Pan-Hispanic Ballad Project

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0006:3 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 654)
[0080 Muerte ocultada, contam.]

Versión de Candín (ay. Candín, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Ancares, León, España).   Recitada por María Abella Abella (74a). Recogida por Paul Bénichou, Mercedes Cano, J. Antonio Cid y Concha Enríquez de Salamanca, 17/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 1.17-7.2/A-02 y A-04). Publicada en TOL I 1991, pp. 24-25.  078 hemist.  Música registrada.

     Don Juan iba a la caza,    no cazó como solía;
  2   en el medio del camino    la muerte lo perseguía,
     el caballo le cansó    y el perro cansado iba.
  4   Don Juan volvió para casa,    más triste que no solía.
     Llamaron siete doctores,    de los mejores que había;
  6   todos le eran a decir:    "Ese mal de usted no es nada".
     Aún falta por venir    otro doctor de la Altava,
  8   que trae el veneno en un dedo    y en la lengua se lo echara.
     Todos le eran a decir:    "Ese mal de usted no es nada"
  10   no siedo el más chiquitín,    que de esta manera le habla:
     --Confésese usted, don Juan,    y administre sua alma;
  12   tienes tres hora de vida,    una y media ya pasada
     y esta es para despedirse    de la gente de mi casa.
  14   --Yo no siento la mi muerte,    aunque la vea cercana,
     lo que siento es a mi esposa,    que joven y encinta estaba.
  16   --A súa esposa, don Juan,    hágale una buena manda.
     --Yo, mientras mis padres vivan,    no le puedo mandar nada,
  18   no siendo un anillo de oro    que le di de enamorada.
     --Si usted se lo dio de oro,    yo se lo he dar de plata.--
  20   Estando en estas palabras,    Berenguenia se llegara.
     --¿Dónde veis, bien de mi vida,    dónde veis, bien de mi alma?
  22   --Vengo de San Salvador,    de oír misa cantada;
     descalcita de pie y pierna,    del cabello esmelenada,
  24   le rogara a Dios del cielo    que te saque de esta cama.
     --Salirei, bien de mi vida,    salirei, bien de mi alma,
  26   salirei, bien de mi vida,    el lunes por la mañana;
     verásme llevar a cuatro    en un tablero de tabla,
  28   las tablas serán de pino    y las sábanas de holanda;
     tú volverás para casa    muy triste y desconsolada,
  30   hallarás las calles tristes    y las tus puertas cerradas,
     los deudores a la puerta    pidiéndote las fianzas,
  32   te las fiará mi padre,    porque de eso ya quedaba.--
     Estando en estas palabras,    Berenguenia se desmaya;
  34   ni con agua, ni con vino    pudieron resucitarla.
     Sácanle el nene del vientre,    parece un rollo de plata;
  36   se lo llevan a su padre,    que la bendición le echara.
     --La bendición de Dios, hijo,    la bendición de Dios valga;
  38   tu madre ya se murió,    tu padre expirando estaba.
     ¡Válgame la Magdalena,    válgame la Soberana!

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0006:4 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 655)

Versión de Chano (ay. Peranzanes, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Fornela, León, España).   Recitada por Joaquina García Álvarez (81a). Recogida por J. Antonio Cid, Bárbara Fernández, Margarita Pazmany y Ana Valenciano, 23/09/1979 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 79; cinta: 1.23-9.4/B-14 y 1.23-9.2/A-01). Publicada en TOL I 1991, pp. 25-26.  069 hemist.  Música registrada.

     Muy malo se halla don Juan,    muy malo se hallaba en cama;
  2   mandan llamar siete doctores,    los más entendidos de España.
     Unos le miran el pulso    y otros le tentan la barba,
  4   y, por no darle más pena,    todos dicen que no es nada,
     sino el doctor más viejo,    que todo lo mira y calla.
  6   --¿Qué me dice usted, doctor,    que todo me mira y calla?
     --Lo que te digo, don Juan,    que despongas bien tu alma:
  8   tienes tres horas de vida,    hora y media ya va enviada,
     hora y media que te queda,    para desponer tu alma.--
  10   Bien lo oyera el rey su padre    de altas torres donde estaba.
     --¿Qué te pasa, hijo mío,    qué te pasa en esa cama?
  12   --¿Qué quiere que me pase, padre?,    las cosas que Dios nos manda.
     Lo único que le encargo es    a mi esposa doña Juana;
  14   de todo lo que le dejo,    padre, no le quite nada,
     si no fueran unos anillos de oro    que le di de enamorada.
  16   --Si tú le diste unos de oro,    yo le daré dos de plata.--
     Estando en estas razones,    entró la niña a la sala.
  18   --¿De ónde venías, mi bien,    regalo y bien de mi alma?
     --Vengo de Santo Domingo,    de oír misa en Santa Clara,
  20   de rogar a Dios del cielo    que te saque de esa cama.
     --Ya me sacará, mi bien,    regalo y bien de mi alma,
  22   ya me sacará mi bien,    el lunes por la mañana,
     con los curas a la puerta    diciendo que salga, salga;
  24   tú te hallarás aburrida,    te hallarás desesperada,
     tus ventanas tristes,    tus puertas cierradas.
  26   No tengas pena, mi bien,    regalo y bien de mi alma,
     no tengas pena, mi bien,    que `a quedas bien encargada.--
  28   Le diera un fuerte accidente,    la niña cayó esmayada.
     Él murió a medianoche,    la niña por la mañana.
  30   Los enterraron los dos
     en una caja de pino,    n`unas sábanas de holanda.
  32   Aquí se acaba la estoria,    aquí se acaba, se acaba,
     aquí se acaba la estoria    de dos amantes del alma.
  34   Las campanas de aquella capital    de tal en tal se tañían
     por el alma de los dos,    que pa los cielos camina.

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0006:5 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 656)

Versión de Guímara (ay. Peranzanes, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Fornela, León, España).   Recitada por Santiago Cerecedo Ramón (72a), mendigo. Recogida por Eduardo Martínez Torner, 00/00/1916 (Archivo: AMP; Colec.: Torner, E. M.; cinta: BB/071). Publicada en TOL I 1991, pp. 26-27.  078 hemist.  Música registrada.

     Muy malo estaba el don Juan,    muy malito está en la cama;
  2   mandó llamar siete dotores,    los más entendidos de España.
     Unos le miran el pulso,    otros le miran la barba,
  4   otros le miran la sangre    cómo sale derramada.
     Unos dicen: "Muere, muere";    otros dicen que no es nada;
  6   si no es el más viejo de ellos,    que mucho le mira y calla.
     --¿Qué me dice, el buen dotor,    que mucho me mira y calla?
  8   Si me da buenas anuncias,    le mando una rica manda.--
     Alzó los ojos arriba,    bajólos echando agua.
  10   --Las anuncias que te doy,    que despongas bien tu alma.
     Tres horas tienes de vida,    hora y media ya va inviada;
  12   hora y media que te queda,    para disponer tu alma.--
     Estando en estas razones,    entra su padre en la sala:
  14   --¿Cómo te va, hijo querido,    querido hijo del alma?
     --A mí me va bien, mi padre,    mi padre, en esta cama;
  16   tres horas tengo de vida    para disponer mi alma.
     Lo que le encargó, mi padre:    Teresa queda encintada.
  18   De las joyas que `o le di,    padre, no le quite nada,
     si no es un anillo de oro,    que le di de enamorada.
  20   --Si tú le diste uno de oro,    yo le daré dos de plata.--
     Estando en estas razones,    entra Teresa en la sala.
  22   --¿D`ónde vienes, bien de mi vida,    d` ónde vienes, bien de mi alma?
     --Vengo del Santo Domingo,    de oír misa en Santa Clara,
  24   a pedir a Dios del cielo    que te saque de esa cama.
     --No tengas pena, mi bien,    no tengas pena, mi alma.
  26   . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    que ya quedas encargada.
     Si pares un hijo varón,    será el príncipe de España;
  28   si pares una hija hembra,    monja, monja, en Santa Clara.
     Verás mi cuerpo tendido,    el lunes por la mañana,
  30   en un ataúd de pino,    una sábana de holanda,
     y los curas a la puerta    diciendo que salga, salga;
  32   tú me irás a acompañar    y te volverás pa casa;
     tendrás las puertas cierradas,    sin tener quién te las abra,
  34   y te vendrán los dotores    pidiéndote la fianza;
     si no hallas quién te la dé,    vivirás desesperada.--
  36   Él galán murió a la noche,    la una por la mañana;
     ambos y dos fueron juntos    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  38   en un ataúd de pino    y una sábana de holanda.
     Aquí se acabó la copla,    aquí se acabó y se acaba,
  40   aquí se acabó la copla    de dos amantes del alma.

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0006:6 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 657)

Versión de Valle de Finolledo (ay. Vega de Espinareda, ant. Valle de Finolledo, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Espinareda, León, España).   Recitada por Sofía Álvarez (86a) y María González Álvarez (55a). Recogida por Ana Beltrán, Diego Catalán, José Luis Forneiro y Pilar Moreno, 12/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 2.17-7.1/A-14 y B-05). Publicada en TOL I 1991, pp. 28-29.  064 hemist.  Música registrada.

     [Muy malo estaba don Juan,    muy malo estaba en la cama;]
     siete médicos le curan    de los mejores de España;
     [unos dicen que se muere],    otros dicen que no es nada.
  2   Sólo falta por venir    el médico de la Parra,
     trae el veneno en el dedo    y en la lengua se lo planta.
     --Tres horas tienes de vida,    hora y media ya pasada:
  6   una para confesarse    y reconciliar su alma,
     media para despedirse    de las gentes más cercanas.
  8   --Si tuviera aquí a mis padres    pa tan sólo una palabra.--
     Estando en estas razones,    sus padres allí llegaban.
  10   --Padre de mi corazón,    madre mía de mi alma,
     ahí le entrego mi mula    con la silla dorada.
  12   --Esa dásela a tu esposa,    esa pa tu enamorada,
     esa dásela a tu esposa,    ya sabes que encinta se halla.
  14   --A mi esposa, madre mía,    a usted la dejó encargada;
     de la hacienda que me disteis,    padre, no le quitéis nada,
  16   no siendo un anillo de oro    que le di de enamorada.
     --Si tú se lo diste de oro,    yo se lo daré de plata.--
  18   Estando en estas razones,    un criado suyo llama.
     [--¿De dónde vienes, mi vida,]    de dónde vienes, mi alma?
  20   --(Vengo) de pedirle a Dios del cielo    que te saque de esa cama.
     --Sí me sacará, hija, sí,    el lunes por la mañana,
  22   con los pies amarillitos    y la nariz afilada
     y los curas a la puerta    diciendo que salga e salga.
  24   Me cogerán hombros y hombros    y me llevarán de casa;
     me meten debajo tierra,    donde el cristiano remata,
  26   y tú vendrás para casa    muy triste y desconsolada;
     hallarás la calle oscura    y las tus puertas cerradas
  28   y las justicias a la puerta    pidiéndote la fianza.
     No encontrarás quién te fíe
  30   mi padre te fiará,    que a él te dejo encargada.--
     Al oír estas palabras,    ha caído desmayada,
  32   [sacan] el niño del cuerpo,    [parece un rollo de plata;]
     se lo llevan a su padre    que la bendición le echara.
  34   --La bendición de Dios Padre,    el amor del Hijo te valga;
     tu madre ya se murió,    tu padre expirando estaba.

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0006:7 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 658)

Versión de Villarino del Sil (ay. Palacios del Sil, p.j. Ponferrada, ant. Murias de Paredes, comc. Ribas del Sil, León, España).   Recitada por María Núñez (80a). Recogida por Flor Salazar, Saturnino Sanjuán, y Ana Valenciano, 20/09/1979 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 79; cinta: 2.20-9.2/A-13). Publicada en TOL I 1991, pp. 29-30.  077 hemist.  Música registrada.

     Por las calles de Madrid,    junto a los caños del agua,
  2   habitaba una vïuda    como la Iglesia lo manda.
     Ésta tenía una hija,    que Teresa se llamaba;
  4   ésta tomó relaciones    con el príncipe de España.
     --¡Calla, tú, traidora, [calla],    calla tú, hija malvada,
  6   por una mala dormida    dejaste de estar casada!
     Bien lo oyera el buen príncipe    n` altas torres donde estaba,
  8   --Calla, calla, la mujer,    no diga la tal palabra,
     que, si estos amores tiene,    bien casadita ya estaba.--
  10   Dentro del poco tiempo,    el príncipe cayó en (la) cama,
     con seis médicos a la cabecera,    de los mejores de España;
  12   unos dicen: "Muere, muere",    y otros dicen que no es nada;
     sino siendo el don Antonio,    que mucho l`amira y calla.
  14   --Mucho me amira, don Antonio,    mucho me amira y calla;
     si me da buenas anuncias,    le he de hacer una rica manda.--
  16   Sobió los ojos al cielo    y los bajó guitando agua.
     --Tres horas tienes de vida,    hora y media está pasada.--
  18   Estando en estas palabras,    el su padre allí llegaba:
     --¿Cómo te va, el mi hijo,    cómo te va en esa cama?
  20   --Bien me va, mi padre, bien,    porque Dios así lo manda.
     Lo que le digo, mi padre,    que Teresa está preñada.
  22   Si pare un hijo varón,    sea el príncipe de España;
     si pare una hija hembra,    monja, monja ` Santa Clara.
  24   No le quite un anillo de oro    que le di `o de enamorada.
     --Si le diste tú un anillo de oro,    otro le doy yo de plata.
  26   --Tres horas tengo de vida,    hora y media está pasada.--
     Estando en estas palabras,    Teresita allí llegaba.
  28   --¿Cómo te va, la mi alma,    cómo te va n`esa cama?
     --Bien me va, Teresita,    porque Dios así lo manda.
  30   ¿De dónde vienes, Teresita,    de dónde vienes, mi [alma]?
     --Vengo, de Santo Domingo,    de pedir misa a Santa Clara
  32                                     que te saque de esa cama.
     --Luego me sacará, Teresita,    luego me sacará, mi alma;
  34   tres horas tengo de vida,    hora y media está pasada,
     ya me verás en la calle    el lunes por la mañana,
  36   en un ataúd de pino    y unas sábanas de holanda,
     y los curas a la puerta    diciendo que salga, salga;
  38   tú me irás acompañando    y te volverás pa tu casa.

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0006:8 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 659)

Versión de Palacios del Sil (ay. Palacios del Sil, p.j. Ponferrada, ant. Murias de Paredes, comc. Ribas del Sil, León, España).   Recitada por Eva González Fernández (62a). Recogida por Pere Ferré, Fernando Gomarín Guirado, Madeline Sutherland y Amelia García Valdecasas, 30/06/1980 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 80; cinta: 5.30-6.4/A-08). Publicada en TOL I 1991, pp. 30-31.  040 hemist.  Música registrada.

     Más allá de Guadalupe,    junto a las pilas del agua,
  2   habita una viudina    muy guapa y muy resalada,
     la cual tenía una hija    que Teresina se llama,
  4   muy pretendida de condes    y caballeros de fama.
     El que más la pretendía    era don Pedro el que obraba.
  6   La madre, cuando lo supo,    de esta manera le hablaba:
     --¡Más te quisiera ver muerta,    entre dos llamas quemada,
  8   que no verte de don Pedro,    de don Pedro embarazada!--
     Don Pedro, cuando lo supo,    cayó muy malo en la cama.
  10   Llamaron siete doctores,    los mejores de la España;
     unos dicen que se muere,    otros dicen que no es nada,
  12   y el más jovencito de ellos    lo miraba y se callaba.
     --¿Qué me mira usted, doctor,    que no dice una palabra?
  14   --Lo que te quiero decir    que dispongas de tu alma.--
     Al decir esto el doctor,    Teresina que llegaba,
  16   con la barriga a la boca,    que daba pena mirarla.
     --¿De dónde vienes, Teresa,    que llegas tan sofocada?
  18   --De pedir a Dios por ti,    que te saque de esa cama.
     --A mí me sacarán, sí,    mañana por la mañana.--
  20   Don Pedro murió a la noche,    Teresa por la mañana.

Nota: Repite dos veces cada verso.

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0006:9 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 660)

Versión de Páramo del Sil (ay. Páramo del Sil, p.j. Ponferrada, comc. Ribas del Sil, León, España).   Recitada por Manuela, apodada "la Romancera". Recogida por Felisa de las Cuevas, hacia 1930 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal; cinta: BB/071). Publicada en TOL I 1991, p. 31.  046 hemist.  Música registrada.

     Don Juan de Lara está malo,    muy malo se halla en la cama;
  2   siete médicos llamaron,    de los mejores de España.
     Miran unos, miran otros,    mal ninguno no le hallan;
  4   no siendo el más viejo de ellos,    que a muerte lo sentenciara:
     --Tiene tres horas de vida    y una y media va pasada,
  6   y otra hora pasará    mientras ordena su alma.
     --Todas las ropas y joyas    a mi esposa le dejara,
  8   no siendo un anillo de oro,    que dejo a mi hermana Juana.--
     Estando en estas razones,    su esposina allí llegara.
  10   --¿De dónde vienes, mi bien,    de dónde vienes, mi alma?
     --Vengo de pedir a Dios    y a la Virgen Soberana
  12   que te venga la salud    y te saque de esta cama.
     --Luego me verás salir,    mañana por la mañana;
  14   cuatro me verás llevar    de los doctores de España.--
     Estando en estas razones,    pa detrás se desmayara.
  16   Él sacara sus manos blancas    y del suelo la levanta:
     --Arriba, arriba, mi bien,    arriba, arriba, mi alma.--
  18   Él murió a la medianoche,    y ella al romper el alba.
     A ambos los van a enterrar    en unas andas de plata.
  20   Cuando van por el camino    su conversación llevaban:
     --No tengo pena el morirme,    la muerte no es excusada,
  22   tengo pena por el niño    que va en las mis entrañas.
     --Pues el niño es tuyo y mío,    que a nadie le importa nada.--

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0006:10 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 661)

Versión de Acebo (ay. Molinaseca, p.j. Ponferrada, comc. Ponferrada, León, España).   Recitada por Antonia del Huerto (unos 70a). Recogida por Juana Agüero, Mª Luz García Parra, Salvador Rebés y Sandra Robertson, 03/07/1980 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 80; cinta: 3.3-7.1/B-08). Publicada en TOL I 1991, p. 32.  055 hemist.  Música registrada.

     Don Juan, el caballero,    está muy malito en cama;
  2   cuatro doctores lo asisten,    de los mejores que hay n`España,
     ya sólo faltaba uno    y aquél estaba en Granada.
  4   La palabra no está dicha    y él por la puerta entraba;
     veneno lleva en sus dedos    y en la boca se lo echara.
  6   --Dos horas tienes de vida,    hora y media está pasada,
     media hora que le falta    es para comendar su alma.
  8   --Yo no siento el morir,    que de morir nadie (se) escapa;
     siento la mi esposita,    que es niña y encinta quedaba.
  10   --Esa esposita, don Juan,    hágale usted buena manda.
     --Mientras que mis padres vivan,    no le(s) puedo mandar nada,
  12   no siendo un anillo de oro,    que le di de enamorada.
     --Si usted se lo dio de oro,    yo se lo daré de plata.--
  14   Estando en estas razones,    ella por la puerta entraba.
     --¿Dónde vienes, la mi esposa,    tan rendida y tan cansada?
  16   [--Vengo de Santo Domingo]    de rezar la misa de alba,
     de pedir por tu salud,    Dios te saque de esa cama.
  18   --De esta cama pronto salgo    y el lunes por la mañana,
     las andas serán de pino    y las sábanas de holanda,
  20   cuatro hombres a llevarme    y la demás gente en compaña
     y tú también te irás    muy triste y desconsolada.--
  22   Estando en estas razones,    n`el suelo cae desmayada;
     ni con vino, ni con agua    no la hici(er)ón a resucitarla.
  24   Sacaron a un niño del vientre,    parecía un rollo de plata;
     se lo dieron a su padre    que la bendición le echara.
  26   --La bendición de Dios Hijo,    la del Padre es la que valga,
     que tu madre ya está muerta    y tu padre expirando estaba.
  28   Y ahora vos vais todos    y todos tres en compaña.

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0006:11 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 662)

Versión de La Baña (ay. Encinedo, p.j. Astorga, ant. Ponferrada, comc. Las Cabreras, León, España).   Recogida por Fritz Krüger, 00/00/1922 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal; cinta: BB/071). Publicada en TOL I 1991, pp. 32-33.  064 hemist.  Música registrada.

     Ciertas nuevas, ciertas nuevas,    [nuevas] corren por España:
  2   malito se halla don Juan,    malito se halla en la cama,
     una fuerte calentura    que todo el cuerpo ye abraza.
  4   Siete doutores le asisten,    de los mejores de España;
     unos dicen que moría,    otros que de muerte estaba;
  6   unos le tientan el pulso,    otros le miran la cara,
     otros miran a su sangre    cómo sale derramada.
  8   Sólo falta por venir    aquel doutor de l`Outaba.
     Aún ellos no lo habían bien dicho,    ya el doutore llegaba:
  10   --Tres horas te doy de vida,    hora y media vay pasada,
     otra hora y media te doy    para recomendar tu alma.
  12   --Yo no siento el morire,    que de morir naide escapa;
     sólo siento la mi esposa,    que es niña y encinta estaba.--
  14   Estando en estas razones,    la su esposa allí llegaba.
     --¿Dónde vienes tú, mujere,    tan rendida y tan cansada?
  16   --Vengo de Santo Domingo,    d` oir misa en Santa Crara,
     de pedir a Dios del cielo    que te saque de esta cama.
  18   --Sí me sacarán, mujere,    el lunes por la mañana,
     en un ataúd de pinos    y una sábanda di hulanda;
  20   me llevarán entre cuatro    y m`icharán tierra sagrada;
     tú te volverás pa casa    muy triste y desconsolada:
  22   las calles quedan oscuras,    las tues puertas `tán cerradas,
     las justicias a la puerta    pidiéndote las fianzas,
  24   ¿quién te fía a ti, mujer,    quién te fía bien de mi alma?,
     que te fíe el rey mi padre,    que, después de Dios, a él le tocaba.--
  26   Estando n`estas razones,    allí queda desmayada;
     ni con agua ni con vino    no puderon rescatarla.
  28   Sácanle el niño del vientre,    que es com` un rollo de prata;
     se lo dieron a su padre    que la bendición l`ichara.
  30   --La bendición de Dios, hijo,    la bendición de Dios valga.
     Tu madre ya está en el cielo    y tu padre expirando estaba;
  32   ahora vamos todos juntos    para el cielo en compaña.--

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0006:12 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 663)

Versión de Santiago de las Villas (ay. Carrocera, p.j. León, comc. Luna, León, España).   Recitada por Delfina Álvarez (83a). Recogida por Elena Aparicio, Javier Fuente, Gerardo Gonzalo y Suzanne Petersen, 29/06/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 4.29-6.2/A-08). Publicada en TOL I 1991, pp. 33-34.  060 hemist.  Música registrada.

     --¿Qué se cuenta de don Juan,    qué se cuenta por Granada?
  2   Que se cuenta de don Juan,    que está malito en la cama.
     Siete médicos lo curan,    los mejores de Granada;
  4   unos le quitan el vino,    otros le vedan el agua.
     Faltaba por visitarle    el mejor doctor de Granada.
  6   Estando en estas razones,    lo vio venir por la sala.
     --¿Qué me manda usted, señor,    pa esta enfermedad tan larga?
  8   --¡Qué te tengo de mandar!,    que dispongas de tu alma;
     tres horas tienes de vida,    la una va principiada.
  10   --Venga acá, mi padre, venga,    y escúcheme una palabra;
     que la niña que ahí queda,    que queda desamparada;
  12   de todo lo que le din,    d` eixo no le quite nada,
     tampoco el anillo de oro    que le di de enamorada,
  14   el anillo, sin la piedra,    doce doblones costara.
     Si la echa pa su tierra,    échela usté acompañada,
  16   no digan sus padres    que le quedo desamparada.--
     Estando en estas razones,    la vio venir por la sala,
  18   con el cabello tendido    y el rostro cubierto de agua.
     --¿Dónde viene, la mi esposa,    regalo de la mi alma?
  20   --Vengo de oír misa    de la ermita Santa Clara,
     vengo de pedir a Dios    te levantes de esa cama.
  22   --Si levantaré, mi vida,    sí levantaré, mi alma,
     n`unas andas de madera    será la mi levantada.
  24   Mañana irémos a misa    todos juntos en compaña,
     tú llevarás ropa negra    y yo una mortaja blanca;
  26   tú te vendrás para casa,    acompañada de tus gentes,
     y yo me quedaré allí    con dos luces solamente.
  28   --¡No lo querrá Dios del cielo    que quede desamparada!--
     El murió a la medianoche    y ella al venir el alba,
  30   y el niño al amanecer;    todos eran a llorarla.

Variantes: -2b muy malo; -3a cuatro; -3b Sevilla; -4b dan.

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0006:13 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 664)

Versión de Quintanilla de Somoza (ay. Luyego, ant. Priaranza de la Valduerna, p.j. Astorga, comc. Maragatería, León, España).   Recitada por Margarita Cordero (85a). Recogida por Concha Enríquez de Salamanca, Javier Olmos, y Ana Vian, 12/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 1.12-7.2/B-05 y B-07). Publicada en TOL I 1991, p. 34.  036 hemist.  Música registrada.

     Nuevas blancas, nuevas blancas,    que se cuentan por España:
  2   que don Juan, el caballero,    muy malito está en la cama;
     malito está que se muere,    malito está que se acaba,
  4   y dicen que ya no llega    a las dos de la mañana.
     Llamaron siete doctores,    los mejores de España.
  6   Se asomaron a la puerta    por ver si allí llegaba.
     Ya lo vieron venir    con una yegua lozana,
  8   y veneno trae en el dedo    que en la lengua se lo clava.
     --Tres horas le doy de vida,    hora y media va pasada,
  10   una pa hacer testamento    y otra pa encomendar el alma,
     y otra para despedirse    de su esposa doña Juana.--
  12   Su esposa, de que esto oyó,    cayó al suelo desmayada.
     --De todo lo que tenemos    a los hijos no le des nada;
  14   dales sólo un anillo    que te di de enamorada.
     No se lo deas a la soltera,    dáselo a la casada,
  16   para que no anden diciendo:    "De don Juan la enamorada".--
     Su esposa, de que esto oyó,    cayó al suelo desmayada.
  18   Y don Juan murió gozoso,    que consigo la llevaba.

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0006:14 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 665)

Versión de Calzada de la Valdería (ay. Castrocalbón, p.j. La Bañeza, comc. Valdería, León, España).   Recitada por Basilisa Ribas (47a). Recogida por Aurelio González, Ana Pelegrín, Maximiano Trapero y Ana Vian, 07/07/1981 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 81; cinta: 3.7-7.2/A-14). Publicada en TOL I 1991, pp. 35-36.  063 hemist.  Música registrada.

     Tristes nuevas, tristes nuevas,    que se cuentan por España:
  2   que el pobrecito don Juan    malito se halla en la cama,
     malito está que se muere,    malito está que se acaba.
  4   Siete doctores lo curan,    de los mejores de España;
     ¿quién faltaba por venir?,    el gran doctor de la Parra.
  6   Estando en estas razones,    el gran doctor que llegaba;
     trae el veneno en el dedo    y en los labios le aplicaba.
  8   --¿Qué le parece, el doctor,    de la mi enfermedad larga?
     --Me parece que te mueres    y otro remedio no haya;
  10   tres horas tienes de vida    y media ya va pasada,
     una para el testamento,    otra para el bien de tu alma,
  12   y media pa despedirte    de la tu esposa doña Ana.
     --De las donas que le di,    padre, no le quitéis nada,
  14   si no un anillo de oro,    que le di de enamorada.--
     Estando en estas razones,    su esposa que allí llegaba.
  16   --¿Dónde vienes, la mi esposa,    tan triste y desconsolada?
     --Vengo de oír misa    del convento ` Santa Clara,
  18   de pedir al Rey del cielo    y a la Virgen soberana,
     de pedir al Rey del cielo    te levantes de esa cama.
  20   --Si me levantaré, sí,    mañana por la mañana,
     en unas andas de pino,    los curas: "Salgan, salgan",
  22   cuatro velas encendidas    pa la iglesia ` Salamanca;
     yo me quedaré allí    y tú te vendrás para casa,
  24   verás las calles muy tristes    y las tus puertas trancadas,
     por de dentro con cerrojos,    por de fuera con aldabas,
  26   las justicias a la puerta    pidiéndote las fianzas,
     no hallarás quién te fíe,    te verás muy despreciada;
  28   te fiará el rey mi padre,    que a él te dejo entregada.--
     Ella, al oír esto,    se cayó desmayada.
  30   Sacan un niño del vientre,    parece un rollo de plata,
     y se lo dan a su padre    que la bendición le echara.
  32   Su madre ya estaba muerta    y su padre ya expirara.

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0006:15 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 666)

Versión de Rodiezmo (ay. Villamanín, ant. Rodiezmo, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Los Argüellos, León, España).   Recitada por Esperanza Castañón González (56a). Recogida por Josefina Sela, 00/07/1916 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal); cinta: BB/071). Publicada en TOL I 1991, pp. 36-37.  068 hemist.  Música registrada.

     Tristes nuevas, tristes nuevas,    que se corren por España:
  2   que aquel príncipe don Juan    está muy malo en la cama.
     Siete doctores lo asisten,    los mejores de Granada;
  4   sólo falta por venir    aquel doctor de la Parra.
     Y estando en estas razones,    el doctor allí llegaba.
  6   --Don Juan, dispón de tu vida,    don Juan, dispón de tu alma;
     tres horas tienes de vida    y una está encomenzada.
  8   --Padre mío, padre mío,    padre mío de mi alma,
     la niña que ahí os queda    bien sé que encinta quedaba;
  10   de todo cuanto ella tiene,    padre, no le quite nada,
     si no es un anillo de oro,    que le di de inamorada,
  12   el anillo, sin la piedra,    dos mil doblones costara;
     si se quiere casar, padre,    cásemela bien casada;
  14   si quiere ir pa su tierra,    echármela acompañada,
     por que no digan los suyos    que la echáis desamparada.--
  16   Estando en estas razones,    la niña allí llegaba.
     --¿Dónde viene, la mi niña,    dónde viene, la mi esclava?
  18   --Vengo de aquella ermitina    que le llaman Santa Clara,
     de rogar a Dios por ti    te levantes de esa cama.
  20   --Si levantaré, querida,    mañana por la mañana;
     verás mi cuerpo tendido    pidiéndote una mortaja
  22   y los curas a la puerta    para sacarme de casa;
     tú con tu luto negro,    yo con mi mortaja blanca,
  24   iremos juntos a misa    donde llaman Santa Clara;
     yo me quedaré en la iglesia,    tú te vendrás para casa;
  26   de mis parientes y amigos    serás la más dispreciada,
     ya te pedirán las llaves    como una rüín criada;
  28   tus ojos serán dos fuentes    que manarán agua clara
     y regarán campos verdes    de entre Sevilla y Granada.--
  30   La niña, que tal oyó,    al suelo cayó esmayada,
     que bien la veía su suegro,    que presente allí estaba.
  32   --¡Arriba, arriba, mi niña,    arriba, arriba, mi esclava!,
     que no querrá Dios del cielo    dejarte desampararada.--
  34   Y él morió a la medianoche    y ella al romper del alba.

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0006:16 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 667)

Versión de Cabornera (ay. La Pola de Gordón, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Gordón, León, España).   Recitada por una mujer. Recogida por J. Antonio Cid y Thomas Lewis, 16/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Valmartino-Buiza` B17). Publicada en AIER 1 (1982), nº 7:12, pp. 19-20 y TOL I 1991, pp. 37-38.  058 hemist.  Música registrada.

     Tristes nuevas, tristes nuevas,    que se cuentan por España:
  2   que se cuenta de don Juan    que está malito en la cama.
     Siete doctores lo asisten,    de los mejores de España;
  4   sólo falta por venir    aquel doctor de la Parra.
     Estando en estas razones,    entra el doctor por la sala:
  6   --¿Cómo le va ahí, don Juan,    cómo le va en esa cama?
     --Váyame como Dios quiere,    como Dios quiere me vaya.
  8   --Tres horas tienes de vida,    la media ya va pasada.--
     Estando en estas razones,    entra su padre en la sala:
  10   --¿Qué haces ahí, hijo mío,    qué haces ahí, en esa cama?
     --Váyame como Dios quiera,    como Dios quiere me vaya,
  12   tres horas tengo de vida,    la media ya va pasada.
     Lo que le encargo, padre,    padre de las mis entrañas,
  14   que me miren por mi esposa,    que queda desamparada.
     Si alguna vez va a su tierra,    mándemela acompañada,
  16   que no diga su familia    que quedó desamparada.--
     Estando en estas razones,    entró ella por la sala,
  18   con el cabello tendido,    muy triste y desesperada.
     --¿Dónde viene, la mi esposa,    tan triste y tan destrozada?
  20   --Vengo de aquella ermitica    que le llaman Santa Clara,
     de pedirle y rogarle    que te saque de esa cama.
  22   --A mí sí me sacan, sí,    mañana por la mañana,
     iremos juntos a misa    mañana por la mañana;
  24   tú irás vestida de luto,    yo con mi mortaja blanca,
     [yo m]e quedar[é] allí,    [tú te vendrás para casa;]
  26   pondrás las llaves de luto    y las llavetas trubiadas;
     comerán y beberán,    para ti no ha de ser nada.--
  28   No quiso Dios de los cielos    quedase desamparada;
     él murió a la medianoche    y ella al romper el alba.

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0006:17 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 668)

Versión de Buiza (ay. La Pola de Gordón, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Gordón, León, España).   Recitada por María Suárez Álvarez (40a). Recogida por Josefina Sela, 00/07/1916 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal); cinta: BB/071). Publicada en TOL I 1991, pp. 38-39.  072 hemist.  Música registrada.

     ¿Qué se cuenta por Sevilla,    qué se cuenta por Granada?
  2   Que se cuenta de don Juan    que está muy malo en la cama.
     Siete dotores le asisten,    los mejores de Granada;
  4   unos dicen que está bueno    otros que su mal no es nada.
     Sólo falta por venir    aquel dotor de la Parra.
  6   Estando en estas razones,    el dotor entra por la sala.
     --¿Cómo te va don Juan,    cómo te va en esa cama?
  8   --Váyame como Dios quiera,    como Dios quiera me vaya.--
     Luego que le tomó el pulso,    dice que de muerte estaba.
  10   --Don Juan, despón de tu vida,    don Juan, despón de tu alma;
     siete horas tienes de vida,    hora y media va pasada.
  12   --Siete horas tengo de vida,    padre mío de mi alma,
     siete horas tengo de vida,    hora y media va pasada.
  14   Esa niña que ahí queda    bien sé que encinta quedaba;
     de todo lo que le di,    padre, no le quite nada,
  16   no le quiten un anillo    que le di de enamorada,
     que el anillo, sin la piedra,    catorce doblas costara.--
  18   Estando en estas razones,    ella entraba por la sala,
     con el cabello tendido    y derramando agua clara.
  20   --¿Dónde vienes, mi querida,    regalo de la mi alma.
     --Vengo de aquella ermitina    que le llaman Santa Clara,
  22   de pedirle y de rogarle    que te saque de esa cama.
     --Sí saldré, querida, sí,    mañana por la mañana,
  24   verás mi cuerpo tendido    pidiéndote una mortaja;
     los dos iremos juntitos    a oyer misa a Santa Clara,
  26   tú con tu vestido negro,    yo con mi mortaja blanca;
     yo me quedaré allí,    tú te vendrás para casa,
  28   tus ojos serán dos fuentes    que manarán agua clara,
     para regar campos verdes    desde Sevilla a Granada;
  30   de tus tíos y parientes    serás la más despreciada,
     ya te quitarán las llaves    como una rüín criada.--
  32   La niña, que esto oyó,    cae en suelo desmayada;
     al punto estaba su suegro,    luego acudió a levantarla.
  34   --¡Arriba, arriba, mi querida,    arriba, arriba, mi esclava!--
     No quiso el rey de los cielos    quedase desemparada,
  36   que él murió a la medianoche    y la niña al romper el alba.

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0006:18 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 669)
[0049 Conde Niño, contam.]

Versión de La Robla (ay. La Robla, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. La Robla, León, España).   Recitada por Juana González Álvarez (71a en 1915). Recogida por Josefina Sela y Eduardo Martínez Torner, en dos ocasiones, 00/00/1915+00/00/1916 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal); cinta: BB/071). Publicada en TOL I 1991, pp. 39-40.  062 hemist.  Música registrada.

     Tristes nuevas, tristes nuevas,    que se corren por la España:
  2   ese príncipe don Juan    está muy malo en su cama.
     Siete dotores le asisten,    los mejores que hay n`España;
  4   unos le vedan el vino    y otros le vedan el agua;
     unos dicen: "Muere, muere";    otros dicen: "Sana, sana".
  6   Sólo falta por venir    aquel dotor de la Parra.
     Velo, velo, velo viene    y una estrella lo guiaba.
  8   Desque llegó junto a él,    de esta manera le habla:
     --Dispón, don Juan de tu vida,    dispón, don Juan, de tu alma;
  10   tres horas tienes de vida,    hora y media va pasada.--
     Estando en estas razones,    la niña entra por la sala,
  12   con los cabellos tendidos,    los ojos bañados n`agua.
     --¿Dónde vienes, perla mía,    perla de las mis entrañas?
  14   --¿Dónde quieres que yo venga?    De rezar a Santa Clara,
     de pedirle y de rogarle    que levantes de esa cama.
  16   --Sí levantaré, mi vida,    sí levantaré, mi alma,
     sí levantaré, mi vida,    de la cama pa las andas;
  18   tres horas tengo de vida,    hora y media va pasada.--
     Estando en estas razones,    entra el padre por la sala.
  20   --¿Cómo te va ahí, mi hijo,    hijo de las mis entrañas?
     --Váyame como Dios quiera,    como Dios quiera me vaya,
  22   tres horas tengo de vida,    hora y media va pasada.
     Esa niña, que ahí queda,    bien sé que encinta quedaba;
  24   padre, de lo que le di,    usted no le quite nada;
     menos un anillo de oro    que le di de enamorada,
  26   el anillo, sin la piedra,    ciento y dos doblas costara.
     Padre, si se quier casar,    usted no le diga nada;
  28   si se quiere ir pa su tierra,    mándemela acompañada,
     porque no diga su gente    que quedó desamparada.--
  30   El morió a la medianoche,    la niña al romper del alba,
     que no quiso Dios del cielo    dejarla desamparada.

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0006:19 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 670)

Versión de Villaquilambre (ay. Villaquilambre, p.j. León, comc. León, León, España).   Recitada por Petronila García Pérez (unos 70a). Recogida en Puente de Alba (donde la recitadora por Josefina Sela, 00/07/1917 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal); cinta: BB/071). Publicada en TOL I 1991, 40-41.  058 hemist.  Música registrada.

     ¿Cosas buenas, cosas buenas,    que se cuentan por España?
  2   Se cuenta que el rey don Juan    está muy malo en la cama.
     Tres médicos le vesitan,    sólo falta el de Granada,
  4   no hay quien lo vaya a buscar,    no hay quien a buscarle vaya.
     Estando en estas razones,    cuando por la puerta entraba.
  6   --¿Qué haces ahí tú, don Juan,    qué haces ahí en esa cama?
     --¡Qué tengo de hacer, don Pedro,    supuesto que Dios lo manda!--
  8   Le echara la mano al pulso,    de esta manera le hablaba:
     --Tres horas tienes de vida,    la media ya va pasada.--
  10   Estando en estas razones,    cuando el rey su padre entraba.
     --¿Qué haces ahí, mi don Juan,    qué haces ahí en esa cama?
  12   --¡Que tengo de hacer, mi padre,    supuesto que Dios lo manda!
     Tres horas tengo de vida,    la media ya va pasada.
  14   Esa esposa que ahí dejo    a vos la dejo encargada;
     de las joyas que le di,    padre, no le quite nada,
  16   si no es un anillo de oro    que le di de inamorada
     y ése mando que le den    a una de mis hermanas;
  18   si quiere ir pa su tierra,    echármela acompañada,
     que no digan sus parientes    que queda desamparada.--
  20   Estando en estas razones,    cuando la su esposa entraba.
     --¿Dónde vienes, queridina,    regalo de la mi alma?
  22   --Vengo de aquella ermitina    que le llaman Santa Clara,
     vengo de pedir a Dios    que te saque de esa cama.
  24   --Sí me sacará, mi vida,    sí me sacará, mi alma;
     juntos hemos de ir a misa    mañana por la mañana,
  26   tú dirás de luto negro,    yo con la mortaja blanca.--
     Mas no quiso el rey del cielo    dejarla desamparada,
  28   uno murió a medianoche    y el otro al rayar el alba;
     y aquella esposa querida    al lao derecho la llevaba.

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0006:20 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 671)

Versión de Cembranos (ay. Chozas de Abajo, p.j. León, comc. León, León, España).   Recitada por Isabel García García (unos 60a). Recogida por Josefina Sela, 00/07/1917 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal); cinta: BB/071). Publicada en TOL I 1991, pp. 41-42.  048 hemist.  Música registrada.

     Don Juan estaba muy malo,    don Juan estaba en la cama;
  2   dotores le van a ver,    los más ricos de la España,
     el primero que allegase,    luego el pulso le tomara.
  4   --Tres horas tienes de vida,    hora y media va pasada,
     media para confesarse,    media para esponer tu alma,
  6   media para despedirse    de la gente más cercana.--
     Estando en estas palabras,    la su esposa que llegara.
  8   --¿Dónde vienes, la mi esposa,    dónde vienes, la mi agrada?
     --Vengo de San Salvador,    de oír la misa rezada,
  10   de pedir al rey del cielo    que levantes de esa cama.
     --¡Cómo quieres, mi mujer,    me levante de esta cama!
  12   tres horas tengo de vida,    hora y media ya pasda,
     media para confesarme,    media para esponer mi alma,
  14   media para despedirme    de la gente más cercana;
     a eso de las dos del día,    verás mi cuerpo a la larga,
  16   verás mi cuerpo tendido    pidiéndote una mortaja,
     verás curas a la puerta,    los abades con las hachas,
  18   verásme coger al hombro,    verásme sacar de casa,
     verásme entrar en la iglesia    donde el cristiano remata,
  20   verásme cubrir con tierra,    tú te vendrás para casa,
     verás tus puertas de luto,    tus llaves aventurriadas,
  22   verás tus niños muy tristes    y tú muy desconsolada,
     verás comer y beber,    pa tus niños no haber nada,
  24   y si yo no hubiese muerto    todo eso se aguantara.

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0006:21 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 672)
[0080 Muerte ocultada, contam.]

Versión de Valencia de don Juan (ay. Valencia de don Juan, p.j. León, ant. Valencia de don Juan, comc. Vega Baja del Esla, León, España).   Recitada por Obdulia Marcos. Recogida por Ramón Menéndez Pidal, (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal; cinta: BB/071). Publicada en Goyri, María 1904, p. 34 (sólo hasta el v. 9) y TOL I 1991, pp. 42-43. Reeditada en Braga, T., p. 493 (hasta el mismo v. 9).  032 hemist.  Música registrada.

     Tristes nuevas, tristes nuevas,    que se cuentan por España:
  2   que el caballero don Juan    malito que está en la cama.
     Siete dotores le asisten,    los mejores de la España;
  4   todos eran a decirle    que su mal no era nada.
     Y ya que estaban en esto,    sale un doctor de la Parra,
  6   le ha agarrado por la mano    y hasta el pulso le tomara.
     --Tres horas tienes de vida,    hora y media ya pasada,
  8   media para despedirte    de la gente de tu casa,
     media pa hacer testamento,    media pa el bien de tu alma.--
  10   Se encerró en su cuarto,    corrió sus cortinas:
     --Si don Juan es muerto,    pa que yo no viva;
  12   si don Juan es muerto,    yo no lo sabía.
     Diga, la mi tía,    la mi siempre amiga,
  14   ¿qué vestigo pongo    para ir a misa?
     --El negro, mi alma,    el negro, mi vida,
  16   el negro, mi alma,    que te convenía.

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0006:22 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 673)

Versión de Soto de Sajambre (ay. Oseja de Sajambre, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Sajambre, León, España).   Recitada por Segunda Díaz (70a). Recogida por Ramón Menéndez Pidal, 00/09/1909 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal; cinta: BB/071). Publicada en TOL I 1991, pp. 43.  057 hemist.  Música registrada.

     Tristes nuevas, tristes nuevas,    que se cuentan por España:
  2   el señor príncipe don Juan,    está malo en Salamanca,
     que cayó de la su mula    a puertas de la su amada,
  4   por cortar un verde ramo    y ponerlo en su ventana.
     Todos los duques y condes,    todos los grandes de España
  6   todos lo iban a ver,    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     todos dicen a una voz    que su mal que no era nada.
  8   Sólo un dotor viejo,    que su mano le tomaba:
     --Ordena, príncipe, ordena,    ordena pa la tu alma,
  10   que tres horas tienes de vida    y hora y media en sin habla.--
     Estando en estas razones,    su madre a la puerta llama.
  12   --¿Tú que tienes, hijo mío,    que malo estás en la cama?
     --Unas calenturas, madre    que me han de arrancar el alma.
  14   Los dones que di a mi esposa,    madre, no le quiten nada;
     sólo un anillo de oro,    que le di de enamorada,
  16   ése mando que le quiten    y le den a doña Juana.
     --Bastante le dejas, hijo,    para tan poco gozarla.
  18   --Bastante la gocé, madre,    que de mí queda preñada.--
     Estando en estas razones,    su esposa a la puerta llama.
  20   --¿Dónde vienes, Silvanita,    dónde ha sido tu tardanza?
     --Allá vengo de una ermita    que la llaman Santa Clara,
  22   de rogar a Dios por ti    te levantes de esa cama.
     --Yo sí me levantaré,    mas si no me levantara,
  24   mañana al mediodía    iremos a Santa Clara;
     tú irás vestida de luto,    como mujer desdichada,
  26   yo iré vestido de blanco,    con la cruz sobre la cara.
     Bien te puedes llamar viuda,    sin haber sido casada.--
  28   Un murió a la medianoche    y otro sobre la mañana,
     veis aquí dos cuerpos muertos    y una criatura en sin alma.

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0006:23 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 674)

Versión de Vierdes (ay. Oseja de Sajambre, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Sajambre, León, España).   Recitada por Jacinta Redondo (20a). Recogida por Ramón Menéndez Pidal, 00/00/1909 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal; cinta: BB/071). Publicada en TOL I 1991, pp. 44-45.  072 hemist.  Música registrada.

     --Villanueva, Villanueva,    ¿qué se cuenta por España?
  2   --La vida del rey don Juan,    que está malito en la cama.
     Cuatro dotores le curan,    de los mejores de España;
  4   unos le curan con vino,    otros le curan con agua,
     y otros, por no darle pena,    dicen que su mal no es nada.
  6   Y ahora falta por venir    el redentor de las almas,
     ése te tomará el pulso    y dirá cómo te hallas.
  8   --Muy malito estás, don Juan,    la muerte tienes cercana:
     Tres horas tienes de vida,    hora y media de pasada,
  10   la media pa disponer    de las cosas de tu alma,
     la otra pa despedirte    de la gente de tu casa.
  12   --Y ahora llamen a mi padre,    tan solita una palabra:
     Padre, mire por mi esposa,    que es niña y queda preñada;
  14   de los dotes que le di,    padre, no le quite nada,
     tampoco el anillo de oro    que le di de enamorada.
  16   --Si tú se le diste de oro,    yo se lo daré de plata.--
     Estando en estas palabras,    llegó la rosa temprana.
  18   --¿Dónde viene, la mi esposa,    tan solita de mañana?
     --Vengo de Santo Domingo    de oír la misa del alba,
  20   de rogar a Dios por ti    te levantes de esa cama.
     --Luego me levanto, esposa,    el lunes por la mañana,
  22   con los pies amarillitos    y la cara amortajada;
     y me irás acompañando    hasta meterme en la caja,
  24   tú con tu mantilla negra,    yo con mi mortaja blanca;
     de allí te irás a la iglesia,    y te volverás pa casa,
  26   hallarás las calles tristes    y las tus puertas cerradas;
     allí irá la justicia    a pedirte las fianzas,
  28   allí no habrá quién te fíe,    esposa mía del alma;
     ya te fiarán mis padres,    que a ellos quedas encargada.--
  30   Y estando en estas palabras,    cayó al suelo desmayada.
     Le hacen una cruz al vientre    y sacan de sus entrañas
  32   un niño como una rosa,    parece un rollo de plata.
     --Ahora llévenlo a su padre    que la bendición le echara.
  34   --La bendición de Dios Padre,    la de Dios Hijo te caiga;
     si te crías para el mundo,    serás príncipe de España,
  36   y si no, irás a gozar    de la bienaventuranza.--

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0006:24 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 675)

Versión de Portilla de la Reina (ay. Boca de Huérgano, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Riaño-La Reina, León, España).   Recitada por Trinidad Maestro (80a) y Dorotea Ribero (81a). Recogida por Teresa Catarella, José Manuel Cela, y Paloma Montero, 11/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `P-D` B4). Publicada en Salazar y Valenciano 1979, pp. 390-391 y AIER 1 (1982), nº 7:5, pp. 14-15. Reeditada en TOL I 1991, pp. 45.  054 hemist.  Música registrada.

     ¿Qué se cuenta, qué se cuenta,    qué se cuenta por España?
  2   La muerte del rey don Juan,    que malito está en la cama.
     Siete médicos le asisten,    los mejores de la España;
  4   unos le curan con vino    y otros le curan con agua,
     y otros, por no darle pena,    dicen que su mal no es nada;
  6   y ahora falta por venir    el redentor de las almas,
     y ese le tomará el pulso    y le dirá cómo se halla.
  8   --¡Qué malito está don Juan,    qué malito está en la cama!
     Cuatro horas le faltan de vida,    hora y media ya pasada,
  10   una para disponer    de las cosas de su alma
     y otra para despedirse    de la gente de su casa.--
  12   --¿Dónde viene la mi esposa,    tan sola y tan de mañana?
     --Vengo de rogar por ti    y oír la misa del alba,
  14   de rogar a Dios por ti,    te levantes de esa cama.
     --Ya me levantara, esposa,    el lunes por la mañana,
  16   con los pies amarillitos    y la cara amoratada;
     tú te irás para tu casa    solita y desconsolada,
  18   hallarás las calles tristes    y las tus puertas cerradas
     y a la puerta la justicia    pidiéndote la fiada,
  20   ya no tendrás quien te fie,    esposa mía del alma.--
     Al oír estas palabras,    s` ha caído desmayada;
  22   no la fueron de volver    ni con vino ni con agua.
     Sacan de su vientre un niño,    parece un rollo de plata;
  24   se le llevan a su padre    que la bendición le echara.
     --La bendición de Dios Padre,    la Dios Hijo te caiga;
  26   que si vives en el mundo,    serás príncipe de España,
     y si no, irás a gozar    de las bienaventuranzas.

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0006:25 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 676)

Versión de Los Espejos de la Reina (ay. Boca de Huérgano, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Riaño-La Reina, León, España).   Recitada por Magdalena del Río Álvarez (79a). Recogida por Javier Fuente, Yolanda Mancebo, Beatriz Mariscal y María José Zamarro, 06/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 3.6-7.2/A-10). Publicada en TOL I 1991, p. 46.  046 hemist.  Música registrada.

     --Villanueva, Villanueva,    ¿qué se cuenta por España?
  2   --La vida del rey don Juan,    que está malito en la cama.
     Cuatro doctores le asisten,    de los mejores de España;
  4   unos le curan con vino    y otros le curan con agua
     y otros, por no darle pena,    dicen que su mal no es nada.
  6   Ahora falta por venir    ese doctor de la Parra;
     ése le tomará el pulso    y dirá cómo se halla.
  8   --Tres horas tienes de vida,    hora y media ya pasadas;
     una para despedirte    de las cosas de tu casa,
  10   media para despedirte    de las cosas de tu alma.--
     Ellos que estaban en esto,    llegó la rosa temprana.
  12   --¿De ónde viene, la mi rosa,    tan triste y tan de mañana?
     --Vengo de Santo Domingo,    de oír la misa del alba,
  14   de rogar a Dios por ti    te levantes de esa cama.
     --Ya me levantaré, esposa,    el lunes por la mañana,
  16   con los pies amarillitos    y la cara amortajada.--
     Al oír esto, su esposa    al suelo cae desmayada;
  18   no la fueron de volver    ni con vino ni con agua.
     Y ya la abrieron el vientre    y del vientre la sacaran
  20   un niño como un tesoro,    parece un rollo de plata;
     Se le llevan a su padre    que la bendición le echara.
  22   --Si te crías para el mundo,    serás príncipe de España;
     y si no, irás a gozar    de la celestial morada.--

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0006:26 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 677)

Versión de Cubillas de Rueda (ay. Cubillas de Rueda, p.j. León, ant. Sahagún, comc. Rueda, León, España).   Recitada por Audimia Reyero Martínez (72a). Recogida por Julio Camarena, Paloma Esteban, Antonio Lorenzo y Isabel Rodríguez, 11/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 11.11-7.1/A-08). Publicada en TOL I 1991, pp. 46-47.  044 hemist.  Música registrada.

     Triste nueva, triste nueva,    que se cuenta por España,
  2   que el caballero don Juan    se halla malito en la cama.
     Siete doctores le asisten,    de los mejores de España;
  4   todos dicen a una voz    que su mal no era nada.
     Sólo falta por venir    el recetor de Granada;
  6   no hay quien le vaya a buscar    ni quien a buscarle vaya.
     Ellos que estaban en esto,    cuando por la puerta entrara.
  8   Se ha postrado de rodillas,    luego el pulso le tomaba.
     --Tres horas tienes de vida,    hora y media ya pasadas;
  10   media pa hacer testamento,    media pa hacer por tu alma,
     media para despedirte    de la gente de tu casa.
  12   --¿De dónde vienes, esposa,    de dónde vienes, esclava?
     --Vengo de Santo Domingo,    de oír la misa rezada,
  14   de pedir a Dios de veras    te levantes de esa cama.
     --Sí me levantaré, esposa,    si me levantaré, esclava,
  16   tres horas antes del día,    antes que el gallo cantara,
     verás mi cuerpo tendido    pidiéndote la mortaja,
  18   y los curas a la puerta,    verás lucir a la hachas;
     me verás coger al hombro,    me verás sacar de casa,
  20   me verás tapar con tierra    y tú volverás pa casa;
     verás comer la justicia    y a tus hijos no dar nada,
  22   he aquí la triste vida,    la que al cristiano arrebata.

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0006:27 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 678)

Versión de Quintanilla de Rueda (ay. Cubillas de Rueda, p.j. León, ant. Sahagún, comc. Rueda, León, España).   Recitada por Marcelina Díez (82a). Recogida por Julio Camarena, Paloma Esteban, Antonio Lorenzo y Isabel Rodríguez, 11/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 11.11-7.1/A-05). Publicada en TOL I 1991, pp. 47-48.  060 hemist.  Música registrada.

     Tristes nuevas, tristes nuevas    que se cuentan por España,
  2   que el caballero don Juan    está malito en la cama.
     Siete doctores le asisten,    de los mejores de España;
  4   unos dicen que no entienden,    otros que su mal no es nada.
     Sólo falta por venir    el redentor de las almas,
  6   hincándose de rodillas    (y) le dice estas palabras:
     --Tres horas tienes de vida,    hora y media ya pasada;
  8   media pa hacer testamento,    media pa hacer por tu alma,
     media para despedirte    de la gente de tu casa.--
  10   Y entre estas palabras y otras    vino la rosa temprana.
     --¿Dónde viene, la mi esposa,    dónde viene, la mi esclava?
  12   --Vengo de San Salvador,    de oír la misa rezada,
     de pedir a Dios de veras    te levantes de esa cama.
  14   --Sí me levantaré, esposa,    sí me levantaré, esclava,
     antes del amanecer,    antes de salir el alba,
  16   verás mi cuerpo tendido    pidiéndote una mortaja,
     con los pies amarillitos    y la nariz afilada,
  18   y los curas a la puerta,    los cofrades con las hachas;
     me verás coger al hombro,    me verás sacar de casa,
  20   me verás tapar con tierra    y tú volverás pa casa;
     luego viene la justicia    a pedirte las fianzas,
  22   y no tienes quién te fíe,    quedarás desconsolada.--
     Y entre estas palabras y otras    cayó en tierra desmayada;
  24   no la fueron de volver    ni con vino ni con agua.
     Luego la abrieron el vientre    y de sus entrañas sacan
  26   un niño como unas flores,    parece un rollo de plata;
     se le dieron a su padre    que la bendición le echara.
  28   --La bendición de Dios Padre,    la del Dios Hijo te caiga;
     si has de ser para este mundo,    serás príncipe de España,
  30   y si has de ser para el otro,    los ángeles te acompañan.

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0006:28 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 679)

Versión de Almanza (ay. Almanza, p.j. Sahagún, comc. Almanza, León, España).   Recitada por una joven, criada de Luis Menéndez Pidal. Recogida por María Goyri y Ramón Menéndez Pidal, 00/01/1901 (fecha deducida) (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal; cinta: BB/071). Publicada en Goyri, María 1904, pp. 30-31 y TOL I 1991, pp. 48-49.  072 hemist.  Música registrada.

     --Villanueva, Villanueva,    ¿qué se cuenta por España?
  2   --La muerte del rey don Juan,    que está malito en la cama.
     Siete doztores le curan    de los mejores de España;
  4   unos le curan con vino,    otros le curan con agua,
     otros, por no darle pena,    dicen que su mal no es nada.
  6   Ahora falta por venir    el redentor de las almas;
     íse le tomará el pulso    y dirá cómo se halla.
  8   --Muy malito estás, don Juan    la muerte tienes cercana:
     Tres horas tienes de vida,    hora y media ya pasada;
  10   la media, pa despedirte    de la gente de tu casa;
     la una, pa disponer    de las cosas de tu alma.
  12   --Ahora llamen a mi padre,    tan solita una palabra:
     Padre, mire por mi esposa,    que es niña y queda preñada;
  14   de los dones que la di,    padre, no la quite nada,
     tampoco el anillo de oro    que la di de enamorada.
  16   --Si tú se le diste de oro,    yo se le daré de plata.
     Entre estas palabras y otras,    entra la rosa temprana.
  18   --¿Dónde viene, la mía esposa,    solita y tan de mañana?
     --Vengo de Santo Domingo    de oír la misa del alba,
  20   de rogar a Dios por ti    te levantes de esa cama.
     --Luego me levanto, esposa,    el lunes por la mañana,
  22   con los pies amarillitos    y la cara amortajada;
     tú te vestirás de luto,    llorando desconsolada,
  24   y te irás para la iglesia    y volverás a tu casa;
     hallarás las calles tristes    y las tus puertas cerradas
  26   y la justicia a la puerta    piéndote las fianzas,
     y no tendrás quien te fíe,    esposa mía del alma;
  28   ahí te fiarán mis padres,    que a ellos te dejó encargada.--
     En estas palabras y otras,    se ha caído desmayada;
  30   no la han sido de volver    ni con vino ni con agua.
     Luego la abrieron el vientre    y de sus entrañas sacan
  32   un niño com` una rosa,    parece un rollo de plata;
     se le llevan a su padre    que la bendición le echara.
  34   --La bendición de Dios Padre,    la de Dios Hijo te caiga.
     Si te crias para el mundo,    serás príncipe en España;
  36   y si no, irás a gozar    al Redentor de las almas.

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0006:29 Muerte del príncipe don Juan (á-a)            (ficha no.: 680)

Versión de Mozos de Cea (ay. Villazanzo de Valderaduey, p.j. Sahagún, comc. Riberas del Cea, León, España).   Recitada por Lucila Díaz (56a). Recogida por Alberto Alonso, Beatriz Mariscal, José Enrique Martínez y Roberto Moyano, 29/06/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 3.29-6.1/B-07). Publicada en TOL I 1991, pp. 49-50.  070 hemist.  Música registrada.

     --Villanueva, Villanueva,    ¿qué se cuenta por España?
  2   --El rey príncipe don Juan    está malito en la cama.
     Siete médicos le curan,    de los mejores de España;
  4   unos le curan con vino    y otros le curan con agua,
     y otros, por no darles pena,    dicen que ese mal no es nada.
  6   Y ahora falta de venir    el redentor de las almas,
     para que le tome el pulso    y diga cómo se halla.
  8   --¡Qué malito estás don Juan!    tienes la muerte cercana.
     Tres horas tienes de vida    y hora y media ya pasadas.
  10   La hora para disponer    la salvación de tu alma,
     la media pa despedirte    de la gente de tu casa.
  12   --I llamar aquí a mi madre,    tan solita una palabra:
     Madre, cuide de mi esposa,    que es niña y queda preñada;
  14   de los dones que le di,    madre, no la quites nada,
     tampoco un anillo de oro    que la di de enamorada.
  16   --Si tú se le diste de oro,    yo se le daré de plata.--
     Ellos que estaban en esto,    la esposa por la puerta entraba.
  18   --¿Dónde vienes, la mi esposa,    tan triste y tan de mañana?
     --Vengo de Santo Domingo,    de rezar misa del alba,
  20   de rogar a Dios por ti    te levantes de esa cama.
     --Sí me levantaré, sí,    el viernes por la mañana,
  22   con los pies amarillitos    y la cara amortajada;
     y tú, cubierta de luto,    te hallarás desconsolada,
  24   te irás para la iglesia,    te volverás a tu casa;
     hallarás las puertas tristes,    te hallarás desconsolada,
  26   con la justicia a la puerta    pidiéndote las fianzas.--
     Ellos que estaban en esto,    cayó en tierra desmayada;
  28   no la fueron de volver    ni con vino ni con agua.
     Luego la han abierto el vientre    y de sus entrañas sacan
  30   un niño como una rosa,    parace un rollo de plata;
     se lo entregan a su padre    que la bendición le echara.
  32   --La bendición de Dios Hijo,    la de Dios Padre te vaya.
     Si te crías para el mundo,    serás príncipe de España;
  34   y si no, irás a gozar    de las bienaventuranzas.
     ¡Válgame Nuestra Señora,    válgame la Madre Santa!

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