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Yo me estando en Valencia*, en Valencia la mayor, |
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buen rey, vi yo vuestra seña, y vuestro honrado pendón. |
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Saliera yo a recebirle, como vasallo a señor. |
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Enviástesme una carta con un vuestro embajador: |
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que diese yo las mis hijas a los condes de Carrión. |
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No quería Jimena Gómez, la madre que las parió. |
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Por cumplir vuestro mandado otorgáraselas yo. |
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Treinta días durán las bodas, treinta días, que más non; |
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y un día estando comiendo soltárase un leon. |
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Los condes eran cobardes, luego piensan la traición: |
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pidiéranme las mis hijas para volver a Carrión. |
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Como eran sus mujeres entregáraselas yo. |
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¡Ay, en medio del camino cuán mal paradas que son! |
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Hallólas un caballero (¡déle Dios el gualardón!) |
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a la una dió su manto, y a la otra su ropón. |
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Hallólas tan mal paradas que de ellas hubo compasión. |
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--Si el escudero quisiera, los condes cornudos son.-- |
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Allí respondieran los condes una muy mala, razón: |
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--Mentides, el Cid, mentides, que non éramos traidores.-- |
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Levantóse Pero Bermudez el que las damas crió, |
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y al conde que esto hablara diole un grande bofetón. |
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Allí hablara el rey, y dijera esta razón: |
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--Afuera, Pero Bermudez no me revolváis quistión. |
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--Otórganos campo, rey, otórganoslo, señor, |
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que con muy gran dolor vive la madre que las parió.-- |
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Ya les otorgaba el campo, ya les partian el sol. |
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Por el Cid va Nuño Gustos, hombre de muy gran valor, |
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con él va Pero Bermudez para ser su guardador. |
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Los condes como lo vieron no consienten campo, non. |
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Allí hablara el buen rey, bien oiréis lo que habló: |
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--Si no otorgáis el campo, yo haré justicia hoy.-- |
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Allí hablara un criado de los condes de Carrión: |
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--Ellos otorgan el campo mañana en saliendo el sol.-- |
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Allí hablara el buen Cid, bien oiréis lo que habló: |
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--Si quieren uno a uno, o si quieren dos a dos: |
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allá va Nuño Gustos, [y] el ayo que las crió.-- |
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Dijo el rey: --Pláceme, Cid, y así lo otorgo yo.-- |
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Otro día de mañana muy bien les parten el sol. |
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Los condes vienen de negro, y los del Cid de color. |
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Ya los meten en el campo, de vellos es gran dolor; |
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luego abajaban las lanzas, ¡cuán bien combatidos son! |
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A los primeros encuentros los condes vencidos son, |
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y Gustos y Pero Bermudez quedaron por vencedores. |