0342:1 El maestre de Calatrava y Albayaldos (á-a) (ficha no.: 1490)
Versión de España. Recogida 00/00/1550 Publicada en Silva de 1550, t. II, f. 74 (Romance del Maestre de Calatrava). Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 88, vol. I, pp. 282- 283. 026 hemist. Música registrada. |
¡Ay Dios, qué buen caballero el Maestre de Calatrava! | |
2 | ¡cuán bien que corre los moros por la vega de Granada, |
desde la puerta de Elvira hasta la de Bibarambla! | |
4 | Con su brazo arremangado arrojara la su lanza. |
Aquesta injuria que hace nadie osa demandalla; | |
6 | cada día mata moros, cada día los mataba |
viga abajo, vega arriba, ¡oh, cómo los acosaba! | |
8 | hasta a lanzadas metellos por las puertas de Granada. |
Tiénenle tan grande miedo que nadie salir osaba, | |
10 | nunca huyó a ninguno, a todos los esperaba, |
hasta que a espaldas vueltas los hace entrar en Granada. | |
12 | El rey con grande temor siempre encerrado se estaba, |
no osa salir de día, de noche bien se guardaba. |
Nota: *Don Rodrigo Girón, o según otros don Pedro su padre. |
0342:2 El maestre de Calatrava y Albayaldos (á-a) (ficha no.: 1491)
Versión de España. Recogida 00/00/1573 Publicada en Codice del siglo XVI. En el Romancero de Durán, Timoneda, Rosa española (Del Maestre de Calatrava) y Pliego suelto del s. XVI. Aqui comineçan seys romances: el primero es de la mañana de sant Juan etc.. Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 88a, vol. I, pp. 283-288 [Praga II, pl. 68, 218-220; Dicc. 683]. 133 hemist. Música registrada. |
¡Ay Dios, qué buen caballero el Maestre de Calatrava! | |
2 | ¡Oh cuán bien corre los moros por la vega de Granada, |
con trecientos caballeros, todos con cruz colorada, | |
4 | desde la puerta del Pino hasta la Sierra-Nevada! |
Por esa puerta de Elvira arrojara la su lanza. | |
6 | las puertas eran de hierro, de banda a banda las pasa, |
que no hay un moro tan fuerte que a demandárselo salga. | |
8 | Oídolo ha Albayaldos en sus tierras donde estaba. |
Arma fustas y galeras, por la mar gran gente armaba. | |
10 | Sáleselo a recebir el rey Chico de Granada. |
--Bien vengáis vos, Albayaldos, buena sea vuestra llegada; | |
12 | si venís a ganar sueldo, daros he paga doblada, |
y si venís por mujer dárosla he muy galana. | |
14 | --Muchas gracias, el buen rey, por merced tan señalada, |
que no vengo por mujer, que la mía me bastaba; | |
16 | mas sí porque me dijeron, allende el mar donde estaba, |
que ese malo del Maestre tiene cercada a Granada, | |
18 | y por servirte, buen rey, traigo yo toda esta armada. |
--La verdad--, dijo el rey moro, --la verdad te fue contada, | |
20 | que no hay moro en esta tierra que lo espere cara a cara, |
sino fuere el buen Escado que era alcaide del Alhama, | |
22 | y una vez que le saliera ¡caro le costó a Granada!: |
veinte mil hombres llevó y ninguno no tornara; | |
24 | él encima de una yegua muy herido se escapaba. |
--¡Oh mal hubiese Mahoma allá do dicen que estaba, | |
26 | cuando un freile capilludo arrojó en Granada lanza! |
Diésedesme tú, buen rey, la gente que buena estaba, | |
28 | los ginetes de Jaén, los peones de tu casa, |
que ese malo del Maestre yo te lo traeré a Granada. | |
30 | --Calles, calles, Albayaldos, no digas la tal palabra--, |
dijo un moro, --que el Maestre es muy fuerte en las batallas, | |
32 | si él en campo te toma haráte temblar la barba.-- |
Respondiérale Albayaldos una muy fea palabra: | |
34 | --¡Si no fuera por el rey diérate una bofetada! |
--Esa bofetada, moro, fuérate muy bien vengada, | |
36 | que tres hijos tengo alcaides en el reino de Granada: |
el uno tengo en Guadix y el otro lo tengo en Baza, | |
38 | el otro le tengo en Lorca, esa villa muy nombrada, |
y a mí, porque era muy viejo, entregáronme al Alhama; | |
40 | porque veas, perro moro, si te fuera bien vengada.-- |
El buen rey los puso en paz, que ninguno más no habla, | |
42 | sino Albayaldos, que pide licencia le sea dada, |
porque con sola su gente quiere cumplir su palabra. | |
44 | El rey se la concedió; mucha gente le acompaña. |
Por los campos de Jaén todo el ganado robaba, | |
46 | muchas vacas, mucha oveja, y el pastor que lo guardaba; |
mucho cristiano mancebo y mucha linda cristiana. | |
48 | A la pasada de un río, junto a la orilla del agua |
soltádosele ha un pastor de los que presos llevaba; | |
50 | por las puertas de Jaén al Maestre voces daba: |
--¿Dónde estás tú, el Maestre ? ¿Qué es de tu noble compaña? | |
52 | Hoy pierdes toda tu gloria, y Albayaldos se la gana.-- |
Oídolo ha el Maestre en sus palacios do estaba. | |
54 | --Calles, calles tú, el pastor, no digas la tal palabra, |
que si hoy pierdo mi gloria, mañana será ganada. | |
56 | ¡Al arma, mis caballeros, todo hombre, sus alarma!-- |
Luego que en campo se vido a los suyos esforzaba. | |
58 | A la bajada de un valle, por cima de una asomada |
vio cómo iba Abalyaldos [con toda su cabalgada]. | |
60 | El Maestre que los viera, d` esta suerte razonaba: |
--A ellos, mis caballeros, que ninguno se nos vaya.-- | |
62 | Pone piernas al caballo y aprieta muy bien su lanza. |
Al primero que encontró en tierra muerto le echara. | |
64 | Andando en esta refriega con Albayaldos topara; |
con la fuerza del Maestre Albayaldos se desmaya. | |
66 | Cae muerto del caballo,; y así su vida acabara. |
Los suyos cuando esto vieron cada cual a huir se daba. |
Variantes: -5b arrojando va la. Tim., Pl. s.; -7a y no hay. Tim., Pl. s.; -8a Halo sabido Albayardos. Tim., Pl. s. Timoneda pone ese nombre siempre de esta manera; el Pl.s. dice Avayaldos o Abayardos; -9b arma. Tim., Pl. s.; -11a vengades. Tim., Pl. s.; -15b viva estaba Tim.; -16a más vengo que. Tim., Pl. s; -18a pago. Tim., Pl. s.; -19a el buen rey. Tim., Pl. s.; -21a el Benecendo. Tim.; -23a cinco mil moros. Tim., Pl. s.; -24a y él herido en una yegua. Tim., Pl. s.; -24b de sus manos. Tim., Pl. s.; -26a porque un fraile capelludo. Tim., Pl. s. Los caballeros profesos de las órdenes militares se llamaban Freiles o Freires, y llevaban por sobreveste y en forma de escapulario una capilleta que les cubria el pecho. A esta y no a una capucha de fraile alude la voz capílludo. Nota de Durán; -26b arroja lanza en Granada. Tim., Pl. s.; -27a si tú me dieses. Tim., Pl. s.; -29b Después de éste Timoneda interpone los dos versos siguientes: Respondiera Benecendo / porque allí delante estaba: //; -30a que el maestro es esforzado. Tim.; que el maestro es nido y mozo. Pl. s.; -30b y venturoso en batalla. Tim., P1. s.; -33a Allí respondió. Tim., Pl. s.; -34a Si no fueras tú, buen rey. Pl. s.; -37b el segundo. Tim., Pl. s.; -38a el tercero tengo en Loja. Tim.; El tercero tengo en Lorca. Pl. s.; -39b entregóme el rey a Alhama. Tim.; -40b demandada. Tim., Pl. s.; -41a El rey los pusiera en paz. Tim.; Pusieronlos luego en paz. Pl. s.; -48b Timoneda no pone este verso; a la orilla de un agua. Pl. s.; -49a un pastor se les soltaba. Tim.; -49b que como un gamo corría, / y como un ciervo saltaba // Tim. Versos tomados del romance que dice: Caballeros de Moclín. Tim., P1. s.; -51a donde estás, dime Maestre. Tim., Pl. s.; -55a mi honra. Cod. del siglo XVI; -56b presto, presto, al arma, al arma. Tim., Pl. s.; -57a Aun no lo hubo bien dicho / cada cual a punto estaba // Luego que en campo se vido. Tim.; -58b Por cima do asomaba. Cod. del s. XVI; -62a Puso. Tim., Pl. s.; -64a Andando por la pelea. Cod. del siglo XVI; -66a cayó. Cod. del s. XVI; -66b sin hablar una palabra. Tim., Pl. s. Nota de los editores: -6b Hasta este verso lo pone como fragmento Pérez de Hita en su Historia de los bandos de los Cegríes etc.; pero allí supone hacerse la batalla del Maestre con Muza. Nota: -59a Verso cojo en Prim. aunque según Piacentini 1981, el texto del pliego tiene 194 hemistiquios. SHP |
0342:3 El maestre de Calatrava y Albayaldos (á-a) (ficha no.: 1492)
Versión de España. Recogida 00/00/1600 Publicada en un pliego suelto del s. XVI. Siguense ocho romances viejos, en el Romancero de Durán [Cataluña pl. 41, 302; Dicc. 1068]. Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 88b, vol. I, pp. 288- 289. 020 hemist. Música registrada. |
¡Ay Dios, qué buen caballero el Maestre de Calatrava! | |
2 | ¡Qué bien que corre los moros por la vega de Granada, |
dende la puerta de Quiros hasta la Sierra-Nevada! | |
4 | Trecientos comendadores todos de cruz colorada: |
dende la puerta de Quiros les va arrojando la lanza. | |
6 | Las puertas eran de pino, de banda a banda las pasa: |
tres moricos dejó muertos de los buenas de Granada, | |
8 | que el uno ha nombre Alanese, el otro Agameser se llama, |
el otro ha nombre Gonzalo, hijo de la renegada. | |
10 | Sabido lo ha Albayaldos en un paso que guardaba. |
0342:4 El maestre de Calatrava y Albayaldos (á-a) (ficha no.: 1493)
Versión de España. Recogida 00/00/1550 Publicada en Silva de Rom. de 1550. t. II f. 71 (Romance de la muerte de Albayaldos). Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 89, vol. I, pp. 289- 293. 136 hemist. Música registrada. |
¡Santa Fe, cuán bien pareces en los campos de Granada! | |
2 | que en ti están duques y condes muchos señores de salva, |
en ti estaba el buen Maestre que dicen de Calatrava, | |
4 | este a quien temen los moros, esos moros de Granada, |
y aquese que los corría, picándolos con su lanza, | |
6 | desde la puente de Pinos hasta la Sierra-Nevada, |
y después de bien corrida da la vuelta por Granada. | |
8 | Hasta las puertas de Elvira llegó a hincar su lanza; |
las puertas eran de pino. de claro en claro las pasa. | |
10 | Sacábales los captivos que estaban en la barbacana, |
tómales los bastimentos que vienen para Granada. | |
12 | No tienen ningún moro que a demandárselo salga, |
sino fuera un moro viejo que Penatilar* se llama, | |
14 | que salió con dos mil moros, y volvió huyendo a Granada. |
Sabido lo ha Albayaldos allá allende do estaba, | |
16 | hiciera armar un navío, pasara la mar salada. |
Sálenselo a recebir esos moros de Granada, | |
18 | allá se lo aposentaban en lo alto de la Alhambra. |
Íbaselo a ver el rey, el rey Alijar de Granada: | |
20 | --Bien vengades, Albayaldos, buena sea vuestra llegada. |
Si venís a ganar sueldo dároslo he de buena gana | |
22 | y si venís por mujer, dárseos ha mora lozana; |
de tres hijas que yo tengo, dárseos ha la más gallarda. | |
24 | --¡Mahoma te guarde, el rey, Alá sea en la tu guarda! |
no vengo a ganar sueldo, que en mis tierras lo pagaba, | |
26 | ni vengo a tomar mujer, porque yo casado estaba; |
mas una nueva es venida de la cual a mí pesaba, | |
28 | que vos corría la tierra el Maestre de Calatrava, |
y que sin ningún temor hasta la ciudad llegaba, | |
30 | y que por la puerta de Elvira atestaba la su lanza, |
y que nadie de vosotros demandárselo osaba. | |
32 | A esto vengo yo, el rey, a esto fue mi llegada, |
para prender al Maestre, y traelle por la barba.-- | |
34 | Allí habló luego un moro que era alguacil de Granada: |
--Calles, calles, Albayaldos, no digas la tal palabra, | |
36 | que si vieses al Maestre temblar te hia la barba, |
porque es muy buen caballero y esforzado en la batalla. | |
38 | Cuando lo oyó Albayaldos enojadamente habla: |
--Calles, calles, perro moro, si no, dárte he una bofetada, | |
40 | porque yo soy caballero, y cumpliré mi palabra. |
--Si me la das, Albayaldos, serte ha bien demandada. | |
42 | El rey desque vio esto el guante en medio arrojara: |
--Calledes vos, alguacil, no se os debe dar nada, | |
44 | que Albayaldos es mancebo; no miró lo que hablaba.-- |
Allí hablara Albayaldos, al rey de esta suerte habla: | |
46 | --Dédesme vos dos mil moros, los que a mí me agradaban, |
y a ese fraile capilludo yo os le traeré por la barba.-- | |
48 | Diérale el rey dos mil moros, los que él le señalara: |
todos los toma mancebos, casado no le agradaba. | |
50 | Sabídolo ha el Maestre allá en Santa Fe do estaba, |
salióselos a recebir por aquella vega llana | |
52 | con quinientos comendadores, que entonces más no alcanzaba. |
A los primeros encuentros un comendador a pie anda; | |
54 | Avendaño había por nombre, Avedaño se llamaba. |
Punchándole anda Albayaldos con la punta de la lanza, | |
56 | a grandes voces diciendo, con su lanza ensangrentada: |
--Dáte, dáte, capilludo, a la casa de Granada. | |
58 | --¡Ni por vos, el moro perro, ni por la vuestra compaña!-- |
Ellos en aquesto estando, el Maestre que allegaba, | |
60 | a grandes voces diciendo: --¡Santiago! y ¡Calatrava!-- |
Álzase en los estribos, y la lanza le arrojaba; | |
62 | diole por el corazón, salido le había a la espalda. |
Como ovejas sin pastor que andan descaminadas, | |
64 | ansí andaban los moros desque Albayaldos faltara, |
que de dos mil y quinientos treinta solos escaparan, | |
66 | los cuales vuelven huyendo, y se encierran en Granada. |
Bien lo ha visto el rey moro de las torres donde estaba; | |
68 | si miedo tenía de antes, mucho más allí cobrara. |
Nota: *¿Diría: Ben Alatar? |