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Pan-Hispanic Ballad Project

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0615:1 Cautiva liberada por su marido (á-a)            (ficha no.: 1947)

Versión de Alajeró (ay. Alajeró, p.j. San Sebastián de La Gomera, ant. Santa Cruz de Tenerife, isla de La Gomera, Santa Cruz de Tenerife, España).   Recitada por Ramón Bernal Ventura (90a). Recogida por Maximiano Trapero y Elena Hernández Casañas, 00/00/1983 (Archivo: GOM; Colec.: Trapero, M.). Publicada en F.E.R.U. 4 Canarias 1987, pp. 207-208, nº 155. Reeditada en IGR-vulgar 1999, pp. 87-88.  068 hemist.  Música registrada.

     ¡Tírale por la ventana    margeliles a tu dama!
     Se fue don Francisco a fiesta    que se celebra en Santa Ana,
  2   dejó a su mujer durmiendo    en su regalada cama,
     con veinticinco doncellas    que quedan en su compaña
  4   y los dos primos hermanos    que quedan de retaguardia.
     Como todas las mujeres    lo que intentan intentaban,
  6   se van a bañar al río    a orillas la mar salada.
     Entró una barca de moros    y a todos los cautivaba;
  8   doña Juana, como linda,    los moros se la llevaban,
     y a los dos primos hermanos    cortándolos la garganta.
  10   Ya se viene el don Francisco    de su fiesta celebrada;
     como la nueva es tan ruin,    cayó mortal y sin habla.
  12   Se montó en caballo blanco    y por la calle se paseaba
     con un pañuelo de luto,    ya le abanan, ya le abanan.
  14   --¿De qué ciudad es, caballero,    de qué ciudad o qué patria?
     --Soy de la ciudad de Loza,    la mejor ciudad que estaba,
  16   la mejor que pinta el sol,    la mejor que el sol pintaba,
     la mejor que pinta el sol    con sus pintas encarnadas,
  18   de la ciudad de Antequera,    de gente lucida y guapa.
     --Si me ves al don Francisco,    dímele qué es lo que aguarda,
  20   que a mí me van a casar    por esta noche o mañana.
    
(Y los desafiaba)
     Y se fueron a reñir    a orillas la mar salada.
  22   Como los moros son muchos,    el caballo atropellaba;
     con la sangre de los turcos    vencía a la mar salada.
  24   Y ella que lo está mirando    sentada en una ventana:
     --Cuando te veas vencido,    dame a mí la muerte amarga
  26   y no me dejes aquí    dentro esta perra canalla.--
     El mayordomo ` los moros    le dice aquesta palabra:
  28   --Cállate, perra traidora,    traidora y descomulgada
     que si te agarrara entre uñas    te haría mil migajas,--
  30   Don Francisco, oyendo esto,    pa el moro se le viriaba,
     que los pedazos del moros    al viento se los echaba.
  32   La cogió por el cabello,    la abajó de la ventana,
     la montó en caballo blanco    y por las calles se paseaba.
  34   --Así harás, galán,    cuando vas a sacar dama.

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