Pan-Hispanic Ballad Project

Total: 16


0110:80 La Condesita (á)            (ficha no.: 3820)

Versión de Oviedo (ay. Oviedo, p.j. Oviedo, Asturias, España).   Recitada por Casilda Laverde Ruiz (18a) y Irene Laverde Ruiz (16a). Recogida por José Amador de los Ríos, 00/02/1863 (Archivo: AMP; Colec.: Gumersindo Laverde; cinta: Ms. Rodrigo A., n. 45, pp. 233-238). Publicada en Cossío 1933-1934, I. XXI (nº 103), pp. 180-181. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V. 24, pp. 36-38 y SilAstur I 1999, (J. Antonio Cid, ed.), pp. 111-112.  094 hemist.  Música registrada.

     Allá arriba en Novardía,    `n aquella noble ciudad,
  2   nombraron al conde Lara    de capitán general.
     La condesa, que lo supo,    bien se hartaba de llorar.
  4   --¿Por qué llora la condesa,    por qué tanto suspirar?
     --Porque me han dicho el, buen conde,    que te ibas de general.
  6   --Si te lo han dicho, condesa,    te habrán dicho la verdad;
     si a los siete años no vengo,    a los ocho casarás,
  8   y si eres mujer de bien    a los nueve aguardarás.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     --¡No lo quiera Dios del cielo    ni la Santa Trinidad,
  10   mujer que tenga marido,    que la vuelvan a casar!
     --Cómpreme padre un vestido,    que yo le iré a buscar;
  12   no se le pido de seda,    ni de oro que cuesta más;
     pídole de eso de esparto,    de eso que llaman sayal.--
  14   Siete vueltas di al reinado,    ninguno fui para hallar,
     mas al cabo de las ocho    con el paje vine a dar:
  16   --Anda, dime, pajecito,    anda, dime la verdad:
     ¿de quién son esos caballos    que te mandaron cuidar?
  18   --Del conde Lara, señora,    mañana se va a casar;
     ya mataron el carnero,    ya están amasando el pan.
  20   --Anda, dime, pajecito,    si me enseñaras allá.
     --Eso no lo haré, señora,    eso no lo haré yo tal,
  22   que están los campos muy verdes,    los caballos se me irán.
     --Si los caballos se marchan,    bien pagados te serán;
  24   que aquí llevo en el bolsillo    cien duros y mucho más.--
     El paje, que tal oyó,    al punto le fue a enseñar.
  26   Siete vueltas dio al palacio,    ninguno fue para hallar,
     mas al cabo de las ocho    con el conde vino a dar:
  28   --Darame uste una limosna    por Dios y la caridad,
     que algún día en su palacio    limosnas solían dar.
  30   --¿De dónde es la peregrina    que es tan graciosa en mirar?
     --De allá arriba en Novardía,    de aquella noble ciudad.
  32   Si es uste de Novardía,    ¿qué se cuenta por allá?
     --Del conde Lara, señor,    poco bueno y mucho mal.--
  34   El conde que tal oyó    para el suelo desmayar;
     ni con vino ni con agua    no le son para acordar.
  36   --Anda dile, peregrina,    anda, dile a levantar.
     --Aquí están los lindos ojos    con que te solía mirar;
  38   aquí está la linda boca    con que te solía hablar;
     aquí están los lindos brazos    con que te solía abrazar.--
  40   El conde, que tal oyó,    para arriba levantar:
     --Pajecitos, pajecitos,    los que coméis de mi pan,
  42   mirad a la mi señora,    llevádmela a pasear
     por delante aquella otra,    que ella os preguntará:
  44   ¿De quién es esa señora    que lleváis a pasear?
     --Es mujer del conde Lara,    que le ha venido a buscar.
  46   --Algún día, algún día    y ahora digo que es verdad,
     que los amores primeros    son muy malos de olvidar.

Notas del editor: Recogida por G. L. en Oviedo e en Llanes (p. j. Llanes) a principios de febrero 1863 y remitido a J. Amador de los Ríos; Cossío y Maza Solano editan desde ún una copia del ms. de la Biblioteca de Menéndez Pelayo que carecía de datos identificatorios y los editores creyeron erróneamente que la versión procedía de Santander.
Lecturas de la ed. de 1933 de la copia de la Biblioteca Menéndez Pelayo: -10b que la traten de c.; -14 s. v. dio a. r. / n. fue p. h.; -15b c. e. p. vino a d.; -25b a. p. l. fue a e.; -29b limosna solía d.; -41b l. q. c. el mi p.; -42a omite; -43a omite por.

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0110:84 La Condesita (á)            (ficha no.: 3824)

Versión de La Lastra (ay. Tudanca, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Cabuérniga, Cantabria, España).   Recitada por Isabel Rodríguez(24a). Recogida por José María de Cossío, 00/00/1920 publicada en Cossío 1933-1934, I. XXI (nº 84), pp. 156-158. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V.28, pp. 40-41.  096 hemist.  Música registrada.

     Allá arriba en la Bardija,    y abajo en noble ciudad,
  2   nombraron a conde Lado    pa capitán general.
     La condesa, que lo supo,    no cesaba de llorar.
  4   --¿Por qué lloras, condesita?    --Bien tengo por qué llorar,
     que me han dicho, conde Lado,    que te vas de capitán.
  6   --Si te lo han dicho, condesa,    te habrán dicho la verdad;
     si a los siete años no vuelvo,    a los ocho casarás,
  8   y si eres mujer de bien    a los nueve esperarás.--
     Se pasaron los siete años    y la tratan de casar.
  10   Ella les dice a sus padres:    --Por Dios y la caridad,
     cómpreme, padre, un vestido,    que yo me le iré a buscar;
  12   no se lo pido de plata,    ni de oro que vale más,
     se lo pido de esa lana,    de eso que llaman sayal.--
  14   El vestido ya está hecho,    la peregrina se va.
     Anduvo siete reinados    y sin poderle encontrar,
  16   mas al cabo de los ocho,    con un pastorcito da:
     --Dígame, por Dios, pastor,    por Dios y la caridad,
  18   ¿de quién son estos caballos    que venís aquí a guardar?
     --De conde Lado, señora,    mañana se va a casar;
  20   ya mataron los carneros    ya están amasando el pan.
     --Dígame, por Dios, pastor,    por Dios y la caridad,
  22   si llegaré yo está noche    a París de la ciudad.
     --Sí señora, sí usted corre,    también para merendar.
  24   --Dígame, por Dios, pastor,    si usted me enseñara allá.
     --¡No lo quiera Dios del cielo    ni la Virgen del Pilar;
  26   se me marchan los caballos,    no tengo con que pagar.
     --Si se marchan los caballos,    bien pagados le serán;
  28   aquí traigo diez mil duros    y con ellos mucho más.--
     El pastorcito, que oye esto,    con la peregrina va.
  30   Siete vueltas dio al palacio    y sin poderle encontrar,
     mas al cabo de las ocho    con el conde Lado da:
  32   --Deme limosna, buen conde,    por Dios y la caridad,
     --Váyase, la peregrina,    que no la tengo qué dar.
  34   --Deme limosna, buen conde,    por Dios y la caridad,
     --Váyase, la peregrina,    que no la tengo qué dar.
  36   --Deme limosna, buen conde,    por Dios y la caridad,
     que allá arriba en la Bardija    bien me la solía dar.--
  38   El conde Lado, que oye esto,    un desmayado le da.
     --Dígame, la peregrina,    ¿qué se cuenta por allá?
  40   --De conde Lado, señor,    poco bien y mucho mal,
     que ha dejado una doncella    de quince años poco más.
  42   --Criados, los mis criados,    los que coméis del mi pan,
     cogedme esta palomita    llevádmela al palomar,
  44   y la otra palomita    echádmela a volar.
     Esto lo decía yo    y bien lo decía ya,
  46   que amores de largo tiempo    son muy malos de olvidar.
     Son muy malos de olvidar,    muy malos de olvidar son,
  48   porque han echado raices    al lado del corazón.--

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0110:85 La Condesita (á)            (ficha no.: 3825)

Versión de Cossío (ay. Valle de Ríonansa, p.j. San Vicente de la Barquera, Cantabria, España).   Recitada por Esperanza González (35a). Recogida por José María de Cossío, 00/00/1920 publicada en Cossío 1933-1934, I. XXI (nº 86), pp. 159-160. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V.29, p. 41.  072 hemist.  Música registrada.

     Allá arriba en la Bahida    hay una noble ciudad,
  2   nombraron al conde Lara    de capitán general.
     La princesa, que lo supo,    no cesaba de llorar.
  4   --¿Por qué llora la princesa?,    mucho tienes que llorar,
     que me voy por siete años    de capitán general,
  6   y si a los siete no vuelvo,    a los ocho esperarás,
     y si eres mujer de bien    a los nueve has de llegar.--
  8   Vinieron los siete años,    la trataron de casar:
     --¡No lo quiera Dios del cielo,    ni la Virgen del Pilar,
  10   mujer que tenga marido,    no la traten de casar.
     Cómpreme, padre, un vestido,    que yo me le iré a buscar.
  12   No me le compre de seda,    ni cosa que valga más,
     cómpremela usted de esparto,    de eso que llaman sayal.--
  14   Anduvo siete provincias    y no le pudo encontrar,
     y al llegar a las ocho    con un pastorcito da:
  16   --Pastorcito, pastorcito,    dime, dime la verdad:
     ¿de quién son tantos caballos    como en la ribera están?
  18   --Son del conde y su señora,    mañana se va a casar.
     --Pastorcito, pastorcito,    si me fueras a enseñar.
  20   --Eso no lo haré Dios mío,    no no lo haré yo tal;
     están los campos muy verdes,    los caballos se me irán.
  22   --Deja los caballos y anda,    que ésos de mi cuenta van.--
     Y entonces el pastorcito    ya se ha echado a caminar.
  24   Ya llegaron al palacio    donde el conde Lara está;
     abrir puertas, cerrar puertas    y a la de ocho llegar.
  26   --Buenos días, señor conde,    buenos días se le dan.
     Deme uste una limosnita,    que Dios se lo pagará,
  28   que algún día en su palacio    limosna solían dar.
     --Usted que es de Navarría,    ¿qué se cuenta por allá?
  30   --Lo que se cuenta, buen conde,    poco bien y mucho mal,
     que la princesa del rey    mañana se va a casar.--
  32   Entonces al señor conde    un accidente le da,
     que entre todos los criados    no le pueden sujetar.
  34   Prepararon los caballos    para Navarría van,
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     que los amores primeros    son muy malos de olvidar.
  36   Y otro día el señor conde    con ella se fue a casar.

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0110:86 La Condesita (á)            (ficha no.: 3826)

Versión de Ruiloba (ay. Ruiloba, p.j. San Vicente de la Barquera, Cantabria, España).   Recogida dos veces, 30/07/1930+00/00/1942 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Cossío 1933-1934, I. XXI (nº 87), pp. 160-162 y Schindler 1941, mús.531. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V.30, pp. 41-45.  106 hemist.  Música registrada.

     Allá arriba en la Abadía    en aquella noble ciudad,
  2   nombraron al conde de Lara    de capitán general.
     La condesa, que lo supo,    no cesaba de llorar.
  4   --¿Por qué lloras tú, condesa,    por qué tanto suspirar?
     --Porque me han dicho que ibas    de capitán general.
  6   --Si te lo han dicho, condesa,    bien te han dicho la verdad;
     si a los siete años no vengo,    a los ocho casarás.
  8   --¡No lo quiera Dios del cielo    ni la Santa Trinidad,
     mujer que tenga marido    ella se vuelva a casar!--
  10   Y sin pasarse los siete    ya la tratan de casar:
     --Hágame un vestido, padre,    que me lo voy a buscar;
  12   no se lo pido de seda,    ni de gro que cuesta más,
     que se lo pido de esparto,    de eso que llaman sayal.
  14   Écheme la bendición,    que ya le voy a buscar.
     --Que te la eche Dios del cielo,    el que tiene potestad.--
  16   Anduvo siete reinados    y sin el conde encontrar,
     mas al cabo de los ocho    con un paje vino a dar:
  18   --Dígame usted, pajecito,    dígame, usted la verdad:
     ¿de quién son esos caballos    que traes a pastorgar?
  20   --Son del conde, señora,    mañana se va a casar;
     los carneros ya están muertos,    el pan ya se va a sobar.
  22   --Si quisieras, pastorcito,    venir conmigo a enseñar.
     --Eso no lo haré, señora,    eso no lo haré yo tal;
  24   están los campos muy verdes,    los caballos se me irán.
     --Si te se van los caballos,    bien pagados te serán,
  26   aquí traigo once mil duros    y en el bolso algo más.--
     El pastor, al oír esto,    empezaba a caminar.
  28   Siete vueltas dio al palacio    y sin el conde encontrar,
     mas al cabo de las ocho    con el conde vino a dar:
  30   --Dame limosna, buen conde,    por Dios y la caridad,
     --Vete con Dios, peregrina,    que no tengo qué te dar.
  32   Algún día en tu palacio    limosna solías dar.
     --¿De dónde es la peregrina    que está corta y sin hablar?
  34   --Soy de Lombardía, buen conde,    de aquella noble ciudad.
     --Dígame usted, peregrina,    ¿qué se cuenta por allá?
  36   --Del señor conde de Lara,    poco bien y mucho mal,
     porque ha dejado una niña    de quince años poco más.--
  38   Al oír estas palabras    ya se empieza a desmayar;
     ni con agua ni con vino,    no la podían levantar.
  40   --Levántate peregrina,    si te puedes levantar.
     --Levántate tu, buen conde,    si te quieres levantar.
  42   Aquí están mis lindos ojos    con que te solía mirar;
     aquí están mis lindos labios    con que te solía besar;
  44   aquí está mi linda boca    con que te solía hablar;
     aquí están mis lindos brazos    con que te solía abrazar;
  46   aquí están mis lindos pies    que te vienen a buscar.
     --Criados, los mis criados,    los que me coméis el pan,
  48   cogédmela de la mano,    llevádmela a pasear.
     La pasearéis por delante    y ella os preguntará:
  50   ¿De quién es esa señora    que traéis a pasear?
     --Mujer del conde de Lara,    que le ha venido a buscar.
  52   --Eso no me extraña a mí,    ni me debe de extrañar,
     que los amores primeros    son muy malos de olvidar.

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0110:87 La Condesita (á)            (ficha no.: 3827)

Versión de Caldas de Besaya (ay. Los Corrales de Buelna, p.j. Torrelavega, Cantabria, España).   Documentada en o antes de 1933. (Archivo: AMP). Publicada en Cossío 1933-1934, I. XXI (nº 91), pp. 167-168. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V.31, p. 46.  064 hemist.  Música registrada.

     Allá arriba en Somarriba,    en aquella gran ciudad,
  2   nombraron al conde Marcos    de capitán general.
     La condesa, que lo supo,    no ha cesado de llorar.
  4   --¿Por qué lloras tú, condesa?,    ¿por qué tu triste mirar?
     --Porque me han dicho que marchas    de capitán general.
  6   --Si te lo han dicho condesa,    bien te han dicho la verdad;
     si a los siete años no vuelvo,    a los ocho casarás,
  8   y si eres mujer de bien    a los nueve esperarás.--
     Dieron los nueve cumplidos,    ya la tratan de casar:
  10   --¡No lo quiera Dios del cielo    ni la Virgen del Pilar!
     Hágame, padre, un vestido    que le quiero ir a buscar;
  12   yo no lo quiero de seda,    ni de oro que vale más,
     que le quiero de estámeña,    de eso que llaman sayal.--
  14   Andando por los caminos    con un pastor vino a dar:
     --Dime, pastorcito, dime,    no me niegues la verdad:
  16   ¿de quién son esos caballos    marcados con mi señal?
     --Del conde Marcos, señora,    mañana se va a casar;
  18   ya están los corderos muertos    y el pan mandado amasar.
     --Dime, pastorcito, dime    ya me enseñaras allá.
  20   --Eso no lo haré, señora,    eso no lo haré jamás,
     que los campos están verdes,    los caballos se me irán.
  22   --Deja marchar los caballos    que yo te los he de pagar,
     que traigo yo en mi bolsillo    para cuatrocientos más.--
  24   Andando muy poco tiempo    con el conde vino a dar:
     --Dame una limosna,    si tú me la quieres dar,
  26   que algún día en tu palacio    bien la solías tu dar.
     --Dime, peregrina, dime,    lo que pasa por allá.
  28   --Del conde Marcos, señor,    poco bien y mucho mal,
     que ha dejado a su mujer    de quince años poco más.
  30   Al decir estas palabras,    tendida cayó pa atrás.
     --Cogedme esta peregrina,    ponedla en mejor lugar,
  32   y si la otra pregunta:    que me ha venido a buscar.--

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0110:88 La Condesita (á)            (ficha no.: 3828)

Versión de Corrales de Buelna (ay. Los Corrales de Buelna, p.j. Torrelavega, Cantabria, España).   Recogida 00/00/1933 (Archivo: AMP). Publicada en Cossío 1933-1934, I. XXI (nº 90), pp. 165-167. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V.32, pp. 46-47.  108 hemist.  Música registrada.

     Allá arriba en Novalías,    aquella noble ciudad,
  2   tratan de poner al conde    de capitán general.
     Condesa que ha oído esto    no cesaba de llorar.
  4   --¿Por qué lloras tú, condesa,    por qué tanto suspirar?
     --Que me han dicho, buen conde,    que me han dicho que te vas.
  6   --Si te lo han dicho, condesa,    te habrán dicho la verdad;
     si a los siete años no vengo,    a los ocho casarás,
  8   y si eres mujer de bien    a los nueve esperarás.--
     No hacía los siete años,    ya la tratan de casar.
  10   --¡No lo quiera Dios del cielo    ni la Santa Trinidad,
     mujer que marido tenga,    que la traten de casar!
  12   Écheme, padre, un vestido,    ni de oro que cueste más,
     échemelo de eso pardo,    de eso que llaman sayal.
  14   Y écheme la bendición,    que le voy a ir a buscar.
     La bendición de Dios, hija,    es la que te valdrá más.--
  16   Siete reinados ha andado    y sin un alma alcontrar.
     Cuando iba por los bajos,    no cesaba de llorar;
  18   cuando iba por los altos,    no cesaba de mirar,
     y al cabo de los ocho    con un pastor vino a dar:
  20   --Dímelo tú, pastorcito,    por Dios y la caridad,
     ¿de quién son estos caballos    mostrados a mi señal?
  22   --Del conde Largo, señora,    mañana se va a casar;
     ya están muertos los carneros,    ya están amasando el pan.
  24   --Pastorcito, pastorcito,    si me enseñaras allá.
     --Eso no lo haré yo eso    eso no lo haré yo tal;
  26   los campos están muy verdes,    los caballos se me irán.
     --Si se te van, pastorcito,    bien pagados te serán.
  28   Pastorcito, pastorcito,    si me dejarán entrar.
     --Sí por cierto, mi señora,    nadie se lo estorbará.--
  30   Siete vueltas dio al palacio    y sin un alma encontrar;
     al cabo de las ocho    con el conde vino a dar:
  32   --Dame limosna, buen conde,    por Dios y la caridad,
     que algún día en tu palacio    limosna solías dar.
  34   --¿Qué quieres tú, peregrina?,    si no tengo qué te dar.--
     Echó mano a su bolsillo    y un real de plata la da.
  36   --¿Dónde eres tú, peregrina,    de tan hermoso mirar?
     --Allá soy de Novalías,    de aquella noble ciudad.
  38   --Si eres de Novalías,    ¿qué se cuenta por allá?
     --Poco bueno y mucho malo,    que eso no puede faltar,
  40   que el conde Largo, señor,    no sabe si volverá;
     ha dejado a su mujer    de quince años y no más.
  42   Al conde que ha oído esto    un desmayo le fue a dar;
     ni con vino ni con agua    no le eran pa levantar.
  44   --Mándale tú, peregrina,    mándale tú levantar.--
     Se quitó la esclavina,    se quedó en lo de sayal.
  46   --Alevántate, buen conde,    si te quieres levantar,
     mira estos ojos galanos    con que te solía mirar;
  48   mira está boca parlera    con que te solía hablar;
     mira aquel don que me distes    la noche de Navidad.
  50   --Criados, los mis criados,    los que coméis del mi pan,
     sacarme esta peregrina    llevádmela a pasear;
  52   llevádmela por la puerta,    que ella os preguntará:
     --¿Quién es esta peregrina    que sacáis a pasear?
  54   --Del conde Largo, señora,    que le ha venido a buscar.--

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0110:89 La Condesita (á)            (ficha no.: 3829)

Versión de Liencres (ay. Piélagos, p.j. Santander, Cantabria, España).   Recogida 00/00/1933 (Archivo: AMP). Publicada en Cossío 1933-1934, I. XXI (nº 94), pp. 169-170. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V.33, pp. 47-48.  078 hemist.  Música registrada.

     Allá arriba en Lombardía,    aquella noble ciudad,
  2   nombraron al conde de Arco    de capitán general.
     Su esposa, que lo ha sabido,    no hacía más que llorar.
  4   --¿Por qué lloras tú, condesa,    por qué tanto suspirar?
     --Me han dicho que te han nombrado    de capitán general.
  6   --Si te lo han dicho, condesa,    te han dicho mucha verdad;
     si a los siete años no vuelvo,    a los ocho te casarás,
  8   y si eres mujer honrada    a los nueve aguardarás.--
     A los siete no cumplidos    ya la tratan de casar.
  10   --¡Válgame Dios y la Virgen,    válgame también San Juan,
     que mujer de otro marido    ya la tratan de casar!
  12   Cómpreme, madre, un vestido,    que le quiero ir a buscar;
     no me le compre de seda    ni de oro que cuesta más,
  14   cómpremele de estameña,    de ese que llaman sayal.
     Se viste de peregrina    y ha empezado a caminar;
  16   ha andado cuarenta días    y sin con ninguno hablar;
     a los cuarenta cumplidos    con un pastor va a pegar:
  18   --Dímelo tú, pastorcito,    por Dios y por caridad,
     ¿de quién es aquel palacio    que de aquí está cerca ya?
  20   --Del conde de Arco, señora,    que mañana se va a casar.
     --Dímelo tú, pastorcito,    por Dios y por caridad,
  22   si andando yo bien ligera    llegaré está noche allá.
     --Andando usted bien ligera    al ponerse el sol llegará.--
  24   Siete vueltas da al palacio    y sin con ninguno hablar,
     mas al cabo de las ocho    con el conde va a pegar:
  26   --Por Dios te pido, buen conde,    por Dios y por caridad,
     que me des una limosna,    si tú me la quieres dar,
  28   que algún día en Lombardía    limosna solías dar.
     ¿Qué se corre en Lombardía,    qué se corre por allá?
  30   --Del conde de Arco, señor,    poco bien y mucho mal,
     porque ha dejado a su esposa    de quince años nada más.--
  32   El conde, que ha oído esto,    desmayado va pa atrás.
     --Cogerme esa peregrina,    subírmela arriba ya;
  34   vestirla de oro y de seda,    llevarla a pasear
     por delante de la otra,    que ella os preguntará:
  36   --¿De dónde es esa peregrina    de tan gracioso mirar?
     --Del conde de Arco, señora,    que la ha venido a buscar.
  38   --¿No os lo decía yo, madre,    no os lo decía yo ya?,
     que los amores primeros    son muy malos de gozar.--

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0110:93 La Condesita (á)            (ficha no.: 3833)

Versión de Santander (ay. Santander, p.j. Santander, Cantabria, España).   Documentada en o antes de 1933. (Archivo: AMP). Publicada en Cossío 1933-1934, I. XXI (nº 92), p. 168. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V.37, p. 50,.  042 hemist.  Música registrada.

     El conde Olivos se marchó    a la guerra a pelear
  2   y a su esposita la deja    de catorce años de edad.
     --Si a los siete años no vuelvo,    tú ya te puedes casar.--
  4   Ni a los siete, ni a los ocho,    ni a los nueve vuelve ya.
     Se ha vestido de romera    y a él le salió a burcar.
  6   Siete reinos ha corrido    y sin poderle encontrar;
     se encontró con un vaquero    y con él se puso a hablar:
  8   --Vaquerito, vaquerito,    tú me dirás la verdad:
     ¿de quién es aquel ganado    que tú cuidándole estás?
  10   --Es del conde don Olivos,    que pronto se va a casar.
     --Si a su presencia me llevas,    dinero te puedo dar.--
  12   La ha agarrado de la mano    y se la llevó al portal.
     --Conde Olivos, conde Olivos,    una romera aquí está
  14   que pregunta por usted,    si una limosna la da.--
     Echó mano a su bolsillo    y se la fue a dar.
  16   --Conde Olivos, conde Olivos,    ¡qué poca limosna das!
     Cuando estabas en tu reino,    más limosna solías dar.
  18   --Romera, ¿tú eres demonio,    que a mí me quieres tentar?
     --Conde Olivos conde Olivos,    soy tu esposa natural.--
  20   Mandó el conde a sus criados    los coches aparejar,
     y después de aparejados    se fueron a su ciudad.

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0110:94 La Condesita (á)            (ficha no.: 3834)

Versión de Esles (ay. Santa María de Cayón, p.j. Santander, ant. Villacarriedo, Cantabria, España).   Documentada en o antes de 1933. (Archivo: AMP). Publicada en Cossío 1933-1934, I, XXI (nº 96), p. 172. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V.38, p. 51.  052 hemist.  Música registrada.

     Se ha declarado la guerra    entre España y Portugal
  2   y al conde Haro le llevan    por capitán general.
     --Si a los siete años no vuelvo,    te tratarás de casar.--
  4   Ya pasaron los siete años    y el buen conde no volvió;
     la pobre triste y llorando    a casa de sus padres marchó:
  6   --Madre, cómpreme un vestido,    que le voy a ir a buscar;
     yo no le quiero de plata    ni de oro que vale más,
  8   que yo le quiero de paño,    de eso que llaman sayal.--
     La pobre triste y llorando    en su busca se marchó
  10   y en el medio del camino    un pastorcito encontró:
     --Pastorcito, pastorcito,    ¿qué se dice por acá?
  12   Las bodas del conde Haro,    que se van a celebrar;
     ya está el cordero en la mesa,    ya están amasando el pan.
  14   --Buenos días, conde de Haro,    buenos días, capitán.
     ¿Si haría usted el favor    de una limosnita dar?,
  16   que vengo de las Asturias    y no traigo que almorzar.
     --Si viene de las Asturias    ¿que se dice por allá?
  18   --Del conde de Haro, señor,    poco bien y mucho mal,
     que ha dejado su mujer    de siete años para acá.--
  20   Al oír estas palabras    el conde cayó pa atrás.
     --Llevarme esta morenita,    llevármela a pasear
  22   por delante de la otra,    que ya os preguntará:
     ¿de quién es esa morena    de tan gracioso mirar?
  24   La mujer de conde de Haro,    que le ha venido a buscar.
     --¡Malhaya con esos hombres    que tales palabras dan;
  26   tienen mujer en su tierra    y la vienen aquí a buscar!--

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0110:96 La Condesita (á)            (ficha no.: 3836)

Versión de Sarceda (ay. Tudanca, p.j. Cabuérniga, Cantabria, España).   Documentada en o antes de 1933. (Archivo: AMP). Publicada en Cossío 1933-1934, I. XXI (nº 85), pp. 158-159. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V.40, pp. 52-53.  082 hemist.  Música registrada.

     Allá arriba en Nogarcía    en aquel rico lugar
  2   llevan al conde de Flores    de capitán general,
     y la triste de su esposa    llorando y gimiendo está.
  4   --Si a los siete años no vuelvo,    te tratarás de casar;
     si eres mujer prudente,    a los ocho aguardarás.--
  6   Los siete años ya se acaban    y los ocho vienen ya.
     Un día yendo hacia misa    con su padre fue a encontrar:
  8   --¿Cómo no te casas hija,    cómo no te casas ya?
     --Mujer que tiene marido,    ¡como se vuelve a casar!
  10   Padre, cómpreme un vestido,    por Dios y por caridad,
     no se le pido de seda    ni de oro que vale más,
  12   que se le pido de lana,    de lo que llaman sayal.
     Se vistió la peregrina    y principio a caminar,
  14   y al cabo de siete leguas    un camino vio asomar:
     --Aquel castillo que vieras    ¿es de moros o de cristiandad?
  16   --Es del conde Nogarcía,    que mañana va a casar.
     --Por Dios te pido buen paje    que me lleves a mí allá.
  18   --Eso no lo haré, señora,    que las mulas se me irán,
     si las mulas se te van,    bien pagadas te serán.--
  20   Siete vueltas dio al castillo,    no encontró por dónde entrar,
     entre las siete y las ocho    con el conde fue a encontrar.
  22   --Conde, déme una limosna    por Dios y por caridad,
     que vengo de Nogarcía    y no tengo qué almorzar.
  24   --Si vienes de Nogarcía    me dirás lo que hay allá;
     si se casa la condesa    o la tratan de casar.
  26   --Ni se casó la condesa,    ni la tratan de casar,
     que la triste de la tu esposa    llorando a buscarte está.
  28   --¡Ay, ojos que no la vieron!,    ¿qué vestido ella traer?--
     Se quitó la mantellina,    se quedó en su verde brial,
  30   --Y es esto lo que me diste    la noche de Navidad.--
     Y al oír estas palabras,    desmayado en tierra está.
  32   Ella le entiende las mañas,    le aprieta el dedo pulgar.
     --Levántate de ese suelo    si te quieres levantar,
  34   que los amores primeros    son muy malos de olvidar.
     --Criados, los mis criados,    los que a mi mandato estáis,
  36   coged las mulas y el coche,    llevádmela a pasear
     por la calle de la otra,    allí os preguntará:
  38   --¿Quién es esa señorita    que lleváis a pasear?
     La condesa Nogarcía,    que ha venido y está aca.
  40   --¡Malditos sean los hombres    que tales palabras dan;
     tienen mujer en su pueblo    y la salen a buscar!--

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0110:100 La Condesita (á)            (ficha no.: 3840)

Versión de Buyezo (ay. Cabezón de Liébana, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Potes, Cantabria, España).   Documentada en o antes de 1933. (Archivo: AMP). Publicada en Cossío 1933-1934, I. XXI (nº 82), pp. 151-154. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V.44, pp. 56-57.  114 hemist.  Música registrada.

     Triste estaba la condesa,    triste y llena de pesar,
  2   porque la llevan al conde    de capitán general.
     --Dime tú, conde de Flores,    ¿cuánto tiempo has de tardar?
  4   --Siete años, la mi condesa,    siete años a más tardar,
     si a los ocho no he venido    te tratarás de casar.--
  6   Abajó su padre a misa,    su hija fue a visitar.
     --¿Cómo no te casas hija    o te tratas de casar?
  8   --¡Cómo me he de casar, padre,    yo cómo me he de casar!,
     si tengo por entendido    que el conde vivo lo está.
  10   Écheme su bendición    para yo dirle a buscar.
     --La bendición de Dios, hija,    la de Dios que vale más.
  12   Écheme la suya, padre,    que de algo me prestará.
     --También te caiga la mía,    con la Santa Trinidad.--
  14   Siete reinos tiene andados,    nunca le fue de encontrar,
     mas al cabo de los ocho    vio un castillo relumbrar:
  16   --Si era castillo de moros,    ellos me cautivarán;
     si es castillo de cristianos,    ellos me consolarán.--
  18   Siete vueltas dio al castillo,    nunca halló por dónde entrar,
     mas al cabo de las ocho    vio un pajecito asomar:
  20   --Pajecito, pajecito,    yo te quiero preguntar,
     ¿Cuyos son esos caballos    que al agua vas a llevar?
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  22   --Pues si son del conde Flores,    Dios se los deje gozar.
     --Pajecito, pajecito,    mas te quiero preguntar,
  24   que si el conde está casado    o se tratar de casar.
     --Hoy se matan los carneros,    mañana se cuece el pan,
  26   y otro día a la mañana    se tratará de casar.
     --Por Dios te lo pido, paje,    por Dios y de caridad,
  28   por Dios te lo pido, paje    me lleves donde él está.
     --¿Cómo lo haré, la señora,    los caballos se me irán.
  30   --Si se te van los caballos,    de mi cuenta quedarán.
     --Váyase usted, mi señora,    por esa calle del pan,
  32   que en unos balcones altos    le verá usted pasear.--
     En el medio de la calle    con el conde fue a encontrar:
  34   --Buenos días tenga el conde,    una limosna dará,
     que soy romera de Asturias    y no traigo qué gastar.
  36   --Antes de dar la limosna,    bueno era el preguntar,
     si usté es romera de Asturias,    ¿de qué plaza o qué ciudad?
  38   --En la ciudad de León,    ¿qué se cuenta por allá?
     Pues lo que más se ha contado,    lo que más hay que contar,
  40   que el conde Flores marchó    y no se ha visto tornar.--
     Ella traía un anillo,    no es de plata ni cristal,
  42   que se le dio el conde Flores    la noche de Navidad.
     El conde de que esto oyó,    desmayado en tierra está.
  44   --¡Prendan, prendan la romera,    porque el conde muerto está.
     --Yo, ¿por qué me han de prender,    si yo no le he hecho mal?,
  46   que si yo he matado al conde,    yo le volveré a sanar.
     Alevántate Alejandro,    si te quieres levantar,
  48   que la tu esposa Isabel    muy cerquita de ti está.--
     Levantóse para arriba,    besos y abrazos le da;
  50   la ha agarrado por la mano,    la ha llevado a pasear.
     Va por la calle la otra,    la otra a la puerta está:
  52   --¿Quién será aquella señora    que con Alejandro va?
     --Es la su esposa Isabel,    que le ha venido a buscar.
  54   --¡Quién se fía de los hombres,    quién de los hombres fiar!,
     que al cabo de siete meses    cuernos no me faltarán.
  56   --Perdone usted, la señora,    y bien puede perdonar,
     que los amores primeros    son muy malos de olvidar.--

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0110:101 La Condesita (á)            (ficha no.: 3841)

Versión de Luriezo (ay. Cabezón de Liébana, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Potes, Cantabria, España).   Documentada en o antes de 1933. (Archivo: AMP). Publicada en Cossío 1933-1934, I. XXI (nº 83), pp. 155-156. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V.45, pp. 57-58.  092 hemist.  Música registrada.

     Triste estaba la condesa,    triste y harta de llorar,
  2   porque le llevan al conde    porque le van a llevar.
     --¿Cuánto has de tardar, mi conde,    dime cuánto has de tardar?
  4   --Siete años la mi condesa,    si la ley no manda más,
     y si a los siete no vengo,    a los ocho casarás.--
  6   Ya se pasan los siete años    y no parece llegar,
     pues un día yendo a misa    con su padre fue a encontrar:
  8   --¿No te casas, la mi hija,    o te tratas de casar?
     --No me caso, padre mío,    ni me trato de casar,
  10   que el conde don Alejandro,    vivo me han dicho que está.
     Écheme la bendición    para dirle yo a buscar.
  12   --Pues la bendición te caiga,    la de Dios que vale más.--
     Ha andado siete leguas    y sin un pueblo encontrar,
  14   y a la punta de las ocho    un palacio ha visto ya:
     --Si el palacio es de cristianos,    pan y vino me darán,
  16   y si el palacio es de moros,    allí me cautivarán.--
     Ha andado ya siete puertas    en sin un alma encontrar,
  18   y a la punta de las ocho    un pajito ha visto ya:
     ¿De quién son esos caballos    que al agua vas a llevar?
  20   --Del conde don Alejandro,    que se trata de casar;
     hoy le matan las gallinas    y hoy le cuecen el pan.
  22   --Por Dios te pido, pajito,    que me lleves donde está.
     --Eso no lo haré, señora,    que los caballos se irán.
  24   --Si los caballos se fuesen,    de mi cuenta quedarán
     la agarraba por la mano    la lleva donde el está
  26   limosna te pido conde    para el camino pasar
     Echó mano a su bolsillo    y un doblón de a ocho la da
  28   después de dar-la limosna    bueno era el preguntar
     --¿De dónde es la señora,    de que villa o que ciudad
  30   de madrid el caballero    si algo se le ofrece allá
     si se casa la condesa    o se trata de casar
  32   no se casa la condesa    ni se trata de casar
     que tengo por entendido    que en busca de uste anda ya
  34   desde que le dijo esto    esmayao se cayó atrás
     presa presa la señora,    presa la van a llevar
  36   --¿Por qué me han de llevar presa    y por que me han de llevar
     si yo he matado a mi conde    yo le volveré a sanar
  38   --Levántate arriba conde    si te quieres levantar
     que la tu esposa Isabel    muy lejos de ti no está
  40   se levanta espavorido    abrazos y besos la da
     la agarraba de la mano    y la lleva a pasear
  42   por la puerta de la otra    la otra a la puerta está
     --¿Quién es aquella señora,    que con alejandro va
  44   es la su esposa Isabel    que le ha venido a buscar
     --¡Quién se fía de los hombres    quién se volvera a fiar!,
  46   de siete meses con cuenta    cuernos no me faltaran.--

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0110:171 La Condesita (á)            (ficha no.: 3911)

Versión de Campo de Ebro (ay. Valderredible, p.j. Reinosa, Cantabria, España).   Recogida 00/00/1933 (Archivo: AMP). Publicada en Cossío 1933-1934, I. XXI (nº 89), pp. 164-165. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V.116, p. 114.  072 hemist.  Música registrada.

     Ya camina don Brillante,    ya camina, ya se va,
  2   y a su querida Isabel    solita la deja ya.
     --Si a los siete años no vuelvo,    con otro puedes casar.--
  4   Se han pasado siete años    y los ocho andando van;
     el padre a su hija la dice:    --Isabel te pués casar.
  6   --¡Cómo me he de casar, padre,    si Brillante vivo está!
     "Écheme la bendición    para írmele a buscar.
  8   --La mía te caiga, hija,    la de Dios que vale más.
     --Déme también un vestido    para yo irle a buscar;
  10   no se le pido de seda,    se le pido de sayal,
     para que no me conozcan    los que han comido mi pan.
  12   De noche por los caminos,    de día por el jaral,
     hubo de andar siete leguas    sin pueblecito encontrar,
  14   mas al cabo de las ocho    un vaquero vino a hallar:
     --Vaquerillo, vaquerillo,    tú me dirás la verdad:
  16   ¿de quién son esas novillas    que tienen nueva señal?
     --De don Brillante, señora,    mañana se va a velar;
  18   ya tiene las carnes muertas    y el vino pa refrescar.
     --Vaquerillo, vaquerillo,    tú me has de enseñar allá.
  20   --Yo señora, yo no puedo,    que las vacas se me van.
     --Si las vacas se te fueran,    bien pagadas te serán.--
  22   Metió la mano en el bolso    siete onzas de oro le da.
     --Venga, venga, la señora,    yo la tengo de enseñar.
  24   Aquí vive don Brillante,    yo, señora, vuelvo atrás.--
     Ella pidió una limosna    por Dios o por caridad.
  26   Ha bajado don Brillante,    una peseta la da.
     --Hombre, hombre, don Brillante,    ¡qué poca limosna das!,
  28   cuando estabas con Isabel    a duro solías dar.--
     Don Brillante la miraba,    desmayado cayó atrás;
  30   ni con agua ni con vino    no le pueden reanimar,
     sino es con palabras dulces    que doña Isabel le da.
  32   --Queden con Dios los señores,    que yo me voy a marchar
     con la mi esposa Isabel,    que me ha venido a buscar,
  34   que los amores primeros    son muy malos de olvidar.
     --¡Quién se fía de los hombres    y quién se dejó engañar!,
  36   siete meses preñadita    y al fin me vino a dejar.--

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0110:172 La Condesita (á+í-o)            (ficha no.: 3912)

Versión de Cañeda (ay. Campoo de Enmedio, p.j. Reinosa, Cantabria, España).   Recogida 00/00/1933 (Archivo: AMP). Publicada en Cossío 1933-1934, I. XXI (nº 88), pp. 162-163. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V.117, p. 115.  082 hemist.  Música registrada.

     *Ya se marcha don Bernardo,    ya se marcha, ya se va,
  2   y deja la doncellina    de catorce años de edad.
     --Si a los siete años no vuelvo,    marido puedes buscar.--
  4   --Ni a los siete, ni a los ocho    que de mí bien libre estás.--
     Un día estando en su cuarto    entró su padre y la dijo:
  6   --¿Cómo no te casas hija,    cómo no buscas marido?
     --¡Cómo le he de buscar, padre,    si don Bernardo está vivo!
  8   --¿Qué cartas o qué billetes    qué razones has tenido
     No he tenido cartas, padre,    mi corazón me lo dijo.
  10   Sólo pido al rey mi padre,    de que me compre un vestido;
     no se le pido de seda,    tampoco de paño fino;
  12   se le pido de sayal,    de ese que llaman curtido,
     para dírmele a buscar    por sierras y por caminos,
  14   de noche por los jarales,    de día por buen camino.--
     Siete leguas tiene andado    y ni ha visto un pastorcito;
  16   al cabo de un grande rato    un pastorcito ha encontrado:
     --Dime, dime, pastorcito,    ¿de quién son esos ganados?
  18   --No se lo diré, señora,    me reñiría mi amo.
     --No te lo pido de balde,    que te lo juro pagar.
  20   --De don Bernardo, señora,    mañana se va a casar;
     ya tiene las camas puestas    y el vino está a serenar.
  22   --Dime, dime, pastorcito,    más te quiero preguntar,
     ¿dónde vive don Bernardo,    para dírmele a buscar?
  24   --En el castillo más alto,    aquel que relumbra más.--
     Siete vueltas dio al palacio    con don Bernardo fue a dar:
  26   --Buenos días, caballero,    buenos días, militar;
     si me diera una limosna    me podría remediar.--
  28   Metió la mano en el pecho    un ochavito la da.
     ¡
  30   en casa del rey mi, padre,    doblones de a ocho dan.
     --¿De ónde es la pelegrinita    que descaro tié pa hablar?
  32   --De Sevilla soy, señor,    de Sevilla natural.--
     Eso que oyó don Bernardo,    desmayado cae pa atrás;
  34   ni con vino ni con agua    le pueden hacer hablar,
     sino es con palabras dulces    que Isabelita le da.
  36   Y después que volvió en sí,    estas palabras fue a hablar:
     --Quédate con Dios Juliana,    hija del rey don Julián,
  38   que los amores primeros    son muy malos de olvidar.
     --¡Malditas sean las mujeres    que en busca los hombres van!
  40   --No la maldigas, Juliana,    hija del rey don Julian,
     que la su sangre y la mía,    viene de fuente real.

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0110:174 La Condesita (á+í-o)            (ficha no.: 3914)

Versión de Santander (ay. Santander, p.j. Santander, Cantabria, España).   Recogida 00/00/1933 (Archivo: AMP). Publicada en Cossío 1933-1934, I. XXI (nº 93), p. 169. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V.119, p. 116.  026 hemist.  Música registrada.

     Ya camina ya Bernardo,    ya camina, ya se va,
  2   y a su esposita la deja    de catorce años de edad.
     --Si a los siete años no vuelvo,    tú ya te puedes casar.
  4   --Ni a los siete, ni a los ocho,    ni a los nueve vuelve ya.
     Un día estando comiendo    su padre la empezó a hablar:
  6   --¿Cómo no te casas hija,    cómo no te casas ya?
     --¡Cómo quiere que me case    si noticias no se dan!,
  8   ni papeles he tenido    de mi esposo natural.
     Lo que le pido a usted, padre,    que me haga usted un vestido;
  10   no se lo pido de seda    ni tampoco paño fino,
     se lo pido de sayal    de eso que llaman torcido,
  12   para que no me conozcan    andando por los caminos,
     para que no me conozcan    los que mi pan han comido.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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0110:306 La Condesita (á)            (ficha no.: 4046)

Versión de Villacarriedo (ay. Villacarriedo, p.j. Santander, ant. Villacarriedo, Cantabria, España).   Recogida 00/00/1933 (Archivo: AMP). Publicada en Cossío 1933-1934, I. XXI (nº 95), p. 171. Reeditada en RTLH 4 (1970), nº V.254, p. 223.  047 hemist.  Música registrada.

     Mañanita, mañanita,    mañanita de San Juan
  2   ha salido el conde Asón    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     a dar agua a su caballo    a las orillas del mar.
  4   Mientras el caballo bebe    le dicen este cantar:
     --No bebas agua, caballo,    qu` es arenada del mar.--
  6   Oyendo el conde este canto,    ha empezado a caminar.
     La condesa que le ha visto,    triste se puso a llorar:
  8   --¿Cuántos años, cuántos meses,    conde, estaréis por allá?
     --Si a los siete no he venido,    condesa, os podéis casar.--
  10   Se pasaron los siete años    y el conde no volvió más.
     Se vistió de peregrina    y le ha salido a buscar.
  12   Anduvo siete reinados    y no le ha podido hallar,
     y a la venida de vuelta    se encontró con una vacá
  14   y le dice: --Vaquerito,    por la Santa Trinidad,
     que me niegues la mentira    y me digas la verdad,
  16   ¿de quién es tanto ganado    con tanto hierro y señal?
     --Señora, es del conde Asón,    que pronto se va a casar.
  18   --Tres onzas de oro te doy    porque me pongas allá.--
     La ha agarrado de la mano    y la puso en el portal
  20   y pidiendo una limosna    el conde la bajó a dar,
     haciéndole esta pregunta:    --¿De qué reinado seras?
  22   --Tus hijos quedaron buenos,    pero con grande pesar.
     --Eres el diantre, romera,    que me vienes a tentar.
  24   --No soy nada de eso conde,    soy su mujer natural.--

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