Pan-Hispanic Ballad Project

Total: 10


0102:3 Toros y cañas (á-a)            (ficha no.: 3260)

Versión de Cangas de Onís (ay. Cangas de Onís, p.j. Cangas de Onís, Asturias, España).   Recitada por Emilia Tolibia (22a). Recogida por José Amador de los Ríos, entre 1860-1865 (Archivo: AMP; Colec.: Amador de los Ríos, J.; cinta: Ms. Rodrigo A., n. 20, pp. 93-96). Publicada en J. Menéndez Pidal 1885, Colección de los viejos romances... asturianos (1885), pp. 200-1, nº LV. Reeditada en SilAstur I 1999, (J. Antonio Cid, ed.), pp. 133-134 y SilAstur II 2003, pp.200-1, nº LV.  060 hemist.  Música registrada.

     En la corte de Madrid,    junto a los caños del agua,
  2   allí vivió un caballero    que don Pedro se llamaba,
     don Pedro de Salazares    y de sobrenombre Gala.
  4   Este tal se enamoró    de una doncellita hidalga;
     siete años tuvo de amores,    de servirla y regalarla,
  6   y nunca pudo alcanzar    ningún favor de importancia.
     Quiso Dios y su fortuna    que un domingo de mañana
  8   al tiempo de alforear    se asomara a una ventana,
     y saludándola dice:    --Guarde Dios a doña Juana,
  10   no es posible ser de bronce    siendo yo cera templada.
     Doña Ana, es día de San Pedro,    hace el rey juego de caña,
  12   sabrás, como caballero    yo te empeño mi palabra.--
     Con esto se fue don Pedro    muy contento pa` su casa;
  14   monta en un caballo blanco    que a la nieve se compara,
     los clavos que lleva es de oro,    las herraduras de plata,
  16   el freno que lleva es verde,    porque verde es esperanza,
     lleva cuatro papagayos    metidos en cuatro mangas,
  18   que parecen que van muertos    y a los vivos amenazan.
     Tan galán iba don Pedro    que al verlo el sol se paraba;
  20   manda que saquen el toro    aquel toro de Garana,
     la color como un andrín,    la cola remolinada.
  22   El toro que se vio fuera    a don Pedro enderezara,
     mas él con su espada de oro    de claro en claro le pasa.
  24   Asomárase el buen rey    de altas torres donde estaba:
     --¿Quién es aquel jugador    que bien juega y mejor habla?
  26   Pida usted por esa boca,    no se le estorbará nada.
     --Sólo pido por esposa    a la linda doña Juana.
  28   --Una cosa me pediste    tan alta y tan estimada,
     pero es palabra de rey    y atrás no ha de ser tornada.--
  30   Ya los casan , ya los velan,    todo el reinado les manda.
     ¡Válgame Nuestra Señora,    válgame la Virgen santa!

Notas del editor: -8a alforear (sic). J. M. P. publicó un texto muy retocado que le proporcionó el hijo del colector; de allí lo reprodujo M. Menéndez Pelayo. En cambio, aquí se sigue el texto original ms de A. de los Ríos (archivado en el AMP).

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0102:4 Toros y cañas (á-a)            (ficha no.: 3287)

Versión de Posada de Rengos (ay. Cangas del Narcea, p.j. Cangas del Narcea, ant. Cangas de Tineo, Asturias, España).   Recitada por Antonia Coque (c. 20a). Recogida por Åke W. Munthe, 00/08/1886 (Colec.: Munthe, A. W.). Publicada en Munthe 1887, «Folkpoesi fran Asturien» (1887), nº X, p. 121. Reeditada en SilAstur I 1999, (J. Antonio Cid, ed.), p. 226.  060 hemist.  Música registrada.

     El impidriado de Roma    tenía una hija bastarda,
  2   camarada de la reina,    que la viste y la calza.
     Su padre la quiere mucho,    más que a su hija la trata.
  4   La pretenden ricos condes,    ricos condes de gran fama,
     el que más la pretendía    era don Pedro de Jaraba;
  6   de día ronda su puerta,    de noche guarda su casa,
     no le podía hablar sola    nin tan sólo una palabra.
  8   El domingo ante misa,    al romper el alborada,
     la vio asoma`se al balcón.    --Doncellina, bien hallada.
  10   Tus creencias y las mías    al cabo darán vinganza:
     --Si las tuyas eran muchas,    las mías llevan vintaja.
  12   --Para el domingo que viene    armará el rey fuego de caña;
     saldrá usted bien priparado,    don Pedro, a la batalla.
  14   Llevarás el freno de oro,    las herraduras de plata,
     zapato alparagatita,    liga negra, media blanca.
  16   Llevarás un toro fuerte    con braza y media de asta.
     Como ella le había advertido,    ha ganado la batalla.
  18   --Pida, pida, caballero,    no seas corto nel habla.
     No me pidas a Sevilla,    nin me pidas a Granada,
  20   nin me pidas la corona,    que sin ella no soy nada.
     --Yo no le pido a Sevilla,    ni le pido a Granada,
  22   ni le pido la corona,    para mí no vale nada.
     Lo que le voy a pedir,    lo tien` dentro de su casa;
  24   por esposa y por mujer    a su hija doña Juana.
     --Si me pides a mi reina,    te la doy de mejor gana.
  26   --Como es palabra de rey    no puede ser revuquiada.
     --Te meteré de trinchante    de las mesas de mi sala.
  28   --Yo no quiero ser trinchante    de las mesas de tu sala,
     lo quiero ser de las mías,    que las tengo allí en Granada.
  30   Llevo cuatro papagayos    metidos en cada manga.
     ¡Válgame Nuestro Siñor,    válgame la Virgen santa!

Notas del colector: -1a impidriado, es claramente una deformación de `emperador`; -3a camarada, probablemente por `camarera`; -10a creencias, por `querencias`; -10b vinganza (!?); -12b fuego de c., por `juego de c.`.,
Nota del editor: Se cantaba, pero AWM la tomó al dictado.

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0102:7 Toros y cañas (á-a)            (ficha no.: 5594)

Versión de Puente Pumar (ay. Polaciones, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Cabuérniga, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, II. LXX (nº 282), pp. 32-34.  074 hemist.  Música registrada.

     Don Pedro de Salazar,    de sobrenombre Naranja,
  2   camarero de la reina    que la viste y que la calza,
     este tal muere y perece    por la linda doña Juana,
  4   por no la poder hablar    solamente una palabra.
     Quiso Dios y su fortuna    que un domingo a la mañana
  6   la vio estar en un balcón    de pechos a una ventana;
     hablar quiso y no lo pudo,    la vergüenza lo causaba.
  8   --Mucho me quiere don Pedro,    tú querer a mí me alcanza,
     tus quereres y los míos    darán al mundo venganza.--
  10   Para el día de los reyes    arma el rey juego de cañas.
     --Si te veo allí bien puesto    yo te empeño mi palabra.--
  12   Se mudó chupa y calzón    embotonados de plata,
     el freno y la silla verdes,    las herraduras de plata,
  14   y lleva cuatro sirvientes    forrados de fuertes mallas;
     lleva cuatro papagayos    que ellos van cara con cara,
  16   que parecen que van vivos    y que con los vivos hablan.
     Al entrar en la carrera,    que a la corta, que a la larga,
  18   le echan a don Pedro un toro    de los grandes de Jarama;
     negro era como la endrina,    la cara arremolinada,
  20   la punta del cuerno agudo    la gente desmorcillaba.
     Viole el rey, viole la reina,    cada cual de su ventana,
  22   la que más le mira y goza    es la linda doña Juana.
     A los pies del caballero    caía el toro de Jarama.
  24   Por un paje de los suyos    el rey a buscarle manda.
     --Pide, pide, buen don Pedro,    pide, no se te dé nada;
  26   no me pidas a Sevilla,    ni me pidas a Granada,
     ni a las Asturias de Oviedo,    sin ellas no valgo nada.
  28   --No te pediré a Sevilla,    ni te pediré a Granada.
     ni a las Asturias de Oviedo,    que de ellas no me acordaba;
  30   lo que le voy a pedir    sin quietar ni poner nada,
     dos botines y un trinchal    abotonados de plata
  32   y por esposa y mujer    a la linda doña Juana.
     --¡Oh, qué prenda me has pedido,    tan alta y tan estimada,
  34   debajo de mi corona    sin ella no valgo nada;
     pero es palabra de rey    no puede ser retocada.--
  36   Para el día de la boda    mandó cien vasos de plata;
     y otro día era domingo,    él los vela y él los casa.

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0102:8 Toros y cañas (á-a)            (ficha no.: 5595)

Versión de Salceda (ay. Polaciones, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Potes, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, II. LXX (nº 283), pp. 34-35.  064 hemist.  Música registrada.

     Don Pedro de Salazar    hombre rico y de gran fama,
  2   éste tal muere y perece    por la linda doña Juana,
     sin poder hablar con ella    solamente una palabra.
  4   Quiso Dios y su fortuna    que un domingo a la mañana
     la bella estaba a un balcón    de pechos a una ventana,
  6   --¿Será imposible, señora,    no hay morada?
     --Mucho me quiere, don Pedro,    su querer al mío alcanza,
  8   sus quereres y los míos    darán al mundo venganza.
     Para el día de San Pedro    arma el rey cruel batalla,
  10   si allí te veo bien puesto    yo te empeño mi palabra.--
     Marchóse de allí don Pedro    muy contento para casa;
  12   puso jubón y ropilla    abotonados de plata,
     puso cuatro papagayos    forrados con cuatro mangas,
  14   y ha puesto dos serpientes    mirando cara con cara
     que a los muertos meten miedo    y a los vivos amenazan.
  16   Suéltanle a don Pedro el toro,    aquel toro de Jarama,
     que es negro como un andrino,    la cara arremolinada,
  18   la punta del cuerno agudo,    la gente desbarrigaba;
     pero a los pies de don Pedro    cayó el toro de Jarama.
  20   Mírale toda Sevilla,    mírale toda Granada,
     mirante el rey y la reina    cada uno de su ventana;
  22   el que más le mira y goza    es la linda doña Juana.
     --Ahora pide, don Pedro,    pide y no se te dé nada;
  24   no me pidas a Sevilla,    ni a Toledo, ni a Granada,
     ni a las Asturias de Oviedo,    sin ellas no valgo nada.
  26   --No le pediré Sevilla,    ni Toledo, ni Granada,
     ni a las Asturias de Oviedo,    que de ellas no me acordaba;
  28   lo que le voy a pedir    sin quietar ni poner nada,
     un jubón y un pinchante    abotonados de plata,
  30   y por esposa y mujer    a la linda doña Juana.
     --¡Oh, qué prenda me has pedido    tan alta y tan estimada!;
  32   como es palabra de rey    no puede ser retrucada.--

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0102:9 Toros y cañas (á-a)            (ficha no.: 5596)

Versión de Pesaguero (ay. Pesaguero, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Potes, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, II. LXX (nº 284), pp. 36-37.  068 hemist.  Música registrada.

     Don Pedro de Salazar    y sobre el nombre Naranja,
  2   camarero de la reina    que a la reina viste y calza;
     un día vio a la princesa    asomada a una ventana.
  4   Hablarla quiso y no pudo    que vergüenza le causaba.
     Ella que lo comprendió    le dice estas palabras:
  6   --Mucho me quiere, don Pedro,    tú querer al mío alcanza;
     tus quereres y los míos    darán al mundo venganza;
  8   para el día de los Reyes    arma el rey juegos de cañas,
     si te veo allá bien puesto    yo te empeño mi palabra.--
  10   Ya se ha marchado don Pedro    llena de alegría el alma;
     se muda chupa y calzón    embotonados de plata,
  12   la silla y el freno verde,    las herraduras de plata,
     y lleva cuatro sirvientes    forrados en fuertes mallas.
  14   Al entrar en la carrera    que a la corta, que a la larga,
     le echan a don Pedro un toro    de los grandes de Jarama;
  16   es negro con un endrino,    la cara remolinada,
     la punta del cuerno agudo,    la gente desmorcillaba.
  18   A los pies del caballero    caía el toro de Jarama.
     Vele el rey, vele la reina,    cada uno de su ventana;
  20   el que más le mira y goza    es la princesita Juana.
     Por un paje de los suyos    el rey a buscarlo manda.
  22   Hincó la rodilla en tierra    y el rey le dice: --Levanta;
     pide, pije, buen don Pedro,    pide y no te se dé nada;
  24   no me pidas a Sevilla,    ni me pidas a Granada,
     ni a las Asturias de Oviedo,    sin ellas no valgo nada.
  26   --No le pediré a Sevilla,    ni le pediré a Granada,
     ni a las Asturias de Oviedo,    que de ellas no me acordaba;
  28   solo te voy a pedir    sin quitar ni poner nada,
     tres botines, tres trínchales,    embotonados de plata,
  30   y por esposa y mujer    a la princesita Juana.
     --¡Oh, qué prenda me has pedido    tan alta y tan estimada!
  32   pero es palabra de rey    y no puede ser retrucada.--
     Otro día era domingo,    ya los velan, ya los casan,
  34   los hacen buenos casados    y los mandan pa su casa.

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0102:10 Toros y cañas (á-a)            (ficha no.: 5597)

Versión de Campo de Ebro (ay. Valderredible, p.j. Reinosa, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, II. LXX (nº 285), pp. 37-38.  094 hemist.  Música registrada.

     Don Pedro de Salazar,    el sobrenombre de Mazas,
  2   éste tal sirve de amores    a la linda doña Juana,
     ese tal la anda a buscar    por las calles y las plazas;
  4   no la ha sido de encontrar    ni tarde ni de mañana,
     como no fuera una tarde    que la ha visto a la ventana.
  6   La dice: --Juana querida--;    la dice: --Querida Juana,
     ¿para qué tanta crueldad    para quien tanto te ama?
  8   --Don Pedro del alma mía,    no me eches culpa de nada,
     que por atender a reyes    no puedo servirte en nada.
  10   Para el día de los Reyes    tiene el rey armadas cañas;
     saldrás muy gozoso a ellas    como que no sabes nada.
  12   Contento y regocijado    se fue don Pedro a su casa;
     puso al caballo la silla    como la nieve de blanca,
  14   el sillín le puso de oro,    las herraduras de plata,
     y el freno se le echó verde    porque es verde su esperanza;
  16   al sombrero que llevaba    le echó el trencillín de plata.
     Sueltan a la plaza un toro,    su riguridad espanta;
  18   negro era como la endrina,    su cara regocijada.
     Caballeros y toreros    todos de la plaza marchan,
  20   como no fuera don Pedro    que le esperó cara a cara.
     El toro se dio al caballo,    don Pedro tiró la lanza
  22   sobre el tan famoso toro    y el toro muerto quedaba.
     El rey que lo ha mirado    del balcón en donde estaba.
  24   --¡Quién será ese caballero    que ha echo tan grande hazaña?
     --Don Pedro de Salazar    y el sobrenombre de Mazas.--
  26   Entró por la calle angosta,    salió por la calle ancha,
     unos le tiraban lienzos,    otros le tiraban lanzas;
  28   no quiso nada de nadie,    de ninguno quiso nada,
     como no fuera un pañuelo    que le tiró doña Juana,
  30   aquél sí que le cogió    don Pedro de buena gana.
     El rey le manda a llamar    con un paje de su sala.
  32   Don Pedro como obediente    pronto estuvo a la demanda;
     se ha hincado de rodillas    y el sombrero se quitaba.
  34   --¿Qué me quiere usté, el buen rey,    que aquí estoy a su demanda?
     --Pide, pide tú, don Pedro,    pide, no se te dé nada;
  36   si quieres moneda de oro    o moneda almodenada,
     si quieres palacio en alto    o ciudad en vega llana.
  38   --No quiero moneda de oro,    ni moneda almodenada,
     ni quiero palacio en alto,    ni ciudad en vega llana;
  40   solo una cosa que pido    quiero que me sea otorgada;
     que me la den por esposa    a la linda doña Juana.
  42   --Mucho me has pedido, don Pedro,    al pedir tan linda cara,
     camarera de la reina    que la viste y que la calza;
  44   pero en fin, se te dará    por no replicar palabra,
     porque palabra del rey    no quiere ser replicada.--
  46   Para el día de la boda    cien vasos mandó de plata;
     otros tantos mandó de oro    a la linda doña Juana.

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0102:2 Toros y cañas (á-a)            (ficha no.: 2001)

Versión de Nocedo de Gordón (ay. La Pola de Gordón, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Gordón, León, España).   Recitada por Juana Fernández González (77a). Recogida por Josefina Sela, 00/00/1916 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en IGR-vulgar 1999, pp. 166-167.  076 hemist.  Música registrada.

     Don Pedro los Alamares    y por apellido Mapa,
  2   ese tal se pela y muere    por la linda doña Juana.
     Su padre la tiene en casa    y como hija la trata.
  4   Don Pedro, que vive enfrente,    con la color demudada,
     quería hablarla y no puede,    que siempre está acompañada
  6   de reyes y caballeros    que asisten en su compaña.
     Quiso Dios y su fortuna    que un domingo de mañana
  8   saliese don Pedro fuera    y la vio estar a la ventana.
     --Dios te guarde, cara` luna,    lucero bello del alba;
  10   rendido ya de tus luces,    te vengo a pedir venganza,
     ¡quiera Dios allá en tu pecho    endurezca enamorada!.--
  12   Doña Juana, que es secreta,    de esta manera le habla:
     --Con el miedo de los reyes    no me atrevo a hablar palabra;
  14   porque el que alante no mira,    con los postreros se halla.
     Para el jueves a la tarde    ordena el rey unas cañas,
  16   saldrás esfrazado en ellas    sin que nadie entienda nada.--
     Estando en estas razones,    un bolsillo le tirara.
  18   Contento y agradecido    se fue don Pedro a su casa.
     Comprara un caballo blanco    con la cola agonizada,
  20   los ojos grandes hogosos,    la oreja revuelta y larga;
     la silla era de marfil,    los alamares de plata;
  22   (el) sombrerillo a lo francés,    acanalado de plata;
     corbatín con dos mil perlas,    que no sé de aonde hubo tanta.
  24   Tan majo iba don Pedro,    todo el mundo lo miraba.
     Bien se lo miraba el rey,    mejor lo miran las damas;
  26   bien lo mira y bien lo quiere    esa linda doña Juana.
     Mandó echar un toro fuera    de los bravos de Jarama;
  28   y a media vuelta que dio    el toro le enjaretara.
     Mandólo a llamar el rey    por un paje a su ventana.
  30   --Pide mercedes, don Pedro,    que no se te niega nada.
     Si quieres el oro en pella    o `a moneda amonedada,
  32   o Sevilla en tierra fuerte    o a Castilla en tierra llana.--
     --Yo no quiero el oro en pella    ni moneda amonedada,
  34   ni a Sevilla en tierra fuerte    ni a Castilla en tierra llana,
     por esposa y mujer pido    esa linda doña Juana.--
  36   --Una cosa me has pedido    lo mejor que hay en mi casa,
     que dispués de mi corona    no hay cosa que más me valga,
  38   pero por habértela mandado,    sea muy bien otorgada.--

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0102:5 Toros y cañas (á-a)            (ficha no.: 3410)

Versión de Palacios del Sil (ay. Palacios del Sil, p.j. Ponferrada, ant. Murias de Paredes, comc. Ribas del Sil, León, España).   Recitada por Eva González Fernández (70a). Recogida por José Manuel Fraile Gil, 26/12/1988 (Archivo: ASFG; Colec.: Fraile Gil, J. M.). Publicada en Fraile Gil Rom-Panhisp.-1 1992/5CD, Primera Antología Sonora, v. 5, TECNOSAGA, KPD-(5)10.9004, corte 7 © Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor.  026 hemist.   Música registrada.

     Era un rico caballero    hombre de valor y fama
  2   siete años rondó un palacio,    siete años rondó una dama
     sin poder alcanzar de ella    cosa alguna de importancia.
  4   Al cabo de los siete años    se asomara a una ventana.
     --Buenos días, el caballero.    --Dios la guarde, doña Juana.--
  6   Con el temor de los reyes,    no le puedo dar palabra.
     --Vuelve el día de San Pedro,    que hace el rey juego de vara.--
  8   Con esas palabras solas    vuelve el hombre pa` su casa.
     Mandara hacer un vestido    todo de seda bordada.
  10   Las medias blancas pajiza,    puesto la tierra bailaba.
     Comprara un sombrero blanco    con la cinta colorada,
  12   comprara un caballo blanco    con la nieve se compara.
     El arzón y silla verde,    porque es verde su esperanza.
  14   los estribos eran de oro,    las herraduras de plata,
     Tan gallardo iba don Pedro    la gente maravillaba,
  16   Por delante del palacio    don Pedro se paseaba.
     Lo miran el rey y la reina    sus criados y sus damas,
  18   también lo miraba bien    la su hermosa doña Juana.
     Mandara el rey que le suelten    el gran toro del Jarama,
  20   de las astas más agudas    para que más daño le hagan,
     y a los primeros encuentros    murió el toro del Jarama.
  22   --Pida, pida, el caballero,    no sea usted corto de habla.
     --Ni me pida mi Sevilla    ni me pida mi Granada,
  24   ni me pida mi corona,    sin ella no valgo nada.
     --Ni le pido su Sevilla,    ni le pido su Granada,
  26   ni le pido su corona,    Dios le deje bien gozarla;
     Lo que le vengo a pedir,    es la hermosa doña Juana,
  28   --Poco pide el caballero,    creí que no pide nada;
     si me pide mil doblones,    los dé de mejor gana.
  30   Como es palabra de rey,    no puede ser revocada.--

Nota: -10b de difícil audición: puesto en la t. b.? La informante sólo canta los vv 1-5; el resto lo recita. Se repiten los segundos hemistiquios.

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0102:6 Toros y cañas (á-a)            (ficha no.: 4886)

Versión de Lugueros (ay. Valdelugueros, p.j. León, ant. La Vecilla, León, España).   Recogida por Narciso Alonso Cortés, (Colec.: Alonso Cortés, N.). Publicada en Alonso Cortés 1920, pp.225-226.  074 hemist.  Música registrada.

     En la ciudad de Madrid    una hermosa linda Juana,
  2   camarera de la reina    que ella viste y la calza.
     La pretende un mancebito,    un mancebito que alampa;
  4   no podía hablar con ella,    le trae el rey en campaña.
     Quiso Dios y su fortuna    que un día por la mañana
  6   al tiempo de narbolar    la vio por una ventana.
     La dice: --Juana querida;    la dice: --Querida Juana,
  8   tú eres un arca de perlas,    porque tú perlas derramas,
     y una caja de virtudes    y de virtudes mil cajas.
  10   Si me quieres mucho a mí,    mi querer al tuyo gana.
     --Mañana, el día su santo,    armará el rey una escala.
  12   Si obras como caballero,    yo te empeño mi palabra.--
     De allí se marchó don Pedro    alegre para su casa.
  14   Puso calzón y ropilla    con alamares de plata,
     una media a lo francés,    con liga morada atada,
  16   y la mota de la hoja    la mitad la media tapa.
     Muy galán iba don Pedro,    la gente bien le miraba;
  18   la que más mira y adora    es la hermosa linda Juana.
     Mandan soltar un torillo    de los bravos de Jarama.
  20   Bravo le llaman al toro    los vaqueros que le guardan;
     la cuerna gacha y aguda,    la frente remolinada,
  22   lo negro como una mora,    que del suelo alza la paja.
     Cuando le vieron venir,    todos se meten en casa,
  24   sino el valiente don Pedro    que le espera cara a cara.
     Le mete la lanza al pecho    y al suelo le derribara.
  26   --Ahora pide tú, don Pedro,    no te se negará nada.
     No pidas a Sevilla    ni tampoco a Granada,
  28   ni las montañas de Oviedo,    para ti no valen nada.
     Si quieres castillo en alto    o ciudad en vega llana,
  30   o quieres el oro en perlas    o moneda enmonedada.
     --No quiero castillo en alto    ni ciudad en vega llana,
  32   ni tampoco el oro en perlas    ni moneda enmonedada;
     sólo quiero por esposa    a la hermosa linda Juana.
  34   Una prenda me pediste    que es la que más estimaba.
     Por ser palabra de rey,    ella te será otorgada.--
  36   Para el día de las bodas    dos mil doblones le manda.
     --También te haré trinchante    en mi mesa y en mi tabla.--

Nota: título original: Premio del rey

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0102:1 Toros y cañas (á-a)            (ficha no.: 1846)

Versión de Vilaseca (parr. Negueira, ay. Negueira de Muñiz, ant. Fonsagrada, p.j. Fonsagrada, Lugo, España).   Recitada por Balbina Cachán (63a). Recogida por Aníbal Otero Álvarez, 00/00/1931 (Archivo: AMP; Colec.: Otero, A. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en RT-Galicia 1998, p. 367.  060 hemist.  Música registrada.

     Siete años anduvo de amores    en servirla y regalarla,
  2   nunca pudo alcanzar de ella    ningún favor de importancia.
     Un domingo por la tarde,    y un lunes por la mañana,
  4   se subió por un balcón    por saber a dónde estaba.
     --¡Oh, qué corazón de bronce,    siendo tu cera tan blanda!
  6   --¿Tú qué quieres, ay don Pedro,    tú qué quieres que te haga?
     --Como es esto de reyes,    no te puedo decir nada.
  8   --Mañana es día de San Pedro,    arma el rey toros y cañas;
     tú si queres ir allá,    yo te empeño en mi palabra.--
  10   Comprara caballo blanco    que cien doblones costara;
     la silla la compró de oro,    las herraduras de plata,
  12   el freno lo compró verde,    porque verde es su esperanza.
     Pregunta el rey a los suyos    dónde salió tanta gala.
  14   --Don Pedro de su linaje,    hombre de valor y fama.--
     Mandara portarle un toro    dos mejores de Jarana,
  16   que tenga la cola grande,    la testa remolizada.
     Don Pedro, desque lo ha visto,    ya le temblaba la barba.
  18   Arrinca de las espadas,    la cabeza le quitara.
     --Ahora pide, don Pedro,    no se te estorbará nada;
  20   no me pidas la Sevilla    ni tampoco la Granada,
     ni tampoco la corona,    rey sin ella no e(re)s nada.
  22   --Por esposa y mujer pido    a su hija doña Juana.
     --¡Malajo para ti, Pedro,    mejor prenda de mi casa!
  24   Tiene de servir siete años;    tú de paje y ella dama.
     --Ni le he de servir siete años    yo de paje ni ella dama,
  26   ni tampoco quiero ser    mayordomo de su casa,
     que he de serlo de la mía,    toda la flor de Granada.
  28   --Llévala, don Pedro, llévala,    Dios te ayude a bien gozarla,
     que para el día de la boda    cien doblones te mandara,
  30   y la reina ciento veinte    para guantes de la dama.--

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