión de Salcedillo (ay. Brañosera, p.j. Cervera de Pisuerga, Palencia, España).   Recitada por Concepción González (82a). Recogida por Teresa Catarella, José Manuel Cela, y Paloma Montero, 12/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Siero-Salcedillo` B11). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:1, pp. 201-202.  044 hemist.  Música no registrada.

     Un rey tenía un hijo,    la cosa más estimada.
  2   Un día, estando comiendo,    se enamoró de la hermana.
     Viendo que no puede ser,    viendo que no ha de lograrla,
  4   viendo que no puede ser,    malito cayó en la cama.
     Su padre fue a visitarle,    compañeros le acompañan:
  6   --¿Qué tienes, hijo querido,    qué tienes, hijo del alma?
     si te gustaría un ave,    que te la suba tu hermana.
  8   --Padre, no quiero gallina,    padre, yo no quiero nada,
     una tacita de caldo,    que me la suba mi hermana;
  10   dígala que suba sola,    que no venga acompañada.--
     Sube la escalera arriba    con su traje de verano
  12   y una tacita de caldo    para su querido hermano.
     --¿Qué tienes, hermano mío,    que estás malito en la cama?
  14   --Lo que tengo, hermana mía,    entre los tus ojos anda.
     --Si no te arrepientes de ello    no levantes de la cama.--
  16   Cogió un puñal que tenía    y en el pecho se le clava.
     A los gritos de esta joven    su padre salió a escucharla:
  18   --¿Qué te pasa, hija querida,    qué te pasa, hija del alma?
     Por las cosas de este mundo    tú no te apures por nada.
  20   --Vaya una razón pa un padre    `no sube y le arranca el alma.--
     Con el puñal que tenía    siete veces se le clava
  22   y al lado del corazón    relumbra como una espada.

Variante: -la padre.
Nota: la recitadora es natural de Velilla del Río Carrión (Palencia).

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0140:76 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6351)

Versión de Herreruela de Castillería (ay. Cervera de Pisuerga, p.j. Cervera de Pisuerga, Palencia, España).   Recitada por Engracia Calvo (35a). Recogida por J. Antonio Cid, Flor Salazar, y Ana Valenciano, 12/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: Salceda-Herreruela B16+Redondo-S. Felices A5). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:2, p. 202.  029 hemist.  Música no registrada.

     El rey moro tiene un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   Y un día, estando comiendo,    se enamoró de su hermana,
     y al otro día siguiente    Tranquilo cayó en la cama.
  4   Subió su padre a verle:    --Tranquilo, di, ¿qué te pasa?
     ¿Quieres que te mate un ave,    de estos que vuelan por casa?
  6   --Máteme lo que quiera, padre,    que me lo suba mi hermana.
     Si sube, que suba sola,    que no suba acompañada;
  8   si sube acompañada    soy capaz de devorarla.--
     La agarró por la cintura    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  10   --Para, Tranquilo, para,    ¿no ves que soy tu hermana?
     --Si eres hermana que seas,    no haber nacido tan guapa.--
  12   Y a los cuatro meses justos    la niña cayó en la cama.
     Llamaron a tres doctores,    los mejores de la Habana.
  14   El uno le toma el pulso    y el otro mira la cara
     y el otro les dice a ellos:    --Esta niña está embrazada.--

Nota: -7a no grabado, pero consta en apuntes; 15b embrazada sic.

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0140:109 Tamar (á-a)            (ficha no.: 8672)

Versión de Palencia (Palencia, España).   Recitada por Cándida Reguero (18a). Recogida por Narciso Alonso Cortés, (Archivo: AMP; Colec.: Alonso Cortés, N.). Publicada en Alonso Cortés 1906, pp. 109-110. Reeditada en Alvar 1970, 311-312.  048 hemist.  Música registrada.

     Un gran rey tenía un hijo    que era príncipe de España,
  2   se enamoró de Altamar,    de Altamar que era su hermana.
     Tanto le venció el amor    que cayó enfermo en la cama
  4   y su padre, que era el rey,    tres veces le visitaba,
     la una, a medio dia,    las otras por la mañana.
  6   --¿Qué mal es el que tiés, hijo,    ó qué mal el que te mata?
     --Dolor de cabeza, padre,    y una calentura falsa.
  8   --Dicen que para los reyes    no hay cosa más regalada
     que el ala de un palomino,    la pechuga de una pava.
  10   --Altamar que me lo guise,    Altamar que me lo traiga,
     Altamar que venga sola,    que no venga acompañada.--
  12   Por aquella sala de oro    la linda Altamar entraba,
     vestida de seda verde    desde los pies a la cara;
  14   con los platos en la mano    acercaba pa la cama.
     Se les cogió con gran furia    al patio se les tiraba.
  16   Le ha puesto un puñal al pecho    pa que no se revolcara,
     una mordaza en su boca    para que ella no chillara.
  18   Por aquella sala de oro    la linda Altamar marchaba
     maldiciendo su cabello,    maldiciéndose su cara.
  20   En el medio la escalera    eon su padre se encontraba
     --¿Por qué lloras, hija mia?,    mi Altamar, ¿por qué lloraba?
  22   --Si en el cielo no hay castigo    y en la tierra no hay venganza,
     que le corten la cabeza    y a los perros se la echara.--
  24   Los perros no la comían    porque era carne cristiana.

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0140:111 Tamar (á-a)            (ficha no.: 8674)

Versión de Astudillo (ay. Astudillo, p.j. Palencia, ant. Astudillo, Palencia, España).   Recitada por Dominica Alonso (52a). Recogida por Narciso Alonso Cortés, (Archivo: AMP; Colec.: Alonso Cortés, N.). Publicada en Alonso Cortés 1906, pp. 111-112. Reeditada en Alvar 1970, 310--311.  048 hemist.  Música registrada.

     Por la sala de Altamar    iba la linda Altamara;
  2   ella es alta como un pino,    reluce como una espada.
     Esta tal tiene un hermano    que está malito en la cama.
  4   Fue su padre a visitarle    un lunes por la mañana.
     ¿Qué tienes, hijo, qué tienes,    qué tienes en esa cama?
  6   --Tengo unas calenturillas    que me roen las entrañas.
     --Si te gustara una polla    te la guisara Altamara.
  8   --Si me la guisa Altamara    venga sola sin compaña,
     que también la mucha gente    algunas veces enfada.--
  10   Por la sala de Altamar    iba la linda Altamara
     con una polla en dos platos    y en la otra una toalla,
  12   y en la su mano derecha    lleva una jarra de plata.
     --¿Qué tienes, hermano mío,    qué tienes en esa cama?
  14   --Los tus amores, traidora,    que me roen las entrañas.--
     La agarró de los cabellos,    la tiró encima la cama,
  16   hizo lo que quiso de ella    hasta escupirla en la cara.
     Por la sala de Altamar    iba la linda Allamara
  18   pegando voces y gritos    y al cielo pide venganza.
     --¿Qué tienes, hija, qué tienes?    No te atustes tú por nada,
  20   que si tú tendrías hembra    será la reina de España,
     y si sería varón,    lo mismo le acompañara.
  22   --Vaya un dicho para un padre,    ¡no le pasa las entrañas!--
     Coge el puñal más pequeño    y el corazón se traspasa:
  24   --Quiero morir con honor,    que no vivir deshonrada.--

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0140:112 Tamar (á-a)            (ficha no.: 9056)

Versión de Alba de Cerrato (ay. Alba de Cerrato, p.j. Palencia, ant. Baltanás, Palencia, España).   Recitada por Clementina Núñez González (85a). Recogida por Emilio Rey García, 10/07/1991 (Colec.: Rey García, E.). Publicada en Rey García 2006, El romancero y su música en la provincia de Palencia, Diss. UAM, nº 20b (notación musical).  056 hemist.  Música registrada.

     Una vez que don Alfonso    con calentura se hallaba,
  2   su padre subía a verle    tres veces a la semana.
     --Buenos días, don Alfonso,    ¿qué tenéis, que estáis en cama?
  4   --Calenturas tengo, padre,    que me rúen las entrañas.
     --De todo que hay en el mundo,    ¿cuál fuera el que te gustara?
  6   ¿Te gustará una pollita,    que te la guise Altamara?
     --Altamara me la guise,    Altamara me la traiga,
  8   Altamara venga sola    y no venga acompañada;
     a veces la mucha gente,    a veces también la enfada.--
  10   Si ella tuviera un cuchillo    ella sola se matara.
     Por aquella sala de oro    iba a la linda cámara
  12   vestida de raso verde    desde los pies a la cara.
     Lleva en su mano dos platos,    en su hombro una toalla,
  14   y en su mano la derecha    llevaba una jarra de agua.
     --Buenos días, don Alfonso,    ¿qué tenéis, que estáis en cama?
  16   --La enfermedad que yo tengo    entre los tus ojos anda.
     --Permita Dios en los cielos    te levantes de esa cama.--
  18   Se levanta enfurecido    como un oso cuando brama,
     la puso un puñal al pecho    para que no voceara,
  20   y un bozal a la lengua    para que no lo parlara.
     Las perlas de sus pendientes    por la habitación rodaban,
  22   y al bajar por la escalera    con su padre se encontraba.
     --Padre, contárselo quiero,    aunque vergüenza me causa.
  24   --No te dé vergüenza, hija,    no te dé vergüenza nada,
     que si tienes un infante    será príncipe en España,
  26   y si tienes una infanta    será monja en Santa Clara.
     --No quiero vivir así,    mejor morir ahorcada,
  28   quiero morir doncellita    y llevar ramo de palma.--

Nota: Para bajar una imagen mejor (en formato PDF), tras pulsar en el enlace a la notación musical, sustituya "jpg" con "pdf en el URL.

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0140:64 Tamar (á-a)            (ficha no.: 5856)

Versión de Trabanca (ay. Trabanca, p.j. Vitigudino, ant. Ledesma, Salamanca, España).   Recitada por María Vicente (71a). Recogida por Sergio Calleja, Yolanda del Pozo, Silvia Iglesias y Suzanne Petersen, 03/07/2002 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SALAMANCA 02). Publicada en Petersen-Web 2004, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  032 hemist.   Música registrada   (MP3 30 sec. clip). Versión completa (streaming media).

     El rey moro tenía un hijo    más hermoso que la playa
  2   y a la edad de quince años    se enamoró de su hermana.
     Al ver que no podía ser    malito cayó en la cama
  4   con dolores de cabeza    y unas calenturas malas.
     Un día subió el padre a verlo:    --¿Qué tienes, hijo del alma?
  6   --Tengo dolor de cabeza    y unas calenturas malas.
     --Te mataremos un ave    de los mejores que haya.
  8   --Quiero una taza de caldo    que me la suba mi hermana;
     quiero que suba sola,    
  10   que si sube acompañada    soy capaz de devorarla.--
     Al subir por la escalera    la tiró sobre la cama;
  12   de ella hizo lo que quiso    y hasta le escupió en la cara.
     --Hermano, si eres hermano,    no me aprietes la cintura,
  14   que tengo una hierbabuena    que todos los males cura.
     --Esa hierbabuena, hermana,    se ha criado entre las matas,
  16   como te has criado tú    entre las mozas saladas.--

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0140:1 Tamar (á-a)            (ficha no.: 453)

Versión de Madrona (ay. Segovia, ant. Madrona, p.j. Segovia, Segovia, España).   Recitada por Antonia Martín (15a). Recogida por Ramón Menéndez Pidal y Jimena Menéndez Pidal, 22/09/1931 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en TRC-Segovia 1993, pp. 130-131.  039 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tiene un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   Un día estando comiendo    se enamoró de su hermana.
     --¿Qué me miras, hermano mío,    que me pones tal mirada?
  4   --¡Qué te he de mirar, mi hermana,    que has de ser mi enamorada!
     --No lo quiera Dios del cielo,    ni la Virgen soberana,
  6   que pa un hermano que tengo,    sea yo su enamorada.--
     A eso de los ocho días    su hermano cae en la cama
  8                                     con calenturitas malas.
     Ha subido su padre a verle    y le dice estas palabras:
  10   --¿Quieres que te mate un ave    de las que vuelan por casa?
                                       --Ni quiero aves ni avas,
  12   quiero una taza de caldo    que me la suba mi hermana.--
     Como era en tiempo verano,    subía en saya blanca.
  14   . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    Se ha tirado de la cama,
     la agarró de la cintura    y a la cama se la echara.
  16   --¿No miras, hermano mío,    no miras que soy tu hermana?
     --Si eres mi hermana que seas,    ties que ser mi enamorada.--
  18   A eso de los ocho días    su hermana cae en la cama,
     llamaron a tres dotores    los mejores de La Habana;
  20   uno la miraba el pecho,    otro la mira la cara
     y otro se queda diciendo:    "Esta chica esta chiflada".

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0140:2 Tamar (á-a)            (ficha no.: 454)

Versión de Cantalejo (ay. Cantalejo, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recogida por Agustín Blánquez Fraile, 00/00/1907 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en TRC-Segovia 1993, pp. 127-128.  049 hemist.  Música registrada.

     Por la sala de Altamar    iba la linda Altamira,
  2   más alta que un pino es,    reluce como una espada.
     La quién condes y marqueses
  4   y hasta un hermanito suyo    ha intentado de engañarla;
     y de ver que no ha podido    cayó malito en la cama.
  6   Su padre, que lo ha sabido,    por la escalera bajaba.
     --¿Qué tienes tú, mi don Juan,    que estás malito en la cama?
  8   --Tengo calentura lenta    que me roba las entrañas.
     --De las cosas de este mundo    ¿cuála mejor te gustaba?
  10   ¿Si te gustara una polla    que Altamira la guisara?
     --Si viene, que venga sola,    que no venga acompañada,
  12   que muchas veces la gente,    la gente también enfada.--
     Por la sala de Altamar    iba la linda Altamara,
  14   con una polla en un plato,    en el hombro una tohalla,
     en la manita derecha    llevaba una jarra de agua.
  16   --¿Qué tienes tú, mi don Juan,    qué tienes que estás en cama?
     --El mal que yo tengo, niña,    entre los tus ojos anda.--
  18   Se ha tirado como un toro,    como un toro cuando brama,
     hizo lo que quiso de ella,    hasta escupirla la cara.
  20   Su padre, que lo ha sabido,    por la escalera bajaba.
     --¿Qué tienes tú, mi Altamira,    qué tienes tú, bien de mi alma?
  22   --Yo no se lo digo, padre,    más vergüenza me causara,
     que los niños de la escuela    me llaman mujer mundana.--
  24   Ella tenía un puñal,    ella misma se lo clava.
     --Más quiero morir con honra    que no morir deshonrada.

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0140:3 Tamar (á-a)            (ficha no.: 455)

Versión de Nava de la Asunción (ay. Nava de la Asunción, p.j. Segovia, ant. Santa María de Nieva, Segovia, España).   Recogida por Rafael Farias y Velasco, 00/00/1904 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en TRC-Segovia 1993, pp. 133-134.  043 hemist.  Música registrada.

     Por la sala ultramarina    iba la niña Ultramara
  2   derechita como un pino,    relumbra como una espada.
     Todos los condes, marqueses    y hasta el señor de Vizcaya,
  4   hasta un hermanito suyo    han tratado de gozarla.
     Ya que gozarla no pudo,    malito cayó en la cama.
  6   Su madre, de que lo supo,    por la escalera bajaba.
     --¿Qué tiene mi hijo Alonso,    qué tiene que está en la cama?
  8   --Tengo calentura lenta    que me roe las entrañas.
     --De las cosas de esta vida    dime cuál más te gustara.
  10   ¿Si te gustara una polla,    que Ultramarina la traiga?
     --Si la trae Ultramarina,    que no venga acompañada,
  12   que a veces la compañía    a toda la gente enfada.--
     Por la sala ultramarina    iba la niña Ultramara,
  14   derechita como un pino,    relumbra como una espada;
     en su mano lleva el plato    y en el hombro la tohalla,
  16   y en su manita derecha    lleva una jarrita de agua.
     --¿Qué tiene mi hermano Alonso,    qué tiene que está en la cama?
  18   --Hermana, el mal que yo tengo    entre tus ojitos anda.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    --Si entre mis ojitos anda,
  20   permita Dios de los cielos    no te muevas de la cama.--
     Se tiró como un toro,    como un toro cuando brama,
  22   hizo de ella lo que quiso    y hasta le escupió en la cara.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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0140:4 Tamar (á-a)            (ficha no.: 456)

Versión de Valverde del Majano (ay. Valverde del Majano, p.j. Segovia, Segovia, España).   Recitada por Juana Huertas. Recogida por Agapito Marazuela Albornos, entre 1915-1925 (Archivo: AMP; Colec.: Agapito Marazuela 1933). Publicada en Marazuela Albornós 1964, p. 128 (sólo los 2 primeros versos con la transcripción musical). Reeditada en Marazuela Albornós 1981, p. 132 (nº 167). y TRC-Segovia 1993, p. 131.  050 hemist.  Música registrada.

     Se pasea Ultramarina    por una sala ultramada,
  2   derechita como un pino,    relumbra como una espada.
     Todos condes y marqueses    y hasta el gran rey de Vizcaya
  4   y hasta un hermanito suyo    ha intentado de gozarla.
     Ya que gozarla no pudo,    malito cayó en la cama
  6   con una calenturita    que el corazón se le abrasa.
     Su hermana, de que lo supo,    por la escalera bajaba;
  8   baja una polla en un plato    y en el hombro una tohalla
     y en la manita derecha    baja una jarrita de agua.
  10   --¿Qué te pasa, hermano mío,    que malito estás en cama?
     --Este mal que tengo, hermana,    entre tus ojillos anda.
  12   --¡No lo querrá Dios del cielo,    ni la Virgen soberana,
     no lo querrá Dios del cielo    que te muevas de esa cama!--
  14   Él se levantó furioso,    como un toro cuando brama,
     hizo lo que quiso de ella,    hasta la escupió en la cara.
  16   La niña, con sus temores,    malita cayó en la cama.
     Su madre, de que lo supo,    por la escalera bajaba.
  18   --¿Qué te pasa Ultramarina,    que malita estás en cama?
     --Madre, yo no se lo cuento,    porque si se lo contara,
  20   más vergüenza me daría,    más vergüenza me causara,
     que las niñas de la escuela    me llamen mujer mundana.
  22   --Te tengo de meter monja    de la religión en cuadra.--
     La niña agarra un puñal    y a su madre se le clava.
  24   --Más quiero morir con honra,    que no vivir deshonrada,
     que las niñas de la escuela    me llamen mujer mundana.

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0140:5 Tamar (á-a)            (ficha no.: 457)
[0101 No me entierren en sagrado, contam.]

Versión de Carbonero el Mayor (ay. Carbonero el Mayor, p.j. Segovia, Segovia, España).   Recitada por Josefa López. Recogida por Agapito Marazuela Albornos, (Archivo: AMP; Colec.: Agapito Marazuela 1933). Publicada en TRC-Segovia 1993, pp. 132-133.  084 hemist.  Música registrada.

     Tres hijas tenía un rey,    todas tres como oro y plata,
  2   la más chiquitita de ellas    Altamara se llamaba.
     Collar de oro traía al cuello    y a su hermano enamoraba;
  4   lleno su hermano de amores,    malito cayó en la cama.
     Subiera su padre a verle    un día por la mañana.
  6   --¿Qué tal te va, mi don Pedro,    qué tal te va en esta cama?
     --A mí bien me va, mi padre,    mejor que ayer tarde estaba.
  8   --¿Qué comerás, el don Pedro,    qué comerás que te traigan?
     --Yo bien comiese, mi padre,    los menudos de una pava.
  10   Altamara me los guise,    Altamara me los traiga,
     Altamara venga sola,    venga sola y sin compaña;
  12   con el ruido de la gente    más calentura me entraba.--
     Por la escalera de amores    sube la linda Altamara,
  14   lleva en una mano el plato    y en otra lleva la jarra,
     y en su brazo derecho    un paño blanco de holanda.
  16   --Buenos días, mi don Pedro,    ¿qué tal te va en la cama?
     --Los tus amores, traidora,    me tienen en esta cama.
  18   --Los mis amores traidores    para ti no valen nada.--
     La cogió de los cabellos,    se la metiese en la cama,
  20   hizo de ella lo que quiso,    hasta escupirla en la cara.
     --Anda vete, tuna, vete    pa donde las otras andan,
  22   que tu honra valía mucho,    ahora ya no vale nada,
     no diera yo por tu honra    los cascos de una avellana.--
  24   Por la escalera de amores    baja la linda Altamara
     retorciéndose los dedos    y sus anillos quebranta.
  26   En medio de la escalera    sentado su padre estaba.
     --¿Qué tal queda mi don Pedro,    qué tal se queda en la cama?
  28   --El don Pedro bueno queda,    yo bajo muy enojada.
     --Como el don Pedro esté bueno,    tus enojos no son nada.--
  30   Se fuese por una sala    y donde el sol la rayaba.
     --¡Justicia venga del cielo    ya que en la tierra no la haya
  32   y caiga un rayo del cielo    para mi hermano en la cama!--
     Aún la palabra no ha dicho    cuando a Dios se le atajaba;
  34   unos cargan con los pies,    otros cargan con el alma,
     y el más chiquitito de ellos    con el colchón de la cama.
  36   --Alto, alto, caballeros,    que una palabra me queda:
     la silla de mi caballo    me pongan de cabecera,
  38   y mi manto colorado    me pongan de cobertera,
     y a mi mano derecha    me la pongan tierra afuera
  40   con un letrero que diga:    "Aquí murió malogrado;
     no murió de calentura,    ni tampoco de costado,
  42   que murió de mal de amores,    que es mal desesperado".

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0140:6 Tamar (á-a)            (ficha no.: 458)

Versión de Cañicosa (ay. Matabuena, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recitada por Josefa Merino (70a). Recogida por Koldo Biguri, José Ramón Prieto, Beatriz Mariscal y Mª José Querejeta, 07/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 5.7-7.2/B-03). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  047 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Raimundo se llamaba,
  2   a la edad de quince años    se enamoró de su hermana.
     Viendo que no podía ser    cayó malito en la cama
  4   con dolores de cabeza    y calentura muy mala.
     Ha subío su padre a verle:    --¿Qué tienes hijo del alma?
  6   --Padre, tengo calenturas    que me traspasan el alma.
     --¿Tu te tomarías un ave    de esas que vuelan por casa?
  8   --Padre, yo sí que me la como,    si me la guisa mi hermana.--
     Era en tiempo de verano,    ha subido en faldas blancas
  10   aquella blanca paloma    que su sangre fue manchada.
     Al entrar en la habitación    se ha tirado de la cama
  12   y le ha vendado los ojos    con una cinta encarnada.
     Entonces le dijo ella:    --¡Detente, que soy tu hermana!--
  14   Aquella pobre mujer    de su sangre fue manchada.
     Un día estaba comiendo    su padre la remiraba.
  16   --¿Padre, qué me mira usted,    qué tengo yo en esta cara?
     --Tienes la cara amarilla,    la ropa muy abultada.--
  18   La llevan a en ca` los médicos    para que bien la operaran;
     unos la ponen de pie,    otros la ponen sentada,
  20   el que la puso de pie    dijo que estaba opirada.
     --¿Con qué la opirada fue?
  22   --Con una rubia camera    que a la cuna la arrojaba
     --¡Válganme las tres Marías,    válgame la Soledad!
  24   mi padre tuvo la culpa    que yo me vea deshonrá.

Nota 20d opirada, sic. La recitadora es natural de Extremadura.

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0140:7 Tamar (á-a)            (ficha no.: 459)

Versión de Cuéllar (ay. Cuéllar, p.j. Cuéllar, Segovia, España).   Recitada por Agustina Gordo Blanco (66a) y Alejandro Ortega Martí (68a) y Anastasio Beltrán Marinero (68a). Recogida por Juana Agüero, Diego Catalán, Jon Juaristi, Beatriz Mariscal, Francisco Mendoza Díaz-Maroto y Ana Valenciano, 05/07/1980 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 80; cinta: 1,2.5-7.1/A-01). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  030 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tranquilo se llamaba,
  2   un día estando cenando    se enamoró de su hermana.
     Al otro día siguiente    Tranquilo cayó en la cama.
  4   --Sube su padre a verle:    --¿Hijo, Tranquilo, qué tienes?
     --Tengo unas calenturitas    que son las que a mí me matan.
  6   --Pues si tienes calenturas,    te subiremos un caldo.
     --Pues si están de subirlo,    que me lo suba mi hermana.--
  8   Como era en tiempo verano    su hermana subió en enaguas.
     La cogió de la cintura,    con ella se metió en la cama.
  10   --Mira, hermano Tranquilo,    ¿no miras que soy tu hermana?
     --Si eres mi hermana que seas,    no haber nacido tan guapa.--
  12   A eso de los nueve meses    su hermana quedó en la cama.
     Llamaron cuatro doctores,    los mejores de La Habana,
  14   el uno la toma el pulso,    otro la mira la cara,
     los otros dos la decían:    --Esta niña no tié nada.

Variantes: -1a E. r. m. tiene u. h.; -2a u. d. e. comiendo; -8b la niña subió e. e.; -12b s. h. q. embarazada; -15b e. n. [está] preñada.
Nota: al cantar repiten cada hemistiquio, el segundo incluso tres veces.

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0140:8 Tamar (á-a)            (ficha no.: 460)

Versión de Laguna de Contreras (ay. Laguna de Contreras, p.j. Cuéllar, Segovia, España).   Recitada por María Arranz (61a). Recogida por Olimpia Martínez, José Ramón Prieto, Sandra Robertson y Flor Salazar, 03/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 3.3-7.1/A-03). Publicada en TRC-Segovia 1993, pp. 128-129.  040 hemist.  Música registrada.

     Y el rey moro tiene un hijo    que Tranquilo se llamaba,
  2   un día estando cenando    se enamoró de su hermana.
     Y a la edad de quince años    cayó enfermito en la cama,
  4   y ha bajado su padre a verle,    y está malito en la cama.
     --¿Qué te pasa, hijo Tranquilo,    que estás malito en la cama?.
  6   --Que me han dado calenturas    que me traspasan el alma.
     --¿Quieres que te mate un ave    de los que vuelan por casa?.
  8   --Máteme las que usted quiera,    que me las baje mi hermana;
     si viene que venga sola,    que no venga acompañada,
  10   que si acompañada viene,    soy capaz de devorarla.--
     Como era tiempo verano,    bajaba en enagua blanca.
  12   Se ha levantado de la cama    como un toro cuando brama,
     la cogió por la cintura,    Tranquilo la echó en la cama.
  14   --¡Hermano, ¿qué vas a hacer?,    mira que yo soy tu hermana!
     --Si eres mi hermana que seas,    no haber nacido tan guapa.--
  16   Y a eso de los nueve meses    cayó malita en la cama.
     Llamaron cuatro doctores,    los mejores de La Habana;
  18   unos le toman el pulso    y otros le miran la cara,
     se dicen el uno al otro:    "Esta chica está preñada".
  20   Y aquí se acabó la historia    de Tranquilo y de su hermana.

Variante: 8b q. m. l. traiga m. h.

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0140:9 Tamar (á-a)            (ficha no.: 461)

Versión de Urueñas (ay. Urueñas, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recitada por Matea Carretero "Mateílla" (79a). Recogida por Pere Ferré, Therese Meléndez, Javier Ormazábal y Teresa Yagüe, 04/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 2.4-7.2/A-01). Publicada en TRC-Segovia 1993, p. 126.  038 hemist.  Música registrada.

     Por las salas de Altamara    se paseaba Altamara
  2   con una toalla al hombro    y en una mano una jarra.
     La piden duques y reyes    y hasta el conde de Granada,
  4   y un hermano que tenía    ha caído enfermo en la cama.
     --¿Qué tienes, hermano mío,    qué tienes que estás en cama?.
  6   --La enfermedad que yo tengo    entre los tus ojos anda.
     --Permita el rey de los cielos    que levantes de la cama.--
  8   Se levantó de la cama    y como un león bramaba;
     hizo lo que quiso de ella,    y hasta escupirla en la cara.
  10   Su padre no lo sabía    porque en la casa no estaba.
     --¡Cómo vienes, hija mía,    con el seno desgranada!
  12   --Padre contárselo quiero,    pero vergüenza me causa.
     --No te apures, hija mía,    ni te sientas enojada,
  14   yo te meteré en un convento,    convento de Santa Clara.
     --Yo no quiero ser monjita    de la orden de Santa Clara,
  16   que quiero morir doncella    y llevar ramo de palma.--
     Con un puñal que tenía,    ella misma se mataba,
  18   porque un hermano que tuvo    la quitó la honra y fama,
     porque un hermano que tuvo    la quitó de ser casada.

Nota: La recitadora comenta que ella era la hija de David y que se la sabe toda porque tiene Biblia.

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0140:10 Tamar (á-a)            (ficha no.: 462)

Versión de Aldeasoña (ay. Aldesoña, p.j. Cuéllar, Segovia, España).   Recitada por Pilar Carbonero (62a). Recogida por Pilar Aragón, Koldo Biguri, Pere Ferré y Victoria Raboso, 03/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 2.3-7.2/B-04). Publicada en TRC-Segovia 1993, p. 129.  044 hemist.  Música registrada.

     Por las salas de Altamara    iba la linda Altamara,
  2   derechita como un sol,    reluce como una espada.
     Un hermano que tenía    ha intentado de gozarla,
  4   y para gozarse de ella    ha caído malo en cama.
     Su padre, que lo ha sabido,    a visitarle bajaba.
  6   --Buenos días, don Alfonso,    ¿qué tenés que estás en cama?
     --Calentura tengo, padre,    que me roba las entrañas.
  8   --De las cosas de este mundo    la que mejor te gustara.
     --Una polla bien guisada,    que me la guise Altamara;
  10   Altamara me la guise,    Altamara me la traiga,
     Altamara venga sola,    venga sola y sin compaña,
  12   que a veces mucha gente,    a veces también enfada.--
     Por las salas de Altamara    iba la linda Altamara
  14   con la pollita guisada    y en su hombro una toalla,
     y en la su mano derei    le llevaba una jarra de agua.
  16   --Buenos días, don Alfonso,    ¿qué tenés que estás en cama?
     --Estos males que yo tengo    entre mí y tus ojos andan.--
  18   Se levantó enfurecido    como un león cuando brama,
     todo lo que quiso de ella,    hasta escupirla en la cara.
  20   Su padre lo estaba viendo    desde el balcón donde estaba.
     --No te dé vergüenza, hija,    ni te des por afrentada,
  22   te meteré religiosa    del convento Santa Clara.

Nota: 15a derei, sic.

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0140:11 Tamar (á-a)            (ficha no.: 463)

Versión de Pajares del Fresno (ay. Fresno de Cantespino, ant. Pajares del Fresno, p.j. Sepúlveda, ant. Riaza, Segovia, España).   Recitada por Miguel García, pastor (67a). Recogida por Diego Catalán, Mª Teresa Cillanueva, Gabriel Fraile y Therese Meléndez, 03/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 6.3-7.1/A-09). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  030 hemist.  Música registrada.

     Un rey moro tenía un hijo    que Tranquilito se llamaba,
  2   y al día siguiente    Tranquilito cayó en cama.
     --¿Tranquilito, qué te pasa,    qué te pasa, hijo del alma?
  4   --Que tengo calenturillas    que me atraviesan el alma.
     --¿Si quieres que te mate un ave    de esas que andan por casa?
  6   --Que me mate lo que quiera,    que me lo traiga mi hermana.--
     Su hermana se lo llevó,    se echó a ella y la abrazó.
  8   --¡Mira, estate quieto, Tranquilito,    mira que soy tu hermana!
     --Si eres mi hermana que seas,    no haber nacido tan guapa.--
  10   A los cinco meses    la barriga hinchada.
     Llaman a cuatro doctores    por ver si la visitaban;
  12   el uno la toma el pulso,    el otro la mira la cara
     y el otro la dice:    --Esta chica está preñada.
  14   --Si está preñada que esté,    la dejaremos que para.--
     Y aquí se termina la historia    de Tranquilito y su hermana.

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0140:12 Tamar (á-a)            (ficha no.: 464)

Versión de Valle de Tabladillo (ay. Valle de Tabladillo, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recitada por Nicasia Ruiz. Recogida por Vanda Anastácio, Pilar Aragón, J. Antonio Cid y Gabriel Fraile, 07/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 4.7-7.2/B-15 y 3/A-02). Publicada en TRC-Segovia 1993, pp. 127.  034 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tiene un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   La otra mañana almorzando    se ha enamorao de su hermana.
     --Si eres mi hermana que seas,    no haber nacido tan guapa.--
  4   A los tres o cuatro días    Tranquilo cayó en la cama
     y su madre, que lo supo,    al pronto le visitaba.
  6   --¿Qué te pasa, hijito mío,    qué te pasa, hijo de mi alma?
     --Tengo unas calenturillas    que a mí me parten el alma.
  8   --¿Quieres que te mate un ave    de esas que vuelan por casa?
     --Máteme usted lo que quiera    y me lo traiga mi hermana.--
  10   Se lo ha subido su hermana    y sobre ella se abalanza,
     hizo lo que quiso de ella    y hasta la escupió en la cara.
  12   A los tres o cuatro meses
     llaman a cuatro doctores    los principales de España.
  14   Unos le miran el pulso,    otros la miran la cara,
     otros la dicen así:    --Esta chica está preñada.
  16   --Si está preñada, que esté,    si está preñada, que para.--
     A los ocho o nueve meses    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  18   y de nombre le pusieron    "Hijo de hermano y hermana".

Variantes: 2b se enamoró d. s. h.; De otra mujer: 10b q. m. lo suba mi h.; 13a avisa a los d.

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0140:13 Tamar (á-a)            (ficha no.: 465)

Versión de Sigueruelo (ay. Santo Tomé del Puerto, ant. Sigueruelo, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recitada por Sagrario Martín Mayoral (62a) y Florentina Bermejo (60a). Recogida por José Antonio Blanco, Mª José Querejeta, Dolores Sanz y Ana Valenciano, 03/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 1.3-7.2/A-05). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  019 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   Un día estando comiendo    se enamoró de su hermana.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    cayó malito en la cama.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  4   --Que me dan calenturitas    que me las pegó mi hermana.--
    
(Fue la madre a decirle que le llevaba la comida)
.
     --Que suba mi hermana sola,    que no suba la criada,
  6   porque si sube la criada,    sería capaz de matarla.--
     La ha cogido del brazo    y la ha echado en la cama.
  8   --¡Tranquilo, qué vas a hacer,    mira que yo soy tu hermana!.
     --Si eres mi hermana que lo seas,    no haber nacido tan guapa.--
  10   Y al cabo de los nueve meses,    la niña cayó en la cama.

Variante de Sagrario: 10b cayó la niña mala.
Nota: Este romance se bailaba, y al final de cada verso se daban unas vueltas.

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0140:14 Tamar (á-a)            (ficha no.: 466)

Versión de Aldeanueva de la Serrezuela (ay. Aldeanueva de la Serrezuela, p.j. Sepúlveda, ant. Riaza, Segovia, España).   Recitada por Agapita Melero (81a). Recogida por Pere Ferré, Therese Meléndez, Javier Ormazábal y Teresa Yagüe, 04/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 2.4-7.1/B-03). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  027 hemist.  Música registrada.

     Por la sala de Altamara    iba la linda Altamara
  2   más derechita que un sol,    relumbra como una espada.
     La quieren ricos y condes,    hasta el rey de Granada,
  4   y un hermano que tenía    la ha quitado honra y fama.
     Ha héchose el malo en la cama    pa que su hermana le visitara.
    
(El hermano empezó a llamarla pa gozarse de ella. Y el papá dice:)
  6   --¿Hijo, qué es lo que te quieres?
     ¿Si quiés una pollita,    que te la guise Altamara?
  8   ¿Y si quiés un cachito de pavo,    que te lo guise Altamara.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    --Que venga sola y sin compaña.
  10   Que a veces la mucha gente,    y a veces también enfada.
    
(Y Altamara se la guisa; l`ha llevado el alimento.)
     --Hermano, . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  12   --Padre, contárselo quiero,    pero vergüenza me causa,
     que un hermano que tenía    me ha quitado la honra y fama.
  14   --No te apures, hija mía,    que yo miraré tus . . . . . .,
     que te meteré monjita    del convento de Santa Clara.

Variantes: -1a Iba la linda Altamara por la calle. . . . . .; por el jardín. . . . . .; por el pasillo. . . . . .; por el portal. . . . . .; -3a L. q. r. y pobres; -4 Tenía un hermano en la cama, la quita honra y fama; -7a Mátala una pechuguita de pavo; -8a ¿Y si quiés una pichuguita de . . . . . .; -12b hasta v. m. c.; Padre, v. m. c.; -15 q. t. m. monja de clausura___de la calle de Altamara; te meteré religiosa___de la Virgen . . . . . .

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0140:15 Tamar (á-a)            (ficha no.: 467)

Versión de Cañicosa (ay. Matabuena, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recitada por Juana Tejedor (79a). Recogida por Koldo Biguri, Beatriz Mariscal, José Ramón Prieto, Mª José Querejeta y Teresa Yagüe, 07/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 5.7-7.2/B-10). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  047 hemist.  Música registrada.

     Por la sala ultramarina    iba la niña Ultramada
  2   derechita como un pino,    brillante como una espada.
     Iban condes y marqueses    y hasta el rey de la Oviada,
  4   y hasta un hermanito suyo    que en gozar de ella pensaba.
     Ya que gozarla no pudo,    malito cayó en la cama.
  6   La niña, que lo ha sabido,    por la escalera bajaba.
     --¿Qué tiene mi hermano Alonso,    qué tiene que está en la cama?
  8   --Tengo calentura lenta    que me roba las entrañas.
     (Dice el padre:)
     --Si te gustara una polla,    Ultramarina te traiga.
  10   --Si me trae a Ultramarina,    que no venga acompañada,
     que a veces las compañías,    a veces también enfadan.--
  12   La niña, que lo ha sabido,    por la escalera bajaba.
     --¿Qué tiene mi hermano Alonso,    qué tiene que está en la cama?
  14   --La malilla que yo tengo,    tus ojillos tién la causa.
     --Si mis ojos tién la causa,
  16   permita el rey de los cielos    no te alces de esa cama.--
     Se levanta don Alonso    como un toro cuando brama,
  18   hizo lo que quiso de ella    y hasta la escupió en la cara.
     La niña de los deleites    malita cayó en la cama.
  20   Y bajó su padre a verla    y dice:
     --¿Qué tiene mi Ultramarina,    qué tiene mi hija amada?
  22   --Padre, yo no se lo cuento,    que si yo se lo contara,
     que las chicas de mi escuela    me llaman mujer mundiana.
  24   Y quiero morir con honra    y no vivir deshonrada.--

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0140:16 Tamar (á-a)            (ficha no.: 468)

Versión de Laguna de Contreras (ay. Laguna de Contreras, p.j. Cuéllar, Segovia, España).   Recitada por Gregoria Pérez (65a) y Feliciana Andrés (56a). Recogida por Olimpia Martínez, José Ramón Prieto, Sandra Robertson y Flor Salazar, 03/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 3.3-7.1/B-05). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  046 hemist.  Música registrada.

     Por la sala de Altamar    iba la linda Altamara,
  2   derechita como un sol,    reluce como una espada.
     La piden condes y duques,    y también el rey de Granada.
  4   [Un hermano] que ha tenido    ha caído malo en cama.
     Su padre, que lo ha sabido,    a visitarle bajaba.
  6   --[Buenos días, don] Alfonso,    me han dicho que estás en cama.
     --Calentura tengo, padre,    que me roba las entrañas,
  8   y los males que yo tengo    me les curará mi hermana.
     Si mi hermana me les cura,    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  10   . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    que mi hermana me la traiga,
     que mi hermana venga sola,    venga sola y en enaguas.--
  12   Como era el tiempo verano,    llevaba una falda blanca
     y en la su mano derecha    llevaba una jarra de agua.
  14   --¿Qué quieres, hermano mío,    qué tienes que estás en cama?.
     --La enfermedad que yo tengo    tras de esos tus ojos anda.
  16   --Pues si la enfermedad que tú tienes    tras esos tus ojos anda,
     me permita el rey del cielo    no levantes de esa cama.--
  18   Se levantó enfurecido,    como un león cuando brama,
     hizo lo que quiso de ella    y hasta la escupió en la cara.
  20   --Padre, contárselo quiero,    y aunque vergüenza me causa.
     --Hija, no te dé vergüenza,    ni te encuentres afrentada,
  22   te meteré religiosa    del convento Santa Clara.
     --No quiero ser religiosa    del convento San Clara,
  24   que quiero morir doncella    y llevar ramo de palma.

Variantes: Otro comienzo: Y el rey moro tuvo un hijo / que Tranquilo se llamaba, / / y a eso de la medianoche / ha caido malo en cama.// y sigue en el v. 5; 2b brillante c. u. e.; 4 Y a eso de la medianoche / ha caído malo en la cama//; 24a quiero m. d.
Nota: Repite cada hemistiquio dos veces.

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0140:17 Tamar (á-a)            (ficha no.: 469)

Versión de Tejares (ay. Fuentesoto, p.j. Cuéllar, Segovia, España).   Recitada por Felisa Andrés (69a). Recogida por Vanda Anastácio, José Antonio Blanco, Mª Teresa Cillanueva y Pere Ferré, 10/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 2.10-7.1/A-09 y B-06). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  036 hemist.  Música registrada.

     Por la sala de Altamara    iba la linda Altamara,
  2   la quieren ricos y condes,    también el rey de Granada,
     y un hermano que tenía    ha intentado de gozarla.
  4   Por gozar de su hermosura,    ha caído malo en la cama.
     Su padre, de que lo supo,    a visitarle bajaba.
  6   --¿Qué tienes, hijo Alfonsito,    qué tienes que estás en cama?
     --Calentura tengo, padre,    que me roba las entrañas.
  8   --Si te gusta una pollita,    que te la guise Altamara.
     --Si Altamara me la guisa,    venga sola y sin tardanza,
  10   que a veces la mucha gente,    que a veces también enfada.--
     Por la sala de Altamara    iba la linda Altamara
  12   con una toalla al hombro    y una palancana de agua.
     --¿Qué tienes, hermano Alfonso,    qué tienes que estás en cama?
  14   --La enfermedad que yo tengo    por esos tus ojos anda.
     --¡No lo querrá Dios del cielo,    ni la Virgen soberana!--
  16   Se levantó enfurecido    como un león cuando brama,
     hizo de ella lo que quiso,    hasta escupirla en la cara.
  18   Su padre lo estaba viendo,    desde el balcón donde estaba.

Variantes de la primera recitación: 2-4 omite; 5a s. p., que lo estaba viendo; 6a ¿Q. te pasa, hijito Alfonso?; 12a una toalla lleva al hombro; 14b p. e. los tus o. a.; 18b d. el b. muy atrás; desde la cama `onde está.

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0140:18 Tamar (á-a)            (ficha no.: 470)

Versión de Marazoleja (ay. Sangarcía, ant. Marazoleja, p.j. Segovia, ant. Santa María de Nieva, Segovia, España).   Recitada por una señora (45a). Recogida por Vanda Anastácio, Raquel Calvo, Beatriz Mariscal, Francisco Mendoza Díaz-Maroto y Javier Ormazábal, 03/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 5.3-7.1/A-11). Publicada en TRC-Segovia 1993, pp. 133.  034 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tení un hijo    que Tranquilo se llamaba,
  2   a la edad de quince años    se enamoró de su hermana,
     viendo que no podía ser,    cayó enfermito en la cama.
  4   Sube su padre a verle:    --¿Qué haces que estás en cama?
     --Me ha dado calenturilla    que me está robando el alma.
  6   --¿Quieres que te mate un ave    de esos que vuelan por casa?
     --Padre, mátemelo usted,    que me lo suba mi hermana.--
  8   Como era tiempo verano,    sube con la saya blanca.
     La agarró de la cintura    y la ha metido en la cama.
  10   --¡Tranquilo, qué vas a hacer,    mira bien que soy tu hermana!
     --Si eres mi hermana que seas,    no haber nacido tan guapa.--
  12   Llaman a cuatro doctores,    los mejores de La Habana,
     unos dicen que se muere,    el otro dice: --No es nada.--
  14   Y el mejor doctor que había    dice: --Está embarazada.--
     Y a los . . . . . . meses    tuvo una niña muy guapa
  16   y por nombre la pusieron:    "Hija de hermano y hermana".
     Y aquí se acaba la historia    de Tranquilo y de su hermana.

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0140:19 Tamar (á-a)            (ficha no.: 471)

Versión de Gomezserracín (ay. Gomezserracín, p.j. Cuéllar, Segovia, España).   Recitada por Aurelia Muñoz Román (56a). Recogida por Gabriel Fraile, Dolores Sanz, Maximiano Trapero y Blanca Urgell, 10/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 1.10-7.1/A-03). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  026 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tranquilo se llamaba,
  2   un día estando comiendo    se enamoró de su hermana.
    
(Cayó en la cama. Subió el padre a verle).
     --¿Quieres que te suba un ave    de esos que vuelan por casa?
  4   --Sí, padre, sí que me la suba,    que me la suba mi hermana.--
     Como era en tiempo de verano    subió con la gasa blanca.
  6   La cogió de la cintura    y la ha metido en la cama.
     --¡Tranquilo, qué vas a hacer?,    mira que yo soy tu hermana!
  8   --Si eres mi hermana que seas,    no haber nacido tan guapa.--
     A los ocho días justos    cayó malita en la cama.
  10   Llamaron a tres doctores,    los mejores de La Habana;
     el uno la toma el pulso,    el otro dice: --No es nada.--
  12   Y el mejor doctor decía:    --La niña está embarazada.
     Tuvieron un hijo y le pusieron por nombre    "Hijo de hermano y hermana"

Variante: 6a La agarra de la c.
Nota: Al cantar repite cada hemistiquio.

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0140:21 Tamar (á-a)            (ficha no.: 473)

Versión de Monterrubio (ay. Monterrubio, p.j. Segovia, ant. Santa María de Nieva, Segovia, España).   Recitada por Amparo Moreno (58a) (?). Recogida por Suzanne Petersen, Sandra Robertson, y Ana Valenciano, 10/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 5.10-7.1/A-08). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  016 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tranquilo se llamaba,
  2   a la edad de quince años    se enamoró de su hermana.
     Como no podía ser    cayó enfermito en la cama.
  4   Subió su padre a verle    cuando en la cama estaba.
     --¿Qué tienes, hijo mío,    qué tienes, hijo del alma?.
  6   --Tengo una calenturita    que me está partiendo el alma.
     --¿Qué quieres que te suba?.    --No quiero nada;
  8   quiero una tacita ` caldo,    que me la suba mi hermana.--

Nota: 4a sugerido por el encuestador.

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0140:22 Tamar (á-a)            (ficha no.: 474)

Versión de Ventosilla (ay. Ventosilla y Tejadilla, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recitada por Ángel García (60a). Recogida por Koldo Biguri, Olimpia Martínez, Sandra Robertson y Ana Valenciano, 04/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 3.4-7.1/A-09). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  016 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   Un día estando comiendo    se enamoró de su hermana
     y al día siguiente    malito cayó en la cama.
  4   Subió su madre a verle    por ver qué tal estaba.
     --¿Tranquilo, qué quieres,    o qué te pasa?
  6   --No me pasa nada, no quiero más    que venga mi hermana.
     --¿Quieres que te mate un ave    de ésas que vuelan por casa?
  8   --Máteme usted la que quiera,    que me la suba mi hermana.

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0140:23 Tamar (á-a)            (ficha no.: 475)

Versión de Navas de San Antonio (ay. Navas de San Antonio, p.j. Segovia, Segovia, España).   Recitada por Eduvigis Puente (61a). Recogida por Raquel Calvo, Javier Ormazábal, Dolores Sanz y Blanca Urgell, 07/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 1.7-7.2/B-10). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  012 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tenía un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   Un día yendo de paseo,    se enamoró de su hermana.
     Al ver que no podía ser,    malito cayó en la cama.
  4   Llamaron a los doctores,    a los doctores de España.
     --¿Qué vas a hacer, Tranquilito,    que no miras que es tu hermana?
  6   Si es mi hermana, que lo sea,    no hubiá nacido tan guapa.

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0140:24 Tamar (á-a)            (ficha no.: 476)

Versión de Abades (ay. Abades, p.j. Segovia, Segovia, España).   Recitada por Florinda Herranz (48a). Recogida por J. Antonio Cid, Mª Teresa Cillanueva, José Ramón Prieto y Mª José Querejeta, 04/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 4.4-7.1/B-03 y B-05). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  012 hemist.  Música registrada.

     Un rey tenía un hijo    que Tranquilo se llamaba,
  2   a la edad de quince años    se enamoró de su hermana.
     Al ver que no pudo ser,    cayó malito en la cama.
  4   Subió su padre a verle:    --¿Qué te pasa, hijo del alma?
     --Que tengo calenturitas    por un amor muy mala.
  6   --Si quieres te mato un ave    de los que vuelan por casa (. . . . . .)

Variantes: 2a Un día estando comiendo.

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0140:91 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6366)

Versión de Vinuesa (ay. Vinuesa, p.j. Soria, Soria, España).   Recitada por Juan Andrés (38a). Recogida en La Vega de Liébana, Santander por Teresa Catarella, Franz Fusseder, y Ana Valenciano, 10/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Pol` B14). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:25, pp. 217.  026 hemist.  Música no registrada.

     El rey moro tuvo un hijo    que Tranquilo se llamaba.
  2   Una tarde en el paseo    se enamoró de su hermana,
     y a la mañana siguiente    Tranquilo no se levanta.
  4   Sube su madre a la cama    y a ver lo que le pasaba.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    --Madre, no me pasa nada;
  6   son unas calenturillas    que me ha dado mi hermana.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     A eso de los nueve meses    la tripa ya se le hinchaba.
  8   Llamaron cuatro doctores,    los mejores de la Habana;
     el uno le toma el pulso,    l`otro, le mira la cara
  10   y el otro le dice al otro:    --Y esta chica está preñada.
     --Si está preñada, que esté,    y a nadie le importa nada.-
  12   Y aquí se acabó la historia    de Tranquilo y su hermana
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    que jodieron en la cama.

Notas: Los segundos hemistiquios de los versos 1-4, 7-8 y 11, los repite tres veces cada uno; -6b y -13b los canta dos veces

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0140:56 Tamar (á-a)            (ficha no.: 4526)

Versión de Alpuente (ay. Alpuente, p.j. Lliria, ant. Chelva, comc. Los Serranos, Valencia, España).   Recitada por Pilar Villar (65a) y Ramona Villar (63a). Recogida por Amparo Rico Beltrán, 25/05/1997 publicada en Rico Beltrán 2000, "Recopilación de romances de Alpuente (Valencia)", pp. 237-238. Reproducida aquí con permiso de su editor.  024 hemist.  Música registrada.

     El rey moro tiene un hijo    que Tranquilo le llamaban.
  2   Un día estando en la mesa    se enamoró de su hermana.
     Viendo que no podía ser    cayó malito en la cama
  4  
(sube su padre a verlo y dijo:)
     --¿Quieres que te mande un ave    de esas que vuelan por casa?
  6   --Mándeme usted lo que quiera,    pero que suba mi hermana.--
     Como era tiempo de verano    subió con la enagua blanca.
  8   La cogió por la cintura    y se la metió en la cama.
     --Estáte quieto Tranquilo,    mira que yo soy tu hermana.
  10   --Si eres mi hermana que sea,    ¿por qué has nacido tan guapa?--
     Y al cabo de nueve meses    tuvo una rosa temprana
  12   y ¿cómo le van a poner?:    hijo de hermano y hermana.

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0140:90 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6365)

Versión de Yurre (ay. Yurre, p.j. Durango, Vizcaya, España).   Recitada por Petra Ochandio Gurtubay (53a). Recogida en Villanueva de Abajo, Palencia por J. Antonio Cid, Flor Salazar, y Ana Valenciano, 14/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Fontecha-Villanueva` B22). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:24, pp. 216-217.  020 hemist.  Música no registrada.

     El rey tenía tres hijos,    bien Tranquilos se llamaban
  2   Un día, estando cenando,    se enamoró de su hermana.
     A la mañana siguiente    cayó enfermito en la cama.
  4   Subió su madre a verla:    --¿Qué te pasa, hijo del alma?
     --Tengo unas calentureas    que me lo has dado mi hermana.
  6   --¿Quieres que te mate un ave    de esas que vuelan por casa?.--
     --Máteme usted lo que quiera,    que me lo suba mi hermana.--
  8   La agarró de la cintura,    con él la metió en la cama.
     --Mira lo que haces, hermano,    mira que yo soy tu hermana
  10   --No importa que seas mi hermana,    no haber nacido tan guapa.--

Notas: Dice Petra haberla aprendido en su pueblo de niña, e insiste en que se cantaban ya entonces canciones en español. -5b sic; Repite todos los hemistiquios.

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0140:54 Tamar (á-a+á-o)            (ficha no.: 3357)
[0101 No me entierren en sagrado, contam.]

Versión de Nuez de Aliste (ay. Trabazos, p.j. Zamora, ant. Alcañices, comc. Aliste, Zamora, España).   Recitada por María Méndez Román (64a). Recogida por José Manuel Fraile Gil y Eliseo Parra García, 19/12/1990 (Archivo: ASFG; Colec.: Fraile Gil, J. M.). Publicada en Fraile Gil Rom-Panhisp.-1 1992/5CD, Primera Antología Sonora, v. 3, TECNOSAGA, KPD-(5)10.9004, corte 9.© Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor.  074 hemist.   Música registrada   (MP3 30 sec. clip). Versión completa (streaming media).

     El rey moro tiene un hijo    más hermoso que la plata,
  2   de la edad de quince años    se enamoró de su hermana.
     Por gozar de su hermosura    se hizo malito en la cama.
  4   S` otro día a la mañana    iba el padre a visitarle:
     --¿Qué tal te va, el mi hijo,    qué tal te va en la cama?
  6   --A mí bien me va, mi padre,    mejor con la su llegada.
     --¿Qué comieras tú, mi hijo,    qué comieras que te traiga?
  8   --Yo comiera un guisadito,    un guisadito de pava;
     que Tamara me lo guise,    que Tamara me lo traiga,
  10   que Tamara venga sola,    solita y no acompañada.--
     Por los palacios del rey    se va la linda Tamara
  12   con un plato de oro en la mano    y al hombro una rica toalla.
     --¿Qué tal te va, el mi hermano,    qué tal te va en la cama?
  14   --A mí bien me va, mi hermana,    mejor con la tu llegada.--
     La cogió por el cabello    la arrastraba por la sala
  16   e hizo de ella lo que quiso    hasta escupirle en la cara.
     --Marcha zorra, marcha zorra,    por donde las zorras andan;
  18   yo por tu honra no diera    ni el casco de una avellana.
     --Yo por la tuya tampoco,    ni el casco de una manzana.--
  20   Por los palacios del rey    se va la linda Tamara;
     maldiciendo va su vida,    bofeteando va su cara.
  22   Los anillos de los dedos    con los dientes los quebraba.
     Esto oyó su padre    de alta sala donde estaba.
  24   --¿Qué tal quedó el mi hijo,    qué tal quedó en la cama?
     --El su hijo bien quedó,    solo yo vengo enojada.
  26   --Como mi hijo quede bueno,    tu enojo no vale nada.
     --Justicia pido del cielo    ya que en la tierra no la haiga,
  28   que caiga un rayo y lo parta    en la cama donde estaba.
     La palabra no era dicha,    el rayo allí bajaba:
  30   en la mano izquierda le quedó    un letrero que dice:
     «Por mí no toquen campanas    ni suban al campanario;
  32   me entierren en campo fresco    donde pasta mi caballo.
     Me dejen la cabeza fuera,    la peluca bien peinado;
  34   cuando pasen los hombres    que me recen un rosario,
     cuando pasen las mujeres, digan:    `Aquí morió el condenado;
  36   no murió de tabardillo,    ni tampoco de costado,
     que murió de un mal de amores,    que es un mal desesperado`».

Nota: la foto de la recitadora la saqué cuando la encuestamos el 28 de junio de 2001.
Notas de Fraile Gil: Son curiosas estas versiones alistanas, muy próximas al texto bíblico, tanto por el nombre de la protagonista como por las secuencias que siguen a la violación y repulsa por parte del hermano; acaso sean los más hermosos versos éstos que describen la desesperación de la ultrajada princesa.

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0140:88 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6363)

Versión de Riomanzanas de Aliste (ay. Figueruela de Arriba, p.j. Zamora, ant. Alcañices, comc. Aliste, Zamora, España).   Recitada por María Sanromán de la Fuente (52a). Recogida por Diego Catatán, Javier Catalán, y Alicia Gutiérrez del Arroyo, 28/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `D-Z` 9). Publicada en AIER 1 (1982), nº 35:21, pp. 214-215.  042 hemist.  Música no registrada.

     Dos hijos tenía el rey,    mucho los quiere y los ama;
  2   uno se llama Altamir,    otro se llama Altamara.
     El pícaro de Altamir    se enamoró de su hermana;
  4   de celos que le cogió,    cayó malito en la cama.
     Una mañana temprano    pasó ella a visitarlo:
  6   --¿Qué tal estás, el mi hermano,    qué tal está en esa cama?
                                       --Yo bien estoy, hermana;
  8   los tus amores, hermana,    me tienen a mí en la cama.
     --Los mis amores, hermano,    para ti no valen nada.--
  10   Valgan o no valgan,    por el suelo la arrastraba.
     De ella hizo lo que quiso    y hasta escupirle en la cara.
  12   Por los palacios del rey    pasa la linda Altamara,
     toda llena de enojos    y blanca su cara.
  14   Su padre le preguntó:
     --¿Qué tal quedó el mi hijo,    qué tal quedó en la cama?
  16   --El su hijo quedó bien,    yo vengo muy enojada.
     --Como mi hijo quedara bien,    tus enojos no valen nada.
  18   --Justicia pido al cielo,    ya que en la tierra no la haya,
     mi hermano me deshonra,    ¿de quién seré yo honrada?--
  20   una palabra no es dicha,    los demonios se le acercaban.
     Unos le llevan el cuerpo,    otros le llevan el alma,
  22   el más pequeño de ellos    lleva el colchón ` las almohadas.

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0140:65 Tamar (á-a)            (ficha no.: 5880)

Versión de Marruecos s. l. (Marruecos).   Recogida por Antonio Bustelo, (Colec.: Bustelo, A.). Publicada en Ortega 1919, pp. 244-245 (notación musical: p. 244).  039 hemist.  Música registrada.

     Un hijo tiene el rey David    que por nombre Hablor se llama,
  2   namoróse de Tamar    aunque era su propia hermana.
     Fuertes fueron los amores,    malo cayó y echado en cama.
  4   Un día por la mañana    su padre a verle entrare:
     --¿Qué tienes tu, Hablor,    hijo mío y de mi alma?
  6   --Malo estoy, el rey mi padre,    malo estoy y no como nada.
     --Si comeras tú, Hablor,    pechuguita de una pava.
  8   --Yo la comeré, mi padre,    si Tamar me la guisare.
     --Yo se lo diré a Tamar    que te la guise y te la traiga.--
  10   El rey salió por ahí,    Tamar por la puerta entrare.
     --¿Qué tienes tú, Hablor,    hermano mío y de mi alma?
  12   --De tus amores, Tamar,    me trugieron a estas camas.
     --Si de mi amor estás malo,    no te levantes de esa cama.--
  14   Tendióla la mano al pecho    y a la cama la arrollare.
     Triste saliera Tamar,    triste saliera y mal airada.
  16   La salida de la puerta    con Axalor se encontrare.
     --¿Qué tienes tú, Tamar,    que te veo tan airada?
  18   --Tu hermano Hablor    me quitó honra y fama.
     --No se te dé nada, Tamar,
  20   que antes que arraye el sol,    tú serás la bien vengada.--

Nota: Véase Katz 1981-1982 (ficha bibliográfica nº 1896) para las transcripciones musicales de Antonio Bustelo, reconstruída la relación que faltaba entre texto y música en la publicación de Ortega.

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0140:46 Tamar (á-a)            (ficha no.: 2634)

Versión de Bragança s. l. (c. Bragança, dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Recogida por José Leite de Vasconcellos, (Colec.: Leite de Vasconcellos). Publicada en Leite de Vasconcellos 1958-1960, RP, 516. Reeditada en Costa Fontes 1997b, Índice Temático (© HSA: HSMS), p. 91, E3.  054 hemist.  Música registrada.

     Três filhos tinha el-rei,    todos três como a prata,
  2   e o mais novinho deles    numa cama se deitara.
     Outro dia de manhana    seu padre lo visitara:
  4   --Vós que tendes, ó meu filho,    que estais deitado na cama?
     Que mal estranho é esse,    ou de comer tendes gana?
  6   --Eu, comer, não como nada,    que de nada tenho gana;
     só comia um guisadinho    feito da mão de Tomásia.
  8   --Eu lhe direi que to faça    e também que to traga.
     --Se vier, que venha só,    que não venha acompanhada,
  10   que às vezes, a muita gente,    o muito falar enfada.--
     Vai pelos paços de el-rei    correndo a linda Tomásia,
  12   com uma toalha ao ombro,    na mão u~a rica malga.
     --Tu que tens, ó meu irmão,    que estás deitado na cama?
  14   Que mal estranho é esse,    ou de comer tu tens gana?
     --Eu, comer, não como nada,    que de nada tenho gana;
  16   essa tua formosura    é quem me tem nesta cama.
     --Esta minha formosura    para ti não vale nada.--
  18   Agarrou-a por um braço,    na sua cama a deitara;
     tantos desprezos lhe fez,    que até na cara lhe escarrara.
  20   Vai pelos paços d`el-rei    chorando a linda Tomásia,
     esguedelhando os cabelos    e esbofeteando a cara.
  22   Ouvira-a el-rei seu pai    de altas torres onde estava:
     --Que tendes, Tomásia linda,    que tendes, linda Tomásia?
  24   --Quando os meus me desonram,    de quem hei-de ver-me honrada?
     --Calai-vos, DonaTomásia linda,    calai-vos, linda Tomásia;
  26   amanhã por estas horas    já estareis bem vingada.
     Nos ca[s]cos da sua cabeça    bebereis a água clara.--

Título original: TAMAR (Á-A) (=SGA El7)

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0140:67 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6143)

Versión de Rebordainhos (c. Bragança, dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Recogida 00/00/1874 Publicada en Leite de Vasconcellos 1881, 36-37; Leite de Vasconcellos 1938, 972-973; Leite de Vasconcellos 1958-1960, 89. Reeditada en Alvar 1971c, 161 y RºPortTOM 2000, vol. 1, nº 238, pp. 409-410. © Fundação Calouste Gulbenkian.  040 hemist.  Música no registrada.

     Três filhos tinha el-rei,    todos como uma prata.
  2   O mais novinho de todos,    Dom Basílio se chamava.
     Bem se passeia el-rei,    muito bem se passeava.
  4   --Tu que tens, ó Dom Basílio,    ó filho da minha alma?
     --`Stou doentinho na cama,    doente sem comer nada.
  6   --Que comeras, Dom Basílio,    que eu to mandara guisar?
     --Comera eu um guisado,    se Tomásia o guisara,
  8   se Tomásia o trouxera,    venha só, sem camarada.--
     Bem se passeia Tomásia,    muito bem se passeava:
  10   numa mão levava o prato,    noutra a alva toalha.
     --Tu que tens, ó Dom Basílio,    ó mano da minha alma?
  12   --`Stou doentinho na cama,    por teus amores, Tomásia.
     --Meus amores, Dom Basílio,    para ti não valem nada.--
  14   Pegara-lhe pela mão,    p`ra sua cama a levara.
     Tanto que zombou dela,    que na cara lhe escarrara!
  16   --Agora, Tomásia linda,    agora, linda Tomásia,
     agora não dou por ti    a casca da noz furada.
  18   --Justiça do céu me valha,    que na terra não na havia!
     Mano que esforça uma mana    grande castigo mer`cia;
  20   que lhe cortem a cabeça,    que lha arrastem pela vila!--

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0140:68 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6144)

Versión de Bragança s. l. (c. Bragança, dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Documentada en o antes de 1958. Publicada en Leite de Vasconcellos 1958-1960, 519. Reeditada en RºPortTOM 2000, vol. 1, nº 239, pp. 410-411. © Fundação Calouste Gulbenkian.  052 hemist.  Música no registrada.

     Três filhos tinha el-rei,    todos três como a prata.
  2   O mais nòvinho deles    à cama se foi deitar.
     P`r`ó outro dia de manhã,    el-rei seu pai foi visitá-lo,
  4   procurou-le que comia,    de que comer tinha gana.
     (E ele) comer (diz) que não comia nada,    que de nada tinha gana,
  6   mas que só comia um guisadinho    feito pelas mãos da Tomásia.
     --Pois eu le direi que o faça    e que também to traga.
  8   --Se vier, que venha só,    que não venha acompanhada,
     que às vezes o muito falar    também enfada.--
  10   Pelos palácios de el-rei    vai linda Tomásia
     com sua toalha `ó ombro,    sua toalha na mão.
  12   Chegou `ó pé do irmão    [. . . . . . . . . . . .]
     e ele diz que não comia nada,    que de nada tinha gana,
  14   que a formosura dela    o fazia estar na cama.
     E ela só le respondeu:    [. . . . . . . . . . . .]
  16   --Que esta minha formosura    a ti nada te vale.--
     Fêzo dela o que quis:    `scupiu-le, escarrou-le na cara.
  18   Por os palácios d`el-rei    vai linda Tomásia,
     retorcendo os seus dedos,    esbofeteando a sua cara.
  20   Ouviu-a el-rei, seu pai,    d` altas torres em que estava.
     --Que tendes, ó Tomásia?    Que tendes, ó Tomásia linda?
  22   --Quando os meus me desonram,    de quem eu me verei honrada?
     --Calai-vos, ó Tomásia,    calai-vos, Tomásia linda,
  24   que amanhã, por estas horas,    vos vereis bem vingada.--
     Mandou-o matar    e por os ossos deles,
  26   fazer uma escada    para ela subir para a cama.

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0140:69 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6145)

Versión de Lousa (c. Torre de Moncorvo, dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Documentada en o antes de 1905. Publicada en Tavares 1903-1905, 72. Reeditada en RGP III 1909 (reed. facs. 1985) 463-464 y RºPortTOM 2000, vol. 1, nº 240, pp. 411-412. © Fundação Calouste Gulbenkian.  018 hemist.  Música no registrada.

     Um rei tinha três filhas,    a mais velha se chamava Dona Estefânia;
  2   Seu mano a escolheu    para ser a sua dama.
     Deitou-se sábado à noite    até domingo de tarde;
  4   sua mãe, que lhe tardava,    à cama o foi procurar:
     --Que tens tu, meu filho,    p`ra ainda estares na cama?
  6   --Eu morro com mal d` amores    pela mana Estefânia.
     --Que comerás tu, meu mano,    que te hei-de trazer à cama?
  8   --Um migalho de cabrito    que tu assasses, Estefânia.--
     Estefânia assou o cabrito,    foi levá-lo à cama.
  10   --Parece que estás maluco.    Não vês que sou tua mana!--
     Apenas isto ouviu,    nem o cabrito comeu;
  12   viu-se coberto de bichos,    castigo que Deus lhe deu.
     Veu-lhe uma carta do céu    mandada por Deus devino,
  14   que fosse a Roma descalço    como um pelingrino;
     que bebesse boas águas    e deixasse bonos vinhos;
  16   dormisse em cama de tojos    e a cabeceira de espinhos.
     Acabou de ler a carta,    o homem logo morreu,
  18   não pôde ir cumprir a Roma    o perdão que Deus lhe deu.

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0140:70 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6146)

Versión de Argoselo (c. Vimioso, dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Recogida 00/06/1912 Publicada en Lopes 1929c, 3. Reeditada en RºPortTOM 2000, vol. 1, nº 242, pp. 413-414. © Fundação Calouste Gulbenkian.  063 hemist.  Música no registrada.

     Três filhos tinha el-rei,    todos, todos como a prata,
  2   e o mais novinho deles    numa cama se deitava.
     Outro dia de manhana    seu padre lo visitara,
  4   --Que tendes vós, meu filho    que estais deitado na cama?
     Vosso mal é muito grave,    nem de comer tendes gana!
  6   --Eu comer não como nada,    que de nada tenho gana,
     só comia um guisadinho    feito da mão da Tamaria.
  8   --Se o comias, ó meu filho,    eu le direi que to faça
     [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]    e também que te lo traga.
  10   --Se vier, que venha só,    que não venha acompanhada,
     que às vezes a muita gente    o muito falar enfada.--
  12   Vai pelos paços de el-rei    correndo a linda Tamaria,
     com uma toalha ao ombro,    na mão uma rica malga.
  14   --Tu que tens, ó meu irmão,    que estás deitado na cama?
     Tu que tens, ó meu irmão,    que nem de comer tens gana?
  16   --Eu comer, não como nada,    que de nada tenho gana.
     Essa tua formosura    é quem me tem nesta cama!
  18   --Esta minha formosura    para ti não vale nada!--
     Agarrou-a por um braço,    na sua cama a deitara.
  20   Tantos desprezos lhe fez,    que até lhe escarrou na cara!
     [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]    [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]
     Vai pelos paços de el-rei    chorando a linda Tamaria,
  22   torcendo seus finos dedos,    esbofeteando a cara.
     Ouvir os gritos el-rei,    de altas torres onde estava:
  24   --Que tendes Tamaria linda?    Que tendes, linda Tamaria?
     --Quando os meus me desonram    de quem serei respeitada?
  26   --Calai-vos, Tamaria linda!    Calai-vos, linda Tamaria!
     que amanhã por estas horas,    já estareis bem vingada,
  28   [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]    e dormireis descansada.
     Dos ossos desse malvado,    mandarei fazer a escada,
  30   com que heis-de subir    p`r`à cama,
     e dos cacos da cabeça    mandarei fazer bacia,
  32   para lavardes a mancha    dessa vossa fidalguia.--

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0140:71 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6147)

Versión de Vinhais s. l. (c. Vinhais, dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Documentada en o antes de 1928. Publicada en Martins 1928, (Martins 1987) 227-228. Reeditada en RºPortTOM 2000, vol. 1, nº 243, p. 414. © Fundação Calouste Gulbenkian.  038 hemist.  Música no registrada.

     Dois filhos tenia o rei,    ambos lindos como a prata:
  2   o mais novo deles todos    Dom Basinho se chamava.
     Querendo ele tomar amores    com sua própria hermana,
  4   pela não poder vencer,    fez-se doente de cama;
     madrugou seu pai a vê-lo    numa doce manhana.
  6   --Como estás, ó Dom Basinho,    ó filho da minha alma?
     --Que estou muito doentinho,    doente, sem comer nada.
  8   --Que comes, Dom Basinho,    que comeras, que eu to dara?
     --Comera um guisadinho    feito por mãos de Tomásia.
  10   Tomásia, que me lo guise,    Tomásia, que me lo traga.
     Em companhia de Tomásia    não venha nenhuma alma.--
  12   Lá se vai Dona Tomásia    por essas salas doiradas,
     numa mão leva o guisado,    na outra alvas toalhas.
  14   Pegara no guisadinho    para trás do leito o botara
     pegara-le pela mão,    em cima do leito a deitara;
  16   atara-lhe as suas mãos    com uma fita encarnada;
     tapara-lhe a sua boca    c` um lenço que ela levava;
  18   fizera-lhe o que ele quisera    e na cara lhe escarrara.
     --Justiça de Deus! Justiça!    A da terra não vale nada.--

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0140:72 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6148)

Versión de Vinhais s. l. (c. Vinhais, dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Documentada en o antes de 1938. Publicada en Martins 1938, (y Martins 1987) 55. Reeditada en RºPortTOM 2000, vol. 1, nº 244, pp. 414-415. © Fundação Calouste Gulbenkian.  009 hemist.  Música no registrada.

     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     Caíra um escrito do céu    que de Deus vinha escrevido;
  2   há-de ir descalço a Roma    despedrando o caminho,
     comendo pão centeio,    vinho não provaria,
  4   por ser filho dum bom rei,    só isso lhe bondaria.

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0140:73 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6149)

Versión de Vinhais s. l. (c. Vinhais, dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Documentada en o antes de 1906. Publicada en Tavares 1906, 304. Reeditada en RGP III 1909 (reed. facs. 1985) 462-463; Redol 1964, 432-433 y RºPortTOM 2000, vol. 1, nº 245, p. 415. © Fundação Calouste Gulbenkian.  038 hemist.  Música no registrada.

     Dois filhos tenia o rei,    ambos lindos como a prata:
  2   o mais novo deles todos    Dom Basinho se chamava.
     Querendo ele tomar amores    com sua própria hermana,
  4   pela não poder vencer,    fez-se doente de cama.
     Madrugou seu pai a vê-lo    numa doce manhana.
  6   --Como estás, ó Dom Basinho,    ó filho da minha alma?
     --Que estou muito doentinho,    doente sem comer nada!
  8   --Que comeras, Dom Basinho,    que comeras, que eu to dara?!
     --Comera um guisadinho    feito por mãos de Tomásia;
  10   Tomásia, que me lo guise,    Tomásia, que me lo traga.--
     Em companhia de Tomásia    não venha nenhuma alma.
  12   Lá se vai Dona Tomásia    por essas salas douradas.
     Numa mão, leva o guisado,    na outra alvas toalhas.
  14   Pegara no guisadinho    p`ra trás do leito o botara.
     Pegara-lhe pela mão,    em cima do leito a deitara;
  16   atara-lhe as suas mãos    c` uma fita encarnada;
     tapara-lhe a sua boca    c` um lenço que ela levava;
  18   fizera-lhe o que ele quisera    e na cara lhe escarrava.
     --Justiça de Deus, Justiça    da terra não vale nada!--

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0140:74 Tamar (á-a)            (ficha no.: 6150)

Versión de Trás-os-Montes e Alto Douro s. l. (dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Documentada en o antes de 1933. Publicada en Rodrigues 1933, 10; Rodrigues 1973, (reed. facs. 1981) 69-70. Reeditada en RºPortTOM 2000, vol. 1, nº 246, pp. 415-416. © Fundação Calouste Gulbenkian.  048 hemist.  Música no registrada.

     O rei tenia um filho,    por certo Amor se chama,
  2   terminou tomar amores    com sua própria irmana.
     Por a não poder vencer,    fez-se doente, na cama.
  4   Madrugou seu pai a vê-lo,    por uma doce manhana:
     --Como estás, ó Dom João,    ó meu filho de minh` alma?!
  6   --Eu estou aqui nesta cama,    doente sem comer nada.
     --Que comeras tu, meu filho,    que comeras que t` eu traza?
  8   --Comera um guisadinho,    feito por mãos de Tomásia.
     --Tomásia que te lo guise,    Tomásia que te lo traza.
  10   --Na companha de Tomásia,    que não venha nenhuma alma,
     se alguém vem na sua companha,    o meu mal se me dobrava.--
  12   Bem se passeia Tomásia    pela sala do amor,
     numa das mãos leva o guisado,    na outra leva toalha.
  14   --Como estás, ó Dom João,    ó meu irmão de minh` alma?
     [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]    [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]
     --Os meus amores, irmão,    para ti não valem nada.--
  16   Deitou-lhe as mãos ao seu corpo,    para sobre o leito a deitara,
     apertou-lhe suas mãos    com uma fita encarnada;
  18   apertou-lhe na boca    com um lenço que ela levava.
     Justiça de Deus, justiça!    Que na terra não na havia,
  20   caiu uma carta do céu,    metida num pergaminho.
     --Irás descalço a Roma,    despedrando o caminho,
  22   só comerás pão centeio    e trago não provaria.--
     Em dias da sua vida    mais vinho não beberia,
  24   por ser o filho de um rei,    só isso lhe bondaria.

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