Pan-Hispanic Ballad Project

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0138:2 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 1582)

Versión de España. Recogida 00/00/1572 Publicada en un pliego suelto del siglo XVI (Valladolid, 1572). Siguense ocho romances viejos. El primero de la presa de Túnez etc. en el Rom. gen. del señor Durán [II. nº. 1889, Suplemento]*. Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 160, vol. II, pp. 94-96.  074 hemist.  Música registrada.

     Parida estaba la infanta,    la infanta parida estaba;
  2   para cumplir con el rey    decía que estaba mala.
     Envió a llamar al conde    que viniese a la su sala;
  4   el conde siendo llamado    no tardó la su llegada.
     --¿Qué me queredes, mi vida?    qué me queredes, mi alma?--
  6   --Que toméis esta criatura,    e la deis a criar a un ama.--
     Ya la tomaba el buen conde    en los cantos de su capa;
  8   mas, de la sala saliendo,    con el buen rey encontrara.
     --¿Qué lleváis, el buen conde,    en cantos de vuestra capa?
  10   --Unas almendras, señor,    que son para una preñada.
     --Dédesme de ellas, el conde,    para mi hija la infanta.
  12   --Perdonedes vos, el rey,    porque las traigo contadas.--
     Ellos en aquesto estando,    la criatura lloraba.
  14   --Traidor me sois vos, el conde,    traidor me sois en mi casa.
     --Yo no soy traidor, el rey,    ni en mi linaje se halla:
  16   hermanos y primos tengo    los mejores de Granada.--
     Revolvió el manto al brazo    y arrancó de la su espada;
  18   el conde, por la criatura,    retiróse por la sala.
     El rey decía: --Prendeldo; --    mas nadie prenderlo osaba.
  20   La infanta, que luego oyera    rencilla tan grande e brava,
     a una de las damas suyas    lo que era preguntaba.
  22   --Es que el rey, señora, al conde    de traidor lo disfamaba
     porque en la su falda un niño    del palacio lo sacaba,
  24   creyendo que a vos, señora,    el conde vos deshonrara.--
     Sale la infanta de prisa    adonde su padre estaba
  26   y la espada de la mano    de presto se la quitara
     diciendo: --Oidme, señor,    una cosa que os contara.--
  28   El rey, que la quería bien,    que dijese le mandaba.
     --Mía es la criatura    que el conde, señor, llevaba,
  30   y el conde es mi marido,    yo por tal lo publicaba.--
     El rey, que aquello oyera,    triste y espantado estaba:
  32   por un cabo quería vengarse,    e por otro non osaba.
     Al fin al mejor consejo    como cuerdo se allegaba:
  34   con voz alta e amorosa    dijo que les perdonaba.
     Mándales tomar las manos    a un cardenal que allí estaba,
  36   e hacer bodas sumptuosas    de que todo el mundo holgaba,
     y así el pesar pasado    en gran gozo se tornaba.

Nota: sigue... (De cómo la infanta, casada a hurto del rey con el conde parió, y éste fue sorprendido al sacar de palacio la criatura; de cómo el rey, aplacado, los perdonó) [Cataluña, 41, 301-302; Dicc. 1068]

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0138:10 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 8088)

Versión de Serandinas (ay. Boal, p.j. Luarca, ant. Castropol, Asturias, España).   Documentada en o antes de 1889. (Archivo: AMP). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  084 hemist.  Música registrada.

     En los campos de Valverde    había una yerba muy mala,
  2   la que pisa aquella yerba    presto vuela embarazada.
     Pisóla por su desgracia    
  4   la hija del rey que llamaban    la infantita doña Juana.
     Un día estando barriendo    la reparara su padre.
  6   --¿Qué tienes, Juana querida,    qué tienes, Juana galana
     [¿Qué tienes , Juana querida,]    que te recacha la saya?
  8   --Pues tuvo la culpa el sastre,    que la cortó mal cortada.
     --Si eso fuera, doña Juana,    bien presto lo remediara.--
  10   Mandó llamar siete sastres,    de los mejores de España,
     miran unos para otros    sin ninguno hablar palabra
  12   si no fuera un sastre viejo    que de esta manera hablaba:
     --La saya está bien cortada,    doña Juana está preñada.
  14   --Calle el buen sastre, calle,    de eso no ha de decir nada,
     pues si mi padre lo sabe    la vida tengo jugada,
  16   pues con este ya van siete    sin mi padre saber nada.--
     Escondiérase en su cuarto    donde cosía y bordaba;
  18   dolor detrás de dolor,    puntada tras de puntada,
     [dolor detrás de dolor]    un niño varón echara.
  20   Recado mandó al Alférez    por la doncella de casa,
     [recado mandó al Alférez]    que viniese a visitarla.
  22   --Aquí tienes, buen Alférez,    lleva este niño a una ama,
     ama que ha de ser morena,    de leche blanca y delgada.--
  24   Envuelto en ricos pañales    metiólo bajo su capa,
     y al bajar las escaleras    al buen rey se encontrara.
  26   --¿Qué llevas ahí, Alférez,    nel embozo de tu capa?
     --Llevo rosas y claveles,    antojos de una preñada.
  28   --De esas rosas y claveles    dame la más colorada.
     --La más colorada, alteza,    tiene la hoja quebrada.
  30   --Téngala o no quebrada,    dame la más colorada;
     al árbol que dio la rosa    yo le fradaré la rama.
  32   --No la frade, no, buen rey,    
     yo con ella casaría    aunque él no me diera nada.--
  34   Fuese el rey con disimulo    a donde su hija estaba;
     doña Juana, que lo vio,    presto quiso ser levantada.
  36   --No se levante, mi doña Juana,    estése quieta, Juana galana,
     mujer parida de una hora    no puede ser levantada.
  38   Di la confesión, hija perra,    dila presto, gran malvada.--
     Al decir: "Jesús, pequé",    la cabeza le quitaba;
  40   colgóla de una ventana    donde la gente miraba.
     Por debajo vino la reina    llamándose desgraciada.
  42   --Más vales así, mi hija,    que no mal enamorada,
     pues con este ya iban siete    sin el rey saber palabra.--
     Nuestra Señora me valga,    ¡ay!, la Virgen soberana.
Notas: -30 tachado en el original. Original ms. de letra de mano desconocida, facilitado por Bernardo Acevedo, fechado en 1889. (Col. "Serandinas" B, pp. 10-13).

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0138:11 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 8089)

Versión de Serandinas (ay. Boal, p.j. Luarca, ant. Castropol, Asturias, España).   Recitada por José García Méndez (30a) (?). Recogida por Bernardo Acevedo y Huelves, hacia 1884 (Archivo: AMP; Colec.: Acevedo y Huelves, B.). Publicada en Petersen-Web 2006, Texto.  072 hemist.  Música registrada.

     ¡Válgame Nuestra Señora    y la Virgen soberana!
     Hay una yerba en el campo    tan florida y regalada,
  2   que la mujer que lastias    un niño varón echara.
     Vio venir a don Anillos    por entre aquella enramada.
  16   --Sube arriba, don Anillos,    que te quiero una palabra.
     --¿Qué me quiere la señora,    qué me quiere o qué me llama?
  18   --Que me lleves este niño    y que le busques una ama
     que tenga los ojos blancos    y la leche bien delgada.--
  20   Se marchó y en la escalera,    al rey su padre encontraba.
     --¿Tú qué llevas, don Anillos,    envuelto entre tu capa?
  22   --Llevo rosas y claveles,    antojos de una preñada.
     --De esas rosas y claveles    dame la más encarnada.
  24   --La más encarnada de ellas    tiene la hoja quebrada.
     --Téngala o no la tenga    a ti no te se dé nada.--
  26   Y estando en estas razones,    despertó el niño y lloraba.
     --Sigue, sigue, don Anillos,    sigue la tuya jornada,
  28   que al árbol que dio esas rosas    yo le cortaré la rama.--
     Y se fue de cuarto en cuarto    al que doña Eugenia estaba;
  30   doña Eugenia que lo supo,    de la cama se arrojara.
     --Estate quieta, doña Eugenia,    no seas tan alterada,
  32   mujer parida de una hora    no puede ser levantada.
     --Di la confesión, maldita,    di la confesión, malvada.--
  34   Y al decir "Señor, pequé"    la cabeza le cortaba.
     Por allí pasó su madre    llamándose desgraciada,
  36   que una hija que tenía    de qué manera la hallaba.
     ¡Válgame Nuestra Señora,    oh la Virgen soberana!
Notas: -17b llama, lectura dudosa (¿daba?). Remitida por Bernardo Acevedo, en cuya letra están los datos identificatorios del lugar de recolección, c. 1884 (original ms. de letra no identificada, ¿de José García Méndez?).

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0138:12 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 8090)

Versión de Villacondide (ay. Coaña, p.j. Luarca, ant. Castropol, Asturias, España).   Recitada por Manuela Fernández (65a). Recogida por Bernardo Acevedo y Huelves, 00/00/1884 (Archivo: AMP; Colec.: Acevedo y Huelves, B.). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  075 hemist.  Música registrada.

     ¡Oy, la Virgen soberana!
     El buen rey tenía una hija,    para monja la dejaba.
  2   ¡Oh , qué yerbas tan viciosas,    criadas tan regaladas!
     Las cogiera doña Eugenia,    por su fortuna tan mala.
  4   Un día sirviendo la mesa    su padre la reparara.
     --¿Tú qué tienes, doña Eugenia,    que te repica la saya?
  6   Tú o tienes mal de amores    o andabas namorada.
     --Yo no tengo mal de amores,    ni andaba enamorada,
  8   cogí la yerba viciosa,    me dejara desdejada.
     --Si eso fuera, doña Eugenia,    yo presto te lo quitara.--
  10   Se fuera de allí doña Eugenia    donde cosía y planchaba;
     entre dolor y dolor,    entre puntada y puntada,
  12   entre dolor y dolor    un niño varón echara.
     Se coge bocina de oro    y se pone en la ventana,
  14   en la vuelta de bocina    a su enamorado llama.
     Luego viniera don Pedro    enrebolado en su capa.
  16   --Coge este niño, don Pedro,    lleváselo a una buena ama,
     que tenga el rostro negro    y la leche clara y laviana.
  18   No te vayas por l`atayu,    que por los rodeos se andaba.--
     Se marchó de allí don Pedro,    corriendo de buena gana,
  20   al bajar por la escalera    con el buen rey encontrara.
     --¿Qué llevas ahí, don Pedro,    en rebozos de tu capa?
  22   --Llevo rosas y claveles    pa` las monjas de Granada.
     --De esas rosas y claveles    dame la más colorada.--
  24   --La más colorada, rey,    lleva la hoja quebrada.
     --Llévela o no la lleve,    dame la más colorada.--
  26   Entre estas razones y otras,    el niño `esperta y lloraba.
     --Anda, márchate, don Pedro,    llévalo a una buena ama
  28   que tenga el rostro negro,    la leche clara y laviana,
     que el árbol que dio eso    yo le cortare la rama.--
  30   Se subiera el rey corriendo    pra `onde doña Eugenia estaba.
     --Di la confesión, traidora,    di la confesión, malvada,
  32   di la confesión, traidora,    que la vida te quitaba.--
     Al decir "Señor, pequé"    la cabeza le quitara;
  34   la coge por los cabellos    y la colgó en la ventana.
     Luego viniera su madre    llamándose desgraciada.
  36   --Una hija que tenía,    ¡ en qué estado yo la hallaba!--
     El buen rey la respondió    estas siguientes palabras.
  38   --Más la quiero ver así    que en la calle deshonrada.--

Notas: -8b desdejada, sic; -17b y laviana, sic. Original ms. de letra de B. Acevedo; en letra distinta la versión se atribuye a "Navia, 1889", creemos que erróneamente.

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0138:13 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 8091)

Versión de Jarrio (parr. Folgueras, ay. Coaña, p.j. Luarca, ant. Castropol, Asturias, España).   Recitada por Dolores González. Recogida por Bernardo Acevedo y Huelves, 00/00/1884 (Archivo: AMP; Colec.: Acevedo y Huelves, B.). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  076 hemist.  Música registrada.

     Hay una yerba en el campo    criada y muy regalada,
  2   la dama que la comiera    al punto queda preñada.
     Doña Eugenia la comió,    por su fortuna tan mala.
  4   Un día estando en la mesa    su padre la remirara.
     --¿Tú qué tienes, doña Eugenia?,    tienes la color mudada,
  6   o tú tienes mal de amores,    o estás embarazada.
     --Yo no tengo mal de amores    ni estoy embarazada,
  8   que me dio mal esta noche,    que entendí que muerta estaba.--
     Mandó llamar los doctores    más afamados de España,
  10   unos le toman el pulso,    otros le miran la cara,
     todos dicen a una voz:    --Doña Eugenia está preñada.
  12   --Callen, callen los doctores,    de eso no se diga nada,
     si el rey mi padre lo sabe    tengo la vida jugada.--
  14   Se fue para el aposento    donde cosía y bordaba;
     entre dolor y dolor,    entre puntada y puntada,
  16   entre dolor y dolor    un niño varón echara.
     Vio venir al rey Cienhilos    por la calle empedreada.
  18   --Toma, llévame este niño    a criar a una buena ama,
     de la color morenita    y de la leche delgada,
  20   no me la lleves a aquella    que de los siete criara.
     No te vayas por la calle,    vete por la rodeada,
  22   que si mi padre te encuentra    llevas la vida jugada.--
     Al bajar por la escalera    al rey su padre encontrara.
  24   --¿Tú qué llevas ahí, Cienhilos,    en regazos de tu capa?
     --Llevo rosas y claveles    a las monjas de Granada.
  26   --De esas rosas y claveles    dame la más colorada.
     --La más colorada de ellas    tiene la hoja quebrada.
  28   --Téngala que no la tenga,    dame la más colorada.--
     Nestas razones estando,    el niño varón llorara.
  30   --Lleva esa rosa, Cienhilos,    a criar a una buena ama,
     que el árbol que dio esa flor    yo le cortaré la rama.--
  32   Fuese para el aposento    donde doña Eugenia estaba,
     doña Eugenia que lo vio,    al punto se levantara.
  34   --Tate, tate, doña Eugenia,    tate, tate, que estás mala,
     mujer parida de un hora    no puede estar levantada.
  36   Di la confesión, maldita,    di la confesión, malvada.--
     Al decir "Señor pequé"    la cabeza le cortara,
  38   la agarró por los cabellos    y la puso en la ventana.
Notas: -En 5b se escribió primero: tú qué tienes, que estás mala, después tachado. Original ms. de letra de B. Acevedo). Es la versión utilizada por J. Menéndez Pidal para completar y comentar su nº XLIII, y que atribuye a El Espín. En el ms. se fecha la versión, en letra posterior y erróneamente, en 1886.

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0138:14 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 8092)

Versión de Pajares (ay. Lena, p.j. Lena, Asturias, España).   Recitada por tía Rosaura. Recogida por Ramón Menéndez Pidal, hacia 1902 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  063 hemist.  Música registrada.

     Por los campos de Maluenda    hay una flor muy granada,
  2   la dama que la pisare    encintadita quedara.
     La pisó doña Angela,    por ser la más desgraciada.
  4   Y un día estando comiendo    su padre la arreparaba:
     --¿Qué has tenido, Angelita,    qué has tenido, doña Angela;
  6   has tenido dolor de muelas,    o estás enamorada?
     --No lo quiera Dios del cielo    ni la Virgen soberana,
  8   que antes de ser yo casada,    estea mal enamorada.--
     El padre,en estas razones,
  10   mandó llamar siete doctores,    de los mejores de España;
     --Calle usted, señor doctor,    no me descubra usted nada,
  12   que si el rey mi padre lo sabe    la vida [tendré juzgada].--
     Se fue al cuarto doña Angela,    donde cosía y bordaba;
  14   entre dolor y dolor,    entre puntada y puntada,
     entre dolor y dolor,    una niña infanta echara.
  16   La asomó por el balcón,    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     --Toma, mancebo, esta niña,    dala a criar a buen ama,
  18   que tenga los pechos blancos    y de leche abundante.
     No te vayas por el salón,    vete por la retirada,
  20   que si el rey padre lo sabe    la vida tendré juzgada.--
     Encontrose con el rey:
  22   --¿Qué llevas ahí, mancebo,    qué llevas entre tu manta?
     --Llevo rosas y claveles    para hacer agua rosada.
  24   --De las rosas y claveles    dame la más encarnada.
     --La más encarnada, no,    que tiene la hoja cortada.
  26   --Que la tenga o no la tenga,    al rey no se le niega nada.--
     Estando en estas palabras,    la niña suelta a llorar.
  28   --El rosal que dio esa rosa    yo le cortaré la caña,
     la cortaré por los pies    para que salga la planta.--
  30   A las doce de la noche,    los cuchillos afilaba
     pa dir en ca` doña Angela,    donde cosía y bordaba.
  32   Hizo de ella lo que quiso,    hasta escupirla en la cara,
     la dio siete puñaladas    y tendida la dejara.

Notas del colector: "La recitadora recordaba mal y olvidaba trozos (en primera recitación"; -1a "Maluenda (?), confusa mi copia, difícilmente Malverde"; -28b salga "confusa mi copia ¿valga?"; -30a pa "no para".
Variantes: -18a no la lleves p. e. s.; 24b q. t. l. h. quitada. En el texto: -10a y b ustez.
Nota: original ms. de letra de R. Menéndez Pidal.

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0138:15 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 8093)

Versión de Llanos (parr. Santibánez de la Fuente, ay. Aller, p.j. Lena, ant. Laviana, Asturias, España).   Recitada por Ramona Fernández (65a). Recogida por Juan Menéndez Pidal, 00/00/1909 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  058 hemist.  Música registrada.

     Era una flor amarilla,    era blanca y encarnada,
  2   la niña que la comiera    luego saldrá embaranzada
     La comiera doña Almendra,    hija del rey regalada;
  4   diendo un día para misa    su padre la reparaba.
     --¿Qué tiene usted, doña Almendra,    me parece que está mala?
  6   --Es un dolor de barriga    que me ha dado en la mi cama.
     --Si eso fuera, doña Almendra,    pronto yo la remediara.--
  8   Llamara cuatro dotores    de los mejores de España,
     los dotores todos dicen:    --La niña está embaranzada.
  10   --Callen, callen los dotores,    mi padre no sabe nada,
     que si mi padre lo sabe    la vida me tien` jurada.--
  12   Metíme para `l mi cuarto    donde la seda labraba,
     donde la seda torcía,    donde la seda filaba.
  14   Pidiera tinta y papel    para escribir una carta;
     la escribiera a don Fernando,    que viniera aquí en sin falta.
  16   Entre estas palabras y otras,    don Fernando allí llegara.
     --Buenas noches, doña Almendra,    de su salud me alegrara,
  18   envuélvame acá ese niño,    que le voy buscar un ama.--
     A las puertas del corral    al rey de España encontrara.
  20   --¿Qué lleva ahí, don Fernando,    debajo de la su capa?
     --Llevo rosas y claveles    para hacer agua rosada.
  22   --De esas rosas y claveles    déme la más encarnada.
     --La más encarnada, rey,    tiene una hoja quebrada.
  24   --Dame una de las otras,    que a mí lo mismo me daba.--
     Entre estas palabras y otras,    el niño infante llorara.
  26   --Vaya con Dios, don Fernando,    eso bien se me asentaba;
     lo que le encargo yo ahora,    que le busque usted buen ama,
  28   tenga la color morena,    que le dé leche liviana,
     que ha de ser el rey de España,    y su madre coronada.
     ¡Válgame el señor San Pedro    y la Virgen Soberana!

Nota: original ms. de letra de J. Menéndez Pidal.

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0138:16 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 8094)

Versión de Sorriego (parr. Linares, ay. San Martín del Rey Aurelio, p.j. Laviana, Asturias, España).   Recitada por Nazarena Estrada (22a). Recogida por Juan Menéndez Pidal y Ramón Menéndez Pidal, 00/08/1909 (Archivo: AMP). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  056 hemist.  Música registrada.

     Hay una yerba en el campo    muy florida y muy granada,
  2   no hay doncella que la tríe    que no quede embarazada.
     Un día yendo a paseo,    doña Eugenia la triara;
  4   y un día estando a la mesa    su padre la reparara.
     --¿Tú qué tienes, doña Eugenia,    tú qué tienes, tú estás mala?
  6   Tú o tienes pesadumbre    o te hallas embarazada.
     --Yo ni tengo pesadumbre    ni me hallo embarazada.--
  8   Llamaron los tres doctores    más entendidos de España.
     Uno dice que está buena    y otro dice que está mala,
  10   y el más entendido de ellos    dice que está embarazada.
     --Callen, callen los doctores,    no lo digan en voz alta,
  12   si lo sabe el rey mi padre    la muerte tengo juzgada.--
     Ella se fue para el cuarto    donde cosía y bordaba,
  14   y entre dolor y pespunte,    entre pespunte y puntada,
     y entre dolor y pespunte    el niño varón lloraba.
  16   Y se asomó a una ventana    por ver si don Juan pasaba.
     --Tome este niño, don Juan,    al regazo de su capa,
  18   y si encuentra al rey mi padre,    por Dios, no le diga nada.--
     Al bajar las escaleras    al rey su padre encontrara.
  20   --¿Qué llevas ahí, don Juan,    al regazo de tu capa?
     --Llevo rosas y claveles,    aderezos de una dama.
  22   --De esas rosas y claveles    dame la más encarnada.
     --La más encarnada de ellas    tiene una hoja quebrada.
  24   --Que la tenga o no la tenga,    al rey no se niega nada,
     y al árbol que dio ese fruto    yo le cortaré la caña.--
  26   Luego se fue para el cuarto    donde doña Eugenia estaba,
     doña Eugenia que le vio    quisiera estar levantada.
  28   --Estáte quieta, doña Eugenia,    estáte quieta, que estás mala.--
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Notas: El original, de letra, al parecer, de la recitadora, está incompleto.

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0138:17 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 8095)

Versión de Blimea (ay. San Martín del Rey Aurelio, p.j. Laviana, Asturias, España).   Recogida por Juan Menéndez Pidal y Ramón Menéndez Pidal, 00/08/1909 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  049 hemist.  Música registrada.

     ¡Esa Señora me valga,    y la Virgen Soberana!
     Hay una yerba en el campo    bien florida y bien granada,
  2   que no hay dama que la pise    que no quede embaranzada.
     Pasó un día doña Eugenia,    de paseo y la triara;
  4   ella se encerró en su cuarto    donde cosía y bordaba.
     --¿Tú qué tienes, doña Eugenia,    tú que tienes, que estás mala?
  6   Tú o tienes pesadumbre,    tú o estás embaranzada.
     --Yo ni tengo pesadumbre,    yo ni estoy embaranzada.--
  8   Llegara los nueve meses,    dolor de parto le daba;
     entre pespunte y pespunte,    entre puntada y puntada,
  10   entre pespunte y pespunte    un niño varón lloraba.
     --¡Ay triste de mí, cuitada,
  12   si el rey mi padre lo sabe    la vida tengo jugada!--
     Tuvo lugar una tarde    para escribir una carta
  14   a un primo que tenía,    que el rey don Juan se llamaba.
     --Por Dios le pido, don Juan,    que le busque una buena ama;
  16   tiene usted que le llevar    en rebujo de su capa.
     Si al rey mi padre alcontrara,    por Dios, no le diga nada.--
  18   A pocos pasos que dio    al rey su padre alcontrara.
     --¿Qué lleves ahí, don Juan,    en rebujo de tu capa?
  20   --Llevo roses y claveles    que me regaló una dama.
     --De eses roses y claveles,    dame la más encarnada.
  22   --La más encarnada de elles    tiene una hoja quebrada.
     --Téngala o no la tenga,    al rey no se niega nada.--
  24   Entre estes palabres y otres    el niño varón lloraba.
     --El árbol que dio ese frutu    yo le cortaré la caña.--
     ¡Esa Señora me valga,    y la Virgen Soberana!

Variante: -9a Al cabo l. n. m.
Nota: Original ms. de letra de R. Menéndez Pidal.

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0138:18 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 8096)

Versión de San Andrés de Linares [parr.] (ay. San Martín del Rey Aurelio, p.j. Laviana, Asturias, España).   Recogida por Juan Menéndez Pidal y Ramón Menéndez Pidal, 00/08/1909 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  038 hemist.  Música registrada.

     Hay una yerba en el campo    muy linda y muy regalada,
  2   las mujeres que la pisan    se quedan embaranzadas.
     Doña Eugenia la pisó,    hija del rey de Granada.
  4   Estando comiendo a la mesa    su padre le preguntaba.
     --¿Tú qué tienes, Eugenia,    que parece que estás mala?
  6   --Yo no tengo nada, padre,
     tengo un poco calentura    que me ha dado esta mañana.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  8   --Llévame este niño    en regazo de tu capa,
     si alcuentras al rey mi padre,    por Dios, no le digas nada.--
  10   A los pocos pasos que diera    el rey su padre alcontrara.
     --¿Qué lleves ahí, don Juan,    en regazo de tu capa?
  12   --Llevo rosas y claveles,    que me los dio una muchacha.
     --De esas rosas y claveles    dame la más encarnada.
  14   --La más encarnada de ellas    tiene la hoja quebrada.
     --Que la tenga o no la tenga,    al rey no se niega nada.--
  16   Fue el rey para su casa,    Eugenia de levantarse trata.
     --No te levantes, Eugenia,    no te levantes, `tás mala,
  18   mujer parida de poco    no puede ser levantada.--
     Los cuchillos aguzaran,
  20   y la hizo cuarterones    y la puso en la ventana.

Nota: Original ms. de letra de R. Menéndez Pidal.

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0138:19 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 8097)

Versión de Asturias s. l. (Asturias, España).   Recogida por Juan Menéndez Pidal, (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  055 hemist.  Música registrada.

     En Sevilla hay un peral,    ¡oh, qué ricas peras daba!,
  2   la dama que las comiese    embara[zada] quedaba.
     Las comió la hija del rey    que se llamaba Silvana.
  4   Un domingo diendo a misa    su madre la reparara.
     --¿Qué ha sido eso, hija mía,    que te levanta la saya?
  6   --Eche usted la culpa al sastre    que la dejó mal cortada,
     delante la dejó corta    y detrás la dejó larga.
  8   --Vuélvete, Silvana, a casa    a poner la otra saya.--
     Sintió dolores de parto    y para el jardín tornara,
  10   a la puerta el jardinero    de aquesta suerte llama:
     --Levántate, jardinero,    ¡oh, maldita sea tu casta!--
  12   Entre unas hermosas piedras    parió un niño la Silvana.
     --Busca madre para el niño    por un mes o tres semanas.
  14   --Por estos catorce meses    madre le tengo buscada;
     el rollo le tengo hecho,    los pañales son de holanda,
  16   las fajas y ceñidores    son de oro fino y plata.--
     Con estas palabras y otras    se volvió Silvana a casa.
  18   --¿Qué ha sido eso, hija mía,    que traes la color mudada?
     --He tenido calentura    y el alma se me arrancara.--
    
I{I(El jardinero vestido de pelegrino a casa de su madre marcha y pregunta:) {M}
  20   --¿Y Silvana dónde para?
     --Silvana está en la cama    de calentura muy mala.
  24   --Si me deja dir a verla    yo también la visitara.
     --Pase alante, pelegrino,    a ver usted qué le manda.
  26   --Déale usted del buen vino,    no le dé gotera de agua,
     mátele usted una gallina,    no le dea carne salada,
  28   no la deje dir a misa    por un mes o tres semanas.--
Notas: El original, de letra de J. Menéndez Pidal (incluída en su proyecto de segunda edición, nº 6), parece estar incompleto.

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0138:20 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 8098)

Versión de Loroñe (parr. Gobiendes, ay. Colunga, p.j. Gijón, ant. Villaviciosa, Asturias, España).   Recitada por Benigna Iglesias (35a). Recogida por Braulio Vigón, (Archivo: AMP). Publicada en Vigón 1892, El Carbayón (17-VIII-1892). "Romances", nº II y Romancero asturiano, tomo II (en prensa). Reeditada en M. Menéndez Pelayo, Antología, X (1900), pp. 408-9 (nº 41) y Vigón 1980, Asturias, pp. 183-4..  067 hemist.  Música registrada.

     En la villa de Madrid,    junto a los caños del agua,
  2   allí se cría una hierba    muy viciosa y regalada.
     La dama que la pisara    se quedara embarazada.
  4   Por su desgraciada suerte,    doña Eugenia la pisara.
     Un día yendo pa misa    su padre la reparara.
  6   --¿Tú qué tienes, doña Eugenia,    tú qué tienes que estás mala?
     --Tengo un dolor de cabeza    que me dio hoy de mañana.
  8   --Si en tiempo lo hubieras dicho    yo pronto lo remediara.--
     Buscara siete dotores    de los mejores de España;
  10   unos dicen que si es algo,    otros dicen que no es nada,
     dice el más chiquito de ellos:    --La niña está embarazada.
  12   --Callen, callen, los señores,    callen y no digan nada,
     si el rey mi padre lo sabe    la vida tengo juzgada.--
  14   Subiérase para el cuarto    donde cosía y bordaba,
     y entre puntada y dolor,    entre dolor y puntada
  16   [y entre puntada y dolor]    un niño varón llorara.
     Llamara a su hermano Juan,    muy depriesa le llamara.
  18   --Llévame, Juan, este niño,    embozado en la tu capa,
     si encuentras al rey mi padre    dile que no llevas nada.--
  20   Al bajar una escalera,    al embocar una sala
     encontrara al rey su padre    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  22   --¿Qué llevas ahí, don Juan?    --Qué tengo de llevar, nada,
     llevo rosas y claveles    por antojos de una dama.
  24   --De esas rosas y claveles    dame la más encarnada.
     --La más encarnada de ellas    tiene la hoja quebrada.--
  26   En estas palabras y otras,    el niño varón llorara.
     --Anda, anda, picarón,    anda, anda noramala,
  28   que el rosal que dio esa rosa    pronto le seca la rama.--
     Subiérase para el cuarto    donde doña Eugenia estaba.
  30   Doña Eugenia que le vio,    de levantarse tratara.
     --Déjate estar, doña Eugenia,    déjate estar, que estás mala,
  32   mujer que parió ha una hora    no puede ser levantada.--
     Afilara los cuchillos,    afilara las navajas,
  34   hiciérala cuartarones    y de un balcón la colgara.

Notas: -34a cuartarones sic. En la reed. de 1980, que tiene en cuenta los originales mss. de B. Vigón: -1b junta los C. del A.; -4b y -6a doña Engracia, sic; -7a t. u. d. de barriga; -8a si a su tiempo lo hubieras d.; -22a q. ll. a. don Juanito; -27b anda, vete en hora mala. La recitadora era conocida como "La Payeta".

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0138:21 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 8099)

Versión de Ribadesella (ay. Ribadesella, p.j. Cangas de Onís, Asturias, España).   Recitada por Constanza Otero. Recogida por Silvestre Frade, 01/10/1884 (Archivo: AMP; Colec.: S. Frade (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  052 hemist.  Música registrada.

     ¡Oh, qué yerba tan amable    se cría en esta montaña!,
  2   la dama que la pisase    se quedará embarazada.
     Pisóla doña Manuela,    hija del rey regalada;
  4   yendo un día para misa    su padre la reparara.
     --¿Qué tienes, hija Manuela,    que parece que estás mala?
  6   O es que tienes mal de amores    o es que estás embarazada.
     --Yo ni tengo mal de amores,    yo ni estoy embarazada.--
  8   Mandó a llamar los doctores,    los doctores de Granada;
     los doctores que la vieron    dicen que está embarazada.
  10   --Callen, mis doctores, callen,    callen, doctores del alma,
     que si mi padre lo sabe    la vida tengo quitada.--
  12   --Acércate aquí, galán,    de mi vida y de mi alma,
     que entre dos hebras de seda    tengo yo una niña blanca.
  14   Si me la quieres llevar    debajo de esa tu capa,
     y si encuentras a mi padre    dile que no llevas nada.--
  16   Al subir a la escalera    con su padre se encontrara.
     --¿Qué llevas ahí, galán,    debajo de esa tu capa?
  18   --Llevo rosas y claveles    para hacer agua rosada.
     --De esas rosas y claveles    para hacer agua rosada,
  20   de esas rosas y claveles    dame la más encarnada.
     --La más encarnada no,    que tiene la hoja quebrada.
  22   --Pues dame una de las otras,    que a mí lo mismo me daba.
     --Una de las otras no,    que son para agua rosada.--
  24   Al decir estas palabras    la niña a llorar soltaba.
     --Hola, pícaro traidor,    hola, pícara malvada,
  26   ¿eras tú la que decías    que no estabas embarazada?--

Notas: En una copia de letra distinta, al parecer, a la de S. Frade, se transcriben los primeros versos con algunas variantes: -1a Oh, qué yerbas t. amables; -1b se crían n`esta m.; -2a l. d. q. las p.; -3a pisólas d. M.; falta todo el texto del v. 6 en adelante. Remitida a J. Menéndez Pidal (original ms. de letra de S. Frade, "nº 2")

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0138:22 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 8100)

Versión de Ribadesella (ay. Ribadesella, p.j. Cangas de Onís, Asturias, España).   Recitada por Gregoria Caldevilla. Recogida por Silvestre Frade, 01/10/1884 (Archivo: AMP; Colec.: S. Frade (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  038 hemist.  Música registrada.

     Hay una yerba en el huerto    muy viciosa y regalada,
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  2   Eugenita la pisó    por su desdicha malvada.
     Estando un día a la mesa    su padre la reparara:
  4   --¿Tú qué tienes, Eugenita,    tú qué tienes, perla humana?--
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     Llamáranse los doctores,    los mejorcitos de España;
  6   unos la toman el pulso,    otros la miran la cara,
     todos dicen a una voz:    --Eugenia está embarazada.
  8   --No digan eso, doctores,    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .--
     Encerrárase en su cuarto    donde cosía y bordaba;
  10   dolor tras de dolor,    puntada tras de puntada,
     entre las once y las doce,    un niño varón lloraba.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  12   Mandaron a Alférez    que la llevase a buen ama,
     que tenga los [pechos] blancos    y la leche muy delgada.--
  14   Al bajar las escaleras    con su padre se topara.
     --¿Qué llevas ahí, Alférez,    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .--
  16   Eugenita que lo oyó,    se levanta de la cama.
     --No te levantes, Eugenia,    no te levantes, malvada,
  18   mujer de una hora parida    no puede estar levantada.
     Di la confesión, Eugenia,    di la confesión, malvada.--
  20   Y al decir: "Señor, pequé",    la cabeza la cortara.

Notas: Se sobreentiende que los pasajes omitidos coincidían con la versión anterior. Remitida a J. Menéndez Pidal como variantes de la versión de Constanza Otero; original ms. de letra de S. Frade

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0138:23 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 8101)

Versión de Ribadasella s. l. (ay. Ribadasella, p.j. Cangas de Onís, Asturias, España).   Recogida por Silvestre Frade, 00/10/1884 (Archivo: AMP; Colec.: S. Frade (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  012 hemist.  Música registrada.

     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     Entre dolor y dolor,    entre puntada y puntada,
  2   entre dolor y dolor    un niño varón lloraba.
     Ella se arrima al balcón    y a don Juanillo llamaba.
  4   --Toma, Juanillo, este niño,    en rebozo de tu capa;
     si encuentras al rey mi padre,    dile que no llevas nada.--
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  6   El rosal que dio esas rosas    yo le cortaré las alas.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Nota: Remitida a J. Menéndez Pidal, como variantes de la versión de Constanza Otero; original ms. de letra de S. Frade.

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0138:1 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 838)
[0469 Infanta preñada, contam.]

Versión de Astorga (ay. Astorga, p.j. Astorga, comc. Astorga, León, España).   Recitada por Rosario García y Lucas (80a). Recogida por Manuel Manrique de Lara, 00/00/1918 (fecha deducida) (Archivo: AMP; Colec.: Manrique de Lara, M.). Publicada en TOL I 1991, pp. 237-238.  040 hemist.  Música registrada.

     Doña Eugenia, doña Eugenia,    doña Eugenia estaba mala,
  2   buscaron siete doctores    de los mejores de España.
     Unos dicen que no la entienden,    otros dicen que no tenía nada,
  4   el más chiquito de ellos:    --Doña Eugenia embarazada.--
     La encerraron en un cuarto    donde cosía y bordaba,
  6   y al poco tiempo    un niño varón lloraba.
     Se asomó a la ventana    por ver quién se paseaba.
  8   Se paseaba el caballero    traidor que la embarazara.
     --Tome, lléveme este niño    n`el rebozo de su capa,
  12   no se vaya por l`atajo,    ni tampoco por la plaza,
     [que] si mi padre lo sabe    la muerte tengo juzgada.--
  14   A los tres pasos que dio    a su padre encontraba.
     --¿Qué llevas ahí, don Juan,    n`el rebozo de esa capa?
  16   --Llevo rosas y claveles,    los despojos de una dama.
     --Camina, don Juan, camina,    camina con tu jornada,
  18   esas rosas y claveles    a mí bien se me acorbadan.--
     Los cuchillos desenvainaba,    las navajas afilaba,
  20   la hizo cuatro pedazos,    la tiró por la ventana.

Nota: los vv 1-4 corresponden a Infanta preñada 0469.

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0138:3 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 1745)
[0469 Infanta preñada, contam.]

Versión de Vilalle (ay. Castroverde, p.j. Lugo, Lugo, España).   Recogida por Aníbal Otero Álvarez, 00/00/1931 (fecha deducida) (Archivo: AMP; Colec.: Otero, A. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en RT-Galicia 1998, pp. 226-227.  070 hemist.  Música registrada.

     El buen rey tiene una hija    que Marcelina se llama;
  2   un día poniendo mesa    su padre la remiraba.
     --¿Qué me mira usted, mi padre,    qu` asé me mira de gana?
  4   --Lo que miro, Marcelina,    te arrumba mucho la saya.
     --Tengo un dolor de muelas    que parece mal de rabia.
  6   --Si eso fuera, Marcelina,    yo remedio te buscara.--
     Llamara siete doctores    de los mayores de España.
  8   --El que me día un buen esfuerzo,    le hago una rica manda.--
     Miran unos para otros    sin ninguno hablar palabra,
  10   sino el más viejo de ellos    que de esta manera hablaba:
     --El esfuerzo que te doy,    Marcelina está ocupada.
  12   --Que estea que non estea,    mi padre no sepa nada.--
     Se fuera para la sala    donde cosía y bordaba;
  14   entre sábanas y colchones    un niño varón lloraba.
     Vira vir a don Galván    que venía de la caza.
  16   --Sube arriba, ay don Galván,    que Marcelina te llama.
     --Toma y lleva este niño,    búscale una buena ama,
  18   que tenga la cara blanca    y la leche bien delgada.--
     Al bajar las escaleras    con el buen rey encontrara.
  20   --¿Qué llevas, ay don Galván,    n`el embozo de tu capa?
     --Llevo rosas y claveles    a la Virgen soberana.
  22   --De esas rosas y claveles,    dame la más encarnada.
     --La más encarnada, no,    la llevo para mi dama.
  24   --Esas rosas y claveles,    búscale una buena ama,
     que tenga la cara blanca    y la leche bien delgada.
  26   A roseira que deu esas,    vóuchelle eu corta-la rama.--
     Marcelina, que tal oyó,    presto brincó de la cama.
  28   --Estáte ahí, Marcelina,    no seas tan atontada,
     mujer parida de un hora    no puede ser levantada.
  30   --Que de una, que de dos,    mi padre, ¿qué se le daba?--
     La agarró por los cabellos,    por la sala la arrastrara,
  32   con un cuchillo en la mano    la cabeza le cortara.
     Vinió por allí su madre    llamándose desdichada.
  34   --¡Una hija que tenía,    verla yo así destragada!
     --Mejor la quiero ver muerta    que no viva y deshonrada.

Nota: los vv 1-12 corresponden a La infanta preñada 0469.

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0138:24 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 9397)

Versión de Torrejon de Velasco (p.j. Madrid, Madrid, España).   Recitada por Clara Castillo Jiménez (56a). Recogida por José Manuel Fraile Gil y Marcos León Fernández, 20/03/2007 (Archivo: ASFG; Colec.: Fraile Gil, J. M.). Publicada en Fraile Gil Rom-Panhisp.-2 2010+2CD, cd 1, corte nº 32, texto nº III.1.3, pp. 92-93. R© Fraile Gil. eproducida aquí con permiso del editor.  036 hemist.   Música registrada.

     En el campo hay una flor    que está toda deshojada
  2   y la dama que la pise    será la más desgraciada.
     Quísolo Dios y la Virgen    que Eugenia la pisara,
  4   y un día, estando bordando,    su padre la remiraba.
     --¿Qué me miráis tanto, padre?,    ¿qué me miráis a la cara?
  6   --Miro a ver si estás enferma    o es que estás enamorada.
     --Padre, yo no estoy enferma    ni tampoco enamorada,
  8   tengo un dolor de cabeza    que me tiene trastornada.--
     Llamaron a los doctores,    los mejores de Granada.
  10   Uno dice que se muere    y otro dice que no es nada,
     el más entendido dijo:    --Eugenia está enamorada.--
  12   Ella se metió en su cuarto    donde cosía y bordaba,
     y entre dolor y dolor,    y entre punzada y punzada,
  14   nació un niño más hermoso,    más colorao que la grana.
     --Lléveselo usted, Don Carlos,    envueltecito en la capa,
  16   y si encuentra usté a mi padre    ¡por Dios! no le diga nada.--
     --¿Qué lleva usted ahí, Don Carlos,    envueltecito en la capa?
  18   --Llevo rosas y claveles,    que los cogí esta mañana --
     En el campo hay una flor    que está toda deshojada
     la dama que la pise    será la más desgraciada.

Nota: Como de costumbre, el editor comenta la ocasionalidad según se lo describe la informante. En este caso reproduce las palabras de ella misma: "Cuando éramos niñas, desde los siete u ocho años, ya hacíamos cosas en la casa. Lo más importante era que supiéramos coser, y bordar la que aprendía. En cuanto hacía bueno salíamos con las mayores al corral o a las calles donde había sol, y allí nos sentábamos en una sillita baja, que en todas las casas había unas sillitas bajas, una por lo menos, y ya te enseñaban a hacer un ojal, o el dobladillo de un pañuelo. Como las mayores estaban siempre cantando, pues lo ibas aprendiendo, como a coser, sin darte cuenta." ,

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0138:25 Infanta parida (á-a)            (ficha no.: 9500)

Versión de Frigiliana (ay. Frigiliana, p.j. Vélez-Málaga, ant. Torrox, Málaga, España).   Recitada por Socorro Álvarez Navas y Rita Navas Cañedo y Dolores Castillo Moyano y Dolores Carmona Álvarez y Isabel Herrero Orihuela y S. Navas Martín. Recogida por José Manuel Fraile Gil, Marcos León Fernández, y Ana Ortiz Cortés, 15/03/2010 (Archivo: ASFG; Colec.: Fraile Gil, J. M.). Publicada en Fraile Gil 2013/+CD, texto II.3 (nº 8) pp. 78-79, corte nº 26. © Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor.  018 hemist.   Música registrada.

     (Y) en el palacio del rey    hay una hierba malvada
  2   que todo el que la pisara    se quedaría malvada.
     La pisó la hija del rey,    ella fue la desgraciada.
  4   Como era hija del rey    cuatro médicos la visitaban.
     Los mandaron a llamar    al palacio de Granada.
  6   Uno le tomaba el pulso    y otro le recetaba,
     y el más pequeño de ellos:    --Señora, usté está preñada.
  8   --Dime dónde está ese árbol    para cortale una rama.
     --No se lo puedo decir    porque siempre está malvada.--

-5b En la versión grabada, parecen deciral presario de G.
Notas: Aclara una de las recitadoras: "…nuestras madres nos decían malvada, pero es preñada, pero entonces aunque fuéramos mocitas, no nos hablaban claro y nosotras nos lo creíamos". Se repiten los primeros hemistiquios y los segundos dos veces.

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