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¡Válgame Nuestra Señora, válgame el señor San Pedro! |
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Una madre y una hija, ambas parieron a un tiempo; |
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la madre trajo dos niños hermosos como luceros, |
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la hija trajo una niña más bonita que un espejo. |
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A los ocho o nueve días la niña se le había muerto. |
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Vino su madre a verla, a verla y darle consuelo. |
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--Calla, hija, calla, hija, de Dios te venga el remedio, |
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criarás un hermano tuyo y una cantidad te ofrezco. |
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--Antes criaré un demonio que un hermano en mi pecho.-- |
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Inda bien no lo había dicho cuando ya vio por el suelo |
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una serpiente feroz, clávase en el pecho izquierdo. |
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Júntanse curas y fraires, los que había en aquel pueblo. |
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La cargaron de reliquias y los santos Evangelios; |
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tanto hacen reliquias n`ella como echar plumas al suelo. |
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Dicen unos a los otros: --Córtesele el pecho izquierdo.-- |
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Estando en estas razones, sonara una voz del cielo: |
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--Si le cortan ese pecho, se clava en el otro luego, |
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que lo ha de tener siete años, que fue promesa del cielo, |
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y al cabo de los siete años bajará viva al infierno. |