Pan-Hispanic Ballad Project

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0214:16 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 3257)

Versión de Aballe (parr. Huera de Dega, ay. Parres, p.j. Cangas de Onís, Asturias, España).   Recitada por Joaquina Fernández (46a). Recogida por José Amador de los Ríos, entre 1860-1865 (Archivo: AMP; Colec.: Amador de los Ríos, J.; cinta: Ms. Rodrigo A., n. 1, pp. 9-13). Publicada en J. Menéndez Pidal 1885, Colección de los viejos romances ... asturianos (1885), pp. 225-6, nº LXVII. Reeditada en SilAstur I 1999, (J. Antonio Cid, ed.), pp. 130-131 y SilAstur II 2003, pp.225-6, nº LXVII.  044 hemist.  Música registrada.

     Allá arriba en aquel monte    se pasea una zagala,
  2   al pie de una mata oscura    rezando el rosario estaba.
     Desde lejos vio venir    tres hermosísimas damas;
  4   la una vestía de azul,    las otras de verde estaban.
     --Buenos días, zagaleja,    buenos días de mañana.
  6   ¿Qué haces aquí, zagaleja?    --Rezando el rosario estaba.
     --¿De quién son esas cabrillas,    esas cabras que tú guardas?
  8   --Suyas y mías, señora,    suyas y mías las cabras.
     --¿Tú me conoces a mí,    que con tal cariño me hablas?
  10   --Sí, señora, la conozco,    que es usted la madre santa.
     --¿Tú te quieres ir conmigo    a la celestial morada?
  12   --Eso sí que no, señora,    ¿dónde he de dejar mis cabras?
     --Ponlas en ese sendero    que ellas te se irán a casa.--
  14   Su padre al anochecer    triste y afligido estaba.
     --¿Cómo es tan tarde y no viene    la zagala con las cabras?--
  16   Delante de un crucifijo    que tenía en la su sala
     se postrara de rodillas    y estas palabras le hablara:
  18   --Dime tú, manso cordero,    hijo de la Virgen santa,
     ¿cómo es tan tarde y no viene    mi zagala con las cabras?
  20   Tu zagala ya se fue    a la celestial morada
     y tus cabrillas las tienes    en el corral de tu casa
  22   y tú si quieres venir    a la celestial morada.--
     ¡Válgame Nuestra Señora,    válgame la Virgen santa!

Notas del editor: J. M. P. publicó un texto retocado que le proporcionó el hijo del colector. Aquí se sigue el texto original ms de A. de los Ríos (arcivado en el AMP).

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0214:17 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 3273)

Versión de Proaza (ay. Proaza, p.j. Oviedo, Asturias, España).   Recitada por Rosa Fernández (28a). Recogida en Madrid por Eugenio Olavarría y Huarte, hacia 1885 (Colec.: Olavarría, E.). Publicada en Giner Arivau 1886, «Folk-Lore de Proaza», BTPE VIII (Madrid: F. Fé, 1886), pp. 159-61, nº IV. Reeditada en SilAstur I 1999, (J. Antonio Cid, ed.), pp. 201-202.  044 hemist.  Música registrada.

     Zagala que por el monte,    por el monte guareis cabras,
  2   junto a una peñita oscura    se ha sentado una mañana.
     Con el rosario en la mano    a la Virgen la rezaba,
  4   aquel que a la Virgen reza,    la Santa Virgen le ampara.
     En el medio del camino    vio venir una borrasca
  6   toda cubierta de luces,    `n el medio tres bellas damas;
     una vestida de azul,    que las dos de verde estaban.
  8   --Dime tú, zagala hermosa,    ¿de quién son esas tus cabras?
     --Suyas, suyas son, señora,    que es usted la que me ampara.
  10   --Pues tú, niña,    ¿me conoces,    que tan amorosa me hablas?
     --Sí, señora, la conozco,    es usted la Madre Santa.
  12   --Pues tú, niña, ven conmigo    a la celestial morada.
     --Eso si que no, señora,    ¿a quién dejo yo mis cabras?
  14   --Déjalas `n ese sendero,    que ellas dirán para casa.--
     El padre de aquella niña    triste y afligido se halla;
  16   --¿Cómo es de noche y no viene    mi zagala con las cabras?--
     Se fuera hacia un santo Cristo    que le tenía allí en casa,
  18   y se pone de rodillas    y de esta manera le habla:
     --Dime tú, manso cordero,    hijo de la Madre Santa,
  20   ¿cómo es de noche y no viene    mi zagala con las cabras?
     --Tu zagala ya no viene,    `stá en la celestial morada,
  22   las cabras en el corral,    en el corral de tu casa.--
     ¡Válgame la Virgen pura,    la bendita Madre Santa!

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0214:18 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 5687)

Versión de Hazas (ay. Soba, p.j. Santoña, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, II. CIX (nº 387), pp. 178-179.  036 hemist.  Música registrada.

     Estaba una pastorcita    al pie de una peña oscura
  2   con el rosario en la mano    como ella siempre acostumbra.
     Vio venir una borrasca    llena de luz acercada,
  4   y en ella vio que venían,    vio que venían tres damas.
     Las dos de verde venían,    la otra de azul estaba.
  6   --Buenos días, pastorcita.    --Bienvenida, Madre Santa.
     --Pues tú, niña, ¿me conoces    que tan amorosa me hablas?
  8   --Sí, Señora, la conozco,    ¿no es usted la Madre Santa?
     --Tú te has de venir conmigo    a la celestial morada.
  10   --No, Señora, no, Señora,    ¿quién me ha de guardar las cabras?
     --Ponías en ese sendero    que ellas se te irán a casa.--
  12   A deshora de la noche    el padre afligido se halla
     al ver que es noche y no viene    la zagala ni las cabras.
  14   Delante de un crucifijo    de rodillas se postraba.
     --Dime tú, dulce Jesús,    hijo de la Madre Santa,
  16   ¿cómo es de noche y no viene    la zagala, ni las cabras?
     --Tu zagala está en el cielo    según mi Madre lo manda,
  18   y las cabras ya las tienes    en el corral de tu casa.--

Título original: La cabrera y la Virgen.

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0214:22 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 9451)

Versión de El Cerro de Andévalo (ay. Cerro de Andévalo, p.j. Valverde del Camino, Huelva, España).   Recitada por Catalina Domínguez Moreno (unos 86a). Recogida por Domingo Tejero Díaz, hacia 1988 publicada en Petersen Web 2014, Texto.  034 hemist.  Música registrada.

     Una pastora divina    guardando las suyas cabras
  2   con el rosario en la mano    le reza a la Virgen Santa;
     siete vueltas da una piedra    en el suelo de una para
  4   por aquella triste nube    vi bajar yo a tres damas
     una vestida de negro    las otras dos de morada.
  6   --Dime, niña, ¿me conoces,    que tan dulcemente me hablas?
     --Sí señora, la conozco,    es la reina soberana.--
  8   La cogieron por los brazos    a los cielos la levantan
     con trompetas y sonajas,    con chirivíos y flautas.
  10   El padre de la pastora    medio enflujido en su casa.
     --Santo mío de la luz,    santo mío de mi alma,
  12   que la pastora no viene,    que se tarda con las cabras.
     Corrio una voz por el cielo    --Pastor hoy lleva usted sus cabras,
  14   que la pastora divina    en el cielo está coronada.--
     Quien siempre a la virgen le reza,    siempre la virgen le ampara;
  16   quien rezare esta oración    todos los viernes de marzo
     sacará un alma de pena    y la suya de pecado.

Nota del recolector: Esta oración llegó a mí por mediación de mi vecina Catalina, nacida en 1902 en un paraje llamado la Estrella del Cerro de Andévalo, Huelva. Su padre era ganadero y tenía rebaños de ovejas y cabras. Ella de pequeña, con 7 años más o menos, acompañaba a los pastores que estaban en el cortijo de su padre para ayudar en la tarea del rebaño. Cuando se acercaba una tormenta con peligro un pastor recitaba la oración como protección y ella la aprendió de oirla.Yo también la aprendí de memoria ya que desde muy pequeño la he escuchado de Catalina en muchas tardes de tormentas. Tendría que ser cuando yo tenía de 4 a 6 años, que es más o menos a la edad que los niños empiezan a memorizar. Ella decía que era para alejar las tormentas. Catalina nos dejó en el año 2003 a los 101 años de edad.
Notas: Cordialmente remitido desde El Cerro de Andévalo por el recolector el 23 de marzo de 2014. Bien puede considerarse la versión del mismo recolector, pero como Catalina ya no nos puede transmitir directamente su versión, le atribuimos ésta de quien la aprendió de ella.

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0214:12 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 2106)

Versión de Buiza (ay. La Pola de Gordón, p.j. León, ant. La Vecilla, comc. Gordón, León, España).   Recitada por Carmen Alfonso (32a). Recogida por Josefina Sela, 00/00/1920 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en IGR-vulgar 1999, pp. 311-312.  058 hemist.  Música registrada.

     Zagalina, zagalina,    que en el monte guarda cabras
  2   al pie de un duro peñasco    se sentaba una mañana,
     con el rosario en la mano    que a la Virgen le rezaba.
  4   Vio venir una neblina    muy resplandeciente y clara,
     tan resplandeciente viene    que al sol atemorizaba,
  6   y en el medio la neblina    vienen tres hermosas damas.
     Una viene de lo verde    y otra de la verde rama,
  8   y otra de azul celeste,    que me roba vida y alma.
     --Me dirás, la zagalina,    de quién son esas cabras.
  10   --Suyas, suyas son, señora,    que las guarda y las ampara;
     suyas, suyas son, señora,    que es usted la Virgen santa.
  14   --¿Quién te ha dicho a ti, mi niña,    que yo Virgen me llamara?
     --A mí nadie me lo ha dicho,    Dios que me lo revelara.
  16   --¿Quieres venirte conmigo    a la celestial morada?
     --Sí, señora, sí, señora,    per ¿a quién dejo mis cabras?
  18   --Ponlas en ese camino    que ellas solas van a casa.--
     Ya llegó la medianoche    y no venían las cabras.
  20   Su padre, muy aturdido,    al ver lo que le pasaba,
     se metió en un aposento    donde un santo Cristo estaba.
  22   --Señor mío Jesucristo,    redentor de nuestras almas,
     ¿adónde estará la mi hija    a estas horas con las cabras?--
  24   El santo Cristo responde    no por señas, con palabras.
     --La tu hija está en los cielos,    la llevó la Virgen santa,
  26   y las tus cabras las tienes    dentro la corte encerradas.--
     Fueronse allá y vieron    que era maravilla clara.
  28   Válgame Dios de los cielos,    qué dichosa era su alma.
     Así sea la nuestra    cuando de esta vida salga.

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0214:20 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 8199)

Versión de Mallo de Luna (ay. Los Barrios de Luna, p.j. León, ant. Murias de Paredes, León, España).   Recitada por Josefa Morán y Ordóñez (23a). Recogida por Juan Menéndez Pidal, hacia 1902 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  034 hemist.  Música registrada.

     Al pie de un duro peñasco    la pastora está sentada,
  2   con el rosario en la mano,    rezando a la Virgen santa.
     Viera venir una nube    tan resplandeciente y clara,
  4   y en el medio de la nube    viera venir a tres damas;
     las dos venían de luto    y en sus manos ricas palmas,
  6   la tercera de morado,    que al sol atemborizaba.
     --¿Tú qué haces ahí, pastora,    a estas horas con las cabras?
  8   --Estoy rezando el rosario    para la Virgen santa.
     --¿De quién son esas cabras,    venturosa castellana?
  10   --Suyas son, de la señora,    pues que las guarda y ampara.--
     Levántase aquella nube,    llevaron aquella dama.
  12   Los padres de aquella niña    con gran pena están en casa;
     ver que es de noche y no viene    la su hija con las cabras.
  14   Tenía un bendito Cristo,    bendito que tiene en casa:
     --Dime aquí, manso cordero,    pastor de aquella manada,
  16   ¿dónde estará la mi hija    estas horas con las cabras?
     --La su hija está en los cielos,    la llevó la Virgen santa.--

Nota: Original ms. de letra de J. Menéndez Pidal.

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0214:11 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 1663)

Versión de Meda (ay. A Veiga, p.j. Valdeorras, Ourense, España).   Recitada por Josefa Anta (85a). Recogida en O Bao (ay. O Bolo) por Aurelio González, Mª José Querejeta, Flor Salazar y Ana Valenciano, 10/07/1981 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NOROESTE 81; cinta: 3.10-7.3-B11). Publicada en RT-Galicia 1998, pp. 331-332.  046 hemist.  Música registrada.

     [Pastora que anda pastando    en el monte] con las cabras,
  2   al pie de una verde oliva    se sentara una mañana
     con el rosario en la mano,    a la Virgen le rezaba,
  4   porque al que la Virgen reza,    la Virgen Santa lo ampara.
     Vino caer la de Dios,    vio venir una borrasca
  6   toda cercada de luces,    toda de luces cercada.
     En el medio vio venir    tres hermosísimas damas;
  8   una de azul se viste,    y dos de verde estaban.
     --¿Qué haces ahí, zagalita,    qué haces ahí, zagala?
  10   --Estoy rezando el rosario    a la Virgen soberana.
     --¿Tú me conoces, niña,    que tan amante me hablas?
  12   --Sí la conozco, señora,    que es usted la Virgen Santa.
     --Ahora te has de venir    a la celestial morada.
  14   --Eso sí que non, señora,    ¿y a quién le dejo mis cabras?
     --Ponlas en ese sendero    que ellas solas van pra casa.--
  16   El padre de la hija    triste y afligido se halla
     al ver que ya es noche    y no viene su zagala.
  18   Se fue onda un crucifijo    que lo tenía en su sala.
     --Divino manso cordero,    hijo de la Virgen Santa,
  20   que es noche y no viene    mi zagala con las cabras.
     --No tenga pena por ella    ni al monte vaya a buscarla,
  22   que ela cuidada está    en la celestial morada;
     las cabras están recogidas    en el portal de su casa.

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0214:21 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 8681)

Versión de Palencia (Palencia, España).   Recitada por Felisa González (20a). Recogida por Narciso Alonso Cortés, (Archivo: AMP; Colec.: Alonso Cortés, N.). Publicada en Alonso Cortés 1906, p. 119.  036 hemist.  Música registrada.

     Zagaleja que en el monte,    en el monte guardas cabras,
  2   al pie de una piedra oscura    se ha sentado una mañana.
     Con el rosario en la mano    a la Virgen la rezaba,
  4   y al punto vio que venían    tres hermosísimas damas:
     --Buenos días, zagaleja.    --Buenos días, Madre santa.
  6   --Pues tú niña, ¿me conoces,    que con tanto agrado me hablas?
     --Sí, señora, la conozco,    que es usted la Madre Santa;
  8   sí, señora, la conozco,    que es usted la que me ampara.
     --¿Te quieres venir conmigo    a la celestial morada?
  10   --Eso ya no puede ser.    ¿Dónde dejo yo mis cabras?
     --Ponlas ante ese sendero,    que ellas te se irán a casa.--
  12   A eso del anochecer    su padre afligido estaba.
     Se arrodilla ante un crucifijo    que tenía en su sala:
  14   --Díme tú, manso cordero,    hijo de la Madre Santa,
     ¿cómo es de noche y no viene    la zagala con mis cabras?
  16   --Tú no llores ni te aflijas,    ni te vayas a buscarla,
     que la zagaleja está    en la celestial morada,
  18   y las cabras ya las tienes    en el corral de tu casa.--

Título original: La Zagala.

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0214:1 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 255)

Versión de Bercimuel (ay. Bercimuel, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recitada por Norberto Lorenzo. Recogida por Ramón Menéndez Pidal, 00/09/1905 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en TRC-Segovia 1993, pp. 436-437.  088 hemist.  Música registrada.

     Sacratisma María,    madre de la piadad santa,
     pa nuestro favor ha sido    de una hermosa zagala.
     Zagala que en este monte    guardaba un hatajo `e cabras,
  2   una tarde muy lluviosa    y con fuertes aguarradas,
     ya vino una más fuerte,    que el suelo no se vio nada,
  4   y al mismo de oscurecer    se la esparcieón las cabras.
     --No puén haber ido lejos,    no puén haber ido largas,
  6   no puén haber ido lejos,    que hace poco que aquí estaban.--
     Con el rosario en la mano,    rezando a la Virgen santa,
  8   que el que a la Virgen Santa reza,    la Virgen Santa le ampara.
     Siete vueltas dio a un peñasco,    más allí ya no halló nada,
  10   y a orilla de un pino verde    todas las halló rodeadas.
     Y a eso de la medianoche,    cuando los gallos cantaban,
  12   vio venir por altos cerros    tres infantes en campaña,
     que eran San José y la Virgen    y Jesús, que así se llama.
  14   San José como `elantero,    el primero la dio el habla.
     --Buenas noches, pastorcita,    ¿cómo tan solita te hallas?
  16   --Buenas noches, Jesús mío,    y de Dios sean bien santas.
     --¿Me has conocido, chiquita,    que tan dulcemente me hablas?
  18   --Yo no le conozgo a usted,    ni en jamás le he dado el habla.
     --Si te quisieras venir,    donde yo serás llevada.
  20   --Sí señor, con usté iré,    dejando entregás mis cabras.
     --Chiquita, deja tus cabras,    que en ellas no andará nada
  22   y si lo llegara a haber    aquí estoy yo pa buscarlas.--
     Las neblillas se la suben,    las nubes se la acercaban;
  24   cuando quiso arrecordar,    las nubes se la llevaban.
     Dando una voz por el aire    tan resplandeciente y clara:
  26   --¿Dónde voy yo, Jesús mío,    si no voy pa mi poblada?
     --No te aflijas tú, chiquita,    no te aflijas tú por nada,
  28   que, para venir, me han dicho    que la Gloria tiés ganada
     y un Santo Cristo que tiés    a una esquina de tu cama.--
  30   --Santo Cristo de mi vida,    Santo Cristo de mi alma,
     vente conmigo, José,    vente y traite la vara,
  32   que es preciso que entreguemos    que a sus padres las cabras.--
     Sobre poco más o menos    bien se hacía dónde quedaban.
  34   --Las cabras ya hemos hallado    y es preciso de contarlas.
     --Por el cuento bien están    y en ellas no falta nada.
  36   Vete delante, José,    vete delante a llamarlas.--
     Y a eso de la medianoche,    cuando a la ciudad entraban.
  38   --Abre, abre, labrador,    que te vengo a traer tus cabras,
     que tu hija está en el cielo    y de ángeles coronada.--
  40   El labrador, de que oye eso,    desmayado cayó en cama.
     --No te aflijas tú, buen hombre,    no te aflijas tú por nada,
  42   que, para venir, me han dicho    que la Gloria tiés ganada
     y un Santo Cristo que tienes    en la esquina de tu cama.
  44   ¡Santo Cristo de mi vida,    Santo Cristo de mi alma!

Variantes: En una segunda recitación el informante ordenó los versos 8-13 que en un principio dijo en el siguiente orden: 8,11,12,9,10,13.
Nota del colector: [El informante ] es pastor y explícase los pormenores pastoriles del recuento, etc.

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0214:2 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 256)

Versión de Valverde del Majano (ay. Valverde del Majano, p.j. Segovia, ant. Segovia, Segovia, España).   Recitada por T. Josefa Albornos. Recogida por Agapito Marazuela Albornos, 00/00/1933 (Archivo: AMP; Colec.: Agapito Marazuela 1933). Publicada en TRC-Segovia 1993, p. 441.  033 hemist.  Música registrada.

     Pastora que por el monte,    por el monte guardas cabras,
  2   al pie de un verde oliva    se ha sentado un mañana,
     con el rosario en la mano,    rezando a la Virgen Santa.
  4   Todo el que a la Virgen reza    la Virgen Santa le ampara.
     Estando en esta oración,    vio venir una furrasca
  6   y en medio de ella venían    tres hermosísimas damas;
     la una vestida de azul,    las otras de verde estaban.
  8   --Dime, niña, ¿me conoces,    que tan atenta me hablas?
     --Sí, Señora, la conozco,    que es usted la Virgen Santa.
  10   --Anda, vente con nosotras    a la celestial morada.
     --Eso sí que no, Señora,    ¿dónde dejo yo mis cabras?
  12   --Ponlas en este sendero,    que ellas solas van a casa.--
     De rodillas crucifijo,    ya van entrando en su casa.
  14   --¡Válgame Dios, cuánto tarda    mi zagalilla del alma!
     --No se asuste, padre mío,
  16   que sus cabritas están    en el corral de su casa
     y su zagalilla está    en la celestial morada.

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0214:3 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 257)

Versión de Cantalejo (ay. Cantalejo, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recogida por Agustín Blánquez Fraile, 00/00/1908 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en TRC-Segovia 1993, p. 440.  051 hemist.  Música registrada.

     Estando la pastorcita    guardando su atajo `e cabras,
  2   cuando el sol se la ponía,    la noche se la acercaba.
     Se sienta la pastorcita    al abrigo (de) una chaparra,
  4   con el rosario en la mano    rezando a la Virgen Santa,
     que quien a la Virgen reza,    la Virgen Santa le ampara.
  6   Siete vueltas dio a un peñasco    y en duero se la pasan,
     dio la vuelta a un pino verde    y allá ha encontrado sus cabras.
  8   A eso de la medianoche,    cuando los gallos cantaban,
     vio que venía una niebla,    muy resplandeciente y clara,
  10   y en medio de aquella niebla    vio que vinían tres damas
     vestidas de punto en blanco    y en cada mano una palma.
  12   Se acercan aquella niña,    se acercan aquella dama.
     --¿De qué nos conoces, niña,    de qué nos conoces, dama?
  14   --Yo no las conorgo a ustedes,    ni aun jamás les he dado mi habla.--
     La cogen entre las tres    y al cielo se la llevaban.
  16   Los padres de aquella niña    malos se hallan en su cama,
     en el cuarto donde duermen    un Santo Cristo se hallaba.
  18   --Santo Cristo de mi vida,    Santo Cristo de mi alma,
     ¿cómo es tan tarde y no viene    la pastora con las cabras?--
  20   Cuando oyeron una voz    muy resplandeciente y clara:
     "Aquí tié usted su ganado,    aquí tié[ne] usted suyas cabras,
  22   que, si alguna le faltara,    aquí está quien la buscara.
     Que su hija está en los cielos,    de gloria está coronada;
  24   tres sillas tiene a los pies,    tres sillas tiene a la cara,
     tres sillas tiene a su lado    y en la una está sentada,
  26   [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]    de gloria está coronada.

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0214:4 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 258)

Versión de Riaza (ay. Riaza, p.j. Sepúlveda, ant. Riaza, Segovia, España).   Recitada por María Albertos. Recogida por Ramón Menéndez Pidal, 00/09/1905 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en TRC-Segovia 1993, pp. 435-436.  076 hemist.  Música registrada.

     Estaba una pastorcita    guardando un atajo `e cabras,
  2   una tarde muy lluviosa    con bastantes aguarradas.
     Ha venido una muy grande,    que ecede a todas aguas;
  4   la pastora estaba    al abrigo de una zarza,
     cuando repara y mira    ya no están allí sus cabras.
  6   Con el rosario en la mano,    corriendo se fue a buscarlas,
     cien vueltas daba a un peñasco    y allí no encontraba nada,
  8   y a orilla de un pino verde    todas las halló rodeadas.
     Cuando veía venir    tres hermosas ciudadanas:
  10   eran San José y la Virgen,    que a Jesús acompañaban.
     --Buenas tardes, patorcita,    buenas tardes, mi zagala.
  12   --Buenas tardes, Jesús mío,    muy célebres y muy santas.
     --¿Qué estás haciendo, pastora?,    ¿qué estás haciendo, zagala?
  14   --Estoy rezando el rosario    a la Virgen soberana,
     que al que reza su rosario    Jesucristo les ampara.
  16   --¿Me has conocido, pastora?,    ¿me has conocido, zagala?;
     ¿me has conocido, pastora,    que tan dulcemente me hablas?--
  18   La pastora, que oye eso,    se le ha enternecido el habla.
     --Sube al cielo, mi pastora,    sube al cielo, mi zagala;
  20   sube al cielo, mi pastora,    la Gloria tienes ganada.
     --Si, señor, que me subiera    si no fuera por mis cabras,
  22   si algún bicho da con ellas    ni aun cabeza me dejara.
     --Sube al cielo, pastorcita,    sube al cielo, mi zagala,
  24   que si quedan de mi cuenta    nunca vendrá a faltar nada.--
     Las nubes se la subían,    las nieblas se la bajaban,
  26   cuando quiso recordar,    dentro del cielo se hallaba.
     Los ángeles la cantaban,    los querubines la bailan,
  28   y los santos medianeros    llenos de alegría estaban.
     --Vamos, vamos, San José,    vamos a llevar la cabras
  30   a la calle `e San Antonio,    a la ciudad de Betaina.
     Llama, llama, San José,    llama, llama con tu vara;
  32   te responderá el señor,    y el padre de la zagala.--
     --Ya le traemos su hacienda,    ya le traemos sus cabras,
  34   si alguna le faltare,    vamos corriendo a buscarlas.
     --¿Dónde estará mi pastora,    dónde estará mi zagala;
  36   dónde estará mi pastora    que con las cabras no se halla?
     --Su pastora está en el cielo,    de ángeles rodeada
  38   y usted también ha de ir    antes que amanezca el alba.

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0214:5 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 259)

Versión de Cedillo de la Torre (ay. Cedillo de la Torre, p.j. Sepúlveda, ant. Riaza, Segovia, España).   Recitada por Juana Guijarro. Recogida por Ramón Menéndez Pidal, 00/09/1905 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en TRC-Segovia 1993, p. 437.  024 hemist.  Música registrada.

     Estando una pastorcita    cuidando un atajo `e cabras,
  2   el día estaba lluvioso,    con sus fuertes aguarradas;
     ya la vino una muy grande,    se le esparecieón las cabras.
  4   --Pues no habrán ido muy lejos,    que hace poco aquí estaban.
     Rezando el rosario iré,    pa con Dios mucho se gana.--
  6   A eso de la medianoche,    una niebla se le espanta,
     cuando quiso arrecordar    por las nieblas la llevaban.
  8   --¿Ande me llevan a mí?,    a mi pueblo no voy guiada.
     --Calla, calla tú, chiquita,    no te aflijas tú por nada,
  10   que el que va en mi compañía    la Gloria tiene ganada.
     Anda, coge el rosario    y da cuenta de tus cabras,
  12   que en el sitio que te encuentras    Nuestra Señora te aguarda.

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0214:6 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 260)

Versión de Pajares de Pedraza (ay. Arahuetes, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recitada por Micaela Berzal. Recogida por Agapito Marazuela Albornos, entre 1915-1925 (Archivo: AMP; Colec.: Agapito Marazuela 1933). Publicada en Marazuela Albornós 1964,.  056 hemist.  Música registrada.

                                       En unas altas montañas
  2   se encontraba una pastora    con un atajo de cabras.
     El sol ya se la ponía,    la noche se la acercaba;
  4   una noche muy oscura    y con fuertes aguarradas.
     Se ha sentado la pastora    al pie de una fuente clara
  6   por comer un poco ` pan,    por beber un poco de agua.
     Se levanta la pastora    en busca de suyas cabras,
  8   con el rosario en la mano    rezando a la Virgen Santa,
     la Virgen Santa la reza,    la Virgen Santa la ampara.
  10   Siete vueltas dio a un peñasco    y en aquel duro no estaban,
     donde las vino a encontrar    a un pino verde rodeadas.
  12   Se la ponían las abrillas,    cuando vio bajar tres damas
     vestidas de punta en blanco    y en cada mano una palma.
  14   Una era San José    y otra la Virgen Santa
     y otra la Magdalena,    que a por la pastora bajan.
  16   --Buenas noches, pastorcita.    --Buenas noches, Virgen Santa.
     --¿De qué me conoces, niña,    que tan tiernamente me hablas?
  18   --Yo nola conozco a usted,    ni nunca le habré dau el habla.--
     Los padres de aquella niña    malos están en la cama,
  20   y a la cabecera tienen    un Santo Cristo de guarda.
     --Santo Cristo de mi vida,    Santo Cristo de mi alma,
  22   ¿cuándo viene la pastora?,    ¿cuándo viene con sus cabras?--
     Apenas lo habían dicho,    cuando a la puerta llamaban.
  24   --Tenga usted, gran caballero,    tenga usted su atajo ` cabras.
     --¿Dónde está mi hija querida?,    ¿dónde está mi hija adorada?
  26   --Su hija ya está en los cielos,    de oro está coronada;
     tres sillas tiene a los pies    y tres tiene a las espaldas,
  28   tres tiene a la cabecera    y en sillón de oro sentada.

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0214:7 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 261)

Versión de Vegas de Matute (ay. Vegas de Matute, p.j. Segovia, Segovia, España).   Recitada por Teresa Pérez (82a). Recogida por J. Antonio Cid, Mª Teresa Cillanueva, José Ramón Prieto y Mª José Querejeta, 04/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 4.4-7.3/B-09). Publicada en TRC-Segovia 1993, pp. 441-442.  027 hemist.  Música registrada.

     Una pastora divina    guardando estaba sus cabras,
  2   con el librito en la mano    leyendo la vida sacra.
     Tres vueltas ha dao a la sierra    puesta en cruz y arrodillada,
  4   y cuando ya estaba cansada    la Virgen la preguntara:
     --Dime, pastora divina,    de quién eran esas cabras.
  6   --Tuyas son, Virgen María,    tuyas son, Virgen Sagrada.
     --¿Cómo me conoces, niña?,    tan dulcemente me hablas.
  8   --Sí te conozco, María,    que eres del cielo bajada.--
     Los ángeles en el cielo    con músicas celestiales,
  10                                     a los cielos la llamaban.
     El pastor, como era tarde,    muy afligido en su casa:
  12   --¿Dónde estará mi pastora,    que tan tarde ya no viene?--
     Y oyó una voz que decía:    --Vete allí a coger tus cabras,
  14   que la pastora divina    en el cielo es coronada.--

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0214:8 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 262)

Versión de San Pedro de Gaíllos (ay. San Pedro de Gaíllos, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recitada por Juan Casado García (83a). Recogida por Gabriel Fraile, Francisco Mendoza Díaz-Maroto, Flor Salazar y Dolores Sanz, 04/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 1.4-7.1/B-05). Publicada en TRC-Segovia 1993, pp. 438-439.  044 hemist.  Música registrada.

     Y estaba un gran pastorcito    guardando un atajo `e cabras,
  2   cuando el sol se le ponía,    la noche se le acercaba.
     Y ha llegado la pastora    al pie de una fuente clara,
  4   por comer un poco pan    y beber un poco de agua.
     Cuando quiso recordar,    allí no estaban sus cabras.
  6   --Por ahí van, por ahí van,    por ahí van, irán muy largas.--
     Y ella no se creyó en eso.    --Me voy por aquí a buscarlas,
  8   con el rosario en la mano,    rezando a la Virgen Santa.
     El que a la Virgen Santa reza,    la Virgen Santa le ampara.--
  10   Siete vueltas dio a un peñasco    y en el suelo dura olmada
     y una vuelta a un pino verde,    y allí estaban arrodeadas.
  12   Ya vio venir una niebla,    muy oscura y muy cerrada,
     y, en medio de aquella niebla,    vio que venían tres damas
  14   vestidas de punto en blanco    y en las manos unas palmas.
     Y al llegar a la pastora,    de esta manera me la hablan:
  16   --Buenas tardes, mi pastora.    --Buenas tardes, Virgen Santa.
     --Parece que nos conoces,    que tan dulcemente me hablas.
  18   --No la conozgo yo a usted    ni a la otra que me dio el habla.
     --Si quié venir con nosotros,    antes hoy, que no mañana.
  20   --Sí, Señora, sí me iría,    si entregase mías cabras.
     --Tuyas cabras, déjalas,    yo estoy aquí pa cuidarlas,
  22   si alguna se marchase,    yo estoy aquí pa buscarla.

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0214:9 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 263)

Versión de Pajares del Fresno (ay. Fresno de Cantespino, ant. Pajares del Fresno, p.j. Sepúlveda, ant. Riaza, Segovia, España).   Recitada por Miguel García, pastor (67a). Recogida por Diego Catalán, Mª Teresa Cillanueva, Gabriel Fraile y Therese Meléndez, 03/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 6.3-7.1/A-02). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  026 hemist.  Música registrada.

     Un día muy lluvioso    con tan fuertes aguarradas
  2   se ha quedado la zagala    al abrigo ` una chaparra,
     con el rosario en la mano    rezando a la Virgen Santa.
  4   Quien a la Virgen Santa reza,    la Virgen Santa la ampara.
     Se levanta de rezar la zagala    en busca suyas cabras;
  6   siete vueltas dio a un peñasco    y sin encontrar las cabras,
     tres y media a un pino verde    y allí estaban rodeadas.
  8   Los padres de aquella niña    enfermos en cama estaban
     y en la cabecera tienen    un Santo Cristo de plata.
  10   --Santo Cristo de mi vida,    Santo Cristo de mi alma,
     ya parece muy tarde,    ya parece que tarda,
  12   ya parece que tarda    la cabrera y sus cabras.--
     Y al oir esto,    las cabras se presentaban.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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0214:10 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 264)

Versión de Sepúlveda (ay. Sepúlveda, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recitada por Isidoro Ortiz (81a). Recogida por Vanda Anastácio, Pilar Aragón, J. Antonio Cid y Gabriel Fraile, 07/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 4.7-7.1/B-12). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  028 hemist.  Música registrada.

     Zagala que por el monte    guardaba un atajo `e cabras,
  2   cuando el sol se la ponía,    la noche se la acercaba.
     Y una tarde se sentó    al pie de una fuente clara;
  4   cuando quiso recordar,    se la esparecen las cabras.
     Siete vueltas dio a un peñasco    por ver si las encontraba,
  6   coge el rosario en la mano,    rezando a la Virgen Santa;
     el que a la Virgen reza,    la Virgen siempre le ampara.
  8   Baja un ángel del cielo    y alegre la saludaba.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     --¿Cuyo es este ganadito?,    ¿cuyo es este atajo `e cabras?
  10   --Tuyas son,    pues las cuidas, pues las guardas.--
     Y con estas y otras palabras    el ángel, enternecido, la habla.
  12   Estando en medio de la borrasca,    de ella venían tres damas
     todas vestidas de blanco    y en las manos unas palmas.
  14   La cogen entre las tres,    al cielo la encaminaban.

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0214:14 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 2108)

Versión de Riaza (ay. Riaza, p.j. Sepúlveda, ant. Riaza, Segovia, España).   Recitada por María Albertos. Recogida por Ramón Menéndez Pidal, 00/00/1905 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en IGR-vulgar 1999, pp. 313-314.  076 hemist.  Música registrada.

     Estaba una pastorcita    guardando un hatajo `e cabras
  2   una tarde muy lluviosa    con bastantes aguarradas,
     ha venido una muy grande    que ecede a todas aguas
  4   y la pastorcita estaba    al abrigo de una zarza.
     Cuando ya repara y mira    ya no están allí sus cabras.
  6   Con el rosario en la mano    corriendo se fue a buscarlas.
     Cien vueltas daba a un peñasco    y allí no encontraba nada,
  8   y a orilla de un pino verde    todas las halló rodeadas,
     cuando veía venir    tres hermosas ciudadanas:
  10   eran San José y la Virgen    que a Jesús acompañaban.
     --Buenas tardes, pastorcita,    buenas tardes, mi zagala.
  12   --Buenas tardes, Jesús mío,    muy celebres y muy santas.
     --¿Qué estás haciendo, pastora,    qué estás haciendo, zagala?
  14   --Estoy rezando el rosario    a la Virgen soberana,
     que el que reza su rosario    Jesucristo les ampara.
  16   --Me has conocido, pastora,    me has conocido, zagala,
     me has conocido, pastora,    que tan dulcemente me hablas.--
  18   La pastora de que oye esto    se le ha enternecido el habla.
     --Sube al cielo, mi pastora,    sube al cielo, mi zagala,
  20   sube al cielo, mi pastora,    la gloria tienes ganada.
     --Sí, señor, que me subiera,    si no fuera por mis cabras,
  22   si algún bicho da con ellas    ni aun cabeza me dejara.
     --Sube al cielo, pastorcita,    sube al cielo, mi zagala,
  24   que si quedan de mi cuenta    nunca vendrá a faltar nada.--
     Las nubes se la subían,    las nieblas se la bajaban,
  26   cuando quiso recordar    dentro del cielo se hallaba.
     Los ángeles la cantaban,    los querubines la bailan
  28   y los santos medianeros    llenos de alegría estaban.
     --Vamos, vamos, San José,    vamos a llevar las cabras
  30   a la calle e San Antonio,    a la ciudad de Betaina.
     Llama, llama, San José,    llama, llama con tu vara,
  32   te responderá el señor    y el padre de la zagala.
     --Ya le traemos su hacienda,    ya le traemos sus cabras,
  34   si alguna le faltase    vamos corriendo a buscarlas.
     --¿Dónde estará mi pastora,    dónde estará mi zagala,
  36   dónde estará mi pastora    que con las cabras no se halla?
     --Su pastora está en el cielo    de ángeles rodeada,
  38   y usted también ha de ir    antes que amanezca el alba.--

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0214:13 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 2107)

Versión de Videmala (ay. Videmala, p.j. Zamora, ant. Alcañices, comc. Aliste, Zamora, España).   Recitada por Josefa Prieto (40a). Recogida por Américo Castro, 00/00/1912 (Archivo: AMP; Colec.: Castro, A.). Publicada en IGR-vulgar 1999, pp. 312-313.  061 hemist.  Música registrada.

     Era una linda pastora    y era una linda zagala
  2   que andaba por alta sierra    guardando unas pocas cabras.
     Rosario de oro tenía,    tres veces lo reza al día:
  4   una vez por la noche,    otra vez a la mañana
     y otra vez al mediodía    entre las cabras sesteaba.
  6   Estando una vez rezando,    en el duro tronco sentada,
     viera venir una nube    muy resplandeciente y clara.
  8   De ella salieron tres damas
     e iban en procesión    derechito a la zagala.
  10   --¿Qué haces ahí, la pastora,    qué haces ahí, la zagala?
     ¿Qué haces ahí, la pastora,    en duro tronco asentada?
  12   --Estoy rezando el rosario    a la reina soberana.
     --Si te quiés venir conmigo    yo conmigo te llevara.
  14   --Yo con usted bien me iría,    ¿quién me gardará las cabras?
     --Ahí viene San Antonio,    San Antonio te las guarda.
  16   --Mi padre estará que trina,    mi padre estará que rabia,
     en ver que viene la noche    y las cabras no van pa casa.--
  18   Se pusiera de rodillas,    con la montera quitada;
     vio pasar por allí un hombre:    --¿A visto usted las mis cabras?
  20   --Las sus cabras sí, señor,    a la puerta están que le abran.
     --¿Dónde quedó la pastora,    dónde quedó la zagala?
  22   --La pastora está en el cielo    con la reina soberana.
     --Así la hubieran comido    siete lobos en manada.
  24   --Calle usted, ¿qué dice usted?    si su alma está condenada,
     que le echó la maldición    a su hija que era santa.
  26   Tres sillas tenía de oro,    y en la que estaba sentada;
     una tiene pa su madre    y otra tiene pa su hermana,
  28   y otra tiene para ella,    pa su padre no quedaba.
     --Sigún dice el gran señor,    para mí no había nada.
  30   --¿Qué quié que haiga pas usted,    si su alma está condenada?,
     que le echó la maldición    a su hija que era santa.--

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0214:23 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 9609)

Versión de Rábano de Sanabria (ay. San Justo, p.j. Puebla de Sanabria, comc. Sanabria, Zamora, España).   Recitada por Amparo Prada Sotillo (67a). Recogida por José Manuel Fraile Gil, Juan Manuel Calle Ontoso, y Eliseo Weich-Shahak, 24/07/1995 (Archivo: ASFG; Colec.: Fraile Gil, J. M.). Publicada en Fraile Gil Rom-Panhisp.-2 2010+2CD, cd 2, corte nº 108, texto nº VIII. B.2, pp. 198-199. © Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor.  030 hemist.   Música registrada.

     Era una linda pastora,    era una linda zagala,
  2   tres veces reza el Rosano    a la Virgen Soberana.
     Uno reza por la noche,    otro reza a la mañana,
  4   otro reza por el día    mientras las cabras sestiaban.
     Estándolo un día rezando    en una peña sentada
  6   viera venir una nube    muy resplandeciente y clara,
     y en medio d`aquella nube    viera tres polidas damas.
  8   Una era Santa T`resa    y otra era Santa Juana,
     otra la Virgen María    que de luto vien cargada.
  10   La que venía de luto    de esta manera le habla:
     --¿Qué estás haciendo, pastora?    ¿qué estás haciendo, zagala?
  12   --Estoy rezando el Rosario    a la Virgen Soberana.
     --¿Te quieres venir conmigo    al cielo, que es mi morada?
  14   --Yo con usté bien me iría    si no fueran estas cabras.
     --Ahí atrás vien San Antonio    que buen pastor te las guarda.--

Notas: La informante canta y toca la pandereta y Antonio Cornejo San Román (57a) la acompaña con el tambor.
Nota del editor sobre la ocasionalidad: Algunas comarcas españolas, muy pocas a estas alturas, han sabido conservar entre sus usos festivos el baile en su sentido más amplio y antiguo. En realidad, estos bailes son unasucesión rítmica y ordenada con sus correspondientes pasos y ajustadas melodías. Consagrada por el tiempo, y aceptada de pleno por la colectividad del lugar, esta suite se sucedía intermitentemente en las tardes de domingo y fiestas de guardar, siendo interpretada por el músico varón que tañía los instrumentos tradicionales propios de la zona: tamboril y flauta, dulzaina, guitarra… o, como en el caso que nos ocupa -el de la Sanabria zamorana-, la gaita de fuelle. En su defecto, sobre todo en los regocijos familiares o vecinales, fueron las mujeres quienes, meneando con suma destreza el pandero o la pandereta, ejecutaban primorosamente los mismos ritmos, entonando en altísima tesitura idénticas u otras melodias que el instrumento de viento. En esta área zamorana, el llamado baile sanabrés iba ensartando sin intermitencia el primer baile corrido, la jota de los laos, el corrido segundo o habas verdes y una última jota que podía ser chaconeada o puntiada según subáreas. A esta alegre y sonora cadena se anilló por último una nueva argolla: la del baile agarra o, que a veces tuvo como apoyatura textual romances como este.
Título original: La pastora devota del Rosario.

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0214:15 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 2822)

Versión de Bragança. (c. Bragança, dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Documentada en o antes de 1907. Publicada en Rodrigues 1907, 378-379 y Rodrigues 1933, Romanzas..., pp. 378-79. Reeditada en Redol 1964, 619; Rodrigues 1973, (reed. facs. 1981) 97-98; Costa Fontes 1997b, Índice Temático (© HSA: HSMS), pp. 293-294, U46 y RºPortTOM2000, vol. 4, nº 1625, p. 354.  036 hemist.  Música registrada.

     --Pastora que nesses montes,    nesses montes e montanhas,
  2   pastora que nesses montes    diriges um tagalho de cabras!--
     Ela sola las regia,    ela sola las guardava.
  4   `Stando uma vez sentada    ò pé dum duro penhasco,
     vira baixar uma nuvem    mui resplandecente e clara.
  6   Dela sairam três damas    e uma delas demudara.
     --Que fazes aí, ó pastora,    tão sola nesta montanha?
  8   --`Stou rezando meu rosário    à Virgem Soberana.
     --Reza-lo tu, pastora,    que bom paga te daria:
  10   se tu queres vir ao céu,    deixa o gado e anda.
     --E o meu gado, Senhora,    tan solo nesta montanha?
  12   --Se tu queres vir ao céu,    deixa teu gado e anda.
     --E se meu pai tinha pena,    que era noute e não chegava?
  14   --A teu padre, pastora,    eu lhe darei recado.
     Fora-se a um aposento    onde um Santo Cristo `stava.
  16   --A tua filha querida    `stá na celestial morada;
     vai saber do teu gado,    qu` ele solo no monte andava.
  18   `Inda agora las contei    e nenhuma te faltava.--
I8}Variante de Rodrigues 1973 (reed. facs. 1981): -8a omite o.
Nota del editor de RºPortTOM 2000: A profunda semelhança entre esta versão e a siguinte (o nº 2823) pode ter como explicação o facto de serem provavelmente recitações do mesmo informante.
Título original: U46. A DEVOTA DO ROSÁRIO (Á-A)

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0214:19 Cabrera devota elevada al cielo (á-a)            (ficha no.: 7730)

Versión de Bragança s. l. (dist. Bragança, Trás-os-Montes e Alto Douro, Portugal).   Recogida por Pe. Francisco Manuel Alves (abade de Baçal), hacia 1902 (fecha deducida) y publicada en Leite de Vasconcellos 1958-1960, II. 359. Reeditada en Marques 1985, 647 y RºPortTOM2000, vol. 4, nº 1625a, pp.355. © Fundação Calouste Gulbenkian.  040 hemist.  Música registrada.

     Pastora que nesses montes,    nesses montes e montanhas,
  2   pastora que nesses montes    dirige um tagalho de cabras,
     ela sola las regia,    ela sola las guardava,
  4   [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]    e o Senhor que l` ajudava.
     Estando uma vez sentada    `ò pé dum duro penhasco,
  6   vira baixar uma nuvem    mui` resplandecente e clara.
     Dela saíam três damas    e uma delas demudada,
  8   [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]    e das outras respeitada.
     --Que fazes aí, ó pastora,    tan sola nesta montanha?
  10   --Estou rezando o meu rosário    à Virgem Soberana.
     --Reza-lo tu, pastora,    que bom pago te daria,
  12   se tu queres vir `ò céu,    deixa o gado e anda.
     --E o meu gado, Senhora,    tan solo nesta montanha?
  14   --Se tu queres vir `ò céu,    deixa o teu gado e anda.
     --E se meu pai tinha pena,    que era noite e não chegava?
  16   --A teu padre, boa la pastora,    eu le darei o recado.
     Fora-se a um aposento o    nde um Santo Cristo estava.
  18   --Perguntar-vos venho,    Cristo, minha filha onde estava?
     --A tua filha querida    está na celestial morada;
  20   vai a saber do teu gado,    que ele solo no monte andava;
     `inda agora las contei    e nenhuma te faltava.--

Nota del editor de RºPortTOM 2000: Editamos Marques 1985, por ter corrigido Leite de Vasconcellos 1958-1960, II a partir dos manuscritos do Abade de Baçal. A profunda semelhança entre esta versão e a anterior pode ter como explicação o facto de serem provavelmente recitações do mesmo informante.

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