|
De Mantua salió el marqués, Danés Urgel el leal; |
2 |
allá va a buscar la caza a las orillas del mar. |
|
Con él van sus cazadores con aves para volar; |
4 |
con él van los sus monteros con perros para cazar; |
|
con él van sus caballeros para haberlo de guardar. |
6 |
Por la ribera del Pou la caza buscando van. |
|
El tiempo era caluroso, víspera era de Sant Juan. |
8 |
Métense en una arboleda para refresco tomar; |
|
al derredor de una fuente a todos mandó asentar. |
10 |
Viandas aparejadas traen, procuran yantar. |
|
Desque hubieron yantado comenzaron de hablar |
12 |
solamente de la caza cómo se ha de ordenar. |
|
Al pie están de una breña que junto a la fuente está; |
14 |
oyeron un gran ruido entre las ramas sonar. |
|
Todos estuvieron quedos por ver qué cosa será; |
16 |
por las más espesas matas veen un ciervo asomar. |
|
De sed venía fatigado, al agua se iba a lanzar; |
18 |
los monteros a gran priesa los perros van a soltar. |
|
Sueltan lebreles sabuesos para le haber de tomar. |
20 |
El ciervo que los sintió al monte se vuelve a entrar; |
|
caballeros y monteros comienzan de cabalgar. |
22 |
Siguiéndole iban el rastro con gana de lo alcanzar; |
|
cada uno va corriendo sin uno a otro esperar. |
24 |
El que traía buen caballo corría más por le atajar; |
|
apártanse unos de otros sin al marqués aguardar. |
26 |
El ciervo era muy ligero, mucho se fue adelantar; |
|
al ladrido de los perros los más siguiendo le van. |
28 |
El monte era muy espeso, todos perdido se han. |
|
El sol se quería poner, la noche quería cerrar, |
30 |
cuando el buen marqués de Mantua solo se fuera, a fallar |
|
en un bosque tan espeso que no podía caminar. |
32 |
Andando a un cabo y a otro, mucho alejado se ha; |
|
tantas vueltas iba dando que no sabe donde está. |
34 |
La noche era muy escura, comenzó recio a tronar; |
|
el cielo estaba nublado, no cesa de relampaguear. |
36 |
El marqués que así se vido su bocina fue a tomar; |
|
a sus monteros llamando. tres veces la fue a tocar. |
38 |
Los monteros eran lejos, por demás era el sonar; |
|
el caballo iba cansado de por las breñas saltar; |
40 |
a cada paso caía, no se podía menear. |
|
El marqués muy enojado la rienda le fue a soltar; |
42 |
por do el caballo quería lo dejaba caminar. |
|
El caballo era de casta, esfuerzo fuera a tomar. |
44 |
Diez millas ha caminado sin un momento parar; |
|
no va, camino derecho mas por do podía andar. |
46 |
Caminando todavía un camino va a topar; |
|
siguiendo por el camino va a dar en un pinar. |
48 |
Por él anduvo una pieza sin poder d`él se apartar. |
|
Pensó reposar allí o adelante pasar, |
50 |
mas por buscar a los suyos adelante quiere andar. |
|
Del pinar salió muy presto, por un valle fuera a entrar, |
52 |
cuando oyó dar un gran grito temeroso y de pesar, |
|
sin saber que de hombre fuese, o qué pudiese estar. |
54 |
Solo gran dolor mostraba, otro no pudo notar, |
|
de que se turbó el marqués, todo espeluzado se ha; |
56 |
mas aunque viejo de días empiézase de esforzar. |
|
Por su camino adelante empieza de caminar. |
58 |
A pie va que no a caballo, el caballo va a dejar |
|
porque estaba muy cansado y no podía bien andar; |
60 |
en un prado que allí estaba allí lo fuera a dejar. |
|
Cuando llegó a un río, en medio de un arenal |
62 |
un caballo vido muerto, comenzóle de mirar. |
|
Armado estaba de guerra a guisa de pelear; |
64 |
los brazos tenía cortados, las piernas otro que tal; |
|
un poco más adelante una voz sintió hablar: |
66 |
--¡Oh Santa María Señora, lo me quieras olvidar! |
|
¡A ti encomiendo mi alma, plégate de la guardar! |
68 |
En este trigo de muerte esfuerzo me quieras dar; |
|
pues a los tristes consuelas, quieras a mí consolar |
70 |
y tu muy precioso Hijo por mí te plega rogar |
|
que perdone mis pecados, mi alma quiera salvar.-- |
72 |
Cuando aquesto oyó el marqués luego se fuera apartar; |
|
revolvióse el manto al brazo la espada fuera, a sacar. |
74 |
Apartado del camino, por el monte fuera a entrar; |
|
hacia do sintió la voz empieza de caminar. |
76 |
Las ramas iba cortando para la vuelta acertar; |
|
a todas partes miraba por ver qué cosa será; |
78 |
el camino por do iba cubierto de sangre está. |
|
Vínole grande congoja, todo se fue a demudar, |
80 |
que el espíritu le daba sobresalto de pesar. |
|
De donde la voz oyera muy cerca fuera a llegar; |
82 |
al pie de unos altos robles vido un caballero estar, |
|
armado de todas armas sin estoque ni puñal. |
84 |
Tendido estaba en el suelo, no cesa de se quejar; |
|
las lástimas que decía al marqués hacen llorar. |
86 |
Por entender lo que dice acordó de se acercar. |
|
Atento estaba escuchando sin bullir ni menearse |
88 |
lo que decía el caballero razón es de lo contar. |
|
--¿Dónde estás, señora mía, que no te pena mi mal? |
90 |
De mis pequeñas heridas compasión solías tomar, |
|
¡agora de las mortales no tienes ningún pesar! |
92 |
No te doy culpa, señora, que descanso en el hablar; |
|
mi dolor que es muy sobrado me hace desatinar. |
94 |
Tú no sabes de mi mal ni de mi angustia mortal; |
|
yo te pedí la licencia para mi muerte buscar. |
96 |
Pues yo la hallé, señora, a nadie debo culpar, |
|
cuanto más a ti, mi bien, que no me la querías dar; |
98 |
mas cuando más no podiste bien sentí tu gran pesar |
|
en la fe de tu querer, según te vi demostrar. |
100 |
¡Esposa mía y señora! no cures de me esperar; |
|
fasta el día del juicio no nos podemos juntar. |
102 |
Si viviendo me quisiste, al morir lo has de mostrar, |
|
no en hacer grandes extremos, mas por el alma rogar. |
104 |
¡Oh mi primo Montesinos, Infante don Merín, |
|
deshecha es la compañía en que solíamos andar! |
106 |
¡Ya no esperéis más de verme no os cumple más de buscar, |
|
que en balde trabajaréis pues no me podréis hallar! |
108 |
¡Oh esforzado don Renaldos! ¡Oh buen paladín Roldán! |
|
¡Oh valiente don Urgel! ¡Oh don Ricardo Normante! |
110 |
¡Oh marqués don Oliveros! ¡Oh Durandarte el galán! |
|
¡Oh archiduque don Estolfo! ¡Oh gran duque de Milán! |
112 |
¿Dónde sois todos vosotros? ¿No venís a me ayudar? |
|
¡Oh emperador Carlo Magno, mi buen señor natural, |
114 |
si supieses tú mi muerte cómo la harías vengar! |
|
Aunque me mató tu hijo justicia querrías guardar, |
116 |
pues me mató a traición viniéndole acompañar. |
|
¡Oh principe don Carloto! ¿qué ira tan desigual |
118 |
te movió sobre tal caso a quererme así matar, |
|
rogándome que viniese contigo por te guardar? |
120 |
¡Oh desventurado yo, cómo venía sin cuidar |
|
que tan alto caballero pudiese hacer tal maldad! |
122 |
Pensando venir a caza, mi muerte vine a cazar. |
|
No me pesa del morir pues es cosa natural, |
124 |
¡mas por morir como muero sin merecer ningún mal |
|
y en tal parte donde nunca la mi muerte se sabrá! |
126 |
¡Oh alto Dios poderoso, justiciero y de verdad, |
|
sobre mi muerte inocente justicia quieras mostrar! |
128 |
¡De esta ánima pecadora quieras haber piedad! |
|
¡Oh triste reina mi madre, Dios te quiera consolar, |
130 |
que ya es quebrado el espejo en que te solías mirar! |
|
Siempre de mí recelaste recebir algún pesar, |
132 |
¡agora de aquí adelante no te cumple recelar! |
|
En las justas y torneos consejo me solías dar, |
134 |
¡agora triste en la muerte aun no me puedes hablar! |
|
¡Oh noble marqués de Mantua, mi señor tío carnal! |
136 |
¿dónde estaís que no ois mi doloroso quejar? |
|
¡Qué nueva tan dolorosa vos será de gran pesar, |
138 |
cuando de mí no supiérdes ni me pudiérdes hallar! |
|
Hecístesme heredero por vuestro Estado heredar, |
140 |
¡mas vos lo habréis de ser mío aunque sois de más edad! |
|
¡Oh mundo desventurado, nadie debe en ti fiar: |
142 |
al que más subido tienes mayor caída haces dar! |
|
Estas palabras diciendo no cesa de sospirar, |
144 |
sospiros muy dolorosos para el corazón quebrar. |
|
Turbado estaba el marqués, no pudo más escuchar; |
146 |
el corazón se le aprieta, la sangre vuelta se le ha. |
|
A los pies del caballero junto se fue a llegar; |
148 |
con la voz muy alterada empezóle de hablar: |
|
--¿Qué mal tenéis?, caballero, ¿querádesmelo contar? |
150 |
¿Tenéis heridas de muerte, o tenéis otro algún mal?-- |
|
Cuando lo oyó el caballero la cabeza probó alzar; |
152 |
pensó que era su escudero, tal respuesta lo fue a dar: |
|
--¿Qué dices, amigo mío? ¿Traes con quien me confesar? |
154 |
Que ya el alma se me sale, la vida quiero acabar; |
|
del cuerpo no tengo pena, que el alma querría salvar. |
156 |
Luego le entendió el marqués por otro le fuera a tomar; |
|
respondióle muy turbado que apenas pudo hablar: |
158 |
--Yo no soy vuestro criado, nunca comí vuestro pan; |
|
antes soy un caballero que por aquí acerté a pasar. |
160 |
Vuestras voces dolorosas aquí me han hecho llegar, |
|
a saber qué mal tenéis o de qué es vuestro penar. |
162 |
Pues que caballero sois querades vos esforzar, |
|
que para esto es este mundo para bien y mal pasar. |
164 |
Decidme, señor, quién sois y de qué es vuestro mal, |
|
que si remediarse puede, yo os prometo de ayudar. |
166 |
No dudéis, buen caballero, de decirme la verdad.-- |
|
Tornara en sí Valdovinos, respuesta le fuera a dar: |
168 |
--Muchas mercedes, señor, por la buena voluntad; |
|
mi mal es crudo y de muerte, no se puede remediar. |
170 |
Veinte y dos feridas tengo que cada una es mortal; |
|
el mayor dolor que siento, es morir en tal lugar, |
172 |
do no se sabrá mi muerte para poderse vengar, |
|
porque me han muerto a traición sin merescer ningún mal. |
174 |
A lo que habéis preguntado por mi fe os digo verdad, |
|
que a mí dicen Valdovinos, que el Franco solían llamar: |
176 |
hijo soy del rey de Dacia, hijo soy suyo carnal; |
|
uno de los doce pares que a la mesa comen pan. |
178 |
La reina doña Ermeline es mi madre natural, |
|
el noble marqués de Mantua era mi tío carnal, |
180 |
hermano era de mi padre sin en nada discrepar; |
|
la linda infanta Sevilla es mi esposa sin dudar. |
182 |
Hame ferido Carloto su hijo del emperante, |
|
porque él requirió de amores a mi esposa con maldad; |
184 |
porque no le dio su amor él en mí se fue, a vengar |
|
pensando que por mi muerte con ella había de casar. |
186 |
Hame muerto a traición viniendo yo a le guardar, |
|
porque él me rogó en París le viniese acompañar |
188 |
a dar fin a una aventura en que se quería probar. |
|
Quien quier que seais, caballero, la nueva os plega llevar |
190 |
de mi desastrada muerte a París esa ciudad, |
|
y si hacia París no fuerdes a Mantua la iréis a dar, |
192 |
que el trabajo que ende habréis muy bien vos lo pagarán, |
|
y si no quisiérdes paga, bien se vos agradecerá.-- |
194 |
Cuando aquesto oyó el marqués la habla perdido ha, |
|
en el suelo dio consigo, la espada fue arrojar, |
196 |
las barbas de la su cara empezólas de arrancar, |
|
los sus cabellos muy callo comiénzalos de mesar. |
198 |
A cabo de una gran pieza en pie se fue a levantar; |
|
allegóse al caballero por las armas le quitar. |
200 |
Desque le quitó el almete comenzóle de mirar: |
|
estaba bañado en sangre con la color muy mortal; |
202 |
estaba desfigurado, no lo podía figurar, |
|
ni le podía conoscer en el gesto ni el hablar; |
204 |
dudando estaba dudando si era mentira o verdad. |
|
Con un paño que traía la cara le fue a limpiar: |
206 |
desque la hubo limpiado luego conocido lo ha. |
|
En la boca lo besaba, no cesando de llorar, |
208 |
las palabras que decía dolor es de las contar: |
|
--¡Oh sobrino Valdovinos, mi buen sobrino carnal! |
210 |
¿Quién vos trató de tal suerte? ¿Quién vos trajo a tal lugar? |
|
¿Quién es el que a vos mató que a mi vivo fue a dejar? |
212 |
¡Mas valiera la mi muerte que la vuestra en tal edad! |
|
¿No me conocéis, sobrino? ¡Por Dios me queráis hablar! |
214 |
--Yo soy el triste marqués que tío solíades llamar, |
|
yo soy el marqués de Mantua que debo de reventar |
216 |
llorando la vuestra muerte por con vida no quedar. |
|
¡Oh desventurado viejo! ¿Quién me podrá conortar?, |
218 |
que pérdida tan crecida más dolor es consolar. |
|
Yo la muerte de mis hijos con vos podría olvidar. |
220 |
Agora, mi buen señor, de nuevo habré de llorar. |
|
A vos tenía por sobrino para mi estado heredar; |
222 |
agora por mi ventura yo vos habré de enterrar. |
|
Sobrino, de aquí adelante yo no quiero vivir más; |
224 |
ven, muerte, cuando quisieres, no te quieras detardar; |
|
¡mas al que menos te teme le huyes por más penar! |
226 |
¿Quién le llevará las nuevas amargas de gran pesar? |
|
A la triste madre vuestra ¿quién la podrá consolar? |
228 |
Siempre lo oí decir, agora veo ser verdad, |
|
que quien larga vida vive mucho mal ha de pasar. |
230 |
Por un placer muy pequeño pesares ha de gustar. |
|
De estas palabras y otras no cesaba de hablar, |
232 |
llorando de los sus ojos sin poderse conortar. |
|
Esforzóse Valdovinos con el angustia mortal; |
234 |
desque conoció a su tío alivio fuera a tomar. |
|
Tomóle entrambas las manos, muy recio le fue apretar; |
236 |
disimulando su pena comenzó al marqués hablar: |
|
--No lloredes, señor tío, por Dios no queráis llorar, |
238 |
que me dais doblada pena y al alma hacéis penar; |
|
mas lo que vos encomiendo es por mí queráis rogar, |
240 |
y no me desamparéis en este esquivo lugar; |
|
fasta que yo haya espirado, no me querades dejar. |
242 |
Encomiéndoos a mi madre, vos la queráis consolar, |
|
que bien creo que mi muerte su vida habrá de acabar; |
244 |
encomiéndoos a mi esposa, por ella queráis mirar; |
|
el mayor dolor que siento es no la poder hablar. |
246 |
Ellos estando en aquesto su escudero fue a llegar. |
|
Un ermitaño traía que en el bosque fue a hallar, |
248 |
hombre de muy santa vida de órden sacerdotal. |
|
Cuando llegó el ermitaño el alba quería quebrar. |
250 |
Esforzando a Valdovinos comenzóle amonestar |
|
que olvidase aqueste mundo y de Dios se quiera acordar. |
252 |
Aparte se fue el marqués por dalles mejor lugar; |
|
el escudero a otra parte también se fuera apartar. |
254 |
E marqués de quebrantado gran sueño le fue a tomar. |
|
Confesóse Valdovinos a toda su voluntad. |
256 |
Estando en su confesión, ya que quería acabar, |
|
las angustias de la, muerte comienzan de le aquejar. |
258 |
Con el dolor que sentía una gran voz fuera a dar; |
|
llama a su tío el marqués, comenzó así de hablar: |
260 |
--Adiós, adiós, mi buen tío, adiós vos queráis quedar, |
|
que yo me voy de este mundo para la mi cuenta dar. |
262 |
Lo que vos ruego y encomiendo no lo queráis olvidar; |
|
dadme vuestra bendición, la mano para besar. |
264 |
Luego perdiera el sentido, luego perdiera el hablar, |
|
los dientes se le cerraron, los ojos vuelto se le han. |
266 |
Recordó luego el marqués, a él se fuera a llegar, |
|
muchas veces lo bendice no cesando de llorar. |
268 |
Absolvióle el ermitaño; por él comienza a rezar. |
|
A cabo de poco rato Valdovinos fue a espirar. |
270 |
El marqués de verlo así amortecido se ha, |
|
consuélalo el ermitaño, muchos ejemplos le da; |
272 |
el marqués como discreto acuerdo fuera a tomar, |
|
pues remediar no se puede, a haberse de conortar. |
274 |
Lo que hacía el escudero lástima era de mirar; |
|
rescuñaba la su cara, sus ropas rasgado ha, |
276 |
sus barbas y sus cabellos por tierra los va a lanzar. |
|
A cabo de una gran pieza, que ambos cansados están, |
278 |
el marqués al ermitaño comienza de preguntar: |
|
--Pídoos por Dios, padre honrado, respuesta me queráis dar. |
280 |
¿Dónde estamos, o en qué reino, en qué señorío o lugar? |
|
¿Cómo se llama esta tierra? ¿Cuya es, y a qué mandar?-- |
282 |
El ermitaño responde: --Pláceme de voluntad: |
|
debéis de saber, señor, que esta es tierra sin poblar; |
284 |
otro tiempo fue poblada, despoblóse por gran mal, |
|
por batallas muy crueles que hubo en la cristiandad. |
286 |
A esta llaman la Floresta sin ventura y de pesar, |
|
porque nunca caballero en ella se acaeció entrar |
288 |
que saliese sin gran daño o desastre desigual. |
|
Esta tierra es del marqués de Mantua, la gran ciudad: |
290 |
fasta Mantua son cien millas, sin poblado ni lugar, |
|
sino sola una ermita que a seis millas de aquí está, |
292 |
donde yo hago mi vida por del mundo me apartar. |
|
El más cercano poblado a veinte millas está; |
294 |
es una villa cercada del ducado de Milán. |
|
Ved lo que queréis, señor, en que yo os pueda ayudar, |
296 |
que por servicio de Dios lo haré de voluntad, |
|
y por vuestro acatamiento, y por hacer caridad.-- |
298 |
El marqués que aquesto oyera comenzóle de rogar |
|
que no recibiese pena de con el cuerpo quedar, |
300 |
mientra él y el escudero el caballo van buscar |
|
que allí cerca había dejado en un prado a descansar. |
302 |
Plúgole al ermitaño allí haberlos de esperar. |
|
El marqués y el escudero el caballo van buscar; |
304 |
por el camino do iban comenzóle a preguntar: |
|
--Dígasme, buen escudero, si Dios te quiera guardar, |
306 |
¿qué venía tu señor por esta tierra buscar |
|
y por qué causa lo han muerto, y quién le fuera a matar? |
308 |
Respondió el escudero, tal respuesta le fue a dar: |
|
--Por la fe que debo a Dios yo no lo puedo pensar, |
310 |
porque no lo sé, señor; lo que vi os quiero contar. |
|
Estando dentro en París en cortes del emperante, |
312 |
el príncipe don Carloto a mi señor envió a llamar. |
|
Estuvieron en secreto todo el día en su hablar; |
314 |
cuando la noche cerró ambos se fueron a armar. |
|
Cabalgaron a caballo, salieron de la ciudad |
316 |
armados de todas armas a guisa de pelear. |
|
Yo salí con Valdovinos y con Carloto un paje; |
318 |
ayer hubo quince días salimos de la ciudad. |
|
Luego cuando aquí llegamos a este bosque de pesar, |
320 |
mi señor y don Carloto mandaron nos esperar. |
|
Solos se entraron los dos por aquel espeso valle; |
322 |
el paje estaba cansado, gran sueño le fue a tomar; |
|
yo pensando en Valdovinos no podía reposar. |
324 |
Apartéme del camino en un árbol fui a pujar, |
|
a todas partes miraba cuándo los veria tornar. |
326 |
A cabo de un gran rato caballos oí relinchar, |
|
vi venir tres caballeros mi señor no vi tornar. |
328 |
Venían bañados en sangre, luego vi mala señal: |
|
el uno era don Carloto, los dos no pude notar. |
330 |
Con gran miedo que tenía, no les osé preguntar |
|
dó quedaba Valdovinos, dó le fueran a dejar, |
332 |
mas abajéme del árbol, entré por aquel pinar. |
|
Desque los vi trasponer yo comencé de buscar |
334 |
a mi señor Valdovinos, mas no lo podía hallar: |
|
El rastro de los caballos no dejaba de mirar. |
336 |
A la entrada de un llano, al pasar de un arenal, |
|
vi la huella de otro caballo la cual me pareció mal. |
338 |
Vi mucha sangre por tierra de que me fui a espantar; |
|
en la orilla del río el caballo fui a hallar, |
340 |
más adelante no mucho a Valdovinos vi estar. |
|
Boca abajo estaba en tierra, y casi quería espirar, |
342 |
todo cubierto de sangre que apenas podía hablar. |
|
Levantáralo de tierra, comencéle de limpiar; |
344 |
por señas me demandó confesor fuese a buscar. |
|
Esto es, noble señor, lo que sé de este gran mal.-- |
346 |
En estas cosas hablando el caballo van topar. |
|
Cabalgó en él el marqués, y a las ancas fuele a tomar; |
348 |
a do quedó el ermitaño presto tornado se han. |
|
Desque hablaron un rato acuerdo van a tomar |
350 |
que se fuesen a la ermita, y el cuerpo allá lo llevar. |
|
Pónenlo encima el caballo, nadie quiso cabalgar. |
352 |
El ermitaño los guía, comienzan de caminar; |
|
llevan via de la ermita apriesa y no de vagar. |
354 |
Deque allá hubieron llegado el cuerpo van desarmar. |
|
Quince lanzadas tenía, cada una era mortal, |
356 |
que de la menor de todas ninguno podría escapar. |
|
Cuando así lo vio el marqués traspasóse de pesar; |
358 |
a cabo de una gran pieza, un gran suspiro fue a dar. |
|
Entró dentro en la capilla, de rodillas se fue a hincar, |
360 |
puso la mano en una ara que estaba sobre el altar |
|
en los pies de un crucifijo jurando, empezó de hablar: |
362 |
--Juro por Dios poderoso por Santa María su Madre, |
|
y al santo Sacramento que aquí suelen celebrar, |
364 |
de nunca peinar mis canas ni las mis barbas cortar, |
|
de no vestir otras ropas ni renovar mi calzar, |
366 |
de no entrar en poblado ni las armas me quitar, |
|
sino fuere una hora para mi cuerpo limpiar; |
368 |
de no comer a manteles ni a mesa me asentar, |
|
fasta matar a Carloto por justicia o pelear, |
370 |
o morir en la demanda manteniendo la verdad, |
|
y si justicia me niegan sobre esta tan gran maldad, |
372 |
de con mi Estado y persona contra Francia guerrear, |
|
y manteniendo la guerra morir o vencer sin paz. |
374 |
Y por este juramento prometo de no enterrar |
|
el cuerpo de Valdovinos fasta su muerte vengar. |
376 |
De que aquesto hubo jurado mostró no sentir pesar; |
|
rogando está al ermitaño que le quisiese ayudar |
378 |
para llevar aquel cuerpo al más cercano lugar. |
|
El ermitaño piadoso su bestia le fue a dejar; |
380 |
amortajaron el cuerpo, en ella lo van a posar. |
|
Con las armas de Valdovinos el marqués se fue armar; |
382 |
cabalgara en su caballo, comienza de caminar. |
|
Camino llevan de la villa que arriba oistes nombrar. |
384 |
Con él iba el ermitaño por el camino mostrar. |
|
Antes que a la villa lleguen una abadía van fallar |
386 |
de la órden de Sant Bernardo que en una montaña está, |
|
a la bajada de un puerto y a la entrada de un lugar. |
388 |
Allá se fue el marqués y allí acordó quedar |
|
por estar más encubierto, y el cuerpo en guarda dejar, |
390 |
por hacelle un ataúd y habello de embalsamar. |
|
Al ermitaño rogaba dineros quiera tomar; |
392 |
desque dineros no quiso sus ricas joyas le da. |
|
No quiso ninguna cosa, su bestia fue a demandar; |
394 |
despidióse del marqués, a Dios le fue encomendar. |
|
Después de ser despedido para su ermita se va; |
396 |
por el camino do vuelve a muchos topado ha |
|
que el marqués iban buscando, llorando por le hallar. |
398 |
Muchos por él preguntaban, las señales ciertas dan; |
|
por las señas que le dieron él conocido lo ha, |
400 |
a todos les respondía: --Yo vos digo de verdad, |
|
que un hombre de tales señas, que no sé quién es ni cuál, |
402 |
dos días ha que le acompaño sin saber adónde va; |
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dejélo en un abadía que dicen de Flores Valle, |
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con un caballero muerto que acaso fuera a fallar: |
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si allá queréis ir, señores, fallaréislo de verdad. |