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--Reduán, bien se te acuerda, que me diste la palabra |
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que me darías a Jaén en una noche ganada. |
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Reduán, si tú lo cumples, daréte paga doblada, |
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y si tú no lo cumplieres desterrarte he de Granada; |
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echarte he en una frontera, do no goces de tu dama.-- |
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Reduán le respondía sin demudarse la cara: |
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--Si lo dije, no me acuerdo mas cumpliré mi palabra.-- |
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Reduán pide mil hombres, el rey cinco mil le daba. |
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Por esa puerta de Elvira sale muy gran cabalgada. |
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¡Cuánto del hidalgo moro! cuánta de la yegua baya! |
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cuánta de la lanza en puño! cuánta de la adarga blanca! |
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cuánta de marlota verde! cuánta aljuba de escarlata! |
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cuánta pluma y gentileza! cuánto capellar de grana! |
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cuánto bayo borceguí!. cuánto lazo que le esmalta! |
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cuánta de la espuela de oro! cuánta estribera de platal |
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Toda es gente valerosa y experta para batalla: |
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en medio de todos ellos va el rey Chico de Granada. |
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Míranlo las damas moras de las torres del Alhambra. |
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La reina mora su madre de esta manera le habla: |
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--Alá te guarde, mi hijo, Mahoma vaya en tu guarda, |
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y te vuelva de Jaén libre, sano, y con ventaja, |
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y te dé paz con tu tío, señor de Guadix y Baza. |