Pan-Hispanic Ballad Project

Total: 31


0217:23 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 5858)

Versión de España s. l. (España).   Recogida 00/00/1682 Publicada en un liego suelto de 1682, Samuel Pepys`s Spanish Chap-books, nº 6/142 (Library of Samuel Pepys, Magdalene College, Cambridge). Reeditada en García de Enterría 1973, pp. 67 y ss. y IGR-vulgar 1999, pp. 289-300.  132 hemist.  Música registrada.

     Para que todos entiendan    las obras y maravillas
  2   de Jesús Omnipotente,    rey de la alta monarquía,
     y de la Virgen, su madre,    Virgen sagrada María;
  4   y su precioso rosario,    quanto lo precia y estima.
     Oid lo que en Barcelona    poco ha sucedido avía,
  6   de una discreta donzella,    noble, honrada, hermosa y rica,
     hija de padres muy nobles,    doña Ángela se dezía.
  8   Servíala un cavallero    de linage y nombradía,
     éste se llama don Juan,    el qual penava y moría,
  10   en amor de la donzella,    por ser tal su bizarría.
     Passeávale la calle    de noche y también de día,
  12   con músicas y villetes    continuo la perseguía.
     Era la dama discreta,    holgávase en demasía,
  14   considerando el ser noble,    de noble genealogía.
     Lunes a las onze en punto,    la dama en su zelosía.
  16   Passó por allí don Juan,    como otras vezes solía,
     descubriéndose a la dama,    mil requiebros la dezía,
  18   salidos del coracón.    Y ella, que ya estava herida,
     corresponde a sus afectos.    Y a la fin, se prometían
  20   de juntarse al matrimonio.    Con esto se despedían,
     cada qual considerando    la gloria que recibía.
  22   Mas el padre de la dama,    otro concierto tenía,
     que prometida la tiene    a un mercader de Sevilla
  24   riquíssimo y poderoso,    perulero de las Indias.
     Cerróse este casamiento    un martes a mediodía.
  26   La pena y fatiga fuerte,    la rabia y melancolía
     que siente el noble don Juan    quando esta nueva sabía.
  28   No menos siente la dama    tristeza, rabia y fatiga,
     de su consuelo apartada    por el que no conocía.
  30   Don Juan no sabe qué hazerse    con tanta pena y desdicha;
     determinó de ausentarse    a Perpiñán, essa villa,
  32   para ver si se le aparta    la passión que le afligía.
     Donde estuvo algunos meses.    Mas ya sufrir no podía
  34   el rabioso mal de ausencia,    de bolverse determina.
     Y en llegando a Barcelona,    a las tres horas del día,
  36   manda enjaezar su cavallo,    saca su antigua divisa
     y adornada su persona,    muy bizarro en demasía,
  38   se fue derecho a la calle    donde la dama vivía.
     Mas apenas ha llegado,    quando estendiendo la vista,
  40   viera las puertas cerradas,    balcones y zelosías.
     Admirado está don Juan    quando una moza salía
  42   toda cubierta de luto,    hasta un velo que traía.
     Pregúntale, algo turbado:    --Donzella, por cortesía,
  44   ¿por quién traéis essa usanca    triste, negra y afligida?--
     Llorando de los sus ojos,    la donzella respondía:
  46   --Tráygola por mi señora,    doña Ángela de Mencía,
     Ya, señor, está en el cielo,    por quien traygo la divisa;
  48   pues apenas ella supo    de vuestra ausencia y partida,
     quando la Parca paciente    cortó el hilo de su vida.--
  50   Con esta triste respuesta    la puerta cerrado avía.
     Cayó don Juan del cavallo,    que fue grande maravilla.
  52   Passan dos frayles franciscos,    de muerte le guarecían.
     Lleváronle amortecido    a las casas do vivía.
  54   Passaron tres quartos de hora    quando en su acuerdo bolvía,
     con un profundo suspiro    que del alma le salía.
  56   Sin advertir que la gente    le escuchava y entendía,
     comienca a dezir, llorando:    --Doña Ángela de mi vida,
  58   ¿cómo te fuiste sin verme,    espejo del alma mía?
     ¿Por qué me dexaste solo,    sin ninguna compañía?
  60   ¿Por qué no te despediste    de quien tanto te quería?
     ¿Adonde estás que no sientes    las ansias que padecía?
  62   Dios perdone la tu alma,    lumbre de la vida mía.--
     Tantas lágrimas derrama    que a todos lástima hazía.
  64   Rogando está a sus parientes    y amigos que allí tenía,
     le dexen un rato solo    por merced y cortesía.
  66   Consolándole uno a uno,    de don Juan se despedían.
     Vistióse todo de luto,    y al punto que anochecía,
  68   solo camina derecho    al glorioso San Matías,
     donde estava sepultada    doña Ángela de Mencía.
  70   Y en entrando por la puerta    en una rica capilla
     de la Virgen del Rosario,    nuestra Princesa María,
  72   y en entrando más adentro,    hincádose ha de rodillas.
     Passando está muchas veces    el rosario, que tenía
  74   con unos estremos de oro,    llorando a lágrimas vivas,
     Ya era cerca de las doze,    y el sacristán le dezía
  76   que quiere cerrar la iglesia    que era tarde en demasía.
     --Bien puedes cerrar tu iglesia--    el buen Don Juan le dezía,
  78   --porque esta noche no pienso    salir yo desta capilla.--
     Cerró el sacristán la iglesia    para don Juan se bolvía,
  80   el qual estava ofreciendo    el rosario de María.
     Mas Satanás, embidioso,    que en el infierno dormía,
  82   le pareció que era tiempo    de solemnizar su embidia.
     Púsole en el pensamiento    que, pues remedio no avía,
  84   morir es mejor partido    que passar tan triste vida.
     Ya después de medianoche    a el sacristán le dezía:
  86   --Ruégete, por Dios, amigo,    quanto rogar te podía,
     q`esta piedra a alear me ayudes,    que yo te lo pagaría.--
  88   El sacristán, admirado,    en todo se le ofrecía.
     Alearon los dos la piedra,    y allí llorando dezía:
  90   --Aquí yaze clara estrella,    sin ninguna compañía.--
     Y diziendo estas palabras,    luego la mano ponía
  92   en una daga dorada,    y el brazo en alto retira
     con intento de matarse    y hacerle allí compañía.
  94   Mas la Virgen del Rosario,    nuestra Princesa María,
     no quiso que se perdiera    desta alma su eterna vida,
  96   mas al tiempo que don Juan    el cruel brazo retira,
     quiso que bolviese el alma    de la dama fallecida,
  98   diziendo: --Madre de Dios,    ¿quién me desata y deslía?
     ¿Qué obscuridad es aquella?    ¡Valedme, Virgen María!--
  100   Al fin sacaron la dama,    sana, alegre, hermosa y viva.
     De doña Ángela el contento    y de don Juan la alegría,
  102   no cumplo yo aquí explicarlo,    ni que mi pluma lo escriva.
     Al fin, la llevó a su casa,    y al punto que amanecía,
  104   dando a entender lo que passa,    a sus padres dio noticia.
     Súpolo el primer marido,    el qual su muger pedía.
  106   Pusieron los dos el pleyto    en la Real Chancillería.
     Presidente y oydores,    vista la causa y revista,
  108   y atento que ha sido muerta    y echada la tierra encima
     que la muerte y casamiento    todo se acaba en un día
  110   y este caso sucedido    ser en la misma capilla
     de la Virgen del Rosario,    lo qual todos imaginan
  112   ser milagro desta reina    y por cierto lo tenían,
     que se la den a don Juan,    pues él sacado la avía
  114   de la misma sepultura    donde enterrado la avían,
     sin ninguna apelación,    esta sentencia confirman.
  116   Y al fin vinieron contentos    los que tanto se querían.

Documentación: Véase el pliego de 1682 en facsímil (fotocopia del mismo). Como explica Salazar (Salazar 1992) "... mezcla de romance vulgar, noticioso, con creaciones de los poetas cultos del Romancero nuevo, es una muestra representativa de la literatura plieguística de la época, en que la heterogeneidad textual marca la composición de los pliegos sueltos del XVII."(p. 289).

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0217:11 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 3298)

Versión de Asturias s. l. (ay. Caravia, p.j. Gijón, ant. Villaviciosa, Asturias, España).   Recogida por Pedro de Llano Roza de Ampudia, hacia 1876 (Archivo: AMP; Colec.: Llano Roza de Ampudia, P. de). Publicada en Llano Roza de Ampudia 1919, El libro de Caravia (Oviedo: Gutenberg, 1919), pp. 198-199. Reeditada en SilAstur I 1999, (J. Antonio Cid, ed.), p. 238.  070 hemist.  Música registrada.

     Barcelona, Barcelona,    Barcelona la de arriba,
  2   se ha enamorado don Juan    de Angelina de Sevilla.
     Vino tiempo y pasó tiempo,    ellos casarse querían,
  4   los pícaros de los padres    sus contratos deshacían.
     Don Juan trató de marcharse    por ver si olvida a la niña;
  6   vino tiempo y pasó tiempo    y olvidarla no podía.
     Al cabo de los siete años    a Barcelona camina,
  8   a un muchacho encontrara    que de la escuela venía.
     --Dime, dime, muchachito,    dime, dime por tu vida,
  10   dime si se casó ya    Angelina de Sevilla.
     --Mañana se casará;    hoy le da el sí la niña.
  12   Con el galán que se casa    a gusto de ella no iba.--
     --Prisa, prisa, mi caballo,    prisa, prisa, que es de día.--
  14   Cuando se estaban casando,    don Juan por allí camina.
     La niña, que le sintió,    vuelve la cara y mira.
  16   --¡Dios quiera que no me goces,    traidor, ni siquiera un día!--
     Todos marchan a su casa    con muchísima alegría;
  18   todos comen, todos beben,    y Angelina no podía.
     La trataron de sacar    al paseo, la madrina,
  20   y en el medio de la calle    muerta se cayó la niña.
     --Dime, dime, el ermitaño,    dime, dime por tu vida,
  22   dime dónde está enterrada    Angelina de Sevilla.
     --Está frente al altar mayor,    junto a Santa Catalina.
  24   --Le voy rezar un rosario    por el amor que le tenía.--
     Le rezó siete rosarios    sin levantar la rodilla,
  26   y al tiempo de levantarse,    llegó la Virgen María.
     --Saca tu puñal de acero,    que contigo le traías;
  28   saca tu puñal de acero    y alza la losa pa` arriba.--
     La cogió entre los brazos    y la puso en las rodillas.
  30   --¿Cómo tú me has encontrado    estando yo tan perdida?,
     --¿Cómo tú has olvidado    a quien tanto te quería?--
  32   Don Fernando, que la vio,    por esposa la pedía.
     Y estando en estas palabras,    dijo la Virgen María:
  34   --Goza la niña, don Juan,    yo para ti la quería;
     goza la niña, don Juan,    para ti la he vuelto a vida.

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0217:12 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 3299)

Versión de Asturias s. l. (ay. Caravia, p.j. Gijón, ant. Villaviciosa, Asturias, España).   Recogida por Pedro de Llano Roza de Ampudia, hacia 1876 (Archivo: AMP; Colec.: Llano Roza de Ampudia, P. de). Publicada en Llano Roza de Ampudia 1919, El libro de Caravia (Oviedo: Gutenberg, 1919), pp. 190-200. Reeditada en SilAstur I 1999, (J. Antonio Cid, ed.), p. 239.  058 hemist.  Música registrada.

     El Señor nos dé su gracia,    entendimiento María,
  2   para poder explicar    una grande maravilla
     que sucedió en Barcelona    con un galán y una niña,
  4   porque se querían casar    y sus padres no querían,
     porque la tenían mandada    a un mercader de Sevilla.
  6   El galán, que tal oyó,    a otro lugar se retira;
     estuvo allí nueve meses    y olvidarla no podía.
  8   Al cabo de nueve meses    para el palacio camina.
     Todo lo encontró de luto,    ventanas y celosías;
  10   arrimada a una ventana    una criada que había.
     --¿Por quién hay luto, señora,    por quién tanto luto había?
  12   --Por mi ama doña Rosa,    por mi ama Rosalía,
     que la tienen enterrada    en la capilla de San Matías.--
  14   Vuelve la rienda al caballo,    para San Matías camina;
     allí encontró al sacristán    tocando el Ave-María.
  16   --Deténgase, el sacristán,    deténgase, por su vida,
     que voy a hacer oración    donde yo siempre solía.--
  18   Púsose sobre la losa    donde estaba Rosalía.
     --¿Quién te mató, blanca flor,    quién te mató, vida mía?
  20   quien a ti te dio la muerte    a mí me quitó la vida.--
     Entre estas palabras y otras    sacó un puñal que traía
  22   para matarse con él    y echarse en su compañía.
     Al tiempo de dar el golpe,    la mano le detenían.
  24   --¿Quién es el que me detiene,    y el que a mí me detenía?
     --Era la Virgen, don Juan,    era la Virgen María,
  26   a quien tienes ofrecido    un rosario cada día.
     --Desde aquí le ofrezco dos    si resucita la niña.--
  28   ¡Válgame Nuestra Señora,    válgame Santa María,
     que resucitó la niña    muerta de cuarenta días!.

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0217:24 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 8209)

Versión de Gobiendes (ay. Colunga, p.j. Gijón, ant. Villaviciosa, Asturias, España).   Recitada por Ramona Caravia (70a). Recogida por Braulio Vigón, entre 1892-1903 (Archivo: AMP; Colec.: B. Vigón (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  053 hemist.  Música registrada.

     El Señor nos dé su gracia,    y entendimiento María,
  2   para poder explicar    una grande maravilla
     que sucedió en Barcelona    con un galán y una niña.
  4   Ellos se querían casar    y sus padres no querían,
     que el padre de aquella dama    otro contrato tenía,
  6   que la tenía mandada    a un mercader de Sevilla.
     Y don Juan desque lo supo,    a otro lugar se retira,
  8   donde estuvo siete meses,    olvidarla no podía;
     cuanto más la echa en olvido,    más en alma la tenía.
  10   Tomando rienda al caballo    para San Matías camina,
     vio salir una criada    que en aquel palacio había.
  12   --Diga, diga la señora,    ¿por quién tanto luto había?
     --Por mi ama doña Rosa,    
  14   que murió y está enterrada    en glorioso San Matías.--
     Dio rienda a su caballo,    para San Matías camina,
  16   encontró co`l sacristán    tocando el Ave María.
     Metió la mano en el pecho,    sacó un puñal que traía
  18   para matarse con él    y echarse en su compañía.
     Al tiempo de dar el golpe,    el brazo se detenía.
  20   --¿Quién me detiene mi brazo,    quién a mí me detenía?
     --Era la Virgen, don Juan,    era la Virgen María,
  22   que le tienes ofrecido    un rosario cada día.
     --Ahora le ofrezco dos    si resucita la niña.--
  24   Oyera una voz del cielo    que estas palabras decía:
     "Logra la niña, don Juan,    que para ti fue nacida".
  26   Padres los que tenéis hijos,    casarlos con alegría,
     que resucitó la niña    dentro en cuarenta días.

Notas: Original ms. de letra de B. Vigón. El colector indica omisión de versos tras los vv. -3 y -25.

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0217:25 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 8210)

Versión de Llovio (parr. Santianes, ay. Ribadesella, p.j. Cangas de Onís, Asturias, España).   Recitada por Delfina García Sánchez, joven. Recogida por Silvestre Frade Frade, 01/04/1885 (Archivo: AMP; Colec.: S. Frade (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  054 hemist.  Música registrada.

     ¡Válgame Nuestra Señora,    válgame Santa María!
     En Toledo sucedió    con un galán y una niña;
  2   ella se quería casar    y su padre no quería,
     que la tenía mandada    a un mercader de Sevilla.
  4   Don Juan, desque lo supiera,    a otro pueblo se retira,
     cuanto más la echa en olvido    más nel alma la tenía.
  6   Pica la espuela al caballo,    para el palacio camina,
     encuentra puertas cerradas,    ventanas y celosías;
  8   asómase a una ventana    una criada que había.
     --Diga, diga, la señora,    por quién tanto luto había.
  10   --Por mi ama doña Rosa    que era una rosa florida.
     --Diga dónde está enterrada,    que bien pagado sería.
  12   --Allá arriba está enterrada,    nel glorioso San Matías.--
     Picara espuela al caballo,    para San Matías camina,
  14   encontrara al sacristán    tocando el Ave María.
     --Deténgase, sacristán,    deténgase, por su vida,
  16   que quiero hacer oración    donde otras veces solía.--
     Se puso sobre la losa,    sacó un puñal que traía
  18   para matarse con él,    echarse en su compañía.
     Al tiempo de dar el golpe    el brazo le detenían.
  20   --¿Qué es esto que me detiene,    quién a mí me detenía?
     --Esa es la Virgen, don Juan,    esa es la Virgen María;
  22   lo que tienes ofrecido,    un rosario cada día.
     --Ahora rezaré dos,    si resucita la niña.--
  24   ¡Válgame Nuestra Señora,    válgame Santa María,
     que resucitó la niña    muerta de cuarenta días!
  26   Los padres que tengáis hijos,    casadlos con alegría,
     que don Juan está casado    con gusto y con alegría.
     ¡Válgame Nuestra Señora,    válgame Santa María!

Nota: Remitida a J. Menéndez Pidal el 10 abril; original ms. de letra de S. Frade.

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0217:26 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 8211)

Versión de Asturias s. l. (Asturias, España).   Recogida por Juan Menéndez Pidal, 00/00/1902 (fecha deducida) (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Romancero asturiano, tomo II (en prensa) y Petersen-Web 2006, Texto.  095 hemist.  Música registrada.

     Palabras se da don Juan    a doña Angela de Mesías,
  2   tan firmes que se las dieron    que olvidarse no podían.
     Su padre desque lo supo    trató de casar la niña
  4   con un mercader muy rico    que ha venido de las Indias.
     Al tiempo de despedirse    don Juan desta manera decía:
  6   --Quédate con Dios, doña Angela,    yo jamás te olvidaría.
     --Vaya usted con Dios, don Juan,    que yo lo mismo diría.
  8   El día que yo me case    ande don Juan a la mira,
     yo me tengo de casar    un juev[es] al mediodía,
  10   que mi boda y el mi entierro    todo ha de ser en un día.--
     Desque vino de casarse    doña Angela se perdía;
  12   subía de paso en paso    al cuarto donde dormía,
     tenía un bendito Cristo,    lo fincó en una rodilla.
  14   --Por Dios te pido, Jesús,    por Dios y Santa María,
     que me des la muerte en bien    antes que sea vencida.--
  16   Baja Cristo la cabeza    y dice que así lo haría;
     luego allí la dejó muerta    con la lámpara encendida.
  18   Cuando la echaron de menos,    tratan de buscar la niña;
     subían de paso en paso    al cuarto donde dormía.
  20   Su marido, que la vio,    desmayado se caía
     y luego que ha vuelto en sí    de esta manera decía:
  22   --No me convendría a mí    la rosa de Alejandría.--
     Trataron de darle tierra    en la su nueva capilla,
  24   debajo l`altar mayor    una losa tiene encima.
     Pasaron los nueve meses    y don Juan no parecía,
  26   luego a los nueve meses    don Juan por allí volvía
     dando vueltas por la casa    por ver si veía la niña.
  28   Vio pasearse una dama    toda de luto vestida.
     --¿Por quién guardas luto, dama,    por quién lo guarda, la niña?
  30   --Guárdolo por doña Angela,    doña Angela de Mesías,
     la prenda que usted más quiso    y adoraba en algún día.
  32   --Dime dónde está enterrada    la rosa de Alejandría.
     --Debajo l`altar mayor,    una losa tiene encima.--
  34   Se fue derecho a la iglesia    por ver si veía la niña,
     seguía a la iglesia alante    y el sacristán le decía:
  36   --¿A dónde va, caballero?    --Voy en busca de una niña.
     --Salga, salga usted, don Juan,    salga, salga por su vida,
  38   que desenterrar los muertos    a mí mal me parecía.
     --Vuelva, vuelva el sacristán,    que bien pago le sería,
  40   un anillo de oro traigo,    que siete piedras tenía;
     para usted no lo he comprado,    pero para usted sería.--
  42   El interés mueve al hombre    y el sacristán se volvía.
     Cogen la losa entre dambos,    la levantan para arriba.
  44   Siete veces la llamó,    ninguna le respondía.
     --Virgen . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  46   que me dejes enterrarme    con esta prenda querida.--
     Ya levanta los cabellos    quitando tierra de encima,
  48   la ha cogido de la mano,    por la iglesia alante iba.
    
(Desque su padre lo supo, quiso reunirla con su marido pero el pueblo en masa dice que no, que es del que la ha desenterrado)

Notas: -2a en el texto tan firmes se que l. d. Ayunt. quizás Ribadasella; original ms. de letra de J. Menéndez Pidal, sin datos sobre lugar y fecha de recolección, pero en el mismo tipo de papel en que se anotaron las versiones de Sorelles y Linares).

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0217:27 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 8334)

Versión de Sisterna (parr. Santa María de Sisterna, ay. Ibias, p.j. Cangas del Narcea, ant. Cangas de Tineo, Asturias, España).   Recitada por Belarmina Sal González (83a en 1991). Recogida por Anita Gavela, Juan José Pérez, Jesús Suárez López y Roberto Gavela Sal, en dos ocasiones, 02/08/1991+00/08/2003 (Colec.: Gavela Sal). Publicada en SilAstur VI 1997, nº 78:03, pp. 596-597. Reeditada en Petersen-Web 2006. Texto © R. Gavela Sal. Reproducida con permiso del recolector.  108 hemist.   Música registrada.

     Allá arriba en Barcelona    vive una niña muy linda,
  2   siete gala`es la pretenden    de noche como de día.
     La pretendía don Juan,    que era la flor de Castilla.
  4   Los padres por disgustarla    a don Juan no lo querían
     y se fuera por siete años    por ver si la aborrecía.
  6   Al cabo de los siete años    vuelve a su patria querida.
     Don Juan a la calle abajo,    don Juan a la calle arriba,
  8   se encontró con un chiquillo    que siete años no tenía:
     --Cuéntame la verdad, chico,    cuéntala bien, por tu vida
  10   ¡ay!, dime si se casó    doña Ángela de Medina.
     --El casar no se casó,    pero hoy casarse iba.--
  12   Don Juan a la calle abajo    para la iglesia camina,
     a la entrada de la iglesia    tomó el agua de la pila.
  14   Bien lo viera la casada,    bien lo viera la madrina.
     Estando en estas razones    un suspiro dio la niña:
  16   --¿Por quién suspiras mi bien,    por quién suspiras, mi vida?
     ¿Es por padre o por madre    o por primo o por prima?
  18   --Ni es por padre ni por madre,    ni por primo ni por prima,
     suspiro por aquel majo    que tomó agua de la pila.--
  20   La llevaron para casa,    la mesa puesta tenían.
     La llevaron a comer,    doña Ángela no comía;
  22   la sirvieron de beber,    doña Ángela no bebía;
     la llevaron de paseo    por ver si la divertían.
  24   En el medio del paseo,    se les muriera la niña.
     Don Juan a la calle abajo,    don Juan a la calle arriba,
  26   se encontró con una chica    toda de luto vestida:
     --Cuéntame la verdad, chica,    cuéntala bien por tu vida,
  28   ¿por quién llevas ese luto,    toda de luto vestida?
     ¿Es por padre o por madre    o por primo o por prima?
  30   --Ni es por padre ni por madre,    ni por primo ni por prima,
     lo llevo por una hermana    que es de menos n` esta vida.
  32   --¿Cómo se llama tu hermana    que es de menos nesta vida?
     --Se llamaba doña Ángela,    doña Ángela de Medina.
  34   --Dime dónde está enterrada,    ¡ay!, dímelo por tu vida.
     --Al pie del altar mayor    junto a la Virgen María.
  36   La cera que la alumbraba    no es blanca que es amarilla,
     la lámpara era de oro,    la loza de plata fina.
  38   Don Juan a la calle abajo    para la iglesia camina.
     A la entrada de la iglesia    tomó el agua de la pila,
  40   y se fuera a arrodillar    junto a la Virgen María.
     Bajara una voz del cielo    d` esta manera decía:
  42   --¿Cuánto daría el Don Juan    por tener la niña viva?
     --Yo `ciplinara mi cuerpo    con doscientas mil ciplinas,
  44   oír misa todos los días    fuera y dentro d` esta villa
     y dar limosna a los pobres    a cuantos me la pediran.--
  46   Estando en estas razones    un suspiro dio la niña.
     La cogiera y la besara,    la pusiera en sus rodillas;
  48   allí cosas le pregunta,    allí cosas le decía:
     --¿Cómo te fuiste y dejaste    a quien tanto te quería?.
  50   --Yo por dar gusto a mis padres    me disgusté a mi misma.--
     Pusieron la niña en pleito    por ver quién la ganaría,
  52   bajara una voz del cielo    desta manera decía:
     --Darle la niña a don Juan,    que él muy bien la merecía;
  54   más vale el que desentierra    que el que le echa tierra encima.--

Nota: Véase también la versión emparentada, cantada por los recolectores, hijos de Belarmina (ficha núm. 9393).

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0217:31 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 9393)

Versión de Sisterna (parr. Santa María de Sisterna, ay. Ibias, p.j. Cangas del Narcea, ant. Cangas de Tineo, Asturias, España).   Recitada por Anita Gavela y Roberto Gavela Sal (hermanos). Recogida por Xosé Fernández "Ambás", 00/09/2011 (Colec.: Gavela Sal; cinta: LS109712). Publicada en Petersen Web 2012, Texto.  098 hemist.   Música registrada.

     Allá arriba en Barcelona    vive una niña muy linda,
  2   siete gala`es la pretenden    de noche como de día.
     La pretendía don Juan,    que era la flor de Castilla.
  4   Sus padres por contrariarla    a don Juan no lo querían
     y se fuera por siete años    por ver si la aborrecía.
  6   Al cabo de los siete años    vuelve a su patria querida.
     Don Juan a la calle abajo,    don Juan a la calle arriba,
  8   se encontró con un chiquillo    que siete años no tenía:
     --Cuéntame la verdad, chico,    cuéntala bien, por tu vida
  10   ¡ay!, dime si se casó    doña Ángela de Medina.
     --(Y) el casar no se casó,    pero ya a casar se iba.--
  12   Don Juan a la calle abajo    para la iglesia camina,
     y a la entrada de la iglesia    tomó el agua de la pila.
  14   Bien lo viera la casada,    bien lo viera la madrina.
     Estando en estas razones    un suspiro dio la niña:
  16   --¿Por quién suspiras, mi bien,    por quién suspiras, mi vida?
     Suspiro por aquel mozo    que tomó agua de la pila.--
  18   La pusieron de comer,    doña Ángela no comía;
     la pusieron de beber,    doña Ángela no bebía;
  20   la sacaron de paseo,    por ver si se distraía.
     (Y) en el medio del paseo,    muerta se quedó la niña.
  22   Don Juan a la calle abajo,    don Juan a la calle arriba,
     se encontró con una chica    toda de luto vestida:
  24   --Cuéntame la verdad, chica,    cuéntala bien por tu vida,
     ¿por quién llevas ese luto,    toda de luto vestida?
  26   ¿Es por padre o por madre    o por primo o por prima?
     --Ni es por padre ni por madre,    ni por primo ni por prima,
  28   La llevo por una hermana    que es de menos esta vida.
     --¿Cómo se llama tu hermana?    --Doña Ángela de Medina.
  30   --Dime dónde está enterrada,    ¡ay!, dímelo por tu vida.
     --Al pie del altar mayor    junto a la Virgen María.
  32   La lámpara era de oro,    la loza de plata fina.
     La cera que la alumbraba    no es blanca que es amarilla,
  34   Don Juan a la calle abajo    a la iglesia se encamina
     y se fuera a arrodillar    junto a la Virgen María.
  36   Bajara una voz del cielo    d` esta manera decía:
     --¿Cuánto diera el Don Juan    cuánto por tenerla niña viva?
  38   --Yo `ciplinara mi cuerpo    con doscientas mil ciplinas,
     daría limosna a los pobres    toda cuanta me pediran;--
  40   Oír todos los días misa    fuera y dentro d` esta villa
     Estando en estas razones    un suspiro dio la niña.
  42   La cogiera, la besara,    la pusiera en sus rodillas;
     allí cosas le pregunta,    allí cosas le decía:
  44   --¿Cómo te fuiste y dejaste    a aquel que más te quería?
     --Yo por dar gusto a mis padres    me disgusté a mi misma.--
  46   Pusieron la niña en pleito    por ver quién la llevaría,
     bajara una voz del cielo    desta manera decía:
  48   --Denle la niña a don Juan,    que él muy bien la merecía;
     más vale el que desentierra    que quien echa tierra encima.--

Notas: Naturalmente, la versión de Roberto y Ana, hijos de Belarmina Sal González, es casi idéntica a la versión de su madre (ficha 8334), si bien algo más breve.
Variantes de la versión "fuente" de Belarmina: -4b Los p. por disgustarla ; -11b pero hoy casarse iba.; tras el v. 16 Belarmina dice ¿Es por padre o por madre / o por primo o por prima?// --Ni es por padre ni por madre, / ni por primo ni por prima,//; tras el v. 17 dice: La llevaron para casa / la mesa puesta tenían ; -18a la llevaron a c.; -20a la llevaron; -20b p. v. si la divertían ; -21b se les muriera la n.; -28a lo llevo; en vez del v. 29a y b --¿Cómo se llama tu hermana / que es de menos nesta vida?// --Se llamaba doña Ángela, / doña Ángela de Medina.//; -32 y 33 invertidos; -34b para la iglesia camina.; después del v. 34 dice Belarmina A la entrada de la iglesia / tomó el agua de la pila,//; -39 y -40 invertidos; -39a y dar l.; -40a oír misa todos los días; -39b a cuantos me la p.; -42a La c. y la b.; -44b a quien tanto t. q.; -46b la ganaría; -48a --Darle la n.; -49b que el que le e.

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0217:28 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 8664)

Versión de Revilla-Vallegera (ay. Revilla-Vallegera, p.j. Burgos-3, ant. Castrogeriz, Burgos, España).   Recitada por Matilde Iglesias (66a). Recogida por Narciso Alonso Cortés, (Archivo: AMP; Colec.: Alonso Cortés, N.). Publicada en Alonso Cortés 1906, pp. 96-98.  087 hemist.  Música registrada.

     De las damas que hay ahora    doña Ángela es la que priva.
  2   La rondan cien caballeros    todos de espada ceñida;
     también la ronda don Juan,    caballero que valía.
  4   No se la dan a don Juan    aunque la tiene pedida,
     que se la manda su padre    a un mercader de Sevilla.
  6   --Mañana por la mañana    vendrás, don Juan, a mi vista;
     comerás a las mis bodas    martes a la mediodía.--
  8   Esto que ha oído don Juan    para las Indias camina.
     Ya después de haber comido    para un cuarto se retira.
  10   Sus padres la echan de menos,    a buscarla disponían.
     Ya la han hallado en un cuarto    en donde habitar solía;
  12   con un Cristo en los sus brazos    de esta manera decía:
     --Cristo mío de mi alma,    Cristo mió de mi vida,
  14   sácame de este mal mundo    antes que sea vencida.
     Pásados los nueve meses    vino don Juan de las Indias;
  16   todo lo encontró cerrado,    ventanas y celosías.
     A la ventana más alta    había una hermosa niña
  18   vestida de luto negro,    ¡qué bien que le parecía!
     --¿Por quién trae luto la dama?    ¿Por quién trae luto la niña?
  20   --Por mi señora, señor,    doña Ángela de Medina.
     Al oir estas palabras    desmayado se caía.
  22   Bajaban a levantarle    frailas franciscos de misa,
     --Arriba, arriba, don Juan,    arriba, que es demasía.
  24   Si esa dama se le ha muerto,    otra dama encontraría.
     --Pues en el mundo no hay    como la que yo tenía.
  26   --Si en este mundo está muerta,    en el otro estará viva.
     --Si usted me dijera dónde    y en donde estaba metida.
  28   --En frente el altar mayor,    en una nueva capilla.--
     Paso entre paso se va    acercando pa la ermita.
  30   Luego que iba a anochecer    el ermitaño decía:
     --Afuera, afuera, don Juan,    que voy a cerrar la ermita.
  32   --Cierre usted, el ermitaño,    que nada le faltaría;
     no he de salir esta noche    ni mañana en todo el día;
  34   que quiero que usted me ayude    a alzar la losa arriba;
     yo no digo que de balde,    que yo se lo pagaría.--
  36   Echó mano a su petrina    y alzó la losita arriba,
     y a doña Ángela la hallaron    lo mismo que el primer día.
  38   La llamaba y no responde;    de matarse disponía.
     Dijo la Virgen a su hijo:
  40   --Da la vida a los galanes,    que bien que la merecían.--
     Y entonces le dio la mano    lo mismo que el primer día.
  42   Ponen el pleito en Granada    y en la gran Chancillería.
     La niña ponen por juez;    ella dirá a quién quería:
  44   --Mi madre, quiero a don Juan,    y a don Juan yo le quería.--

Notas de A. Cortés: No obstante las escasas versiones que hasta ahora se han publicado de este romance, es uno de los más popularizados en Castilla. Otros, en el mismo pueblo, continúan: Ata el caballo a la reja, / don Juan para allá camina,// en busca del ermitaño; / e1 ermitaño venía.// --Por Dios te pido, ermitaño, / por Dios y Santa María,// que me ayude a levantar / la lápida de la niña,// --Eso no lo haré, don Juan, / por Dios ni Santa María,// que es hija de grandes padres, / gran castigo me darían.--// Le ofrece noventa onzas / que en su bolsillo tenía.// El interés mueve al hombre, / el interés le movía.// Ya le ayuda a levantar / la lápida de la niña,// y a doña Ángela la hallaron / lo mismo que el primer día,// La ha llamado y no responde; / de matarse disponía// con un puñalito de oro / que en su petrina tenía.// La Virgen que ha oído eso / a su hijo lo decía:// --Hijo mío de mi alma, / hijo mío de mi vida,// da la vida a dos galanes, / que bien que la merecían.// Ya dio la mano a don Juan / lo mismo que el primer día.// La tapa sus blancas carnes / con la capa que él traía;// la lleva a casa sus padres / por ver si la conocían.// Su madre dice que sí, / que aquella era su hija,// pero no podía ser, / que reinaba en la otra vida.// Invían parte a Granada / y billetes a Sevilla,// invian partes a Granada / de la novedad que había.// Lo que envían a decir / de la novedad que había:// --Según la ha estimado en muerto / la hubiera estimado en vida.//

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0217:30 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 8666)

Versión de Revilla-Vallegera (ay. Revilla-Vallegera, p.j. Burgos-3, Burgos, España).   Recitada por Luisa García (49a). Recogida por Narciso Alonso Cortés, (Archivo: AMP; Colec.: Alonso Cortés, N.). Publicada en Alonso Cortés 1906, pp. 99-101.  092 hemist.  Música registrada.

     De las mozas que hay ahora    doña Ángela es la que brilla;
  2   la rondan duques y condes    . . . . . . . . . . . . de villa.
     También la ronda don Juan    el que la niña quería.
  4   Su padre la tié mandada    al mercader de la villa.
     Invian cartas a Granada    y billetes a Sevilla,
  6   que no tenga que rondar    sus puertas y celosías
     que al revolver de una esquina    le iban a quitar la vida.
  8   Y allá a los ocho meses    don Juan por allí volvía,
     por la calle de su esposa,    por ver si allí la veía
  10   y vio una dama a un balcón    muy triste y descolorida.
     --Quédese con Dios la dama,    quédese con Dios la niña;
  12   no la tengo de olvidar    mientras dos mil años viva.
     --Yo tampoco a ti, don Juan,    en los días de mi vida,
  14   que mis bodas y mi entierro    todo ha de ser en un día.
     Mis bodas comenzarán    un martes a mediodía.
  16   Después de haberlas comido    para el cuarto se retira.
     Su padre ándala a buscar    calle abajo, calle arriba.
  18   ¿Cómo la había de hallar    si no estaba allí la niña?
     Abre aquel cuarto su padre,    cae desmayada la hija.
  20   Invía carta al mercader;    de la mesa se retira.
     Con los sus ojos lloraba,    con la su boca decía
  22   que no estaba para él    aquella rosa florida.
     Y de allí a los nueve meses    don Juan por allí volvía,
  24   por la calle de su esposa,    por ver si allí la veía.
     Todo lo encontró cerrado,    ventanas y celosías,
  26   y vio una dama al balcón    toda de luto vestida.
     --¿Por quien trae luto la dama?    ¿Por quién trae luto la niña?
  28   --Por doña Ángela, señor,    que por vos perdió la vida.
     --Dígame usted donde está    enterrada aquella niña.
  30   --En la ermita de San Gil    en la su nueva capilla.
     Ató el caballo a la reja;    don Juan por allá camina.
  32   Ha encontrado a un ermitaño,    y al ermitaño decía
     que le ayude a levantar    la lápida de la niña,
  34   y la ha visto tan hermosa    como de que estaba viva.
     Sacó el puñal de su pecho    para quitarse la vida,
  36   para meterse con ella    para hacerla compañía.
     La Virgen de los Remedios    allí remedios ponía.
  38   --No te mates tú, don Juan,    no te mates por la niña;
     cógela tú de la mano,    que ella se levante arriba.--
  40   La ha cogido de la mano    y ella se levantó arriba.
     La tapó, sus blancas carnes    con la capa que traía,
  42   la llevó a casa de sus padres    con contento y alegría.
     Invían cartas a Granada    a hermanos que ella tenía;
  44   lo que contesta el hermano,    que con quién quiera la niña.
     El padre . . . . . . . . . . . .    que quite el gusto a su hija,
  46   no tendrá perdón    en los días de su vida.

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0217:6 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 1989)

Versión de Campo de Ebro (ay. Valderredible, p.j. Reinosa, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, publicada en Cossío 1933-1934, I. LVI (nº 234), pp. 424-425. Reeditada en IGR-vulgar 1999, pp. 147-149.  126 hemist.  Música registrada.

     Dios me dé gracia y memoria    para que cantar podría
  2   firmeza de dos amantes    que uno a otro se tenían.
     Palabra de casamiento    se dieron los dos un día,
  4   tan firme y tan verdadera    que borrarse no podía.
     Su padre, así que lo oyó,    de casarla determina,
  6   con un mercader muy rico    que ha venido de las Indias.
     Don Juan, así que lo oyó,    para las Indias camina;
  8   a la calle de su dama    hizo la primer visita.
     --Adiós, doña Ángela Aurora,    querida del alma mía,
  10   no te tengo de olvidar    en los días de mi vida.
     --Yo a ti tampoco, don Juan;    por lo mismo te diría
  12   que mis bodas y mi entierro    todo ha de ser en un día.--
     Van en su boda a comer    un martes al mediodía
  14   y después de haber comido    para un cuarto se retira.
     Ha cogido un crucifijo    y se ha puesto de rodillas:
  16   --A vos, Cristo de mi alma,    a vos, Cristo de mi vida,
     os pido me deis la muerte    antes que yo sea vencida.--
  18   Su padre la ha echado en falta    y buscarla determina;
     su padre la fue a buscar    al cuarto donde ella habita.
  20   La ha encontrado difunta,    sentadita en una silla.
     --¡Alto, alto mis criados,    doña Ángela es fallecida!.--
  22   El mercader, que esto oyó,    estas palabras decía:
     --No lo era para mí    esta rosa tan florida.--
  24   Cumplidos los nueve años    don Juan volvió de las Indias;
     a la calle de su dama    hizo la primer visita.
  26   Todo lo encontró cerrado,    ventanas y celosías,
     y en la más alta ventana    había una blanca niña,
  28   toda vestida de luto,    hasta el clarín que traía.
     --Dime tú, la niña blanca,    dime tú, la blanca niña,
  30   ¿por quién gastas ese luto,    que triste me parecía?.
     --Por mi señora lo gasto,    doña Ángela de Mejías.--
  32   Don Juan, así que lo oyó,    desmayado se caía;
     y, después que ha vuelto en sí,    estas palabras decía:
  34   --Dime tú, la niña blanca,    dime tú, la blanca niña,
     ¿adónde lo está enterrada    doña Ángela de Mejías?.
  36   --En la ermita de Zambel,    en una nueva capilla.--
     Cogió un rosario en la mano,    para la ermita camina.
  38   Estuvo haciendo oración    lo que faltaba del día,
     hasta que ya el ermitaño    trata de cerrar la ermita.
  40   --Vámonos de aquí, don Juan,    buena cuenta nos tenía,
     que el desenterrar los muertos    a mí mal me parecía.--
  42   Ya caminaron los dos    y a poco trecho decía:
     --Vuelva, vuelva, el ermitaño,    buena cuenta le tendría;
  44   un anillo de oro traigo    que siete perlas tenía;
     no venía para usted,    pero para usted sería.--
  46   [El interés mueve al hombre]    y el ermitaño volvía.
     Entre don Juan y el ermitaño    echaron la losa arriba;
  48   siete veces la llamaron,    a ninguna respondía.
     Ya ha sacado su puñal    de su dorada pretina,
  50   para matarse con él    y hacerla allí compañía.
     La Virgen, que ha visto esto,    ha corrido su cortina.
  52   --Arriba, doña Ángela Aurora,    doña Ángela de Mejías,
     no quiero que se mate    un devoto que tenía,
  54   mas quiero que vuelva en sí    el que está difunto arriba.--
     Salió doña Ángela Aurora    y hacia don Juan se encamina,
  56   sacudiendo sus cabellos    por aquella puerta arriba.
     La tapó sus blancas carnes    con la capa que él traía.
  58   El mercader, que lo supo,    a pleito se la ponía;
     pleitos van y pleitos vienen,    cartas vienen de Sevilla.
  60   Dicen los sabios autores,    los de gran sabiduría:
     --Doña Ángela es de don Juan,    que la tiene merecida;
  62   que el que la ha estimado en muerte,    mejor la estimará en vida.--
     Siete años viven juntos    y ambos mueren en un día.

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0217:14 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 4903)

Versión de Reinosa (ay. Reinosa, p.j. Reinosa, Cantabria, España).   Recogida por Narciso Alonso Cortés, (Colec.: Alonso Cortés, N.). Publicada en Alonso Cortés 1920, pp. 245-247.  116 hemist.  Música registrada.

     De las damas que hay ahora    doña Angela es la que brilla
  2   la piden duques y condes,    caballeros de alta arriba.
     También la pidió don Juan,    la prenda que ella quería.
  4   Dentro de poquito tiempo    marchó don Juan a las Indias,
     y en tanto el padre de ella    de casarla determina
  6   con un mercader muy rico    que ha venido de las Indias.
     Y ella . . . . . . . . .    en altas voces decía:
  8   --Las mis bodas y el mi entierro    todo ha de ser en un día.
     Las mis bodas lo han de ser    el jueves al mediodía,
  10   y el mi entierro lo ha de ser    el viernes al mediodía.--
     Y estándolo comiendo,    doña Angela se retira.
  12   Su padre la echa de menos,    de buscarla determina;
     se ha ido para su cuarto    donde ella dormir solía.
  14   Cuando llegó su padre    doña Angela ya suspira;
     entonces el mercader    en altas voces decía:
  16   --No la merecía yo    esta rosa tan florida.--
     Dentro de poquito tiempo    vino don Juan de las Indias.
  18   La primer vuelta que dio    por la calle de la niña,
     todo lo encontró cerrado,    ventanas y tolicías.
  20   En una ventana muy alta    vio una blanca niña,
     toda vestida de negro,    que muy bien le parecía.
  22   --¿Por quién guardas luto, niña,    que tan bien me parecía?
     --Por doña Angela, el don Juan,    que por vos perdió la vida.--
  24   Y don Juan que esto oyó    desmayado se caía;
     le ayudan a levantar    frailes franciscos de misa.
  26   --Arriba, arriba, don Juan,    ¿por qué tanta cobardía?
     Si doña Angela se ha muerto,    en el mundo más había.
  28   --Si las hay o no las hay,    para mí no las había.
     Dime dónde está enterrada    doña Angela de Mesillas.
  30   --Allí está en Santo Tomás    en su dorada capilla.--
     Coge el rosario en las manos,    camina para la ermita.
  32   Ya se iba a poner el sol,    ya el sol a ponerse iba,
     cuando el buen ermitaño    en altas voces decía:
  34   --Afuera, afuera, don Juan,    que quiero cerrar mi ermita.
     --Yo no tengo de salir    ni mañana ni otro día.
  36   Dime dónde está enterrada    doña Angela de Mesillas.
     Cadena de oro te doy    que mil doblones valía;
  38   no se compró para ti,    pero para ti sería.--
     El interés mucho nueve    y al ermitaño movía.
  40   Animáronse los dos    y echaron la losa arriba.
     --Ya te veo, hija del rey,    más blanca que el primer día.--
  42   La ha dado sobre tres veces    y ella no le respondía,
     y ha echado la mano atrás    a su dorada petrina
  44   para sacar un puñal    que allí nuevo le traía
     para matarse con él    para hacerla compañía.
  46   La Virgen, que mucho puede,    a su hijo le pedía:
     --Da vida a esos dos amantes    que tan bien se querían.
  48   --Por mandado de mi Madre,    doña Angela se levante arriba.--
     Sacudiendo sus cabellos    que de tierra los tenía,
  50   mirando sus manos blancas    que la nieve parecían,
     las velas de los altares    ellas solas se encendían,
  52   campanas del campanario    ellas solas se ceñían.
     La ha agarrado de la mano    la sube a la calle arriba:
  54   --¿Dónde quieres que te lleve,    en casa de tu padre o la mía?--
     Y el mercader que esto oyó    en pleito pone la niña.
  56   Dicen los doctores santos    de la gran sabiduría
     que se lo pregunten a ella,    que ella dirá a quien quería.
  58   Ella dice que a don Juan    y que a don Juan quería.

Nota del colector: -16b Otra versión de la misma localidad tiene, entre otras, esta variante: Ya se celebró la boda / y a la mesa se reunían,// Ya estando todos comiendo / de la mesa se retira.// Fuese de paso entre paso / al cuarto donde dormía,//con crucifijo en la mano / y hincada la una rodilla// . . . / estas palabras decía://--Pídote, Dios de mi alma, / pídote, Dios de mi vida,//pido que me des la muerte / antes que yo sea vencida,//Y el padre que la echó en falta / de buscarla determina;//fuese de paso entre paso / al cuarto donde dormía://--¡Alto, alto, pajes, pajes! / Doña Angela en la afonía.//Y el mercader que esto oyó / en altas voces decía://--No me pertenecía a mí / una rosa tan florida.

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0217:15 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 5548)

Versión de Cañeda (ay. Campoo de Enmedio, p.j. Reinosa, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LVI (nº 231), pp. 416-419.  110 hemist.  Música registrada.

     Firmeza de dos amantes    que uno al otro se tenían,
  2   palabra de casamiento    se dieron los dos un día,
     tan firme y tan verdadera    que borrarla no podían.
  4   Eso que ha oído su padre,    de casarla determina
     con un mercader muy rico    que ha venido de las Indias.
  6   Eso que ha oído don Juan,    para las Indias camina;
     en la calle de su dama    hizo la postrer visita.
  8   --Quédate con Dios, Aurora,    Aurora del alma mía,
     no te tengo de olvidar    mientras en el mundo viva.
  10   --Vaya usted con Dios, don Juan,    yo por lo mismo decía
     que mis bodas y mi muerte    todo ha de ser en un día.--
  12   Y después de haber comido    para un cuarto se retira,
     un crucifijo en la mano    e hincada la una rodilla.
  14   --¡Oh mi Dios, dame la muerte    antes que sea vencida!--
     Tan firme y tan verdadera    al Señor se la pedía.
  16   Su padre la ha echado en falta    y buscarla determina,
     y la ha venido a encontrar    en el cuarto en que dormía.
  18   --Alto, alto, los mis pajes,    doña Ángela es fallecida.--
     El mercader que lo supo    desmayado se caía,
  20   y después que volvió en sí    estas palabras decía:
     --No estaría para mí    esta rosa tan florida.--
  22   A eso de los nueve meses,    don Juan vuelve de las Indias;
     en la calle de su dama    hizo la primer visita;
  24   todo lo encontró cerrado,    ventanas y celosías.
     Allá arriba en lo más alto    ha visto una blanca niña,
  26   toda cargada de luto    hasta el clarín que traía.
     --¿De quién traes ese luto    que a mi bien me parecía?
  28   --Por doña Ángela, don Juan,    doña Ángela de Mesías,
     la que vos en algún tiempo    bien amabais y queríais.--
  30   Eso que ha oído don Juan    desmayado se caía;
     acuden a levantarle    dos sacerdotes de misa,
  32   y después que volvió en sí    de esta manera decía:
     --Dime dónde está enterrada    esa rosa tan florida.
  34   --Enfrente al altar mayor    en una nueva capilla.--
     Ha estado haciendo oración    la mayor parte del día,
  36   hasta que el ermitaño    cerrar la puerta quería.
     --Vuelva, vuelva, el ermitaño,    que echamos la losa arriba.
  38   --Salga, salga usted, don Juan,    salga de ahí por su vida,
     que desenterrar los muertos    eso mal me parecía.
  40   --Vuelva, vuelva el ermitaño,    vuelva, vuelva, por su vida,
     le daré un anillo de oro    que para usted no venía,
  42   pero a usted se le daré    si echamos la losa arriba.--
     El interés mueve al hombre,    y el ermitaño volvía,
  44   y entre el ermitaño y él    echaron la losa arriba.
     Sacó un puñal dorado    de su dorada pretina,
  46   para matarse con ella    y hacerle allí compañía.
     Eso que ha visto la Virgen    corrió su nueva cortina.
  48   --Levántate, Aurora, Aurora,    levántate, Aurora, arriba,
     no quiero que se me mate    un devoto que tenía,
  50   más quiero que se devuelva    la que estaba muerta, viva.--
     Y la ha alargado la mano,    la que le dio el primer dia,
  52   El mercader que lo supo    en pleito se la ponía.
     Dicen los sagrados textos    y la santa Monarquía,
  54   que se la den a don Juan,    que don Juan la merecía,
     que el que la amaba en la muerte    mejor la amará en la vida.

Título original: La amante resucitada.

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0217:16 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 5549)

Versión de Lantueno (ay. Santiurde de Reinosa, p.j. Reinosa, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LVI (nº 232), pp. 420-421.  106 hemist.  Música registrada.

     Palabra de casamiento    se daban los dos un día,
  2   tan firme la habían dado,    que borrarla no podían.
     Eso que supo su padre,    de casarla determina
  4   con un mercader muy rico    que ha venido de las Indias.
     Eso que supo don Juan,    para las Indias camina;
  6   por la calle de su dama    va a dar la postrer visita.
     --Quédate con Dios, adiós,    no te olvidaré en la vida.
  8   --Yo tampoco a ti, don Juan,    le dice la hermosa niña;
     mis bodas se comerán    un jueves al mediodía,
  10   la mi vida y la mi muerte    todo ha de ser en un día.--
     Y después de haber comido,    para un cuarto se retira
  12   con un Santo Cristo en la mano,    hincada la una rodilla.
     --Pídete, Dios de mi alma,    pídote, Dios de mi vida,
  14   que me des a mí la muerte    antes que yo sea vencida.--
     Su padre que la echó en falta    en buscarla determina
  16   y la fueron a buscar    al cuarto donde dormía.
     --¡Altos, altos los mis pajes,    doña Ángela es fallecida!--
  18   El mercader qus lo oyó,    en altas voces decía:
     --No se conocía a mí    esa rosa tan florida.--
  20   Al cabo de nueve meses    volvió don Juan de las Indias;
     por la calle de su dama    diera la primer visita;
  22   todo lo encontró cerrado,    ventanas y celosías.
     A la ventana más alta    está asomada una niña
  24   toda cargada de luto    hasta el clavel que tenía.
     --¿Por quién tienes luto, niña,    por quién tan entristecida?
  26   --Por mi señora doña Ángela,    doña Ángela de Mesías,
     que por usted, caballero,    ha poco perdió la vida.--
  28   Esto que oye don Juan,    desmayándose caía;
     le vienen a levantar    tres sacerdotes de misa,
  30   y después que volvió en sí    volvió y preguntó a la niña:
     --¿Dónde está enterrada y sola    doña Ángela de Mesías?
  32   --Al lao del altar mayor    en una nueva capilla.--
     Se fue a hacer oración    la mayor parte del día,
  34   hasta que ya el ermitaño    fuese a cerrar la ermita,
     --Salte afuera tú, don Juan,    salte fuera, por tu vida,
  36   que la que estaba ya muerta    no la volverás la vida.
     --Vuelva usté acá, el ermitaño,    vuelva usté acá, por su vida,
  38   mi anillo de siete piedras    yo para usté le quería;
     no venía para usted,    mas para usted lo sería.--
  40   El interés movió al hombre    y el ermitaño volvía.
     Entre el ermitaño y él    levantan la losa arriba.
  42   Tres voces le habían dado,    ninguno le respondía,
     saca un dorado cuchillo    de la su nueva pretina
  44   para matarse con él,    para hacerla compañía.
     La Virgen que esto ha oído,    corrió su nueva cortina.
  46   --Levántate, Ángela, ahora,    levántate, Ángela, arriba,
     que más quiero que se vuelva    la que estaba muerta viva,
  48   que no que se pierda hoy    un devoto que tenía.--
     Sacóla don Juan a plaza,    en pleito se la ponían.
  50   Pleitos van y pleitos vienen    a la gran Cancillería;
     dicen los varios autores    de la gran sabiduría
  52   que se la den a don Juan,    que don Juan la merecía,
     que el que bien la quiere en muerte    mejor la querrá en la vida.

Título original: La amante resucitada.

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0217:17 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 5550)

Versión de Sarceda (ay. Tudanca, p.j. Cabuérniga, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LVI (nº 235), p. 426-427.  092 hemist.  Música registrada.

     Firmeza de dos amantes    que uno a otro se tenían,
  2   palabra de casamiento    se dieron los dos un día.
     La palabra era tan firme    que borrarla no podían,
  4   y su padre que esto sabe    de casarla determina
     con un mercader muy rico    que de las Indias venía.
  6   --Por Dios te pido, don Juan,    que vuelvas a las mis vistas,
     mis bodas se han de comer    un sábado a mediodía.--
  8   Y estando en estas razones    don Juan se marchó a las Indias.
     Después de haber comido    a su cuarto se retira,
  10   y un crucifijo en las manos    hincadita de rodillas.
     --Por Dios te pido, mi alma,    por Dios te pido, mi vida,
  12   quiero que me des la muerte    antes de ser yo vencida.--
     Su padre la echaba a menos    y el buscarla determina.
  14   --¡Qué altos van los mis pajes,    doña Ángela fallecida!--
     Estando en estas razones    don Juan vino de las Indias,
  16   en la calle de su dama    hizo la primer visita;
     todo lo encontró cerrado    ventanas y celosías,
  18   y en la ventana más alta    estaba una hermosa niña,
     toda vestida de luto    que tal mal le parecía.
  20   --Dime por quién traes luto,    dimelo tú, hermosa niña.
     --Por mi señora, señor,    doña Ángela de Almesía;
  22   arrécela algún rosario    que por vos perdió la vida.--
     Al oir estas palabras    desmayado se caía,
  24   y después que volvió en sí    fue y le preguntó a la niña:
     --Dime dónde está enterrada,    dimelo tú, hermosa niña.
  26   --Al pie del altar mayor    junto a su nueva capilla.--
     Fue y se puso en oración    la mayor parte del día,
  28   hasta que el ermitaño    encerrarle determina.
     --Vuelva, vuelva, el ermitaño,    bien pagado le sería.--
  30   El interés mueve al hombre    y el ermitaño volvía.
     Le ha dado un anillo de oro    que nueve piedras tenía.
  32   --No venía para usted,    que para usted no venía.--
     Tira el uno, tira el otro,    arranca una losa arriba,
  34   y se ha puesto a hablar con ella    como si estuviera viva.
     --Dime tú cómo te has muerto,    dimelo tú, prenda mía,
  36   sin despedirte siquiera    del que tanto te quería.--
     Sacó un puñalito de oro    de su dorada pretina,
  38   para matarse con él    y hacerle la compañía;
     y la Virgen del Rosario    ya ha corrido la cortina.
  40   --No quiero que aquí se mate    un devoto que tenía,
     más quiero que vuelva en sí    la que está de muerta viva.--
  42   En medio de estas razones    en pleito se la ponía;
     pleitos van, pleitos vienen,    de la gran sabiduría;
  44   todos los sabios acuerdan    que don Juan la merecía.
     Seis años vivieron juntos,    seis años menos un día;
  46   uno se murió a la noche,    y otro murió al mediodía.

Título original: La amante resucitada.

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0217:18 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 5551)

Versión de Espinama (ay. Camaleño, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Potes, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LVI (nº 236), pp. 428-429.  108 hemist.  Música registrada.

     Palabra de firme amor    que uno y otro se tenían,
  2   tan firme y tan verdadera    que olvidarse no podían.
     Don Pedro de que lo supo    los intentos de su hija,
  4   don Pedro de que lo supo,    de casarla determina
     con un mercader muy rico    que ha venido de las Indias.
  6   Y don Juan de que lo supo    para la Indias camina;
     en la calle de su dama    hizo la última visita.
  8   --Adiós, Ángela de mi alma,    yo nunca te olvidaría.
     --Y yo a usted, don Juan, tampoco,    mientras en el mundo viva,
  10   porque mi boda y mi muerte    todo ha de ser en un día.-
     Arreglaron de la boda,    para la Iglesia caminan,
  12   y después de haber venido    tratan de hacer la comida,
     y después de haber comido    para un cuarto se retiran,
  14   cogió un santo crucifijo    hincada la una rodilla.
     --Cristo, te pido la muerte,    antes que sea vencida.--
  16   Su padre la echó de menos,    de buscarla determina.
     --Alto, alto, los mis pajes,    que Ángela ya es fallecida.--
  18   El mercader que lo oyó    desmayado se caía.
     --No la merecía yo    esa rosa tan florida.
  20   Al cabo de siete meses    vuelve don Juan de las Indias;
     en la calle de su dama    hizo la primer visita,
  22   y en un alto corredor    ha visto una blanca niña
     toda vestida de luto    hasta el fajan que traía.
  24   --¿Por quién guardas tanto luto?--    le dice a la blanca niña.
     --Por mi señora, señor,    doña Ángela de Mesías.
  26   --Dime dónde está enterrada    doña Ángela de Mesías.
     --Allá en la Iglesia, señor,    en una nueva capilla,
  28   enfrente al altar mayor;    una losa tiene arriba.--
     Estuvo haciendo oración    la mayor parte del día,
  30   hasta que ya el ermitaño    cerrar la puerta quería.
     --Vuelva, vuelva, el ermitaño,    bien pagado le sería,
  32   si me ayuda a levantar    esta losa para arriba.
     No venía para usted,    pero para usted sería
  34   esta sortija de oro    que siete piedras tenía.--
     Tira el uno, tira el otro,    levantarla no podían;
  36   tiran por segunda vez    levantan la losa arriba.
     Ángela, llamó tres veces,    Ángela no respondía;
  38   ya sacó su puñal de oro    de su dorada pretina,
     para matarse con él    si Ángela no respondía,
  40   para matarse con él    y hacerla allí compañía.
     La Virgen de que lo vio    corrió su nueva cortina.
  42   --Si tu amante te lo manda    levántate Ángela arriba,
     que no quiero que se mate    un devoto que tenía,
  44   que me rezaba el rosario    a las tres horas del día,
     uno reza por la noche,    otro reza al mediodía,
  46   otro reza por la mañana    mientras la gente dormía.--
     Otro día a la mañana    doña Ángela de Mesías
  48   peinando sus cabellos    una reina parecía.
     El mercader que lo supo    a pleito se la ponía;
  50   papeles vayan y vengan    a la gran papelería.
     Dicen los sabios autores,    los de gran sabiduría,
  52   que se la den a don Juan    que don Juan la merecía.
     Juntos comen, juntos beben    y juntos van para misa,
  54   y al cabo de siete años    juntos mueren en un día.
     ¡Válgame la Soberana,    válgame Santa María!

Título original: La amante resucitada.

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0217:19 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 5552)

Versión de Vernejo (ay. Cabezón de la Sal, p.j. Torrelavega, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LVI (nº 237), pp. 430-431.  060 hemist.  Música registrada.

     El cielo me dé su gracia    y entendimiento María,
  2   para poder explicarme    una grande maravilla
     que sucedió en la ciudad    con un galán y una niña.
  4   Ellos se quieren casar    y sus padres no querían,
     porque la tiene mandada    a un mercader de Sevilla,
  6   y don Juan desque lo supo    a otro lugar se retira,
     donde estuvo siete meses    sin poder ver a la niña.
  8   Cuanto más la echa en olvido    más en el alma la había.
     Mandó ensillar su caballo,    que en la cuadra le tenía;
  10   ensillado y enfrenado    para el palacio camina.
     Todo lo encuentra de luto    ventanas y celosías,
  12   y asomada a una ventana    una criada que había.
     --¿Por quién de luto, señora,    por quién tanto luto había?
  14   --Es por mi querida Rosa,    aquella Rosa florida,
     que la tienen enterrada    en la capilla de San Matías.--
  16   Vuelve la rienda al caballo    pa San Matías camina,
     se encuentra con el sacristán    tocando el Ave María.
  18   --Deténgase, sacristán,    deténgase, por mi vida,
     que voy hacer oración donde    otras veces solía.--
  20   Se puso sobre las losas    donde está la Rosalía.
     --¿Quién te mató, linda Rosa,    quién temató, Rosa mía?
  22   quién a ti te dio la muerte    a mi me quitó la vida.--
     Metió la mano en un bolso,    sacó un puñal que traía,
  24   para matarse con él    y echarse en su compañía.
     Al tiempo de dar el golpe    el brazo se detenía.
  26   --¿Quién es el que me detiene,    quién a mi me detenía?
     --Yo soy la Virgen, don Juan,    yo soy la Virgen María,
  28   a quien tienes ofrecido    un rosario cada día.
     --Desde aquí le ofrezco dos    si resucita la niña.--
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  30   Padres los que tenéis hijos    casarlos con alegría,
     que resucitó una niña    muerta de cuarenta días.

Título original: La amante resucitada.

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0217:20 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 5553)

Versión de Los Corrales de Buelna (ay. Los Corrales de Buelna, p.j. Torrelavega, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LVI (nº 238), pp. 431-433.  117 hemist.  Música registrada.

     De las doncellas de este año    doña Ángela es la que priva;
  2   la piden duques y condes,    caballeros de Castilla;
     también la pide don Juan    que era el que más la quería.
  4   Su padre que ha visto esto    de casarla determina
     con un mercader muy rico    que ha venido de las Indias.
  6   Y don Juan que ha visto esto    para las Indias camina.
     Por la casa de doña Ángela    era la primer salida.
  8   --Quédate con Dios, doña Ángela,    doña Ángela de Mesías.
     --Vete tu con Dios, don Juan,    con Dios y Santa María;
  10   que mis bodas y mi muerte    todo ha de ser en un día.--
     Y las bodas han de ser    un viernes al mediodía.
  12   Se marchó para el velorio    doña Ángela de Mesías;
     luego vino del velorio,    en un cuarto se retira;
  14   cogió el Santo Cristo en mano    de esta menera decía;
     --Por Dios te pido Jesús,    por Dios y Santa María,
  16   que me des antes la muerte    antes que sea vencida.--
     Tan a pecho lo pidió,    doña Ángela fallecía.
  18   Su padre la ha echado en menos    y buscarla determina,
     se marchó para su cuarto    y la encontró fallecida.
  20   El mercader que ha visto esto,    sobre la mesa se tira.
     --No me convendría a mi    esta rosa florecida.--
  22   La llevaron a enterrar    a aquella nueva capilla,
     donde en el altar mayor,    una rosa tiene encima.
  24   Al cabo de los siete años    vino don Juan de las indias,
     por la casa de doña Ángela    era la primer visita.
  26   Todo lo encontró cerrado,    ventanas y celosías.
     Por una alta ventana    se asomó una blanca niña,
  28   toda vestida de luto,    toda de luto vestida.
     --Dímelo tú, blanca flor,    dímelo tú, blanca niña,
  30   ¿por quién tienes tanto luto    que tan bien te parecía?
     --Yo te lo diría, don Juan,    si tú no lo sentirías.
  32   --Yo nunca tengo pesares    porque en mi no los había.
     --Por doña Ángela, don Juan,    que por ti perdió la vida.--
  34   Y don Juan que ha oído esto    desmayado se caía,
     y luego que hubo en sí vuelto,    estas palabras decía:
  36   --¿Dónde está enterrada    doña Ángela de Mesías?
     --Allá arriba en aquel alto,    en una nueva capilla,
  38   donde en altar mayor,    una losa tiene encima.--
     Se iba a hacer oración    la mayor parte del día,
  40   hasta que los ermitaños    cerrar la puerta querían.
     --Por Dios te pido ermitaño,    por Dios y la Santa María,
  42   me ayudes a levantar    esta losa para arriba;
     el anillo de mis dedos    yo para ti lo tenía;
  44   el anillo sin la piedra    doscién ducados valía.--
     El interés mueve al hombre    y al ermitaño movía.
  46   Entre él y el ermitaño    levantan la losa arriba.
     Don Juan llamaba a doña Ángela    como si estuviera viva.
  48   Viendo que no le responde,    saca un puñal de su cinta
     para darse así la muerte    por hacerle compañía.
  50   La Virgen que ha visto esto,    corre su nueva cortina:
     --Hijo, por ser el mi hijo,    una merced te pedía:
  52   dos amantes que se quieren    deja que gocen la vida.--
     Don Juan le ha dado la mano,    la que le dio el primer día.
  54   Iban por la calle abajo,    iban por la calle arriba,
     limpiándose los cabellos    que de polvo los tenía.
  56   El mercader que ha visto esto,    en pleito se la ponía.
     Han ido a la justicia    y ella dirá a quién quería;
  58   --A don Juan . . . . . . . . .
     quien no me ha olvidado en muerte,    tampoco me olvida en vida.

Título original: La amante resucitada.

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0217:21 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 5554)

Versión de Collado (ay. Cieza, p.j. Torrelavega, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. LVI (nº 239), pp. 433--434.  094 hemist.  Música registrada.

     --Adiós, Angelita Aurora,    esposa del alma mía,
  2   no te olvidaré jamás    mientras en el mundo viva.
     --Mis bodas y mis mortajas,    sean juntas en un día.--
  4   Las bodas se van a hacer    un martes a mediodía,
     y después de haber comido,    a su cuarto se retira
  6   con un Santo Cristo en mano,    hincándose de rodillas.
     --Por Dios te pido, Jesús,    por Dios te pido mi vida,
  8   que me des antes la muerte,    antes que sea vencida.--
     Su padre la ha echado en falta    y a buscarla determina,
  10   y la encontró falleciendo,    doña Ángela de Mesías.
     --Altos, altos los mis pajes,    doña Ángela fallecía.--
  12   El mercader que esto vio,    desmayado se caía,
     y luego que volvió en sí,    estas palabras decía:
  14   --No me convenía a mí    esta rosa tan florida.--
     Al cabo de los siete años    vino don Juan de las Indias,
  16   en la calle de doña Ángela    hizo la primer visita.
     Todo lo encontró cerrado,    ventanas y celosías.
  18   En una ventana alta,    la más alta que tenia,
     se vio asomar una niña    que a él muy bien le parecía:
  20   --Dímelo tú, niña blanca,    dímelo tú, blanca niña,
     ¿de quién tienes ese luto    que también te parecía?
  22   --De mi señora, señor,    a quien vos tanto queríais.
     --Dime, dónde está enterrada    doña Ángela de Mesías?
  24   --Está en el altar mayor    en una nueva capilla.--
     Él se fue a hacer oración    toda la parte del día.
  26   El ermitaño lo vio,    cerrar la puerta quería:
     --Vámonos fuera, don Juan,    vamonos por vida mía,
  28   que el desenterrar los muertos    a mi mal me parecía.--
     Salen afuera los dos,    estas palabrar decían:
  30   --Aquí traigo un anillo de oro    que para ti no le traía,
     si tú vuelves, ermitaño,    para ti te le daría.--
  32   El interés mueve al hombre    y el ermitaño volvía.
     Uno levanta la losa,    otro la vela encendía.
  34   --¿Qué haces ahí, Ángela Aurora,    esposa del alma mía,
     cómo no te despediste    de quien tanto te quería?
  36   Ahora me mataré yo,    para hacerte compañía.--
     La Virgen desde el altar    estas palabras decía:
  38   No quiero que se me mate    un devoto que tenía,
     más quiero que se levante    la que está muerta arriba.--
  40   Él le dio su mano blanca,    la que le dio el primer día.
     Sacudieron sus cabellos,    que de tierra los traía.
  42   Fueron a casa los dos    con gran gusto y alegría.
     El mercader que esto vio,    en pleito se la ponía.
  44   Se la pusieron en pleito    en mayor sabiduría,
     se la dieron a don Juan,    que don Juan la merecía.
  46   Vivieron siete años juntos    con gran gusto y alegría,
     al cabo de los siete años,    mueren los dos en un dia.

Título original: La amante resucitada.

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0217:22 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 5838)

Versión de Salio (ay. Pedrosa del Rey, ant. Riaño, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Riaño-La Reina, León, España).   Recitada por Digna Prieto Ibáñez (63a) y Leónides Prieto Ibáñez (65a). Recogida por Mariano de la Campa, José Manuel Fraile Gil, Nicolás Miñambres, Julia Valenzuela y María José Zamarro, 07/07/1985 (Archivo: ASFG; Colec.: Fraile Gil, J. M.). Publicada en Fraile Gil 2001, Romances de Salio. Una tradición ahogada, nº II.E.2., pp. 51-52 y CD, corte 2.  080 hemist.   Música registrada.

     Doña Ángela a la ventana,    don Juan por allí venía;
  2   palabras de casamiento    uno a el otro se decían.
     La gente de don Juan quiere    y la de ella no quería,
  4   que se la tienen mandada    a un mercader de Sevilla,
     caballero, gente noble,    que venía de las Indias.
  6   Y don Juan, de que lo supo,    a Barcelona camina.
     Estuvo dos y tres meses    por ver si la olvidaría.
  8   Viendo que no la olvidaba    mandó a un paje que tenía
     que le ensillara el caballo    y fuera en su compañía.
  10   Todo lo encontró cerrado,    ventanas y celosías.
     Se ha asomado a una ventana    que calaba a la cocina,
  12   vio pasearse a una doncella    toda de luto vestida.
     --¿Por quién tan de luto, dama?    ¿por quién tan de luto, niña?
  14   --De luto por mi señora,    doña Ángela de García.
     --¿En qué iglesia está enterrada    o en qué iglesia está metida?
  16   --Arriba, arriba, el caballero,    en la de Santa Lucía,
     que está el sacristán cantando,    cantando el Avemaría.
  18   --Abre, sacristán, las puertas,    bien pagadas te serían,
     te daré un anillo de oro    que en mi dedo traía,
  20   anillo de tal valor    cien doblones te valdría.--
     Estuvo toda la tarde    y otro día todo el día.
  22   --Salga, salga, caballero,    que ya es hora que saldría.
     --No tengo de salir hoy    ni mañana en todo el día
  24   hasta levantar la losa    de esta doncella tan linda.--
     Con la punta de la espada    levantó la losa arriba.
  26   La viera tan colorada    como si estuviera viva.
     --¡Virgen del divino grato,    Madre y abogada mía!
  28   un rosario te he de rezar,    dos también te rezaría
     si vuelves el alma al cuerpo    de esta doncella tan linda.--
  30   --¿Quién me mata, quién me sana,    quién me da tanta fatiga?
     ¿Quién me saca de la Gloria,    pues en ella estoy metida?--
  34   Las campanas del país    ellas solas se tiñían,
     que ha resucitado un cuerpo    muerto de cuarenta días.
  36   El mercader, que lo supo,    el pleito se lo ponía.
     Cuando las cartas enviaban    el correo ya venía.
  38   Bajara una voz del cielo    que estas palabras decía:
     --Dadle la niña a don Juan,    que la tiene merecida,
  40   bien merecida la tiene,    merecida la tenía.--

Variantes de la grabación: -8a y ve que; -9b f. s. c; -12a criada; -19b que yo e. m. d. t.; -27b Jesús y a. m.

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0217:5 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 1708)

Versión de Penamaior (parr. Suarna, ay. Fonsagrada, p.j. Fonsagrada, Lugo, España).   Recitada por Ramona López López (59a). Recogida por Aníbal Otero Álvarez, 00/00/1931 (Archivo: AMP; Colec.: Otero, A. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en RT-Galicia 1998, pp. 373-374.  094 hemist.  Música registrada.

     En la ciudad de Zaragoza    hay unha niña muy linda,
  2   la pretenden duques y condes,    caballeros de valía.
     La pretendía don Juan,    la flor de todo Castilla;
  4   los pícaros de sus padres,    mas con don Juan no querían.
     Siete años fueron, siete años,    por ver si la aborrecía,
  6   y ó cabo de los siete años    vuelve a su patria querida.
     Don Juan va la calle abajo    y vuelve a la calle arriba,
  8   encontra cunha muchacha    que quince años no tenía.
     --Cuéntame la verdad, muchacha,    cuéntamela, por tu vida,
  10   si sabes se se casó    doña Angela de Medina.
     --Casar no se casó,    pero ella casarse iba.--
  12   Don Juan va la calle abajo,    para la iglesia camina,
     y al entrar en la iglesia,    y al tomar agua en la pila,
  14   bien lo viran los padrinos,    bien lo vira la madrina,
     bien lo viran los padrinos,    la niña sospiro tira.
  16   --¿Por quién es ese suspiro,    doña Angela de Medina?
     --Es por aquel caballero    que tomó agua en la pila.--
  18   Todos comen, todos beben,    pero ella nada comía.
     La sacaron de paseo,    por ver se la destraían:
  20   en el medio del paseo,    muerta se cayó la niña.
     Don Juan va la calle abajo    y vuelve a la calle arriba,
  22   encontrara cunha muchacha    que quince años no tenía,
     toda cubierta de luito,    de luito toda cobrida.
  24   --¿Por quién guardas ese luito,    de luito toda cubrida?
     --Es por una hermana mía    que ayer tarde se morira.
  26   --Si eres hermana suya,    dime qué nombre tenía.
     --Ella de nombre tenía    doña Angela de Medina.
  28   --Dime adónde la enterraron,    adónde la enterrarían.
     --Al pie del altar mayor,    junto a la Virgen María;
  30   la cera que le alumbraba    no es blanca, que es amarilla.--
     Don Juan va la calle abajo,    para la iglesia camina.
  32   Al entrar en la iglesia    y al tomar agua en la pila,
     se puso a desenterrarla,    la poniera en la rodilla;
  34   cosas le decía, cosas,    como se estuviera viva:
     --¿Cómo fuistes y dejastes    a quien tanto te quería?--
  36   Y estando n`estas razones    una voz del cielo oíra:
     --¿Cuánto dieras, ay don Juan,    cuánto dieras por verla viva?
  38   --Desciplinas a mi cuerpo,    cinco miles cada día,
     limosna para los pobres,    fuera y dentro de la villa.--
  40   Estando n`estas razones,    la niña un sospiro tira.
     --Lleva la niña, ay don Juan,    don Juan, lleva tú la niña;
  42   más vale el que desentierra    que el que le echa tierra encima.--
     Echaran la niña en pleito    por ver quién la llevaría;
  44   lo que llevaban gastado    un solo Dios lo sabía.
     Estando n`estas razones,    una voz del cielo oíra:
  46   --Lleva la niña, ay don Juan,    don Juan, lleva tú la niña;
     más vale el que desentierra    que el que le echa tierra encima.--

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0217:29 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 8665)

Versión de Villota del Duque (ay. Loma del Ucieza, p.j. Carrión de los Condes, ant. Saldaña, Palencia, España).   Recitada por Donata Gutiérrez (22a). Recogida por Narciso Alonso Cortés, (Archivo: AMP; Colec.: Alonso Cortés, N.). Publicada en Alonso Cortés 1906, pp. 98-99.  094 hemist.  Música registrada.

     Oh, gran Dios omnipotente    rey de la Norca Nurquía,
  2   en ciudad de Barcelona    un matrimonio vivía,
     hombre rico y poderoso    en la ciudad distinguida.
  4   A este noble matrimonio    ha dado Dios una hija
     tan hermosa y tan bizarra    en la ciudad distinguida.
  6   La rondan dos mil galanes    de noche, también de día;
     entre tantos era don Juan    era el que ella más quería.
  8   Estando sola en su cuarto    estando en su zolosía
     entró el padre a visitarla    y en alta voz la decía:
  10   --Si te casas con don Juan    te tengo quitar la vida,
     porque te tengo mandada    a un Clavelín de Sevilla.
  12   --Pues haré su gusto, padre,    ya que el mío no podía;
     yo con él me casaré    mas poco le gozaría.--
  14   Don Juan, que oyó la respuesta,    para su casa volvía.
     Mandó ensillar el caballo    a un criado que tenía.
  16   Ya se ha ausentado tres meses    por si olvidarla podía;
     de que olvidarla no puede    para casa se volvía.
  18   En el medio de la calle    encontró una señorita.
     --Digame usted, señora,    por quién trai esa divisa.
  20   --Por quien la traigo, D Juan,    no reside en esta vida,
     la traigo por mi cuñada    doña Ángela Medina.--
  22   don Juan, que oyó la respuesta,    esmayado se caía.
     Luego que él volvió en sí    con la color muy torcida
  24   se fue a hacer oración    al beato San Matías.
     En una tumba muy alta,    en una rica capilla,
  26   hay muchas hachas de cera    que muy bien le parecían.
     Siete veces le rezaba    un rosario que tenía;
  28   los dieces eran de oro,    para Ángela ofrecía.
     Ya se marchaba la gente    y el portero le decía:
  30   --Levanta, don Juan, levanta,    levántate por tu vida.
     --No tengo de levantar    hoy ni mañana en todo el día;
  32   primero tengo de ver    qué hay en esta losa fría.--
     La levantaron los dos    en sin ninguna fatiga;
  34   vieron que estaba la dama    más hermosa que solía.
     --¡Ay, Ángela de mi vida,    prenda y luz del alma mía!
  36   ¿Cómo no te despedistes    de quien tanto te quería?--
     Echó mano a su cintura    y un puñal que allí tenía,
  38   se quiso matar con ella    por hacerla compañia.
     La Virgen le quitó el brazo    y estas palabras decía:
  40   --Detente, don Juan, detente,    detente ya, por tu vida.
     Doña Ángela de Ribera    contigo se casaría;
  42   al otro primer marido    a pleito se lo pondrías.
     Echarás el pleito a Roma    y sentenciado vendría,
  44   que se case con don Juan    que la tiene merecida,
     que la sacó de la tierra    cuarenta días hacía.
  46   Os daré vida siete años,    os se ha de hacer un día,
     al cabo de los siete años    vendréis en mi compañía.--

Nota: -41a Ribera (sic).

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0217:1 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 118)

Versión de Sigueruelo (ay. Santo Tomé del Puerto, ant. Sigueruelo, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recitada por Gabriela Moreno (64a). Recogida por Diego Catalán, 00/08/1947 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Petersen-Web 2000, Texto. Reeditada en Petersen-Web 2000-2007, Texto.  079 hemist.  Música registrada.

     Dame la gracia y menoria    para si cantar podía
  2   la firmeza `e dos amantes    que uno a otro se tenían.
     Palabra de casamiento    se dieron los dos un día,
  4   tan firme se la dieron    que olvidarse no podían.
     Su padre, de que lo supo,    de casarla determina
  6   con un mercader muy rico    que ha venido de las Indias.
     --Mi boda se ha de comer(?)    el martes a mediodía,
  8   mi boda y mi muerte    todo ha de ser en un día.--
     Según estaban comiendo,    de la mesa se retira,
  10   echa pies a la escalera    donde ella dormir solía,
     en el primer escalón    se ha quedado tendida,
  12   cogió a Jesús en sus brazos,    de esta manera decía:
     --Dame la muerte, Señor,    siquiera por algún día.--
  14   Mercader, que la echa ` menos,    de buscarla determina
     y en el primer escalón    se la ha encontrado tendida.
  16   --¡Válgame Dios de los cielos    y la sagrada María,
     no me convendría a mí    rosa tan bien florecida.--
  18   Pasaron los nueve meses,    vino don Juan de la Indias,
     por la calle de su dama    echa la primer visita.
  20   Todo lo encuentra cerrado,    balcones y celosías,
     en la ventana más alta    había una blanca niña
  22   toda vestida de negro    y el violín que tenía.
     Don Juan la preguntó,    preguntó a la blanca niña:
  24   --¿Por quién guardas ese luto    que tan bien te parecía?
     --Por mi hermanita, señor,    doña Ángela de Mesías--
  26   Don Juan, de que lo oye,    desmayado se caía.
     Después de vuelto en sí    preguntó a la blanca niña:
  28   --Dime dónde está enterrada    doña Ángela del Mesías.
     --En la iglesia de San Pablo    en una nueva capilla
  30   y por cabecera tiene    una lápida muy fina.--
     En la mitad del camino    sacristán se encontraría.
  32   --Sacristán, vuelve conmigo,    bien pagado te sería.--
     Le ha dado una hebilla de oro    que mil ciudades valía.
  34   Entre el sacristán y él    levantan la laude arriba.
     Le ha dado dos o tres voces,    Ángela no respondía;
  36   saca un puñal dorado    para quitarse la vida,
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    para darla compañía.
  38   La Virgen, que está presente,    corre su nueva cortina.
     --Por mandado de mi hijo,    Ángela, levante arriba;
  40   dale la mano a don Juan    que por vos tenéis la vida.

Nota: En los diversos romances que canta Gabriala en una sola entrevista, se le atribuye 54, 64, y 68 años. Opto por uno, un tanto al azar.

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0217:2 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 119)

Versión de Matabuena (ay. Matabuena, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recitada por María Álvaro. Recogida por Ramón Menéndez Pidal, 00/09/1904 (Archivo: AMP; Colec.: María Goyri-Ramón Menéndez Pidal). Publicada en Goyri de Menéndez Pidal 1909, p. 25. Reeditada en TRC-Segovia 1993, pp. 363-364.  039 hemist.  Música registrada.

     Tan alta va la luna    como el sol de mediodía
  2   cuando la siempre doncella    sin pecado concebida.
     Diré lo que sucedió    en Barcelona la rica.
  4   En una ciudad de pobres    un caballero vivía,
     rico, noble, poderoso,    y este tal tiene una hija
  6   que era tanta su hermosura,    que sólo su hermosura prima.
     Tiene muchos pretendientes    de noche y también de día,
  8   de noche rondan la puerta    y de día la vesitan.
     El padre de aquesta dama    hechos contratos tenía,
  10   se la tenía mandada    al mercader de Sevilla.
     Y esto que supo la dama,    mala en la cama caía.
  12   La vesita un mercader    tres vesitas cada día,
     la una por la mañana,    la otra por al mediodía
  14   y la otra por la noche    mientras los padres dormían.
     Esto que supo don Juan,    a su casa se golvía,
  16   . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    por pleito se lo ponía.
     Dio con el pleito en Granada,    drento de chancillería,
  18   la sentencia que salió:    que don Juan la merecía.
     Se gozaron nueve años    y el cielo los dio una hija
  20   que si santos son los padres,    tanto más era la hija.

Nota: 9-11 dichos en una recitación posterior.

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0217:3 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 120)

Versión de Sigueruelo (ay. Santo Tomé del Puerto, ant. Sigueruelo, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recitada por Sagrario Martín Mayoral (62a). Recogida por José Antonio Blanco, Mª José Querejeta, Dolores Sanz y Ana Valenciano, 03/07/1982 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: 1.3-7.2/A-04 y texto escrito en carpeta). Publicada en TRC-Segovia 1993, pp. 362-363.  089 hemist.  Música registrada.

     La firmeza de dos amantes    que uno al otro se tenían,
  2   don Juan del Monte,    doña Ángela de Mesías.
     Palabra de casamiento    se dieron los dos un día
  4   y tan firme se la dieron    que firmeza se tenían.
     Su padre, de que esto sabe,    a casarla determina
  6   con un mercader muy rico    que de las Indias venía.
     Don Juan, de que esto sabe,    para las Indias camina;
  8   por la calle de su dama    daba la última visita.
     --Quédate con Dios, doña Ángela,    doña Ángela de Mesías,
  10   que nunca te olvidaré    en toos los años que viva.
     --Igual te digo, don Juan,    igual te digo y decía,
  12   que mis bodas y mi muerte    todo ha de ser en un día.
     Mis bodas se celebrarán    el martes a mediodía.--
  14   Según estaban comiendo,    de la mesa se retira;
     puso pies a la escalera    donde ella dormir solía,
  16   cogió a Jesús en sus brazos    y desta suerte decía:
     --Dame la muerte, Jesús,    antes que sea vencida.--
  18   Su padre que la echa ` menos,    a buscarla determina;
     en el tercero escalón    se la ha encontrado tendida.
  20   --¡Alto, alto, mercader,    doña Ángela es fallecida!.--
     Mercader, de que esto sabe,    sobre la mesa se tira:
  22   --No me merecería yo    rosa tan bien florecida.--
     Ya la llevan a `nterrar    a una nueva capilla.
  24   Se han pasado nueve meses,    don Juan viene de las Indias,
     por la calle de su dama    echa la primer visita;
  26   todo lo encuentra cerrado,    ventanas y celosías,
     en la más alta ventana    había una blanca niña
  28   toda vestida de luto    hasta el violín que tenía.
     --¿Por quién llevas ese luto    que tan mal te parecía?
  30   --Por mi hermanita, señor,    que por Dios perdió la vida.--
     Don Juan, de que esto sabe,    desmayado se caía;
  32   se levantó como pudo    a preguntar a la niña.
     --Dime dónde está enterrada    la señora de Mesías
  34   para quitarme la vida    y ir a darle compañía.
     --En la iglesia de San Pablo,    en una nueva capilla.--
  36   En la mitad del camino,    sacristán se encontraría:
     --¡Sacristán, vente conmigo,    bien pagado se tería (sic)!--
  38   Le ha dado un anillo de oro    que una ciudad bien valía.
     Entre el sacristán y él    levantan la laude arriba;
  40   sacó un dorado puñal    de su dorada pretina
     para quitarse la muerte    y ir a darla compañía.
  42   La Virgen que está presente    corre su nueva cortina.
     --¡Dale la mano a don Juan    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  44   . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    que por don Juan perdió la vida.--
     Mercader de questo sabe,    ponen en pleito a la niña
  46   y toda la gente dice    que de don Juan es la niña,
                                       que por don Juan tiene vida.

Variantes de la versión oral: omite los versos 2, 5, 6, 11, 13, 31, 32, 40 y 42; 10 que por mucho que viva___no te olvidaré en los años de mi vida; 17a Dadme l. m., J.; 25b daba l. p. v.; 28a t. v. d. negro; 28b h. e. jubón q. t.; 30b doña Ángela de Mesías; antes del v. 45 . . . . . .se levantó la niña.

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0217:4 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 121)

Versión de Siguero (ay. Siguero, p.j. Sepúlveda, Segovia, España).   Recitada por Ventura Cerezo Cristóbal (89a). Recogida por Rosario Gómez, Rosa María Ramajo, Flor Salazar, Mª Concepción Salvador y Pedro Zalla, 16/08/1978 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta SEGOVIA 82; cinta: Cinta.16-8.I/A-09). Publicada en TRC-Segovia 1993, pp. 361-362.  088 hemist.  Música registrada.

     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
     su padre, de que lo supo,    de casarla determina
  2   con un mercader muy rico    que ha venido de las Indias.
     Don Juan, de que lo supo,    para las Indias camina,
  4   por la calle de su dama    hizo la puerta y visita.
     --Quédate con Dios, Ángela,    Ángela de la Armesía,
  6   no te olvidaré yo a ti    en los días de mi vida.
     --Tampoco yo a usted, don Juan,    pues lo mismo le decía.
  8   Mi boda se comerán    martes al mediodía,
     pero mi boda y mi muerte    todo se hará en un día.--
  10   Se sentaron a comer    como boda el primer día,
     cuando despachan de comer    a un cuarto se retira;
  12   ha entrado en un cuarto oscuro    donde ella dormir solía,
     cogió un Jesús en sus brazos    y de esta suerte decía:
  14   --¡Oh, Jesús, dame la muerte    antes que sea vencida!--
     Su padre, que lo ha sabido,    de buscarla determina,
  16   ha dado tres voces    y Ángela no respondía.
     La Virgen con su poder    corrió las blancas cortinas.
  18   --Ea, ea, caballeros,    Ángela ya fenecía.--
     El mercader, que esto oyó,    sobre una mesa se tira;
  20   ¡oh!, con los ojos lloraba,    ¡oh!, con la boca decía:
     --No se dio para mí    rosa tan bien florecida.--
  22   De ahí a los nueve meses    don Juan vino de las Indias,
     por la calle de su dama    hizo la primer visita.
  24   Todo lo encontró cerrado    ventanas y celosías,
     y en la ventana más alta    ha visto una blanca niña
  26   toda vestida de luto,    de luto toda vestida.
     --Dímelo tú, niña blanca,    dímelo tú, blanca niña,
  28   ¿por quién tienes ese luto    que tan bien te parecía?
     --Por mi señora, señor,    doña Ángela de Armesía;
  30   por mi señora, señor,    que por vos perdió la vida.
     --Dime dónde está enterrada    doña Ángela de Armesía.
  32   --En la iglesia de don Pablo,    en una rica capilla,
     y de cabecera tiene    una piedra muy lisita.--
  34   Caminó para la iglesia,    sacristán se encontraría.
     --Anda, vente conmigo,    que bien pagado sería.--
  36   Le ha dado un billete de oro    y una ciudad bien valía.
     El sacristán y don Juan    levantaron la aradilla
  38   y dándola tres voces    Ángela no respondía.
     La Virgen con su poder    corrió las blancas cortinas.
  40   --Por mandado de don Juan,    que te levantes arriba,
     que te quiere dar la mano,    la que te dio el primer día.--
  42   Los doctores y los sabios    y todo el mundo decía:
     --Darle la niña a don Juan,    que de don Juan es la niña,
  44   (que) si por don Juan no hubiera sido    no le hubiera dado la vida.

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0217:7 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 1990)

Versión de Hermisende (ay. Hermisende, p.j. Puebla de Sanabria, comc. Sanabria, Zamora, España).   Recitada por Manuela Fernández Suárez (52a). Recogida por Aníbal Otero Álvarez, 00/12/1934 (Archivo: AMP; Colec.: Otero, A. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en IGR-vulgar 1999, p. 149.  069 hemist.  Música registrada.

     Hoy se casa, hoy se esposa    doña Ángela de Medina;
  2   iba a gusto de sus padres,    que a gusto de ella no iba.
     Cuando iba para la iglesia    de esta manera decía:
  4   --¡Quiera Dios que no me goce    ni una hora del día!.--
     Cuando vuelven para casa,    la mesa puesta tenían;
  6   todos comen, todos beben,    doña Ángela no comía.
     La sacaron a paseo    por ver si se distraía;
  8   en el medio del camino    muerta redonda caía,
     ni con agua ni con vino    no pueden volver la vida.
  10   Le sacan el corazón    por ver de qué mal moría;
     tenía el corazón revuelto,    el de abajo para arriba;
  12                                     letras de amor tenía,
     una decía: "Ay, don Juan",    y otra: "Don Juan de mi vida,
  14   que así me voy y te dejo,    a quien tanto yo quería".
     La enterraron en el altar mayor,    junto a la Virgen María.
  16   Al cabo de pocos días    don Juan por allí venía.
     --¿Por quién es tanto luto,    tanta negra mantellina?.
  18   --Esto es por doña Ángela,    doña Ángela de Medina.
     --Decidme dónde está enterrada,    por Dios y Santa María.
  20   --Está en el altar mayor,    junto a la Virgen María.--
     Con la punta de la espada    alzó la losa pa arriba;
  22   la cogiera de la mano    y la pone en la rodilla,
     palabras le está diciendo    como si estuviera viva.
  24   Estando en estas razones,    una voz del cielo venía.
     --¿Cuánto dieras, ay don Juan,    a quien te la vuelva viva?
  26   --I-eu haría penitencia    todos los días de mi vida;
     yo iría oir misa    todos los días de mi vida;
  28   yo ayunaría    todos los días de mi vida;
     yo rezaría mis rosarios    todos los días de mi vida.
  30   --Todo eso no es nada;    mucho más vale la niña.--
     Al cabo de tantos ruegos    Dios se la volvía viva.
  32   Armaron preito en Granada    sobre quién lleva la niña.
     Estando en esta disputa,    una voz del cielo venía:
  34   --La niña es para don Juan,    que la tiene merecida;
     vale más quien desentierra    que quien echa tierra encima.--

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0217:13 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 3406)

Versión de Las Torres de Aliste (ay. Mahide, ant. San Vicente de la Cabeza, p.j. Zamora, ant. Alcañices, comc. Aliste, Zamora, España).   Recitada por Concepción Barrigón de la Fuente (52a). Recogida por José Manuel Fraile Gil, José Manuel González Matellán, y Gustavo Cotera, 15/04/1989 (Archivo: ASFG; Colec.: Fraile Gil, J. M.). Publicada en Fraile Gil Rom-Panhisp.-1 1992/5CD, Primera Antología Sonora, v. 5, TECNOSAGA, KPD-(5)10.9004, corte 3 © Fraile Gil. Reproducida aquí con permiso del editor.  080 hemist.   Música registrada.

     Allá arriba en Barcelona,    lo mejor que el rey tenía,
  2   se pasea una romera    en trajes de romería.
     Dicen que la rondan condes,    también duques la querían;
  4   también don Juan la rondaba    y era el que más la quería.
     Un sábado por la tarde    a pedírsela camina.
  6   Sus padres dicen que no,    que la tiene pretendida,
     que la tiene pretendida    pa el coronel de Sevilla.
  8   Don Juan, al oír esto,    a la guerra se camina.
     Siete años anduvo en guerra,    siete años menos un día.
  10   Al cabo de los siete años    pensamientos le venían
     de volver a Barcelona    antes que amanezca el día.
  12   Al entrar en Barcelona,    al revolver una esquina
     se encontró con un muchacho    que siete años no tenía.
  14   --Dime la verdad, muchacho,    dímela bien, por tu vida,
     dime si se casó ya    doña Ángela de Medina.
  16   --Hoy se casa y hoy se esposa,    pero a su gusto no iba.--
     Don Juan al oír esto    a verla casar camina.
  18   Al entrar en el portal,    al tomar agua bendita,
     ya dio un susprio la blanca,    ya dio un suspiro la linda.
  20   --¿Por quién suspiras, la blanca,    por quién suspiras, la linda?
     --Suspiro por un caballero    que por ahí pasaría.--
  22   La agarró su esposo en brazos    para dentro la metía.
     Paseándose anda don Juan    calle abajo y calle arriba
  24   y en el medio del paseo    se encontró con una niña.
     --Dime por quién guardas luto    por quién lo guardarías.
  26   --Lo guardo por mi hermana Ángela,    doña Ángela de Medina.
     --Dime dónde la enterraron,    adónde la enterrarían.
  28   --Dentro la iglesia mayor    junto a la Virgen María
     con una losa de oro en bajo    y una lamparilla encima.--
  30   La cogió y la desenterró    y la puso en sus rodillas
     y allí le decía cosas,    y allí cosas le decía,
  32   y ella se las contestaba    como si estuviera viva.
     Sacó un puñal de dos hilos    para quitarse la vida
  34   y estando en estas razones    bajó la Virgen María.
     --No se mate usted, don Juan,    no se mate por la niña;
  36   si quiere vivir con ella,    siete años le doy de vida
     y al cabo de los siete años    la niña vuelve a ser mía.--
  38   Cuando se murió su padre    y andaban a la profía,
     bajó una carta del cielo    de los ángeles escrita:
  40   "La niña es para don Juan    que la tiene merecida".

Notas: Se notará que la informante inserta "y" delante de buen número de versos (-2b, -5ab, -7b, -8ab, -10a, -11b, -12a, -17ab, -18ab, -25b, -27b, -39a, -40a.)
Notas de Fraile Gil: Se cantaba durante los hilandares invernales.

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0217:8 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 1991)

Versión de Alentejo s. l. (Portugal).   Recogida por José Leite de Vasconcellos, publicada en Leite de Vasconcellos 1958-1960, pp. 523-524, nº 1018. Reeditada en IGR-vulgar 1999, pp. 150-151.  096 hemist.  Música registrada.

     Dom João tomou amores    com Dona Ângela de Mexia;
  2   o pai da tal moçoila    outros intentos trazia:
     de a casar c` um mercador    que tinha vindo das Indias.
  4   Dom João, assim que soube,    ausentar-se resolvia
     `pra uma quinta mui bela,    seu pai a possuía.
  6   Ao cabo dum ano,    dum ano e mais un dia,
     chegaram-lhe as soudades    da sua amada querida;
  8   mandou selar os cavalos    por um criado que tinha:
     --Alto, alto, meus criados,    meus cavalos preparar,
  10   que a jornada de oito dias    numa noite se há-de andar.--
     Abalou o Dom João    vestido às mil maravilhas.
  12   Foi entrar em Barcelona    às nove horas do dia;
     andou correndo as calhas    da sua amada querida.
  14   Deitou os olhos ao céu    para ver se anoitecia,
     lá numas altas varandas    onde viu estar uma ninha
  16   toda vestida de preto,    desde baixo até acima.
     --Por Diós vos peço, ninha,    por Diós, em cortesia,
  18   que me dizeis por quem andais    nessa ausência dolorida.
     --Ando por minha senhora,    Dona Ângela de Mexia;
  20   ela me deixou dito    que se algum dia o visse
     lhe desse este rosário,    lhe rezasse cada dia.--
  22   A resõnes que eram ditas,    ele por terra caía.
     Acudiram dois amigos,    dos mais leais que trazia,
  24   fizeram-no entrar em si,    a poder de água fria.
     --Por Diós vos peço, amigos,    por Diós, em cortesia,
  26   que vos ides daqui embora,    me dixeis sem companhia.--
     Retiraram-se os amigos    para ver o que fazia.
  28   Foi-se a um baú mui belo,    seu pai o possuia,
     vestiu-se todo de preto,    desde baixo até acima,
  30   ali tornou por passeio    à igreja da Virgem Maria.
     Cinquenta vezes rezava,    oferecer nunca podia.
  32   Acudiu o ermitão    aos ais e gemidos que ouvia.
     --Vinde com Deus, ermitão,    Deus venha em vossa companhia,
  34   se fazeis pela paga,    eu mui bem vos pagaria,
     se não fazeis pela paga,    Deus do Céu vo-la daria;
  36   ajudai-me a levantar a campa    da minha amada querida.--
     Já dois levantam a campa,    o que sete não fariam.
  38   --Deus te salve, claro sol,    clara luz do meio-dia,
     já te pudeste apartar    de quem tanto bem te queria.
  40   Escreveras-me uma carta,    eu outra te escreveria.--
     Ele tudo lhe dizia,    ela a nada respondia.
  42   Deitou suas mãos atrás,    a um punhal que trazia,
     para se matar com ele,    p`ra lhe fazer companhia.
  44   Ouviu uma voz do Céu,    outra da terra dizia:
     --Torne-se a alma do corpo    de Dona Ana de Mexia,
  46   não é bem que se percam    votos da Virgem Maria.--
     Ali deram a mão,    ali se receberiam:
  48   Padre, Filho, Espíritu Santo    seja em nossa companhia.

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0217:9 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 2689)

Versión de Portugal s. l. (Portugal).   Documentada en o antes de 1981. Publicada en Giacometti 1981, 128. Reeditada en Costa Fontes 1997b, Índice Temático (© HSA: HSMS), p. 152, K3.  026 hemist.  Música registrada.

     --Donde vens, ó Dona Iancra,    donde vens, hija e esposa minha?
  2   Ai, vens ao gosto de teu pai,    que do teu não irias.--
     À entrada da egreja,    ai, pediu-lhe à Virgem Maria,
  4   ai, que não chegara a lográ-la    nem u~a hora nem um dia.
     Quando iam para casa,    ai, a mesa posta estaria,
  6   ai, todos comiam e bubiam,    Dona Iancra não queria.
     Foram-se co`ela a passeio,    ai, só por ver se destraía,
  8   ai, lá no meio do passeio    Dona Iancra se morria.
     Foram chamar o doutori,    ai, só por ver o que ela tinha:
  10   ai, tinha drento do seu peito    um letreiro que dizia:
     ai, um(a) dizia «João»,    oitra «amor da minha vida».
  12   Pais e mães que tendes filhas,    ai, não le tireis o casare!
     Ai, Dona Iancra não morria,    ajudaram-la a matare.

Nota del editor: Que eu saiba, este romance não se encontra de forma independente em Castela, onde todas as versões consultadas formam parte de D. Ana de Mexia (K4) [Difunta pleiteada 0217]. Embora seja possível que D. A^ngela se tenha desprendido desse poema, prefiro classicá-lo como um romance independente porque, na nossa tradição, existe em duas formas nitidamente separadas. Note-se também a relação entre D. A^ngela e A Noiva do Duque de Alba [Novia abandonada del conde de Alba 0508](K2, vv. 21-24), a qual parece muito mais lógica.
Título original: D. A^NGELA (Í-A)

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0217:10 Difunta pleiteada (í-a)            (ficha no.: 2690)

Versión de Portugal s. l. (Portugal).   Recogida por José Leite de Vasconcellos, (Colec.: Leite de Vasconcellos). Publicada en Leite de Vasconcellos 1958-1960, RP, 1018. Reeditada en Costa Fontes 1997b, Índice Temático (© HSA: HSMS), pp. 153-153, K4.  096 hemist.  Música registrada.

     Dom João tomou amores    com Dona Ângela de Mexia;
  2   o pai da tal moçoila    outros intentos trazia:
     de a casar c` um mercador    que tinha vindo das Índias.
  4   Dom João, assim que soube,    ausentar-se resolvia
     p`ra uma quinta mui bela,    seu pai a possuía.
  6   Ao cabo dum ano,    dum ano e mais um dia,
     chegaram-lhe as soudades    da sua amada querida.
  8   Mandou selar os cavalos    por um criado que tinha.
     --Alto, alto, meus criados,    meus cavalos preparar,
  10   que a jornada de oito dias    numa noite se há-de andar.--
     Abalou o Dom João    vestido às mil maravilhas.
  12   Foi entrar em Barcelona    às nove horas do dia.
     Andou correndo as calhas    da sua amada querida.
  14   Deitou os olhos ao céu    para ver se anoitecia.
     Lá numas altas varandas    onde viu estar uma ninha
  16   toda vestida de preto,    desde baixo até acima.
     --Por Dios vos peço, ninha,    por Dios, em cortesia,
  18   que me dizeis por quem andais    nessa ausência dolorida.
     --Ando por minha senhora,    Dona Ângela de Mexia;
  20   ela me deixou dito    que se algum dia o visse
     lhe desse este rosário,    lhe rezasse cada dia.--
  22   A resõnes que eram ditas,    ele por terra caía.
     Acudiram dois amigos    dos mais leais que trazia;
  24   fizeram-no entrar em si    a poder de água fria.
     --Por Dios vos peço, amigos,    por Dios, em cortesia,
  26   que vos ides daqui embora,    me deixeis sem companhia.--
     Retiraram-se os amigos    para ver o que fazia.
  28   Foi-se a um baú mui belo,    seu pai o possuía.
     Vestiu-se todo de preto,    desde baixo até acima.
  30   Ali tornou por passeio    à igreja da Virgem Maria.
     Cinquenta vezes rezava,    oferecer nunca podia.
  32   Acudiu o ermitão    aos ais e gemidos que ouvia.
     --Vinde com Deus, ermitão,    Deus venha em vossa companhia.
  34   Se fazeis pela paga,    eu mui bem vos pagaria;
     se não fazeis pela paga,    Deus do céu vo-la daria.
  36   Ajudai-me a levantar a campa    da minha amada querida.--
     Já dois levantam a campa,    o que sete não fariam.
  38   --Deus te salve, claro sol,    clara luz do meio-dia;
     já te pudeste apartar    de quem tanto bem te queria.
  40   Escreveras-me uma carta,    eu outra te escreveria.--
     Ele tudo lhe dizia,    ela a nada respondia.
  42   Deitou suas mãos atrás,    a um punhal que trazia,
     para se matar com ele,    p`ra lhe fazer companhia.
  44   Ouviu uma voz do céu,    outra da terra dizia:
     --Torne-se a alma ao corpo    de Dona Ana de Mexia;
  46   não é bem que se percam    votos da Virgem Maria.--
     Ali deram a mão,    ali se receberiam.
  48   Padre, Filho, Espírito Santo    seja em nossa companhia.

Título original: D. ANA DE MEXIA (Í-A)

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