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¡Mala la vistes, franceses, la caza de Roncesvalles!: |
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Don Carlos perdió la honra, murieron los doce pares, |
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cativaron a Guarinos, almirante de las mares. |
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Los siete reyes de moros fueron en su cativar; |
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siete veces echan suertes cuál d`ellos lo ha de llevar; |
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todas siete le cupieron a Marlotes el infante. |
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Más lo preciara Marlotes que Arabia con su ciudad; |
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dícele de esta manera, y empezóle de hablar: |
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---Por Alá te ruego, Guarinos, moro te quieras tornar; |
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de los bienes d`este mundo yo te quiero dar asaz: |
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las dos hijas que yo tengo ambas te las quiero dar, |
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la una para el vestir, para vestir y calzar, |
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la otra para tu mujer, tu mujer la natural. |
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Darte he en arras y dote Arabia con su ciudad, |
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si más quisieses, Guarinos, mucho más te quiero dar.-- |
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Allí hablara Guarinos, bien oiréis lo que dirá: |
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--¡No lo mande Dios del cielo ni Santa María su Madre, |
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que deje la fe de Cristo por la de Mahoma tomar, |
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que esposica tengo en Francia, con ella entiendo casar!-- |
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Marlotes con gran enojo en cárceles lo manda echar |
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con esposas a las manos porque pierda el pelear; |
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el agua fasta la cinta porque pierda el cabalgar; |
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siete quintales de fierro desde el hombro al calcañar. |
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En tres fiestas que hay `n el año le mandaba justiciar: |
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la una Pascua de Mayo, la otra por Navidad, |
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la otra Pascua de Flores, esa fiesta general. |
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Vanse días, vienen días, venido era el de Sant Juan |
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donde cristianos y moros hacen gran solemnidad. |
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Los cristianos echan juncia, y los moros arrayán; |
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los judíos echan eneas por la fiesta más honrar. |
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Marlotes con alegría un tablado mandó armar, |
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ni más chico ni más grande que al cielo quiere llegar. |
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Los moros con alegría empiézanle de tirar: |
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tira el uno, tira el otro, no llegan a la mitad. |
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Marlotes con enconía un plegón mandara dar: |
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que los chicos no mamasen, ni los grandes coman pan, |
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fasta que aquel tablado en tierra haya d`estar. |
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Oyó el estruendo Guarinos en las cárceles do está: |
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--¡Oh válasme Dios del cielo y Santa María su Madre! |
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O casan hija de rey, o la quieren desposar |
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o era venido el día que me suelen justiciar.-- |
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Oídolo ha el carcelero que cerca se fue a hallar: |
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--No casan hija de rey, ni la quieren desposar, |
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ni es venida la Pascua que te suelen azotar, |
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mas era venido un día, el cual llaman de Sant Juan, |
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cuando los que están contentos con placer comen su pan. |
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Marlotes de gran placer un tablado mandó armar; |
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el altura que tenía al cielo quiere allegar. |
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Hanle tirado los moros, no le pueden derribar; |
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Marlotes de enojado un plegón mandara dar: |
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que ninguno no comiese fasta habello de derribar. |
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Allí respondió Guarinos, bien oiréis qué fue a hablar: |
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--Si vos me dais mi caballo, en que solía cabalgar, |
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y me diésedes mis armas, las que yo solía armar, |
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y me diésedes mi lanza, la que solía llevar; , |
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aquellos tablados altos yo los entiendo derribar, |
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y si no los derribase que me mandasen matar.-- |
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El carcelero que esto oyera comenzóle de hablar: |
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--¡Siete años había, siete, que estás en este lugar, |
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que no siento hombre del mundo que un año pudiese estar, |
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y aún dices que tienes fuerza para el tablado derribar! |
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Mas espera tú, Guarinos, que yo lo iré a contar |
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a Marlotes el infante por ver lo que me dirá.-- |
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Ya se parte el carcelero, ya se parte, ya se va; |
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como fue cerca del tablado a Marlotes fue a hablar: |
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--Unas nuevas vos traía queraísmelas escuchar: |
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sabe que aquel prisionero aquesto dicho me ha, |
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que si le diesen su caballo, que solía cabalgar, |
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le diesen las sus armas, que él se solía armar, |
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que aquestos tablados altos él los enitiende derribar.-- |
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Marlotes de que esto oyera de allí lo mandó sacar; |
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por mirar si en caballo él podría cabalgar, |
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mandó buscar su caballo, y mandáraselo dar, |
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que siete años son pasados que andaba llevando cal. |
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Armáronlo de sus armas, que bien mohosas están. |
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Marlotes desque lo vido con reír y con burlar |
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dice que vaya al tablado y lo quiera derribar. |
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Guarinos con grande furia un encuentro le fue a dar, |
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que mas de la meitad d`él en el suelo fue a echar. |
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Los moros de que esto vieron todos le quieren matar; |
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Guarinos, como esforzado, comenzó de pelear |
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con los moros, que eran tantos, que el sol querían quitar. |
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Peleara de tal suerte que él se hubo de soltar, |
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y se fuera a su tierra a Francia la natural. |
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Grandes honras le hicieron cuando le vieron llegar. |