0106:1 Prisión de Sayavedra: Río Verde (í-a) (í-a) (ficha no.: 1502)
Versión de España. Recogida 00/00/1547 Publicada en Canc. de rom. s. a. f. 174); Canc. de rom. 1550 f. 182 y Silva de 1550 tom. I, f. 97 (Romance de Sayavedra). Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 96, vol. I, pp. 316-318 (Romance fronterizo.--XXXVII.). 072 hemist. Música registrada. |
¡Río Verde, Río Verde, más negro vas que la tinta! | |
2 | entre ti y Sierra Bermeja murió gran caballería, |
mataron a Ordiales, Sayavedra huyendo iba; | |
4 | con el temor de los moros entre un jaral se metia. |
Tres días ha, con sus noches, que bocado no comia; | |
6 | aquejábale la sed y la hambre que tenía. |
Por buscar algún remedio al camino se salía; | |
8 | visto lo habían los moros que andan por la serranía. |
Los moros desque lo vieron, luego para él se venían. | |
10 | Unos dicen: --¡Muera, muera!-- otros dicen: --¡Viva, viva!-- |
Tómanle entre todos ellos; bien acompañado iba. | |
12 | Allá le van a presentar al rey de la morería. |
Desque el rey moro lo vido bien oiréis lo que decía: | |
14--¿Quién es ese caballero que ha escapado con la vida? | |
--Sayavedra es, señor, Sayavedra el de Sevilla, | |
16 | el que mataba tus moros y tu gente destruía, |
el que hacía cabalgadas y se encerraba en su manida.-- | |
18 | Allí hablara el rey moro, bien oiréis lo que decía: |
--Dígasme tú, Sayavedra, si Alá te alargue la vida, | |
20 | si en tu tierra me tuvieses, ¿qué honra tú me harías?-- |
Allí habló Sayavedra, de esta suerte le decía: | |
22 | --Yo te lo diré, señor, nada no te mentiria: |
si cristiano te tornases, grande honra te haría; | |
24 | y si así no lo hicieses, muy bien te castigaría: |
la cabeza de los hombros luego te la cortaría. | |
26 | --Calles, calles, Sayavedra, cese tu malenconía; |
tórnate moro si quieres, y verás qué te daría: | |
28 | darte he villas y castillos, y joyas de gran valía.-- |
Gran pesar ha Sayavedra d` esto que oír decía; | |
30 | con una voz rigurosa d` esta suerte respondía: |
--Muera, muera Sayavedra; la fe no renegaría, | |
32 | que mientra vida tuviere la fe yo defendería. |
Allí hablara el rey moro, y d` esta suerte decía: | |
34 | --Prendeldo, mis caballeros, y d` él me haced justicia.-- |
Echó mano a su espada, de todos se defendía; | |
36 | mas como era uno solo, allí hizo fin su vida. |
Variantes y nota: -12a Llévanle a presentar. Silva; -19b diría Silva; -29b así en la Silva, todas las ed. del Canc. de rom. y aun el Romancero de Durán, mientras en Primavera se insiste en nota que se trata de una "equivocación manifiesta": que debía de ser decir oía. |
0106:2 Prisión de Sayavedra: Río Verde (í-a) (í-a) (ficha no.: 1503)
Versión de España. Recogida 00/00/1595 Publicada en Pérez de Hita, Historia de las bandos de Cegríes etc.. Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 96a, vol. I, pp. 319-320 (Romance fronterizo. - XXXVIII.). 062 hemist. Música registrada. |
¡Río Verde, Río Verde! tinto vas en sangre viva; | |
2 | entre ti y Sierra-Bermeja murió gran caballería. |
Murieron duques y condes, señores de gran valía; | |
4 | allí murió Urdiales, hombre de valor y estima. |
Huyendo va Sayavedra por una ladera arriba; | |
6 | tras dél iba un renegado, que muy bien lo conocía. |
Con algazara muy grande de esta manera decía. | |
8 | --Date, date, Sayavedra, que muy bien te conocia; |
bien te vide jugar cañas en la plaza de Sevilla, | |
10 | y bien conocí tus padres y a tu mujer doña Elvira. |
Siete años fui tu cautivo, y me diste mala vida; | |
12 | ahora lo serás mío, o me ha de costar la vida.-- |
Sayavedra, que lo oyera, como un leon revolvía; | |
14 | tiróle el moro un cuadrillo y por alto hizo vía. |
Sayavedra con su espada duramente lo hería: | |
16 | cayó muerto el renegado de aquella grande herida. |
Cercaron a Sayavedra más de mil moros que había; | |
18 | hiciéronle mil pedazos con saña que dél tenían. |
Don Alonso en este tiempo muy gran batalla hacía: | |
20 | el caballo le habían muerto, por muralla le tenía, |
y arrimado a un gran peñon con valor se defendía. | |
22 | Muchos moros tiene muertos; mas muy poco le valía, |
porque sobre él cargan muchos y le dan grandes heridas, | |
24 | tantas que allí cayó muerto entre la gente enemiga. |
Tambien el conde de Ureña mal herido en demasía, | |
26 | se sale de la batalla, llevado por una guía |
que sabía bien la senda, que de la sierra salía; | |
28 | muchos moros deja muertos, por su grande valentía. |
Tambien algunos se escapan que al buen conde le seguían. | |
30 | Don Alonso quedó muerto, recobrando nueva vida |
con una fama inmortal de su esfuerzo y su valía. |