Pan-Hispanic Ballad Project

Total: 3


0529:2 Hija, mujer y hermana (á-a)            (ficha no.: 5496)

Versión de Puente Pumar (ay. Polaciones, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Cabuérniga, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. XXXVII (nº 175), pp. 310-312.  078 hemist.  Música registrada.

     En la ciudad de Madrid,    junto a los caños del agua,
  2   allí vivía una viuda    de gran honor y gran fama.
     Esta tal tenía un hijo    que don Pedro se llamaba;
  4   de allí de tiempos antiguos    tiene una humilde criada.
     --Señora, con su licencia,    yo me voy para mi casa.
  6   --Pues dime tú, hija mía,    dime quién te ofende en casa;
     si te ofenden mis criados    yo pondré enmienda en mi casa.
  8   --No me ofenden sus criados,    no les ponga mala fama,
     que me ofende un hijo suyo    que don Pedro se llamaba.
  10   --Quédate por esta noche    y fía de mi palabra;
     tú te irás para el mi lecho,    yo me iré pa la tu cama.--
  12   El hijo se fue tras ella    pensando que era la criada;
     aquella noche los dos,    que al punto quedó preñada.
  14   Otro día a la mañana    con cuidado se levanta;
     luego principió a reñir    con criados y criadas.
  16   La agarró por los cabellos    y la arrastró por la sala.
     --¿Qué tién con la zagala, madre,    madre, qué tién con la zagala?
  18   --Y tú, pícara gallina,    déjame luego la casa.--
     Esto que oyó don Pedro,    a las Indias se marchaba;
  20   estuvo allá catorce años    sin escribir una carta,
     mas al cabo de los quince    don Pedro volvió a su casa.
  22   Al subir de la escalera    se encontró con la zagala.
     --¿Cuya es la zagala, madre,    madre, cuya es la zagala?
  24   --Es una huérfana, hijo,    que la tengo criada en casa.
     --Madre, si usted me dejase,    yo con ella me casara.
  26   --Si te dejan los parientes    yo también de buena gana.--
     A pesar de los parientes    se casó con la zagala.
  28   Otorgáronse las bodas    que para ella fueron malas.
     Al cabo de pocos días    cayó muy mala en la cama,
  30   pidiendo papel y pluma    para escribir una carta,
     y después que la escribió    a su hijo don Pedro llama.
  32   --Toma esta carta, don Pedro,    Pedro, toma esta carta,
     mira que no la has de abrir    hasta que yo esté enterrada.--
  34   Y después que la enterró,    don Pedro ha abierto la carta.
     --Esa mujer que tú tienes,    es hija, madre y hermana;
  36   el ser tu querida esposa    es la más suma desgracia.
     Lo que te encargo, don Pedro,    es que por mí no hagas nada,
  38   que en el infierno mayor    que yo ya estoy enterrada.--
     Él se metió religioso,    ella monja en Santa Clara.

Título original: La incestuosa.

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0529:3 Hija, mujer y hermana (á-a)            (ficha no.: 5497)

Versión de Campo de Ebro (ay. Valderredible, p.j. Reinosa, Cantabria, España).   Recogida por José María de Cossío y Tomás Maza Solano, entre 1933-1934 publicada en Cossío 1933-1934, I. XXXVII (nº 176), pp. 313-314.  083 hemist.  Música registrada.

     En la ciudad de Madrid,    que es ciudad muy encumbrada
  2   residía una viudita    de caudal muy apoderada,
     y de criada la sirve    una morena agraciada.
  4   El hijo de la viudita    de amores no la dejaba;
     la morenita graciosa,    no se lo dice a su ama.
  6   Estando un día comiendo    le dice de estas palabras:
     --Quédese con Dios, señora,    que me voy para mi casa.
  8   --¿Quién te agravia, morenita,    morenita, quién te agravia?
     si te hacen mal mis criadas    yo pondré vergüenza en casa.
  10   --No me agravian sus criadas,    es mi señor quien me agravia.
     --Dadle el sí por esta noche    aunque empeñe mi palabra;
  12   tú te vas pa la mi celda,    yo me iré pa la tu cama.--
     Otro día la viudita    se levantó de mañana,
  14   otro día la viudita    a reñir a la criada.
     --Ven aquí, perra traidora,    ven aquí, perra malvada,
  16   que no haces más que poner    a mi hijo en mala fama.--
     Estando en estas razones    el hijo que allí llegaba.
  18   --¿Qué es eso que dice, madre,    qué es eso que usted habla?
     --Ya te he dicho, hijo mío,    que a las criadas de casa
  20   ni me las toques el pelo    ni me las mires la cara.--
     El hijo que esto había oído,    para Francia se marchara.
  22   Estuvo allí quince años,    quince años de importancia,
     y con eso la viudita    pa desembarcar quedaba.
  24   A eso de los nueve meses    parió una niña bizarra,
     tan hermosa era la niña,    tan bizarra y tan galana,
  26   . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    que el cielo la codiciaba,
     y si el cielo la codicia,    hermosa será la dama.
  28   Pasados los quince años    volvió el hijo para casa.
     --¿Quién es esa mujer, madre,    tan hermosa y tan galana?
  30   --Si ella me quisiera, madre,    yo con ella me casara.
     --Tú no puedes, hijo mío,    que es pobre y no tiene nada.--
  32   A disgusto de parientes    con ella se colocaba,
     y con eso la viudita    cayó muy mala en la cama.
  34   Les pidió tinta y papel    para escribir una carta.
     --Esta carta no se ha abrir    hasta que mi entierro se haga.--
  36   Lo que la carta decía    eran dos breves palabras,
     ¡mi Dios! qué podría ser,    ser hija, mujer y hermana.
  38   El hijo que esto ha oído,    para Roma caminaba.
     --Aquí vengo, Padre Santo,    que he pecado de ignorancia,
  40   que esta mujer que aquí traigo    es hija, mujer y hermana.
     --Esta penitencia os echo    y que os cuidéis guardarla:
  42   métete fraile francisco    y ella monja en Santa Clara.--

Título original: La incestuosa.

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0529:1 Hija, mujer y hermana (á-a)            (ficha no.: 1964)

Versión de Cistierna (ay. Cistierna, p.j. Cistierna, ant. Riaño, comc. Cistierna, León, España).   Recitada por Valentina Urlé Urlé (74a). Recogida por Josefina Sela, 00/00/1916 (Archivo: AMP; Colec.: Sela, J. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en IGR-vulgar 1999, pp. 110-111.  075 hemist.  Música registrada.

     En la ciudad de Madrid,    junto a los caños del agua,
  2   habitaba una viudita,    viudita y muy bien honrada;
     esta tal tenía un hijo    que don Pedro se llamaba.
  4   Estando un día comiendo,    se enamoró de la criada:
     --Yo te he de gozar tu vida,    yo te he de gozar tu alma.--
  6   La criada, de que lo oyó,    se lo fue a decir al ama:
     --Ajústeme usted la cuenta    que me voy para mi casa,
  8   que aunque soy pobre, soy noble,    que la pobreza no agravia.
     --¿Dime quién te agravia, niña,    dime, niña, quién te agravia?,
  10   si te agravian mis criados,    yo pondré enmienda en mi casa.
     --No me agravian sus criados,    no les ponga mala cara;
  12   me agravia un hijo que tiene,    que don Pedro se llamaba.
     --Quédate por esta noche,
  14   tu dormirás en tu celda,    yo dormiré en la tu cama.--
     A eso de la medianoche    se fue el ama pa la cama;
  16   don Pedro iba tras ella,    pensando que es la criada.
     Pasaron la noche juntos,    ¡mira que es alta desgracia!;
  18   a otro día a la mañana    de la cama se levanta,
     riñendo con los criados,    con los criados de casa.
  20   Don Pedro, de que lo oyó,    de la cama se levanta:
     --Diga usted, la madre mía,    ¿con quién tien[e] la baraja?.
  22   --La tengo contigo, hijo,    que me tienes afrontada.--
     Don Pedro, de que lo oyó,    pa Zaragoza se marcha.
  24   Allá se estuvo quince años,    sin escribir una carta.
     Al cabo de los quince años,    viene don Pedro pa casa.
  26   A la entrada de la puerta    se encontró con la zagala:
     --¿Madre, quién es esta niña,    madre, quién es la zagala?.
  28   --Es una huerfanita    que la hemos criado en casa.
     --Madre, si usted me dejara,    yo con ella me casara.
  30   --Si te dejan tus parientes,    yo también de buena gana.--
     A pesar de los parientes,    se casó con la zagala.
  32   La madre, de que esto vio,    cayó malita en la cama,
     pidiendo tinta y papel    para escribir una carta:
  34   --Toma, don Pedro, esta carta,    mira que está bien cerrada,
     mira que no la has de abrir    en lo que yo no esté enterrada.--
  36   Y en el primer renglón dice:    "Es hija, mujer y hermana.
     Para mí no busquéis cera,    que yo ya estoy condenada,
  38   y tú te has de meter fraile    y ella monja en Santa Clara".

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