Se cree que la dinastía Gupta procede de una rica familia de Magadha o Prayaga (al este de Uttar Pradesh). A finales del siglo III, esta familia fue tomando una mayor prominencia hasta que fue capaz de reclamar el gobierno local de Magadha. Se considera que el tercer rey Gupta, Chandra Gupta I, fundó la dinastía en el 320 dC, aunque no está claro si este año marca el ascenso al trono de Chandra Gupta o el año en que su reino logró un estatus totalmente independiente.
Durante las siguientes décadas, los Guptas expandieron su control sobre los reinos vecinos, ya fuera mediante expansión militar o alianzas matrimoniales. Chandra Gupta llevó a su hijo, Samudra Gupta, al trono hacia el año 330 dC. El nuevo rey estableció la ciudad de Pataliputra como la capital Gupta, y desde esta base administrativa el imperio continuó creciendo. Hacia el 380 dC, se había expandido hasta incluir diversos pequeños reinos del este (entre los que había el actual Myanmar), todos los territorios del norte hacia el Himalaya (incluyendo Nepal), y toda la región del valle del Indo hacia el este. En algunas de las áreas más remotas, los Gupta repusieron a soberanos vencidos y les permitieron continuar gobernando el territorio como estados tributarios.
Las evidencias literarias y arqueológicas de este periodo nos muestran una clase gobernante tan interesada en el desarrollo cultural como en la expansión de su control político. De hecho el periodo Gupta se considera una edad de oro, marcada por grandes logros en literatura, música, arte, arquitectura y filosofía. Faxian, un peregrino chino que viajó a la India Gupta a principios del siglo V, habla de bellas ciudades, magníficos hospitales y universidades, y describió a unas gentes prósperas y contentas.
A causa del interés renovado por el Hinduísmo bajo los Gupta, algunos estudiosos sitúan en su reinado el declive del Budismo en el norte de la India. Aunque es cierto que el Budismo recibió menos patrocinio real bajo los Gupta del que tuvo bajo sus predecesores, los imperios Maurya y Kushan, su declive se fecha de forma más precisa en el periodo post-Gupta. En términos de influencias interculturales, ningún estilo ha tenido un impacto tan grande en el arte budista de Asia Central y Oriental como el desarrollado en la India Gupta. Esta situación inspiró a Sherman E. Lee para referirse al estilo escultórico desarrollado bajo los Gupta como “estilo internacional”.
En algún momento hacia el año 450 el imperio Gupta se enfrentó a una nueva amenaza. Un grupo llamado los hunas, conocidos por las fuentes bizantinas como los heftalitas1, empezó a imponerse en el noroeste del imperio. Después de décadas de paz, las proezas militares Guptas habían disminuido, y cuando los heftalitas iniciaron una invasión a gran escala, hacia el 480 dC, la resistencia del imperio se demostró inefectiva. Los invasores conquistaron rápidamente los estados tributarios del noroeste y pronto presionaron el corazón del territorio controlado por los Gupta. Hacia el 520 dC el imperio Gupta se había reducido a un pequeño reino en la periferia de su antiguo gran imperio, y ahora eran ellos los que se veían forzados a pagar tributo a sus conquistadores. A mediados del siglo VI la dinastía Gupta se disolvió del todo.
Traducción de Alexandra Prats, revisada por Dolors Folch
(1) E.V Zeimal hace notar que "hunas" fue usado para referirse tanto a los heftalitas como a los kidaras, unas gentes que gobernaron las regiones del actual Pakistán y Afganistán a finales del siglo IV y principios del V (Zeimal, E.V. "The Kidarite Kingdom in Central Asia." History of Civilizations of Central Asia, vol. 3 (Paris: UNESCO, 1996), p. 123). "Hunas" debía ser, por tanto, un nombre general dado a cualquier población de la frontera noroeste del Imperio Gupta.