Pan-Hispanic Ballad Project

Total: 32


0049:27 Conde Niño (á)            (ficha no.: 764)

Versión de Pereda de Ancares (ay. Candín, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Ancares, León, España).   Recitada por Severina Abella (76a) y Belarmina Fernández (57a). Recogida por Mercedes Cano, Débora Catalán, J. Antonio Cid y Paloma Díaz-Mas, 18/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 1.18-7.1/B-04). Publicada en TOL I 1991, pp. 154-155.  036 hemist.  Música registrada.

     Conde Olinos, conde Olinos,    lleva el caballo a beber;
  2   mientras el caballo bebe,    conde Olinos canta bien.
     --Escucha, mi hija, escucha    la serenita en la mar.
  4   --No es la serenita, madre,    ni tampoco el su cantar,
     que era conde Olinos,    que a mí me viene a buscar.
  6   --Pues si era conde Olinos    pronto lo mando matar.
     --Si matas a conde Olinos,    a mí me han de degollar;
  8   por la gracia de Dios, madre,    juntos nos van a enterrar.--
     Uno murió al mediodía    y otro al gallo cantar,
  10   uno junto a la pila    y otro junto al altar.
     En uno nació un rico pino    y en otro un rico manantial;
  12   todos los mancos y cojos    allí se iban a curar.
     Cayera la reina enferma    y allí se iba a curar.
  14   Cuando la reina llegaba,    la fuente se dejó secar.
     --¿Por qué secas, fuente fría,    por qué te dejas secar?
  16   --Cuando yo era conde Olinos,    tú me mandaste matar,
     y cuando yo era un rico pino,    tú me mandaste cortar,
  18   y ahora soy fuente fría,    en mí no te has de curar.

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0049:28 Conde Niño (á)            (ficha no.: 765)

Versión de Tejeira (ay. Villafranca del Bierzo, ant. Paradaseca, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Burbia, León, España).   Recitada por Rosenda Saavedra Alba (71a). Recogida por Julio Camarena, 25/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Camarena, J.; cinta: 10B-262). Publicada en TOL I 1991, p. 155.  044 hemist.  Música registrada.

     Madrugaba conde Olino    y por mucho madrugar
  2   a levar o seu cavalo    a las orillas del mar.
     Mentras el cavalo bebe,    conde Olino canta un cantar.
  4   Ahí lo oíra la reina,    que siempre le quiso mal.
     --Mira, niña, qué ben canta    la serenita del mar.
  6   --Madre, no es la serena,    ni tampoco seu cantar,
     madre, que es conde Olino,    que con él me he de casar.
  8   --No te casas, vida mía,    sino pronto vos mandaré matar.--
     La reina, que aquela envidia,    pronto los mandó matar.
  10   Uno salió un fuerte pino,    y a otro un verde pinar.
     Medra uno, medra otro,    y ambos medraban a par;
  12   medró uno, medró otro,    al cielo quieren llegar.
     La reina, que aquela envidia,    pronto los mandó a cortar.
  14   Uno salió una fuente clara    y a otro una fuente eternal,
     donde los cojos y mancos    allí se iban a lavar.
  16   La reina, que aun era coja,    también se iba a lavar.
     Con la gracia de Dios Padre,    conde Olino empezó a hablar:
  18   --Pa todos hei de dar agua,    y pra ti he de secar;
     cuando yo era buen mozo,    tú me mandaste matar;
  20   cuando yo era un pino,    tú me mandaste cortar,
     y ahora soy fuente clara    y a mí te vienes lavar.
  22   Pa todos he de dar agua,    y pra ti hei de secar.

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0049:29 Conde Niño (á)            (ficha no.: 766)
[0502 Enamorada de un muerto, contam.]

Versión de Páramo del Sil (ay. Páramo del Sil, p.j. Ponferrada, comc. Ribas del Sil, León, España).   Recitada por Ana María Fernández (54a). Recogida por Mariano de la Campa, Bárbara Fernández, Ana Pelegrín y Salvador Rebés, 18/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 5.18-7.1/A-14). Publicada en TOL I 1991, pp. 155-156.  033 hemist.  Música registrada.

     Madrugaba conde Olino    a las orillas del mar.
  2   Mientras el caballo bebe,    conde Olino echa un cantar,
     y las tres hijas del rey    todas salen a escuchar.
  4   Y la reina, en su palacio,    también escuchando está.
     --Venid, mis tres hijas, venid,    si queréis oir la sirena cantar.--
  6   Contestó la más pequeña,    la que había de callar:
     --No es, madre, la sirena,
  8   que es el hijo de vizconde,    que por mí penando está.
     --Si es el hijo de vizconde,    lo mandaremos matar.
  10   --Si le han de matar a él,    a mí no me han de dejar.--
     La escopeta que le tira    va al otro lado del mar.
  12   --Adiós, hijo de vizconde,    yo me quedo y tú te vas,
     antes de nueve días    a tu lado me tendrás.--
  14   Pasa uno y pasan dos,    la condesa mala está;
     pasan tres y pasan cuatro,    ya la llevan a enterrar.
  16   Ella, como hija de rey,    la entierran en el altar;
     y él, como hijo de vizconde,    lo llevaron a enterrar.

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0049:30 Conde Niño (á)            (ficha no.: 767)

Versión de Candín (ay. Candín, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Ancares, León, España).   Recitada por Jesús Salgado (65a). Recogida por Diego Catalán, J. Antonio Cid, Flor Salazar y Ana Valenciano, 18/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Candín-Trascastro A` A14 [20]). Publicada en AIER 1 (1982), nº 17:18, pp. 77-78 y TOL I 1991, pp. 156-157.  040 hemist.  Música registrada.

     Conde Olinos, conde Olinos,    lleva el caballo a beber;
  2   mientras el caballo bebe,    conde Olinos canta bien.
     --Escucha, mi hija, escucha,    la sirenilla del mar;
  4   dan vuelta los marineros    sólo de la oír cantar.
     --Eso no era ni sirena,    ni tampoco mi cantar,
  6   que ése es conde Olinos,    que a mí me viene a buscar.--
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     --Si matan al conde Olinos,    a mí me han de degollar.--
  8   Uno muriera a las doce    y otro al gallo cantar.
     Así, como Dios lo manda,    juntos fueron a enterrar.
  10   En uno nació un pino,    y en otro, un grande olivar.
     La reina, que esto supiera,    luego los mandó cortar.
  12   En una nació una fuente,    más clara que un lunar,
     donde los mancos y cojos    allí se iban a curar.
  14   La reina se cayó mala,    allí se marchó a curar.
     La reina iba andando,    la fuente empezó a secar.
  16   --¿Por qué secas, fuente fría,    por qué te dejas secar?
     --Cuando yo era un alto pino,    usted me mandó cortar,
  18   y ahora soy fuente clara,    y en mí no se ha de curar.--
     --Madres que tenedes hijas,    no les privéis el casar,
  20   que yo le he privado a una    y ahora me hace llorar.

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0049:31 Conde Niño (á)            (ficha no.: 768)

Versión de Noceda (ay. Noceda, p.j. Ponferrada, comc. Boeza, León, España).   Recitada por Florentina Rodríguez (unos 50a) y Felisa Rodríguez. Recogida por Teresa Catarella, Thomas Lewis, Madeline Sutherland y Jane Yokoyama, 18/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: Cabornera-Noceda-2 B2). Publicada en AIER 1 (1982), nº 17:19, pp. 78-79 y TOL I 1991, pp. 157-158.  084 hemist.  Música registrada.

     Madrugara conde Olinos    mañanitas de San Juan,
  2   a dar agua a su caballo    a las orillas del mar.
     Mientras el caballo bebe,    él cantaba este cantar:
  4   --Camisa, mi camisola,    ¡quién te pudiera lavar!,
     te lavara y te torciera    y te tendiera en el rosal.--
  6   La reina, que le escuchaba    desde su palacio real:
     --Levántate, la mi hija,    si te quieres levantar,
  8   verás cómo canta    la serenita del mar.
     --No es la serenita, madre,    no es la serenita tal,
  10   que son [los] mis amores,    me vienen a visitar.
     --Si son (los) tus amores, hija,    yo los mandaré matar.
  12   --El día que a ellos los maten,    a mí me van a enterrar.--
     A ella, como hija de rey,    la entierran junto al altar:
  14   a él, como hijo de conde,    un poquito más atrás.
     De ella se crió una oliva,    de él un rico olivar;
  16   uno crece, otro crece,    los dos crecen a la par,
     cuando el aire los menea,    los dos se iban a abrazar.
  18   La reina, con grandes celos,    pronto los mandó cortar,
     la rama para la lumbre,    el tronco para serrar.
  20   El serrador que los serraba    no cesaba de llorar.
     --Sierra, sierra, el serrador,    que a mí no me has de serrar;
  22   si me quitas esta vida,    otra me tienes que dar.--
     De ella se crió una garza,    de él un rico gavilán.
  24   La garza, como es ligera,    en un vuelo pasó el mar;
     el gavilán, como era torpe,    en dos lo vino a pasar.
  26   La reina, con grandes celos,    luego los mandó cazar.
     El cazador que los cazaba    no cesaba de llorar.
  28   --Tira, tira, el cazador,    que a mí no me has de cazar;
     si me quitas esta vida,    otra me tienes que dar.--
  30   De ella se crió una ermita,    de él un preciosís(i)mo altar,
     y en el medio había una fuente    que manaba pedernal,
  32   donde los ciegos y mudos    allí se iban a curar.
     Quiso Dios y su fortuna,    la reina vino a cegar;
  34   en cuanto supo de aquello,    en seguida caminó allá.
     --Buenos días, l`ermitaño;    buenos días, pie de altar.
  36   --Quítese de ahí, la reina,    quítese de ahí para allá;
     cuando éramos `namorados,    luego nos mandó matar;
  38   cuando éramos olivos,    luego nos mandó cortar;
     ahora, que somos santos,    nos viene a visitar.--
  40   La reina, cuando iba a misa,    no cesaba de llorar:
     --Madres que tengáis hijas,    no las quitéis de casar,
  42   que en mi vida quité a una    y mil veces me ha de pesar.

Variantes: -30b un rico alta; -39a cuándo eramos. Las hermanas eran maestras de Noceda.

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0049:32 Conde Niño (á)            (ficha no.: 769)

Versión de Almagarinos (ay. Igüeña, p.j. Ponferrada, comc. Boeza, León, España).   Recitada por Orcelina Arias. Recogida por J. Antonio Cid, Yolanda Mancebo, y María del Mar Martín, 07/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 6.7-7.2/B-20; 3/A-01 y A-09). Publicada en TOL I 1991, pp. 158-159.  060 hemist.  Música registrada.

     Conde Lino madrugaba,    como suele madrugar,
  2   a llevar el caballo al agua    a las orillas del mar.
     Mientras su caballo bebe,    conde Lino echa un cantar.
  4   La reina, que lo oyó,    pronto salió a escuchar.
     --Salid, mis hijas, salid,    salid todas a escuchar,
  6   que está cantando la serena    a las orillas del mar.
     --Ésa no es la serena,    ni tampoco su cantar,
  8   que ése es conde Lino,    que con él me he de casar.
     --Pues, si te casas con él,    lo mandaremos matar.
  10   --Pues, si lo matan a él,    a mí no me han de dejar.--
     Él murió a la medianoche    y ella a los gallos cantar.
  12   A ella, como hija de reina,    la entierran junto al altar;
     y él, como hijo de conde,    un poquito más atrás.
  14   De ella se hizo un olivo    y de él un gran olivar.
     La reina, cuando lo supo,    luego los mandó cortar;
  16   serrador, que bien serraba,    nunca los pudo serrar.
     De ella se hizo una fuente    y de él un gran manantial,
  18   y los ciegos y los cojos    allí se iban a curar.
     La reina, cuando lo supo,    luego los mandó secar;
  20   secador, que bien secaba,    nunca los pudo secar.
     De ella se hizo una paloma    y de él un gran palomar.
  22   La reina, cuando lo supo,    luego los mandó cazar;
     cazador, que bien cazaba,    nunca los pudo cazar.
  24   De ella se hizo una gran ermita    y de él una piedra altar,
     y el padre y la madre    allí iban a rezar.
  26   --Fuera, fuera, la reinita,    que en mi templo no has de estar.
     Cuando éramos (e)namorados    no nos dejaste casar;
  28   cuando éramos arbolitos    no nos dejaste medrar;
     cuando éramos pajaritos,    no nos dejaste volar;
  30   cuando éramos fuentes    no nos dejaste manar;
     y ahora, que somos los santos,    nos vienes a estorbar.

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0049:33 Conde Niño (á)            (ficha no.: 770)

Versión de Rozuelo (ay. Folgoso de la Ribera, p.j. Ponferrada, comc. Boeza, León, España).   Recitada por Virginia Rodríguez (54a). Recogida por Mikel Bilbao, J. Antonio Cid, Maite Manzanera y Dolores Sanz, 11/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 9.11-7.1/A-07). Publicada en TOL I 1991, pp. 159-160.  066 hemist.  Música registrada.

     Madrugaba el conde Olino    como suele madrugar,
  2   a llevar el caballo al agua
     a las orillas del río    y a los hondos de la mar.
  4   Mientras el caballo bebe,    se le acordaba un cantar;
     que la hija del rey    todos los días va a mirar.
  6   --Mira, hija, cómo canta    la serenita del mar.
    
(Ella le dijo que no era la serena)
     que [es] el gran conde Olino    que conmigo quier casar.
  8   [--Si es el gran conde Olino,    le mandaremos] matar.
     --Si a él lo mata, madre,    a mí no me hay que dejar.--
  10   Él murió a la medianoche    y ella a los gallos cantar.
     Ella, como hija de rey,    la enterraron al pie de un altar,
  12   y él, como hijo de conde,    un poquito más atrás.
     De ella se hizo una oliva,    de él un rico olivar,
  14   cuando el aire los menea    los dos se iban a abrazar.
     El rey, con grandes gustos,    todos los días va a mirar;
  16   la reina, con grandes celos,    luego la mandó cortar,
     la rama para la lumbre    y el tronco para serrar.
  18   Serrador, que bien serraba,    nunca lo pudo serrar.
     De ella se hizo una ermita,    de él un rico pie de altar.
  20   El rey, con grandes gustos,    todos los días va a rezar;
     la reina, con grandes celos,    luego la mandó tirar.
  22   De ella se hizo una paloma,    de él un rico gavilán;
     vuela el uno, vuela el otro,    los dos vuelan a la par.
  24   El rey, con grandes gustos,    todos los día va a mirar;
     la reina, con grandes celos,    luego la mandó cazar.
  26   Cazador, que bien cazaba,    nunca la pudo cazar.
     De ella se hizo una fuente,    de él un rico manantial,
  28   donde los cojos y ciegos    todos se iban a curar.
    
(Y ahí cuando fue la reina, la despachó:)
     --Apártate, perra maldita,    no nos vengas a molestar,
  30   Cuando fuimos olivita,    luego nos mandastes cortar;
     cuando fuimos ermita,    luego nos mandastes tirar;
  32   cuando fuimos palomita,    luego nos mandastes cazar;
     cuando fuimos fuente clara,    luego nos mandastes cerrar,
  34   y ahora, que somos santicos,    nos venís a molestar.

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0049:34 Conde Niño (á)            (ficha no.: 771)

Versión de Truébano (ay. San Emiliano, ant. La Majúa, p.j. León, ant. Murias de Paredes, comc. Babia, León, España).   Recitada por Amparo Gómez (60a). Recogida por Mikel Bilbao, Cruz Montero, Silvia Roubaud y Ana Valenciano, 12/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 9.12-7.2/B-01). Publicada en TOL I 1991, pp. 160-161.  037 hemist.  Música registrada.

     Estando don Fernandito    a la orillita del mar,
  2   dando agua a su caballo,    Fernandito echó a cantar.
     La reina, que lo escuchaba,    a su hija fue a llamar.
  4   --Mira, hija, qué bien canta    la sirenita del mar.
     --No es la sirenita, madre,    que algún sireno será;
  6   es el conde Fernandito,    que a mí me viene a buscar.
     --Si te viene a buscar, hija,    le mandaremos matar.
  8   --No le mandes matar, madre,    que a mí me degollarán.--
     Al entrar en el palacio    tres puñaladas le dan;
  10   otras tres a su caballo    para la reina gozar.
     El murió a la medianoche    y ella a los gallos cantar.
  12   Como era hijo de reyes,    le enterraron n`el altar,
     y ella, hija de condes,    tres pasitos más atrás.
  14   En el medio de los dos    ha nacido un gran rosal;
     ambos crecen, ambos crecen,    ambos crecen a la par.
  16   Y la reina, al ver esto,    grande envidia le fue a dar
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    les ha mandado cortar.
  18   De ella salió una paloma    y de él un gavilán.
     Y la reina, de envidia,    les ha mandado cazar.
    
(Después se hacía un altar milagroso)
.

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0049:35 Conde Niño (á)            (ficha no.: 772)

Versión de Robledo de Caldas (ay. Sena de Luna, ant. Láncara, p.j. León, ant. Murias de Paredes, comc. Luna, León, España).   Recitada por Doradía García (55a). Recogida por Marisa Argüelles, Diego Catalán, María África Hardisson y Millán Urdiales, 07/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 7.7-7.1/A-11). Publicada en TOL I 1991, pp. 161-162.  032 hemist.  Música registrada.

     Estando don Fernandito    a las orillas del mar,
  2   mientras el caballo bebe,    entonaba este cantar.
     La reina, que le escuchaba    desde su palacio real:
  4   --Mira, hija, qué bien canta    la sirenita del mar.
     --Madre, no es la sirenita,    ni lo es ni lo será,
  6   que es el hijo de vizconde,    con quien yo me he de casar.
     --Si tú te casas con ése,    le mandaré degollar.
  8   --Si a él mandas degollarle,    a mí mándame matar.--
     Ella, como hija de reina,    la entierran en un altare,
  10   y él, como hijo de vizconde,    tres pasitos más allá.
     A eso de los nueve meses    una fuente dio en manar
  12   que cura ciegos y cojos,    venid todos a curar.
     La reina, como era ciega,    también se fue allí a curar.
  14   --Dame agua, fuentecita,    para poderme curar.
     --Cuando yo era chiquitina,    me mandaste degollar,
  16   y ahora que soy fuentecita,    agua no te puedo dar.--

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0049:36 Conde Niño (á)            (ficha no.: 773)

Versión de Curueña (ay. Riello, p.j. León, ant. Murias de Paredes, comc. Omaña, León, España).   Recitada por Evangelina Manilla (63a). Recogida por Pilar Aragón, Mikel Bilbao, Paloma Esteban y Jon Juaristi, 13/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 9.13-7.1/B-05). Publicada en TOL I 1991, p. 162.  030 hemist.  Música registrada.

     Estaba don Fernandito    a la orillita del mar,
  2   dando agua a sus caballos    para poder caminar;
     mientras los caballos beben,    Fernandito echó a cantar.
  4   La reina, que lo escuchaba,    mandó a su hija llamar.
     --Mira, hija, cómo canta    la sirena de la mare.
  6   --No es la serena, madre,    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     es don Fernandito, madre,    que a mí me viene a buscar.
  8   --Si es don Fernandito,    que a ti te viene [a buscar,],
                                       yo lo mandaré matar.
  10   --Si mata a don Fernandito,    a mí me ha de degollar.
     Ella, como hija de reyes,    se ha enterrado en el altar,
  12   y él, como hijo del conde,    dos deditos más atrás.
     En el medio de los dos    nace un lindo manantial
  14   donde se curan los ciegos,    los ciegos y los demás.
     La reina, que estaba enferma,    allí se ha ido a curar.
  16   Y oyó una voz que decía:    --Aquí no te curarás.

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0049:37 Conde Niño (á)            (ficha no.: 774)

Versión de Murias de Ponjos (ay. Valdesamario, p.j. León, ant. Murias de Paredes, comc. Omaña, León, España).   Recitada por Enedina Crespo Fernández (56a) y Piedad Rubio (73a). Recogida por María Jesús Fernández, José Luis Forneiro, María del Mar Martín y Nicolás Miñambres, 29/06/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 6.29-6.1/A-01 y A-3; B-01 B-03 y B-010). Publicada en TOL I 1991, pp. 162-163.  055 hemist.  Música registrada.

     Madrugaba Condelino    como solía madrugar,
  2   a dar agua a su caballo    a las orillas del mar.
     Mientras su caballo bebe,    él cantaba su cantar.
  4   Y lo ha oido la reinita    desde su palacio real.
     --Levantaros, las mis hijas,    como os soléis levantar,
  6   a oir cantar la serena    a las orillas del mar.
     --No es la serena, madre,    ni toda su serenidad,
  8   que es el conde Condelino,    que por mis amores va.
     --Pues, si va por tus amores,    le hemos de mandar matar.
  10   --Si matan a Condelino,    a mí no me han de dejar.--
     Uno matan a las doce de la noche,    otro a los gallos cantar.
  12   Ella, por ser hija de reyes,    la entierran al pie `el altar;
     él, por ser hijo de conde,    un poquito más atrás.
  14   De ella salió una fuentina,    de él un rico manantial.
     Todos los ciegos y mancos    allí se iban a curar.
  16   La reina, cuando lo supo,    luego lo mandó tapar.
     --Tapador, que tapas bien,    tápame este manantial.--
  18   El tapador que lo tapa    no cesaba de llorar.
     De ella salió una paloma,    de él un rico palomar.
  20   La reina, cuando lo supo,    luego lo mandó tirar.
     El tirador que lo tira    no cesaba de llorar.
  22   De ella salió una ermitina,    de él un rico pie de altar.
     La reina, cuando murió,    allí la iban a enterrar.
  24   --No se entierre aquí, mi madre,    que aquí no se ha de enterrar:
     que, yo cuando era fuentina,    no me dejaba manar;
  26   que, yo cuando era paloma,    no me dejaba volar,
     que, yo cuando era arbolito,    no me dejaba medrar.

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0049:38 Conde Niño (á)            (ficha no.: 775)

Versión de Morriondo (ay. Quintana del Castillo, p.j. Astorga, comc. Cepeda, León, España).   Recitada por Genoveva Fernández (69a). Recogida por Elena Aparicio, María Jesús Fernández, José Manuel Fraile Gil y Bernardino González, 06/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 5.6-7.1/B-08). Publicada en TOL I 1991, pp. 163-164.  059 hemist.  Música registrada.

     Madrugaba el conde Linos    como solía madrugar,
  2   a dar agua a sus caballos    a las orillas del mar.
     La reina, por las mañanas,    tos los días se iba a escuchar.
  4   --Levántate, la mi hija,    si te quieres levantar,
     si quieres oir la serena    a las orillas del mar.
  6   --Ésa no es la serena,    ni tampoco es el cantare,
     ése es el conde Linos,    por mi favor lo haz.
  8   --Si lo hace por tu favore,    lo tengo mandar matare.
     --Sí a él lo mata, madre,    a mí no me ha de dejar.--
  10   Él murió a las diez    y ella a los gallos cantare.
     Ella la enterró en las gradas    y él un poco más atrás.
  12   Allí salió una paloma,    deque rico palomare.
     La reina, desque la vio,    luego la mandó matare.
  14   --Tirador, que tiras bien,    mátame este gavilán.--
     El tirador que le tire    nunca le pudo acertar:
  16   Si una paloma se mata,    otro paloma saldrá.
     Allí salió una oliva,    deque rico olivare.
  18   La reina, desque lo supo,    luego lo mandó cortare.
     --Cortador, que cortas bien,    córtame este olivare;
  20   el tronco para la lumbre,    la rama para enramare.--
     El cortador que la corte    nunca lo pudo acertare;
  22   si una oliva buena corta,    una oliva buena sale.
     Allí salió una ermita,    deque rico retejare.
  24   La reina, cuando murió,    allí se mandó a enterrare.
     --Fuera, fuera, la mi madre,    aquí no se ha de enterrar.
  26   Cuando yo fui enamorada,    no me dejó usted casare;
     cuando yo fui paloma,    no me dejó [usted] volar;
  28   cuando yo fui una oliva,    no me dejó usted medrar;
     ahora que soy una ermita,    aquí no se ha de enterrar.

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0049:39 Conde Niño (á)            (ficha no.: 776)

Versión de San Martín de Agostedo (ay. Santa Colomba de Somoza, p.j. Astorga, comc. Maragatería, León, España).   Recitada por Francisca Rebaque (73a). Recogida por Mariano de la Campa, Elena Hernández Casañas, Victorino Madrid y Ana Valenciano, 29/06/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 5.29-6.3/B-05). Publicada en TOL I 1991, pp. 164-165.  050 hemist.  Música registrada.

     Estando don Gonzalito    a las orillas del mar,
  2   dando agua a su caballo,    Gonzalito echó un cantar.
     Oyólo la reina madre    del otro lado del mar.
  4   --¡Válgame Dios, qué bien canta    la serenita en el mar!
     --No es la sirena, madre,    que es mi novio natural.
  6   --Si es tu novio natural,    yo lo mandaré matar.
     --Si lo mandáis matar, madre,    a mí mandadme a enterrar.--
  8   Ella murió a medianoche,    él a los gallos cantar.
     Ella, como hija de reyes,    la entierran junto a el altar,
  10   y él, como hijo de condes,    un poquito más atrás.
     De ella se hizo una fuentica,    de él un rico manantial;
  12   cuando la reina iba a misa,    allí le moja el sayal.
     La reina, con grandes celos,    luego la mandó enturar.
  14   De ella se hizo una olivica    y de él un rico olivar;
     cuando la reina iba a misa,    allí le prende el sayal.
  16   La reina, con grandes celos,    luego lo mandó cortar.
     De ella se hizo una paloma,    de él un rico gavilán;
  18   cuando la reina comía,    allí le iban a picar.
     La reina, con grandes celos,    luego los mandó matar.
  20   De ella se hizo una ermitica,    de él un rico pie de altar;
     todos los cojos y ciegos    allí se iban a curar.
  22   Pasó tiempo y volvió tiempo,    la reina llegó a cegar;
     pasó tiempo y volvió tiempo    y allí se fue a curar.
  24   --Marche de ahí, mala madre,    aquí no debe de entrar.--
     --¡Oh, madres que tengáis hijas,    no las quitéis de casar,
  26   que yo se lo quité a una    y a los infiernos voy dar!

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0049:40 Conde Niño (á)            (ficha no.: 777)

Versión de San Féliz de las Lavanderas (ay. Quintana del Castillo, p.j. Astorga, comc. Cepeda, León, España).   Recitada por Ramona Rodríguez (74a). Recogida por Elena Aparicio, María Jesús Fernández, José Manuel Fraile Gil y Bernardino González, 06/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 5.6-7.3/A-05). Publicada en TOL I 1991, pp. 165-166.  054 hemist.  Música registrada.

     Madrugaba el conde Lino    como solía madrugar,
  2   a dar su caballo al agua    a las orillas del mar.
     Mientras el caballo bebe,    él se puso a cantar.
  4   Oyéralo la reina,    alta torre donde está.
     --Levantaros, hijas mías,    si os queréis levantar,
  6   y escucharéis cómo canta    la sirena de la mar.--
     Se levantó la pequeña    y allí se puso a escuchar.
  8   --No es la sirena, mi madre,
     ése es conde Lino,    que por mí penando está.
  10   --Si está penando, que pene,    (que) contigo no se casará;
     que tú eres hija de reina    y él es conde nada más.--
  12   La reina, con grande celo,    luego lo mandó matar.
     [Él murió a la medianoche]    y ella a los gallos cantar.
  14   A ella    la entierran al pie del altar,
     y a él, como era hijo de conde,    un poquito más atrás.
  16   De ella salió una olivita    y de él un rico olivar,
     y cuando la reina iba a misa    allí le prendía el sayal.
  18   La reina, con grande celo,    luego los mandó cortar.
     De ella salió una paloma,    de él un rico palomar,
  20   y cuando la reina comía,    todas le iban a picar.
     La reina, con grande celo,    luego las mandó matar;
  22   De ella salió una ermita    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     y cuando la reina moría,    allí se iba a enterrar.
  24   --Fuera de aquí, la mi madre,    fuera de aquí sin parar,
     que cuando él dio a los amores,    luego los mandó matar;
  26   cuando yo fui olivita,    luego me mandó cortar;
     cuando yo fui paloma,    luego me mandó matar
  28   y ahora [que soy ermitica]    aquí se viene a enterrar.

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0049:41 Conde Niño (á)            (ficha no.: 778)

Versión de Huergas de Gordón (ay. La Pola de Gordón, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Gordón, León, España).   Recitada por María González Bordón (unos 65a). Recogida por Josefina Sela, 00/07/1917 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en TOL I 1991, pp. 166-167.  085 hemist.  Música registrada.

     Caminaba conde Olinos    las mañanas de San Juan,
  2   a dar agua a su caballo    a las orillas del mar.
     --Mientras el caballo bebe,    echaré un rico cantar:
  4   Camisa, la mi camisa,    ¡quién te pudiera lavar!
     lavaréte, torceréte,    tenderéte nela mar.--
  6   --¡Cómo canta la serena,    la serena nela mar!
     --No era la serena, madre,
  8   que es el conde, conde Olinos    que por mis amores va.
     --Si él va por tus amores,    yo le mandaré matar.
  10   --Si le manda matar, madre,    a mí mándeme a enterrar.--
     Uno murió a medianoche    y otro a los gallos cantar.
  12   Ella, como hija de rey,    la entierran junto al altar;
     y él, como hijo de conde,    un poquito más atrás.
  14   De ella se hiciera un olivo    y de él un verde olivar,
     las ramitas que se acanzan    grandes abrazos se dan
  16   y las que no se acanzaban    no paran de sospirar.
     La reina, cuando va a misa,    se le enredaba el sayal;
  18   la reina, como envidiosa,    luego les mandó cortar.
     [De ella se hace una paloma,    de él se hacía un gavilán]
     Al palacio de la reina    juntos diban a cantar;
  20   la reina, como envidiosa,    luego les mandó a tirar,
     el bueno del tirador    no les tiraba a matar.
  22   Vuela uno, vuela otro,    vuelan dambos a la par;
     la garza, como ligera,    de un volido pasó el mar;
  24   el gavilán, como pesado,    de dos lo llegó a pasar,
     al otro lado del mar    se posó en un arenal.
  26   De ella se hiciera una ermita    y de él un rico altar;
     en el medio de la ermita    una fuente perenal,
  28   a onde mancos y tollidos    allí se van a curar.
     Llegó tiempo, pasó tiempo,    la reina llegó a cegar;
  30   la reina, desque lo supo,    luego camina pa allá.
     --Por la leche que mamaste    de mis pechos virginal,
  32   me darás una gota de agua    para los ojos lavar.
     --¡Afuera, afuera, la reina,    que tú no cabes acá!
  34   --Por la leche que mamaste    de mis pechos virginal,
     me des una gota de agua    para mis ojos lavar.
  36   --Por la leche que mamé    de sus pechos virginal,
     le daré una gota de agua    para sus ojos lavar.
  38   Cuando éramos inamorados,    tú nos mandaste matar;
     cuando éramos arbolitos,    tú nos mandaste cortar;
  40   cuando éramos pajarcitos,    tú nos mandaste tirar
     y el bueno del tirador    no nos tiraba a matar;
  42   y ahora, que somos santos,    nos vienes a visitar.
     ¡Afuera, afuera, la reina,    que tú no cabes acá!

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0049:42 Conde Niño (á)            (ficha no.: 779)

Versión de Cabanillas (ay. Cuadros, p.j. León, comc. La Vecilla, León, España).   Recitada por María García Alcalde (unos 95a). Recogida por Josefina Sela, 22/08/1917 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en TOL I 1991, pp. 167-168.  072 hemist.  Música registrada.

     Mañanica, mañanica,    mañanica de San Juan,
  2   llevó su caballo al agua    a las orillas del mar.
     Mientras que el caballo bebe,    él canta un rico cantar,
  4   ni muy alto ni muy bajo,    que al cielo no ha de llegar.
     Y ya lo oía la reina    de la sala donde está.
  6   --¡Válgame Dios, qué tal canta    la serena de la mar!
     --No es la serena, madre,    ni tampoco es el cantare,
  8   que es el conde de Alinas,    que amores viene a buscar.
     --Si es el conde de Alinas,    yo le mandaré matar.
  10   --Si le manda matar, madre,    juntos vamos a enterrar.--
     Otro día por la mañana    juntos iban a enterrar;
  12   ella, como hija de rey,    a las gradas del altare,
     y él, como hijo de conde,    un poquito más atrás.
  14   Ella se hacía una oliva    y él se hacía un olivar;
     la reina, cuando va a misa,    los tropieza en el brial.
  16   La reina, como es celosa,    luego los mandó cortar.
     Ella se hace una palomba    y él se hacía un gavilán;
  18   la reina, cuando comía,    la paloma al plato va.
     La reina, como es celosa,    luego les mandó tirar.
  20   El tirador que les tira    no les tiraba a acertar.
     La palomba, ligerita,    de un volido pasó la mar;
  22   el gavilán, más pesado,    un poquito más atrás.
     En unos campares verdes    allí se van a posar,
  24   y ella se hacía una ermita    y él se hacía un rico altar.
     En el medio de la ermita    hay una fuente arenal,
  26   todos los ciegos y mancos    de allí diban a sanar.
     Quiso Dios y su fortuna    la reina llegó a cegare.
  28   --Criados, los mis criados,    los que me coméis el pan,
     los que me bebéis el vino,    los que andáis a mi mandare,
  30   coger las mulas y el coche    y me lleváis a sanare.
     --Quítate de ahí, la reina,    que aquí no te has de sanar.
  32   Cuando fuimos namorados,    tú nos mandaste matare;
     cuando fuimos ramos verdes,    tú nos mandaste cortare;
  34   cuando fuimos palombicas,    tú nos mandaste tirar,
     y ahora, que somos santos,    ya nos vienes a enfadar;
  36   por la leche de tus pechos    yo vista te tengo dar.

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0049:43 Conde Niño (á)            (ficha no.: 780)

Versión de Fuentes de Carbajal (ay. Fuentes de Carbajal, p.j. León, ant. Valencia de don Juan, comc. Campos, León, España).   Recitada por Rosario Fernández (75a). Recogida por Mª Teresa Cillanueva, Beatriz Mariscal, Francisco Mendoza Díaz-Maroto y Pilar Moreno, 11/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 3.11-7.3/A-06). Publicada en TOL I 1991, pp. 168-169.  037 hemist.  Música registrada.

     Paseaba el conde Luna    la mañana de San Juan,
  2   a dar agua a su caballo    en las orillas del mar.
     Mientras el caballo bebe,    él cantaba este cantar:
  4   --¡Camisa, oh, la mi camisa,    quién te pudiera lavar!
     Lavaréte, retorcéte,    tenderéte en el rosal.--
  6   La reina, que estaba oyendo    desde su palacio real:
     --Mira, hija, cómo canta    la serenita en el mar.
  8   --No es la serenita, madre,    no es la serenita tal,
     que es el hijo `el conde Luna,    que por mis amores va.
  10   --Si es el hijo `el conde Luna,    yo le mandaré matar.
     --No le matará usted, madre,    no le matará usted tal,
  12   que si a él le manda matar,    a mí me manda enterrar.--
     La reina, como era reina,    a los dos mandó matar,
  14   y a los dos días siguientes    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     de ella salió una rosa    y de él salió un rosal.
  16   La reina, de que lo supo,    luego lo mandó cortar.
     Ella se volvió paloma    y él se volvió un pichón real;
  18   el pichón, por más pesado,    quedó de este lao del mar,
     y la paloma, por más ligera,    pasó al otro lao del mar.

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0049:44 Conde Niño (á)            (ficha no.: 781)

Versión de Boñar (ay. Boñar, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Boñar, León, España).   Recitada por Mónica. Recogida por Ramón Menéndez Pidal, 00/00/1910 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en TOL I 1991, pp. 169-170.  060 hemist.  Música registrada.

     Madruga don conde Linos    mañanita de San Juan,
  2   a dar agua a su caballo    a la orillita del mar.
     Mientras el caballo bebe,    conde Lino echó un cantar:
  4   --Camisita, camisita,    dime quién te ha de lavar,
     lavaréte, torceréte,    y tenderéte en el rosal.--
  6   Esto lo oyera la reina    de la cama de onde está.
     --Levantaros, hijas mías,    levantaros onde estáis,
  8   veréis cómo canta la serena,    la serenilla en la mar.
     --No es la serenilla, madre,    no es la serenilla tal,
  10   que es el conde de don Lino,    que por mis amores va.
     --Pues si va por tus amores,    yo le mandaré matar.
  12   --Si (usted) le manda matar, madre,    juntos nos han de enterrar.--
     Y uno murió a la medianoche    y otro al gallo cantar;
  14   y a la puerta de la iglesia    juntos les van a enterrar.
     Uno se hizo un pino verde    y otro se hizo un olivar;
  16   la reina, cuando iba a misa,    se le trababa el gabán.
     La reina, como es celosa,    luego les manda cortar.
  18   Uno se hizo un palomico    y otro se hizo un palomar,
     y a la ventana `e la reina    allí se iban a posar.
  20   La reina, como es celosa,    luego les manda matar.
     Uno se hizo una ermitica    y otro se hizo un pie de altar,
  22   y en el medio `e la ermitica    hay una fuente perenal,
     donde los ciegos y mancos    allí se iban a curar.
  24   Vino tiempo, pasó tiempo,    la reina llegó a cegar.
     --Por Dios vos pido, santicos,    mis ojos dejéis lavar.
  26   --Cuando éramos enamorados,    usted nos mandó matar;
     cuando éramos pinos verdes,    usted nos mandó cortar;
  28   cuando éramos palomicos,    usted nos mandó matar,
     y ahora, que somos santicos,    ya nos viene usté a enfadar;
  30   por ser mi madre la reina,    se los dejaré lavar.
     ¡Válgame la Virgen santa,    y también la del Pilar!

Nota: en la fotocopia mecanografiada identifica a Américo Castro como el recolector.

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0049:45 Conde Niño (á)            (ficha no.: 782)

Versión de Quintanilla de Rueda (ay. Cubillas de Rueda, p.j. León, ant. Sahagún, comc. Rueda, León, España).   Recitada por Fermina del Río (85a). Recogida por Elena Aparicio, Maravillas Núñez, Javier Olmos y Ana Valenciano, 07/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 1.7-7.2/A-12). Publicada en TOL I 1991, pp. 170-171.  068 hemist.  Música registrada.

     Se paseaba el conde Linos    mañanita de San Juan,
  2   a dar agua a su caballo    por las orillas del mar.
     Le oyera la reina madre    desde el cuarto donde está.
  4   --Levántate, mi infantica,    si te quieres levantar,
     oirás cantar la sirena,    la sirenita del mar.
  6   --No es la sirenita, madre,    ni fura así en el cantar,
     que es el conde Linos, madre,    que por mis amores va.
  8   --Si por tus amores va,    yo le mandaré matar.
     --Si le manda matar, madre,    a mí me han de enterrar.--
  10   Y él murió al oscurecer    y ella a los gallos cantar.
     Ella, como hija de rey,    la entierran junto al altar;
  12   y él, como hijo de conde,    n`una grada más atrás.
     De ella salió blanca leche,    de él salió sangre real.
  14   Cuando la reina iba a misa,    allí tendía su brial.
     De ella saliera un olivo    y de él salió un olivar.
  16   La reina, como es celosa,    los ha mandado cortar.
     De ella salió una paloma    y de él salió un gavilán,
  18   que ande la reina comía    en el plato iba a picar.
     La reina, como es celosa,    los ha mandado matar.
  20   El tirador que tiraba    no tira más que a espantar.
     Vola el uno, vola el otro,    volan los dos a la par.
  22   La paloma es más ligera    de un vuelo ha pasado el mar;
     el gavilán, más pesado,    de dos le llegó a pasar.
  24   De ella salió una ermita,    de él salió un rico altar,
     y en el medio de la ermita    una fuente perenal,
  26   donde los ciegos y mancos    allí se van a curar.
     Quiso Dios, y quiso bien,    que la reina llegó a estar
  28   coja, ciega y alevosa    y allí se vino a lavar.
     Siete vueltas dió a la ermita    sin hallar por dónde entrar;
  30   de las siete pa las otras    la puerta llegó a encontrar.
     Por Dios le pido, ermitaño,    por Dios y por caridad,
  32   me deje lavar los ojos    en la fuente perenal.
     --¡Por la leche que mamé    en su pecho virginal,
  34   la dejo lavar un ojo,    del otro no verá más!--
     ¡Válgame Nuestra Señora,    válgame el señor San Juan!

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0049:46 Conde Niño (á)            (ficha no.: 783)

Versión de Villacidayo (ay. Gradefes, p.j. León, comc. Rueda, León, España).   Recitada por Natividad Urdiales (70a). Recogida por Gerardo Gonzalo, Flor Salazar, Esther San-Pastor y Joaquín Serrano, 06/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 7.6-7.2/A-02). Publicada en TOL I 1991, pp. 171-172.  052 hemist.  Música registrada.

     Se pasea conde Alino    mañanita de San Juan,
  2   a dar agua a los caballos    a las orillas del mar.
     Mientras los caballos beben,    él cantaba este cantar:
  4   --¡Camisa, la mi camisa,    quién te pudiera lavar!
     --Mira, hija, cómo cantan    las serenas en la mar.
  6   --No son las serenas, madre,    ni son las serenas tal,
     que es conde de Alino,    que por mis amores va.
  8   --Si por tus amores vienen,    yo les mandaré matar.
     --Si les manda matar, madre,    a mí me mande enterrar.--
  10   Él murió al escurecer,    ella a los gallos cantar.
     Ese otro día era domingo,    juntos les van a enterrar.
  12   Ella, como hija de reina,    la entierran junto al altar;
     y él, como conde Alino,    un poquito más atrás.
  14   Ella se hizo una paloma,    él se hizo un palomar.
     La reina, como es celosa,    les ha mandado tirar.
  16   El galán que les tiraba    no tira más que a espantar.
     Ella se hizo una garza,    él se hizo un gavilán;
  18   la garza, como es ligera,    de un vuelo pasó la mar,
     el vilán, como es pesado,    de dos le vino a pasar.
  20   Ella se hizo una ermita,    él se hizo una ermitá.
     Quiso Dios y su fortuna    la reina vino a cegar;
  22   de que supo aquella fuente,    caminóse para allá.
     --Por Dios le pido, ermitaño,    por Dios y por caridad,
  24   déjame lavar los ojos    n`esa fuente perenal.
     --Por la leche que mamé    de su pecho natural,
  26   la dejaré lavar un ojo,    del otro no verá tal.

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0049:47 Conde Niño (á)            (ficha no.: 784)

Versión de Maraña (ay. Maraña, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Valdeburón, León, España).   Recitada por Maruja Alonso (49a). Recogida por Diego Catalán, Bernardino González, Yolanda Mancebo y Maravillas Núñez, 29/06/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 2.29-6.1/B-07). Publicada en TOL I 1991, pp. 172-173.  036 hemist.  Música registrada.

     Estando don Fernandito,    mañanitas de San Juan,
  2   dando agua a sus caballos    a la orillita del mar.
     Mientras sus caballos beben,    Fernandito echa un cantar.
  4   Y la reina, que lo oye    desde su palacio real:
     --Mira, hija, qué bien canta    la sirenita del mar.
  6   --No es la sirenita, madre,    ni lo es ni lo será;
     que es mi novio Fernandito,    que me viene a buscar.
  8   --Si te viene a buscar, hija,    yo le mandaré matar.
     --Si le mandas matar, madre,    mándame a mí degollar.--
  10   Ya cayeron los dos juntos    al tiempo de disparar.
     A ella, como hija de reina,    la entierran en el altar,
  12   y a él, como hijo de conde,    tres pasitos más atrás.
     En la tumba de la niña    ha nacido un manantial
  14   donde se curan los dedos    y otras heriditas más.
     La reina, que lo sabe,    su dedito va a curar.
  16   --No te acerques aquí, madre,    no te acerques aquí más;
     que, cuando éramos cristianos,    nos mandaste a matar,
  18   y ahora, que ya somos santos,    no nos vengas a estorbar.

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0049:48 Conde Niño (á)            (ficha no.: 785)

Versión de Salio (ay. Pedrosa del Rey, ant. Riaño, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Riaño-La Reina, León, España).   Recitada por Digna Prieto Ibáñez (63a) y Leónides Prieto Ibáñez (65a). Recogida por Mariano de la Campa, José Manuel Fraile Gil, Nicolás Miñambres, Julia Valenzuela y María José Zamarro, 07/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 5.7-7.3/A-04). Publicada en TOL I 1991, p. 173.  048 hemist.  Música registrada.

     Conde Olinos, conde Olinos,    mañanita de San Juan,
  2   fue a dar agua a su caballo    a las orillas del mar.
     Mientras el caballo bebe,    conde Olinos echó un cantar;
  4   y la reina le oyó    de altas torres donde está.
     --Levantaros, mis hijas todas,    las que dormís, recordad,
  6   y oiréis la sirena    cómo canta por la mar.--
     Respondió la más chiquita,    más la valiera callar:
  8   --Que esa no es la sirena,    ni tampoco su cantar,
     que ese es el hijo del conde,    que me ha venido a buscar.
  10   --Si te viene a buscar, hija,    le mandaré fusilar.--
     La reina mora, que lo vio,    luego le mandó matar.
  12   Al otro día a la mañana    ya lo llevan a enterrar.
     A ella, como hija de reina,    la entierran en un altar,
  14   y a él, como hijo del conde,    tres pasitos más atrás.
     En el medio de los dos    ha nacido un olivar,
  16   cuando había viento fuerte    los dos se iban a juntar.
     Cuando la reina mora lo oyó,    también los mandó cortar.
  18   Del uno nació una fuente,    del otro un río caudal;
     los que tienen mal de amores    allí se van a lavar.
  20   Y la reina también los tiene,    también se quiere bañar.
     --Corre fuente, corre fuente,    que en ti me voy a bañar.
  22   --Cuando era hijo del conde    tú me mandaste matar;
     ahora que yo soy fuente,    de ti me quiero vengar:
  24   para todos correré    y para ti me he de secar.

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0049:49 Conde Niño (á)            (ficha no.: 786)

Versión de Siero de la Reina (ay. Boca de Huérgano, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Riaño-La Reina, León, España).   Recitada por Fidela (52a). Recogida por Teresa Catarella, José Manuel Cela, y Paloma Montero, 11/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 77; cinta: `Siero-Salcedillo` A8). Publicada en AIER 1 (1982), nº 17:11, pp. 73-74 y TOL I 1991, pp. 173-174.  027 hemist.  Música registrada.

     Madrugaba el conde Olinos    mañanita de San Juan,
  2   a dar agua a su caballo    a las orillas del mar.
     Mientras su caballo bebe,    él se ha puesto a cantar:
  4   --Bebe mi caballo, bebe,    Dios te me libre del mal,
     de los males de la tierra    y de las furias del mar.--
  6   La reina le está escuchando    desde un alto ventanal:
     --Mira, hija, cómo canta    la sirenita del mar.
  8   --No es la sirenita, madre,    a quien oye usted cantar,
     es el conde Fernandito,    que me ha venido a buscar.
  10   --Si es el conde Fernandito,    yo le haré matar.
     --Si matas a Fernandito,    mándeme a mí degollar.--
  12   Él murió a la medianoche    y ella a la madrugá.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    juntos les fueron a enterrar;
  14   por encima de los aires    varios abrazos se dan.

Variantes: -2b mañanita de San Juan; -3b se dispone a cantar;`-8b la que oye usted cantar; -9a es el conde Olinos; -10b lo que oye usted cantar; -12a ella murió; -12b y él a los gallos cantar. Después del v. -12, la informante dijo: después salen rosas.
Nota: la recitadora cantó dos melodías distintas; todos los hemistiquios se repiten al cantar.

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0049:50 Conde Niño (á)            (ficha no.: 787)

Versión de Prioro (ay. Prioro, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Puente Almuhey, León, España).   Recitada por Asunción (unos 55a) y Ignacia (unos 70a). Recogida por Thomas Lewis, Madeline Sutherland, y Jane Yokoyama, 13/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Dehesa-Prioro` B7). Publicada en AIER 1 (1982), nº 17:13, pp. 74-75 y TOL I 1991, pp. 174-175.  025 hemist.  Música registrada.

     Estando don Fernandito    a las orillas del mar,
  2   dando agua a su caballo,    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     Mientras el caballo bebe,    Fernando echa un cantar;
  4   la reina le estaba oyendo    desde su palacio real:
     --Mira, hija, cómo canta    la serenita del mar.
  6   --No es la serenita, madre,    ni tampoco lo será,
     que es el conde Fernandito,    que me viene a mí a buscar.
  8   --Si te viene a buscar, hija,    le mandaremos matar.
     --Si le mandas matar, madre,    a mí me han de degollar.--
  10   A él, por hijo de conde,    le entierran en un altar,
     y a ella, por hija de reina,    un poquito más allá.
  12   Y en el medio de los dos    hay un fuerte manantial,
     donde se curan los dedos    y alguna cosita más.

Variantes de la primera recitación: -la se paseaba Fernandito (Ignacia); -1b por la(Ignacia); -2b omitido; -4a hijo; -8a padre; -12a anticipado delante de -10 y -2b omitido.
Variante de la segunda recitación: omite -la y enlaza -2a y -3b.
Notas: Se repiten los hemistiquios b, mientras que al final de cada primer hemistiquio dice dos veces: "¡ay,ay!". ",

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0049:51 Conde Niño (á)            (ficha no.: 788)

Versión de Taranilla (ay. Valderrueda, ant. Renedo de Valdetuéjar, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Puente Almuhey, León, España).   Recitada por Filomena Rodríguez Mancebo (unos 36a). Recogida por Josefina Sela, 00/07/1916 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en TOL I 1991, pp. 175-176.  088 hemist.  Música registrada.

     Madruga el conde don Linos    mañanita de San Juan,
  2   a dar agua a su caballo    a las orillas del mar.
     Mientras el caballo bebe,    don Linos canta un cantar:
  4   --Beba, beba, mi caballo,    Dios te librará de mal.--
     Esto lo oyera la reina    de la sala donde está;
  6   va pa la cama la hija,    de esta manera dirá:
     --Despierta, hija, despierta,    si tú quieres dispertar,
  8   oirás cantar la sirena    a la orillita del mar.
     --No es la sirenita, madre,    no es la sirenita tal,
  10   que es el conde don Linos    por mis amores cantar.
     --Si canta por tus amores,    le mandaremos matar.
  12   --No le mande matar, madre,    no le mande usted matar,
     porque si matar le manda,    a mí la muerte me dan.--
  14   Y no contenta con eso    que fue y le mandó matar.
     Él murió a la medianoche,    ella a los gallos cantar.
  16   Y a otro día a la mañana    juntos se iban a enterrar.
     Ella, como hija de reina,    a las gradas del altar,
  18   y él, como hijo de conde,    un poquito más atrás.
     Entra la reina pa misa    y se la trabó el brial.
  20   Ella se hiciera una oliva    y él se hiciera un olival.
     La reina, de que les vio,    les ha dado en deshojar;
  22   y cuanto más les deshoja,    más copositos están.
     Y, no contenta con eso,    que fue y les mandó cortar.
  24   Ella se hace una paloma    y él se hiciera un gavilán,
     y al tejado de la reina    juntos se van a posar.
  26   La reina, de que les vio,    les ha mandado tirar.
     La paloma, que es ligera,    de un vuelo pasó la mar,
  28   y el gavilán, que es pesado,    de dos no pudo pasar.
     Ella se haría una iglesia    y él se hiciera un rico altar,
  30   y en el medio de la iglesia    una fuente perenal,
     donde allí enfermos y ciegos    todos se iban a curar.
  32   Quiso Dios del cielo    la reina vino a cegar;
     la reina, de que lo supo,    a la iglesia caminar.
  34   --Por Dios te pido, hija mía,    por Dios o por caridad,
     que me cures estos ojos,    que Dios te lo pagará.
  36   --No se les curaré, madre,    no se les curaré tal.
     --Por la leche que mamastes    de mis pechos maternal,
  38   por el tiempo que estuvistes    en mi vientre virginal.
     --Por la leche que mamé    uno la podré curar,
  40   el otro no se le curo,    pa que conozca su mal:
     cuando éramos namorados,    usted nos mandó matar;
  42   cuando éramos arbolitos,    usted nos mandó cortar,
     cuando éramos palomitos,    usted nos mandó tirar,
  44   y ahora, que somos santos,    ya nos viene usté a enfadar.--
     ¡Válgame Nuestra Señora,    válgame la Soledad!

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0049:52 Conde Niño (á)            (ficha no.: 789)

Versión de Cegoñal (ay. Valderrueda, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Puente Almuhey, León, España).   Recitada por Felicitas Rodrigo (68a). Recogida por Alberto Alonso, Cruz Montero, Javier Olmos y Ángela Ramos, 06/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 1.6-7.2/B-03). Publicada en TOL I 1991, pp. 176-177.  046 hemist.  Música registrada.

     Estando un marinerito    a la orillita del mar,
  2   mientras el caballo bebe,    se puso a echar un cantar.
     [La reina le estaba oyendo]    desde su palacio real.
  4   --Mira, hija, cómo canta,    la serenita en el mar.
     --No es la serenita, madre,    que ésa no sabe cantar,
  6   y es un lindo marinero    que por mis amores va.
     --Si por tus amores viene,    yo le mandaré matar.
  8   --Si a él le manda matar, madre,    a mí me mande enterrar.--
     Ella, como era hija de reina,    la entierran junto al altar,
  10   y él, como era un marinero,    un poquito más atrás.
     Del uno salió un olivo    (y) del otro un verde olivar.
  12   La reina, de que lo supo,    pronto les mandó cortar.
     El uno se hizo una paloma    (y) el otro se hizo un gavilán;
  14   desde allí cogieron vuelo    (y) a la orillita del mar.
     El tirador que les tira    nunca les acierta a dar.
  16   El uno se hizo una ermita    (y) el otro se hizo un altar;
     en el medio de la ermita    una fuente hizo manar.
  18   --El que esté malo de humores,    aquí se venga a curar.--
     La reina, que lo supo,
  20   mandó a las doncellas    que la llevarían allá.
     --Entren, doncellitas, entren,    entren, si quieren entrar;
  22   fuera la reina, fuera,    que esa no pué entrar acá.
     Entren doncellitas, entren,    entren si quieren entrar
  24   y fuera la reina, fuera,    que ésa es mala de curar.

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0049:53 Conde Niño (á)            (ficha no.: 790)

Versión de Carbajal de Valderaduey (ay. Villazanzo de Valderaduey, p.j. Sahagún, comc. Riberas del Cea, León, España).   Recitada por Constantina Rodríguez (70a). Recogida por Alberto Alonso, Beatriz Mariscal, José Enrique Martínez y Roberto Moyano, 29/06/1988 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 3.29-6.2/B-06). Publicada en TOL I 1991, pp. 177-178.  056 hemist.  Música registrada.

     [Caminaba] conde Olinos    mañanita de San Juan
  2   a dar agua a su caballo    a las orillas del mar.
     Mientras el caballo bebe    él decía este cantar:
  4   --¡Camisa, la mi camisa,    mi Dios, quién te lavará,
     lavaréte, tenderéte    por encima del rosal!--
  6   A esto le ha oído la reina    del palacio donde está.
     --¡Cómo canta la sirena    a la orillita del mar!
  8   --No es la serenita, madre,    ni es la serenita cual,
     que es el conde Linos, madre,    que por mis amores va.
  10   --Si es el conde Linos, hija,    le mandaremos matar.
     --No le matará usted, madre,    no le matará usted tal;
  12   el día que a él le maten,    a mí me van a enterrar.--
     Uno se murió a las once,    otro a los gallos cantar.
  14   Él, como hijo del rey,    lo entierran al pie `el altar;
     y ella, como hija de reina,    un poquito más atrás.
  16   Ella se volvió paloma    y él se volvió gavilán,
     y al palacio de la reina    se iban a aposentar.
  18   La reina, de que lo supo,    luego los mandó matar.
     Ella se volvió una oliva    y él se volvió un olivar.
  20   Su madre, de que lo ha oido,    luego les mandó cortar.
     Ella se volvió una ermita,    él se volvió un rico altar,
  22   y en el medio de la ermita    una fuente . . . . . . . . .
     La reina se quedó ciega    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  24   --No se lavará usted, madre,    no se lavará usted tal,
     que cuando éramos pajarcitos    luego nos mandó matar,
  26   y cuando éramos arbolitos,    ella nos mandó cortar,
     y ahora que somos santos    nos viene a hacer enfadar.
  28   --Por la leche que mamaste    de mi pecho virginal.
     --Por la leche que mamé    se la dejaré lavar.

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0049:54 Conde Niño (á)            (ficha no.: 791)

Versión de Bustillo de Cea (ay. Cea, ant. Saelices del Río, p.j. Sahagún, comc. Riberas del Cea, León, España).   Recitada por Wenceslao Carrera (73a). Recogida en Herreros de Rueda por Elena Aparicio, Maravillas Núñez, Javier Olmos y Ana Valenciano, 07/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 1.7-7.1/B-02). Publicada en TOL I 1991, pp. 178-179.  061 hemist.  Música registrada.

     Madruga el conde de Flores    mañanita de San Juan,
  2   a echar el caballo al agua.
     Mientras el caballo bebe,    él cantaba este cantar:
  4   --¡Camisa, la mi camisa,    quién te vendrá aquí a lavar!
     --Yo te lavo, yo te tiendo    por cima de aquel rosal.--
  6   Y oyéralo la reina    desde el balcón donde está.
     --Asómate acá, mi hija,    si te quieres asomar,
  8   oirás cantar la serena    a la orillita del mar.
     --No es la serena, madre,    no es la serena tal,
  10   que es Condealinos de Flores,    que por mis amores va.
     --Si es Condealinos de Flores,    le mandaremos matar.
  12   --El día que a él le mataren,    a mí me habían de enterrar.--
     Ella se volvió paloma    y él se volvió gavilán.
  14   la paloma, como es suelta,    dio un vuelo, pasó la mar,
     y el gavilán, como es torpe,    de dos no pudo pasar.
  16   Al palacio de la reina    allí van a aposentar.
     La reina, de que lo supo,    los ha mandado tirar.
  18   El tirador que los tira    no los era de acertar,
     y el matador que los mate    no los era de matar.
  20   Ella se volvió una ermita    y él se volvió un rico altar;
     y en el medio de la ermita    una fuente perenal,
  22   donde los ciegos y tullidos    todos se iban a sanar.
     Llegó tiempo,¡ay, qué tiempo!,    la reina llegó a cegar;
  24   iba a lavarse    a la fuente perenal.
     --Por Dios te lo pido, hija,    por Dios y por caridad,
  26   me dejes lavar los ojos    en la fuente perenal.
     --No la dejaré yo, madre,    no la dejaré yo tal:
  28   cuando éramos namorados,    nos quería separar;
     cuando éramos pajarcitos,    nos ha mandado matar,
  30   cuando éramos [árboles],    nos ha mandado cortar,
     y ahora, como somos santos,    ya nos viene aquí a enfadar.

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0049:55 Conde Niño (á)            (ficha no.: 792)

Versión de Villalebrín (ay. Sahagún, ant. Joara, p.j. Sahagún, comc. Sahagún, León, España).   Recitada por Petra Albalá (75a). Recogida por J. Antonio Cid, Paloma Esteban, Pilar Moreno y José Ramón Prieto, 14/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 6.14-7.1/A-04). Publicada en TOL I 1991, p. 179.  026 hemist.  Música registrada.

     Madrugaba un campesino    mañanita de San Juan,
  2   a dar agua a su caballo    a las orillas del mar.
     Mientras su caballo bebe,    él decía este cantar:
  4   --Camisa, la mi camisa,    yo te [tengo de lavar,]
     levaréte, tenderéte,    y secaréte en el rosal.--
  6   Y la reina desde el palacio    le estaba oyendo cantar.
     --Mira, hija, como canta    la serenita del mar.
  8   --No es la serenita, madre,    no es la serenita ya,
     que es el hijo el conde Lino,    que por mis amores va.
  10   --Si por tus amores va,    yo le mandaré matar.
     --Si le mandas matar, madre,    a mí mandarás matar.--
  12   Ella, como hija de reina,    la entierran en el altar
     y él, como hijo de conde,    siete pasos más atrás.

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0049:56 Conde Niño (á)            (ficha no.: 793)

Versión de Gradefes (ay. Gradefes, p.j. León, comc. Rueda, León, España).   Recitada por María González (59a). Recogida por Gerardo Gonzalo, Flor Salazar, Esther San-Pastor y Joaquín Serrano, 06/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 7.6-7.1/A-13). Publicada en TOL I 1991, pp. 179-180.  026 hemist.  Música registrada.

     Madrugaba el conde Olinos    mañanita de San Juan,
  2   a dar agua a su caballo    a la orillita del mar.
     Mientras el caballo bebe    canta un hermoso cantar.
  4   Las aves que iban volando    se paraban a escuchar.
     Esto lo oyera la reina    de la celda donde está.
  6   --Mira, hija, como canta    la sirenita del mar.
     --No es la sirenita, madre,    que esa tiene otro cantar,
  8   es la voz del conde Olinos,    que por mí penando está.
     --Pues si es la voz del conde Olinos,    yo le mandaré matar;
  10   para casarse contigo    tiene que tener sangre real.
     --No le mande matar, madre,    no le mande usted matar,
  12   que si mata al conde Olinos    a mí la muerte me da.--
     El murió a la medianoche    y ella a los gallos cantar.

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0049:57 Conde Niño (á)            (ficha no.: 794)
[0796 Valdovinos sorprendido en la caza, contam.]

Versión de Villariños (ay. Balboa, p.j. Ponferrada, ant. Villafranca del Bierzo, comc. Valcarce, León, España).   Recitada por Jesús González (64a). Recogida por Mariano de la Campa, Diego Catalán, Cruz Montero y Esther San-Pastor, 13/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 2.13-7.1/A-04). Publicada en TOL I 1991, pp. 180-181.  086 hemist.  Música registrada.

     Conde Olinos, conde Olinos,    es niño y pasó la mar.
  2   Se llevanta conde Olino    mañanita de San Juan,
     lleva su caballo al agua    i-a las orillas del mar.
  4   Mientras el caballo bebe,    él se echara un cantar:
     --Bebe, bebe, mi caballo,    y Dios te me libre de mal,
  6   de los vientos riguroso    de las arenas del mar.--
     Bien lo oyó la reina mora    altas torres donde está.
  8   --Escucháme, hijas todas,    las que de mí recordái,
     oiréis como canta    la sirena por la mar.--
  10   Respondió la más chiquita,    más le valiera callar:
     --Aquella no es sirena    ni tampoco su cantar,
  12   aquella es conde Olinos,    que a mi monte vien cazá.
     --El que me lo traiga vivo    un reinado le he de dar,
  14   el que me lo traiga muerto    con la infanta ha de casar;
     el que me traiga su cabeza    a oro se ha de pesar.--
  16   A los montes de los Acebos    tres mil morillos se van,
     en busca de conde Olinos    y no lo puede encontrar.
  18   Lo encontraron dormiendo    debajo de un olivar.
     --¿Qué haces ahí, conde Olinos,    qué vienes aquí a buscar?
  20   Si a buscar vienes la muerte,    te la venimos a dar;
     si a buscar vienes la vida,    de aquí no la has de levar.
  22   --¡Oh, mi espada, oh, mi espada,    de buen oro y buen metal,
     que de muchas me libraste    y de hoy no me has de faltar
  24   y si de esta me libras    te vuelvo a sobredorar!--
     Por la gracia de Dios Padre    encomienza la espada a hablar.
  26   --Si menea bien los brazos,    cual los suele manejar,
     yo cortaré por los moros    como un cuchillo por pan.
  28   --¡Oh caballo, mi caballo,    oh mi caballo ruán,
     tú de muchas me libraste    y de hoy no me has faltar!--
  30   Por la gracia de Dios Padre    encomeza el caballo a hablar:
     --Si me das la sopa en vino    y el agua por la canal,
  32   las cuatro bandas de moros    las pasearé par a par.--
     Cuando era mediodía,    no halló con quién pelear;
  34   na más que un perro moro,    que no lo pudo matar.
     Por el campo se pasean    los dos juntos, par a par;
  36   la reina los vio,    ambos los mandó matar.
     De uno nació una fuente    y de otra una olivar;
  38   los que tienen mal de amores    allí se van a lavar.
     La reina también los tiene    y también se iba a lavar.
  40   --Corre fuente, corre fuente,    que en ti me voy a bañar.
     --Si cuando yo era conde Olinos    tú me mandaste matar,
  42   cuando era olivar    tú me mandaste cortar,
     y ahora que yo soy fuente    de ti me quiero vengar.

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0049:58 Conde Niño (á)            (ficha no.: 795)

Versión de Irián (ay. Soto y Amío, p.j. León, ant. Murias de Paredes, comc. Luna, León, España).   Recitada por Lola García (63a). Recogida por Paul Bénichou, Silvia Roubaud, Flor Salazar y Maximiano Trapero, 16/07/1985 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta LEÓN 85; cinta: 7.16-7.2/B-05). Publicada en TOL I 1991, pp. 181-182.  041 hemist.  Música registrada.

     Conde Olinos, conde Olinos,    es niño y pasó la mar.
  2   Levantóse conde Olinos    mañanita de San Juan,
     llevó su caballo al agua    a la orillita del mar.
  4   La reina mora lo oye    de altas torres donde está.
     --Escuchad, mis hijas todas,    las que dormís, recordar
  6   y oiréis a la sirena    como canta por la mar.--
     Respondió la más pequeña,    más le valiera callar:
  8   --Aquélla no es la sirena    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     aquél es el conde Olinos    que a mis montes va a cazar.
  10   --Mis morillos, mis morillos,    los que me coméis el pan,
     id en busca el conde Olinos,    si lo podéis encontrar.
  12   El que me lo traiga vivo    un reinado le he de dar,
     el que me lo traiga muerto    a oro le he de pesar,
  14   y el que traiga su cabeza    con la infanta ha de casar.--
     Los dos juntos . . . . . . . . .    por los campos fue a pasear.
  16   la reina mora los ve    y a los dos mandó matar.
     Del nació una oliva    y del otro un olivar;
  18   cuando hacía viento fuerte    los dos se iban a juntar.
     La reina mora los ve    y a los dos mandó cortar.
  20   Del uno nació una fuente,    del otro un río caudal;
     los que tienen mal de amores    allí se iban a bañar.

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