Pan-Hispanic Ballad Project

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0097:2 Sale la estrella de Venus (ó-e (L))            (ficha no.: 4426)

Versión de España. Recogida 00/00/1600 Publicada en Rom. Gen. 1600, Madrid: Luis Sánchez, a costa de Miguel Martínez, 1600, fol. 3 c.1-3 (como romance anónimo, aunque lo compuso Lope de Vega). Reeditada en Durán 1849-1851, Romancero General, I (Madrid: Rivadeneyra, 1849), nº 33, pp. 14-15; González Palencia 1947, ed. Romancero general. 1600, 1604, 1605, nº 5, p. 14 y Campa 1998, pp. 212-213.  088 hemist.  Música registrada.

     Sale la estrella de Venus    al tiempo que el sol se pone,
  2   y la enemiga del día    su negro manto descoge,
     y con ella un fuerte moro    semejante a Rodamonte,
  4   sale de Sidonia airado,    de Xerez la vega corre,
     por donde entra Guadalete    al mar de España, y por donde
  6   Santamaría del Puerto    recibe famoso nombre.
     Desesperado camina,    que siendo en linaje noble,
  8   le dexa su dama ingrata,    porque se suena que se pobre,
     y aquella noche se casa    con un moro feo y torpe,
  10   porque es alcaide en Sevilla    del alcáçar y la torre,
     quexándose tiernamente    de un agravio tan inorme,
  12   y a sus palabras la vega    con dulces ecos responde:
     --Zayda, dice, más airada    que el mar que las naves sorbe,
  14   más dura e inexorable    que las entrañas de un monte;
     ¿Cómo permites, cruel,    después de tantos favores,
  16   que de prendas de mi alma    ajena mano se adorne?
     ¿Es posible que te abraces    a las cortezas de un roble,
  18   y dejes el árbol tuyo    desnudo de fruta y flores?
     ¿Dexas tu amado Ganzul,    dexas tres años de amores,
  20   y das la mano al Albençayde,    que aún apenas le conoces?
     ¿Dexas un pobre muy rico,    y un rico muy pobre escoges,
  22   pues las riquezas del cuerpo    a las del alma antepones.
     Alá permita, enemiga,    que te aborrezca y le adores,
  24   y que por zelos suspires,    y por ausencia le llores,
     y que de noche no duermas,    y de día no reposes,
  26   y en la cama le fastidies,    y que en la mesa le enojes,
     y en las fiestas, en las zambras,    no se vista tus colores,
  28   ni aun para verlas permita    que a la ventana te asomes;
     y menosprecie en las cañas,    para que más te alborotes,
  30   el almayzar que le labres,    y la manga que le bordes
     y se ponga el de su amiga    con la cifra de su nombre,
  32   a quien le dé los cautivos    cuando de la guerra torne;
     y en la batalla de christianos    de velle muerto te asombres,
  34   y plegue Alá que suceda    cuando la mano le tomes,
     que si le has de aborrecer,    que largos años le goces,
  36   que es la mayor maldición    que pueden darle los hombres.--
     Con esto llegó a Xerez    a la mitad de la noche;
  38   halló el palacio cubierto    de luminarias y voces,
     y los moros fronterizos    que por todas partes corren,
  40   con sus hachas encendidas    y con libreas conformes.
     Delante del desposado    en los estribos alçóse;
  42   arrojóle una lançada,    de parte a parte pasóle;
     alborotóse la plaça,    desnudó el moro un estoque,
  44   y por mitad de la gente    hacia Sidonia volvióse.

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0097:1 Sale la estrella de Venus (ó-e (L))            (ficha no.: 1899)
[0091 Por la calle de su dama, contam.]

Versión de La Serranía de Ronda s. l. (ay. Ronda, p.j. Ronda, Málaga, España).   Recitada por dos jóvenes aldeanos. Recogida por Serafín Estébanez Calderón, publicada en Durán 1849-1851, Romancero General, p. 26, nº 54. Reeditada en IGR-vulgar 1999, pp. 34-35.  046 hemist.  Música registrada.

     Por las puertas de Celinda    galán se pasea Zaide,
  2   aguardando que saliera    Celinda para hablalle.
     Salió Celinda al balcón    más hermosa que no sale
  4   la luna en escura noche    y el sol entre tempestades.
     --Buenos días tengáis, mora.    --A ti, moro, Alá te guarde.
  6   --Escucha, Celinda, atenta,    si es que quieres escucharme.
     ¿Es verdad lo que le han dicho    tus criadas a mi paje,
  8   que con otro hablar pretendes    y que a mí quieres dejarme
     por un turco mal nacido    de las tierras de tu padre?
  10   No quieras tener oculto    lo que tan claro se sabe.
     ¿Te acuerdas cómo dijiste    en el jardín la otra tarde:
  12   «Tuya soy, tuya seré,    tuya es mi vida, Zaide»?--
     De verse reconvenida    la mora en enojos arde,
  14   y cerrando su balcón    al turco dejó en la calle.
     El galán soberbecido    pisotea su turbante,
  16   y con rabiosas fatigas    ha cantado estos cantares:
     --¿Quieres que vaya a Jerez,    por ser tierra de valientes,
  18   y te traiga la cabeza    del moro llamado Hamete?
     ¿Quieres que me vaya al mar    y las olas atropelle?
  20   ¿Quieres que me suba al cielo    y las estrellas te cuente,
     y te ponga a ti en la mano    aquella más reluciente?--
  22   La estrella sale de Venus    al tiempo que el sol se pone,
     y la enemiga del día    su mantito negro esconde.

Nota: Esta versión duplica la del registro nº 4553, donde figura como Por las puertas de Celinda (los vv 1-21).

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