Pan-Hispanic Ballad Project

Total: 1


0364:1 Tres cortes armara el rey (ó)            (ficha no.: 1449)

Versión de España. Recogida 00/00/1547 Publicada en Canc. de rom. s. a. f. 160 y Silva de 1550 t. I. f. 82 (Romance que dice: Tres cortes armara el rey). Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 59, vol. I, pp. 183-184 (Del Cid.--XXXVIII.).  036 hemist.  Música registrada.

     Tres cortes armara el rey    todas tres a una sazón;
  2   las unas armara en Burgos,    las otras en León,
     las otras armó en Toledo    donde los hidalgos son,
  4   para cumplir de justicia    al chico con el mayor.
     Treinta días da de plazo,    treinta días, que más no,
  6   y el que a la postre viniese    que lo diesen por traidor.
     Veinte nueve son pasados,    los condes llegados son;
  8   treinta días son pasados,    y el buen Cid no viene, non.
     Allí hablaran los condes:    --Señor, daldo por traidor.--
  10   Respondiérales el rey:    --Eso non faría, non,
     qu` el buen Cid es caballero    de batallas vencedor,
  12   pues que en todas las mis Cortes    no lo había otro mejor.--
     Ellos en aquesto estando    el buen Cid que asomó
  14   con trescientos caballeros,    todos hijos dalgo son,
     todos vestidos de un paño,    de un paño y de una color,
  16   si no fuera el buen Cid    que traía un albornoz.
     --Manténgavos Dios, el rey,    y a vosotros sálveos Dios,
  18   que no hablo yo a los condes,    que mis enemigos son.--

Variantes: -6a a ellos no Silva; -7a a los veinte y nueve días Silva -7b venidos Silva; -8a llegados Silva; -9a hablaron Silva; -16b La edición de 1550 del Canc. de rom. intercala entre este y el verso que le sigue cuatro otros que dicen: el albornoz era blanco, / parecía un emperador, // capacete en la cabeza / que relumbra como el sol.// -18b Parece ser continuación inmediata del discurso del Cid y suplemento de este romance el del Tomo II de la Silva que dice: Yo me estando en Valencia. La edición de 1550 y las posteriores del Canc. de rom. llevan empero adjuntos al último verso de este romance los siguientes, que tienen también su puntita de antiguos y populares, aunque dejan incompleta la narración: Allí dijeron los condes, / hablaron esta razon: // --Nos somos hijos de reyes, / sobrinos do emperador; // ¿merecimos ser casados / con hijas de un labrador? // Allí hablara el buen Cid, / bien oiréis lo que habló: // --Convidáraos yo a comer / buen rey, tomásteslo vos, // y al alzar de los manteles / dijístesme esta razon, // que casase yo a mis hijas / con los condes de Carrión. // Diéraos yo en respuestç: / preguntarlo he yo a su madre, // a la madre que las parió, // preguntarlo he yo a su ayo, / al ayo que las crió. // Dijérame a mí el ayo: / Buen Cid, no lo hagáis, no, // que los condes son muy pobres, / y tienen grand presunción. // Por no deshacer vuestra palabra, / buen rey, hiciéralo yo. // Treinta días duraron las bodas, / que no quisieron mas, no: // cien cabezas matara / de mi ganado mayor: // de gallinas y capones, / buen rey, no os los cuento, no. //.
Nota: *Después de éste, falta el verso con el asonante; lo tiene suplido Durán de esto modo: con respeto y con amor.

Go Back
Back to Query Form