Pan-Hispanic Ballad Project

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0705:3 Vengadora de su honra que se hace bandolero (é-o)            (ficha no.: 3574)

Versión de Chile s. l. (Chile).   Recitada por Pedro Álvarez (62a). entre 1900-1912 (Colec.: Vicuña Cifuentes, J.). Publicada en Vicuña Cifuentes 1912, nº 131 (B), pp. 388-389.  028 hemist.  Música registrada.

     --Cayetana, Cayetana,    mira que me tienes muerto;
  2   te doy palabra de esposo,    haciendo a Dios juramento.--
     Debajo `e una verde planta    los dos tomaron asiento.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  4   Se levantó el caballero    haciendo mil juramentos,
     prometiendo ser más fino    que el sol cuando está en su centro.
  6   Dispuso este caballero    salirse del lugar luego:
     la señora, que lo supo,    no hay tigre ni león tan fiero
  8   que ponga más fea cara.    Se mandó cortar el pelo,
     se puso una mascarilla    que tapó su hermoso cielo,
  10   carga trabuco y florete,    monta en un bruto ligero
                                       que volaba más qu` el viento
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
  12   Una tarde muy penosa,    por la ladera de un cerro
     ha divisado venir    unos ocho pasajeros.
  14   Desmóntase Cayetana:    [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]
     de cada mal un rayo,    y de lo menos un trueno.
     . . . . . . . . . . . . . . . . . . .    . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Comentario de V. C. : No puede juzgarse del mérito de este romance por las estropeadas versiones que he recogido, pero no debe de ser mayor que el de otros del mismo tema, entre otras razones, porque los pedestres ingenios que los escribieron, se ajustaron siempre a una misma pauta, tan vulgar como sus facultades. Aunque no figura en los romanceros, no puede dudarse que su autor era español.

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0705:1 Vengadora de su honra que se hace bandolero (é-o)            (ficha no.: 1982)

Versión de Santiago (Santiago, Chile).   Recitada por Pedro Madrid (40a). Recogida por Julio Vicuña Cifuentes, 00/00/1905 (fecha deducida) (Colec.: Vicuña Cifuentes, J.). Publicada en Vicuña Cifuentes 1912, nº 130 (A), pp. 385-389. Reeditada en IGR-vulgar 1999, pp. 136-137.  084 hemist.  Música registrada.

     Un caballero que andaba    en músicas y paseos,
  2   un día la tomó a solas,    de esta manera diciendo:
     --Cayetana de mi vida,    por tu amor me tienes muerto,
  4   palabra te doy de esposo,    haciendo a Dios juramento.--
     La dama [. . . . . . . . .]    le dio el consentimiento,
  6   para que el galán gozara    lo que guardó tanto tiempo:
     veinticinco años tenía,    nadie le tocó su cuerpo.
  8   Al pie de una verde mata    hicieron los dos asiento,
     donde allí comunicaron    el amor con los deseos.
  10   El caballero procuró    despedirse de Toris luego.
     La dama luego lo supo,    toda llena de recelos;
  12   tomó ropilla y calzones,    también un fuerte coleto,
     una charpa de pistolas    que en el agua daban fuego,
  14   montó en un ligero bruto    que volaba más que el viento,
     decía en cada golpe un rayo,    en cada amenaza un trueno.
  16   Un día qu` iba pasando    [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]
     el monte de Cataluña    dio con unos bandoleros;
  18   [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]    mete la mano a su acero,
     dice en cada golpe un rayo,    en cada amenaza un trueno.
  20   Repararon los bandidos,    le admiran joven, gallardo:
     --¿Quieres quedarte,-- le dicen,    --en este oscuro centro?,
  22   serás nuestro capitán,    todos te obedeceremos.--
     Se salteaban las aldeas;    si alguna mujer pasaba,
  24   que todos la gozaran;    decía en su pensamiento:
     --Ya que yo he perdido l`honra,    que todas la pierdan quiero.--
  26   Un día, al oscurecer    y a la bajada de un cerro,
     [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]    iban ocho pasajeros,
  28   entre los cuales venía    don Florentino, mancebo.
     Mientras que los compañeros
  30   les arrebatan las joyas,    armas, galas y dinero,
     Cayetana de la mano    toma a su enemigo fiero,
  32   y le dice: --Caballero,    usted sabrá de aquel cuento
     [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]    que pasó en un galanteo.
  34   Hija ideal de hermosura,    la cual dotaron los cielos,
     hija de padres y diestos    y de Aragón en el reino.
  36   [. . . . . . . . . . . . . . . . . . .]    --Eso no tiene remedio,
     porque en Apolo tratando    tengo ya mi casamiento.--
  38   Allí le dio una estocada    en el costado siniestro.
     Cayó el caballero en tierra,    la dama [. . . . . . . . .]
  40   se sacó una mascarilla,    descubriendo cara y pecho.
     --Pide a Dios que te perdone    tus yerros, y los que he hecho.--
  42   Y a raíz le dio la muerte.    Ella se fue a un convento,
     donde con el confesor    confesó luego al momento.
  44   La penitencia le dieron    que se fuera a un desierto,
     donde dos mil sabandijas    martirizaron su cuerpo.

Notas de V. C. : -9a donde: En el uso popular, el adverbio donde sirve para expresar diversas relaciones, substituyéndose a otras palabras. He aquí algunos ejemplos: "Yo iba muy tranquilo; donde (cuando) el caballo se espantó y me echó al suelo"; "Me entretuve conversando; donde (por lo que) se me pasó la hora y perdí el tren"; "Me dio Juan un remedio, donde (y) me hizo tanto mal, que por na no me morí". En este último ejemplo, atendiendo a la índole de la construcción popular, no sería procedente reemplazar donde por que o el cual; -10b Toris: Esta palabra corresponde a un nombre geográfico, que ignoro cuál sea.

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