2686:1 Cipión destruye a Numancia (á-o) (ficha no.: 1380)
Versión de España. Recogida 00/00/1573 Publicada en Timoneda, Rosa gentil* (Romance de cómo Cipión destruyó a Numancia). Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 1, vol. I, pp. 3-5. 076 hemist. Música registrada. |
Enojada estaba Roma de ese pueblo soriano: | |
2 | envía, que le castigue, a Cipión el Africano. |
Sabiendo los de Numancia que en España había llegado, | |
4 | con esfuerzo varonil lo esperan en el campo. |
A los primeros encuentros Cipión se ha retirado: | |
6 | mas volviendo a la batalla reciamente ha peleado. |
Romanos son vencedores sobre los de Soria han dado: | |
8 | matan casi los más de ellos, los otros se han encerrado. |
Metidos en la ciudad Cipión los ha cercado, | |
10 | púsoles estancias fuertes, y un foso desaforado: |
y tanto les tuvo el cerco, que el comer les ha faltado | |
12 | Púsolos en tanto estrecho, que en fin han determinado |
de matar toda la gente que no tome arma en mano. | |
14 | Ponen fuego a la ciudad, ardiendo de cabo a cabo, |
y ellos dan en el real con ánimo denodado: | |
16 | pero al fin todos murieron, que ninguno no ha escapado. |
Veinte días ardió el fuego, que dentro ninguno ha entrado. | |
18 | Ya que entrar dentro pudieron, cosa viva no han hallado, |
sino un mochacho pequeño que a trece años no ha llegado, | |
20 | que se quedó en una cuba, do el fuego no le ha dañado. |
Vuélvese Cipión a Roma, solo el mochacho ha llevado: | |
22 | pide que triunfo le den, pues a Soria había asolado. |
Visto lo que Cipión pide, el triunfo le han denegado, | |
24 | diciendo, no haber vencido, pues ellos lo habían causado. |
Lo que Roma determina por sentencia del senado: | |
26 | que Cipión vuelva a Soria, y que al mozo, que ha escapado, |
le ponga sobre una torre, la más alta que ha quedado, | |
28 | y allí le entregue las llaves, teniéndolas en su mano, |
y se las tome por fuerza, como a enemigo cercado, | |
30 | y en tomarlas de esta suerte el triunfo le será dado. |
A Soria vuelve Cipión, según que le fue mandado: | |
32 | puso el mochacho en la torre del arte que era acordado. |
Allí las llaves le pide; mas él se las ha negado, | |
34 | dijo: --No quieran los dioses, que haga tan mal recaudo. |
Ni por mí te den el triunfo, habiendo solo quedado: | |
36 | pues que nunca lo ganaste de los que ante mí han pasado. |
Estas palabras diciendo, con las llaves abrazado, | |
38 | se echó de la torre abajo con ánimo muy osado: |
y así quedó Cipión sin el triunfo deseado. |
Variante: -4b lo: en el texto por equivocación los. Nota: *Este romance es, en verdad, no muy popular y más bien sacado e imitado de una crónica quizá por el mismo Timoneda; sin embargo tiene rasgos tradicionales: por eso y por haberlo omitido en nuestra Rosa de romances, lo reimprimimos aquí por primera vez en una colección moderna. |