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Pan-Hispanic Ballad Project

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0166:3 El lindo don Juan (é-o)            (ficha no.: 3264)

Versión de Cangas de Onís (ay. Cangas de Onís, p.j. Cangas de Onís, Asturias, España).   Recitada por Ramona de Labra (22a). Recogida por José Amador de los Ríos, entre 1860-1865 (Archivo: AMP; Colec.: Amador de los Ríos, J.; cinta: Ms. Rodrigo A., n. 21, pp. 99-104). Publicada en SilAstur I 1999, (J. Antonio Cid, ed.), pp. 139-140.  076 hemist.  Música registrada.

     En la corte de Madrid    habitaba un caballero,
  2   con su mujer y sus hijos    hermosos como el sol bello.
     un día le tentó Judas    ir a la casa de juego,
  4   y viniendo pa` su casa    una mujer al encuentro:
     --¿Dónde vas, lindo don Juan,    con tu lindo pensamiento?,
  6   que tu mujer y tus hijos    te están haciendo doterio.
     --No crea tal cosa, mujer,    que mi esposa haga eso.
  8   --Bien lo puede creer, don Juan,    bien lo puede creer que es cierto,
     que le tienen para dar    un vasito de veneno.--
  10   Se marchó de allí don Juan    descolorido y colérico;
     halló las puertas cerradas,    de un credo las echó al suelo.
  12   En la sala principal    encontró al niño pequeño,
     y sale doña María,    le echó los brazos al cuello.
  14   --Dónde vas, perra traidora?    Yo de matarte pretendo.
     --Si me has de matar, don Juan,    búscame confesión luego.
  16   --Los curas no están en casa,    los frailes están dormiendo,
     las monjas de Santa Clara    ya no están en el convento.
  18   --Si me has de matar, don Juan,    déjame despedir luego
     antes de darme la muerte    de tres hijas que yo tengo.--
  20   --Hija, tu padre me mata,    yo la culpa no la tengo.
     --Madre, si muere sin culpa    seguro llevará el cielo,
  22   pero si muere con ella    seguro tendrá el infierno.--
     La madre que tal oyó    de hija tan buen consuelo,
  24   empezó a quitar basquiñas,    casacas de terciopelo,
     los juncos de sus orejas,    los anillos de sus dedos.
  26   --Ahí tienes --dice a don Juan--,    todo mi cuerpo te entrego;
     no te entregaré yo el alma,    que es para el manso cordero.--
  28   Los tres hijos que tenía,    que lloraban sin consuelo,
     los mató y los degolló    como a corderitos tiernos.
  30   Dio una vuelta por palacio    atropando los dineros
     y se volviera a marchar    para la casa de juego.
  32   A otro día de mañana    todos andaban diciendo:
     --Las puertas de don Juan    todavía no se han abierto,
  34   o todos estarán malos    o todos estarán muertos.--
     Entran por una ventana    a robar los aposentos,
  36   en la sala principal    hallan cuatro cuerpos muertos;
     la una era doña María    con un infante pequeño,
  38   un Jesucristo en los brazos    y a los pies sus hijos tiernos.
     ¡Válgame Nuestra Señora,    María madre del Verbo.

Notas del editor: -1a En el ms. se sustituye, en letra posterior, e. l. c. d. León; -17b covento, sic.

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0166:5 El lindo don Juan (é-o)            (ficha no.: 5537)

Versión de Salceda (ay. Polaciones, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Potes, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LIII (nº 220), pp. 392-395.  114 hemist.  Música registrada.

     En la ciudad de Madrid    se paseaba un caballero,
  2   y vino una hermana suya    estas palabras diciendo:
     --Vete pa casa, don Juan,    vete para casa luego,
  4   que tu mujer y tus hijos    te están armando un intento.--
     Marchóse de allí don Juan    descolorido y soberbio;
  6   halló las puertas cerradas    las de afuera y las de adentro,
     con un puñal que llevaba    pronto las derribó al suelo.
  8   Abajó doña María    estas palabras diciendo:
     --¿Qué tienes, el mi don Juan?    yo la culpa no te tengo,
  10   y si me quieres matar    búscame confesión luego.
     --Los curas están cerrados,    los frailes están durmiendo.
  12   --Déjame ir a despedirme    de los tres niños que tengo.--
     A uno le cogió de un brazo,    a otro le cogió de un dedo,
  14   y al más pequeñito de ellos    le ha dado el pecho derecho.
     --Mama, mi niñuco, mama,    esto va a ser lo postrero,
  16   tu padre me quiere matar,    yo la culpa no la tengo.
     --Madre, si muere sin culpa,    irá derechita al cielo,
  18   pero si muere con ella    a los profundos infiernos.--
     Ató el pelo para atrás    con un galoncito negro,
  20   para que no le estorbase    al desconocido perro.
     --Aquí me tienes, don Juan,    todo mi cuerpo te entrego.--
  22   Y la dio una puñalada,    pronto la derribó al suelo.
     Al lado del corazón    la ha dado el golpe postrero.
  24   Anduvo todo el palacio,    recogió todo el dinero,
     y al bajar las escaleras    le ha dado otro pensamiento,
  26   de ir a matar los tres niños    que están durmiendo en el lecho,
     y a todos tres los mató    como tres mansos corderos.
  28   Toda la gente decía:    --Cómo podría ser esto;
     las puertas de doña María    hace días no se han abierto.
  30   Entremos por las ventanas,    miremos los aposentos.--
     Al cabo de los tres días    entra allá un galanzuelo,
  32   del olor que echa la casa    no puede salir de adentro,
     y luego le dieron parte    a aquel buen viejo Salcedo.
  34   Vino vestido de luto    desde el zapato al sombrero.
     --¡Oh, la mi querida hija!    ¡oh, los mis queridos nietos!
  36   ¿a quién habéis agraviado    que tanto mal os han hecho?--
     Y en este momento mismo    dispusieron los entierros.
  38   --El entierro de mi hija    será el entierro primero.--
     En el medio del camino    y en el medio del sendero,
  40   se levantó para arriba    estas palabras diciendo:
     --¿Dónde anda el mi don Juan    que por aquí no le veo?
  42   Ése le perdono yo    por la afición que le tengo,
     pero no perdonaré    a quien fue la causa de esto.--
  44   Unos dicen, "la dejemos",    otros dicen, "la llevemos",
     y la fueron a dejar    al pie de los Sacramentos.
  46   Volvieron a por los hijos    que era ya el segundo entierro.
     Iban por la calle abajo,    su abuelo va el delantero.
  48   Cuando subió a la cocina    los halló sanos y buenos.
     --¡Oh, los mis queridos hijos!    ¡oh, los mis queridos nietos!
  50   cuando pasé por aquí,    ¿estabais vivos o muertos?
     --Cuando usted estuvo aquí    todos estábamos muertos,
  52   aquí vino una Señora    con un infante pequeño,
     nos curó Nuestras heridas,    nos dejó sanos y buenos,
  54   y nos dijo que mi madre    estaba en los altos cielos,
     y nos dijo que mi padre    estaba ardiendo en los infiernos,
  56   y nos dijo que mi tía    hasta el pescuezo metida.--
     ¡Válgame Nuestra Señora,    válgame Santa María!

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0166:6 El lindo don Juan (é-o)            (ficha no.: 5538)

Versión de Tresabuela (ay. Polaciones, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Cabuérniga, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LIII (nº 221), pp. 396-398.  158 hemist.  Música registrada.

     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    en la ciudad de Toledo
  2   ha vivido y vivirá    un hidalgo caballero,
     su esposa doña María,    hija de aquel buen Salcedo.
  4   Como el demonio es tan malo,    tan astuto y embustero,
     quiso que se enamorara    de otra mujer de aquel pueblo.
  6   La persiguió siete años    sin tener temor del cielo;
     al cabo de los siete años    dijo la dama al mancebo:
  8   --Vete, don Juan, a tu casa    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     que tu mujer y tus hijos    te están informando un hecho,
  10   que te estaban preparando    un vasito de veneno,
     y habla con un primo tuyo,    secretario de aquel pueblo.
  12   --No lo creo yo en mi esposa    que tal cosa tenga hecho,
     que me adora y yo la adoro    y me quiere y yo la quiero.
  14   --Si no lo crees, don Juan,    lo juro por Dios del cielo,
     por Dios del cielo lo juro    y los Santos Sacramentos.--
  16   Tanto le impuso el demonio,    que fue preciso creerlo.
     Fuese don Juan para casa    muy con calor y soberbio;
  18   encontró las puertas cerradas    las de afuera y las adentro,
     con un puñal que llevaba    todas las derriba al suelo,
  20   y bajó doña María    a recibir a su dueño.
     --Enojado vienes, don Juan,    yo la culpa no la tengo,
  22   don Juan, si quieres matarme,    dame confesión primero.
     --¿Cómo me pides, traidora,    lo que yo darte no puedo?
  24   Conventos están cerrados,    frailes y curas durmiendo.
     --Déjame ir a despedirme    de los tres hijos que tengo.--
  26   Al uno le aprieta un brazo,    al otro le aprieta un dedo,
     y a la hija mayor    le echó los brazos al cuello.
  28   --Hijos míos de mi alma,    espejo en que yo me espejo,
     tu padre quiere matarme,    yo la culpa no la tengo.
  30   --Madre, si mueres sin culpa    seguro tendrá usté el cielo,
     pero si muere con ella,    también tendrá usté el infierno.--
  32   Colgantes de sus orejas    y anillos de los sus dedos,
     con una cintita negra    se ató para atrás el pelo
  34   para que no le estorbaran    al desconocido perro.
     La dio siete puñaladas    sin tener temor al cielo,
  36   y al lado del corazón    la ha dado el golpe postrero.
     Dio una vuelta por la casa,    recogió todo el dinero.
  38   Después que bajó al portal,    le ha dado otro pensamiento;
     de matar a los tres niños    que están durmiendo en el lecho;
  40   a todos tres los mató    como tres mansos corderos,
     y a su primo el secretario    en la calle del Incendio
  42   le ha desafiado al campo    diciendo que salga luego;
     le dio siete puñaladas    sin tener temor del cielo,
  44   y en medio del corazón    le ha dado el golpe postrero.
     Se fue a casa de sus padres,    les contó todo el suceso:
  46   --Padre, maté a mi mujer    y a mis hijos dejé muertos,
     y a mi primo el secretario    en la calle del Incendio
  48   le he desafiado al campo    mandando que salga luego,
     le di siete puñaladas    sin tener temor del cielo,
  50   y en medio del corazón    le he dado el golpe postrero.--
     Mandó ensillar el caballo,    para Turquía se fueron,
  52   para renegar de Dios    y de todos los Sacramentos.
     Ya decía la gente:    --Oh, qué podría ser esto,
  54   que la puerta de don Juan    hace días no se ha abierto.--
     Al cabo de los tres días    quiso entrar un galanzuelo;
  56   de olor que echaba la casa    no podía estar adentro.
     No faltó quien avisara    a aquel buen viejo Salcedo;
  58   vino vestido de luto    desde el zapato al sombrero.
     --¡Oh, la mi doña María,    oh, los mis amados nietos!
  60   ¿a quién agraviasteis vos    que tanto mal os han hecho?--
     Todos dicen a una voz,    todos dicen a un exceso
  62   --Enterremos a la madre    que será el primer entierro.--
     Al llegar a la portalada    del referido convento,
  64   doña María levantó la cabeza    de esta manera diciendo:
     --¿Dónde va toda esta gente,    toda vestida de negro?
  66   ¿dónde estás, lindo don Juan,    dónde estás que no te veo?
     Ése le perdono yo    por la afición que le tengo,
  68   pero no perdonaré    a la que tuvo la culpa de esto.--
     Unos dicen "la enterremos",    otros dicen "la dejemos",
  70   y la fueron a dejar    al pie de los Sacramentos.
     --Vamos a por los tres niños,    que será el segundo entierro.--
  72   Cuando fueron los hallaron    cantando los Sacramentos.
     --Decidme vos, los mis niños,    decidme vos, los mis nietos,
  74   cuando pasé por aquí    si estabais vivos o muertos.
     --Muertos estábamos, padre,    muertos estábamos, abuelo;
  76   por aquí pasó una Señora    con un infante pequeño,
     y nos curó las heridas    con sus cristalinos dedos,
  78   y nos dijo que mi madre    estaba en los altos cielos,
     y nos dijo que mi padre    estaba en los infiernos,
  80   y nos dijo que mi tía,    hasta el pescuezo metida.--

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0166:7 El lindo don Juan (é-o)            (ficha no.: 5539)

Versión de Dobres (ay. Vega de Liébana, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Potes, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LIII (nº 222), pp. 398-400.  108 hemist.  Música registrada.

     Estando don Juan jugando    con los demás caballeros,
  2   vino por allí una mujer    que era excusada en el pueblo.
     --¿Qué haces aquí tú, don Juan,    tan descuidado y sereno,
  4   que tu mujer y tus hijos    te están armando un auterio,
     para darte de beber    un vasito de veneno.
  6   --No lo creo por mi esposa    ni por mis niños pequeños,
     no lo creo por mi esposa    el que conmigo hagan eso.
  8   --Créelo por Dios, don Juan,    créelo por Dios del cielo,
     como en el altar se consagra    el Santísimo Sacramento.--
  10   Don Juan que aquesto oyó    como un perro carnicero;
     no se iba por los caminos,    se iba por los senderos.
  12   Halló la puerta cerrada    y la derribó en el suelo.
     Ya salió doña María,    le echó los brazos al cuello.
  14   --¿Dónde va el lindo don Juan,    que tan airoso te veo?
     --Quítate, perra traidora,    que de matarte pretendo.
  16   --Si pretendes de matarme    tráeme confesores luego.
     --¿Cómo me pides, traidora,    lo que yo darte no puedo?
  18   Los curas no están acá,    los frailes están durmiendo.
     --Déjame ir a despedir    de los mis niños pequeños,
  20   que uno tiene cinco años    y apenas ha entrado en ellos,
     --Adiós, hijos de mi vida,    qué día hoy tan funesto,
  22   que tu padre pretende matarme,    yo la causa no sé de ello.--
     La más pequeñita de ellas    le echó los brazos al cuello.
  24   --Muera, mi madre, muera,    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     porque el que sin culpa muere    derechito se va al cielo,
  26   y el que muere con culpa    derecho se va al infierno.--
     Se ha quitado los anillos    los tiró por aquel suelo,
  28   siete vueltas de corales    que traía por el cuello.
     --Ahora ahí me tienes, don Juan,    todo mi cuerpo te entrego;
  30   el alma no puedo darla,    por eso no te la entrego,
     porque ni es tuya ni es mía,    es del buen Jesús del cielo.--
  32   La pegó tres puñaladas    y la derribó en el suelo,
     y después fue adonde los hijos,    con ellos hizo lo mesmo;
  34   los mató y los degolló    como corderillos tiernos.
     Después se volvió a jugar    como si nada hubiera hecho.
  36   Ya se pasaron tres días    y se dice por el pueblo
     que las puertas de don Juan    tres días no se han abierto.
  38   --Entremos por las ventanas,    miremos los aposentos.--
     En el medio de la sala    hallan cuatro cuerpos muertos;
  40   determinan de enterrar    el mayor cuerpo del primero;
     determinaron de echarle    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  42   una sábana de holanda    forrada de terciopelo.
     Llevaron a la señora;    por el camino iba diciendo:
  44   --¿Dónde estás, galán don Juan,    que no vienes a mi entierro?
     A ti te perdono yo    por el cariño que te tengo,
  46   pero no perdono yo    a la que ha sido causa de esto.--
     Entierran a la señora,    vuelven por los corderuelos;
  48   el primero que entró en casa    fue su queridito abuelo.
     Ya los encontró jugando    en unos ricos tableros.
  50   --¿Quién vos curó, los mis niños,    quién vos curó, los mis nietos?
     --Aquí vino una Señora    con un infante pequeño,
  52   nos curó nuestras heridas    con sus cristalinos dedos,
     y me dijo que mi madre    estaba en los santos cielos,
  54   y me dijo que mi padre    ardería en los inflemos,
     y que también ardería    la que ha sido causa de esto.--

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0166:8 El lindo don Juan (é-o)            (ficha no.: 5540)

Versión de Cañeda (ay. Campoo de Enmedio, p.j. Reinosa, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LIII (nº 223), pp. 400-401.  071 hemist.  Música registrada.

     Por la ciudad de Madrid    se paseaba un caballero;
  2   pasó una mujer mundana    estas palabras diciendo;
     --¿Qué tienes, lindo don Juan,    qué trae tu pensamiento?,
  4   entre tu mujer y tus hijos    están reformando un hecho;
     ellos están reformando    un vasito de veneno.
  6   --No lo creo por mi esposa    que tal acción haya hecho.
     --Si no lo quieres creer    yo juro a Dios verdadero.--
  8   Al oír estas palabras    marchó don Juan muy corriendo;
     encontró a doña María    que estaba en el suelo
  10   hincadas las dos rodillas    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     con el rosario en la mano    como ella solía hacerlo.
  12   --¿Qué traes, lindo don Juan,    tan colérico y soberbio?
     --Quítate de ahí, gran traidora,    que yo matarte pretendo.
  14   --Si pretendes el matarme    confesión pido primero.
     --Curas, obispos y frailes,    todos están durmiendo.
  16   --Si no, deja despedirme    de los hijos que tenemos.--
     Fue donde estaba el mayor,    le echó los brazos al cuello;
  18   fue donde estaba el pequeño,    le dio su pecho derecho:
     --Toma, hijo, esta leche,    que esto será lo postrero,
  20   tu padre me quiere matar    sin culpa ni merecerlo.
     --Madre, si muere sin culpa,    ganará el eterno cielo;
  22   sin culpa murió Cristo    Dios y hombre verdadero.--
     La dio siete puñaladas    y cayó difunto el cuerpo;
  24   los niños porque lloraban    los quiso hacer lo mesmo.
     Ya se dice por las calles,    se pregona por el pueblo
  26   que las puertas de don Juan    días ha que no se han abierto.
     Fue él abuelo de los niños    y la abuela de los nietos,
  28   encuentran la puerta cerrada,    la derriban por el suelo.
     Al subir de la escalera    estaba el difunto cuerpo,
  30   un poquito más arriba    estaban los niños tiernos.
     --Mi padre mató a mi madre    sin culpa ni merecerlo,
  32   nosotros porque lloramos,    nos quiso hacer lo mesmo.--
     Al oir estas palabras    salieron muy corriendo.
  34   --Hombres que tengáis mujeres,    no vos creáis de malvados;
     yo por haberme creído    de una mala mujer,
  36   estoy aquí pereciendo    en los profundos infiernos.--

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0166:9 El lindo don Juan (é-o)            (ficha no.: 5541)

Versión de Campo de Ebro (ay. Valderredible, p.j. Reinosa, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LIII (nº. 224), p. 402-403.  070 hemist.  Música registrada.

     Estando don Juan de Lara    en su regalado huerto
  2   sembrando de aquel buen trigo    que era candeal y bueno,
     pasó par allí el demonio    vestido de pasajero.
  4   --Mira que te digo, Juan,    mira que te digo que es cierto,
     que la tu doña María    te está haciendo un improperio
  6   con un primo carnal suyo,    escribano de este pueblo.--
     Don Juan así que lo oyó,    montó a caballo ligero.
  8   Ha hallado su casa en paz    y los sus niños durmiendo,
     y a la su doña María    estaba en su cuarto leendo.
  10   --Ven aquí, perra traidora,    yo de matarte pretendo.
     --Buscarásme un confesor,    que yo confesarme quiero.
  12   --¿Qué pides, perra traidora,    lo que yo darte no puedo?
     los conventos están cerrados,    los frailes están durmiendo.--
  14   A una niña que tenía    la echó los brazos al cuello.
     --Hija mía de mi alma,    querida de mi consuelo,
  16   tu padre me quié matar,    yo no sé si lo merezco.
     Jesucristo murió sin culpa,    yo también haré lo mesmo.--
  18   Las joyas y los anillos    los arroja por el suelo.
     --Ahora ven aquí, don Juan,    todo mi cuerpo te entrego.--
  20   La pegó una bofetada,    muerta la quedó en el suelo.
     Ha entrado en la habitación,    con los hijos hace lo mesmo,
  22   les agarra de los pies,    les da contra los cimientos;
     luego montóse a caballo    y marchó con rumbo incierto.
  24   No había andado siete leguas    cuando ya andaban diciendo
     que las puertas de don Juan    en to el día se han abierto.
  26   Dieron parte a la justicia,    las puertas luego se abrieron;
     a la entrada del portal    hallaron un cuerpo muerto,
  28   Ya subieron allá arriba,    los niños están diciendo:
     --Aquí ha estado una Señora    con un niño muy pequeño,
  30   nos parecía    que era un hermanito nuestro;
     no nos daba de comer,    porque no estamos hambrientos;
  32   no nos daba de beber    porque no estamos sedientos;
     nos curaba las heridas    con sus delicados dedos;
  34   nos decía que mi madre    está sentada en los cielos;
     nos decía que mi padre    está ardiendo en los infiernos.--

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0166:2 El lindo don Juan (é-o)            (ficha no.: 2120)

Versión de Casasuertes (ay. Burón, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Valdeburón, León, España).   Recitada por Josefa Rodríguez (79a en 1977). Recogida en Madrid, donde acualmente reside por Teresa Catarella, Flor Salazar, y Ana Valenciano, 14/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: ``Escaro-Manzaneda`` B/4). Publicada en AIER 2 (1982), nº 86.2, pp. 161-162. Reeditada en IGR-vulgar 1999, pp. 328-329.  098 hemist.  Música registrada.

     En la ciudad de Madrid    residía un caballero
  2   con su mujer y sus hijos,    más preciosos que el sol mesmo.
     Tentóle un día Judas    salir de su casa al juego;
  4   y a la vuelta de una esquina,    una mujer al encuentro:
     --¿Dónde vas, lindo don Juan,    con tus lindos pensamientos?,
  6   que tu mujer y tus hijos    te están armando un unterio.
     --No lo creo yo, señora,    que mi mujer haga eso.
  8   --Créelo, lindo don Juan,    llévalo en el pensamiento;
     para darte de beber,    tiene un vaso de veneno.--
  10   Marchó de allí don Juan,    muy furioso y muy soberbio;
     halló las puertas cerradas,    de un credo las echó al suelo.
  12   Salió la doña María,    le echó los brazos al cuello.
     --Ven aquí, perra traidora,    que yo matarte pretendo.
  14   --Don Juan, si me has de matar,    busca un confesor primero.
     --¿Cómo lo he de buscar yo,    si eso no tiene remedio?.
  16   Los curas no están en casa,    los frailes están durmiendo,
     las monjas de Santa Clara    no se ven por el convento.
  18   --Ahora deja despedirme    de estos mis hijos primero.
     Hijos, tu padre me mata,    yo la culpa no la tengo.--
  20   Una niña de cinco años    le daba buenos consejos:
     --Madre, si mueres con culpa,    vas a arder a los infiernos;
  22   madre, si mueres sin ella,    irás derechita al cielo.--
     Y la madre, que ha tomado    de su niña estos consejos,
  24   comenzó a sacar basquiñas,    casacas de terciopelo,
     los uncos de sus orejas,    los anillos de sus dedos
  26   y una vuelta de corales    los esparció por el suelo.
     --Mira aquí, lindo don Juan,    todo mi cuerpo te entrego;
  28   no te entregaré yo el alma,    que esa es del Manso Cordero.--
     Le pegó tres puñaladas,    de la menor quedó en suelo.
  30   Y acordóse que tenía    tres infantines pequeños:
     los ató y los degolló    como corderines tiernos.
  32   Otro día por la mañana,    vecinos andan diciendo
     que las puertas de don Juan    todavía no se han abierto;
  34   o todos estaban malos    o todos estaban muertos.
     Entran por una ventana    a registrar aposentos,
  36   y en la sala principal    estaban los cuerpos muertos,
     y era la doña María    con sus hijines pequeños.
  38   Dispusieron de enterrarlos,    el mayor cuerpo el primero,
     y a la puerta de la iglesia    la difunta iba diciendo:
  40   --¿Dónde vas, lindo don Juan,    dónde vas que no te veo?.
     Esta muerte te perdono    por lo mucho que te quiero;
  42   no se la perdono yo    a aquel que me armó el ulterio.
     --¿Quién vuelve por los mis hijos?.    --Vuelve su querido abuelo.
  44   ¿Qué hacéis aquí los mis hijos,    qué hacéis aquí los mis nietos?.
     --Abuelo, estamos aquí,    n`esta sala de tablero;
  46   y aquí vino una señora    con un infantín pequeño;
     y nos lavó las heridas    con sus cristalines dedos,
  48   y nos dijo que mi madre    estaba en el santo cielo
     y nos dijo que mi padre    iba a arder en los infiernos.--
     ¡Válgame la Magdalena,    válgame el señor San Pedro!.

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0166:11 El lindo don Juan (é-o)            (ficha no.: 9532)

Versión de Casasuertes (ay. Burón, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Valdeburón, León, España).   Recitada por Marcelina Díez Rodríguez (91a). Recogida en Madrid por José Manuel Fraile Gil y Juan Manuel Calle Ontoso, 15/05/1999 (Archivo: ASFG; Colec.: Fraile Gil, J. M.). Publicada en Fraile Gil Rom-Panhisp.-2 2010+2CD, cd 1, corte nº 69, texto nº VII.A.3, pp. 146-147. © Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor.  098 hemist.   Música registrada   (MP3 30 sec. clip). Versión completa (streaming media).

     En la ciudad de Madrid    residía un caballero
  2   con su mujer y sus hijos    más preciosos que el sol mismo.
     Tentóle un día Judas    salir de su casa a un juego
  4   y a la vuelta de una esquina    una mujer al encuentro.
     --¿Dónde vas, lindo Don Juan,    con tus lindos pensamientos?
  6   Que tu mujer y tus hijos    te están almando un idterio.
     --No lo creo yo, señora,    que mi mujer haga eso.
  8   --Créelo, lindo Don Juan,    llévalo n`el pensamiento,
     para darte de beber    tiene un vaso de venenó--
  l0   Marchó de allí Don Juan    muy furioso, muy soberbio.
     Halló las puertas cerradas,    de un credo las echó al suelo.
  12   Saltó la doña María,    le echó los brazos al cuello.
     --¡Ven aquí, perra traidora,    que yo matarte prentendo!
  14   --Don Juan, si me has de matar,    busca un confesor primero.
     --¿Cómo lo he de buscar yo?    Eso no tiene remedio.
  16   Los curas no están en casa,    los frailes están durmiendo,
     las monjas de Santa Clara    no se ven por el convento.
  18   --Ahora deja despedirme    de estos mis hijos primero.
     Hijos, tu padre me mata,    yo la culpa no la tengo.--
  20   (Y) una niña de cinco años    le daba buenos consejos:
     --Madre, si mueres con culpa,    vas a arder a los infiernos;
  22   madre, si mueres sin ella,    irás derechita al Cielo.--
     Y la madre, que ha tomado    de su niña estos consejos,
  24   comenzó a sacar basquiñas,    casacas de terciopelo,
     los uncos de sus orejas,    los anillos de los dedos,
  26   y una vuelta de corales    los esparció por el suelo.
     --Mira aquí, lindo Donjuán,    todo mi cuerpo te entrego,
  28   no te entregaré yo el alma    que esa es del Manso Cordero.--
     Le pegó tres puñaladas,    de la menor cayó al suelo,
  30   y se acordó que tenía    tres infantines pequeños.
     Los ató y los degolló    como corderines tiernos.
  32   (Y) a otro día por la mañana    vecinos andan diciendo
     que las puertas de Donjuán    todavía no se han abierto.
  34   --O todos estaban malos    o todos estaban muertos.--
     Entran por una ventana    (y) a registrar aposentos
  36   y en la sala principal    estaban los cuerpos muertos,
     (y) era la doña María    con sus hijines pequeños.
  38   Dispusieron de enterrarlos    el mayor cuerpo el primero,
     y a la puerta de la iglesia    la difunta iba diciendo:
  40   --¿Dónde vas, lindo Don Juan?    ¿dónde vas que no te veo?
     Esta muerte te perdono    por lo mucho que te quiero,
  42   no se la perdono yo a aquel    que me armó el ulterío.
     ¿Quién vuelve por los mis hijos?    Vuelva su querido abuelo.--
  44   --¿Qué hacéis aquí, los mis hijos?    ¿qué hacéis aquí, los mis nietos?
     --Abuelo, estamos aquí    en esta sala de tablero.
  46   Aquí vino una señora    con un Infantín pequeño
     y nos lavó las heridas    con sus cristalines dedos
  48   y nos dijo que mi madre    estaba en el Santo Cielo
     y nos dijo que mi padre    iba a arder a los infiernos--
     i Válgame la Madalena!    ¡Válgame el señor San Pedro!

Notas: Véase una versión casi idéntica cantada por Josefa Rodríguez, grabada en 1979, también procedente de Casasuertes y recogida en Madrid (publicada en AIER 2 (1982), nº 86.2, pp. 161-162, y reproducida aquí en nuestra entrada nº 2120).
Título original: La inocente calumniada por el diablo.

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0166:4 El lindo don Juan (é-o)            (ficha no.: 4908)

Versión de Barruelo (ay. Barruelo de Santullán, p.j. Cervera de Pisuerga, Palencia, España).   Recogida por Narciso Alonso Cortés, (Colec.: Alonso Cortés, N.). Publicada en Alonso Cortés 1920, pp. 252-253.  056 hemist.  Música registrada.

     Estaba don Juan de Oca    en su cerca mitad huerto
  2   pasa por allí el demonio    vestido de caballero.
     --Esto me han dicho, don Juan,    y esto me han dicho que es cierto:
  4   que la tu doña María    anda trayéndote pleito
     con un primo carnal suya    y escribano de este pueblo.--
  6   Se va don Juan para casa    muy colérico y severo;
     halla las puertas abiertas    y a los niñitos durmiendo
  8   y la su doña María    en la su sala leyendo.
     --Toma este niño, malvada,    dale la leche postrero.
  10   --Sí, don Juan, se la daré    por lo mucho que le quiero.
     Don Juan, tráeme un confesor,    que yo confesarme quiero.
  12   --Que me pides tú, malvada,    de lo que darte no puedo;
     las puertas están cerradas    los frailes están durmiendo.--
  14   Y la niña mayorcita    la echó los brazos al cuello:
     --Hija mía de mis ojos,    regalo de mi consuelo,
  16   tu padre matarme quiere,    yo no sé si lo merezco.--
     La ha dado tres puñaladas,    cayó de punta en el suelo.
  18   Los anillos de sus dedos    se derraman por el suelo.
     Coge don Juan su caballo,    y para Roma iba partiendo.
  20   Antes de llegar a Roma    ya se decía en el pueblo
     que las puertas de don Juan    en tres días no se abrieron.
  22   Dieron parte a la justicia;    todas las puertas se abrieron,
     y en el medio del portal    hallaron un cuerpo muerto.
  24   Un poquito más alante    unos niñitos diciendo:
     --Allí viene una Señora    con su niño muy pequeño,
  26   que nos cura las heridas    con sus delicados dedos,
     y nos dice que mi madre    está sentada en el cielo.
  28   y nos dice que mi padre    está ardiendo en los infiernos
  28   por creerse del demonio    a ser mundo no embustero (?).

Nota: título original: Tentación del demonio.

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0166:10 El lindo don Juan (é-o)            (ficha no.: 8663)

Versión de Santoyo (ay. Santoyo, p.j. Palencia, ant. Astudillo, Palencia, España).   Recitada por Adela Martínez (23a). Recogida por Narciso Alonso Cortés, (Archivo: AMP; Colec.: Alonso Cortés, N.). Publicada en Alonso Cortés 1906, p. 95.  057 hemist.  Música registrada.

     Paseábase don Juan    por su regalado huerto;
  2   pasa por allí el demonio,    como siempre está despierto.
     --Te vengo a decir, don Juan,    por lo mucho que te quiero,
  4   que tu doña Maria    está armando un cautiverio,
     y más con un primo tuyo    que es . . . . . . . . . del pueblo.
  6   Coge don Juan el caballo    y va con furia corriendo.
     --Abre las puertas, María,    que matarte yo pretendo.
  8   --Si eso que dices, don Juan,    si eso que dices es cierto,
     tráeme a mí un confesor,    que yo confesarme quiero.
  10   --Las puertas están cerradas,    las gentes están durmiendo,
     los señores sacerdotes    todos están forasteros.
  12   Toma este niño, María,    dale la leche postrero.
     --Yo se la daré, don Juan,    por lo mucho que le quiero.
  14   Me dejarás despedir    de tres hijos que yo tengo.--
     Coge al más pequeño    y los brazos le echa al cuello.
  16   --Adiós, hijo de mi vida,    adiós, hijo de mi consuelo;
     tu padre me va a matar,    yo no sé si lo merezco.--
  18   Ha cogido a los otros    dos niños y ha hecho lo mismo,
     --Aquí me tienes, don Juan,    como esposa de tu dueño.--
  20   La ha dado tres puñaladas    y en seguida quedó muerta;
     ha cogido los tres niños    y ha hecho lo mismo.
  22   . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    Corruto anda por el pueblo
     que las puertas de don Juan    tres días que no se abrieron.
  24   Su abuelita que sabe eso,    iba corriendo por verlo.
     --¿Quién sos curó las heridas?    ¿quien sos ha dado el sustento?
  26   Quién sos curó las heridas    que su padre les ha hecho?--
     Ha bajado una señora    con anillos en sus dedos;
  28   les ha dicho que su madre    está sentada en los cielos,
     les ha dicho que su madre    está ardiendo en los infiernos.

Título original: El parricida.

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0166:1 El lindo don Juan (é-o)            (ficha no.: 364)
[0818 Los presagios del labrador (é-a), contam.]

Versión de Sanchonuño (ay. Sanchonuño, p.j. Cuéllar, Segovia, España).   Recitada por Antonia Ramírez. Recogida por Agapito Marazuela Albornos, (Archivo: AMP; Colec.: Agapito Marazuela). Publicada en TRC-Segovia 1993, pp. 443-444.  047 hemist.  Música registrada.

     Estaba don Juan un día    en la cercada de un huerto
  2   sembrando trigo y cebada,    que todo lo sembró a un tiempo.
     Pasó por allí el demonio    vestido de caballero.
  4   --Buenos días hay, don Juan,    por lo mucho que le quiero,
     su mujer está condesa    con un primo carnicero.
  6   Si no lo quiere creer,    véngase conmigo a verlo.--
     Se ha montado en el caballo    y corriendo se ha ido a verlo
  8   y al entrar en el portal    a ella la encontró leyendo.
     --Quítate, perra traidora,    que yo de matarte tengo.
  10   --Mátame, marido mío,    mátame si lo merezco,
     déjame ir a despedir    de mi hijo el más pequeño.
  12   --Tómale, perra traidora,    dale la leche postrera.--
     --Tu padre me va a matar,    no sé si yo lo merezca.--
  14   La ha dado tres puñaladas,    tendida ha caído al suelo.
     --Ahora voy a hacer igual    con los niños más pequeños.--
  16   Les agarra, le[s] degüella,    les pega contra un cimiento.
     A los tres días siguientes    las voces corren po` el pueblo.
  18   Dieron parte a la justicia,    puertas tiraron al suelo,
     al entrar por el portal    allí había un niño muerto
  20   y al subir por la escalera    había allí otro diciendo:
     --Por aquí sube una señora
  22   que nos cura las heridas    con sus delicados dedos.
     Si preguntan por mi madre,    gozando ya está en el cielo;
  24   si preguntan por mi padre,    ardiendo está en los infiernos.

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