Pan-Hispanic Ballad Project

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0730:1 Los sádicos y el ama de cria (í-o)            (ficha no.: 1926)

Versión de Villarino de Manzanas (ay. Figueruela de Arriba, p.j. Zamora, ant. Alcañices, comc. Aliste, Zamora, España).   Recitada por una mujer. Recogida por Tomás Navarro Tomás, 00/00/1910 (fecha deducida) (Archivo: AMP; Colec.: Navarro Tomás, T.). Publicada en IGR-vulgar 1999, pp. 62-63.  064 hemist.  Música registrada.

     Delgadina, Delgadina,    Delgadina del Campillo.
  2   Andaban dos caballeros    en las calles del presirio,
     a buscar una mujer    para que criase un niño;
  4   en el medio de la calle    se encuentran con don Francisco.
     Don Francisco se fue a casa    y a su mujer se lo dijo:
  6   --Ahí están dos caballeros    de las calles del presirio,
     en busca de una mujer    para que criase un niño;
  8   mujer, si te quieres ir,    ni te mando ni te quito,
     mujer, si te quieres ir,    muy bien no me ha parecido.--
  10   Le pidieron seis ducados    y siete le han concedido,
     y que le había ir a ver    toas las fiestas y domingos.
  12   La montaron n`el caballo,    luego con ella se han ido.
     La encierran n`un cuarto oscuro    que tenían de retiro
  14   y la arrataron de un poste    con un cordel bien torcido.
     Le quebraron los cordones    de su jubón y justillo;
  16   aquellos hombres malinos    sacaron de un cacencillo
     dos serpientes venenosas    y a sus pechos han ponido.
  18   Tres días estuvo allí,    desde el jueves al domingo,
     que fue el marido a verla,    le dicen que no la han visto.
  20   Fuérase en casa el alcalde    contando lo sucedido:
     --Que ha venido mi mujer,    por consentimiento mío;
  22   ahora pregunto por ella,    me dicen que no la han visto.
     ¡Justicias, abran las puertas,    aquí hay algún endicio!--
  24   Abrieron siete puertas    sin encontrar un endicio;
     de las siete pa las ocho    oyera el hombre un suspiro:
  26   --Francisco, esposo del alma,    sólo tres cosas te pido:
     la una que me perdones    en lo que te hey ofendido;
  28   la segunda que te pido,    que me mires por los niños,
     pedazos del corazón    como son tuyos y míos,
  30   y a los hombres de esta casa    que los eches a presirio.--
     Alabado sea Dios,    alabado sea Cristo,
  32   no duró más que dos horas    sin la compaña de Cristo.

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