Pan-Hispanic Ballad Project

Total: 3


0783:2 Alma romera libera a su marido (á-e)            (ficha no.: 2177)

Versión de Luarca (ay. Valdés, p.j. Luarca, ant. Luarca, Asturias, España).   Recitada por Rosario Fernández Gamoneda (52a). Recogida por José Amador de los Ríos, entre 1860-1866 (Archivo: AMP; Colec.: Amador de los Ríos, J.). Publicada en IGR-vulgar 1999, pp. 402-403.  052 hemist.  Música registrada.

     En la villa de Madrid    (nos asista y no nos falte)
  2   se pasea una doncella    hermosa, de lindo talle,
     el rey se enamoró de ella    y de su belleza grande.
  4   Aún no tiene quince años,    determinan de casarle.
     El rey le prende el marido,    que quiere de ella vengarse.
  6   Ella se metiera monja    para del rey apartarse;
     allí estuvo siete años    a su belleza y donaire,
  8   a los siete pa los ocho    servióse Dios de llevarle.
     Por los palacios del rey    pelegrina va una tarde,
  10   con su esclavina ahujerada,    sus blancas carnes al aire;
     lleva su pelo tendido,    parece el sol como sale.
  12   --¿Dónde vienes, peregrina,    por mis palacios tan tarde?
     --Vengo de Santiago, el rey,    de Santiago que vos guarde,
  14   y muchas más romerías,    ¡plantas de mis pies lo saben!
     Licencia traigo de Dios    a mi marido soltarle.
  16   --Y si la traes de Dios,    excuso más preguntarle.
     Sube, sube, carcelero,    apriesa trae las llaves
  18   y las hachas encendidas    para alumbrar este ángel.
     --Dios os guarde, condesillo,    farto de prisiones tales.
  20   --Dios os guarde, la condesa,    porque siempre me aguardastes.
     --No pienses que vengo viva,    que vengo muerta a soltarte.
  22   Tres horas tienes de vida,    una ya la escomenzaste.
     Tres sillas tengo en el cielo,    una es para tú sentarte,
  24   otra pa sentar el rey    por la merced que nos face.
     Adiós, adiós, que me voy,    que no puedo más fablarte,
  26   que las horas de este mundo    serán como soplo de aire.--

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0783:3 Alma romera libera a su marido (á-e)            (ficha no.: 3263)

Versión de Luarca (ay. Luarca, p.j. Luarca, Asturias, España).   Recitada por María del Rosario Fernández Gamoneda (32a). Recogida por José Amador de los Ríos, 00/08/1860 (Archivo: AMP; Colec.: Amador de los Ríos, J.; cinta: Ms. Rodrigo A., n. 2, pp. 13-16). Publicada en Amador de los Ríos 1861a, «Romances tradicionales de Asturias», Revista Ibérica I (1861), pp. 40-1 y J. Menéndez Pidal 1885, Colección de los viejos romances... asturianos, pp. 102-3, nº XI; R. Menéndez Pidal, «Notas para el Romancero del conde Fernán González», Homenaje a Menéndez y Pelayo I,/i. (Madrid: V. Suárez, 1899), p. 463.. Reeditada en MMP ASW 1900, [M. Menéndez Pelayo, Antología], X (1900), pp. 51-2, nº 13. y SilAstur I 1999, (J. Antonio Cid, ed.), pp. 136-139; SilAstur II 2003,102-3,.  052 hemist.  Música registrada.

     En la villa de Madrid,    (nos asista y no nos falte),
  2   se pasea una doncella    hermosa de lindo talle.
     El rey se enamoró de ella    y de su belleza grande;
  4   aún no tiene quince años,    determinan de casarle.
     El rey le prende el marido    que quiere de ella vengarse,
  6   ella se metiera monja    para del rey apartarse.
     Allí estuvo siete años    a su belleza y donaire,
  8   de los siete pa` los ocho    servióse Dios de llevarle.
     Por los palacios del rey    pelegrina va una tarde,
  10   con su esclavina ahujerada,    sus blancas carnes al aire;
     lleva su pelo tendido,    parece el sol como sale.
  12   --¿Dónde vienes, peregrina,    por mis palacios tan tarde?
     --Vengo de Santiago, el rey.    de Santiago que vos guarde,
  14   y muchas más romerías    ¡plantas de mis pies lo saben!
     Licencia traigo de Dios    a mi marido soltarle.
  16   --Y si la traes de Dios,    excuso más preguntarle.
     Sube, sube, carcelero,    apriesa trae las llaves
  18   y las hachas encendidas    para alumbrar este ángel.--
     --Dios os guarde, condesillo,    farto de presiones tales.
  20   --Dios os guarde, la condesa,    porque siempre me aguardastes.
     --No pienses que vengo viva,    que vengo muerta a soltarte;
  22   tres horas tienes de vida,    una ya la escomenzaste.
     Tres sillas tengo en el cielo,    una es para tú sentarte,
  24   otra pa` sentar al rey    por la merced que nos face.
     Adiós, adiós, que me voy,    que no puedo más fablarte,
  26   que las horas de este mundo    serán como soplo de aire.

Lecturas de la ed. de 1861: 1a E. l. ciudad de León; -1b Dios me asista y non me f.; (ya anticipado en el ms., al margen); -2a vive una fermosa niña; -2b fermosa d. l. t.; -3a e. r. namoróse d. e. (ya anticipado en el ms., al margen); -4b casarla quieren sus padres; -6a e. metiérase m. (ya anticipado en el ms., interlineado); -7b a su placer y d.; -8a desde l. s. a l. o.; -8b a Dios le plogo ll.; -10b s. blancos hombros a. a.; -12a d. v. pelegrina; -12b p. m. p. reales; -15b mi marido luego dadme (al margen en el ms.: mi marido has de soltar -19a D. vos g. c.; -20a D. vos g. l. c.; -20b p. s. m. guardastes; -21a non p. q. v. v.; -24a otra para el señor rey; -24b por esta merced que face; -26b son c. s. d. a. El editor da en nota, como variantes de «otras versiones» las lecturas del texto 15b y 24.
En el ms., al margen: -6 Ella por furtarse al rey / metióse monja del Carmen. En la ed. de 1861 se incluye en nota este verso como variante de «otras versiones».
Nota del editor: El texto retocado, publicado dos veces por J. A de los R. ya en 1861 (Jahrbuch für englische und romaische Literatur, , 280 y Revista Ibérica I, pp. 40-44) lo reproducen J. M. P, R. M. P, y M. M. y P.

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0783:1 Alma romera libera a su marido (á-e)            (ficha no.: 1643)

Versión de Negueira de Muñiz (ay. Negueira de Muñiz, ant. Fonsagrada, p.j. Fonsagrada, Lugo, España).   Recitada por Rosa Lledín (62a). Recogida por Aníbal Otero Álvarez, 00/00/1931 (Archivo: AMP; Colec.: Otero, A. (M. Goyri-R. Menéndez Pidal)). Publicada en RT-Galicia 1998, pp. 393-394.  070 hemist.  Música registrada.

     N`esa villa de Madrid,    Dios me ayude y no me falte,
  2   allí se crió una dama    hermosa y de lindo talle.
     El rey se enamoró de ella,    de su hermosura tan grande.
  4   Su padre, desque lo supo,    determinó de casarle.
     El rey le prendió el marido,    por mejor de ella vengarse;
  6   ella se metiera monja,    por mejor de él apartarse.
     Aunque estaba en el convento,    del rey no podía librarse;
  8   mándale cartas y cartas,    dalias de mucha importancia.
     --No quiero más de tus dalias    ni tus cartas escucharlas.--
  10   Allí tuviera tres años,    con su placer y donaire;
     de los tres para los cuatro,    sirvióse Dios de llevarle;
  12   de los cuatro pra los cinco,    sirvióse Dios de estorbarle
     de volver a este mundo    a su marido soltarle.
  14   Por los palacios del rey    pelegrina entró una tarde;
     trai un vin avigarado,    sus blancas carnes al aire;
  16   los cabellos trai tendidos,    los mismos son semejantes.
     --¿Dónde vienes, pelegrina,    por mis palacios tan tarde?
  18   --De Santiago vengo, rey,    de Santiago que Dios guarde;
     de otras muchas romarías,    plantas de mis pies lo saben;
  20   licencia traigo devina    del meu marido soltarle,
     licencia devina traigo,    la tuya, gran rey, me falta.
  22   --Donde hay licencia devina    no hay menester de más nada.--
     Manda llamar carcelero,    que traiga la llave luego.
  24   Todos los criados del rey    van acompañar el ángel.
     --Dios te guarde, ay buen conde,    aquí vengo yo soltarte.
  26   --Bienvenida seas, condesa,    siempre mi honra guardastes.
     --No pienses que vengo viva,    que muerta vengo a soltarte.--
  28   Conde, que tal oyera,    se dejara desmayarse.
     --No te desmayes, ay conde,    que no hay tiempo a desmayarse,
  30   tres horas tienes de vida    y una ya la encomenzastes;
     tres sillas tengo en el cielo    y una es para tú sentarte,
  32   y otra es para nuestro rey    por el favor que nos hace.
     Adiós, adiós, ay buen conde,    no puedo más aguardarte,
  34   adiós, adiós, ay buen rey,    no puedo más escucharte;
     en la mesa del Señor    vamos cenar esta tarde.

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