Pan-Hispanic Ballad Project

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0037:1 El Cid pide parias al moro (í-a)            (ficha no.: 1416)

Versión de España. Recogida 00/00/1600 Publicada en Codice del s. XVI en el Rom. general del señor Durán (El Cid pido el tributo al moro). Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 31, vol. I, pp. 105-106 (Del Cid.--VI.).  034 hemist.  Música registrada.

     Por el Val de las Estacas    pasó el Cid a mediodía,
  2   en su caballo Babieca:    ¡oh qué bien que parecía!
     El rey moro que lo supo    a recibirle salía,
  4   dijo: --Bien vengas, el Cid,    buena sea tu venida,
     que si quieres ganar sueldo,    muy bueno te lo daría,
  6   ó si vienes por mujer,    darte he una hermana mía.
     --Que no quiero vuestro sueldo    ni de nadie lo querría,
  8   que ni vengo por mujer,    que viva tengo ha mía:
     vengo a que pagues las parias    que tú debes a Castilla.
  10   --No te las daré yo, el buen Cid,    Cid, yo no te las daría:
     si mi padre las pagó    hizo lo que no debía.
  12   --Si por bien no me las das,    yo por mal las tomaría.
     --No lo harás así, buen Cid,    que yo buena lanza había.
  14   --En cuanto a eso, rey moro,    creo nada te debía,
     que si buena lanza tienes,    por buena tengo la mía:
  16   mas da sus parias al rey,    a ese buen rey de Castilla.
     --Por ser vos su mensajero    de buen grado las daría.

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0037:3 El Cid pide parias al moro (í-a)            (ficha no.: 3216)

Versión de Cabornera (ay. La Pola de Gordón, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Gordón, León, España).   Recitada por Manuel Morán Flecha (45a). Recogida por Diego Catalán y Madeline Sutherland, 27/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: NG 4 y Cabornera-Noceda` A3). Publicada en AIER 1 (1982), nº 3:1, pp .5-6.  032 hemist.  Música registrada.

     Por el Val de las Estacas    pasa el Cid al mediodía
  2   en su caballo Babieca,    muy gruesa lanza traía.
     Va en busca del moro Abdalla,    que enojado le tenía.
  4   Atravesando una loma    y por una cuesta arriba,
     dábale el sol en las armas,    ¡oh qué bien que parecía!
  6   Vide ir al moro Abdalla    por el rellano de arriba;
     armado de fuertes armas,    muy ricas ropas traía.
  8   --Esperadme, moro Abdalla,    no demuestres cobardía.
     A las voces que el Cid daba,    el moro le respondía:
  10   --Buenos tiempos ha, buen Cid,    que esperaba yo este día,
     porque no hay hombre nacido    de quien yo me escondería.
  12   --Oh, si eres cual tú hablas    en esfuerzo y valentía,
     a cual tiempo eres vencido,    que menester te sería.
  14   En diciendo estas palabras    contra el moro arremetía.
     Encontrólo con la lanza    y en el suelo lo derriba;
  16   le cortara la cabeza    y la colgó de la silla.

Nota: El recitador lo había aprendido de Flor nueva. Los recolectores vieron el ejemplar que tenía.

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0037:2 El Cid pide parias al moro (í-a)            (ficha no.: 1804)

Versión de Puebla de Burón (ay. Fonsagrada, p.j. Fonsagrada, Lugo, España).   Recitada por Manuel Díaz, a. Pascual, mendigo (88a en 1910). Recogida en Villapedre (Luarca, Asturias) por Ramón Menéndez Pidal y Casimiro Cienfuegos, en dos ocasiones, 00/00/1910+00/00/1920 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en RTLH 1 (1957), p. 69, nº. 14n. Reeditada en RT-Galicia 1998, pp. 177.  04 hemist.  Música registrada.

     Por lo Val de las Estacas    va Rodrigo a mediodía,
  2   relumbrando van sus armas    como el sol de mediodía,
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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0037:4 El Cid pide parias al moro (í-a)            (ficha no.: 3372)

Versión de Chipude (ay. Vallehermoso, p.j. San Sebastián de La Gomera, ant. Santa Cruz de Tenerife, isla de La Gomera, Santa Cruz de Tenerife, España).   Recitada por Ruperto Barrera Chinea (70a) y el grupo Los magos de Chipude. Recogida por Maximiano Trapero, (Archivo: GOM; Colec.: Trapero, M./ASFG Fraile Gil, J. M.). Publicada en F.E.R.U. 4 Canarias 1987, Romancero de la Isla de La Gomera, pp. 75-76. y Magos de Chipude 1988, cara B, nº 4 (versión parcial). Reeditada en Fraile Gil Rom-Panhisp.-1 1992/5CD, Primera Antología Sonora, v. 1, TECNOSAGA, KPD-(5)10.9004, corte11.© Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor y Trapero 2000 , Romancero General de La Gomera , pp. 90-91.  056 hemist.   Música registrada.

     Verde montaña florida    en verte me da alegría.
     Por las Vegas de Granada    iba el Cid a mediodía
  2   con su caballo Babieco    que al par del viento corría
     y doscientos caballeros    que lleva en su compañía.
  4   Diban contando hazañas    cadi cual de sus amigas.
     Unos las dejan preñadas,    otros las dejan paridas
  6   y otros las dejan doncellas,    ambas del amor rendidas.
     --Ya que todos hais contado--    respondió el Cid ensegui`a,
  8   --ya que todos hais contado,    voy a contarles de la mía.--
     Echó la mano en su seno    y sacó a la Virgen María.
  10   --Cata aquí la que yo amo    de noche y también de día,
     siempre la tengo conmigo    y la llevo en mi compañía.--
  12   El rey que lo está mirando    de un mirador que tenía:
     --Bienvenido seas, el Cid,    buena sea vuestra venida.
  14   Si venís a ganar sueldo,    doblado se vos daría;
     si venís a tornear moro    seráis señor en Turquía;
  16   si vos venís a casar,    te casaré con hija mía.
     --Yo no vengo a ganar sueldo,    no lo he ganado en la vida,
  18   y tampoco a tornear moro,    que mejor ley es la mía,
     tampoco vengo a casarme,    que mi Filumena es viva;
  20   vengo a llevar unas parias    de mi rey en Castilla.
     --Ésas no las llevas, el Cid,    qu` él a mí me las debía.
  22   --O las ha de llevar, perro,    o te ha de quitar la vida.
     --Habla poco a poco, el Cid,    mansito y con cortesía,
  24   que quizá hay en mis Cortes    quien vuelva por la honra mía.--
     El Cid llevaba una espada    que cinco o seis palmos tenía;
  26   cada vez que la bandeaba    hierro con hierro hería;
     cada vez que la bandeaba    temblaba la morería.
  28   De tres en tres los mataba,    de seis en seis los enjila.

Notas: Tras cada verso cantado por Ruperto, el grupo repite el pie Verde montaña florida, / el verte me da alegría. Éste y otros romances del informante han sido recitados, grabados y publicados en numerosas ocasiones entre 1984 y 2000. Aunque la recitación que aquí se escucha y se transcribe no coincide exactamente con ninguna de las publicadas, aparte de unas omisiones en la versión sonora, las variantes son mínimas entre unas y otras. En su reedición en el Romancero de La Gomera, 2000, por ejemplo, el v. -4 se desdobla en dos con la adición de un verso paralelo por delante: Iban contando hazañas / para llevar alegría y el romance se prolonga con la adición de otros cuatro versos al final: --Vuelta, vuelta, mi caballo / y mi lanza clavellina, // que si vas ensangrentada, / yo te lavaré en Castilla, // que mi mujer es curiosa / y mi hija doña Elvira, // y si así no lo hicieran, / yo les quitaré la vida.--// La ausencia de estos cinco versos en la grabación parece responder a un olvido ocasional (v. -4) y tal vez, un deseo de acortar para que no resultara excesivamente larga (vv. 29-33).
Notas de Fraile Gil: Como suele suceder en casi todos los romances tradicionales canarios, después de cada doble hemistiquio, la concurrencia canta un pareado al que se llama responder; éste tiene la misma asonancia que el romance al que acompaña. Acompañamiento instrumental: Tambor gomero y chácaras.

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