Pan-Hispanic Ballad Project

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0163:2 Diego León (á-a)            (ficha no.: 1993)

Versión de Alcuéscar (ay. Alcuéscar, p.j. Cáceres, ant. Montánchez, Cáceres, España).   Recitada por Vicente Pavón Corral (28a). Recogida por Ramón García Plata de Osma, entre 1901-1904 (Archivo: AMP). Publicada en IGR-vulgar 1999, pp. 155-157.  128 hemist.  Música registrada.

     En una ciudad famosa    que la llaman de la Algaba,
  2   había un bizarro mozo    que Diego León se llama.
     De la más hermosa niña    este tal se enamoraba;
  4   este tal se enamoró    de la más hermosa dama
     que se halla en Andalucía,    que en Andalucía se halla.
  6   Estando un día los dos,    el León dijo a su dama:
     --Hoy te quisiera pedir,    no sé si es cosa acertada,
  8   aunque tu padre no quiere,    que bien conocido estaba.--
     De allí se apartó el León    y se fue para la plaza,
  10   y vido estar a don Pedro    sentadito en la otra banda.
     Ya se le acerca don Diego    y estas palabras le hablaba:
  12   --¿Que si me quiere usté dar    la su linda y bella Juana.--
     Y don Pedro le responde,    su padre le contestaba
  14   que no la quiere casar    porque es muy linda muchacha;
     que la quiere meter monja    en un convento en Triana.
  16   De allí se apartan los dos,    cada cual se fue a su casa.
     Don Pedro se fue a la suya    y a su hija aparte llama:
  18   --Hija de mi corazón,    hija de toda mi alma,
     Diego León te ha pedido,    ¡vaya muy enhoramala!
  20   que es un hombre que no tiene    ni caudal para una capa;
     y el que haiga de ser mi yerno    es necesario que traiga
  22   cien ducados en hacienda,    otros cien en oro y plata,
     y otros tantos le daré    a mi linda doña Juana.
  24   --Padre, cásame con él,    aunque nunca me des nada,
     que los bienes de este mundo    Dios los quita y Dios los manda.--
  26   La agarró por los cabellos    y la encerró en una sala,
     porque con él no se fuera,    porque sola no se vaya.
  28   Y de que llegó la noche    fue el León a ver su dama;
     vé que naide le responde,    ni nadie le dice nada.
  30   --¡Supuesto que la mi niña    me la tienen encerrada!.--
     Ya don Diego se ha acostado    a la hora acostumbrada,
  32   y no podía dormir,    que hasta el dormir le estorbaba.
     Y a eso de la medianoche    tira un brinco de la cama.
  34   Se puso calzón de ante,    con una media bizarra;
     cogió la espada y se fue    a la calle de su dama.
  36   Calle arriba, calle abajo,    cavilando en cosas varias;
     y don Pedro, como es diestro,    se ha asomado a una ventana
  38   y vido andar a don Diego    en los paseos que daba.
     Se ha levantada don Pedro,    cuatro parientes llamaba,
  40   y la muerte del León    entre los cinco trataban,
     y cueste uno, cueste dos,    que cueste lo que costara.
  42   Al regolver de una esquina    con los cinco se encontraba.
     --¡No sé como no tembláis    del decir de la mi espada!.--
  44   Atropellando con ella,    a golpes y a cuchilladas,
     de los cinco mató a tres,    y los dos muy mal quedaban.
  46   Murió el padre de esta niña,    Dios le perdone su alma,
     y mus perdone la nuestra    cuando de este mundo vaya.
  48   Al río de Barquivir    fue el mozo y se arrojó al agua.
     Unos dicen: "¡Que se ahoga!",    otros: "Se lo llevó el agua".
  50   Y el León, como era diestro,    pasa de una a otra banda.
     Se estuvo oculto unos días    por ver si aquello aplacaba;
  52   y como hay tantos soplones,    que soplones nunca faltan,
     andaba el pleito muy listo,    desde Sevilla a Granada.
  54   Por seis años a galeras    salió la sentencia dada:
     el mozo cumplió su tiempo,    luego se vino a su casa.
  56   A su madre le pregunta,    a su madre preguntaba
     si se había ya casado    la su linda doña Juana.
  58   Y no se había casado,    que solterita se hallaba.
     Y de que llegó la noche    fue el León a ver su dama.
  60   --¿Quién es ese caballero    que a mi puerta ahora llama?.
     --Diego León soy, señora.    --Es el que traigo en el alma.--
  62   Se han abierto dambas puertas,    la del alma y la de casa.
     Al otro día se amonestan    y al otro día se casan.
  64   ¡Dios los tenga bien casados,    a Diego León y su dama!.

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0163:1 Diego León (á-a)            (ficha no.: 1707)

Versión de Soutelo (parr. Piquín, ay. Ribeira de Piquín, ant. Meira, p.j. Fonsagrada, Lugo, España).   Recitada por María Antonia Álvarez (45a). Recogida por Aníbal Otero Álvarez, 00/00/1928 (fecha deducida) (Archivo: AMP; Colec.: Otero, A. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en RT-Galicia 1998, pp. 372-373.  085 hemist.  Música registrada.

     En la ciudad de Madrid,    junto a los caños del agua,
  2   vevía un bizarro mozo,    Diego León se llamaba.
     Ese tal se enamoró,    ese tal se enamorara,
  4   ese tal se enamoró    de una muy hermosa dama.
     Un día, indo de paseo,    dijo el galán a la dama:
  6   --Yo te pediré a tu padre,    si fuera cosa acertada.
     --Pídeme, Diego León,    que `o empeñaré mi palabra.--
  8   Un día, indo de paseo,    con don Pedro encontrara,
     para hablarle de secreto    por la capa le tiraba.
  10   --Véñole ver, ay don Pedro,    si me da su hija Juana.
     --Mi hija es muy chiquilla    y no pretendo el casarla,
  12   pero aunque lo pretendiera    para ti no sería nada.
     El que ha de casar con mi hija    ha de pretender que traiga
  14   cien onzas en el bolsillo    y otras cien en oro y plata,
     y otras cien que yo he de dar    y lo que aquí no se habla.--
  16   Don Diego se retiró    muy triste para su casa,
     y don Pedro pa(ra) la suya    a contarlo a su hija Juana.
  18   --Esta tarde, ay mi hija,    Diego León te buscaba,
     y el que ha de casar contigo    has de pretender que traiga
  20   cien onzas en el bolsillo    y otras cien en oro y plata,
     y otras cien que o he de dar    y lo que aquí no se habla.
  22   --Cáseme con él, mi padre,    aunque nunca me día nada,
     aunque es menor en bienes,    en sangre lleva ventaja.--
  24   Su padre, desque esto oyó,    la encerrara en una sala,
     donde no vía sol ni luna    sino por una ventana,
  26   donde iba Diego León    todas las noches rondarla.
     Su padre, desque esto supo,    cuatro primos avisara.
  28   De los cuatro, mató tres,    y uno que se le escapara.
     Desque vio tres muertes hechas    se marchó para Granada,
  30   y allí se estuvo siete años    sin volver para su casa.
     Al cabo de los siete años    volviera para su casa,
  32   preguntándole a su madre
     la dama que él pretendía    si era muerta o casada.
  34   --La dama que tú pretendes    en espera tuya estaba.--
     Se fue por la calle arriba    adonde estaba la dama;
  36   cogiera tres pedranguitas,    tenor de tres avellanas;
     la más chiquitilla de ellas    la arrojara a la ventana.
  38   --Ande usted para adelante    que yo no me acuerdo de nada
     sino de Diego León,    que ese le tengo en el alma.
  40   --Diego León soy, mi vida,    Diego León soy, mi alma.--
                                       Se vistiera y se calzara,
  42   y a la calle se saliera;    con Diego León se abraza.
     Se casaron los dos juntos    porque así Dios lo mandara.

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0163:3 Diego León (á-a)            (ficha no.: 7807)

Versión de Tánger (Marruecos).   Recitada por Rachel Levy. Recogida en Holon, Israel por Susana Weich-Shahak, 11/10/1987 (Archivo: NSAJ; Colec.: Weich-Shahak, S.; cinta: NSA Y 5540/8). Publicada en Weich-Shahak 1997, p. 107-108 (notación musical: p. 107). Reeditada en Weich-Shahak TME-26 2002/CD, corte 12. ©Weich-Shahak. Reproducidas aquí con permiso de la editora.  068 hemist.   Música registrada.

     En la ciudad de Toledo    y en la ciudad de Granada,
  2   y ahí se ha criado un mancebo    que Diego León se llama.
     Y él era alto de cuerpo,    morenito de su cara,
  4   y estrechito de cintura,    y mozo criado entre damas.
     De una tal se enamoró,    de una muy linda muchacha:
  6   se miran por una reja    y también por una ventana.
     Y el día que no se ven    no les aprovecha nada:
  8   ni les aprovecha el pan,    ni el agua de la mañana,
     ni les aprovecha el dinero    con que León negociaba.
  10   Y un día se vieron juntos,    dijo León a su dama:
     --Mañana te ha de pedir,    no vaya ser en hora mala.--
  12   Lo que la dama responde,    lo que a León le agradaba.
     Otro día en la mañana    con don Pedro se encontrara,
  14   con el sombrero en la mano    los buenos días le daba:
     --Don Pedro, deme a su hija,    y a su hija doña Juana.
  16   --Mi hija no es de casar    (y) aún es chiquita y muchacha.--
     Por hacer burla del caso    (y) a su casa lo contara:
  18   --Hija, León te ha pedido,    no vayas en hora mala;
     (y) el que mi yerno ha de ser    (y) ha de menester que traiga
  20   de caudal cien mil ducados    y otros tantos de oro y plata,
     y otros tantos le daré,    hija mía y de mi alma.
  22   --Ay, padre, casísme con él,    (y) aunque nunca me deis nada,
     que los bienes de este mundo    Dios los daba y los llevaba.--
  24   Y d` allí supo su padre    que de amor está trocada.
     Cerróla en un aposento    para que con León no hablara.
  26   Mandara cuatro valientes,    los mayores de la plaza,
     que mataran a León    y le trajeran su alma.
  29   León (y) a los tres mató    y el uno herido estaba.
     Tres días no eran pasados,    León en la plaza estaba;
  30   cogió tres chinas del suelo    y a la ventana arrojara.
     --Mi dama que no arresponde,    de señas que está trocada.
  32   --No `stoy trocada, León,    qu` aún sigo yo en mi palabra.--
     (Y) bajara las escaleras    como una leona brava;
  34   tres días no eran pasados,    las ricas bodas se arman.

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