|  | Contándolo está María    a su muy querida Juana. | 
| 2 | --¿Qué me quieres, Juana mía,    del icario de mi alma? | 
|  | --No son tres días pasados,    Juana, que entré yo a una casa | 
| 4 | donde vide estar a un mozo,    principio de mi desgracia; | 
|  | en aquel tiempo traía    en su mano una vernanza | 
| 6 | de rosas y clavellinas    que se clavan en el alma. | 
|  | "Su merced dáme un clavel    de esa vernanza rosada", | 
| 8 | mas, al ponerle la mano,    quedé yo la desgraciada. | 
|  | Tuve muchas pesadumbres    por yo abrir la ventana, | 
| 10 | mas mi madre me llamó,    contesté de mala gana. | 
|  | --¡Calla, María, no llores,    calla, que te pones flaca! | 
| 12 | No te creas en los hombres,    que son de mala canalla, | 
|  | que cuando quieren, maldicen    la triste de la que engañan. | 
| 14 | ¿Te acuerdas de Mariquita    cómo se quedó arribada?-- |