Pan-Hispanic Ballad Project

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0326:1 Duquesa de Braganza (í-a)            (ficha no.: 1518)

Versión de España. Recogida 00/00/1550 Publicada en Silva de 1550 t. II. f. 81 (Romance de la duquesa de Berganza*). Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 107, vol. I, pp. 351- 353.  034 hemist.  Música registrada.

     Un lunes a las cuatro horas,    ya después de mediodía,
  2   ese duque de Berganza    con la duquesa reñia:
     lleno de muy grande enojo    de aquesta suerte decía:
  4   --Traidora sois, la duquesa,    traidora, fementida.--
     La duquesa muy turbada    de esta suerte respondía:
  6   --No so yo traidora, el duque,    ni en mi linaje lo había,
     nunca salieron traidores    de la casa do venía.
  8   Yo me lo merezco, el duque,    en venirme de Castilla,
     para estar en vuestra casa    en tan mala compañía.--
  10   El duque con grande enojo    la espada sacado había;
     la duquesa con esfuerzo    en un punto a ella se asia.
  12   --Suelta la espada, duquesa,    cata, que te cortaría.
     --No podéis cortar más, duque,    harto cortado me había.--
  14   Viéndose en este aprieto,    a grandes voces decía:
     --Socorrédme, caballeros,    los que truje de Castilla.--
  16   Quiso la desdicha suya    que ninguno parecía,
     que todos son portugueses    cuantos en la sala había.

Nota: Doña María Téllez, esposa del infante D. Juan de Portugal, duque de Braganza, hijo del rey don Pedro y de doña Ines de Castro, fue muerta a manos de su esposo, por haberle inspirado injustos celos contra ella su misma hermana doña Leonor, y excitado su ambición con la oferta de la mano de doña Beatriz, hija suya y del rey don Fernando y heredera presuntiva del trono de su padre, habiendo trazado este enredo doña Leonor, envidiosa de que si don Juan llegase al trono, doña María siendo reina la sería superior, y fingiendo asegurar el cetro a su hija, si uniese sus derechos a los de don Juan por el matrimonio de ambos. Conocido ea que los cómplices en este delito no lograron el fruto de sus ambiciones, habiendo alzado los portugueses por sucesor de don Fernando al Maestre de Avis don Juan, hijo también bastardo del rey don Pedro. Sobra Leonor y María Téllez, véase: Raumer, Histor. Taschenbuch Série 3, Tomo II, 1850, pag. 9 sig.

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0326:2 Duquesa de Braganza (í-a)            (ficha no.: 1519)

Versión de España. Recogida 00/00/1562 Publicada en Cancionero llamado Flor de enamorados y Timoneda, Rosa española (Romance de cómo el buque de Berganza mató a la duquesa su mujer). Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 107a, vol. I, pp. 353- 355.  078 hemist.  Música registrada.

     Lunes se decía, lunes,    tres horas antes del día,
  2   cuando el duque de Braganza    con la duquesa reñía.
     El duque con grande enojo    estas palabras decía:
  4   --Traidora me sois, duquesa,    traidora, falsa, malina,
     porque pienso que traición    me hacéis y alevosía.
  6   --No te soy traidora, duque,    ni en mi linaje lo había.--
     Echó la mano a la espada,    viendo que así respondía;
  8   la duquesa con esfuerzo    con las manos la tenía.
     --Dejes la espada, duquesa,    las manos te cortaría.
  10   --Por más cortadas, el duque,    a mí nada se daría,
     si no, vedlo por la sangre    que mi camisa teñía.
  12   ¡Socorred, mis caballeros,    socorred por cortesía!--
     No hay ninguno allí de aquellos    a quien la favor pedia,
  14   que eran todos portugueses    y ninguno la entendía,
     sino era un pajecico    que a la mesa la servía.
  16   --Dejes la duquesa, el duque,    que nada te merecía.--
     El duque muy enojado    detras del paje corría,
  18   y cortóle la cabeza    aunque no lo merecía.
     Vuelve el duque a la duquesa,    otra vez la persuadía:
  20   --A morir tenéis, duquesa,    antes que viniese el día.
     --En tus manos estoy, duque,    haz de mí a tu fantasía,
  22   que padre y hermanos tengo    que te lo demandarían,
     y aunque estos estén en España,    allá muy bien se sabría.
  24   --No me amenacéis, duquesa,    con ellos yo me avernía.
     --Confesar me dejes, duque,    y mi alma ordenaría.
  26   --Confesaos con Dios, duquesa,    con Dios y Santa María.
     --Mírad, duque, esos hijicos    que entre vos y mí había.
  28   --No los lloréis mas, duquesa,    que yo me los criaría.--
     Revolvió el duque su espada,    a la duquesa hería:
  30   diole sobre su cabeza,    y a sus pies muerta caía.
     Cuando ya la vido muerta,    y la cabeza volvía,
  32   vido estar sus dos hijicos    en la cama do dormía,
     que reían y jugaban    con sus juegos a porfía.
  34   Cuando así jugar los vido    muy tristes llantos hacía;
     con lágrimas de sus ojos    les hablaba y les decía:
  36   --Hijos ¡cuál quedáis sin madre,    a la cual yo muerto había!
     Matéla sin merecello,    con enojo que tenía.
  38   ¿Dónde irás, el triste duque?    de tu vida ¿qué sería?
     ¿Cómo tan grande pecado    Dios te lo perdonaría?--

Variantes de Timoneda: -4b falsa enemiga; -5a entiendo; -6a no vos soy traidora, el duque; -7a Echó mano de su espada; -9a Dejéis; -9b os segaría; -10a segadas; -13b socorro; -14a que todos son; -14b ninguno no; -16a Dejéis; -16b pues que nada; -17a Con un grande enojo el duque; -18b cierto no se lo debía; -20a Este y el verso que le antecede, faltan en la Flor de enamorados; -22a hermano; -22b demandaría; -23a faltan éste y los tres versos que le sigue; -25a dejéis; -25b con Dios y Sancta María; -26b faltan éste y el verso que le antecede; -28a vos.

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