Una categoría como "Las Dinastías Islámicas Tardías” es en muchos sentidos demasiado amplia como para dar una interpretación precisa de la situación política y económica de Oriente Medio entre los siglos VII y XV dC. De hecho, esta sección de la exposición no debería interpretarse como un intento de describir las diversas gentes y periodos de esta región y periodo temporal como algo uniforme, sino más bien como un título general bajo el que organizar una media docena de objetos artísticos procedentes de esta área geográfica y este periodo temporal concretos. Ya que en realidad ninguna única categoría puede contener con precisión las docenas de culturas que se desarrollaron bajo los diferentes poderes que dejaron su marca en la región. En vez de esto, se incluirá una breve introducción a estos pueblos y periodos históricos en las explicaciones dadas para los diversos objetos incluidos en la exposición. Entre estas culturas que dejaron su marca en la producción artística de Oriente Medio están:
1) Los Abasidas, un imperio musulmán chiíta que ocupó una amplia área en su momento de máximo esplendor, abarcando desde la Transoxiana en el oeste, hasta el extremo de la Península Arábiga por el sur, y toda la región del Magreb del norte de África por el este. A pesar de que el tamaño de su territorio fluctuó a lo largo del tiempo, permanecieron en el poder desde 750 dC hasta 1258 dC.
2) Los Seljúcidas, un pueblo nómada de Asia Central que en 1055 fundó un gran imperio musulmán que incluía Irán, Irak y Siria. Seguidores de la secta islámica sunita, los Seljúcidas fueron los que frenaron la expansión del Islam chiíta desde Egipto hacia el Oriente Medio en el siglo XII. Aunque perdieron su imperio ante los Khwarazm-Shahs en 1194, una rama de los Seljúcidas sobrevivió como soberanos de un estado mucho más pequeño hasta la conquista mongol de 1243.
3) Los Khwarazm-Shahs, que dominaron partes del moderno Irán, la Transoxiana, y gran parte de Afganistán desde finales del siglo XI hasta la llegada de los conquistadores mongoles en 1250.
4) Los Artúqidas, que gobernaron sobre una gran área al norte del moderno Irak desde 1098 hasta 1408. Antiguos vasallos de los Seljúcidas, prendieron al gobernador designado, se levantaron contra los líderes Seljúcidas en 1098 y fundaron un estado independiente. Los Artúqidas se mantuvieron en el poder durante tres siglos, reteniendo el control sobre gran parte del norte de Irak hasta que toparon con los Timúridas, que finalmente derrotaron a los Artúqidas en 1408.
5) Los Il-Khánidas, una entidad gubernamental designada por los mongoles para gobernar el Oriente Medio como sus representantes. Este gobierno, compuesto por una mezcla de mongoles y representantes de otras etnias de Asia Central, eran budistas cuando tomaron el poder a mediados del siglo XIII, pero se habían convertido al Islam a mediados del siglo XIV, antes de la disolución de su control político de la región.
6) Los Safávidas, que establecieron un extenso imperio a principios del siglo XVI, normalmente se reconoce que se debe a ellos la aparición de una conciencia nacional en Irán. Centraron su gobierno en Isfahan, y disfrutaron de un monopolio comercial después de que redirigieran lo que quedaba de la rama occidental de la Ruta de la Seda hacia su capital. Para más información sobre los Safávidas e Isfahan, consultar las páginas de la Silk Road Seattle Cities and Architecture dedicadas a esta importante ciudad y su cultura.
7) Los Otomanos, que en su momento de máximo esplendor controlaron un imperio que rivalizaba con el de los romanos. Fundado por Othman, un lider menor de los turcos que habían emigrado a Anatolia desde las estepas de Asia Central a causa del avance de las tropas mongoles de Gengis Khan. Othman fue capaz de unificar a su gente para formar una confederación que logró el control sobre la región que se extendía entre los cristianos bizantinos al oeste y los sultanatos islámicos al este. Adoptaron también el Islam, y con celo religioso se dispusieron a batallar por su fe. Hacia mediados del siglo XIV, los Otomanos controlaban casi toda la moderna Grecia y Turquía. A principios del siglo XVI, los Otomanos controlaban gran parte del mundo islámico, incluyendo toda la costa norte de África, y habían introducido su fe en los territorios que habían conquistado en los Balcanes. Durante los siguientes siglos, el imperio Otomano empezó a crecer más lentamente y poco a poco fue perdiendo el control de sus vastos territorios hasta que finalmente se hundió a principios del siglo XX, incapaz de recuperarse después de la I Guerra Mundial (en la que se habían aliado con Alemania). Para más información sobre el imperio Otomano y la arquitectura de una de sus ciudades más importantes, Bursa, consultar las páginas de la Silk Road Seattle Cities and Architecture pages.
Traducción de Alexandra Prats, revisada por Dolors Folch