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Por el Val de las Estacas pasó el Cid a mediodía, |
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en su caballo Babieca: ¡oh qué bien que parecía! |
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El rey moro que lo supo a recibirle salía, |
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dijo: --Bien vengas, el Cid, buena sea tu venida, |
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que si quieres ganar sueldo, muy bueno te lo daría, |
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ó si vienes por mujer, darte he una hermana mía. |
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--Que no quiero vuestro sueldo ni de nadie lo querría, |
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que ni vengo por mujer, que viva tengo ha mía: |
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vengo a que pagues las parias que tú debes a Castilla. |
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--No te las daré yo, el buen Cid, Cid, yo no te las daría: |
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si mi padre las pagó hizo lo que no debía. |
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--Si por bien no me las das, yo por mal las tomaría. |
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--No lo harás así, buen Cid, que yo buena lanza había. |
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--En cuanto a eso, rey moro, creo nada te debía, |
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que si buena lanza tienes, por buena tengo la mía: |
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mas da sus parias al rey, a ese buen rey de Castilla. |
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--Por ser vos su mensajero de buen grado las daría. |