5006:2 La Peregrina (7+5 ó+estróf.) (ficha no.: 9553)
Versión de Lomeña-Basieda (ant. Lomeña) (ay. Pesaguero, p.j. San Vicente de la Barquera, ant. Potes, Cantabria, España). Recitada por María Prellezo Blanco (62a). Recogida por J. Antonio Cid, Flor Salazar, y Ana Vallenciano, 11/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Salceda-Herreruela` B1). Publicada en AIER 2 (1982), nº 149, pp. 314-316. 092 hemist. Música no registrada. |
Camino de Santiago, con grande halago, | |
2 | mi peregrina la encontré yo. |
que al mirar su belleza con gran presteza, | |
4 | mi peregrina se hizo el amor. |
Fue tanta la alegría que el alma mía | |
6 | la compañía de su amor dio, |
que en la oscura maraña de una montaña | |
8 | mi peregrina se me perdió. |
Y a los prados y flores de sus amores | |
10 | de esta manera les preguntó: |
--¡Quién vio a una murenita mi peregrinita | |
12 | que al alma inrita con su desdén? |
A ver si mi desvelo se halla en consuelo, | |
14 | todas sus señas daré también. |
Iba la peregrina con su esclavina | |
16 | con su cartera y su bordón. |
Lleva zapato blanco, media de seda, | |
18 | sombrero fino que es un primor. |
Tiene rubio el cabello, tan largo y bello | |
20 | que el alma en ello se me enredó. |
Su frente es espaciosa, larga y hermosa, | |
22 | donde Cupido guerra formó. |
Pero se halló vencido, preso y rendido, | |
24 | su amor y el mío se aprisionó. |
Sus ojos y pestañas son dos montañas | |
26 | donde dos negros hacen mansión; |
que en arco de Cupido dos atrevidos | |
28 | todos disparan flechas de amor. |
Su nariz afilada no fue sonada | |
30 | y aunque mirada fama cobró. |
Y es un cañón de plata que a todos mata | |
32 | sin que ninguno sienta el dolor. |
Su boca es tan pequeña y tan risueña, | |
34 | naturaleza pudo formar |
que al decir punto en boca, más me provoca; | |
36 | por no agraviarla quise callar. |
Su barba es el archivo donde yo vivo | |
38 | preso y rendido y muerto de amor; |
y su hermosa garganta, la mejor planta | |
40 | que en los jardines formó el amor. |
Lo que toca el pañuelo no me desvelo | |
42 | para pintarla lo que no vi. |
Perdone, su hermosura, si en la pintura, | |
44 | grosero ha estado mi fino amor. |
Por haberla ofendido a sus pies rendido, | |
46 | mi peregrina pido perdon. |
Nota: -23a inrita sic. |
5006:1 La Peregrina (7+5 ó+estróf.) (ficha no.: 9552)
Versión de Fontecha de la Peña (ay. Respenda de la Peña, p.j. Cervera de Pisuerga, Palencia, España). Recitada por Agrícola Martín Izquierdo (unos 65a). Recogida por J. Antonio Cid, Flor Salazar, y Ana Valenciano, 13/07/1977 (Archivo: ASOR; Colec.: Encuesta NORTE 77; cinta: `Fontecha-Villanueva` A10). Publicada en AIER 2 (1982), nº 149, pp. 312-314. 076 hemist. Música no registrada. |
Camino de Santiago, con gran halago, | |
2 | mi peregrina la encontré yo |
que al mirar su belleza con gran destreza, | |
4 | mi peregrina se hizo el amor. |
Fue tanta la alegría que al alma mía | |
6 | la compañía de su amor dio, |
que en la oscura braña de una montaña | |
8 | mi peregrina se me perdió. |
Iba la peregrina con su esclavina, | |
10 | con su cartera y su bordón, |
lleva zapato blanco, media de seda | |
12 | sombrero fino que es un primor. |
Tiene rubio el cabello, tan largo y bello | |
14 | que el alma en ello se me enredó. |
Y en su fina guedeja de oro mudejar | |
16 | mi amor y el suyo se aprisionó. |
Y es su frente espaciosa, larga y hermosa, | |
18 | donde Cupido guerra formó |
Pero se halló vencido, preso y herido, | |
20 | mi amor y el suyo se coronó. |
Su nariz afilada no fue sonada | |
22 | y, aunque miraba, fama cobró; |
es un cañón de plata que a todos mata | |
24 | sin que ninguno sienta dolor. |
Su boca es tan pequeña y tan risueña, | |
26 | naturaleza pudo formar. |
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . | |
que al decir punto en boca más que provoca | |
28 | por no agraviarla, quise callar. |
Su barba es el archivo donde yo vivo | |
30 | preso y herido, muerto de amor. |
Para pintar su talle buenos es que calle, | |
32 | pues mi pintura será un borrón. |
Yo quisiera de Apeles tener pinceles | |
34 | para pintarla con perfección. |
Perdone su hermosura si en la pintura | |
36 | grosero ha estado mi fino amor. |
Por haberla ofendido a sus pies rendido, | |
38 | mi peregrina pido perdón. |