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Por una muerte que hizo salió de su patria huyendo; |
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guarda andando unas ovejas por encima de los cerros. |
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Un día estándose al sol, peinando su hermoso pelo |
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vido venir un barquito navegando a velo y remo, |
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de moros cuatro fragatas, luego al punto lo cogieron. |
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--Adiós, ovejitas mías, siervos y amados corderos, |
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¿quién vos librará de lobos, dará parte a vuestro dueño?-- |
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Lo llevaron para Argel, en Caleta lo vendieron |
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y lo mercó un moro rico, moro de mucho dinero, |
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que arma jarifa en la aduana con trescientos prisioneros |
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y todos los meses cobra de todos trescientos pesos. |
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Gran fiesta hacen los moros por Pascua de Nacimiento; |
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mi amo me mandó a llamar para que fuera con ellos, |
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me da un vestido de grana, del carmencín de Toledo, |
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un calzón de damazul, con mucha perla en el medio, |
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un sombrero de plumacho, de blanco alfejado y negro. |
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Le gané siete banderas a fuerza de mis aceros |
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y dos moras granadillas, hijas del rey Mormoreno, |
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me hicieron la besamano y yo les hice el corteso: |
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--No para que usted sea esclavo, sino de mi casa el dueño.-- |
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Mi ama, que me está mirando, se abrasa en un vivo fuego: |
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--Toma ese turbante azul, con estas borlas colgando, |
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dale un abrazo a tu esposa y di que yo se lo mando. |
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Vete a la caballeriza y ensilla el mejor caballo, |
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aquel de la silla de oro, aquel del pretal dorado; |
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mientras vas por dentro`e moros, vete pasito entre paso, |
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y una vez que salgas de ellos, métele espuela al caballo.-- |
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Ya harto de caminar, quiso comer un bocado, |
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como uso de caballeros, en comiendo, reposarlo. |
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Cuando, por dentro de un sueño, sintió relinchá(r) el caballo; |
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alzó los ojos atrás y vio venir a su amo: |
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--¿Qué buscas, el pereo moro? --Tenme por aquí el caballo.-- |
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Mató veinticinco moros de los mismos allegados |
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y a él no le hizo lo mismo por el pan que le había dado. |
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[. . . . . . . . . . . . . . . . . . . ] --¿Qué tal te fue con el cristiano? |
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--Mujer, no me digas nada, que el cristiano ha sido el diablo; |
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aquí se hizo un santito y allí se hizo un león bravo, |
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mató veinticinco moros de los míos allegados, |
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a mí no me hizo lo mismo por el pan que le había dado. |