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Vino el Norte y trajo el agua, dichoso aquel que se salva. |
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En el mar de los placeres, donde los placeres andan, |
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se había criado un mancebo de noble sangre y prosapia; |
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me parece hacer razones el decir cómo se llama: |
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Don Luis de Borge Acaesto, que decir su nombre basta. |
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Jugando estando una noche en el juego de barajas, |
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tuvo un cierto desafío con un marqués que allí estaba; |
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se desafieron los dos a s` otro día en la playa. |
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Pero tuvo la fortuna que don Luis dio una estocada |
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que le partió el corazón. --¡Que el dulce Jesús me valga!-- |
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Y de la muerte que hizo, se fue dejando de su patria. |
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Navega cuarenta días, con alegría y sobrada; |
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entran en cuarenta y uno y descubre, por una escala, |
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quince galeras de moros que a coso del mar andaban. |
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Don Luis tiene un crucifijo y con él se pone y habla: |
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--Amantísimo, Señor de la piedad soberana, |
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no permitas que cautivo me lleve esa canalla.-- |
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El rey tenía una hija, que Soslima se llamaba, |
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que sus garbias y hermosuras no haya con quien compararlas; |
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cumplidos los quince años de don Luis se enamoraba. |
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Se escriben muchos biletes, muchos ramos de importancia. |
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Iba a hacerle una visita en el cuarto donde estaba: |
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--Siéntate y dime, don Luis, ¿de qué patria sos de España? |
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--De la ciudad de Antequera, la mejor ciudad que estaba; |
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del mejor cuarto que tiene Carlos Segundo en España, |
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y tiendas de musolina y haciendas moneadas. |
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--Ya me había dicho, don Luis, que eres muy rico en tu patria; |
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si tienes tantas haciendas, ¿cómo así no te recatas? |
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--Yo, señora, de haciendas, eso no procedo nada, |
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que siempre a un pobre cautivo siempre los medios le faltan. |
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Ahora estoy en tu presencia, no tengo falta de nada.-- |
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Estando en estas razones el rey por la puerta entraba. |
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A la mazmorra lo llevan y de prisiones lo cargan. |
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Soslima, des(de) que esto vio, a llorar se disparata: |
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--Suelta, padre, ese cautivo [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .] |
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[. . . . . . . . . . . . . . . . . . .] si mi mayordomo estaba, |
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y al entrar por el jardín yo con don Luis me he encontrado. |
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--¿Qué quieres que le haga, niña, niña, qué quieres que le haga? |
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--Que lo saques de la cárcel y le pongas ricas galas, |
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lo vistas de embajador para que vuele su fama.-- |
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De la cárcel lo sacó, poniéndole ricas galas. |
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Ya con el grande pasaba, ya con el rey se sentaba. |
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Estando un día en la mesa, él le dijo estas palabras: |
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--¡A tu tierra, por que goces lo demás que aquí te falta!-- |
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Soslima, des(de) que esto oyó, iba y se trancaba en el arca. |
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En el arca se trancó, las llaves a don Luis manda. |
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Mandan noticias al rey, el obispo lo que manda, |
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que se hagan los desposorios y al instante se casaron. |
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Le quitó el nombre `e Soslima, por coger el de Mariana. |