Pan-Hispanic Ballad Project

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0286:1 El hijo de doña Blanca y del Maestre (í-a)            (ficha no.: 1459)

Versión de España. Recogida 00/00/1550 Publicada en Silva de 1550, t. II, f. 56 (Romance que dice: entre la gente se dice). Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 67, vol. I, pp. 213-217 (Del rey don Pedro el Cruel.--IV.).  138 hemist.  Música registrada.

     Entre la gente se dice,    y no por cosa sabida,
  2   que del honrado Maestre    don Fadrique de Castilla,
     hermano del rey don Pedro    que por nombre el Cruel había,
  4   está la reina preñada;    otros dicen que paría,
     entre los unos secreto,    entre otros se publica;
  6   no se sabe por más cierto    de que el vulgo lo decía.
     El rey don Pedro está lejos,    y de esto nada sabía:
  8   que si de esto algo supiera,    bien castigado lo habría.
     La reina, de muy turbada,    no sabe lo que haría
  10   a la disfamia tan fuerte    que su casa padescía,
     llamando a un secretario    que el Maestre bien quería,
  12   Alonso Pérez se llama,    este es su nombre de pila.
     Desque lo tuvo delante    estas palabras decía:
  14   --Ven acá tú, Alonso Pérez,    dime verdad por mi vida:
     ¿qué es del honrado Maestre?    ¿qué es d` él, que no parecía?
  16   --A caza es ido, señora,    con toda su montería.
     --Dime, ¿qué te paresce    de lo que d` él se decía?
  18   Quejosa estoy del Maestre    con gran razón que tenía,
     por ser de sangre real,    y hacer tal villanía,
  20   que dentro en mis palacios    una doncella paría,
     de todas las de mi casa    a quien yo muy más quería:
  22   mi hermana era de leche    que negar no la podía.
     A la ánima me llegara,    si en el reino se sabía.--
  24   Alonso Pérez responde,    bien oiréis lo que decía:
     --Darme el nacido, señora,    que yo me lo criaría.--
  26   Luego lo mandara dar    envuelto en una faldilla
     amarilla y encarnada,    que guarnición no tenía.
  28   Allá le lleva a criar    dentro del Andalucía,
     a un lugar muy nombrado    que Llerena se decía.
  30   A una ama le ha encargado,    hermosa es a maravilla,
     Paloma tiene por nombre,    según se dice por la villa
  32   hija es de un tornadizo    y de una linda judía.
     Mientra se cria el infante    sábelo doña María
  34   aquella falsa traidora    que los reinos revolvía.
     No estaba bien informada    cuando al rey se lo escrebia:
  36   --Yo, tu leal servidora,    doña María de Padilla,
     que no te hice traición,    ni consentir la quería,
  38   para que sepas, soy cierta    de aquesto te avisaría;
     quién te la hace, señor,    declarar no se sufría,
  40   hasta que venga a tiempo    que de mí a ti se diría.
     No me alargo mas, señor,    en aquesta letra mía.--
  42   El rey, vista la presente    que escribe doña María,
     entró en consejo de aquesto    un lunes ¡qué fuerte día!
  44   dejando por sustituto    en el cargo que tenía
     en Tarifa la nombrada    los que aquí se nombrarían:
  46   a don Fadrique de Acuña    que es hombre de gran valía,
     porque era sabio en la guerra    y en campo muy bien regía,
  48   y a otro, su primo hermano    don García de Padilla,
     y al buen Tello de Guzmán    que el rey criado había,
  50   el cual nombraban su ayo,    y él por tal le obedecía.
     Un miércoles en la tarde    el rey tomaba la vía
  52   con García López Osorio    de quien sus secretos fía.
     Llegado han aquella noche    a las puertas de Sevilla,
  54   las puertas halló cerradas,    no sabe por do entraría,
     sino por un muladar    que cabe el muro yacía.
  56   El rey arrima el caballo,    subióse sobre la silla,
     asido se ha de una almena,    en la ciudad se metía.
  58   Fuése para sus palacios    donde posarse solía;
     ansí llamaba a la puerta    como si fuera de día.
  60   Las guardas están velando,    muy muchas piedras lo tiran:
     herido han al rey don Pedro    de una mala herida.
  62   Garcí-López les da voces,    que estas palabras decía:
     --Tate, tate, que es el rey    este que llegado había.--
  64   Entonces bajan las guardas    por ver si verdad sería.
     Abierto le han las puertas,    para su aposento aguija.
  66   Tres días está secreto,    que no sale por la villa;
     otro día escribió cartas    a Cáliz aquesa villa,
  68   al Maestre su hermano,    en las cuales le decía,
     que viniese a los torneos    que en Sevilla se hacían.

Variantes: -29b En la Silva este nombre está desfigurado así: el arena. El lugar de Llerena era propiedad de la órden de Santiago; -43b Lunes es nombrado en los romances muchas veces: fuerte o aciago día; p. e. el romance del duque de Gandia: un lunes, en fuerte día; En el romance de la reina Elena: lunes era, caballeros, / lunes fuerte y aciago //.

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0286:2 El hijo de doña Blanca y del Maestre (í-a)            (ficha no.: 1460)

Versión de España. Recogida 00/00/1600 Publicada en Códice de la segunda mitad del siglo XVI. En el Romancero del señor Durán*. Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 67a, vol. I, pp. 217-220 (Del rey don Pedro el Cruel).  078 hemist.  Música registrada.

     Entre las gentes se suena,    y no por cosa sabida,
  2   que de ese buen Maestre    don Fadrique de Castilla
     la reina estaba preñada,    otros dícen que parida.
  4   No se sabe por de cierto,    mas el vulgo lo decía;
     ellos piensan que es secreto,    ya esto no se escondía.
  6   La reina con su                         por Alonso Pérez envía,
     mandóle que viniese    de noche y no de día;
  8   secretario es del Maestre    en quien fiarse podía.
     Cuando lo tuvo delante    de esta manera decía:
  10   --¿Adónde está el Maestre?    ¿Qué es d` él que no parescía?
     ¡Para ser de sangre real,    hecho ha gran villanía!
  12   Ha deshonrado mi casa,    y dícese por Sevilla
     que una de mis doncellas    del Maestre está parida.
  14   --El Maestre, mi señora,    tiene cercada a Coimbra,
     y si vuestra Alteza manda    yo luego lo llamaría;
  16   y sepa vuestra Alteza    que el Maestre no se escondía;
     lo que vuestra Alteza dice    debe ser muy gran mentira.
  18   --No lo es--, dijo la reina,    --que yo te lo mostraría.--
     Mandara sacar un niño    que en su palacio tenía;
  20   sacólo su camerera    envuelto en una faldilla.
     --Mirá, mirá, Alonso Pérez,    el niño, ¿á quién parescía?
  22   --Al Maestre, mi señora,    Alonso Pérez decía.
     --Pues daldo luego a criar,    y a nadie esto se diga.--
  24   Sálese Alonso Pérez,    ya se sale de Sevilla;
     muy triste queda la reina,    que consuelo no tenía;
  26   llorando de los sus ojos    de la su boca decía:
     --Yo, desventurada reina,    más que cuantas son nascidas,
  28   casáronme con el rey    por la desventura mía.
     De la noche de la boda    nunca más visto lo había,
  30   y su hermano el Maestre    me ha tenido compañía.
     Si esto ha pasado    toda la culpa era mía.
  32   Si el rey don Pedro lo sabe    de ambos se vengaría;
     mucho más de mí la reina,    por la mala suerte mía.--
  34   Ya llegaba Alonso Pérez    a Llerena aquesa villa:
     puso el infante a criar    en poder de una judía;
  36   criada fue del Maestre,    Paloma por nombre había;
     y como el rey don Enrique    reinase luego en Castilla,
  38   tomara aquel infante    y almirante lo hacía:
     hijo era de su hermano    como el romance decía.

Variante: -22b Este verso ha intercalado el señor Durán para el sentido, y porque falta en el original.
Notas: *Ya Garibay (Compendio historial. Anvers, 1571. Tomo II. lib. 14. Cap 29) con respecto a la tradición muy notable en que se fundan estos romances: «algunas canciones de este tiempo, conservadas hasta agora en memoría de las gentes, quieren aliviar la culpa de que el rey don Pedro cargan, en el odio que tomó a la reina, dando a entender, haberla aborrecido, porque se hizo preñada de don Fadrique.»--Que había existido aun una tercera versión de este romance, prueban las citas de Ortiz y Zúñiga, quien dice en su Discurso genealógico de los Ortizes de Sevilla (Cádiz, 1670, f. 15 y 16), hablando de «Alonso 0rtiz, camarero del Maestre», a quien hace representar el mismo papel de su confidente y de la reina, en lugar del secretario Alonso Pérez (de nuestros refiriéndose a un romance: «Introduce el romance (que justamente se excusa poner entero, hallárase en Romanceros antiguos, especialmente en uno que se imprimió en Sevilla el año de 1573 [que nos es ahora desconocido]) hablando a una real dama: a un criado del Maestre, que Alonso Ortiz se decía, // su camerero y privado, / noble, de gran fiaduría. //... Prosigue [el romance] que [la reina] le entregó el niño, disimulando ser suyo, y que él, llevándola a Llerena, lo dejó a criar en ella, por este estilo: Llegado había Alonso Ortiz / a Llerena aquesa villa, // dejara al niño a criar / en poder de una judía, // vasalla era del Maestre // y Paloma se decía //». Y el principio de este romance cita el mismo Ortiz en sus Anales de Sevilla (Madrid, 1795 y 1796. Tomo II. pag. 305), donde dice, hablando otra vez de aquel camarero Alonso Ortiz: «Uno de los romances que mencioné en el «Discurso de mi familia de Ortiz», de que era el camarero, comienza: Entre las gentes se dice, / mas no por cosa sabida // que la reina doña / del Maestre está parida. //» Así se cantaba más ha de ciento y cincuenta años [la primera edición de sus Anales vio la luz pública en el año de 1677] en públicos Romances que corren impresos, cuando aun la modestia recateaba vulgarizar el secreto en desdoro de la opinión de la reina doña Blanca». Obsérvese, que aun la versión citada por Ortiz, aunque difiere esencialmente de nuestros textos, tiene la misma asonancia (en í-a), lo que hace suponer un manantial comun a todas estas versiones.

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