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En Valladolid de arriba, junto a los caños del agua, |
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vive bem un caballero que don Diego se llamaba. |
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El se llamaba don Diego, su mujer doña Juana. |
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Los dos tenían una hija [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .] |
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que andaba cogiendo rosas p`a la Virgen soberana. |
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La cautivaron los moros mañanita de Sant` Ana. |
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Antoñita lloraba, lloraba que se desperaba. |
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Onde l` informó: [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .] |
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--¿Por qué lloras tú, Antoñita, por qué lloras tú, bien de mi alma? |
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--Por me ver aquí sola, encerrada en esta sala. |
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--Súbete tú, Antoñica, para esta ventana; |
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allí verás con espacio, por la calle, cosas espaciosas.-- |
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Viu vir un estudantico con su librito en la mano. |
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--¿Qué rezas, estudante, que tu reza no vale nada? |
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--Todos días el Dios del cielo a mis manos bajaba. |
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--Dime tú, estudantito, ¿dónde era tua morada? |
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--Mi morada en Valladolid de arriba, junto a los caños del agua, |
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allí viviendo un caballero que don Diego se llamaba, |
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[. . . . . . . . . . . . . . . . . . .] ella doña Juana. |
20 |
Los dos tenían una hija que Antoñica se llamaba. |
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Andaba cogiendo rosas para la Virgen soberana. |
22 |
--Sube tú, soldadito, sube a ver a tu hermana. |
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--Tengo medo a los moros, que me han de quitar la vida. |
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--No tengas medo a los moros, ni tampoco a la moraría; |
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sube tú, el soldadito, a ver a tu hermana.-- |
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Al llegar al medio de la escalera con su morito se encontró. |
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Por puñaladas le diera, de la cual mejor moría. |
28 |
--No tengo pena, morillo, tampoco por morir; |
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tengo pena por te dejar sola . . . . . . . . . . . . . . . . . . .** |
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[. . . . . . . . . . . . . . . . . . .] sin t` haber gustado nada.-- |
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Tu hermano, que m` ha matado, que te lleve para su casa. |