Pan-Hispanic Ballad Project

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0442:1 El adelantado Pedro (é-o)            (ficha no.: 1992)

Versión de La Orotava (ay. La Orotava, p.j. La Orotava, isla de Tenerife, Santa Cruz de Tenerife, España).   Recogida por Mercedes Morales, entre 1953-1954 (Colec.: Morales, M.). Publicada en FERU 1-Canarias 1969, II, pp. 310-311, nº 322. Reeditada en IGR-vulgar 1999, pp. 154-155.  086 hemist.  Música registrada.

     --Ven acá, hija Gallarda,    de mis ojos claro espejo,
  2   han díchome que te casas    con el alentado Pedro;
     qué importa que sea guapo    y que sea caballero,
  4   si es un hombre que no tiene    de caudal para un sombrero.--
     Y la niña le responde    con un semblante risueño:
  6   --Lo que fuere de mi gusto,    no me lo estorbará el cielo.--
     Al ver su siguridad,    la trancó en su aposento,
  8   donde no ve sol ni luna,    que en llorar gasta su tiempo.
     Tuvo lugar una tarde    de escribirle sus deseos;
  10   tomó la pluma en la mano,    hizo la cruz, lo primero:
     "Amante mío del alma,    amante y querido dueño,
  12   estado me quieren dar    contra mi gusto, y por cierto
     y si tú mucho te tardas,    la muerte dármela quiero".
  14   Con un paje que tenía    mandó la carta a su dueño.
     --Carta le traigo, señor,    de la luz de sus deseos.--
  16   Si aprisa la recibió,    más aprisa la va liendo.
     De que ve con la firmeza    que le ama su amado dueño,
  18   empezó a mudar de ropas    y a poner finos aceros.
     Llama un paje que tenía,    allí lo tiene al momento:
  20   que le ensillara un caballo    y que se lo ensille luego,
     que quiere salir al campo,    que quiere dar un paseo.
  22   Pone bandera encarnada,    su cinta verde en el pelo,
     pone bandera encarnada    para que la vea el perro.
  24   Cuando al medio del camino,    encontró a su primo Arbelo.
     --¿Dónde va, primo, -le dice-    que tan armado le veo?
  26   --Voy a sacar a Gallarda    a fuerza de mis aceros.
     --Vuélvete, primo, p`atrás,    las bodas se están haciendo.
  28   --Buen consuelo de afligido    --dice el alentado Pedro--
     quien de mujeres se fía    siempre llega a estos extremos.--
  30   Llegó a la puerta del conde,    encontró los guardias puestos;
     pidió permiso a los guardias,    si lo dejan entrar dentro.
  32   El guardia le responde:    --No señor, que no podemos,
     el conde los tiene aquí    por los celos de un don Pedro.
  34   --Si no quieren bien a bien,    más a fuerza lo haremos.--
     De los cuatro mató a tres,    el otro partiólo huyendo,
  36   mató al conde y la condesa    y a muchos más caballeros;
     al triste y el desposado    le tiró po` el lado izquierdo,
  38   fue tan grande la estocada,    que dio con él en el suelo.
     La niña, de que lo vio,    le echó los brazos al cuello:
  40   --Amante mío del alma,    amante y querido dueño,
     esos brazos que son míos    y estos míos que son vuestros
  42   y otro que tú en mis brazos    no ha descansar, si yo puedo.--
     Entró dentro y habló un rato    que es costumbre de mancebo.

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