Los Hu

Los jinetes nómadas del norte de las estepas aparecen mencionados por primera vez en los registros históricos en el siglo IV aC, y reciben el nombre de hu, una palabra que deriva del carácter chino usado para “carne” (rou). Aquéllos que vivían más al este fueron llamados por estos escribas de la dinastía Zhou Posterior los hu orientales. Hacia el siglo III aC los hu habían desarrollado una sofisticada cultura de la edad del bronce. Artefactos de hueso grabados con dibujos demuestran que los hu usaban carros, arco y flecha, y cazaban con perros. Su interés en comerciar (además de realizar ataques por sorpresa) con los reinos chinos del sur influenció sus gustos; estaban particularmente interesados en las vasijas de bronce Zhou, y hacían imitaciones para su uso. Es más, se han descubierto objetos hu (como una daga decorada con una cabeza de carnero) en excavaciones arqueológicas de yacimientos Xia y Shang, que indican un comercio (o al menos intercambio de material cultural) fluido en ambas direcciones. Los hu fueron antepasados directos de pueblos como los xianbei, los khitan y los mongoles, y por esta razón jugaron un importante papel en los primeros intercambios de bienes y tecnología en el norte y el oeste de China.

Los hu orientales juegan un papel más destacado en los registros dinásticos antiguos chinos que los otros grupos hu, pero más que una única cultura unificada, es preciso considerar los hu orientales como una confederación laxa de nómadas. Sin embargo, esta organización política poco cohesionada no disminuía la amenaza militar que los hu orientales suponían para los emperadores Zhou, en el sur. Al contrario, sus proezas militares les convertían en una fuerza poderosa a tener en cuenta por parte de los emperadores Zhou. Como Adam Kessler subraya, los diversos soberanos chinos del período de los Renos Combatientes emprendieron a menudo medidas inusuales para manejar esta amenaza. “Por ejemplo”, escribe Kessler, “durante el período de los Reinos Combatientes, cuando el estado de Yan, que ocupaba el norte de Hebei, estaba sufriendo constantes incursiones de las gentes del norte, el general Yan, Qin Kai, se convirtió en rehén político de los hu orientales, que lo tenían en alta consideración. Después de aprender todo lo que pudo de sus captores, Qin Kai escapó a Yan y dirigió una masiva campaña contra los hu orientales, forzándolos a retroceder hacia Mongolia Interior. Para protegerse de futuras incursiones, los Yan construyeron posteriormente una sección de la Gran Muralla que empezaba al norte del moderno Zhangjiakou en Hebei y se extendía hacia el este cruzando partes de Mongolia Interior y las provincias de Liaoning y Jilin."1

Es una idea falsa bastante común pensar que la Gran Muralla se creó originariamente como defensa contra los invasores procedentes del norte y el este, como los hu. De hecho, la Gran Muralla no fue concebida para realizar esta función hasta la dinastía Qin, cuando se añadieron secciones a las murallas existentes como la descrita por Kessler. Thomas Barfield explica que los estados anteriores a Qin habían practicado desde hacía tiempo la construcción de murallas para delimitar las fronteras políticas que compartían con otros estados. La expansión del Imperio Qin volvió inútiles las murallas menores superfluas, pero las incursiones hu dieron una razón a los Qin para fortificar la barrera norte. Es desde este momento que se le dio a la Gran Muralla una función militar más que estrictamente política2, aunque los esfuerzos para impedir que los invasores atravesaran las fortificaciones no tuvieron éxito. Los hu orientales continuaron practicando incursiones y exigiendo tributos, hasta que finalmente cayeron en manos de otra coalición de nómadas, los xiongnu.

Patrones culturales similares entre los hu y otros nómadas de Asia Central y Oriental, como los sakas, han llevado a algunos estudiosos a proponer un origen común para todos los nómadas de las estepas eurasiáticas. Las evidencias textuales son también extensas, como la mención de Herodoto de una patria asiática para los escitas, que es como fueron conocidos los sakas por los griegos. Diferencias lingüísticas a parte, la gran similitud en los sistemas de organización social y de mando, los estilos artísticos similares (particularmente la preferencia por motivos animales, especialmente carneros), y las trampas para caballos y armas similares apuntan a una larga historia de intercambio cultural y material entre los nómadas de Asia Central y Oriental antes del siglo IV aC.

Traducción de Alexandra Prats, revisada por Dolors Folch

(1) Adam T. Kessler, Empires Beyond the Great Wall: The Heritage of Genghis Khan. Los Angeles: Natural History Museum of Los Angeles County (1993), p. 44.

(2) Thomas J. Barfield, The Perilous Frontier: Nomadic Empires and China. Cambridge: Basil Blackwell Inc. (1989), p. 32.