Pan-Hispanic Ballad Project

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0182:5 Madre que maldice a su hijo (é-o)            (ficha no.: 8240)

Versión de Veneros (parr. Campo de Caso, ay. Caso, p.j. Laviana, Asturias, España).   Recitada por Irene Simón Posada. Recogida por Juan Menéndez Pidal y Ramón Menéndez Pidal, 00/08/1909 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  031 hemist.  Música registrada.

     Por los campos de Madrid
  2   se pasea una viudita,    tres hijos tenía a lo menos.
     El uno era jugador,    jugaba capa y sombrero,
  4   y la madre que lo supo,    echó los ojos al cielo.
     --Premita Dios, hijo mío,    que el demonio sin remedio
  6   te quite de entre mis ojos,    te arrebate a los infiernos.--
     Estando en estes palabres    vio venir un caballero
  8   todo vestido de blanco,    y el caballo todo negro.
     --Dicen que tienes un hijo    que te ha perdido el respeuto,
  10   si me le quieres vender,    te le pagaré al buen precio,
     te daré toda mi hacienda,    de arriba mucho dinero.--
  12   Estando en estes palabres    bajara una voz del cielo.
     --Quítate de ahí, demonio,    vete a tu casa al infierno,
  14   que esa alma no es para ti,    que es pa` mi manso cordero.
     Y a esa mala mujerona    echále a su boca un freno,
  16   que si sus hijos son malos,    sonlo por su mal gobierno.
     ¡Válgame Nuestra Señora,    válgame el Señor San Pedro!

Nota de R. Menéndez Pidal: -11b de arriba = además.
Nota: Original ms. de letra de R. Menéndez Pidal.

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0182:6 Madre que maldice a su hijo (é-o)            (ficha no.: 8241)

Versión de Asturias s. l. (Asturias, España).   Recogida antes de 1910 (fecha deducida) (Archivo: AMP). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  032 hemist.  Música registrada.

     ¡Nuestra Señora me valga,    válgame el señor San Pedro!
     En la ciudad de Madrid,    junto al reino de Toledo,
  2   habitaba una viuda    con su triste desconsuelo.
     Ella tenía tres hijos,    no les podía dar enseño;
  4   manda el uno, manda el otro,    y ninguno quería hacerlo.
     --Venga el degorrio y mis hijos    los lleve para el infierno.--
  6   Estando en estas razones    vio venir un caballero
     y si el caballo era blanco,    era negro el caballero.
  8   --Dame tus hijos, viuda,    de los tres el más pequeño.
     --Se lo daré por dos años    que le ponga algún enseño.
  10   --Si quieres que te lo lleve,    quita lo que trae al cuello,
     un librito doradito    con un Santo Cristo en medio.--
  12   Estando en estas razones    baja un ángele del cielo.
     --Aparta de ahí, demonio,    márchate para el infierno,
  14   deja el alma, que no es tuya,    que es de mi manso cordero.
     --Lo que digo a la viuda,    que a su lengua ponga freno,    
  16   que está Dios muy enojado    del juramento que ha hecho.--
     ¡Esa Señora me valga,    válgame el Señor San Pedro!

Nota: Original ms. de letra no identificada. Versión incluída en el proyecto de segunda edición de J. Menéndez Pidal, nº 14.
Nota del colector: "El coro [Nuestra Señora me valga, / válgame el Señor San Pedro] se repite (...) cada dos renglones" (hemistiquios)

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0182:2 Madre que maldice a su hijo (é-o)            (ficha no.: 2148)

Versión de La Puente del Valle (ay. Valderredible, p.j. Reinosa, Cantabria, España).   Recitada por Basilisa Díaz (52a). Recogida por Jesús Bal y Gay, 00/00/1931 (Archivo: AMP; Colec.: Bal y Gay). Publicada en IGR-vulgar 1999, p. 362.  038 hemist.  Música registrada.

     ¿El rosario de María    quién le reza con buen celo?
  2   Una devota mujer    al divino Sacramento.
     Esa tal tiene tres hijos    y ha mandado al menor de ellos:
  4   --Vete a hacer este mandado.--    Le ha respondido: --No quiero.
     --Permita Dios, hijo mío,    que el demonio sin remedio. . .--
  6   Mas no bien lo había invocado,    cuando a la puerta está luego.
     --¿Quién es el que está a la puerta?    --Un arador caballero,
  8   que viene de lejas tierras    por traerte buen remedio.
     ¿Dónde está tu hijo mayor?,    mira que te lo prometo
  10   de dártele mucha hacienda    y también mucho dinero.
     Quítale esos papelillos    que tiene tu niño al cuello,
  12   que es cosa de niñería,    cosa de poco momento.--
     Estando en estas razones    ha bajao un ángel del cielo:
  14   --Riesga, riesga tú, demonio,    vete a tu casa al infierno,
     ¡cuántas almas van ganadas,    metidas allá en tu reino!
  16   alguaciles, escribanos,    me tienes más de doscientos;
     mayorazgos otros tantos,    que se mueren de soberbios.
  18   A esa mujer maldiciente    echarle a su boca un freno,
     que no maldiga a sus hijos    porque ofende a Dios del cielo.--

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0182:4 Madre que maldice a su hijo (é-o)            (ficha no.: 5576)

Versión de Hazas (ay. Soba, p.j. Santoña, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LXII (nº 262), pp. 469-470.  041 hemist.  Música registrada.

     En la ciudad de Madrid    sucedió lo que ahora cuento:
  2   una mujer muy devota    del divino Sacramento,
     quedó viuda con tres hijos    sin amparo ni sustento.
  4   Iban a por leña al monte    para venderlo en el pueblo,
     y con eso ya les daba    a sus hijos alimento.
  6   Un día a su hijo mayor,    sin duda era muy travieso,
     echóle una maldición    sus ojos mirando al cielo:
  8   --No querrá Dios, hijo mío,    que el demonio sin remedio
     te me quite de delante    y que te lleve al infierno.--
  10   No lo acabó de decir
     cuando han llamado a su puerta    con bastante atrevimiento.
  12   --¿Quién ha llamado a mi puerta    con bastante atrevimiento?
     Y el demonio le responde:    --Un bizarro caballero
  14   que viene de lejas tierras    por darte gusto y contento.
     Dame ese hijo mayor    dámele, yo te prometo
  16   de darte dos mil ducados.    --Tómale, yo te lo entrego.
     No lo acabó de decir    cuando un ángel bajó del cielo.
  18   --Quítate de ahí, el demonio,    vete a tu casa, al infierno,
     y tú, mujer maldiciente,    échale a tu boca un freno;
  20   y tú, mancebo galán,    a confesarte a un convento,
     que allí recibirás    el Divino Sacramento.--

Título original: El maldiciente.

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0182:1 Madre que maldice a su hijo (é-o)            (ficha no.: 1762)

Versión de Baralla (ay. Baralla, ant. Neira de Xuxá, p.j. Lugo, ant. Becerreá, Lugo, España).   Recitada por Dorotea Fernández Ventosinos (56a). Recogida por Jesús Bal y Gay y Eduardo Martínez Torner, 00/00/1928 (fecha deducida) (Archivo: AMP; Colec.: Bal y Gay-Torner, E. M.). Publicada en RT-Galicia 1998, p. 398. Reeditada en IGR-vulgar 1999, p. 363.  040 hemist.  Música registrada.

     Por las calles de Madrid,    junto a calle de Toledo,
  2   se pasea una señora    con tres hijos por lo menos.
     Uno era muy jugador,    se adivertía en el juego.
  4   Un día, por defortuna,    jugó zapato y sombrero.
     Llegó por allí su madre    y le halló en un enredo.
  6   --Quiera Dios, hijo mío,    que del cielo te venga el premio;
     que te cojan los demonios    y a los profundos infiernos.--
  8   Estando en estas razones,    se presenta un caballero;
     nada traía de blanco    y hasta el caballo era negro.
  10   Le pregunta la malvada:    --¿Quién es usted, caballero?
     --Yo soy                        el demonio del infierno
  12   que vengo por ese hijo tuyo,    que no lo tienes por vuestro.
     --Si no vienes más que a eso,    desde ahora te lo entrego.
  14   --Si quieres que te lo lleve,    quita lo que tiene al cuello:
     el rosario de la Virgen    y el Santísimo Sacramento.--
  16   Estando para quitarlo    bajó la Virgen del cielo.
     --¡Desaparece, demonio,    vete a tu casa al infierno!;
  18   ese niño es para mí,    conmigo ha de subir al cielo.--
     Mujeres desenfrenadas,    en la boca echai un freno:
  20   que vos sirvan de escarmiento,    mujeres del dicho pueblo.

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0182:3 Madre que maldice a su hijo (é-o)            (ficha no.: 3414)

Versión de Nuez de Aliste (ay. Trabazos, p.j. Zamora, ant. Alcañices, comc. Aliste, Zamora, España).   Recitada por María Rivas Pérez (70a). Recogida por José Manuel Fraile Gil, José Manuel González Matellán, y Gustavo Cotera, 27/04/1989 (Archivo: ASFG; Colec.: Fraile Gil, J. M.). Publicada en Fraile Gil Rom-Panhisp.-1 1992/5CD, Primera Antología Sonora, v. 5, TECNOSAGA, KPD-(5)10.9004, corte 11 © Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor.  038 hemist.   Música registrada.

     Una mujer siendo esclava    del divino Sacramento,
  2   es viuda, tiene tres hijos,    no le(s) pude dar sustento.
     Uno salió jugador,    se divertía en el juego;
  4   un día estaba jugando    jugó zapato y sombrero.
     Pasó por allí su madre    y lo agarró el enredo:
  6   --Ay, hijo de mis entrañas,    del cielo te venga un premio,
     que te lleven mil demoros    a los profundos infiernos.--
  8   Aun la palabra no es dicha    y allí estaba un caballero.
     Nada traía de blanco,    que hasta el caballo era negro.
  10   Se atrevió y le preguntó:    --¿A qué viene el caballero?
     --Vengo a llevarle ese hijo,    no lo tiene por hijo vuestro.
  12   --Si quiere te se lo lleve,    quite lo que trae al cuello:
     el rosario de María    y el divino Sacramento.--
  14   Al estar n` estas palabras    bajó la Virgen corriendo:
     --Quítate de allí, el demoro,    carnicero del infierno.
  16   ¿Te parecen pocas almas    las que tienes en el infierno?,
     aun quieres llevar a ésta,    no tiene conocimiento
  18   y a la madre de este hijo,    del cielo le venga un premio
     pa que por ella escarmienten    las vecinas de este pueblo.--

Notas: En principio, se repiten los primeros hemistiquios de los versos pares (2-12) si bien, después del v. 12--por la adición u omisión de un verso--la repetición se da en los impares (15-19); -15a tal vez nombre propio Ildemoro en este caso, aun siendo sustantivo demoro en -7a.
Notas de Fraile Gil: La informante nos comentaba que todas estos les desprendí de mi abuela, que tendría ahora ciento treinta y siete años. Obsérvese la sustitución del término demonio por demoro para evitar la mención directa del maligno; este fenómeno es muy frecuente en el romancero tradicional.

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