Pan-Hispanic Ballad Project

Total: 1


0412:1 Ya se sale de la priesa (á-o)            (ficha no.: 1388)

Versión de España. Recogida 00/00/1547 Publicada en Silva de 1550, tom. I, f. 45; Canc. de rom. s. a. f. 128 y Canc. de rom. 1550, f. 127 (Romance del rey don Rodrigo como fuyo de la batalla. Reeditada en Wolf 1856b, Primavera y Flor de Romances, nº 6, vol. I, pp. 19-21 (Del rey don Rodrigo.--VIII.).  074 hemist.  Música registrada.

     Ya se sale de la priesa    el rey Rodrigo cansado;
  2   pusiérase hacia una parte    por de allí mirar su campo:
     ve que su gente se apoca,    y cómo va desmayando.
  4   Desque esto vido Rodrigo    no curó de mas mirallo,
     porque bien ve que los suyos    ya no pueden soportallo.
  6   Volvió las riendas apriesa,    da de espuelas al caballo,
     huyendo va a más andar.    Por un tremedal abajo;
  8   violo huir Aliastras,    un su capitán honrado;
     acordó seguir tras él,    mas nunca pudo hallarlo.
  10   Desque vio que no le halla,    a Toledo hubo llegado,
     donde quedara la corte,    y la reina había quedado.
  12   Pesábale por llevar    de su rey tan mal recaudo;
     en entrando por la puerta,    comenzó a decir llorando:
  14   --Ya, señora, no sois reina,    ya no tenéis ningún mando,
     porque en ocho batallas    perdistes todo el estado.
  16   Perdistes al rey Rodrigo    el vuestro marido honrado,
     porque le vi ir huyendo    muy malamente llagado
  18   y que la hora de agora    será muerto o cautivado.--
     La reina, sin oír más,    cayó tendida en su estrado;
  20   después de grandes cuatro horas    en su sentido ha tornado:
     manda Aliastras que cuente    todo como había pasado.
  22   Aliastras se lo cuenta,    que nada no había dejado.
     La reina con gran congoja    dijo: --Ya, lo he yo tragado,
  24   porque la noche pasada    un mal sueño había soñado
     y es que vía el rey Rodrigo    con el gesto muy airado,
  26   los ojos vueltos en sangre,    que iba muy apresurado
     para ir a vengar la muerte    del desdichado don Sancho,
  28   y que volvía sangriento,    y su cuerpo mal llagado,
     y que se llegaba a mí    y me tiraba del brazo,
  30   y decía estas palabras    muy fuertemente llorando:
     --Quédate adiós, reina triste,    quédate adiós, que me parto;
  32   los moros me han ya vencido,    los moros me han sojuzgado.
     No cures llorar mi muerte,    no cures llorar tu estado,
  34   procúrate de esconder    allá en lo más apartado;
     vete luego a las montañas    de aquel reino Asturiano,
  36   porque no hay otro remedio    si quieres quedar en salvo,
     porque España y lo demas    todo está ya sujetado.--

Variantes: -7b dromedal. Canc. de rom. s. a. y 1550; -9b mas no pudo él hallarlo. Canc. de rom. s. a. y 1550; --21a mandó. Canc. de rom. s. a. y 1550.

Go Back
Back to Query Form