Pan-Hispanic Ballad Project

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0047:3 Muerte de Isabel de Liar (á)            (ficha no.: 1515)

Versión de España. Recogida 00/00/1547 Publicada en Canc. de rom. s. a. f. 169; Canc. de rom. 1550 f. 191; Silva de 1550 t. I, f. 93 (Otra romance de doña Isabel, cómo, porque el rey tenía hijos de ella, la reina la mandó matar); Timoneda, Rosa española y Pliego suelto del s. XVI*. Aquí comiençan tres romances nuevos. El primero es que dize. Yo me estando en Giromena, etc. [Praga II, pl 81, 321-323; Dicc. 696]. Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 104, vol. I, pp. 343-347 (De Isabel de Liar. - II.).  130 hemist.  Música registrada.

     Yo me estando en Giromena    a mi placer y holgar,
  2   subiérame a un mirador    por más descanso tomar:
     por los campos de Monvela    caballeros vi asomar;
  4   ellos no vienen de guerra,    ni menos vienen de paz,
     vienen en buenos caballos,    lanzas y adargas traen.
  6   Desque yo lo vi, mezquina,    parémelos a mirar.
     Conociera al uno d` ellos    en el cuerpo y cabalgar,
  8   don Rodrigo de Chavela,    que llaman del Marichal,
     primo hermano de la reina,    mi enemigo era mortal.
  10   Desque yo, triste, le viera,    luego vi mala señal;
     tomé mis hijos comigo    y subíme al homenaje.
  12   Ya que yo iba a subir,    ellos en mi sala están:
     don Rodrigo es el primero,    y los otros tras él van.
  14   --Sálveos Dios, doña Isabel.    --Caballeros, bien vengades.
     --¿Conoscédesnos, señora,    pues así vais a hablar?
  16   --¡Ya os conozco, don Rodrigo,    ya os conozco por mi mal!
     ¿A qué era vuestra venida?    ¿quién os ha enviado acá?
  18   --Perdonédesme, señora,    por lo que os quiero hablar.
     Sabed que la reina, mi prima    acá enviado me ha
  20   porque ella es muy mal casada,    y esta culpa en vos está,
     porque el rey tiene en vos hijos    y en ella nunca los ha.
  22   Siendo, como sois, su amiga,    y ella mujer natural,
     manda que muráis, señora,    paciencia queráis prestar.--
  24   Respondió doña Isabel    con muy gran honestidad:
     --Siempre fuistes, don Rodrigo,    en toda mi contrariedad;
  26   si vos queredes, señor,    bien sabedes la verdad,
     que el rey me pidió mi amor,    y yo no se le quise dar,
  28   temiendo más a mi honra,    que no sus reinos mandar.
     Desque vio que no quería    mis padres fuera a mandar;
  30   ellos tan poco quisieron    por la su honra guardar.
     Desdque todo aquesto vido,    por fuerza me fue a tomar;
  32   trújome a esta fortaleza,    do estoy en este lugar.
     Tres años he estado en ella    fuera de mi voluntad,
  34   y si el rey tiene en mí hijos,    plugo a Dios y a su bondad,
     y si no los ha en la reina,    es ansí su voluntad.
  36   ¿Porqué me habéis de dar muerte,    pues que no merezco mal?
     Una merced os pido, señores,    no me la queráis negar:
  38   desterréisme de estos reinos,    que en ellos no estaré mas;
     irme he yo para Castilla,    o a Aragón más adelante,
  40   y si aquesto no bastare,    a Francia me iré a morar.
     --Perdonédesme, señora,    que no se puede hacer más.
  42   Aquí está el duque de Bavia    y el marqués de Villa Real,
     y aquí está el obispo de Oporto,    que os viene a confesar.
  44   Cabe vos está el verdugo    que os había de degollar,
     y aun aqueste pajecico    la cabeza ha de llevar.--
  46   Respondió doña Isabel,    con muy gran honestidad:
     --Bien parece que soy sola,    no tengo quien me guardar,
  48   ni tengo padre ni madre,    pues no me dejan hablar;
     y el rey, no está en esta tierra,    que era ido allende el mar;
  50   mas desque él sea venido    la mi muerte vengará.
     --Acabedes ya, señora,    acabedes ya de hablar.
  52   Tomalda, señor obispo,    y metelda a confesar.--
     Mientras en la confesión,    todos tres hablando están,
  54   si era bien hecho o mal hecho    esta dama degollar:
     los dos dicen que no muera,    que en ella culpa no ha.
  56   Don Rodrigo es tan cruel,    dice que la ha de matar.
     Sale de la confesión    con sus tres hijos delante,
  58   el uno dos años tiene,    el otro para ellos va,
     y el otro era de teta,    dándole sale a mamar,
  60   toda cubierta de negro;    lástima es de la mirar.
     --Adiós, adiós, hijos míos;    hoy os quedaréis sin madre:
  62   caballeros de alta sangre,    por mis hijos queráis mirar,
     que al fin son hijos de rey,    aunque son de baja madre.--
  64   Tiéndenla en un repostero    para habella de degollar:
     así murió esta señora,    sin merecer ningún mal.

Variantes: -5b sus lanzas. Silva; guisa de pelear. Tim.; -8a Chaveda. Pl. s.; -8b Marchal. Pl. s.;-10a vido. Tim.; -11b por subirme. Tim.; -12a al punto que. Tim.; -14b vengáis. Pl. s.; Señores, vengáis en paz. Tim.; -17b o quién os fuera a enviar. Tim.; o quién os envió acá. Pl. s.; -18a Perdonédesnos. Tim.; -18b narrar. Tim.; -19a cómo. Tim.; -19b nos ha. Silva; acá me mandó llegar. Tim.; -21b no. Pl. s.; -24b grande. Silva; mucha. Pl. s.; -25b en la. Tim.; -26a si vos lo queréis decir. Pl. s.; -26b muy bien sabéis. Tim.; -28a Durán enmienda: teniendo en más; -37b queradesme la otorgar. Silva; -40a no queréis. Tim.; -41a Perdonedes nos. Silva, Tim;.-46b grande puridad. Tim.; -47b Timoneda intercala entre este y el próximo verso al siguiente: ni hallo quien cae defienda; -48b Este verso falta en la Rosa de Tim.; -49a ni el rey. Tim.; -49b es. Tim.; -50a mas después que. Tim.; -52b procuralda. Tim.; -53a Mientra está en la confesión. Silva. Mientras que se confesaba. Tim.; -54b a la. Tim.; -55b que culpa ninguna ha. Tim.; -57b con sus hijos a la par. Tim.; -58a tres. Tim.; -58b para dos. Tim. tres. Pl. s.; -59a el tercero. Tim.; -61b sin madre habéis de quedar. Tim.; -62a guisa. Silva; caballeros, por mis hijos Tim.; -62b ruego os que. Tim; por ellos. Silva; -63baunque su madre no es tal. Tim.; -64b para allí la degollar. Silva; a fin de la degollar. Tim.
Nota: *El señor Duran pone a este romance la siguiente nota que copiamos al pie de la letra, por no tener noticias que pongan más claro el asunto a que se refieren estos romances de Isabel de Liar: «Mucha analogía tiene este romance (y aun más el no. IV.) con las tradiciones de doña Ines de Castro; pero no sabemos si es ella de la que se trata. ¿Quién era esta doña Isabel de Liar? ¿Quién el rey portugues su amante que estaba ausente, sin duda en África, cuando se verificó la tragedia de su querida? ¿Quién la reina mujer de aquel, que, siendo estéril y envidiosa de la fecundidad de su rival, la hace matar, siendo ella muerta por el rey su esposo cuando tornó de su jornada, como se ve en los dos siguientes romances? ¿Quiénes eran el marqués de Villareal, el don Rodrigo de Chavela, el duque de Bavia, y el obispo de Oporto?, ¿asesinos de doña Isabel? No lo sabemos; nos es desconocido el fundamento de la tradición que ha dado motivo a un romance tan interesante y sencillamente narrado, que parece hecho a la vista del trágico suceso. De todas maneras, aunque no hemos podido hasta ahora hallar la procedencia del romance, es probable que sea la misma que la de doña Inés de Castro, pues Mejía de la Cerda, en su tragedia sobre esta dama, trae un romance casi igual al que anotamos.».

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